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¡Domina el poder del nervio vago y cambia tu vida!
El nervio vago y la teoría polivagal te invitan a un esclarecedor viaje por la intrincada red de nuestra neurofisiología, descubriendo el extraordinario poder del nervio vago y el potencial transformador de la teoría polivagal.
En este libro, profundizarás en los mecanismos ocultos que influyen en la curación, la comunicación y la autorregulación, ofreciendo un camino para superar la ansiedad, el trauma, la inflamación, el estrés mental y una serie de otros desafíos.
Descubre un tesoro de conocimientos prácticos, técnicas de empoderamiento y explicaciones sencillas que cualquiera puede apreciar.
Explora los pasos prácticos para dominar el potencial curativo innato del nervio vago y activar la Teoría Polivagal en tu propia vida para que por fin puedas vivir la vida tranquila y mentalmente estable que te mereces.
También descubrirás:
- Cómo cultivar una conexión más profunda contigo mismo: Conocerás tu propio cuerpo, mente y emociones, lo que te permitirá un profundo autodescubrimiento y crecimiento personal.
- Ejercicios prácticos para incorporar la teoría a tu vida diaria: Desarrollarás las herramientas necesarias para promover la curación, mejorar la comunicación y establecer una base de equilibrio y resiliencia.
- Todo lo que necesitas saber sobre el Nervio Vago: Estos libros explican todo de una manera amigable, y fácil de seguir sin escatimar en información importante.
¡Y mucho más!
No se trata sólo de un recurso para comprender la ciencia que hay detrás de nuestras respuestas neurofisiológicas, sino también de una hoja de ruta práctica hacia un mayor bienestar emocional.
Si eres un profesional de la salud, terapeuta, investigador, o un individuo que busca mejorar su bienestar general, este paquete 2 en 1 ofrece ideas invaluables y orientación transformadora que no podrás obtener en ningún otro lugar.
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Veröffentlichungsjahr: 2023
Copyright © 2023 por Yumi Park
Reservados todos los derechos.
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El nervio vago. Si no te suena esto, has llegado al lugar adecuado. Porque, como veremos, este nervio desempeña un papel fundamental en muchos aspectos de nuestra salud física y tiene una influencia sorprendentemente poderosa en nuestros estados emocionales. Este libro hablará de cómo y por qué el nervio vago es vital. Y, lo que es más importante, tratará sobre cómo utilizar este conocimiento para aprovechar su poder y ayudar a todos aquellos que sienten la carga constante de la depresión y la ansiedad. Pero antes de sumergirnos en todo lo relacionado con el nervio vago, dediquemos un minuto a discutir estas aflicciones emocionales que han llegado a arrojar sus sombras sobre tantos de nosotros.
No es ningún secreto que los incidentes de depresión, ansiedad y otros factores estresantes relacionados con nuestras vidas emocionales, están afectando a un porcentaje cada vez mayor de personas en el siglo XXI. Según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud, en 2017, más de 264 millones de personas sufrieron depresión en todo el mundo. Aproximadamente 800.000 de estas personas se suicidan cada año, lo que la convierte en la segunda causa principal de muerte en personas de entre 15 y 29 años. Es la principal causa de discapacidad en los Estados Unidos entre las personas de entre 15 y 44 años y si tú eres una persona que cree que, como dijo Bob Dylan, “El dinero no habla, jura”, aquí tengo una gran información financiera para ti: la economía de EE. UU. en 2017 perdió aproximadamente $ 210.5 billones de dólares debido a las inasistencias laborales, directamente atribuibles a la depresión (Red Nacional de Centros de Depresión).
Los síntomas de la ansiedad persistente tienen una gran superposición con los de la depresión, lo cual es de esperar, ya que los dos son esencialmente lados diferentes de la misma moneda. Pero hay algunos nuevos signos reveladores que la ansiedad trae a la mesa. Incluyen problemas para controlar la respiración, sensación de náuseas, aumento de la irritabilidad, sudoración, palpitaciones del corazón y, quizás lo peor de todo, una sensación general, y a menudo difícil de identificar pero profunda, de temor y desesperación.
Hablamos de todo esto, para que no te sientas desesperanzado; tenemos la esperanza de que si has estado luchando contra la depresión o la ansiedad, hablar con franqueza desde el principio sobre lo que nos ha estado sucediendo a un número cada vez mayor de nosotros en las últimas décadas, te hará sentir mejor. Incluso si no te sientes cómodo con tu depresión/ansiedad, deberías sentirte más cómodo con el hecho de que no estás sólo, estás luchando al igual que una cantidad de personas que sufren como tú.
