La Biblia en Campo Minado - Mauber Giorgetta - E-Book

La Biblia en Campo Minado E-Book

Mauber Giorgetta

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Beschreibung

La Biblia en Campo Minado - 50 años después es un libro totalmente nuevo y distinto del original en portugués. Fue completado y recreado por su autor Mauber Giorgetta, a quien le surge un inesperado contrincante, Mercurio Giorgetta, quien traduce, analiza y comenta el texto. Ambos, Mauber y Mercurio, descienden a la arena con sus armas. El primero portando la filosa espada de la fe analítica y el escudo de la razón, mientras el segundo lo hace con la coraza de la fe y la Escritura bíblica como arma filosa y bravía. Ambos son gladiadores que portan el yelmo del amor fraterno que los protege y amalgama en sus posiciones antagónicas, a través de las cuales el lector puede ilustrarse y comprender, a la vez que recibe conocimientos, estudios y posiciones que le permitirán una apertura intelectual y elección según su formación y creencias. Sin duda, se trata de una aventura única y sin precedentes…

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Todos los derechos reservados.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, en cualquier forma o por cualquier medio electrónico o mecánico, incluso a través de procesos xerográfico, incluido el uso de Internet, sin permiso expreso Editora Viseu, en la persona de su editor (Ley N ° 9.610, de 2.9.198).

Editor Jefe: Thiago Domingues Regina

Proyecto Gráfico y Editorial: BookPro

coordenação editorial: Blenda Castro

Revisión: Mauber Giorgetta e Mercurio Giorgetta

Copyesque: Naddia Alves

versão digital: Fabio Martins

Diseño: Pedro DinizCubrir: Pedro Diniz - Giuliano Giorgetta

e-ISBN 978-65-254-0077-8

Todos los derechos sobre este problemaestán reservados a Editora Viseu Ltda.

[email protected]

www.editoraviseu.com

Agradecimientos

A Tereza, amor incondicional y siempre presente.

A Juan César Echizarto (Tio Gringo), quien condujo mis primeros pasos por los versículos bíblicos.

A Telmo y Vicentina (Tivica), padres amorosos que utilizaron apenas el ejemplo para mostrar cómo se edifica la honradez, el coraje y la verdad sobre todos los aspectos.

A mis hermanos Mercurio Giorgetta y Mirtha, su esposa, fieles compañeros de viaje que, después de ausentarnos fisicamente durante más de 50 años, nos reencontramos con el mismo perfume y amor de siempre

A mis hijos y nietos amados. Aquellos y aquellas que completaron nuestra família con lazos de ternura.

A todos mis amigos, por hacer florecer la flor que aprendí a plantar.

A mis enemigos, por enseñarme el camino del olvido y del perdón.

Al Gran Arquitecto del Universo, por la fantástica oportunidad de vida en esta aventura constante de renovación sin límites.

Mauber

La traducción del portugués, notas y comentarios al texto original son efectuados por el Dr. Mercurio Giorgetta.

Mi búsqueda

Durante muchísimos años busqué la verdad que me proporcionara vivir en Cristo. En mi juventud dediqué toda la energía (y mi vida) en procura de una religión que propusiera el bienestar de la humanidad en los modelos del ejemplo de Jesús. Que no me forzara a tener una fe ciega, sino razonada, sensata y verdadera.

Muy temprano, encontré una iglesia que aseguraba que era la única y verdadera iglesia de Jesús. Creí en eso. Estudié. Participé de todos los movimientos y detenté importantes cargos en esa organización.

Eso me proporcionó la oportunidad de conocer aquello que estaba vedado a los miembros comunes. Allí encontré egoísmo, vanidad, deseo de cosas materiales, mentiras, busca incesante de la energía monetaria y desconocimiento de lo que, particularmente, yo consideraba ser la caridad.

Esa desilusión me alejó de Dios. Creí que todo era una farsa. Que las iglesias estaban interesadas apenas en los diezmos y las ofrendas generadoras de riqueza material. Después de largos años, después de peregrinar en busca incesante de una luz que demostrara un Dios justo y caritativo, por circunstancias que, talvez, lo describa un dia, me identifiqué con las obras de Hippolyte-Léon Denizard Rivail, más conocido como Allan Kardec. Estudié toda la doctrina kardequiana. Hice comparaciones; busqué errores (sin encontrarlos), desencuentros bíblicos, fallas y confrontaciones científicas... El cuento de la única iglesia verdadera, caía por tierra. Se justificaba asegurando que no importa la religión que tenemos, pues si seguimos las enseñanzas de Jesús, alcanzaremos un final feliz sea cual sea la religión profesada.

Por primera vez, veía un Dios extraordinariamente amoroso. Un Dios que nos proporciona infinitas posibilidades. Un Dios verdaderamente tolerante que nos promete innúmeras vidas, cabalgando en cada una de ellas, nuevos niveles de esplendor y luz. Un Dios imparcial, soberanamente justo, bueno y misericordioso. Ahora tenían sentido las palabras de nuestro Hermano Mayor, Jesús, cuando aconsejó: Amad a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo; ahí está toda la ley y todos los profetas, y no hay otra. Asi se establece el principio de la igualdad de los hombres delante de Dios y la fraternidade universal. No más el temor del Dios mosaico, sino el amor absoluto a través de la inmortalidad del alma.

Encontré entonces el verdadero sentido de la frase crística: “Muchas cosas que os digo, no podéis comprender, por eso os hablo por parábolas. Mas tarde, en el tiempo cierto, les enviaré el Consolador, el Espíritu Verdad, que restablecerá todas las cosas y las explicará todas.”

Si Cristo no dijo todo lo que podría haber dicho, fue porque creyó que algunas verdades deberían ser enunciadas en nuevos tiempos. Intencionalmente sus enseñanzas eran incompletas. Sabía que habría confusiones y desvío de sus enseñanzas. Imposible ser más claro y más explícito. Estas palabras son poco estudiadas por la mayoría, tal vez porque se han evitado colocarlas en evidencia, profundizando su sentido profético.

Asi, debo declarar que La Biblia en Campo Minado contiene enseñanzas directas anunciadas por Kardec en su pentateuco (El Libro de los Espíritus, El Evangelio Según el Espiritismo, La Génesis, El Libro de los Médiuns y El Cielo y el Infierno) transcriptos para mostrar que aún con innumerables errores bíblicos, es posible guardar esperanzas de un mundo mejor.

Si Kardec hubiera dicho, “fuera del Espiritismo no hay salvación”, seguramente yo no estaría aquí. Él nos dijo, a través del Espíritu Verdad: Fuera de la caridad no hay salvación, y eso me coloca exactamente donde quería haber estado la vida entera.

