Instrumentos económicos y fiscales para el medioambiente y la acción por el clima - Ana Marcela Torres Hernández - E-Book

Instrumentos económicos y fiscales para el medioambiente y la acción por el clima E-Book

Ana Marcela Torres Hernández

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Instrumentos económicos y fiscales para el medioambiente y la acción por el clima aporta elementos teóricos, conceptuales y empíricos para el debate contemporáneo de la literatura, hacienda pública, política fiscal y pública de sustentabilidad. Presenta herramientas para la definición de una población objetivo y el diseño de instrumentos para la política ambiental y climática, además de espacios, escalas y sectores en los que estos instrumentos son estratégicos en Jalisco, con la finalidad de aminorar las externalidades negativas generadas por cambios de uso de suelo o paisajísticos, que no están siendo compensadas de manera óptima. Adicionalmente, en esta obra se desarrollan capítulos para la identificación de alternativas y áreas de oportunidad en el ámbito fiscal subnacional, así como para atender los retos ambientales y de cambio climático. Engloba todas esas contribuciones a partir del trabajo colaborativo de académicos del Centro Universitario de Tonalá y del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara.

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Índice

Prefacio

Marco Antonio Berger García

Instrumentos de fiscalidad ambiental contemporáneos

Diana Lizette Becerra PeñaPatricia Gutiérrez Moreno

Jalisco ante los problemas de cambio climático

Felipe de Jesús Montaño CervantesMaría Magdalena Huerta Villalobos

Tributación ambiental en México: caso cultivo de berries en el municipio de Tapalpa, Jalisco

María Magdalena Huerta Villalobos Felipe de Jesús Montaño Cervantes

Propuesta metodológica para identificar sectores económicos prioritarios en el abatimiento del impacto ambiental, 2016 y 2019

Ana Marcela Torres HernándezMarco Antonio Berger García

Sectores de alto impacto ambiental en Jalisco

Patricia Gutiérrez MorenoDiana Lizette Becerra Peña

Autores

Prefacio

Marco Antonio Berger García

Este libro aporta elementos teóricos, conceptuales y empíricos para un debate contemporáneo tanto de la literatura de hacienda pública y política fiscal como al nivel de la política pública.

A lo largo de la historia reciente, los impuestos verdes o pigouvianos han estado en la agenda de investigación —principalmente a nivel internacional y nacional—. Su diseño e implementación han enfrentado complejidades en el orden de economía política e institucional en diversos países. Sin embargo, en el contexto actual, los instrumentos económicos para la acción climática y otros temas ambientales relacionados, como la deforestación, el manejo de residuos sólidos y los cambios en el paisaje, cobran cada vez mayor fuerza a nivel local, aún en un ámbito de centralización fiscal histórica.

Una primera aportación de esta obra es que pone de relieve la escala subnacional de la implementación de instrumentos económicos (fiscales y parafiscales) de segunda y tercera generación que no únicamente se concentren en el ámbito tradicional recaudatorio y de gasto público, sino que adopten en su enfoque la corrección del daño ambiental.

Es frecuente encontrar propuestas de fiscalidad ambiental e instrumentación económica a nivel general sin una adecuada focalización por sector, subsector, rama o subrama, especialmente a nivel estatal, lo cual conduce a problemáticas de implementación ulteriores. Este proyecto aporta en segundo lugar en uno de sus capítulos un análisis para definir a nivel estatal cuál podría ser una población objetivo para el diseño de instrumentos económicos para la política ambiental y climática.

Un tercer aporte es el análisis de casos relevantes en espacios, escalas y sectores de los cuales se pueda aprender interestatalmente, particularmente para el caso de Jalisco como primera economía estatal agropecuaria del país, con un crecimiento significativo en los últimos años, pero con escasa penetración de instrumentos económicos robustos que logren aminorar las externalidades negativas generadas por cambios de uso de suelo o paisajísticos y que no están siendo compensados de manera óptima.

