El jardín hermético de la vía Rosacruz - Humus el samurai - E-Book

El jardín hermético de la vía Rosacruz E-Book

Humus el samurai

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Beschreibung

¿Qué es el jardín hermético? Un secreto esotérico muy fuerte que fue guardado durante siglos y fue madurando por la reflexión filosófica, y de ninguna manera es el fruto de una revelación, eso no existe. La filosofía hermética es el fruto de un trabajo nuestro y de seres que viven en otros mundos, y este libro está lleno de secretos herméticos y cabalísticos, en especial el secreto rosacruz, que es el arcano que se transportó en lo oculto para este tiempo. Yo les aclaro una cosa, soy un aprendiz, no un maestro, y no tuve revelaciones, así que lo que digo puede ser FALSABLE, es decir que puedo cometer errores porque el error máximo en la filosofía es creer en VERDADES ABSOLUTAS QUE NUNCA MUTAN, eso es falso totalmente.

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HUMUS EL SAMURAI

El jardín hermético de la vía Rosacruz

Humus, El Samurai El jardín hermético de la vía Rosacruz / Humus, El Samurai. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-4814-6

1. Religión Cristiana. I. Título. CDD 248.4

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de Contenidos

La tabla esmeralda de Hermes - Toth

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

Capítulo 28

La tabla esmeralda de Hermes - Toth

I. Lo que digo no es ficticio, sino digno de crédito y cierto.

II. Lo que está más abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo. Actúan para cumplir los prodigios del Uno, que no es infinito.

III. Como todas las cosas fueron creadas por la Palabra del Ser, así todas las cosas fueron creadas a imagen del Uno.

IV. Su padre es el Sol y su madre la Luna. El Viento lo lleva en su vientre. Su nodriza es la Tierra.

V. Es el padre de la Perfección en el mundo entero.

VI. Su poder es fuerte si se transforma en Tierra.

VII. Separa la Tierra del Fuego, lo sutil de lo burdo, pero sé prudente y circunspecto cuando lo hagas.

VIII. Usa tu mente por completo y sube de la Tierra al Cielo, y, luego, nuevamente desciende a la Tierra y combina los poderes de lo que está arriba y lo que está abajo. Así ganarás gloria en el mundo entero, y la oscuridad saldrá de ti de una vez.

IX. Esto tiene más virtud que la Virtud misma, porque controla todas las cosas sutiles y penetra en todas las cosas sólidas.

X. Éste es el modo en que el mundo fue creado.

XI. Éste es el origen de los prodigios que se hallan aquí [¿o, que se han llevado a cabo?].

XII. Esto es por lo que soy llamado Hermes el aprendiz que tiene que comprender que aprende, porque poseo las tres partes de la filosofía, pero si dejo de entender que debo aprender a aprender se termina mi camino en la filosofía.

XIII Todo en filosofía es falsable, porque evolucionamos, sino no hay filosofía, porque entran las creencias y se paraliza la mente.

XIV Solo sabemos que no sabemos, porque si pensamos que sabemos entramos en las verdades absolutas y se termina el aprendizaje y por lo tanto la evolución.

XV Si tú sabes que no sabes, se te abre el sendero de la vida y por lo tanto la aventura de aprender, sino llegas a un camino que se corta.

XVI El premio por entender que uno no sabe es la aparición de un nuevo saber, y eso puede ser indefinido, pero si piensas que tu saber es absoluto… mueres, se frena tu crecimiento y no hay más movimiento.

XVII El camino de la filosofía fue eterno y será eterno, todo evoluciona, la naturaleza te da energía no sabiduría.

XVIII. Lo que tuve que decir sobre el funcionamiento del Sol ha concluido.

Capítulo 1

Genealogía de Jesucristo

(Lc. 3. 23-38)

1:1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

1:2 Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos.

1:3 Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram.

1:4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón.

1:5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa.

1:6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.