¿Quieres hacer una donación, una ofrenda? Hazlo a la familia que sufre, al mendigo de la calle, al niño abandonado en orfanatos, al viejo que la familia visita tan solo cuando sobra tiempo, dejado en el asilo a los cuidados de profesionales que, muchas veces, trabajan gratuitamente viviendo la caridad que el apóstol Pablo nos incita a ejercitar diariamente.

Este libro pretende apenas mostrar que la palabra de Dios está en toda y cualquier religión, siempre que su prédica sea en nombre de la Verdad, que nos muestra el barco que, al llegar al horizonte, no muere ni desaparece, sino que ingresa en puertos donde amigos y familiares esperan por nosotros. Y que hoy llamo de Regreso a Casa... La muerte no existe y el regreso a nuestro hogar espiritual, es incontestable. “Nacer, Morir, Renacer y Progresar sin cesar, tal es la Ley”.

Buscando amparo en las palabras de Pablo, debo decir: “Ya no soy yo que vivo en Cristo, sino Cristo que vive en mi”. Somos todos hermanos y esa afirmación, con absoluta certeza, Mercurio y yo, la hacemos con todo el amor que nos es posible.

Mauber

Semblanza del autor

Mauber Giorgetta, nació en el Departamento de Rivera, República Oriental del Uruguay, y desde inicios de los años setenta, reside en el interior del Estado de San Pablo, Brasil. Siendo muy joven se formó en la doctrina y enseñanzas religiosas que practicaba su familia.

Ya adulto, luego de pormenorizados estudios y el cumplimiento de pautas y prácticas religiosas, llegó a los más altos cargos a que podía aspirar un miembro sudamericano dentro de una iglesia concebida en los Estados Unidos de América, habiendo mantenido charlas con los apóstoles y profetas de una doctrina que se decía única y verdadera.

Dotado de una sensibilidad especial y de una visión particularmente crítica, Mauber Giorgetta tuvo varios desencuentros, disgustos y desafortunados intercambios con los líderes religiosos, por su forma de actuar, su doctrina, sus enseñanzas, lo que finalmente determinó su total alejamiento de la iglesia denominacional a la que había entregado su vida, pasando a descreer absolutamente de todo lo referente, perteneciente y atinente a Dios, adoptando una posición agnóstica a ultranza. La aguda observación de líderes que practican el “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, ha causado y causará aún mucho daño al cristianismo y a cualquier movimento religioso, doctrinal o filosófico destinado al mejoramiento humano. Mauber no escapó a esa regla.Fue en esta etapa de su vida, cuando Mauber escribió “La Bíblia en Campo Minado”, frustrado quizás por la dicotomía encontrada en el comportamiento entre lo que los líderes denominacionales pregonaban, con lo que luego hacían.

Luego, en el transcurso de su vida, el autor buscó su lugar por otras denominaciones, grupos, movimientos, órdenes caballerescas, probó las mieles y la cicuta de muchos de ellos, observando que todos, sin excepción, poseían un denominador común: el “ser”, la “existencia”, la “vida”, la “muerte”, el “más allá”, no podían – de ninguna manera- ser explicados como producto del azar, de la casualidad.

Es entonces cuando se reconcilia con el Supremo Creador, y mediante estudios sistemáticos alcanza conocimientos poco frecuentes para el común de las personas.

Tuvo además Mauber, experiencias reservadas a Discípulos dotados de una apertura de conciencia espiritual poco común, y Maestros que abrieron su mente y lo llevaron a planos superiores de existencia extracorpórea, que quizás él relate si le parece, en alguna otra obra.

Ello, no obstante, lejos de imbuirlo de una personalidad arrogante, avasallante, superior, sabedora de su propia valía, por el contrario, infundió en él la más absoluta humildad de aquel que sabe que nada sabe, y que apenas ha vislumbrado la punta del iceberg que se esconde bajo la superficie de las agitadas aguas de éste que llamamos “nuestro mundo”, denominado Tierra.

Cabe destacar que la primera edición de este libro en portugués, se agotó totalmente en poco tiempo, ya que es de muy fácil lectura, ágil, dinámica, y va directamente al grano para mostrarnos que LA VERDAD, permanece aún ignorada para la mayoría de las personas, y apenas insinuada para las mentes inquietas e inquisidoras con conciencias más abiertas, que buscan respuestas más allá de lo tangible.

Mercurio

Primera carta de Bosco

Aguas da Prata, SP, 24 de Julio

Apreciado amigo y hermano Mauber.

¡Paz y prosperidad!

Leí La Biblia en Campo Minado. Reflexioné y volví a leerla.

Sólo entonces concluí que para hacer el Bien se necesita tener coraje.

Sabemos que, para publicar una obra con cuestionamientos en asuntos de tan alto nivel y responsabilidad, conforme tú lo hiciste, es preciso realmente mucho coraje.

Es de buen criterio percibir que tus cuestionamientos tienen como objetivo conocer, estudiar y examinar la Biblia para que podamos tener un concepto desde un ángulo diferente de estudio y de pesquisa. Otro enfoque de importancia relevante es tu firme posicionamiento en la creencia en el Gran Arquitecto del Universo, nacida del hombre de bien que eres, sin perder de vista la verdad histórica.

Dejas claro, además, que no tienes la pretensión de agotar tan relevante estudio.

El público lector, al tomar contacto con las páginas de La Biblia en Campo Minado, tendrá la oportunidad de ejercitar la búsqueda de la verdad que nos libera.

Esa búsqueda es la aventura más relevante de la experiencia humana.

Y como ésta es la actividad más gloriosa e importante ya emprendida, su recompensa estará en la misma proporción.

Para comprometernos con este suceso en la búsqueda de la Verdad, debemos antes liberarnos de grilletes y preconceptos.

Este libro nos enseña a aprender a pensar por nosotros mismos y a practicar el discernimiento si queremos transitar el camino que nos hace libres.

En suma, es un libro de lenguaje actual, que nos lleva a cuestionamientos que interaccionan con la fé cristiana.

Amado hermano, gracias. Recibe mi fuerte abrazo, extensivo a tu tan querida familia.

De tu hermano menor,

Bosco

Breve comentario sobreLuis Bosco dos Santos

Bosco nos dejó fisicamente en el año 2006. Me envió este comentario luego de leer mis notas y borradores de La Biblia en campo minado, en la década de los noventa, cuando aún yo no estaba cerca, siquiera, de decidirme a editar y publicar esta obra, lo cual ocurrió recién en el año 2014.

