Estudio del futuro - Fernando Angel Moreno - E-Book

Estudio del futuro E-Book

Fernando Ángel Moreno

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Beschreibung

"Afrontar un primer acercamiento a la ciencia ficción y sus análisis es siempre complejo. Por una parte, las propias características del género implican una manera muy diferente de entender los análisis literarios. Por otra parte, el profano se encontrará con un tipo de virtudes y concepciones de la literatura que supondrán un esfuerzo al que no está acostumbrado. Por eso suele decirse que es rara la persona que se vuelve incondicional del género pasada la adolescencia, cuando ya se ha hecho uno a otras maneras de disfrutar las novelas y los cuentos... … Por consiguiente, superar estas dificultades iniciales y proponer rutas de diálogo con las obras y con los textos son los objetivos principales de este libro. Así, no pretendo sólo aportar herramientas de trabajo, sino también señalar los puntos de interés y de conflicto que el género crea, para así interesar y aportar información tanto al simple aficionado a la lectura como al estudiante y al docente".

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Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos los países de habla hispana. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio conocido o por conocerse, sin el consentimiento por escrito de su legítimo titular de derechos.

Primera edición: febrero de 2017

D.R. © Fernando Ángel Moreno

D.R. © de la Presentación: Noemí Novell Monroy

D.R. © Colección GenPop: Noemí Novell Monroy

D.R. © Logotipos Colección GenPop: Marco Antonio Álvarez

Trabajo realizado con el apoyo del programa UNAM-DGAPA-PAPIME. Proyecto PAPIME PE400914 “Estudios críticos sobre géneros populares”.

D.R. © 2017, Bonilla Artigas Editores S.A. de C.V.

Cerro Tres Marías número 354

Col. Campestre Churubusco, C.P. 04200

Ciudad de México

[email protected]

www.libreriabonilla.com.mx

D.R. © 2017, Universidad Nacional Autónoma de México,

Coyoacán, C.P. 04510, Ciudad de México

Cuidado de la edición: Bonilla Artigas Editores

Diseño de portada: Teresita Rodríguez Love

ISBN: 978-607-8450-80-0

A menos que se indique lo contrario en la bibliografía, las traducciones de los textos en inglés estuvieron a cargo de Gonzalo del Águila Vargas, quien también participó en el cuidado editorial.

Nota del editor: Nota del editor: A lo largo del libro hay hipervínculos que nos llevan directamente a páginas web. Aquellos que al cierre de esta edición seguían en funcionamiento están marcadas en color azul y con el hipervínculo funcionando. Cuando el vínculo ya no está en línea, se deja con su dirección completa: <http://www.abc.def>, sin estar en azul

Hecho en México

Contenido

Presentación

Introducción

Definición de CF

La CF dentro de la cultura popular

Historia de la literatura de CF

Antecedentes

Las revistas pulp y la Edad de Oro

La New Wave

El cambio de siglo

Recursos

El nóvum

La cultura y la CF

De anfitriones y enemigos

Muchas ficciones, no todas científicas

Somos lo que construimos

Hacia el ahora

El hombre de hojalata

Viajando por nuestro yo

Nosotros desde el Otro

De excursión por el fin del mundo

Eres yo

Yo soy mi cerebro

Conclusiones

Bibliografía citada

Presentación

Los productos literarios, cinematográficos, televisivos, de narrativa gráfica, etc., de géneros populares —como el terror, la ciencia ficción, el romance, el criminal, el western y la fantasía— son ampliamente leídos, vistos, comentados, consumidos. Se puede afirmar, incluso, que están más presentes en la vida cotidiana de un mayor número de personas que los textos canónicos. Esto se debe, por lo menos parcialmente, a un asunto de accesibilidad a unos u otros. Y, desde el ámbito universitario, nos obliga a observarlos con diversos fines: intentar revelar qué nos atrae a ellos; descubrir sus mecánicas de funcionamiento; analizar cómo son capaces de solapar al tiempo que rebelarse ante patrones y estereotipos socioculturales; profundizar en cómo afectan a sus receptores; estudiar sus relaciones con los textos de alta cultura, habitualmente abordados en las universidades, y cómo los alimentan y se retroalimentan de ellos.

Estos objetivos no son los únicos, pero sí son parte de lo que da origen y sustento a esta colección de libros didácticos. Si bien el estudio formal y sistemático de los géneros populares en sus diversas manifestaciones no es nuevo, en español no ha tenido un desarrollo tan amplio. Así pues, con este proyecto buscamos aportar metodologías y análisis críticos sobre textos culturales de alcance masivo que tienen un funcionamiento particular pero no ajeno a los estudios literarios tradicionales. Consideramos que dichos textos son un campo fértil de disputa ideológica, de provocación de emociones, de entretenimiento, que, si bien parecerían estar vacíos de significado precisamente por su vasta difusión y su funcionamiento en general formulario, se convierten, una vez que se les lee con atención, en objetos cruciales para comprender, debatir y mejorar el mundo, la sociedad y la cultura en los que vivimos.