Paralelamente, un cuarto aporte es la identificación de alternativas y áreas de oportunidad en el ámbito fiscal subnacional para el caso de Jalisco donde, a partir del andamiaje institucional con el cual cuenta la hacienda pública estatal, se puedan esbozar estrategias de acción. El proyecto de Instrumentos Económicos y Fiscales para el Medioambiente y la Acción por el Clima engloba todas esas aportaciones en un solo volumen.

El presente libro cuenta con una participación de seis académicos de dos Centros Universitarios de la Universidad de Guadalajara, tres adscritos al Centro Universitario de Tonalá de la Universidad de Guadalajara (cut), en colaboración con tres académicos del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas (cucea). Todos los participantes forman parte de distintos departamentos y cuentan con distintas formaciones, pero convergen en una preocupación investigativa en común: El diseño e implementación de instrumentos económicos y fiscales para atacar los retos ambientales y de cambio climático contemporáneos. De tal manera que la obra cuenta con un componente multidisciplinario.

Los coordinadores de este proyecto académico tuvieron como eje articulador la política ambiental a nivel subnacional, que puede identificarse en elementos de los diferentes capítulos. Por un lado, en los capítulos uno y cinco, las autoras problematizan y aportan alternativas sobre el estado actual en el desarrollo de instrumentos fiscales y parafiscales para el medioambiente en México y Jalisco. Por su parte, en los capítulos dos y tres, se desarrolla un estudio del caso de Jalisco y en la discusión de alternativas de instrumentos para la acción climática a nivel subnacional como lo es el impuesto al carbono. El capítulo cuatro contribuye en la identificación y análisis económicos de los sectores, subsectores con mayores niveles de consumo energético, hídrico y de combustibles a nivel estatal para focalizar mejores poblaciones objetivo para intervenciones públicas como el impuesto al carbono e incentivos fiscales verdes.

Esta obra se sitúa en la discusión emergente en la disciplina económica y de política pública ambiental sobre el papel de los gobiernos subnacionales alrededor de la fiscalidad ambiental y su instrumentación. Se trata de un tema estudiado dentro del área de generación y aplicación del conocimiento de desarrollo sustentable, en la cual convergen múltiples disciplinas, y que definitivamente aporta elementos para la deliberación y participación social en un tema tan trascendente como la acción ante el cambio climático a través de los instrumentos económicos al alcance de gobiernos subnacionales. Aporta tanto elementos teórico-conceptuales, así como estudios de caso sectoriales y estatales para ilustrar las áreas de oportunidad con las que cuentan los gobiernos en la actualidad.

Instrumentos de fiscalidad ambiental contemporáneos

Diana Lizette Becerra PeñaPatricia Gutiérrez Moreno

Introducción

Se ha observado una tendencia creciente en el uso de medidas que regulen y disminuyan los costos que la actividad económica ocasiona al medioambiente a través de instrumentos fiscales. Desde los años setenta se ha vislumbrado un incremento en la aplicación de controles para la contaminación y la gestión de recursos naturales, así como la aparición de nuevos instrumentos que contribuyen al desarrollo y ejecución de sistemas y mecanismos de administración ambiental aplicables al sector productivo.

En el contexto internacional, y con la implementación de reformas fiscales verdes, se visibilizan los esfuerzos de las naciones para velar el cumplimiento del derecho a un medioambiente sano, con lo que se ha buscado frenar el deterioro ambiental a través de la implementación de diversas medidas.

Las regulaciones de tipo administrativo —imposición de límites, requerimientos, multas y sanciones— han prevalecido en las políticas ambientales latinoamericanas (Oliva, Rivadeneira, Serrano y Martín, 2011); sin embargo, estas no han sido del todo efectivas. La percepción que se tiene de estos esquemas tradicionales de regulación, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal), es de insuficiencia en términos de dar una respuesta acorde a los procesos que dañan al medioambiente como consecuencia de un incremento en la producción industrial y de la expansión de los sectores extractivos (Gómez, Jiménez y Morán, 2015).

Si bien el uso de instrumentos fiscales para la protección del ambiente enfrenta debilidades, debido a que se precisa estructurar políticas públicas en materia ambiental y generar una conciencia ecológica en sus ciudadanos, la aplicación de incentivos para complementar la regulación ha tenido una mayor aceptación (Gómez, Jiménez y Morán, 2015) al ofrecer la oportunidad de innovar en la mitigación de la contaminación.

