La constitución de Cuba y el problema municipal - Francisco Carrera y Jústiz - E-Book

La constitución de Cuba y el problema municipal E-Book

Francisco Carrera y Jústiz

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Beschreibung

Francisco Carrera y Jústiz identificó en La constitución de Cuba y el problema municipal los problemas de la sociedad civil cubana desde la época colonial hasta principios del siglo XX. Este ensayo empieza haciendo una valoración de la herencia europea —fundamentalmente española y francesa— que se recibió en la isla. Luego, avanza hasta llegar a las relaciones que se tejían entre los marcos legislativos hispanos y las diferentes constituciones latinoamericanas. Carrera hace especial hincapié en el papel de la Constitución cubana de 1901 para abordar la organización de las instituciones locales, con éxito seguro. Considera pernicioso, dos precedentes que la inutilizarían y que son, - uno, la aún vigente Ley Municipal española - y otro, el mal influjo que dejó, en el orden municipal, el período de la intervención americana.Francisco Carrera cita a varios de los más eminentes políticos españoles. Y a partir de ellos, comenta las causas fundamentales que hacen de la Ley Municipal española una obra legislativa inaceptable: - En primer lugar, porque contiene un concepto científico equivocado respecto del municipio, ya que lo considera un mero órgano del poder central. - En segundo lugar, porque la ley española, se inspira en el sistema centralizador de Napoleón,que quiso ver a los municipios, solo como medios mecánicos de gobierno, sin iniciativa propia, subordinados, de forma casi militar, al poder ejecutivo supremo. Utilizando la misma metodología, Carrera recoge las opiniones sobre las instituciones municipales americanas que hacen sus propios periodistas más reputados. Así, explica el notorio fracaso del sistema municipal cubano y desacredita la herencia de la intervención americana en la Isla, en lo relativo a la organización municipal de Cuba.

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Francisco Carrera y Jústiz

La Constitución de Cuba y el problema municipal

Barcelona 2024

Linkgua-ediciones.com

Créditos

Título original: La constitución de Cuba y el problema municipal.

© 2024 Red ediciones S.L.

e-mail: [email protected]

Diseño de cubierta: Michel Mallard.

ISBN rústica: 978-84-9953-627-9.

ISBN ebook: 978-84-9007-611-8.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Sumario

Créditos 4

Al Congreso Cubano 7

Razón de este folleto 9

La Constitución de Cuba y el problema municipal 11

Magnitud del problema 11

Lo que motiva la importancia actual de la cuestión 13

Presente constitucional de Cuba 15

Por qué es mala la ley municipal española 21

Por qué es malo lo que trajo la intervención americana 31

A qué necesitamos atenernos 39

Libros a la carta 47

Al Congreso Cubano

La Historia es la Política del pasado y la Política es la Historia del presente.

Razón de este folleto

Varios miembros, muy distinguidos, de la Cámara de Representantes, se dignaron visitarme, manifestándome que aquella había acordado suspender por tres días la discusión de la Ley Municipal, al efecto de que la Comisión respectiva tuviese conmigo, sobre ese asunto, unas conferencias parlamentarias.

Verificadas estas en el salón de sesiones de la Cámara, tuve el honor de exponer mis ideas al ilustre Presidente de dicha Comisión y a otros dignísimos Representantes que formaban parte de aquella, o que allí se encontraban por afición a la materia.

La brevedad del tiempo disponible, limitó, naturalmente, la exposición de los juicios que tan importante asunto demanda, y he considerado que la honra, tan grande como inmerecida, de tal consulta, me obligaba a corresponder, por lo menos, con una tentativa de explanar, bajo algún método, las ideas allí improvisadamente emitidas.

He ahí la intención de este trabajo, que, con el más profundo respeto por la Cámara y la Comisión referida, y especialmente con mi gratitud a los dignos Señores Representantes que se sirvieron visitarme a dicho efecto, presento como ampliación de lo ya expuesto.

La Constitución de Cuba y el problema municipal

Magnitud del problema

El Municipio es la verdadera Patria; la que vemos; la que conocemos con todos nuestros sentidos.

Sismondi.

Dentro de la Filosofía Política, la creación de una república democrática presenta, en orden general, dos aspectos esenciales, íntimamente relacionados entre sí.