Pero antes de su regreso a “nuestro hogar espiritual”, me enviaría otro pequeño billete [de su puño y letra, que aún conservo] cuya traducción incluímos en el capítulo siguiente.

Él fue un compañero de muchas y muchas etapas de aprendizaje.

Estuvimos en campos de batalla como soldados, cuyas conductas no sirven de referencia espiritual.

Volvimos a encontrarnos como compañeros de viaje: él como Maestro y yo como aprendiz de su extraordinario ejemplo de vida.

Me enseñó a absorber las mejores cosas en la oportunidad mágica de una amistad sin limites.

Me mostró que la verdad normalmente duele, pero merece siempre ser conquistada.

Le debo la oportunidad de cavar mazmorras al vicio y edificar templos a la virtud.

Espejo de luz, palabra de paz, amparo siempre presente, abrigo seguro y fuente de amor permanente.

Amigo fraterno, siempre de manos abiertas.

Gracias por estar a mi lado.

Mauber

Segunda carta de Bosco

Febrero 2001

“Querido Hermano:

La Bíblia en Campo Minado debe ser publicada y, sin duda, tendrá considerable repercusión pública.

Pero, oportunamente, habrán ajustes que la aproximen más a nuestra doctrina, corrigiendo y ampliando explicaciones aquí y allí.

En breve, un amigo de otra tierra no muy distante, agregará textos y comentarios que transformarán este libro en una obra prima.

Es probable que yo ya no esté por aquí, pero, desde la espiritualidad continuaré vibrando por ustedes.

Un triple y fraternal abrazo.

Bosco

Bosco – Una luz en el caminode muchos

Algunos ángeles apenas se hacen notar por aquellos que creen que ellos realmente existen. Bosco fue un Ángel con el corazón más extraordinario que mi familia y yo conocimos.

Siguió siempre el ejemplo de Jesús en todos sus actos y pensamientos. Tal vez, podría ser comparado con nuestro querido Chico Xavier, ejemplo de luz en el camino de muchos.

Si eso fuese poco, Ángela, su esposa, era extraordinariamente dedicada a la caridad y al amor a sus semejantes. Compañera incansable que iluminaba a todos a su alrededor.

Alto Oficial de la Aeronáutica brasileña, Boscao (como le llamaban los amigos) nació en Cachoeira Paulista, ciudad del interior del Valle do Paraíba, en el Estado de San Pablo, Brasil, el 23 de enero de 1937.

Desencarnó (falleció) físicamente en San José dos Campos, SP, el 25 de abril de 2006. Kardecista convencido, fundó guarderías en favelas de alta peligrosidad con éxito extraordinario, disminuyendo los altos índices de criminalidad. Educó y transformó mediante conceptos cristianos a los niños nacidos en ese ambiente hostil.

Lideró orfanatos, participó en forma directa en la ayuda espiritual en hospicios que no tardaron en transformar a los “locos” en personas absolutamente normales.

Admirable médium, siempre presente donde era necesario; ejerció esa dádiva con la discreta disciplina de quien respeta todas las religiones y filosofías, sin ningún beneficio propio.

Jamás hizo proselitismo, siguiendo rígidamente los principios enunciados por Allan Kardec. “La salvación radica en el comportamiento íntimo de cada uno y no en la religión que profesa”- nos decía.

La fe es una conducta difícil que exige combates diarios, y eso, Boscao sabía hacerlo con dulzura espléndida.

Siempre atento a las necesidades del prójimo, era común que, aún de madrugada, tocase el timbre en casas de amigos, para verificar lo que necesitaban. Esto con notable acierto y precisión.

Mi família y yo somos testigos de eso, siendo visitados por él y su fiel conpañera, en las noches de inquietudes, permaneciendo en paz después de la oración de nuestro amado Comandante Espiritual.

Entre sus muchos aciertos, previó, -en el año 2001, que, en el futuro, en mi libro, La biblia en campo minado, “…oportunamente habrá ajustes que la aproximen más a nuestra doctrina, corrigiendo y ampliando explicaciones aquí y allí”, y que… “En breve un amigo de otra tierra no muy distante, agregará textos y comentarios que transformarán este libro en una obra prima”.

Está de más decir, que Bosco desconocía la existencia de Mercurio, y que yo jamás le había hablado de este primo residente en Uruguay a 2.000 km de distancia, de quien no había tenido noticias por espacio de 50 años.

Dejó [Bosco] tres hijos extraordinarios: Junior, André Luis y Ricardo. Ellos aprendieron que el amor es mirar a las personas desde ángulos diferentes, con respeto y dignidad.

Nos enseñó que se precisa disciplina para alcanzar la cima de la montaña. Su sentencia preferida era: “Jesús espera siempre lo máximo de cada uno de nosotros”.

En mi juventud aprendí (equivocadamente) que fuera de mi religión no había salvación. Boscao modificó ese principio asegurando que “fuera de la caridad no hay salvación”.

Las religiones no salvan a nadie. Las religiones muestran apenas el camino que conduce a vidas mejores. Solamente es necesario que sigamos el ejemplo de Cristo y “todas las demás cosas se darán por añadidura”, enseñaba.

Este libro prueba que conviví largos años con un profeta humilde, con voz ronca y silencio motivador que me enseñó el camino de la fe racional.

Mi reverencia y gratitud a tan amado amigo.

¡Hasta pronto, hermano! ¡Hasta pronto!

Mauber

Reencuentros

¡El encanto ocasionado por el reencuentro de amigos es simplemente un bálsamo de luz para nuestras vidas!

Luego de poco más de 50 años, estar nuevamente con Mercurio, es un verdadero premio de amor y de luz.

Curiosamente, en todos estos años, nada cambió. La dulzura intacta e incambiada, estaba allí con mi primo-hermano con la impecable fragancia del Tiempo.

Caminamos los años idos, y claro, por experiencias diferentes. Pero, todo fue como si el cariño que nos unió entonces y nos une ahora, se constituyese en una inescrutable fuerza del destino.

¿Pensamos igual? ¡Claro que no! Sembramos en diferentes huertas y generamos vidas, costumbres y creencias divergentes.

Así, este libro tiene opiniones adversas y solamente algunas sentencias fueron aceptadas por ambos.

¡Este reencuentro familiar fue una dádiva extraordinaria! De brillo en los ojos y el anhelo finalizado, eternizamos los momentos.

¡Comprobamos que, a pesar de un intervalo de cinco décadas, nuestras conversaciones comenzaban donde habíamos quedado!