Aquí tienes un poco más de información para arrojar luz, o quizás es más acertado decir una profunda sombra, sobre lo antes mencionado. Como era de esperar, la aparición de la pandemia de COVID-19 solo ha aumentado estas cifras. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades:
“Entre agosto de 2020 y febrero de 2021, el porcentaje de adultos con síntomas recientes de ansiedad o trastorno depresivo aumentó del 36,4 % al 41,5 %, y el porcentaje de aquellos que reportaron una necesidad de atención de salud mental no satisfecha, aumentó del 9,2 % al 11,7 %. Los aumentos fueron mayores entre los adultos de entre 18 y 29 años y entre aquellos con un nivel educativo por debajo de la enseñanza media superior“.
Con gran parte del mundo cerrando restaurantes, bares, cines, teatros, estadios deportivos, cafés y parques, y trasladando las escuelas al aprendizaje remoto, miles de empresas se ahogaron en las traicioneras aguas económicas agitadas por el coronavirus, y la mayoría de las personas se vieron obligadas a refugiarse en un lugar cerrado durante meses. Debido a esto, tiene mucho sentido que las tasas de crisis de salud mental se hayan disparado. Esto sin mencionar las presiones, los traumas y las horas inhumanas que tuvieron que soportar los socorristas, como los técnicos de emergencias médicas, las enfermeras y los médicos, lo que llevó a varios profesionales médicos, por lo demás, mentalmente estables, a renunciar debido a un trauma profundo. Algunos de estos trabajadores estaban tan destrozados emocionalmente por la pandemia, que incluso recurrieron al suicidio.
El CDC va más allá y afirma: “Los límites impuestos a la operación de negocios no esenciales y otras medidas para reducir la mortalidad relacionada con la pandemia, llevaron al aislamiento y al desempleo, o al subempleo, lo que aumentó aún más el riesgo de problemas de salud mental“. Francamente, pasarán años antes de que nosotros, como sociedad, podamos procesar y evaluar con precisión la cantidad y profundidad de las cicatrices que la crisis mundial de COVID-19 dejó en la población mundial en su conjunto. Esto es aún peor para los niños y adultos jóvenes cuya infancia y juventud se vieron despojadas de muchas de las interacciones normales y los ritos de iniciación que la mayoría de los expertos en salud mental consideran una parte esencial para el desarrollo emocional.
Ahora bien, sé que esta no es la forma más alegre de comenzar un libro, incluso si este trata de brindarte ideas y técnicas reales que te ayudarán a sobrellevar mejor la depresión y la ansiedad. Además, acabamos de arrojar un montón de números, que por lo general no es la apertura contundente que los lectores quieren cuando abren un nuevo libro. ¿Y qué tienen que ver entonces todas estas noticias deprimentes con el nervio vago? Quiero decir, esa es más o menos la razón por la que compraste este libro, ¿no es así? Estamos divagando, bien podrías estar diciendo.
Prometo que pronto llegaré al punto. Pero primero, necesitamos saber contra qué estamos tratando de luchar y cómo y por qué un número creciente de expertos cree que el nervio vago es una de nuestras mejores esperanzas para enfrentar e incluso superar estos sentimientos oscuros de los que muchos de nosotros estamos padeciendo.
Sí, usaré más estadísticas para reforzar lo que digo, pero no a este ritmo inicial. Creo que es importante proporcionar algo de contexto para los problemas que estamos tratando. Es importante entender cómo el nervio vago tiene un efecto en todo esto. Sobre todo, quiero que comprendas estos números para poner en perspectiva que no estás solo en tu sufrimiento o en tu sufrimiento por tus seres queridos.
Este es un libro que se basará en gran medida en la ciencia pura, pero no está escrito en la jerga científica. Como tal, debo ser precisa donde pueda. Acabo de enumerar algunas estadísticas bastante sombrías sobre la depresión, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. Pero, para no ser demasiado simplistas, comencemos aclarando nuestros términos, a saber, ¿qué es, exactamente, según las autoridades médicas, la depresión? Es una palabra que a la gente le gusta decir, pero ¿cómo la clasifican los expertos en salud mental?
Los médicos definen la depresión como un síndrome. Para entender mejor esto, primero debemos definir la palabra “síndrome“. Un síndrome, desde el punto de vista de la medicina, no es un atributo básico, sino una amalgama de atributos, como el trastorno depresivo bipolar y recurrente o monopolar. Estos se diagnostican cuando un paciente presenta interés o placer disminuidos o inexistentes en las actividades, lo que, como resultado directo, hace que sea muy difícil o imposible participar en las actividades que conforman la vida cotidiana.
