Familias arcoíris, ¿realidad o ficción? - Luisa María Machado Arango - E-Book

Familias arcoíris, ¿realidad o ficción? E-Book

Luisa María Machado Arango

0,0

Beschreibung

«Esta es una breve autobiografía de dos, unas memorias del entrecruce entre una pareja y un momento fundamental de la vida jurídica y política colombiana; se trata de dos mujeres jóvenes y enamoradas, en el momento en que deciden ser pareja y mamás en un país que reconoce formalmente sus derechos, pero en una sociedad todavía muy dividida y problematizada en relación con las parejas entre mujeres. En ese contexto social, los nuevos derechos empiezan a caminar, con las dificultades, las objeciones y las limitaciones que, como palos en las ruedas de una bicicleta de dos puestos, atraviesan a todos los que se sienten incómodos y amenazados con el fin de la heterosexualidad normativa y obligatoria en la que hemos crecido, que se vuelve más amenazante aún con el escape de las mujeres y de la maternidad del régimen patriarcal» (Diego Eduardo López Medina, prologuista).

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 147

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Machado Arango, Luisa María

Familias arcoíris, ¿realidad o ficción? : un testimonio sobre el reconocimiento de las parejas homosexuales en Colombia / Luisa María Machado Arango, Manuela Gómez Duque. – Medellín : Editorial EAFIT, 2023.

118 p. ; 24 cm. -- (Académica. Derecho).

ISBN: 978-958-720-837-5

ISBN: 978-958-720-838-2 (versión EPUB)

1. Matrimonio entre personas del mismo sexo – Legislación – Colombia. 2. Derechos de los homosexuales – Colombia. 3. Parejas homosexuales – Estatus Legal – Colombia. 4. Adopción homosexual – Colombia. 5. Parejas homosexuales – Colombia – Biografías. I. Gómez Duque, Manuela. II. Arango Benjumea, Carlos Julio, pról. III. López Medina, Diego Eduardo, pról. IV. Tít. V. Serie

346.0168 cd 23 ed.

M149

Universidad Eafit- Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas

Familias arcoíris, ¿realidad o ficción?

Un testimonio sobre el reconocimiento de las parejas homosexuales en Colombia

Primera edición: julio de 2023

© Manuela Gómez Duque https://orcid.org/0009-0005-5621-9495

© Luisa María Machado Arango https://orcid.org/0009-0005-0369-9966

© Carlos Julio Arango Benjumea, del prólogo https://orcid.org/0000-0002-9491-7316

© Diego Eduardo López Medina, del prólogo

© Editorial EAFIT

Carrera 49 No. 7 sur - 50

Tel.: 261 95 23, Medellín

http://www.eafit.edu.co/editorial

Correo electrónico: [email protected]

ISBN: 978-958-720-837-5

ISBN: 978-958-720-838-2 (versión EPUB)

DOI: https://doi.org/10.17230/9789587208375lr0

Coordinación editorial: Carmiña Cadavid Cano

Corrección de textos: Juana Manuela Montoya y Carmiña Cadavid Cano

Diseño y diagramación: Margarita Rosa Ochoa Gaviria

Ilustración carátula: Shutterstock.com - Freepik.es

Universidad EAFIT | Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto Número 759, del 6 de mayo de 1971, de la Presidencia de la República de Colombia. Reconocimiento personería jurídica: Número 75, del 28 de junio de 1960, expedida por la Gobernación de Antioquia. Acreditada institucionalmente por el Ministerio de Educación Nacional hasta el 2026, mediante Resolución 2158 emitida el 13 de febrero de 2018.

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita de la editorial.

Editado en Medellín, Colombia

Diseño epub:Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Queremos agradecer a nuestras familias y amigos; a la Universidad EAFIT;

a Carlos Julio Arango Benjumea y a Diego Eduardo López Medina, por todo su acompañamiento, su asesoría y su apoyo;

a todas las personas que trabajan por la equidad, la libertad, el valor de la diferencia, el respeto, los derechos y la inclusión, y especialmente a Matías y a Luli, por ser nuestra más grande inspiración.