Bajo este escenario, una correcta aplicación de los instrumentos fiscales —como los impuestos y los subsidios— podrá brindar importantes señales en los mercados que ayudan a influir en el comportamiento tanto de productores como de consumidores, al internalizar el costo de utilizar los recursos naturales o la contaminación del medioambiente.

En el presente capítulo se realiza un bosquejo para dar a conocer una panorámica de la implementación de los instrumentos de fiscalidad ambiental. Se estructura como se expresa a continuación: la primera sección aborda un análisis conceptual sobre los instrumentos de fiscalidad ambiental; en la segunda sección se elabora una síntesis sobre la evolución de dichos instrumentos a nivel global; la tercera sección se enfoca en examinar el contexto mexicano; por último, se cierra con un breve apartado de reflexiones finales.

Análisis conceptual de los instrumentos de fiscalidad ambiental

La fiscalidad ambiental, de acuerdo con Figueroa (2005), consiste en una estrategia de política económica y ambiental que hace uso del sistema fiscal — con énfasis en los impuestos — para la protección del ambiente mediante la aplicación y el uso de instrumentos económicos.

La finalidad que siguen estos instrumentos, según el trabajo de Puig y Jofra (2014), consiste en sancionar o premiar a aquellos agentes económicos conforme a su actuación con respecto al medioambiente; entre los cuales encontramos a los impuestos, los derechos, los pagos, los cargos, los permisos, los depósitos y los subsidios (ver tabla 1).

Tabla 1. Instrumentos fiscales para la protección del ambiente

Instrumentos

Concepto

Impuestos, derechos o pagos por emisiones.

Pago por descarga de contaminantes en agua, aire o suelo.

Impuestos, derechos o pagos por productos y servicios.

Productos cuya producción, comercialización o consumo dañan al medioambiente.

Cargos o derechos administrativos y de servicio.

Servicios que presta el Estado.

Permisos comerciables.

Mantiene la cantidad de emisiones en determinadas zonas.

Sistemas depósito-reembolso.

Depósito reembolsable al entregar el residuo.

Subsidios.

Capacidad de respuesta ante mayores medidas ambientales.

Fuente: elaborada con base en Barde y Braathen (2002).

Bajo este escenario, el uso de la política fiscal a través de la tributación medioambiental consigue que los costos externos sean internalizados; es decir, con la aplicación del principio “el que contamina paga” (ppp, por sus siglas en inglés Polluter Pays Principle) —originado por Pigou—, los efectos negativos derivados de las transacciones en el mercado y que recaen sobre terceras partes son asumidos por los responsables (Puig y Jofra, 2014).

Este principio se basa en que el costo de los bienes y servicios del mercado reflejen su costo social total —costo de producción y ambiental—, ello implica que cuando no se cuenta con un precio de los recursos ambientales se origina la contaminación, lo que motiva a la internalización de los costos externos.

Dicho lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas (onu, 2014) destaca que los impuestos concernientes a la temática ambiental son gravámenes cuya base imponible es una unidad física —o una aproximación a esta— de algo que se ha comprobado que impacta negativamente y de forma específica en el medioambiente, como es el caso de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (gei) o las concentraciones de contaminantes.

Cuando la base impositiva no puede ser gravada directamente se emplean insumos o productos de actividades que están vinculadas a la afectación medioambiental, como ocurre con el consumo de combustibles o la tenencia de automóviles (ocde, 2019), de tal modo que estos conformarán la base impositiva al momento de determinar la cuantía del tributo verde.

A continuación, en la tabla 2 se enlistan las bases impositivas que permiten identificar los impuestos vinculados al medioambiente —aunque no exista un consenso sobre la definición de ello— con respecto a la guía elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde, 2019) en la que clasifica la base imponible en cuatro categorías medioambientales: energía, transporte, contaminación y recursos.