No hubo tristeza por los momentos que podrían –fácilmente- ser considerados como perdidos…

¡Auguramos la vida en el reencuentro, los dos con emociones bien similares, al hablar de hoy y del pasado con el mismo entusiasmo de siempre, rescatando recuerdos y adicionando el perfume de las familias construidas, que celebraban a Dios en cada amanecer!

¿Conoces aquella sensación de encontrar dinero en una ropa vieja, justo en el momento que estamos precisando? Pues así fue la alegría de reencontrarnos con Mercurio y Mirtha, su tan preciosa esposa.

Es interesante comprobar que, en este reencuentro, sentimos que nada cambió.

Así, el lector comprobará concordancias y discordancias en el análisis de cada palabra colocada antes y después de este encuentro. Creo que eso vuelve esta lectura más equitativa y de fácil entendimiento, salvaguardando opiniones sin manchar creencias ni tradiciones, sedimentadas por la individualidad de todos nosotros.

Tal vez, en este libro, ocurra también un encuentro de amor y luz entre usted, lector, y los dos autores de esta nueva obra. Si así fuese, tome contacto con nosotros para que podamos celebrar juntos este nuevo tiempo de distancia y añoranzas, de lazos y abrazos que los vientos de la vida no conseguirán dejar fuera.

Este reencuentro de todos nosotros será una oportunidad de regar nuestro jardín con agua bendecida por la fraternidad, volviendo a ser niños, pero ahora con cabezas blancas.

Mauber

Traducción al español

Cuando propuse a Mauber la traducción del libro LA BIBLIA EN CAMPO MINADO al castellano, le aclaré que -si él estaba de acuerdo-, mi intención era no sólo traducir literalmente, sino interpretar sin perder la esencia, realizar comentarios, ampliar y complementar algunas citas y hasta en ciertas ocasiones dar mi opinión sobre lo afirmado por el autor, según mi propio punto de vista; sería pretencioso de mi parte discutir o confrontar a Mauber Giorgetta, pues sería como enfrentar a David contra Goliat, con la diferencia que yo carezco de piedra y honda para derribar a este gigante.

Su respuesta afirmativa fue inmediata, y quedó tan o más entusiasmado que yo, y hasta me expresó que me sintiese en la total libertad de citar, confrontar o lo que deseara, pues luego de escrito el libro, su opinión y conceptos han ido evolucionando, y que él mismo haría varios agregados, cambios y recreaciones en lo expuesto primariamente, lo cual me pareció fantástico, pues significaba que el espíritu que habita dentro de él, no se había contentado con lo oportunamente aprendido, sino que había continuado estudiando, absorbiendo conocimientos y experiencias, muchas de las cuales he tenido la gran fortuna de escuchar y compartir, consigo y con parte de su preciosa familia.

Mercurio

La fe razonada y la fe ciega

Todas las religiones tienen sus artículos de fe. Así, el concepto de aceptar principios sin lógica, inhibe la preparación intelectual de la mayoría de sus adeptos.

Desde el punto de vista religioso, la fe es la creencia en los dogmas particulares que constituyen las diferentes religiones.

Bajo este aspecto, la fe puede ser “razonada o ciega”. La fe ciega, no examina nada, acepta sin comprobación lo mismo lo falso que lo verdadero, y choca a cada paso contra la evidencia y la razón; empujada hasta el exceso, produce el “fanatismo”.

Cuando la fe se apoya en el error, tarde o temprano se pierde; en cambio la que tiene por base la verdad, está asegurada para el porvenir, porque nada tiene que temer del progreso de las luces, toda vez que “lo que es verdad en la oscuridad, lo es también en pleno día”. Todas las religiones pretenden estar en la exclusiva posesión de la verdad; “preconizar la fe ciega sobre un punto de creencia, es confesar su impotencia en demostrar que se tiene razón”.

Se dice vulgarmente que “la fe no se impone”; de aquí viene que mucha gente diga que, si no tienen fe, no es por culpa suya. Sin duda que la fe no se obliga, y lo que es más justo aún, “no se impone”. No, no se impone, pero se adquiere, y no hay nadie a quien se rehúse el poseerla (*), aun entre los más refractarios. Hablamos de verdades espirituales fundamentales, y no de tal o cual creencia particular. No es la fe la que debería ir a ellos, sino ellos ir al encuentro de la fe, y si la buscan con sinceridad, la encontrarán.

Consideremos a los que dicen: “Quisiéramos creer, pero no podemos”; lo dicen de boca y no con el corazón, porque diciendo esto, se tapan los oídos; sin embargo, las pruebas abundan a su alrededor; ¿por qué rehúsan verlas? En los unos es indiferencia; en los otros es miedo de verse obligados a cambiar de costumbres; en la mayor parte, es el orgullo que rehúsa reconocer un poder superior, porque les sería preciso inclinarse ante él.

En algunas personas, la fe parece de algún modo innata; sólo una chispa basta para desarrollarla. Esta facilidad en asimilar las verdades espirituales es una señal evidente del progreso anterior; en los otros, al contrario, sólo penetra con dificultad, señal muy evidente de una naturaleza muy atrasada. Los primeros han creído ya y han comprendido; traen, “volviendo a nacer”, la intuición de lo que fueron; su educación está hecha; los segundos tienen que aprenderlo todo; su educación está por hacer; ella se hará, y si no se concluye en esta existencia se concluirá en la próxima.

Con relación a la resistencia del incrédulo, es preciso convenir que es menos por su culpa que por la manera como se presentan las cosas. A la fe es preciso proporcionarle una base, y esta base es la inteligencia perfecta de lo que se debe creer; para creer no basta “ver”, es necesario, sobre todo, “comprender”.

La fe ciega no es de estos tiempos, pues hoy es mayor aún que en siglos pasados, porque quiere imponerse y exige la abdicación de una de las más preciosas prerrogativas del hombre: el razonamiento y el libre albedrío. Contra esta fe se parapeta el incrédulo y tiene razón de decir que no se impone: no admitiendo aquellas pruebas, deja en el espíritu un vacío, de donde nace la duda.

La fe razonada, la que se apoya en los hechos y en la lógica, no deja en pos de sí ninguna oscuridad; se cree porque se está cierto, y no se está cierto hasta que se ha comprendido; esta es la razón por la que es inalterable, “porque no hay fe inalterable sino la que puede mirar frente a frente a la razón en todas las edades de la humanidad” (Allan Kardec).

A este resultado conduce la exposición de esta obra literaria, y por eso triunfa sobre la incredulidad de muchos.