Índice

Prólogo

Nota para los lectores

Encuentro

Dos caminos, un destino: una relación

Una decisión y un futuro incierto

¡Sí, acepto!

A falta de claridad, inseguridad jurídica

El universo se confabula a pesar de los obstáculos

¡Otro gran día llegó!

Más aliados

Oh, gloria inmarcesible, oh, júbilo inmortal: ¡Luli mamá de Matías!

Las pruebas continúan

“Queridas madres”

Nuestro hijo, la fe cristiana y la inclusión como una muestra del amor de Dios

La homofobia rampante y sonante vs. dos símbolos de inclusión e igualdad: La bandera multicolor y la marcha del orgullo

Adenda

Referencias bibliográficas

Anexos

Anexo 1. Fotos de la familia

Anexo 2. Acuerdos

Anexo 3. Consentimiento informado de la inseminación artificial

Anexo 4. Invitación matrimonial

Anexo 5. Registro civil de matrimonio

Anexo 6. Certificado de la clínica de inseminación

Anexo 7. Certificado de nacido vivo y registro civil de nacimiento de Matías

Anexo 8. Petición a la empresa en la que Luisa trabajaba

Anexo 9. Fallo de la acción de tutela

Anexo 10. Circulares del centro infantil de Matías

Anexo 11. Partida de bautismo de Matías

Anexo 12. Boletín de prensa de la curia

Notas al pie

Prólogo

CARLOS JULIO ARANGO BENJUMEA: Diego, es un gusto saludarte. Participar en un diálogo con un interlocutor tan calificado es tarea que entusiasma, máxime si se trata un tema todavía sensible para muchas personas. El relato de vida que Manuela Gómez y Luisa Gómez nos comparten en el texto que nos han solicitado prologar permite evidenciar la realidad de muchas parejas que, como ellas, aportan una luz de cambio en una sociedad todavía reticente a aceptar la diversidad en las diferentes esferas de las relaciones humanas.

Bien sabes que hablar de sexualidad diversa no es sencillo, y menos si pretendo afirmar, con la convicción de que no soy el único que lo hace, que la sexualidad del ser humano debería estar exenta de categorías que conlleven señalamientos y discriminación a causa de las preferencias erótico-afectivas. Sucede lo mismo con el género, cuya diversidad también plantea la necesidad de calificar a los individuos con expresiones específicas, binarias o no. Y ni se diga de la dificultad que acarrea hablar de un continuo de la sexualidad, modelo conceptual en el que, según los expertos, se parte de la bisexualidad como el centro del que se despliega el abanico de posibilidades por el cual transitamos los seres humanos.

Son llamativas las reacciones de las personas cuando les planteas que podemos fluir a través de las siguientes expresiones de la sexualidad: ser fundamental, básica o preferentemente heterosexual u homosexual, bisexual o incluso asexual; son rangos que permiten más de setenta manifestaciones de la sexualidad humana.1 Y teniendo como base las investigaciones de Kinsey, Álvarez-Gayou, Lizárraga y otros, independientemente de que seamos o no practicantes de nuestro potencial sexual o lo disfrutemos en la fantasía o en la ensoñación, lo cierto es que no podemos evitar confrontarnos con la propia sexualidad durante nuestro desarrollo vital, ya sea aceptándola, rechazándola, dudando de sus potencialidades y respuestas o viviéndola en parte de manera oculta.

Curiosamente, en la actualidad la sexualidad diversa y sus múltiples manifestaciones dan la idea de que se ha generado una avalancha de categorías vinculadas con la sexualidad humana. Y con esa tendencia heredada desde los inicios de la Edad Moderna –de la mano del método científico, que pretende identificar y rotularlo todo, incluidas las vivencias internas– aparece la necesidad de pertenecer, de hacer parte de algo, por ejemplo de los colectivosde lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, transexuales, travestis, intersexuales, queer y otras personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas (LGBTIQ+), o de estar por fuera de ellos, en la mayoría heterosexual, en una dinámica binaria y excluyente. Para muchos es importante identificarse como heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, polisexuales, omnisexuales, demisexuales, antrosexuales, intersexuales y también como transgéneros, cisgéneros, poliamorosos, queer, cuestionados, aliados, etcétera.2 Es por ese espectro de posibilidades que me pregunto ¿cuándo llegará el momento en el que simplemente reconozcamos que la sexualidad humana es una, amplia, diversa, multifacética y, por excelencia, la expresión máxima de lo sagrado y de lo profano del ser humano?

