La experiencia de migrar - Liliana Ferrero - E-Book

La experiencia de migrar E-Book

Liliana Ferrero

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"Vemos en este libro cómo una psicoanalista examina en su práctica clínica cómo el psicoanálisis da una perspectiva muy apropiada a la cuestión de la migración. La brújula que alimenta este ensayo es la de resaltar la importancia del aporte psicológico para entender los procesos migratorios y los particulares modos de resolución que cada quien, migrante, encuentra. Hablar de procesos psicológicos es un modo muy amplio de referirnos al tema de interés de Liliana ya que se trata de una psicoanalista interesada en la mirada que ofrece el psicoanálisis. Amparándose en distintas teorías y autores del psicoanálisis, su énfasis está puesto en los duelos que cada migrante y sus familias experimentan, estableciendo una conexión entre los posibles modos de resolución de los mismos con las historias infantiles, el atravesamiento de duelos, situaciones traumáticas y contenciones alcanzadas en la historia infantil. Para nosotros ha sido una experiencia muy placentera y de aprendizaje leer este libro y nos sentimos muy honrados en prologarlo." Silvia Nussbaum y Rodolfo Moguillansky

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Liliana Ferrero

La experiencia de migrar

Reflexiones psicoanalíticas

Ferrero, Liliana

La experiencia de migrar : reflexiones psicoanalíticas / Liliana Ferrero. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Biebel, 2020. Libro digital, EPUB

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-8362-16-8

1. Ensayo Psicológico. 2. Clínica Psicoanalítica. 3. Migración. I. Título.

CDD 150.195

© Liliana Ferrero

© Ediciones Biebel, 2020

Realización de cubierta: Ramiro Pazo

Diagramación de páginas: Cálamus (contacto: [email protected])

Edición en formato digital: octubre de 2020

Ediciones BIEBEL José Juan Biedma 1005, (1405) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina Tel. (54-11) 4582-3878

[email protected][email protected]

Libro de edición argentina Producido en la Argentina No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Conversión a formato digital: Libresque

Agradecimientos

A mi familia,

a la Dra. Rosa Sloin de Berenstein,

a la Dra. Lilia Bordone,

a la Dra. Silvia Nussbaum,

al Dr. Rodolfo Moguillansky

y a todos los colegas de APdeBA

que generosamente colaboraron en esta tarea.

… cuantiosas ponencias sentimentales oscuras,

tanto más poderosas cuando más difícilmente

dejábanse expresar en palabras,

la clara conciencia de una íntima identidad,

la secreta familiaridad de poseer

una misma arquitectura anímica …

Sigmund Freud

Discurso a los miembros de la Sociedad B’nai B’Rith (1926)

Obras completas, Tomo III, Biblioteca Nueva

Prólogo

Tenemos una larga relación amistosa y profesional con Liliana Ferrero.

Sabemos de su largo trabajo en el tema de este libro y hemos compartido actividades, jornadas y Congresos sobre esta cuestión en Italia y sabemos de su enorme tarea sobre la misma en la Argentina.

Este libro da cuenta de esta trayectoria teórica y clínica.

En este rico e interesante ensayo Liliana Ferrero aborda de manera inteligente y comprometida el tema de la migración.

En el mismo comienza estableciendo distinciones claras entre la emigración, la inmigración y la migración y a la par esclarece que su interés estará focalizado en la migración, entendiendo a esta como el proceso mediante el cual una persona, familia o grupo se aleja de su lugar de origen y su nuevo asentamiento provoca cambios tanto en los migrantes mismos como en la cultura de los pobladores del lugar al que se ha migrado.

Son muy pertinentes las precisiones que realiza respecto de las diferentes disciplinas que son las adecuadas para comprender este difícil problema.

Aclara con agudeza cómo han sido diferentes las migraciones desde Europa a la Argentina de fines del siglo XIX y comienzos del XX de las posteriores a la Segunda Guerra Mundial y las distingue de las migraciones que se han dado en las últimas décadas desde el tercer mundo hacia Europa.

Hace consideraciones muy ricas sobre cómo influyen las diferentes consecuencias de estos procesos de acuerdo con nivel educativo y las condiciones psicológicas de los diferentes migrantes.

Propone sin desestimar estos diferentes abordajes incorporar una mirada psicoanalítica sobre esta cuestión. Con esta finalidad realiza un extenso relevamiento de diferentes autores incorporando su propia mirada.