Uno es, el aspecto teórico fundamental, que consiste en la promulgación del Código político, o sea la forma de organización con que el nuevo Estado ha de cumplir, a través de la Historia, su misión internacional. Y esto, es decir, la Constitución del Estado, se limita a trazar las líneas generales, el marco dentro del cual se ha de comprender después el cuadro efectivo y verdadero de la vida nacional.

El segundo aspecto, se contrae ya a ese cuadro real de la vida de la nación. Es tan interesante como el primero. Es su indispensable complemento.

Por eso se llaman, en Derecho publico, Leyes complementarias de la Constitución, generalmente a las que organizan las instituciones necesarias para que el Estado pueda cumplir sus fines.

Y entre esas Leyes complementarias, ninguna de mayor importancia que las que organizan las Instituciones locales, los Municipios, que son las partes sin las cuales no se concibe la existencia del todo Estado.

Henrion de Pansey dijo que el Municipio «no es una creación de la Ley, sino que existe por la fuerza misma de las cosas; es, porque no puede menos de ser».

Dentro de todos los sistemas políticos, en todas las escuelas de Filosofía social, se reconoce que está en la voluntad de los hombres crear los Estados y las Provincias; pero jamás la fantasía de los más avanzados reformistas osó pensar, siquiera, en crear los pueblos. La razón de esto la sintetizó admirablemente Tockeville, con estas hermosas palabras: «El hombre constituye los reinos y crea las repúblicas; pero el Municipio ha salido directamente de las manos de Dios.»

Se concibe una ciudad, una aldea, un pueblo cualquiera, sin Provincias y sin Estado. Lo que no se concibe es un Estado sin pueblos.

Un principio de biología jurídica, confirmado por la historia y por la experiencia, proclama que la realidad es anterior a la Ley y por consiguiente, el hecho, anterior al Derecho.

He ahí la relación entre el pueblo y la nación, entre el Municipio y el Estado. Aquél es la realidad viviente: el hecho. Éste es la abstracción unitaria: el Derecho.

En otro orden, tenemos, por lógica consecuencia, que la Constitución del Estado da forma a la Nación. Pero no basta la Ley de la forma del Estado. Se necesita la Ley de la vida del Estado. Y ésta es la Ley municipal; es decir, la Ley que organiza y regula el desenvolvimiento de los organismos realmente vivos que forman el Estado; puesto que, es en los pueblos y en las ciudades, es decir, en los Municipios, donde el Estado piensa y siente, donde atrasa o prospera, donde se vigoriza o se aniquila, donde se eleva o se envilece.

De ahí la trascendental importancia que presentan los Municipios, en relación a la existencia y prosperidad del Estado; y por eso toda Ley orgánica de las Instituciones locales, afecta, en la médula misma, la vida nacional.

El prestigio de las Municipalidades, es seguro exponente, por tanto, de la prosperidad de las naciones.

Así vemos que en Inglaterra, Lord Rosebery pasa de la Presidencia del Gabinete inglés, al Concejo Municipal de Londres y Lord Chamberlain cesa como Mayor de Birminghan, para ser ministro de la Corona. En Francia, a Casimir Perier, apenas renuncia la Presidencia de la República, le encontramos Concejal de su pueblo. En Alemania, el doctor Virchow, que llenó el mundo con su fama de sabio, formaba parte del Concejo Municipal de Berlín, y en los Estados Unidos se indica como probable candidato para la Presidencia de la Gran República, al Mayor que fue de Cleveland (Ohio) Mr. T. L. Johnson.

Lo que motiva la importancia actual de la cuestión

El bosquejo que precede, caracteriza el alto interés con que las naciones más cultas y poderosas cuidan hoy del gobierno local. Pero conviene recordar, someramente, las causas que acrecientan, como hecho de actualidad, la atención de los hombres de Estado y de los publicistas de ciencias sociales y políticas de todo el mundo, sobre los asuntos municipales.

Hace apenas cincuenta años que los pueblos y las ciudades se conservaban todavía aprisionados por las enormes murallas y la doble cintura de fosos, con que, dentro de ese recinto, se defendía la vida de los habitantes, en la guerra inacabable que caracterizó el estado social de la Edad Media.