Noemí Novell

Quiero agradecer las valiosas correcciones aportadas por mis compañeras de proyecto Isabel Clúa, Mónica Quijano y Noemí Novell, por enriquecer el texto y facilitar su lectura.

A Noemí Novell debo agradecerle especialmente su magnífica coordinación del proyecto del cual este libro forma parte, así como su confianza en mí, su constante apoyo y, por supuesto, las largas, ricas e intensas discusiones de las que tanto he aprendido.

Disfrutar de colegas tan cercanos desde el otro lado del Atlántico parecía cosa de ciencia ficción. Pero, como toda la ciencia ficción, es real.

A Iv, por el futuro.

Introducción

Afrontar un primer acercamiento a la ciencia ficción1 y sus análisis es siempre complejo. Por una parte, las propias características del género implican una manera muy diferente de entender los análisis literarios. Por otra parte, el profano se encontrará con un tipo de virtudes y concepciones de la literatura que supondrán un esfuerzo al que no está acostumbrado. Por eso suele decirse que es rara la persona que se vuelve incondicional del género pasada la adolescencia, cuando ya se ha hecho uno a otras maneras de disfrutar las novelas y los cuentos.

Se debe a que no sólo se trata de un conjunto de textos de complicada catalogación, al no tratarse de un género temático. Además, su juego entre “lo que existe” y “lo que podría existir” introduce una gama de ofertas estéticas que abarcan todos los intereses humanos y los demás géneros literarios. Ninguno juega tanto con la tensión entre lo probable y lo real como la CF; ninguno ofrece tantas posibilidades.

Todas estas cuestiones lo convierten en un terreno desconocido para la gran mayoría del público. Como sabemos, incluso despierta falaces prejuicios que muy poco suelen tener que ver con su realidad. Ni se trata de narrativa de evasión ni mucho menos superficial, como podrá comprobar cualquiera que escarbe un poco en obras como Watchmen (Alan Moore y Dave Gibbons, 1986-1987), Blade Runner (Ridley Scott, 1982) o Solaris (Stanislaw Lem, 1961).

Por consiguiente, superar estas dificultades iniciales y proponer rutas de diálogo con las obras y con los textos son los objetivos principales de este libro. Así, no pretendo sólo aportar herramientas de trabajo, sino también señalar los puntos de interés y de conflicto que el género crea, para así interesar y aportar información tanto al simple aficionado a la lectura como al estudiante y al docente.

Daré definiciones, contaré un poco de historia que sirva también como guía de lectura y señalaré los recursos estéticos específicos del género para orientar a futuros creadores y futuros analistas, pero que espero que interesen también al lector común. Esto me servirá para ayudar a entender lo que la CF aporta, como propuesta ficcional única, al concepto de literatura.

Con ello, estaremos en situación de abrirnos a las demás disciplinas. Como el amable lector imaginará (y se quedará corto imaginando), las repercusiones en otros ámbitos desbordan ampliamente los límites de este texto como desbordarían seguramente incluso una enciclopedia si nos diera por escribirla. Por ello, comentaré las disciplinas más fáciles y obvias con las que podemos relacionar el género a partir de temas y subgéneros. De un modo u otro, tocaremos algo de política, filosofía, arte y ciencias empíricas. Espero que sirva para conocer un poco más el género y, por supuesto, animarse a disfrutarlo.

Definición de CF

La definición del género de la CF ha sido siempre uno de esos temas controvertidos que sólo con aparecer todos intuyen que la discusión no va a acabar bien. Los aficionados y los expertos somos muy sensibles, por no decir directamente susceptibles, con esto de qué es la CF.

Se debe, quizás, a que todos los géneros tienen problemas de definición, de taxonomías y de límites.2 Sin embargo, la CF los padece con especial intensidad debido a su enorme heterogeneidad temática y formal. Nos han acostumbrado en el colegio a que los géneros se definían por sus temas (policiaco, terror, western, bélico...) o por sus formas (epistolar, diario personal, soneto, madrigal, lira...). Por tanto, los profanos se esfuerzan inmediatamente por relacionar la CF con esos encorsetamientos y, claro, se dan cuenta de que las definiciones no cuadran, las enumeraciones de características cuentan con demasiadas excepciones y acaba por no entenderse qué tiene que ver 2001, una odisea espacial (1968) (que transcurre en el futuro y en la que sale un ordenador inteligente) con The Walking Dead (2010) (que transcurre en el presente y trata de un problema de salud que se ha ido un poco de las manos) o con todo el subgénero del steampunk (que transcurre en el pasado y en el que la gente viste muy rara).

