La chica realista y el mundo soñador - Johanna Montivero - E-Book

La chica realista y el mundo soñador E-Book

Johanna Montivero

0,0
0,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Al soñar cruzamos la línea de la realidad para sumergirnos en un océano de inesperados mundos en donde somos protagonistas o visionarios, en donde la oscuridad y la luz nos sorprenden de lleno al llegar a un objetivo. No obstante, seguimos creyendo ser parte de ellos hasta abrir nuestros ojos y darnos un golpe y caer para nuevamente levantarnos para seguir con nuestras vidas. "DIFERENTES HISTORIAS QUE DENOTAN FANTASÍA Y TERROR Y UNA PEQUEÑA NOVELA SOBRE LAS DIFICULTADES DE UNA ADOLESCENTE".

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 58

Veröffentlichungsjahr: 2019

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.


Ähnliche


JOHANNA MONTIVERO

La chica realistay el mundo soñador

Editorial Autores de Argentina

Montivero, Johanna

La chica realista y el mundo soñador / Johanna Montivero. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2019.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: online

ISBN 978-987-87-0174-5

1. Microficción. I. Título.

CDD A863

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: [email protected]

Diseño de portada: Justo Echeverría

Diseño de maquetado: Maximiliano Nuttini

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Para Esteban, que me ha ayudado en mis escritosy me ha despertado con su amor.

Ser uno de los primeros en levantarse a la madrugada es como una pesadilla.

Sientes como si fueras el único sobreviviente en la tierra y sabes que hay algo esperando detrás de la puerta.

Te quedas acostado escuchando el silencio y poco a poco te vuelves a dormir. Ahí es cuando te das cuenta de que te vuelves parte de ellos.

INVITADOS ESPECIALES

La gran mansión dio una agradable y confortable bienvenida a cada invitado. Los tiempos mejores habían regresado y qué otra manera de celebrarlo si no era con un gran festín. Distribuyéndose en ciertos puntos del salón, reían y conversaban despreocupadamente con sus atuendos de gala, aun sabiendo que eran ni más ni menos que pueblerinos exprimiendo sus últimos recursos. A lo lejos se vislumbraba a aquellas personas indeseadas que no querías cruzarte en sus caminos. Opté por subir las escaleras y echar un vistazo a los cuartos. Bajando la mirada pasé ante la reconocida mujer a la que rodeaban sus pretendientes. Sin vacilar abrí la puerta que estaba ante mi presencia. Cuadros tirados en una alfombra aterciopelada asomaban los cuerpos esbeltos de sirenas, con sus cabellos mojados y mirando coquetamente a la visita imprevista. Una de ellas se arrastró hacia mis pies y besó mis zapatos dándome una cálida bienvenida, las paredes daban un ambiente de estar viviendo en un acuario. Con un golpe en seco el sonido se alejó en un eco.

Regresé al vestíbulo en donde una vieja conocida me miró con aire de haber cometido un acto de locura. Mi garganta estaba seca como si una pala hubiera entrado hacia mi boca, dejando tierra en mis entrañas, con gotas de sudor en mi frente hice un ademán para que uno de los sirvientes me ofreciera una copa. Al entrar en contacto con el fino cristal el tocadiscos dio un sonido gutural junto a la oscura noche que me acarreaba. Entre la confusión un viento entró desplazándome hacia la salida. Lenguas de fuego saboreaban apetitosamente el postre del sacrificio. Y almas sacudidas en dolor emergían de un despertar lejano.

EL ESPACIO ENTRE NOSOTROS

Como mil agujas atravesándome la carne, vislumbré borrosamente una hilera de camas en una luz blanquecina. Los cuerpos yacían inmóviles en sus puestos, algunos despertaban despavoridos, otros contemplaban los ventanales que rodeaban la habitación. El universo infinito estaba a nuestros pies, como si fuéramos los espectadores de un acontecimiento importante. Una bola de fuego pasó a centímetros y un parlante contaba las horas para la destrucción de nuestro planeta. Quien fuera que nos trajo aquí quería que los últimos sobrevivientes tuvieran el mismo infierno a base de sus propios juegos. No estaba seguro de que la salvación fuera la opción dentro de sus planes.

La desesperación iba incrementándose y mil dudas pasaban por nuestras mentes, como cables conectándose entre sí. Hasta que el sueño dominó nuestras preocupaciones en una espera eterna.

Otra vez la confusión nos invadía, la gente que estaba anteriormente se esfumó como polvo. Mientras que otros habían sido modificados. Una niña con los ojos vacíos yacía en una camilla, con partes cosidas por su torso hasta sus piernas. No sé si seguía con vida, pero vi un reflejo moverse en uno de sus pies.

En filas iban nombrándonos por pareja y nos hacían hacer pruebas de supervivencia. Mientras aquellos seres observaban y anotaban cada movimiento que hacíamos. Tuve la suerte de no ser elegido, pero pronto la desgracia tocaría mi puerta.

Por su parte la mayoría empezamos a buscar entre rincones cosas que nos fueran útiles, hasta que nos dimos cuenta de que, entre cada cabezal de nuestras camas, había escondido un compartimiento con una gran cantidad de elementos peligrosos.

Uno de los que se encontraba cerca de mí apretó con firmeza el arma blanca y, en forma de media sonrisa, se cortó desde la parte de atrás del oído hasta la yugular. Un gran charco tocó mis pies y sentí el calor. Vimos cómo cada célula de su cuerpo se desintegraba hasta dejar lo que una vez fue su vestimenta.

Los rostros contorsionaban sus expresiones y empuñaron como si alguien los estuviera controlando. Tranquilizándolos les dije que si tiraban sus armas nadie saldría herido, que encontraríamos una solución. Pero el terror recorrió cada instante y el tiempo avanzó... lo que una vez estuvo ahí ya no se encontraba.

Estaba solo, completamente solo en la oscuridad. ¿Qué significaba todo esto? ¿Quién organizó esta maldad? Ahora... ¿Qué se debía hacer? Corrí con todas mis fuerzas y algo tan brillante que cegaba mis ojos me condujo hacia el camino.

La calle estaba atestada de personas, tropecé ante uno de ellos, pero no podían verme. No era como si me ignorasen, un simple choque y los traspasaba. Al principio era desconcertante y horroroso, pero luego, planteando como era mi vida, no creí que fuera tan malo como pensaba. Podía hacer todo lo que quisiera sin que me vieran, era libre, nadie me detendría. Y podría respirar y contemplar el paisaje en cada detalle.

Al parar en una revistería, me dieron ganas de leer algo y para mi sorpresa podía tocar el objeto. Me quedé curioseando hasta que una persona se acercó a mí, la sentía muy familiar, un olor nostálgico.

Ahora lo recuerdo, era uno de los integrantes de aquel lugar y no solo él, TODOS estaban deambulando y reconociéndose de a poco. Pero lo que más me fascinó es que ellos se sentían felices como si se desataran de los problemas por los cuales estaban agobiados. Brillaban con esplendor hacia el sur, mirando hacia la luz.

Tan vivos, tan muertos como yo...

MUNDO ALTERNO

Arrodillada con un libro de páginas en blanco entre mis manos observé cómo la noche se colaba por la ventana. Los aullidos de los lobos daban alerta de que era imposible escapar sin que una parte de mi cuerpo no fuera destrozado.

Los gritos de niños corriendo sin preocupación dejaron al descubierto la soledad que dejaron atrás hacia una pequeña regordeta.