Mauber

(*) El Apóstol Pablo en el libro deRomanos 10:17 declara:

“Así que la Fe es por el oir, y el oir por la palabra de Dios”.

“En la naturaleza, no existen recompensasni castigos, existen consecuencias”.

la Biblia En Campo Minado

Hay en una brújula, 64 puntos diferentes. Por lo tanto, 64 personas pueden asumir esas mismas 64 posiciones diferentes cuando observen un objeto.

Cada una de ellas tendrá su propia opinión, siempre diferente de las demás. Y así tendremos 64 diferentes verdades.

Todas las 64 personas, al ser preguntadas, dirán haber visto el mismo objeto, cuando eso realmente no aconteció.

Y si una de ellas afirma que estudió apenas la apariencia de verdad, o la verdad en su totalidad, estará mintiendo.

En tanto es eso lo que la mayoría de nosotros hacemos cuando emitimos cualquier opinión sobre el mundo que nos rodea.

Siempre estamos influenciados por las pequeñas cosas que nos obligan a hacer asociaciones, llevándonos con frecuencia a caminos confusos que enturbian nuestro conocimiento sobre la VERDAD ABSOLUTA.

Como los sentidos pueden ver apenas aspectos, los invito a liberarse de todo preconcepto sobre lo que aquí fuese dicho respecto de la Biblia, para que vuestros propios sentidos no transgredan la energía de luz que este libro pretende daros.

LaBiblia en Campo Minado es más que sólo un libro informativo; es la propia brújula que puede mostrarnos el Norte, guiándonos por el camino de la Verdad, o puede confundirnos con sus 64 posiciones. El espíritu del lector determinará el camino.

Mauber

Propósito

El propósito de esta obra es encontrar un nuevo prisma para la percepción de problemas, procurando siempre la Verdad, avanzando en aquello que alegraría a la gran mayoría.

Aconsejamos usar la imaginación creadora, haciendo que el estudio bíblico profundice todos los aspectos que limitan las posibilidades del investigador más audaz.

Albert Einstein dice:

“La formulación de problemas es muchas veces más importante que su propia solución, la cual puede ser apenas una cuestión de habilidad matemática o experimental. Proponer problemas nuevos y abordar los viejos desde un nuevo ángulo requiere imaginación creadora y es lo que promueve el progreso de la ciencia”

La Biblia en Campo Minado no pretende profanar ninguna filosofía religiosa. Es simplemente un punto de vista, muchas veces tan perspicaz y tan fuerte, que puede, en el lector menos avezado, ocasionar incomodidad por la profanación de interrogantes ya dadas como resueltas.

El autor encuentra que las religiones dividen a los hombres y, en lugar de unirlos como hermanos, los separan y colocan en extremos defensivos con sus eventuales versiones, cada uno queriendo ser dueño de verdades, tan pequeñas, que limitan insensatamente las minúsculas partículas cósmicas que realmente somos.

Mauber

Un libro de estudios

Este no es simplemente un libro de lectura.

Algunas referencias fueron omitidas, obligando a la consulta bíblica. Así, antes de iniciar el tránsito por las próximas páginas, aconsejamos tener a mano una bíblia, manteniéndola a su lado durante todo el tiempo.

Su entendimiento será facilitado y obligará al lector a dirimir sus dudas, tomando sus propias conclusiones. El concepto final tal vez sea diferente de la exposición del autor.

Ese es, realmente, el verdadero propósito de esta obra.

Mauber

Justificativo de notas

Hablando con Mauber, le señalé que muchos lectores, podrían no tener un manejo fluido del texto bíblico, ni tal vez un manejo elemental, y quizás ni siquiera supieran dónde buscar o con qué texto comparar lo expuesto por el autor.

De manera que, autorizado por y en acuerdo con, Mauber, me permitiré señalar específicamente el Libro, Capítulo y Versículo bíblico al cual el autor se refiere, y, asimismo –si obra dentro de mis posibilidades- efectuaré su comparación y cotejo con otros versículos bíblicos a fin de corroborar, confirmar, comparar o controvertir determinada posición expuesta por el autor.

Asimismo, completaré con información sobre libros, personajes o hechos mencionados en LA BIBLIA en CAMPO MINADO, y que se encuentran dentro y fuera del texto bíblico, si ello me fuera posible.

Finalmente, daré mi opinión sobre determinados puntos o tópicos señalados por Mauber, sea mi punto de vista coincidente o discordante con la opinión de Mauber.

Emplearé por lo general, en las citas bíblicas que realice, la antigua versión bíblica de Casiodoro Reina (1569), revisada por Cipriano Valera (1602), y revisión de 1960, pero en la traducción de los textos contenidos en el libro, mantendré y traduciré la versión bíblica utilizada por Mauber.

Sin perjuicio de lo anterior, también recurriré a muchas otras traducciones o versiones bíblicas cuando el contenido del pasaje en estudio así lo requiera.

Mercurio

Un nuevo libro...

Este libro no representa sólo una traducción del original en portugués. Ésta nueva versión, avanza un paso más en el estudio de la Biblia a través de la magnífica colaboración de mi querido Mercurio Giorgetta, quien, mucho más que traducir el texto al español, lo complementó magníficamente.

Tiene por objetivo el estudio del Antiguo y del Nuevo Testamento que se deducen de la observación, sin residuos partidarios de cualquier religión o filosofía, englobando la parte material y espiritual que envuelve el Libro de los Libros (la Biblia).

De la acción simultánea de estos dos principios nacen aquellos fenómenos especiales, cuya naturaleza es inexplicable si se hace abstracción de uno de los dos, tal como ocurriría si se sustrajera uno de los dos elementos que constituyen el agua: el oxígeno y el hidrógeno.

Al demostrar la existencia desde un nuevo punto de vista, La Biblia en Campo Minado 50 años después, nos brinda la comprobación de una infinidad de fenómenos incomprensibles que son considerados, por tal motivo, inadmisibles por ciertos pensadores. Estos fenómenos abundan en las Escrituras, y en razón del desconocimiento de la ley que los gobierna, los tratadistas de ambos bandos antagónicos han girado sin cesar en el mismo círculo de ideas: unos omitiendo los descubrimientos positivos de la ciencia, y otros ignorando el principio espiritual, de modo que no han podido llegar a una solución racional y convincente.

La solución se encuentra en la acción recíproca del espíritu y la materia, y, de tal manera, se libera del carácter sobrenatural que se atribuía a la mayor parte de los fenómenos relatados bíblicamente.