Diego, considero que todas las personas somos, respiramos y nos movemos constantemente en una sexualidad que refleja una dimensión compuesta por expresiones de la biología, la química, la emoción, la mente y el espíritu. Nuestros gestos y nuestras actitudes, la sonrisa, el enojo, el galanteo, la conquista, los celos denotan el lenguaje de una sexualidad que no se reduce al encuentro físico, a la genitalidad compartida o individual, a la excitación y las sensaciones primarias de la libido, a las fantasías, los deseos y los sueños. Se trata de una dimensión más amplia, omnicomprensiva, que traspasa las fronteras normativas impuestas en las esferas social, cultural, religiosa y jurídica.

Es curioso y llamativo que, en la realidad actual, con una humanidad que ha logrado grandes avances científicos y tecnológicos en aras de mejorar la calidad de vida, continuemos signados por la ¿necesidad? de categorizar el ejercicio de la sexualidad conforme a unas reglas que nos ubican como parte de una mayoría heterocentrista o de una minoría excluida, por tener preferencias sexuales o expresiones de género singulares. Y es en esa dinámica en la que Manuela y Luisa, como parte de esa “minoría”, se vieron forzadas a “salir del clóset”, en una especie de rito iniciático, atravesando procesos personales, familiares y sociales marcados por el dolor, el sufrimiento y la angustia, pero sobre todo iluminados por el amor entre dos mujeres que reflejan como pareja el sentimiento más valioso y la expresión más excelsa del ser humano. Sus vivencias pueden servir de faro para muchas personas que están atravesando su proceso identitario y que tienen pendiente dar el salto fuera del armario.

Sigo creyendo que el presente es el momento histórico apropiado para trascender los calificativos. Para no ansiar el inri sexual o de género que nos identifique en una categoría específica. Basta con saber y aceptar que somos seres sexuados y que, sin distinción alguna, tenemos derecho a ser felices mediante las diversas expresiones de la sexualidad.

DIEGO EDUARDO LÓPEZ MEDINA: Gracias, Carlos, por la oportunidad de dialogar con vos. Para mí es un enorme gusto haber conocido a la familia de las Gómez Gómez (Luisa y Manuela, con su hijo Matías), a través del trabajo innovador y rupturista de investigación que realizó Manuela con su compañera de Derecho, Luisa Machado. Es llamativo (y potencialmente peligroso) que el compañero de vida de una persona decida volver objeto de investigación la pareja que han formado, pero el esfuerzo resultó exitoso porque en realidad en este libro la pareja Gómez Gómez se abre reflexivamente ante los lectores para observarse y mostrarnos su vida en un momento coyuntural de su existencia. El texto termina siendo así una breve autobiografía de dos, unas memorias del entrecruce entre una pareja y un momento fundamental de la vida jurídica y política del país; se trata de dos mujeres jóvenes y enamoradas, en el momento en que deciden ser pareja y mamás en un país que reconoce formalmente sus derechos, pero en una sociedad todavía muy dividida y problematizada en relación con las parejas entre mujeres.

En ese contexto social, los nuevos derechos empiezan a caminar, con las dificultades, las objeciones y las limitaciones que, como palos en las ruedas de una bicicleta de dos puestos, atraviesan a todos los que se sienten incómodos y amenazados con el fin de la heterosexualidad normativa y obligatoria en la que hemos crecido, que se vuelve más amenazante aún con el escape de las mujeres y de la maternidad del régimen patriarcal.