En su minuciosa descripción enfatiza la importancia que tienen los duelos provocados y promovidos por los movimientos migratorios. Es destacable cómo transita en su narrativa por el difícil sendero que da cuenta de la complejidad que esta problemática tiene sin caer en soluciones simplistas. Para ello, con delicadeza, va imbricando las historias personales y su desarrollo infantil con la especificidad de la migración.

La autora, con generosidad y franqueza, nos muestra en un caso tratado por ella las dificultades contratransferenciales que tiene con una paciente migrante en tanto ella es también una migrante. Nos muestra con elegancia cómo procesa esto para poder comprender y ayudar a su paciente.

En la segunda parte lleva adelante un apasionante desarrollo a partir del mito de Jasón y los Argonautas y nos narra cómo en este mito se puede leer una experiencia de migración en la que simbólicamente se va a un país en busca de algo que traerá la más grande felicidad, prosperidad y gloria.

Cuenta la lucha entre hermanos, padres e hijos con el fin de conseguir el tan ansiado objetivo.

En síntesis, habla de viajes peligrosos que no permiten pensar en lo que se ha dejado atrás, el esfuerzo psicológico que esta migración representa.

Se enfatiza en este relato la idealización que en ocasiones acompaña la migración desestimándose los dolores y duelos que se juegan en ella.

Esta segunda parte tiene como bonus una detallada descripción de talleres con emigrantes e inmigrantes.

Finaliza con un pormenorizado desarrollo acerca de la mujer migrante y el adolescente migrante.

Vemos en este libro cómo una psicoanalista examina en su práctica clínica la manera con que el psicoanálisis da una perspectiva muy apropiada a la cuestión de la migración.

La brújula que alimenta este ensayo es la de resaltar la importancia del aporte psicológico para entender los procesos migratorios y los particulares modos de resolución que cada quien, migrante, encuentra. Hablar de procesos psicológicos es un modo muy amplio de referirnos al tema de interés de Liliana ya que se trata de una psicoanalista interesada en la mirada que ofrece el psicoanálisis. Su énfasis está puesto en los duelos que cada migrante y sus familias experimentan, estableciendo una conexión entre los posibles modos de resolución de los mismos con la forma en que, desde el punto de vista de la autora, quien amparándose en distintas teorías y autores del psicoanálisis, propone que dichas resoluciones están fuertemente influidas por las historias infantiles, el atravesamiento de duelos, situaciones traumáticas y contenciones alcanzadas en la historia infantil.

Para nosotros ha sido una experiencia muy placentera y de aprendizaje leer este libro y nos sentimos muy honrados en prologarlo.

 

Silvia Nussbaum - Rodolfo Moguillansky

Introducción

En las primeras páginas de este trabajo expongo algunos conceptos sobre migración en relación con lo social, cultural, psiquiátrico y etnopsiquiátrico. Sin lugar a dudas, las causas y las consecuencias sociales de las experiencias migratorias en la actualidad son tan importantes que se justifica el hecho de que sean estudiadas desde distintos ángulos y en muy diversos ámbitos, visto el tema de los desplazamientos masivos que se han producido a partir de fines del siglo XIX en adelante y en particular en la primera parte del siglo XXI, especialmente en Europa.

Para ello presento el análisis de una paciente que atravesó una migración, particularizando vivencias contratransferenciales.

En la segunda parte presento, además de otros temas referidos a quiénes migran, el aporte de distintas miradas de la cultura a esta experiencia.

 

Ciudadanía, nacionalidad, segregación, discriminación, integración cultural, etcétera son fenómenos que se estudian desde muy distintas disciplinas. En este sentido se habla de ciclos migratorios producidos por diferentes situaciones (económicas, sociales o industriales; booms económicos, momentos de crisis petroleras o socioculturales), sin dejar de mencionar la importancia de los reagrupamientos familiares y una preocupación por la “segunda generación”, la generación de los hijos. En un intento de entender esta lógica se toman en cuenta también las causas inmediatas y sus efectos sobre las sociedades de recepción.

Si bien existen posturas que consideran que las disciplinas que estudian este fenómeno levantan barreras entre sí para el conocimiento de esta experiencia, un debate entre ellas enriquece la mirada interdisciplinaria. De ahí que aporto algunas ideas psicoanalíticas sobre el tema, consecuencia de lo mucho que vengo investigando conceptualmente sobre la experiencia migratoria. Ojalá ayuden en la comprensión de este fenómeno y sean tomadas en cuenta para futuros debates.