Desde luego, poco parecen tener que ver los experimentos narrativos de Delany o Aldiss (que hacen que el Ulysses parezca un best-seller simplón) con la simplicidad formal de Isaac Asimov (de formas más simplonas aún que la mayoría de los best-sellers actuales). No hay ningún elemento temático común, propio del género, entre novelas como La tierra permanece (1949), de George Stewart; La fragua de Dios (1987), de Greg Bear; Pensad en Flebas (1987), de Iain Banks; Rascacielos (1975), de J.G. Ballard; Memorias de tinieblas (2013), de Eduardo Vaquerizo; ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968), de Philip K. Dick; Solaris (1961), de Stanislaw Lem; Muero por dentro (1972), de Robert Silverberg; y Puerta al verano (1957), de Robert A. Heinlein. Apenas se parecen películas como Blade Runner (1982), La máquina del tiempo (1960/2002), The Matrix (1999), Another Earth (2011), El show de Truman (1998), Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004), Gattaca (1997), El imperio contraataca (1980) y 2010: El año en que hicimos contacto (1984). No hay manera de enlazar relajadamente la CF de manga como Mazinger Z (1972-1973), Akira (1982-1990) y Pluto (2003-2009) o cómics como Aterrizaje en la Luna (1952-1953), Los cuatro fantásticos (1961-2015), El Incal (1980-1988), Nowhere Men (2012-), The Manhattan Projects (2012-) y las historias de Batman.

El género de la CF es una completa pesadilla para el profano que intenta delimitarlo o siquiera entenderlo, porque no es ni temático ni formal. Por otra parte, no está de más aceptar cierta tendencia posmoderna a considerar que la definición depende siempre del tipo de análisis que se pretende enfrentar. Dependiendo de qué queramos analizar en un texto, podremos considerarlo un género u otro. En este sentido, yo me he decantado por el acercamiento más común entre aficionados y expertos: el tipo de relación ficcional entre la realidad y el texto.

De este modo, continúo llegando a mi propia definición: “La CF es el género proyectivo no basado en elementos sobrenaturales”, donde por “proyectivo” entendemos “no realista” y por sobrenatural... Bueno... “Sobrenatural” sería lo que consideremos como no aceptable por las reglas de la naturaleza. Y debemos aceptar que esto depende siempre de cierta contextualización cultural.

La narrativa de CF representa una de las mejores demostraciones de que las categorías en literatura no son eternas ni absolutas, y que dependen en gran medida del observador.3 En este sentido, si partimos de ciertas pautas occidentales de un nivel cultural medio, podemos cimentar nuestras interpretaciones sobre algunas posturas ampliamente reconocidas sobre las que luego el texto jugará. Es decir, damos por supuesto que el ser humano puede volar en aviones, pero no con la fuerza de su mente. Y, a partir de ahí, jugamos. Por ejemplo, un científico puede crear una tecnología que nos permita volar con la fuerza de nuestra mente. Esto nos aleja del realismo (eso no existe en nuestra propia realidad) y de lo fantástico sobrenatural (no se defiende ese alejamiento de la realidad mediante la magia o “lo inefable”).

Así, alguien puede esgrimir que el viaje más allá de la luz no es defendible científicamente, pero responderíamos que basta con que en un relato un científico dijera: “He encontrado la manera técnica y realizable de viajar más allá de la luz” para que lo aceptáramos, se explique o no el modo (Amis, 1961: 20). Que algo sea sobrenatural en una obra de ficción depende de lo que establezcamos como tal, no de nuestro mundo real. No obstante, sí interacciona con nuestros horizontes de expectativas construidos en el mundo real. Con ello quiero decir que el hecho no se valida porque sea verdaderamente posible en nuestro mundo real o no. No se valida, pero la relación sí invita a que influya en nuestra lectura de un modo positivo, desde las posibilidades culturales que ofrece.

Así, Bradbury sabía perfectamente, cuando escribió Crónicas marcianas (1950), que los canales de Marte no eran obra de una raza extraterrestre, sino un defecto de la óptica de nuestros telescopios y, por consiguiente, no había marcianos en Marte. No obstante, nos presenta a los marcianos como algo plausible científicamente y, desde este punto de vista, su obra puede ser etiquetada como “CF” e invitarnos a reflexiones culturales sorprendentes.4

Por el contrario, aceptamos que la luz de la varita de Harry Potter se debe a la magia, no a un sistema tecnológico. El tipo que vomita conejitos en el cuento de Cortázar, “Carta a una señorita en París” (Bestiario, 1951), no es vinculable de modo alguno con ninguna teoría científica, ni pretende ser vinculado. Y ambos nos llevan a modos de lectura y experiencias muy diferentes a las de la CF. Esto implica que la CF se centra en una forma de entender la realidad. Si la literatura fantástica se centra en la ruptura con la visión materialista del Universo, la CF es brutalmente materialista o, quizás mejor dicho (y más paradójicamente), desatadamente realista.5

Para entenderlo, hay que partir de que toda obra de CF implica siempre una reconsideración de falsos postulados culturales que, en otras circunstancias plausibles, no serían postulados. Por ejemplo, ¿es la discriminación sexual algo que no marca la economía o la política general de un país? Pues Ursula K. Le Guin escribe La mano izquierda de la oscuridad (1969) con una humanidad andrógina cuya identidad sexual ha provocado sistemas político-económicos diferentes a los nuestros.

¿Nuestros problemas con los demás se curarían si supiéramos siempre lo que los otros piensan? Pues Robert Silverberg plantea en Muero por dentro un personaje infeliz por poder leer los pensamientos de los demás.