El proyecto académico tenía un propósito aparentemente sencillo: narrar, en primera persona, la historia de vida de dos mujeres enamoradas, con el proyecto de ser pareja, que tuvieron que navegar los territorios recién entreabiertos de los nuevos derechos de las parejas homosexuales en Colombia. Sin embargo, el libro nos lleva por las experiencias que sufren nuestras dos protagonistas en el ejercicio de su derecho a formar una pareja homosexual en matrimonio (el derecho a casarse) y del derecho conjunto, como pareja, a tener un hijo.

Detrás de esos derechos se encuentra el derecho matriz a ser espontáneamente reconocidas y valoradas en el proyecto de vida bueno y meritorio que han iniciado. También el derecho a la biparentalidad para la pareja del mismo sexo: Matías es hoy hijo formal de Manuela y también de Luisa. Pero a muchos que nos hemos quedado como embobados en la lucha por la “adopción” se nos olvida que, en realidad, la biparentalidad de la pareja del mismo sexo se está jugando en el derecho registral ante notarías y, con enorme frecuencia, en la inseminación artificial en vientre alquilado o en el vientre de la misma pareja. Esta historia, menos conocida pero mucho más importante, es la que el lector se encontrará descrita en este libro con una gran lucidez.

El resultado es iluminador para todos los lectores: no nos quedamos con una descripción fría y seca de los derechos, sino que oímos a una pareja concreta, de carne y hueso, contar cómo le fue con el sacerdote, el notario, la directora del preescolar, sus padres, sus amigos, sus profesores, sus críticos lejanos y cercanos, en fin, con el mundo que la circunda. Aunque relativamente afortunadas frente a la discriminación rampante y violenta que aún existe en el país, su historia muestra todavía las resistencias y las dificultades que suelen enfrentar las mujeres jóvenes cuando deciden emprender juntas un proyecto de vida.

No obstante, la historia que emerge es esperanzadora: los derechos no se dan automáticamente con su declaración, porque queda todavía un trecho para lograr que sean eficaces. El derecho objetivo no se vuelve inmediata ni fácilmente subjetivo. La declaración formal de su existencia tiene que romper inercias y malicias (personales e institucionales), como lo muestran, no sin ingenio y dolor, Luisa y Manuela.

A pesar de los obstáculos, el libro muestra las rutas jurídicas y administrativas que se han seguido en la defensa porfiada del amor y por las que se ha avanzado bastante en la transformación del derecho. Podría decirse que las mujeres burguesas han tenido mayores privilegios a la hora de consolidar sus relaciones; sobre todo, han contado con el invaluable apoyo de las familias, que paradójicamente se constituyen, en muchos otros casos, en el lugar del prejuicio, la culpabilización y el roce. Si bien la historia de Luisa y Manu no siguió esas otras trayectorias, muestra una ruta psicojurídica que les servirá de referente a muchas personas, aunque su situación no sea idéntica.

Este libro habla de la vida de sus protagonistas con el tono de las autobiografías y de las memorias: contiene recuerdos entrañables del enamoramiento, del embarazo, del parto y del cuidado temprano de Matías. Nada extraordinario, en fin, pero viñetas de aquellos momentos de la vida que son incontestablemente mágicos. Esta historia trae al derecho, de manera excepcional, aquellos instantes en los que salen chispas entre dos personas, en los que se construye relación, que es, según Martin Buber, la única vida real que uno tiene. Los abogados vemos a las personas como objetos, en relaciones yo-ello, mientras que este libro ofrece una ventana a una narrativa profunda desde el punto de vista yo-tú, y el espectáculo maravilla y desconcierta frente a la sequedad del análisis jurídico.

CARLOS: Diego, tu descripción es fiel al propósito de lo que resultó ser un producto jurídico y literario. Se trata de un testimonio de vida en formato de trabajo de grado, realizado por sus autoras para obtener el título de abogadas, quienes al hacer un recorrido por sus historias entrecruzadas dan cuenta, como tú lo resaltas, de una ruta psicojurídica que les puede servir a otros, aunque su situación sea distinta.