Mi experiencia ha sido con migrantes cuya movilización, si bien ha sido también forzada por diversas razones, no reviste la gravedad que tiene, por ejemplo, la actual migración de los africanos hacia el continente europeo que casi a diario conocemos a través de los medios de comunicación. Viviendo en la Argentina, no he tenido todavía la ocasión de observar y reflexionar sobre este tipo de migraciones, aunque al final de este trabajo expondré algunas consideraciones que han surgido sobre el tema.

No es mi intención aportar una solución a la problemática que se discute sino proponer a una reflexión profunda sobre el migrante, las complejidades de su personalidad y su comportamiento, además de interesarme en la repercusión que produce el hecho de migrar en su estructura psicológica profunda.

 

En el trabajo con los migrantes considero que los aspectos a tenerse en cuenta son:

 

Motivos y causas de las migraciones. Hay motivos muy singulares a cada individuo, muchos de ellos de índole psicológica, propios de la personalidad y de la situación familiar.

Las causas sociales son determinantes. No se pueden comparar, por ejemplo, las migraciones de Europa hacia América Latina de fines del siglo XIX y principios del siglo XX a las que tuvieron lugar después de 1945 en adelante o las actuales migraciones africanas hacia Europa.

Motivos de orden más global que pueden ser generalizables.

Se puede pensar este fenómeno desde distintos niveles: mi elección ha sido trabajar desde un nivel observacional y aportar la consiguiente conceptualización basada en la experiencia. El recorrido ha sido ir desde la práctica hacia el intento de entender estas observaciones a través de las teorías psicoanalíticas que manejo; a partir de ese punto de partida, ha habido un permanente vaivén y un intento de observación de estos fenómenos.

Primera parte

Una definición de emigrar, inmigrar y migrar

El diccionario define lo que se entiende por emigrar y por inmigrar. “Emigrar es dejar una persona, familia o habitante de un país su propia patria con el ánimo de domiciliarse en otro país y por inmigrar se entiende llegar a un país para establecerse en él los que estaban domiciliados en otro”.1 Migrar involucra ambos términos.

Umberto Eco sostiene que

“hay que distinguir el concepto de ‘inmigración’ del de ‘migración’. Tenemos ‘inmigración’ cuando algunos individuos (muchos incluso, pero en medida estadísticamente insignificante con respecto a la cepa de origen) se transfieren de un país a otro (como los italianos o los irlandeses a América, o los turcos hoy a Alemania). Los fenómenos de inmigración pueden controlarse políticamente, limitarse, impulsarse, programarse o aceptarse.”2

En cambio, considera que se produce migración cuando “todo un pueblo poco a poco se desplaza de un territorio a otro y no tiene importancia cuántos permanecen en el territorio original sino en qué medida los migrantes cambian radicalmente la cultura del territorio al que han migrado.”

Menciona migraciones que han cambiado la cultura y la herencia biológica de los indígenas y otras que fundaron una nueva civilización “a la cual incluso los indígenas (los que sobrevivieron) se adaptaron.”

También incluye dentro de las migraciones las interrumpidas (las de los árabes a la península ibérica) y formas de migración programada y parcial (las de los europeos hacia el Este y hacia el Sur) en las cuales los migrantes cambiaron la cultura de los habitantes del lugar.

Establece, entonces, una clara diferenciación entre las migraciones y las inmigraciones. Estas últimas, según el autor, son aceptadas políticamente y son las que se adaptan a las costumbres del nuevo país, mientras que los migrantes son aquellos que modifican “radicalmente” la cultura del nuevo territorio. Para él los actuales movimientos de personas del Tercer Mundo a Europa son migraciones, porque dentro de un tiempo, quizás largo, la cultura será modificada y el continente será “coloreado”. Son migraciones no aceptadas políticamente pero que poco a poco modificarán a los habitantes del lugar.

Algo más interesante opina Eco con respecto a los racistas que, a medida que pasa el tiempo “deberían ser (en teoría) una raza en extinción”. Y más interesante aun cuando toca el fenómeno de la intolerancia: la “intolerancia más peligrosa es precisamente aquella que surge en ausencia de cualquier doctrina, como resultado de pulsiones elementales.3

Deseo hacer un pasaje por algunos estudios realizados con diferentes autores que permiten ver la importancia de la cultura en la observación y la comprensión de este fenómeno. A través de estudios europeos se verá cómo es entendida la migración y las consecuencias que tiene, en diversos campos, para quienes la atraviesan. Estos autores piensan las migraciones desde la óptica de la etnopsiquiatría.