Tabla 2. Bases imponibles relacionadas con el medioambiente

Categoría de base imponible

Detalles

Bases imponibles relacionadas con el medioambiente (consumo, producción y comercio, así como valores medidos y estimados; si procede)

Energía (incluye combustible para transporte)

Productos energéticos para el transporte

Gasolina sin plomo, gasolina con plomo, gasóleo, otros productos energéticos para el transporte (por ejemplo, glp, gas natural, queroseno o fuel).

Productos energéticos para fines primarios

Combustible ligero, combustible pesado, gas natural, carbón, coque, biocombustibles, electricidad, calefacción

urbana, otros productos energéticos para uso primario.

Emisiones de gei

relacionadas con la energía

Contenido de carbono relacionado con la energía, emisiones de CO2 y otros gei relacionadas con la energía (incluye ingresos procedentes de regímenes de permisos).

Transporte (excluido combustible para transporte)

Vehículos de motor: producción, comercio o venta (impuestos únicos), matriculación o uso (recurrentes, por ejemplo, impuestos anuales), seguros de vehículos (excluye los impuestos generales sobre los seguros); carretera: uso (por ejemplo, impuestos sobre las autopistas), congestión (por ejemplo, tasas de congestión y peajes urbanos); otros medios de transporte: ferrocarriles, agua (por ejemplo, impuestos sobre los barcos), aire (por ejemplo, impuestos sobre los vuelos y billetes de avión).

Contaminación

Emisiones degei no relacionadas con la energía

Contenido de carbono no relacionado con la energía (por ejemplo, la turba), las emisiones de CO2y otros gei no relacionados con la energía (por ejemplo, la ganadería, el cultivo del arroz, la aplicación de fertilizantes sintéticos, las dietas cárnicas; incluye ingresos de regímenes de permisos).

Emisiones contaminantes a la

atmósfera

Emisiones de NOx, emisiones de SOx, otros contaminantes atmosféricos (excluidos los gei).

Sustancias que

agotan la capa de ozono

Sustancias que agotan la capa de ozono (por ejemplo, cfc, halones, hcfc).

Emisiones al agua

Vertidos de materias oxidables (dbo, dqo), otros residuos al agua, recogida y tratamiento de residuos (impuestos

anuales fijos).

Fuentes indirectas de contaminación del agua

Plaguicidas (basados, por ejemplo, en el contenido químico, el precio o el volumen), fertilizantes artificiales (basados, por ejemplo, en el contenido de fósforo o nitrógeno o en el precio) estiércol (basado en el nitrógeno liberado).

Contaminación

Fuentes indirectas de contaminación del agua

Plaguicidas (basados, por ejemplo, en el contenido químico, el precio o el volumen), fertilizantes artificiales (basados, por ejemplo, en el contenido de fósforo o nitrógeno o en el precio) estiércol (basado en el nitrógeno liberado).

Gestión de residuos

Recogida de residuos, tratamiento o eliminación, productos individuales (por ejemplo, baterías, neumáticos, lubricantes), envases (por ejemplo, envases de bebidas,

bolsas de plástico).

Ruido

Ruido (por ejemplo, despegue y aterrizaje de aviones).

Radiación

Radiación, sustancias radiactivas.

Recursos

Extracción de recursos, explotación, recolección

Extracción de agua dulce, extracción de recursos biológicos (por ejemplo, madera, carne, especies cazadas y pescadas, plantas y animales silvestres) extracción de materias primas (excluyendo el petróleo y el gas natural; incluyendo la actividad de exploración) cambios en el paisaje (por ejemplo, la tala de árboles).

Fuente: OCDE, 2019, anexo 2. A.

Asimismo, para la ocde (2021), los impuestos son definidos como aquellos pagos obligatorios sin una contraprestación a las administraciones públicas. Esto incluye los ingresos que se generan a partir de permisos —como el caso de subasta o venta de permisos o certificados de emisiones (Da Silva y Araújo, 2017) de gei o efluentes de agua— debidamente catalogados como impuestos no recurrentes sobre el uso de bienes y sobre el permiso para el uso de bienes o realización de actividades.

Si bien los tributos verdes tienen finalidades extrafiscales,1 su esencia recae tanto en modificar comportamientos indeseables, como en la obtención de recursos con la finalidad de conservar o restaurar los daños ambientales; en otras palabras, buscan que el impacto ambiental se reduzca, además de abordar la eficiencia en el uso de los recursos y la promoción de la innovación (kpmg, 2013).