Pero, ¿qué es más positivo: admitir los hechos como resultantes de las leyes de la Naturaleza con la participación inevitable de traductores o rechazarlos totalmente? Su rechazo absoluto lleva a la destrucción de la base misma de todo el edificio, mientras que su aceptación, aun limitada, no suprime más que aquello que es accesorio, dejando intacta la base. Esa es la causa por la cual, los autores, inducen a aceptar verdades consideradas antes meras utopías.

El material contenido en La Biblia en Campo Minado fue elaborado originalmente al principio de los años setenta, pero el momento adecuado para su publicación no había llegado sino hasta ya entrado el Siglo XXI.

Era necesario, en primer término, que las ideas que debían servir de apoyo madurasen, y, además, había que esperar el momento propicio.

Sin misterios ni teorías secretas, todo debe ser esclarecido bajo la lupa de la razón, para que el lector pueda juzgar sobre la base del conocimiento, lo cual lejos de pretender ser “la” verdad, es nada más que un análisis que pretende ser objetivo, cual científico frente a la observación microscópica. No se pretende combatir la Fe, antes bien robustecerla mediante el conocimiento, a fin de que el creyente pueda creer a pesar de que todo cuanto le rodea le grite en contra de su Fe, de forma tal que, como dice un conocido Himno cristiano “Creo, pero aumenta mi Fe” (Evangelio de Marcos 9:23,24).

Una solución a la ligera, prescindiendo de la elucidación completa de los problemas, sería más un motivo de retraso que de adelanto. Solamente ahora, consideramos el momento oportuno para lanzar la obra en su actual estructura con todos los complementos y observaciones pertinentes.

En vista de la importancia del tema que debíamos tratar, fue necesario evitar la más mínima precipitación. Antes de entrar de lleno a los diversos asuntos abordados; nos ha parecido necesario definir con claridad los dos puntos de vista proporcionando un nuevo mirar en cada momento.

La iniciativa surgió sin ningún entendimiento previo, pero la traducción y los comentarios de mi primo, hermano, amigo, Mercurio Giorgetta, transforman esta obra, proporcionando una enseñanza colectiva, concordante y discordante a la vez, aumentando el valor intrínseco de una opinión personal, a través de citas, comentarios, complementos y opiniones aportadas por su luz interior en cada palabra, en cada observación o análisis cuidadosamente elaborado.

Y es por eso que esta obra prevalecerá siempre sobre la primera edición, sin raíces anteriores.

Construimos idénticos escrúpulos como en la redacción del libro original, en lo que hemos agregado a su respectivo título: “50 años después”, porque estamos convencidos que muchos aspectos antes no considerados, ahora lo serán con más certeza y seguridad.

Quienes ya leyeron el original en portugués, habrán visto bosquejadas en el mismo, la mayor parte de las ideas que se desarrollarán ahora en el curso de este libro, pero esta versión se vuelve mucho más accesible y fácil de entender.

Apenas pretendemos una comprensión plena al construir una Fe con razones lógicas y creíbles... ¡Nada más que eso!

Mauber

El gran comienzo

Según Moisés y Jetro (1)

GENESIS

La Creación

1- “En el principio creó Dios los cielos y la tierra, 2- Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3- y dijo Dios: sea la luz; y fue la luz. 4- Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas, 5- y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 6- Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7- E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8- Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana del día segundo. 9- Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10- Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11- Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; y árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12- Produjo pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13- Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 14- Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15- y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16- E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17- Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18- y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19- Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 20- Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes; y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21- Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22- Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23- y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24- Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25- E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 26- Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27- Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28- Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29- Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30- Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31- Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

1- Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2- Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3- Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”.

Así se inicia el Génesis, el primer libro bíblico escrito por Moisés. Para entender su magnitud será necesario conocer la verdadera historia de este extraordinario líder.

Por ahora solamente diremos que los primeros versículos bíblicos son exactamente iguales al relato elaborado por los Vedas (2) más de quinientos años antes de Moisés. Hasta el principio del capítulo segundo (del Génesis), nada fue cambiado; más tarde, veremos que las modificaciones están solamente en los nombres de los personajes y de Dios.

(1) Confieso sinceramente que cuando leí por primera vez La Biblia en Campo Minado, el nombre de Jetro junto al de Moisés, me llamó la atención, preguntándome: - “¿y éste quién es?”- teniendo que ir a la fuente (obviamente la Biblia) a buscar de quién se trataba. Jetro era el suegro de Moisés, un personaje secundario en el relato bíblico, aunque tuvo bastante influencia sobre Moisés durante los años de su juventud.

(2) Los “Vedas” son los cuatro textos más antiguos de la literatura indú, trasmitidos oralmente en sánscrito unos dos mil años antes de Jesucristo. La religión védica es también anterior a la religión indú y muy anterior a la redacción del Génesis por Moisés. La religión védica era politeísta, teniendo infinidad de dioses, mayores y menores, grupos de dioses según los elementos que representaban (agua, fuego, sol), o según sus poderes (guerra, salud), potestades o trabajos (artesanales), muchos de los cuales fueron luego adoptados y adaptados por la religión indú.

(3) Hice el intento de cotejar el texto bíblico de la Creación según el Génesis precedentemente citado, con los textos védicos que menciona Mauber en el libro, pero me resultó una tarea prácticamente imposible. En efecto, Mauber tuvo la oportunidad de acceso, leer y estudiar citas de partes de los “pergaminos del Mar Muerto” o “rollos de Qum Ram”, que fueron una serie de 972 manuscritos hallados en el año 1946 en vasijas selladas y ocultas muy probablemente por la secta hebrea de los Esenios, en cuevas a orillas del Mar Muerto, lo cual superaba absolutamente mis modestas posibilidades.

No obstante, accedí a varios de los Himnos védicos del Rig Veda que es el más antiguo libro védico que cito a continuación: Himno 129 del (mandala=himno) 10 del Rig Veda:

“En el principio la oscuridad escondía la oscuridad. Todo era agua indiferenciada. Envuelto en el vacío, deviniendo, ese Uno surgió por el poder del calor. El deseo descendió sobre eso en el principio, siendo la primera semilla de la mente. Los sabios buscando con inteligencia en el corazón, encontraron el nexo entre existencia e inexistencia”.

En el llamado Himno Hiranyagarbha 10.121 del Rig Veda se dice:

“Aquel al que el cielo y la tierra, establecidos en su luz y su protección, observan con su mente, en quien el Sol se alza e ilumina, adoremos con ofrendas a esa divinidad [llamado Prajapati en este himno]. Cuando las poderosas aguas diseminaron el universo, conteniendo el germen y generando el fuego [Agni, un dios y un elemento], entonces moró ahí el Uno, aliento de todos los dioses”.