En las Actas del V Congreso Anual de la Sección de la Suiza Italiana de la Societá Svizzera di Psichiatria Sociale del Canton Ticino (Suiza)4 los autores de las investigaciones realizadas sostienen que la migración no es más considerada como un evento que puede desencadenar síntomas psicopatológicos sino que es vista como un factor estresante que puede provocar síntomas de adaptación, curables en breve tiempo.

Los autores de estos estudios llevaron a cabo una investigación que pone en evidencia el resultado de los riesgos de las migraciones internas en relación con las internacionales.

Las conclusiones a las que arribaron fueron:

 

una mayor incidencia de problemas psiquiátricos en personas provenientes de lugares culturalmente más distantes;

se pronuncian por la hipótesis de un “polideterminismo convergente” (De Martis y Montanini) en cuanto a que, además, la emigración debida a motivos de carácter económico está caracterizada por eventos diversos, recorridos existenciales diferentes y elementos personales que también tendrían incidencia en la patología psiquiátrica que forma la base de la mayor frecuencia de las internaciones psiquiátricas;

puede tener incidencia sobre los familiares de los que emigran.

 

Los resultados de este estudio destacaron que cuanto más arraigada es la cultura de un lugar son menores las posibilidades de adaptarse a ella, ya que quita de alguna manera posibilidad a la capacidad de respuesta integradora y a la tolerancia al cambio del mundo.

El etnocentrismo, dicen los autores, lleva a accionar de acuerdo con los prejuicios y precondicionamientos y opinan que la dificultad del migrante para entrar en el mundo nuevo puede provocarle desde un comienzo una respuesta paranoide. Esta reacción recae también sobre aquellas personas que los ayudan a integrarse. Opinan, pues, que es necesario formar a los agentes que operan en ese sector a fin de que esto no suceda. Y concluyen que la historia humana es la historia de las migraciones y de sus encuentros; por lo tanto, migración es igual a intercambio y contacto cultural es igual a encuentros.

En otro estudio europeo,5 Ilario Rossi, su autor, menciona el hecho de que hablar de pluralismo cultural significa también hablar de pluralismo médico pero que la problemática migratoria obliga a comprender mejor las consecuencias que provoca en el mundo de la cura e incentiva a los profesionales involucrados a elaborar una medicina transcultural. Sostiene, además, que actualmente las sociedades deben enfrentarse a rápidos cambios sin ningún precedente en la historia de la humanidad.

Entre estos cambios están las migraciones en masa, que provocan intercambios culturales nuevos. En el caso particular del psicoanálisis, la comprensión psicológica de los migrantes interroga constantemente los conocimientos teóricos y también la práctica. El encuentro entre terapeutas y migrantes conlleva contenidos muy especiales que revelan detalles culturales que implican diferencias, sea en la concepción del cuerpo, en la salud y en la enfermedad, así como en los sistemas de representación de la vida y de la muerte. Esto lleva, dice el autor, a una confrontación entre valores existenciales basados sobre presupuestos distintos, que obligan a relativizar el acercamiento a la enfermedad mental.

De hecho, el encuentro entre el análisis de los funcionamientos psíquicos y la dimensión cultural del desorden mental induce a un nuevo diálogo entre antropología y psiquiatría para encontrar una progresiva elaboración intercultural de nuevos contenidos en la comprensión de los procesos de las relaciones entre los seres humanos y de los procesos psicopatológicos. Como así también de metodologías innovadoras en el ámbito de los procesos terapéuticos.

Además, postula que la etnopsiquiatría puede ser una posible vía de encuentro. Ella, dice el autor, presta su atención de igual manera al funcionamiento psíquico y a los contenidos culturales y basa su trabajo sobre lo que se convino en llamar “la homologación estructural entre psique y cultura”. Desde este lugar la experiencia vivencial puede ser interpretada como una forma de cristalización de las representaciones de la cultura y esta última como una proyección de las expresiones de la psique, lo que lleva a la elaboración de nuevos instrumentos de acercamiento y comprensión. La disciplina estará preocupada en no confundir el malestar mental con la diversidad cultural. A esto seguramente se añadirán nuevas formas de psicopatología, desconocidas en estas latitudes, pero permitirá tomar en cuenta la separación, la mutación y la aculturación de las resistencias culturales que conlleva cada trayectoria migratoria.

