Frente a la tentación - Alfred Kuen - E-Book

Frente a la tentación E-Book

Alfred Kuen

0,0
9,99 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Desde que la serpiente logró con sus artimañas que Eva sucumbiera a ella en el Paraíso y arrastrara también a Adán, el problema de la tentación, entendida como deseo o estímulo irresistible de hacer o conseguir algo prohibido, ha sido un constante problema para el ser humano, y a su vez, origen y causa de la casi totalidad de infortunios y calamidades provocadas que han malogrado la estirpe de Adán desde que fuera expulsada del Edén. En el plano espiritual, la tentación constituye la principal preocupación del creyente. Ha sido redimido en Cristo, sus pecados lavados en el manantial de la Cruz; pero también llamado a partir de ahora a vivir una vida santa, lo que le plantea un reto descomunal: ¿Cómo resistir la tentación? Siendo que viene disfrazada con todo tipo de trucos y argucias, cual la serpiente en el Paraíso, es crucial saber identificarla y distinguirla. Y una vez identificada ¿cómo resistirla? Contestar a estas preguntas es el objetivo del teólogo suizo Alfred Kuen en este sencillo libro de divulgación, sin pretensiones académicas, escrito para el gran público en un lenguaje claro y comprensible, pero que será bienvenido por el gran público. Aclara muchos conceptos oscuros y confusos, con lo que contribuirá, sin duda, a equilibrar la mente de muchos miles de creyentes y reforzar sus defensas espirituales.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB

Veröffentlichungsjahr: 2015

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Introducción

“El mal está aquí y Satanás ruge;

Oíd, amigos, ¿tenéis miedo?”

Así empieza un viejo canto de los Chouans(NdT. campesinos insurreccionados bretones y normandos del último decenio del sigloxviii). ¡Pues sí! ¡El mal está aquí! Los filósofos y teólogos se pueden romper los cuernos sobre su origen, pero nosotros, el pequeño pueblo de infantería cristiana, nos vemos cada día enfrentados a su realidad mediante diversas tentaciones a las que estamos expuestos.

Adán y Eva fueron tentados como Caín, Lot, Miriam, Sansón, Elías, Saúl, David, Salomón, Eliseo, Giezi, los reyes Uzías y Asa, Judas, Pedro, Ananías y Safira cuya historia nos cuenta la Biblia. Todos han sido tentados. Los tres evangelios sinópticos nos relatan que en el principio de su ministerio, Jesús fue tentado por el diablo. Otra vez, algo real de lo que el hombre de hoy se burla pero que la Biblia presenta como una realidad, algo en que creía Jesucristo, y que prueba su existencia por todo el mal que suscita en este mundo.

“Oíd, amigos, ¿tenéis miedo?”

Y ¿cuál es la respuesta del estribillo?

“Sólo tenemos miedo de una cosa en el mundo, ofender a nuestro Señor”.

“Satanás, bailando en corro a vuestra puerta, asaltará vuestro corazón”.

¿Antídoto?

“Sólo amamos a uno en el mundo, amamos a nuestro Señor”.

“Dinero, placeres, cuando todo esto abunda, ¿esperamos mayor felicidad?”

“Dinero, placeres” son dos de las tentaciones más típicas que se nos presentan: la riqueza, el poder, el ascenso, “las cosas”, gozar, tener una aventura sentimental... Todas estas tentaciones las experimentaron hombres y mujeres de la Biblia, y “estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros (“para que saquemos de ellas enseñanzas” BS Bible du Semeur - NdT. de ahora en adelante, mi traducción de esta versión francesa: Biblia del Sembrador), a quienes han alcanzado los fines de los tiempos” 1 Co. 10:11. Observando el modo por el cual estos creyentes resistieron o sucumbieron a la tentación, aprendemos como no sucumbir a ella.

“Dinero, placeres, cuando todo esto abunda,

¿esperamos mayor felicidad?

Sólo tenemos una esperanza en el mundo: la victoria del Señor”.

Victoria en nosotros, primero, para ayudarnos a vencer nuestras tentaciones. Victoria en el mundo para que se establezca Su reino.