Entre las virtudes de los impuestos verdes, de acuerdo con Barde (2002), se destacan las siguientes:

Costo efectividad (eficiencia estática): alcance de objetivos a menor costo.Ajuste automático: disminución de contaminantes hasta que el costo marginal de abatirlos iguale el impuesto.Internalización de externalidades: quien contamina paga, apropiación del daño.Generación de beneficios ambientales y económicos: captación de ingresos públicos e incentivos para cuidado del medioambiente.Integración del aspecto ambiental en las políticas sectoriales: conjugación de política fiscal, ambiental y económica.

Los precios y las transferencias financieras —impuestos y subsidios— brindan información sobre el mercado que incide en el comportamiento de los agentes y que, además, puede emplearse para atacar las externalidades ambientales como consecuencia de las actividades económicas (ocde, 2014).

Por su parte, los subsidios relacionados con el medioambiente fungen como herramientas que contrarrestan los efectos distributivos de las políticas públicas, siempre y cuando tengan un correcto destino y se eliminen de manera gradual y oportuna (ocde, 2014); en este sentido, una reforma o la eliminación de apoyos hacia actividades o productos perjudiciales para el ambiente contribuyen en un principio a mitigar problemas ambientales e incluso pudieran mejorar la recaudación.

Evolución de los instrumentos de fiscalidad ambiental en el contexto internacional

El diseño y la entrada en vigor de instrumentos de política fiscal dirigidos a la protección y el cuidado ambiental surgen a raíz de los compromisos adquiridos por los Estados, como ha sido el caso de la firma del Protocolo de Kioto en 1997 y su ratificación hasta diciembre de 2020. Entre los principales logros del Protocolo se encuentran el establecimiento de leyes y políticas para el cumplimiento de compromisos ambientales, la concientización sobre el medioambiente en la toma de decisiones de inversión empresariales, y el fomento de creación de un mercado del carbono para reducir las emisiones (semarnat, 2016).

Bajo esta misma línea, en 2015 se firmó el Acuerdo de París con la finalidad de alcanzar la cooperación internacional para la mitigación del cambio climático bajo tres ejes fundamentales: i) limitar el incremento global de las temperaturas a 1.5 °C; ii) examinar la contribución de las naciones a la reducción de emisiones cada cinco años; y iii) ayudar a los países más pobre a través de financiación climática (onu, s. f.).

Aunado a lo anterior, Gago y Labandeira (2012) distinguen tres generaciones de reformas fiscales verdes (rfv) conforme a las aplicaciones de los países precursores en Europa. La primera, que comenzó a principios de los noventa, estaba caracterizada por el uso de tributos especialmente vinculados al sector energético —orientados a las emisiones de gei—, destinaba dicha recaudación a la reducción del impuesto sobre la renta personal y aplicaba exenciones a sectores industriales para evitar su deslocalización, lo que motivó una mayor carga fiscal hacia los consumidores finales.

A finales de los noventa, surge la segunda generación de rfv con la aplicación de tributos similares a los de la primera, ahora la recaudación se dirigía a la reducción de las cotizaciones sociales y buscaba implementar medidas distributivas que compensaran a grupos y sectores con mayor presión fiscal.

Posterior a ello, se identifica una tercera generación con reformas caracterizadas por mayor flexibilidad recaudatoria y adaptabilidad al entorno económico (Gago y Labandeira, 2012).

En este sentido, el uso que se les da a los recursos provenientes de la tributación ambiental cobra gran relevancia, dado que con ellos se ha conseguido una contribución a favor de la protección del ambiente al internalizar las externalidades negativas, además de haberse perfilado acciones para la implementación de programas sociales (Hernández, 2016). A continuación, en la tabla 3 se muestra el destino que se ha dado a los ingresos recaudados por rfv, se destaca que en la mayoría de los casos se dirigen al presupuesto gubernamental general.

