¿Femicidio o feminicidio? Marcela Lagarde y Montserrat Sagot: dos visiones complementarias - Mariana Berlanga Gayón - E-Book

¿Femicidio o feminicidio? Marcela Lagarde y Montserrat Sagot: dos visiones complementarias E-Book

Mariana Berlanga Gayón

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Beschreibung

En este número de la serie Pensadoras feministas latinoamericanas, Mariana Berlanga Gayón contrasta los conceptos de femicidio y feminicidio, acuñados por Montserrat Sagot y Marcela Lagarde, respectivamente, y comenta puntualmente las diferencias y los puntos en común entre ambas definiciones. Al mismo tiempo, la académica feminista hace una revisión del fenómeno de la violencia y los asesinatos contra mujeres que se multiplican por el mundo, en particular en América Latina y México.

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Índice

¿Femicidio o feminicidio? Marcela Lagarde y Montserrat Sagot: dos visiones complementarias

1. Femicidio y/o feminicidio

2. Crímenes de Estado y necropolítica

3. Feminicidio íntimo y/o crimen organizado

4. Propuestas desde el feminismo

Bibliografía

 

Notas al pie

Aviso legal

¿Femicidio o feminicidio? Marcela Lagarde y Montserrat Sagot: dos visiones complementarias

Marcela Lagarde y Montserrat Sagot son, sin duda, dos representantes del pensamiento feminista latinoamericano cuyos aportes han enriquecido la teoría y la discusión sobre la violencia contra las mujeres y, específicamente, sobre su expresión más extrema: el asesinato. Desde México, en el primer caso, y desde Costa Rica, en el segundo, sus contribuciones han sido claves para entender el problema en el contexto actual latinoamericano, pero, sobre todo, para reconocer los dispositivos sociales, económicos y culturales que lo han llevado a magnitudes insospechadas en los últimos años.

Montserrat Sagot es antropóloga y socióloga, profesora de la Universidad de Costa Rica. Ha sido también directora del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de Costa Rica durante el periodo 2016-2020. Además, ha colaborado con el Centro Feminista de Información y Acción desde la década de los 80, y es una de las pioneras en el estudio de la violencia contra las mujeres en su natal Costa Rica.

Marcela Lagarde es antropóloga y etnóloga, catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México. Entre 2003 y 2006 fue diputada en el Congreso Federal Mexicano, donde impulsó la creación de la Comisión Especial de Feminicidio para investigar el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez. Fue una de las figuras centrales en el impulso a la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia y en la promoción de la tipificación del delito de feminicidio, actualmente vigentes en México. Fue también ella quien acuñó el término “feminicidio” para referirse a los asesinatos de mujeres por cuestiones de género en México, específicamente para dar cuenta de aquellos registrados en Ciudad Juárez, Chihuahua. A pesar de que Montserrat Sagot defiende el término femicidio que, de hecho, es el que se emplea en la mayor parte de los países centroamericanos y sudamericanos, sus reflexiones van en la misma dirección de Lagarde. De hecho, sus aportes son complementarios.

1. Femicidio y/o feminicidio

Es importante recordar que el origen del término femicide es anglosajón y se remonta al siglo XIX en Inglaterra, con el libro A satirical View of London at the Commencement of the Nineteenth Century (John Corry, Una vista satírica de Londres en el comienzo del siglo diecinueve) para denominar el “asesinato de una mujer”. En años recientes, se les adjudica a Jill Radford y Diana E. H. Russell, quienes en 1992 publicaron Femicide: The Politics of Woman Killing (Feminicidio: la política del asesinato de mujeres). De hecho, Russell ya había utilizado el término en 1976, cuando testificó ante el Tribunal Internacional de Crímenes contra Mujeres en Bruselas, aunque en esa ocasión no proporcionó una definición explícita del concepto. En 1990, junto con Jane Caputi lo definió como “el asesinato de mujeres, realizado por hombres, motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de las mujeres” (Radford y Russell (editoras), Feminicidio: La política del asesinato de las mujeres). Y en 1992, Russell y Radford lo resumieron como “el asesinato misógino de mujeres por hombres”.

Según estas autoras, se trata de una práctica para controlar a las mujeres al considerarlas una clase sexual y, en ese sentido, es esencial para el mantenimiento del statu quo patriarcal. De esta manera, cotidianamente a las mujeres se les recomienda que no vivan solas, que no salgan de noche sin la compañía de un hombre y que no visiten ciertos lugares o zonas de la ciudad. Esta advertencia va encaminada a controlar a las mujeres, estableciendo los límites y la forma como deben comportarse en público. En realidad, se trata de un recordatorio de que el espacio público es un espacio masculino, en donde la presencia de mujeres está condicionada a la aprobación de los hombres.