Hay otros síntomas que derivan de esto, que incluyen patrones de sueño irregulares (insomnio o su opuesto exacto, hipersomnia), pérdida o aumento del apetito, deterioro de las funciones cognitivas y un sentimiento de culpa indefinido pero palpable.
Hay muchos factores involucrados, y los agentes predominantes de estos sentimientos y pensamientos perturbadores, varían en su grado de un individuo a otro. Sin embargo, a pesar de todos los milagros de la ciencia y la medicina moderna, que tenemos la suerte de tener a nuestra disposición, un área que ha estado relativamente ausente, es nuestro conocimiento del funcionamiento del cerebro, o más exactamente, de la mente.
Sin embargo, nos estamos poniendo al día rápidamente y no faltan noticias positivas en este campo. Los investigadores están cerrando constantemente la brecha del conocimiento y han logrado grandes avances en el aprendizaje de cómo funcionan nuestras mentes en las últimas décadas; nuestra comprensión colectiva de las operaciones fisiológicas que regulan nuestra vida emocional se expande cada año.
Cualquiera que haya sufrido de depresión y/o ansiedad severa y persistente, probablemente sepa que no hay escasez de tratamientos. Cada vez se desarrollan más. La medicación ha sido un pilar en dicho tratamiento durante décadas, pero la variedad de medicamentos disponibles actualmente es asombrosa. La especificidad con la que se dirigen a ciertas áreas del cerebro puede producir resultados prometedores. Además, existen muchas otras opciones, como la magnetoterapia transcraneal, la ketamina e incluso la terapia electroconvulsiva, más conocida como electroshock. Este último ha regresado de una manera mucho más segura y efectiva que la que se empleaba de manera tan calamitosa a principios del siglo XX.
De todos estos tratamientos y descubrimientos, quizás uno de los más significativos, es el descubrimiento del papel crucial que juega el nervio vago al afectar nuestro estado mental. Como veremos, es un componente asombrosamente importante de nuestra salud mental, que es vital para combatir la depresión y la ansiedad y reducir el estrés. Entonces, es perfectamente natural hacerse la pregunta: “¿Qué diablos es el nervio vago y por qué, si es tan importante, no he oído hablar nunca antes de él?”
Es un argumento razonable. Después de todo, muchos de ustedes podrían nombrar al menos algunos antidepresivos que se les ocurran, sin mencionar otros tratamientos. Si es tan crucial para nuestro bienestar mental (y la ciencia lo confirma consistentemente), ¿por qué no se discute más ampliamente sobre el nervio vago? La verdad es que está empezando a ganar terreno en la conciencia pública, pero nosotros, como sociedad, debemos ser más conscientes de las innumerables formas en que está profundamente involucrado con nuestro bienestar físico y emocional.
Este es uno de los objetivos fundamentales de este libro. Otro es ayudarte en tu lucha contra la depresión y/o la ansiedad ofreciéndote consejos concretos sobre cómo acceder al tremendo poder del nervio vago para ayudarte a luchar contra estas condiciones a veces debilitantes. Las posibilidades de mejora física y emocional al conocer y atender al nervio vago, son reales y bastante profundas. Entonces, ¿estás listo para aprender sobre tu relación con esta parte vital de tu cuerpo? ¡Genial! Comencemos, como toda buena relación, con una presentación adecuada.
El nervio vago, como prácticamente todos los nervios del cuerpo humano, comienza en el cerebro. Técnicamente, en realidad son dos nervios que se ramifican de un solo curso. Para los propósitos de nuestra discusión, generalmente nos referiremos a ellos como uno solo. Y aunque el nervio vago es solo uno de los doce nervios craneales, este nervio en particular es único, porque está asociado con funciones sensoriales y motoras.
El nervio vago se descubrió por primera vez hace relativamente poco tiempo en términos de medicina. Fue descubierto hace unos cien años, en 1921, por un médico llamado Otto Lowei. Poco después se descubrió como el primer neurotransmisor, que Webster define como una “sustancia química que se libera en el extremo de una fibra nerviosa por la llegada de un impulso nervioso, difundiéndose a través de la sinapsis o unión“. En lenguaje sencillo, significa que libera una sustancia química que puede enviar información a tu cerebro a través de largos canales y ramas de nervios subsidiarios.
El hecho de que el nervio vago desempeñe un papel central en la regulación de nuestras emociones, no entró en la corriente principal del pensamiento científico hasta 1988, que es aún más reciente. Debido a esto, el progreso que se ha logrado desde entonces es más que impresionante.