1:7 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa.

1:8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías.

1:9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías.

1:10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías.

1:11 Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.

1:12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.

1:13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.

1:14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud.

1:15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob;

1:16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

1:17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

Nacimiento de Jesucristo

(Lc. 2. 1-7)

1:18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo, pues esto es el secreto de la qabalah la ciencia de las mujeres no de los hombres por eso José no comprendió que su mujer fue fecundada por el fuego filosófico.

1:19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque el que Ya HU salvará a Su pueblo de sus pecados.

1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:

1:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,

Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: conocimiento con nosotros.

1:24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.

1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

Capítulo 2

La visita de los magos

é

2:1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,

2:2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

2:3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

2:4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

2:5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:

2:6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá,

No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;

Porque de ti saldrá un guiador,

Que apacentará a mi pueblo Israel.

2:7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;

2:8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

2:9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

2:10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

2:11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

2:12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Matanza de los niños

2:13 Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.

2:14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,

2:15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Siervo.

2:16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.

2:17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:

2:18 Voz fue oída en Ramá,

Grande lamentación, lloro y gemido;

Raquel que llora a sus hijos,

Y no quiso ser consolada, porque perecieron.

2:19 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto,

2:20 diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.

2:21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.

2:22 Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea,

2:23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.

Capítulo 3

Predicación de Juan el Bautista

(Mr. 1. 1-8; Lc. 3. 1-9, 15-17; Jn. 1. 19-28)

3:1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,

3:2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

3:3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:

Voz del que clama en el desierto:

Preparad el camino del Señor,

Enderezad sus sendas.

3:4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.

3:5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,

3:6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras!¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepenti-miento,

3:9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

3:10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

El bautismo de Jesús

(Mr. 1. 9-11; Lc. 3. 21-22)

3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.

3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.

3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu Santo o fuego filosófico que descendía como paloma, y venía sobre él.

3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Ungido amado, en quien tengo complacencia.

Capítulo 4

Tentación de Jesús

(Mr. 1. 12-13; Lc. 4. 1-13)

é

4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Enviado de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de del Espíritu Santo.

4:5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

4:6 y le dijo: Si eres enviado de Dios, échate abajo; porque escrito está:

A sus ángeles mandará acerca de ti,

y,

En sus manos te sostendrán,

Para que no tropieces con tu pie en piedra.

4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Juez.

4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque: tú no eres dios, yo no soy dios y ELOHIM no es dios, Dios no existe, nosotros existimos, y no hay que adorar y atribuirle divinidad a nada de lo existente, ni adorar nada, ni a nadie. ¿Te das cuenta que si Dios existiese su POTENCIA INFINITA no cesaría en ningún momento se ser y anularía toda la existencia? Y si sería el creador dejaría de ser Dios, porque quedaría limitado y eso ya no será Dios. ¿Cómo se contrae algo que rebasa los límites y fronteras de todo tipo?.

Si una liebre acelera infinitamente eso es Dios, pero si la creación existe, la liebre tiene que frenar, ¿cómo si acelera infinitamente? Se frenó… entonces Dios no existe. Un infinito que tiene un tamaño finito… eso no es Dios ¿sabes qué es eso?… un ídolo loco, una idea delirante que es irreal.

4:11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

Jesús principia su ministerio

(Mr. 1. 14-20; Lc. 4. 14-15; 5. 1-11; 6. 17-19)

4:12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;

4:13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,

4:14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:

4:15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,

Camino del mar, al otro lado del Jordán,

Galilea de los gentiles;

4:16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;

Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció.

4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y YaHU os hará pescadores de hombres.

4:20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.

4:21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.

4:22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

4:24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.

4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.

Capítulo 5

El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

(Lc. 6. 20-23)

é

5:1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.

5:2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

5:5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

5:7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

5:9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados siervos de Dios.

5:10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

5:11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

La sal de la tierra

5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

La luz del mundo