El escritor italiano Roberto Calasso, amplia y reiteradamente premiado a nivel internacional, profesor en la Universidad de Oxford, profundo conocedor de la literatura védica, nos dice que Prajapati yacía con los ojos cerrados; entre su cabeza y su pecho un “ardor” quemaba en su interior; ese ardor era el surgimiento de la mente, y era la mente transformadora, era el calor de la conciencia, la flama oculta en los huesos. Las aguas anhelaron (“ardían”) dentro del cuerpo de Prajapati, la existencia era intemporal y “el año no existía”. Luego Prajapati comenzó a emitir sílabas que se transformaron en la tierra, el cielo y las aguas y se convirtió en el Padre Tiempo.

Nacido del deseo de las aguas, Prajapati engendró todo esto (“idam sarvam”) pero él mismo (Prajapati, el Uno) era el único ser que no podía asegurar tener un padre y una madre (*) sin embargo era hijo de las aguas por haber provenido de ellas, y a su vez las aguas eran sus hijas (su creación).

(*) Cuando mis amigos católicos romanos, en el Ave María, rezan “Santa María, madre de Dios…”, a mi criterio incurren en un grueso error, ya que Dios, el Creador de todo cuanto existe, no puede tener una madre. Sé que muchos amigos católicos se enojarán conmigo, y otros dirán que el rezo “…se refiere a María como madre de Jesús”. Acepto la explicación, pero el rezo textual dice “madre de Dios”, lo cual –para mí- es un error imposible de disimular pues hace a Dios, hijo de, o creación de, los seres humanos, vaciándolo de divinidad y poder creacional. Debe recordarse que, en muchas culturas, Dios es designado como “el innaciente” pues no nació de nadie, no tiene padre ni madre, ni principio ni fin, vive desde siempre y para siempre.

Prosiguiendo con el estudio del Prof. Calasso, señala éste que Prajapati intuyó que tenía otro ser dentro de sí, éste ser era Vac, una mujer, y cuando él la miró, ella emergió como un flujo de agua. Prajapati se unió a ella y la dividió en tres partes: “A” era la tierra, “Ka” el espacio intermedio (la atmósfera diríamos hoy) y “ho” el o los cielos.

Nos dice el Prof. Roberto Calasso, que los Vedas no dejaron ciudades ni templos, su “edificio” fue el sánscrito (lengua indoeuropea antiquísima –de los primeros lenguajes utilizados por el hombre- que se mantiene en varios libros sagrados de la India) y la liturgia; y los sabios videntes vieron los himnos en el cielo, tal como nosotros vemos “un río o un árbol”. Las palabras de los sabios dirían “Hemos bebido Soma [un vino litúrgico], nos hemos vuelto inmortales, hemos logrado la luz, hemos encontrado a los dioses. ¿Qué pueden hacernos ahora el odio y la malicia de los mortales?”

(**) Sin perjuicio de las similitudes que guarda el relato bíblico sobre la Creación contenida en el Génesis, con el mismo relato contenido en otras antiguas culturas como la védica, lo mismo que el relato histórico sobre el Diluvio, también presente y corroborado por muchos escritos de los mesopotámicos, medos y persas, no puedo dejar de señalar una gran diferencia entre ellos: por un lado la fuerza renovadora, la potencia, la claridad del relato bíblico, que inflama nuestra alma y la eleva en pos de tesoros espirituales, por contraposición a las otras historias (que por formar parte de la historia de la humanidad, fueron vividas, conocidas y contadas por otros pueblos aparte de los hebreos), expresadas de forma confusa, sin la energíabíblica, sin esa potencia renovadora que se desprende del relato contenido en el Libro de los libros.

Eso me lleva a la ineludible conclusión de que, en el relato bíblico, estamos frente a un texto inspirado (o sea dictado por Dios a Moisés, o inspirado por el Espíritu Santo o psicografiado por Moisés bajo la guía del Espíritu), frente a otros relatos históricos de otros pueblos que, si bien contienen los mismos hechos y la misma información histórica, no dejan huella indeleble en la mente del lector.

Recomendamos leer con atención el conocido libro sagrado de la religión indú, El Bhagavad-Gita, anotado e interpretado por Su Divina Gracia Bhaktivedanta Swami Prabhupada, fundador del movimiento Hare Krishna, que narra los diálogos entre el héroe militar Arjuna y su amigo y auriga (auriga= cochero, conductor de los caballos en el carro de combate), el Señor Krishna (***), su consejero y mentor, quien va dando a Arjuna las pautas de conducta a través de las cuales podrá alcanzar paso a paso su elevación espiritual y la victoria en las distintas batallas, sean éstas materiales o espirituales. Despojados de valoraciones subjetivas, podemos traspolar la situación, observando que, así como Krishna va “educando” poco a poco a Arjuna, Jehová va dando a Moisés las pautas morales, los conocimientos históricos y educativos necesarios a fin de hacer de él, un verdadero guía y patriarca para el pueblo judío.

(***) Según el hinduísmo, Krishna es un “avatar” (encarnación) del dios Visnú. Sin embargo, para el krishnaísmo, el Señor Krishna es la principal manifestación de Dios. Krishna se refiere a sí mismo declarando que:

“Siempre que la rectitud decae y aumenta la injusticia, yo me manifiesto; y para la protección de los virtuosos, la destrucción de los viciosos y el restablecimiento de la rectitud, yo (re)encarno de era en era”.

En el Nuevo Testamento, en la Segunda Epístola a Timoteo, capítulo 3, verso 16, 17, el Apóstol Pablo nos dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Zoroastro

Zoroastro(4) representó notablemente un marco moral para la humanidad. Educado para ser líder en el reinado persa, decepcionó a sus padres cuando optó por una vida religiosa.

A los treinta y dos años creó un revolucionario concepto religioso, postulado en una contradicción dualista, en la cual todas las cosas se oponen entre sí (el bien al mal, lo blanco a lo negro, el frío al calor, lo bonito a lo feo…). Los templos de adoración, según Zoroastro, mantienen en el centro de los altares, baldosas blancas y negras, para recordar esta dualidad.

Zoroastro es la forma más conocida de Zaratustra(5). Él reformuló el concepto religioso vigente entre los persas y peregrinó con su pueblo en busca de la Tierra de la Sabiduría, formulando promesas y atribuyéndose a sí mismo poderes divinos.

El dominio de algunos secretos guardados bajo siete llaves por sus sacerdotes, le proporcionó el privilegio de liderazgo de un pueblo rebelde e inculto.