La estimulación del nervio vago desacelera la frecuencia cardíaca debido a la liberación de acetilcolina (ACh). Y aunque no es importante conocer esta información (si hubiera un cuestionario al final de este libro, no sería necesario que lo recordaras), el vago se convirtió en el primer neurotransmisor descubierto. Sin embargo, esta es en parte la razón por la que, a diferencia de muchos otros nervios (dato curioso: nuestros cuerpos tienen aproximadamente 100 mil millones de ellos), que se enfocan en una sola área del cuerpo, el nervio vago está vinculado a muchas partes de nuestra anatomía. De hecho, deriva su nombre de la palabra latina que significa “vagar“. Es un apodo adecuado. Es el nervio más largo del cuerpo humano (otro dato curioso: al menos, nuestro libro ya te ha ayudado a convertirte en el entretenimiento de cualquier fiesta aburrida) y está conectado a una asombrosa cantidad de órganos, como el hígado, el bazo, los riñones, el páncreas, el sistema digestivo, los pulmones, el corazón y más. Lo más crítico para los propósitos de nuestra discusión es que juega un papel importante en la regulación de lo que se conoce como el “sistema nervioso parasimpático“.
Unas palabras rápidas sobre el término que acabas de leer. Este es un libro que implica explicar un importante descubrimiento científico, pero no es en absoluto un libro de texto de ciencias. Así que no te preocupes, no necesitas una licencia médica para seguir el tema que profundizaremos. Cualquier cosa que pueda sonar demasiado técnica, la explicaremos en un lenguaje sencillo. No habrá exámenes sorpresa ni examen final.
Ok entonces, volvamos al sistema nervioso parasimpático. Sus principales responsabilidades son la regulación de tu digestión y tu descanso. En términos más generales, es un poco como el director de cine detrás de escena de tu sistema nervioso que se asegura de que los diversos sistemas de tu cuerpo funcionen en armonía entre sí. Desempeña un papel importante en ayudar a nuestros cuerpos a recuperarse de lesiones y enfermedades. También tiene una gran lista de tareas pendientes que involucran muchas otras funciones, incluidas las funciones involuntarias o autónomas de tu cuerpo o las cosas que haces sin pensar en ellas pero sin las cuales morirías. Estas incluyen la respiración, los latidos del corazón y el sistema circulatorio.
También involucra funciones vitales como el habla, la respiración, la deglución, la libido y el gusto. Incluso te dice cuándo necesitas orinar. ¿Y quien supervisa este sistema tan importante? Nuestro amigo, el nervio vago sí. Por lo tanto, el nervio vago es indispensable para muchos de nuestros procesos anatómicos más importantes. También juega un papel fundamental en nuestro estado de ánimo y sensación de bienestar.
Por ejemplo, nota cuándo has gastado o estás gastando una gran cantidad de energía (como lo muestra tu frecuencia cardíaca) y asegura que tu cuerpo estará preparado para descansar. Puede prepararte más fácilmente para el descanso por una variedad de medios, como ralentizar la digestión y reducir la presión arterial. ¿Alguna vez te has preguntado por qué, después de un día de trabajo extenuante, a menudo te sientes exhausto? Por supuesto que no; es lo más natural y lógico del mundo. No hay argumento aquí; sin embargo, es el nervio vago el que crea en gran medida esa sensación. Es esencialmente ordenarle a tu cuerpo que descanse un poco.
Los estudios muestran que el 80 % de la información transmitida por el nervio vago va del cuerpo al cerebro, lo que significa que el cerebro transmite alrededor del 20 % de las señales al nervio vago. Esta es quizás la razón por la que muchos científicos se refieren al nervio vago como el “segundo cerebro” de nuestro cuerpo. En otras palabras, el nervio vago parece tener literalmente una mente propia.
Sin embargo, el nervio vago es, por así decirlo, solo humano. Si te encuentras bajo estrés y tensión persistentes, que es un estado en el que millones de nosotros nos encontramos cuando transitamos por nuestra vida diaria, el nervio vago, no tiene respiro. De hecho, el estrés constante lo abruma. Entonces llama a lo que los médicos denominan el sistema nervioso simpático (esto está a cargo de lo que comúnmente se conoce como el modo de “lucha o huida” que tu cuerpo enciende durante los momentos estresantes).
El nervio vago parece ser un genio biológico y lo es. Sin embargo, no es inmune a cometer algún error ocasional. Cuando te sientes abrumado, como cuando tienes que hacer una presentación en el trabajo o tienes que soportar una reunión familiar en la que tu tío te explicará sus excéntricas creencias políticas con detalles enloquecedores, tu nervio vago se verá afectado por todo esto. Sin embargo, si ese nervio está dañado de alguna manera (y muchos de los nuestros lo están hasta cierto punto, por una multitud de razones potenciales que veremos más específicamente más adelante), a menudo malinterpreta el nerviosismo o la incomodidad como un peligro legítimo y activa el sistema nervioso simpático.
