Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
La amiga de Mathilde, Stephanie, tiene un nuevo novio y esta noche Mathilde lo conocerá por primera vez. La invitaron a una cena íntima, sólo para ellos tres. Pero el nuevo novio de Stephanie es un actor porno. Tan sólo el pensamiento de lo bien dotado que debe estar la hace mojarse... Pero ¿cómo le hablas a una estrella porno? Tiene un presentimiento de que algo especial pasará esa noche. Su intuición es fuerte y sabe que rara vez se equivoca. ¿Qué habrá planeado Stephanie realmente para esa velada juntos?
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 18
Veröffentlichungsjahr: 2019
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Fabien Dumaître
LUST
La estrella porno
Original title:
L'Acteur X - Une nouvelle érotique
Copyright © 2019 Fabien Dumaître and LUST, an imprint of SAGA, Copenhagen All rights reserved ISBN: 9788726331837
E-book edition, 2019 Format: EPUB 2.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
Mathilde estaba incómoda. La noche anterior, cuando dieron las once, su amiga de la infancia, Stephanie, la había llamado para invitarla a una cena íntima para conocer a su nuevo novio. El evento crucial sería esta noche y la pobre chica no tenía idea de qué regalarles a los tórtolos. No quería meter la pata porque el chico nuevo de Stephanie, un muchacho apuesto de piel oscura y ojos azul cielo, era según su amiga nada más y nada menos que un actor de películas pornográficas.
Mathilde había visto algunas películas de ese género, aunque prefería el cine «tradicional», y lo primero que se le vino a la mente fue el tamaño desproporcional de los atributos masculinos. Dio vueltas en su cuarto, intentando idear un regalo simple aunque agradable de recibir. Al ser tan torpe como era, temía que su regalo aludiera al sexo, aunque fuera indirectamente. Se preguntaba si esos hombres y mujeres que trabajaban en la industria del sexo hablarían sólo de esas nimiedades o si tendrían otros temas de conversación. ¿Llevarían todo al campo del sexo? ¿Estarían haciendo siempre comentarios picantes? ¿Acaso cualquier palabra con la más mínima connotación sexual sería llevada hacia allí indefectiblemente? Con la cabeza hundida entre sus manos, trataba de sacar de su mente esas ideas absurdas. ¡Qué estúpida era! Estas personas eran como cualquiera, dejando de lado el hecho de que su trabajo era un tanto tabú y oscuro para los no adeptos. ¡Podría haber tenido un plomero como novio y el hombre definitivamente no hubiera hablado de plomería durante la cena!