Tabla 3. Destino del ingreso recaudado por reformas fiscales verdes

Lugar

Año de introducción

Destino de los ingresos recaudados

Finlandia

1990

Presupuesto gubernamental general, acompañado de reducción en tasas de isr.

Países Bajos

1990

Reducción de otros impuestos, programas de mitigación de cambio climático.

Noruega

1991

Presupuesto gubernamental general.

Suecia

1991

Presupuesto gubernamental general.

Dinamarca

1992

Presupuesto gubernamental general.

Gran Bretaña

2001

Reducción de otros impuestos.

Boulder, Colorado

2007

Programas de mitigación de cambio climático.

Quebec

2007

Programas de mitigación de cambio climático.

Columbia Británica

2008

Reducción de otros impuestos.

baaqmd, California

2008

Programas de mitigación de cambio climático.

Francia

2009

Reducción de otros impuestos.

carb, California

Propuesto

Programas de mitigación de cambio climático.

Fuente: Hernández, 2016, pág. 22.

A partir de la introducción de las rfv, se ha observado cómo la innovación verde va más allá de los cambios tecnológicos y las aplicaciones en beneficio de la sociedad y del sector privado. A pesar de la escasa información disponible, la ocde (2014) señala que las regulaciones ambientales —como los impuestos, las demandas del mercado y los apoyos gubernamentales— constituyen algunos de los promotores de la innovación ambiental.

Uno de los principales indicadores para la comparación del desempeño entre naciones es la razón de ingresos fiscales relacionados con el medioambiente (ert, por sus siglas en inglés: Environmentally Related Tax Revenue) con respecto al producto interno bruto (pib), esto permite cuantificar la magnitud de los ingresos fiscales con respecto a la producción económica a lo largo del tiempo. En este sentido, el promedio de los países de la ocde (2019) —que ha ido en aumento a partir de 2009— se ubicó en 2.3 % del pib para 2017.

Si se analizan los ert con respecto al total de la recaudación, se observa un promedio del 6.9 % para las naciones de la ocde (2019) en 2017, con un rango que va desde 2.8 % en Estados Unidos hasta 12.5 % en Eslovenia (ver figura 1). Asimismo, se destaca que para 2017 los ert como porcentaje de la recaudación total disminuyeron en 26 países con respecto a 1995.

Por el contrario, de las 10 naciones que presentaron incrementos en los ert de 1995 a 2017 (ver figura 1), se destacan los casos de Letonia, que pasó del 3.3 % al 12.2 %; Estonia, con un aumento del 2.7 % al 8.8 %; y Turquía, que avanzó del 7.2 % al 2.5 %. En general, estos países incrementaron la recaudación de ingresos sobre la energía, adicionalmente la tercera nación aumentó sus impuestos sobre el transporte (ocde, 2019).

Figura 1. Ingresos fiscales relacionados con el medioambiente: países de la ocde, 2017 y 1995 (ocde, 2019).2

En la figura 2 se muestra la composición de los ert, si se analiza el escenario de 1995, es posible observar que los impuestos sobre la energía tienen el mayor peso en dicha conformación con un promedio de 70 %, seguido de los impuestos sobre transporte con una media de 24 %.

Para 2017 se observa una tendencia similar, en el que los impuestos sobre la energía —especialmente aquellos sobre combustibles para transporte por carretera— representan el 71 % de los ert en promedio (ver figura 2), mismos que constituyen más del 50 % de la totalidad de ert en todos los países de la ocde.

Figura 2. Composición de los ingresos fiscales relacionados con el medioambiente: países de la ocde, 2017 y 1995 (ocde, 2019).

Enseguida, los impuestos sobre el transporte ocupan el segundo lugar en la composición de los ert para 2017 con el 25 % (ver figura 2), situación que se replica en todas las naciones a excepción de Estonia, Francia, Lituania, Islandia, Países Bajos, República Eslovaca y Eslovenia. Mientras que, los impuestos sobre la contaminación y otros recursos representaron menos del 5 % de los ert en la mayoría de los países.