Cuando el nervio vago no funciona correctamente, el sistema nervioso simpático a veces puede perder la perspectiva, lo que a menudo resulta en altos niveles de ansiedad e incluso ataques de pánico. Puede actuar como el equivalente anatómico a llamar a un ataque aéreo militar por una multa de estacionamiento y tiene un costo real en nuestras experiencias emocionales. Es por eso que cuando estamos ansiosos, a menudo experimentamos síntomas físicos desagradables como sudoración, aceleración del pulso cardíaco, náuseas, etc.
Si alguna vez has experimentado estos síntomas corporales bajo presión, probablemente signifique que tu nervio vago no está funcionando como debería. ¡Bienvenido al club! El nervio vago está haciendo que tu cuerpo reaccione con demasiada ansiedad ante situaciones menores. Como muchos de nosotros hemos experimentado, nuestra tendencia a la ansiedad puede llegar a un punto en el que ese sentimiento carezca de una causa consciente; en cambio, puede sentirse a veces como un zumbido persistente y, a veces, enloquecedor que podemos escuchar todo el tiempo. No importa cuánto lo intentemos, no podemos localizar su fuente. Entonces, si sientes estrés, depresión o ansiedad, podemos asegurarte que tu nervio vago también lo siente. De hecho, bien puede ser una gran parte de la razón por la que sientes tanta angustia emocional y mental. E incluso si no es la causa principal, si tu nervio vago se siente de esta manera, exacerba tus sentimientos en un ciclo vicioso profundamente desagradable.
Entonces, ¿qué sucede cuando nuestros nervios vagos están dañados? Bueno, en pocas palabras, muchas cosas y ninguna de ellas son agradables. Entre otros problemas, un nervio vago dañado puede provocar trastornos emocionales y físicos como depresión, ansiedad, insomnio, obesidad, problemas circulatorios e incluso, en casos extremos, la enfermedad de Parkinson. La mala noticia, como ya sabe, es que muchos de nosotros hemos dañado nuestros nervios vagos en mayor o menor grado. Sin embargo, también hay buenas noticias. ¡Este libro está aquí para asegurarte de que tienes la capacidad de garantizar que las cosas mejoren! Podemos trabajar para ayudarte a que tu nervio vago sane y, a través de esa curación, volverte más saludable tanto física como emocionalmente.
Entonces, ¿por qué la mayoría de nosotros tenemos algún tipo de daño en los nervios vagos? Bueno, hay muchas razones por las que este podría ser el caso y para muchas personas en la sociedad moderna, a menudo hay varias razones. Si padeces enfermedades crónicas, como la enfermedad de Parkinson (que, paradójicamente, como acabamos de señalar, a menudo puede provocar daños en los nervios), la enfermedad de Huntington o la diabetes, esto a menudo hará que los nervios no funcionen correctamente. Y aquí hay una cruel ironía sobre esto: la diabetes tipo dos puede ser provocada por factores como la obesidad y la falta de actividad física. Un nervio vago dañado también puede conducir a una pérdida de peso rápida y poco saludable o, por el contrario, a la obesidad. Como ya hemos cubierto con cierto detalle, la depresión, que a menudo resulta en una marcada falta de actividad física, también puede ser un factor contribuyente.
Del mismo modo, un traumatismo corporal, como un accidente automovilístico, puede desalinear ligeramente el nervio. De hecho, también lo puede ser cualquier lesión que haya sido provocada por una sacudida, como jugar al fútbol, un movimiento particularmente entusiasta en un pogo en los años 90 o una colisión de hockey. A veces, la causa de la lesión puede incluso ocurrir accidentalmente durante el curso de una cirugía. Recuerda, este es el nervio más largo del cuerpo, comenzando en la médula, que se encuentra en la parte posterior del cerebro, y bajando hasta el colon. Además, tiene una gran cantidad de canales subsidiarios que van a prácticamente todos los órganos de nuestro cuerpo. Teniendo en cuenta todos estos factores, cualquier lesión que implique una colisión hace que el nervio vago sea el principal candidato a lesionarse.
Fumar y beber en exceso también puede causar daño al nervio. Lo mismo se aplica a una dieta pobre que se base en demasiada azúcar, sal y comida chatarra. Esto tiene sentido, por supuesto, ya que el nervio juega un papel vital en nuestro sistema digestivo.