Luisa y Manuela, una vez unidas, diseñan su destino como pareja, como matrimonio, como familia, como madres y sobre todo como mujeres dignas, honradas y libres. En su historia muestran un panorama social y jurídico lleno de matices y entresijos poco conocidos para muchas personas. En un país en el que todavía vivimos con gran cantidad de prejuicios, miedos a la diferencia, desigualdades y discriminación es claro que, a la par, hay una realidad constante que habla de diversidad, el reconocimiento de los derechos, la recuperación de la dignidad humana y la defensa del libre desarrollo de la personalidad. Esto es, de una nueva conciencia que si bien se evidencia solo en algunos sectores de la sociedad, es un camino difícil de desandar.

Muestra de ello son los pronunciamientos de la Corte Constitucional en materia de sexualidad diversa y de género. Las autoras señalan que a partir del año 2007 toma fuerza un movimiento de protección a las parejas homosexuales mediante fallos de constitucionalidad, de tutela y de unificación de tutela que dan cuenta de la visión progresista de nuestro Alto Tribunal, que en el ejercicio de su función contramayoritaria en democracia admite que, entre otros derechos, las parejas homosexuales tienen la posibilidad de constituir uniones maritales de hecho (2007), pueden afiliar al compañero permanente al sistema de seguridad social (2007), cuentan con la sustitución pensional en caso de que muera el compañero permanente (2008), así como con el derecho de alimentos (2008) y el ejercicio de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y migratorios (2009).

Para el año 2011, en un fallo paradigmático, se reconoce que las familias pueden conformarse con parejas del mismo sexo. Con ello se abre la puerta a posteriores pronunciamientos sobre la porción conyugal en favor de los compañeros permanentes de igual o de diferente sexo (2011), la vocación hereditaria del compañero permanente sobreviviente de igual o de diferente sexo (2012), la adopción homoparental, en todas sus modalidades (2014-2015), el derecho del menor a tener una familia bajo el principio de familia diversa u homoparental y la presunción de paternidad o de maternidad (2015), y el derecho a contraer matrimonio civil (2016), con lo cual genera un efecto importante, como la implementación normativa y procedimental que posibilita la efectividad de tales derechos. Por supuesto, con obstáculos, con reticencias por parte de algunos sectores oficiales y privados, y con trámites ralentizados debido a las creencias y los valores antidiversidad de muchos de los que tienen el poder de decisión frente a las peticiones realizadas.

Manuela y Luisa iniciaron su tránsito hacia la esfera de lo público cuando salieron del clóset frente a sus familias y sus amigos, y luego ante la red de instituciones públicas y privadas a las que acudieron para solicitar el reconocimiento en el ejercicio de esos derechos que aparecían consagrados como mandatos en las voces de las múltiples sentencias referidas en el texto. Y ante las objeciones y la resistencia de quienes eran testigos de su proceder, ellas, conscientes de su papel en el quehacer cotidiano, en sus estudios, sus trabajos y sus familias, estuvieron dispuestas a mostrar y demostrar que las leyes tienen como fin último garantizar el ejercicio de los derechos que la Constitución y el ordenamiento jurídico les reconoce a todas las personas en igualdad de condiciones. Guiadas en todo momento por un sentido claro de la responsabilidad social que las caracteriza, por la creencia en un ser superior que guía sus pasos y por el significado del amor en todas las facetas de sus vidas, lograron realizar un añorado doble sueño: el de su matrimonio civil, acompañadas por sus familiares y sus amistades, aun por aquellos que todavía tenían reservas al respecto, y el del nacimiento de su hijo Matías, que había sido concebido aprovechando la regulación que existe en Colombia sobre la inseminación artificial.

Aparecen entonces otros asuntos por resolver, jurídicos y extrajurídicos, como el registro civil del nacimiento del amado hijo, su afiliación al sistema de seguridad social y la licencia de maternidad de Luisa. Posteriormente, el trámite del pasaporte de Matías, la búsqueda del centro infantil y la matrícula, y para cerrar la bitácora de viaje del presente testimonio, el bautismo en una sede de la religión católica, apostólica y romana, que es la profesada por las madres y sus familias.

DIEGO