Asimismo, en comparación con otros instrumentos de política medioambiental, los impuestos verdes han demostrado su potencial recaudatorio (Hernández, 2016). De acuerdo con la ocde, para alcanzar una política ambiental rentable se precisa de una internacionalización de los costos ambientales externos, donde los impuestos ambientales resultan una herramienta ambientalmente eficaz, económicamente eficiente y socialmente inclusiva en la consecución de este objetivo (Harding, Miranda y Sharratt, 2019).

Bajo esta línea, kpmg (2013) lanza su Índice de Impuestos Verdes (kpmg GreenTax Index) enfocado a analizar veintiún naciones con una importante actividad relacionada a inversiones corporativas globales; se excluye de la muestra a los países que no poseen incentivos o sanciones fiscales verdes. El posicionamiento de los países se da conforme a los instrumentos encontrados en sus códigos fiscales, ello implica que la interpretación del ranking (ver tabla 4) haga referencia al nivel de actividad del sistema tributario con respecto a la promoción del desarrollo sustentable.

En su primera edición, los gobiernos que se ubican en posiciones altas del índice emplean su sistema fiscal más activamente en el impulso de negocios sustentables, así como en el alcance de objetivos de política ecológica (kpmg, 2013). La clasificación se realizó por cuartiles (ver tabla 4): en el primero, Estados Unidos y Corea del Sur presentan mayor peso en los incentivos fiscales, mientras que Francia en las sanciones; por el contrario, en el último cuartil, únicamente Rusia contaba con una sanción fiscal verde (impuesto sobre el agua).

Tabla 4. Índice de Impuestos Verdes: cuartiles

Cuartil

Países

Principales hallazgos

1

Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia, Corea del Sur, China.

Mayor uso de impuestos verdes.

Mayor número de incentivos y sanciones.

2

Irlanda, Países Bajos, Bélgica, India, Canadá, España.

Uso moderado-alto de impuestos verdes.

La riqueza de recursos eólicos, solares e

hídricos pueden fomentar inversión en tecnologías verdes.

3

Australia, Sudáfrica, Alemania, Finlandia, Singapur.

Uso moderado de impuestos verdes.

Fuerte uso de fondos no tributarios y programas

de subsidios.

4

Brasil, Argentina, México, Rusia.

Bajo uso de impuestos verdes.

Uso de programas de financiamiento.

Fuente: kpmg, 2013, The kpmg Green Tax Index, pág. 6.

Adicionalmente, el índice realiza una clasificación de nueve categorías de política medioambiental.

Eficiencia energética: incentivos para adquisición de equipo eficiente.Vehículos verdes: incentivos para adquisición de vehículos híbridos y eléctricos.Carbón y cambio climático: impuestos para la reducción de emisiones de CO2.Eficiencia del agua: créditos fiscales para el ahorro, el reciclaje y los sistemas de tratamiento de agua.Innovación verde: incentivos que promueven la investigación y el desarrollo de tecnologías limpias.Energía y combustibles renovables: incentivos que fomenten su uso.Eficiencia del uso de materiales y manejo de residuos: impuestos e incentivos para la reducción del uso y el reciclaje de desechos.Edificios verdes: incentivos para la reducción del uso de energía en edificios.Control de la contaminación y protección del ecosistema: incentivos para el uso de tecnologías limpias y sanciones para contaminantes.

Destacan la mayoría de los países del cuartil uno con primeras posiciones (Japón, vehículos verdes; Reino Unido, carbón y cambio climático; Corea del Sur, eficiencia del agua e innovación verde; Estados Unidos, energía renovable y combustibles y edificios verdes; Francia, eficiencia del uso de materiales y manejo de residuos), un país del cuartil dos (Países Bajos, eficiencia energética) y otro del tres (Singapur, control de la contaminación y protección del ecosistema).

Con la finalidad de animar al sector privado a indagar sobre las oportunidades que los incentivos fiscales verdes ofrecen y, al mismo tiempo, a reducir la posibilidad de ser acreedores de sanciones de la misma naturaleza, este Índice de Impuestos Verdes surge —y trata de posicionarse— como una herramienta que pretende ayudar a generar una ventaja competitiva a través de la implicación de los diferentes sistemas tributarios (kpmg, 2017).