El zoroastrismo prescribió una fé en un dios único (monoteísmo): “Ahura Mazdah”, el Señor de la Sabiduría, a quien Zoroastro atribuía el papel de creador y guía absoluto del universo. El mal, era representado por Ahriman, el cual estaba siempre acompañado de entidades que procuraban generar malos pensamientos, mentiras, rebeliones, malos gobiernos, enfermedades y muertes.

En la transposición mítica de ese dualismo, reside el fundamento del orden del mundo, o el disturbio de ese orden, de acuerdo con lo que pregonaba Zoroastro.

Constituyendo una premisa rígida, tal dualismo dirige los actos de cada individuo, biográficamente, en la medida en que opta por el bien o por el mal comportamiento, pero también en las relaciones sociales, en la esfera colectiva, donde están presentes las iniquidades que acarrean perjuicios de carácter general. Toda acción, por lo tanto, reproduce en un microcosmos un aspecto del conflicto universal entre las fuerzas del bien y del mal.

Como fruto de esa noción, el zoroastrismo tiene una serie de exhortaciones destinadas a dirigir la conducta de los hombres, reprimiendo sus impulsos primitivos.

Entregó (Zoroastro) diez principios de moralidad plena (6), recibidos según él- de Ahura Mazdah-, el cual se manifestaba secretamente en forma de fuego y con la fuerza del relámpago y del trueno, en una montaña de Albrodj. Esos principios, conocidos como los Diez Postulados Divinos, prohibían la profanación de lo allí designado, estableciendo penas que pretendían moralizar las costumbres del pueblo persa.

La primera modificación de los principios pregonados por Zoroastro ocurrió después del reinado de Darío (521-486 a.C.) transformando algunos postulados y adquiriendo la nomenclatura de “Mazdeísmo”.

La modificación se debe probablemente al hecho de que en esa época los preceptos religiosos pre-zoroástricos tenían una influencia en la fé de las regiones ya conquistadas, emergidas sobre nuevas formas de creencia y liturgia, compatibles con la tolerancia oficial que, en cierto sentido, promovieron y estimularon el sincretismo.

(4) Zoroastrofue un profeta iraní nacido entre los años 1000 y 600 a.C. en Irán, cerca de Teherán según la posición más aceptada, fundador de un movimiento o religión monoteísta conocida como zoroastrismo o “mazdehismo” ya que el nombre del Dios de Zoroastro era Aura Mazdha

(5) Zaratustra, es otro nombre con que se conoce a Zoroastro.

(6) Los principios de moralidad plena o “Diez Postulados Divinos” propuestos por Zoroastro, ¿fueron acaso el preámbulo de las Tablas de la Ley conteniendo los Diez Mandamientos dados por Jehová a Moisés? Es posible. ¿Acaso el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de la tierra “buscando” entre los seres humanos, uno capaz de creer, obedecer, trasmitir y ser guía del pueblo hebreo elegido por Dios, hasta que el Espíritu dio con Moisés? También es probable.

Moisés y el antiguo testamento

En Éxodo, capítulo 3, encontramos referencias claras sobre el parentesco de Jetro con Moisés (7). Más tarde, en Números, capítulo 10, otro suegro de Moisés es referido. Se trata de Hobab (8).

Jetro era un sacerdote pagano. Aconsejó a Moisés que estableciese ayudantes para poder, de esa forma, gobernar al pueblo de Israel. Fue, tal vez, el primer hombre en mostrar que es posible delegar poderes y mantener un liderazgo absoluto. Así, Moisés no perdería el poder y conseguiría dominar una nación rebelde como lo era el pueblo judío.

Jetro y Hobab eran “madianitas”, pueblo en el cual reinaba la poligamia. Esa era la mejor forma de conservar el poder, a través de la procreación de muchos hijos.

Los madianitas, también llamados ismaelitas, estaban establecidos en la costa nordeste del desierto de Arabia. Era un pueblo trabajador, rico, ambicioso, egoísta y con fuerte dominio del comercio. Fueron los primeros en domesticar los camellos, usándolos para el transporte de grandes volúmenes de mercaderías. Una nación rebelde y llena de ambiciones. Idólatras, ejercieron influencia contraria a las disposiciones establecidas por Moisés, quien ya insinuaba un dios único.

Hubo batallas con gran derramamiento de sangre intentando destruir Israel. Es interesante buscar referencias en Números en los capítulos 22, 25 y 31.

Cuando Moisés y Jetro decidieron contar la historia de la humanidad, retrocedieron hasta mil años en el tiempo, o sea, situaron la Creación Planetaria alrededor del año 2.000 a.C. Recordemos que Moisés inició el Éxodo del pueblo judaico, aproximadamente en el año 950 a.C.

Adán y Eva fueron tratados como si fuesen los primeros habitantes de la tierra. Y asi, situados 2.000 años a.C. Este hecho, por absoluta falta de información, olvidaba 200.000 años de historia (9). Olvidaba al hombre con enormes pelos en su cuerpo, sirviéndole de abrigo en la lucha por su sobrevivencia. Olvidaba que el idioma escrito fue inventado por los sumerios, hacia el año 3.500 a.C. Olvidaba la construcción de las pirámides de Egipto en el año 2.500 a.C. (1.500 años antes que Adán). Olvidaba los primeros alfabetos y el Código de Hamurabi, en el año 2.000 a.C. Ignoraba que el planeta Tierra surgió hacía ya seis billones de años (10).

Así, plagados de errores, inventos y falta de información, fueron escritos los libros conocidos como Pentateuco (11).

(7) El texto bíblico nos dice enExodo 3:1:“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro, su suegro, sacerdote de Madian…”

(8) En Números 10:29 la Biblia nos relata: “Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Raguel madianita, su suegro…”

(9) La justificación por medio de la Fe. Recordemos que, según la Biblia, el pueblo judío, fue “escogido” por Dios para ser “su pueblo”, no precisamente por sus grandes virtudes, ni por su cultura, delicadeza, dedicación, sumisión, sino justamente, eran todo lo contrario, díscolos, rebeldes, idólatras a la primera opción, pendencieros, contestatarios, poco apegados a las normas de convivencia etc.

Sin embargo, Jehová efectuó un pacto con el patriarca Abraham porque éste “creyó” a Jehová (tuvo Fe en Jehová) según se nos explica en Génesis 15:6:

“Y creyó (Abraham) a Jehová y le fue contado por justicia”.

Abraham no era perfecto, justo, ni mucho menos, sino que fue “justificado” por su Fe en Dios. Otros pasajes nos recuerdan la promesa de Dios a Abraham en Salmos, 105:6,9: