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«Todo su cuerpo ardía con una pasión voraz, como si el demonio del vicio la consumiera en su interior. Estaba al borde de la implosión». Stéphanie y su amiga Mathilde se disponen a compartir una velada subida de tono. Tras haber probado recientemente las mieles de un actor porno, deciden continuar con su juego sexual y acudir a un club de intercambio. Es la primera vez para Mathilde y Stéphanie la anima a elegir a una mujer como compañera de noche. Cada una a su manera, ¿alcanzarán el séptimo cielo en esta nueva experiencia? La velada libertina es la continuación de las novelas La estrella porno y Stephanie, la mirona desinhibida, del mismo autor.
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Seitenzahl: 14
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Fabien Dumaître
La velada libertine
LUST
La velada libertine
Original title:
La Soirée libertine
Translated by Raquel Luque Benítez
Copyright © 2020 Fabien Dumaître, 2020 LUST, Copenhagen.
All rights reserved ISBN 9788726404838
1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
La velada libertine
Mathilde y Stéphanie pasaron juntas una velada erótica memorable en compañía de Sébastien, un experimentado actor porno. Cuando se volvieron a ver unos días más tarde, hablaron largo y tendido sobre las sensaciones que habían sentido y abordaron el tema con privacidad y honestidad. Desde ese momento, una nueva complicidad se instaló entre ambas mujeres, y ahora podían hablar sobre su sexualidad sin tabúes. Stéphanie había reflexionado mucho y decidió proponerle a Mathilde visitar un sex club. Cuando se lanzó, con cierta malicia en su voz, Mathilde dudó un instante, pero luego aceptó emocionada. Stéphanie exclamó totalmente entusiasmada:
—¡Ponte guapa querida, vamos esta noche!
—¿Esta noche? —balbuceó Mathilde.
—Esta noche —le confirmó Stéphanie con una sonrisa que dibujaba la comisura de sus labios—, y no te abrigues mucho, no llevaremos la ropa mucho tiempo.
Las mejillas de Mathilde se sonrojaron de entusiasmo, más que de vergüenza. Curiosa, Stéphanie continuó:
—Dime, ¿lo has hecho alguna vez con una mujer?