Por su parte, la Universidad de Yale en colaboración con la Universidad de Columbia crearon el Índice de Desempeño Ambiental (epi, por sus siglas en inglés: Environmental Performance Index) para cuantificar el desempeño de las políticas ambientales en 180 países (Hsu, A. et al., 2016). Mediante el uso de 32 indicadores y 11 categorías temáticas se construye una aproximación en una escala nacional para ponderar el avance (rezago) hacia un futuro sostenible (Wendling, Emerson, de Sherbinin y Esty, 2020).

En el más reciente reporte del epi de 2020, cuyo origen de los datos proviene de 2017 o 2018, todavía no se refleja la cuantía en que descendió la contaminación atmosférica en 2020 a raíz de la pandemia de covid-19 ni el incremento de gei provocado por los incendios en la Amazonia de 2019. Los resultados sugieren que aquellas naciones que han realizado esfuerzos por descarbonizar el sector eléctrico son las que observan mayor avance en la mitigación del cambio climático (Wendling, Emerson, de Sherbinin y Esty, 2020).

Aquí destaca Dinamarca en la primera posición, con el mejor desempeño en la mayoría de las categorías temáticas, con compromisos y resultados vanguardistas en la lucha contra el cambio climático. Por el contrario, en los últimos puestos encontramos a India y Nigeria, quienes deben reforzar la atención de la sostenibilidad, especialmente en la calidad del aire y del agua, la biodiversidad y el cambio climático; situación que comparten Nepal y Afganistán, cuyo bajo puntaje puede atribuirse a la debilidad de su gobernanza, así como al enfrentamiento de disturbios civiles (Wendling, Emerson, de Sherbinin y Esty, 2020).

Las tendencias en el desempeño ambiental han sido de mejora. Los países con altos puntajes, incluidos los de América del Norte y Europa, han sido los de menores ganancias. Por su parte, los países en desarrollo son los que han registrado mayores avances, donde las inversiones en agua limpia, saneamiento e infraestructura energética han ayudado a mejorar sus puntuaciones (Hsu, A. et al., 2016).

Al analizar los diferentes rankings, es posible vislumbrar que la región de Latinoamérica se enfrenta a la problemática de una baja recaudación por concepto de impuestos ambientales; entre los retos que sobresalen se encuentra la falta de definición del destino de los recursos, además del rezago de los sistemas fiscales (Fernández, 2014) con respecto de los países desarrollados. En medida que se consiga avanzar y solucionar dichas dificultades, se podrá dar pie a una estructuración de incentivos, impuestos y subsidios verdes.

Asimismo, se precisa de una mejora en términos de la recolección, notificación y verificación de los datos relacionados con el medioambiente, así como de los ingresos fiscales que se recaudan con la finalidad de protegerlo. Esto conlleva que se puedan mejorar las políticas medioambientales y que se gestionen con mayor puntualidad los retos en torno al desarrollo sostenible.

Experiencias internacionales innovadoras

En 1988 se introduce en Noruega el impuesto a pesticidas, al inicio se empleaba como una herramienta de recaudación, sin embargo, en 1999 se implementa un nuevo sistema fiscal con siete bandas de impuestos con respecto a los riesgos ambientales y de salud vinculados a los pesticidas, esto con el objetivo de aminorar su uso (Fanelli, Jiménez y López, 2015).

La aparición de un impuesto al carbono tiene lugar en Finlandia durante 1990, seguida de Noruega y Suecia en 1991, y Dinamarca en 1994; estas naciones también fueron pioneras al imponer tasas sobre contaminantes atmosféricos, como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno (oecd, 2017).

Luego de su reforma fiscal de 1991, Suecia introduce impuestos ambientales sobre emisiones, fertilizantes, pesticidas y tráfico aéreo, por mencionar los más sobresalientes. El diseño de sus tributos se basa en los insumos: el impuesto sobre dióxido de carbono (CO2) es aplicado al petróleo y derivados, carbón y gas natural; el impuesto sobre dióxido de azufre trata el uso de combustibles (petróleo, carbón y turba); y el impuesto sobre óxidos de nitrógeno recae en plantas de combustión a gran escala (Bogotá y Díaz, ٢٠١٩).