En otro trabajo, la Dra. Helia Carenzio y la Dra. Pia Pagani6 postulan que el migrante vive situaciones de ruptura en su continuum existencial y que para entenderlo es necesario considerar que desemboca en una profunda crisis de identidad. Esta crisis será expresada según el contexto grupal de origen, que varía de cultura en cultura en su modalidad expresiva, pero de todos modos siempre se encuentran ansiedades paranoides, depresivas y confusionales con relación a lo nuevo, a lo que se deja y a lo que hace a la integración entre lo que se ha dejado y lo nuevo. Al mismo tiempo alertan sobre la necesidad de tener presente que, si bien la cultura es importante, no se debe perder de vista que debajo del “sombrero” de la cultura –y mirando el fenómeno solamente desde ese lugar– se corre el riesgo de confundir lo “típico” con lo individual (“subjetivo”) de cada individuo.

El Dr. Michele Mattia7 se ocupa de verificar la hipótesis de una correlación entre el desarraigo sociocultural y el surgimiento de las perturbaciones mentales del migrante. Las conclusiones fueron que el desarraigo psicosocial corresponde preferentemente a los sujetos no profesionales (amas de casa, desocupados, jubilados) y a aquellos que desarrollan tareas manuales (obreros, albañiles, camareros, etcétera). De estos estudios surge una hipótesis: los sujetos de bajo nivel técnico y cultural están menos preparados psicológicamente al nuevo contexto y son más susceptibles, por lo tanto, de sufrir una enfermedad mental de origen psicosocial. Los diagnósticos más frecuentes fueron: trastornos del estado de ánimo, dependencia del alcohol y de drogas, y esquizofrenia.

La pregunta más elemental que considera importante es la siguiente: ante un evento psicopatológico surgido en coincidencia con la migración, ¿dicho evento se habría verificado igualmente por fuera de esta particular situación (o sea, en el lugar de origen) o bien debería atribuirse a las nuevas y cambiantes condiciones? ¿Existe una correlación entre el desarraigo sociocultural y el surgimiento de la enfermedad mental en el migrante?

Los factores psicosociales desfavorables tienen la responsabilidad del estallido y del mantenimiento del trastorno psíquico, entre los cuales tienen mayor incidencia el desarraigo, la dificultad de comprensión psicológica de la nueva idiosincrasia en lo que se refiere a lo laboral, social, relacional y la falta de instituciones de soporte para el migrante. La falta de un rol social bien definido impulsa al migrante a vivir en una condición anómica, que lo hace sentir como expulsado de su país de origen e integrado en el nuevo país en una “categoría inferior”. Concluyen que los individuos más “fuertes”, flexibles y con mayores posibilidades de someterse a una aculturación social, laboral y relacional se integran al nuevo ambiente, contribuyendo a la creación de riqueza económica y cultural, mientras que los más “débiles” y frágiles son repelidos y sufren trastornos psicosociales de distinta índole.

También respecto de las migraciones africanas a Europa se buscan causas sociales, políticas y económicas. Actualmente el interés general se cifra sobre todo en la integración del migrante a la comunidad. Si los migrados poseen suficientes oportunidades de participación en la nueva sociedad pueden producirse contactos espontáneos entre los miembros de los diversos grupos en el lugar de trabajo, en el colegio, durante el tiempo libre, etcétera. Al mismo tiempo, si se produce, se verifica la sospecha de que el contacto entre las etnias dé lugar a una competencia entre ellas, con aumento de las tensiones sociales. Sin embargo, existe la posibilidad de que no sea esta una causa para privar a los migrados de las oportunidades de integración, ya que se convertirían en una clase étnica inferior y marginada, lo cual conduciría a problemas aún mayores.

Por su parte, Raimondo Cagiano de Azevedo ha escrito sobre las migraciones internacionales8 e incluye el concepto de democracia social, que dice que pasa por la integración entre la economía y lo social. Es así que hay países que en las migraciones priorizan solamente la parte económica, otros la social y esto representa en sí un problema para las migraciones. Piensa que sabemos cómo mirar lo económico, pero no todavía cómo acomodar lo social. Menciona también algún tipo de migraciones ampliando más el radio de cómo se las considera comúnmente. Escribe sobre:

 

migraciones micro

: son aquellas que se establecen en el seno de una familia, para poder emigrar con un proyecto y estar luego en condiciones de enviar fondos al país de origen. El problema que tiene este tipo de migración es que el migrante, al llegar al país de destino, se encuentra con una respuesta “macro”, donde entra el Estado, las relaciones entre los distintos Estados involucrados, las políticas sociales, de orden público, etcétera, que obstaculizan las decisiones racionales tomadas por los miembros de las familias que quieren migrar. Dificultad que cae dentro del proyecto de enviar dinero al país de origen. De todas maneras, pareciera que una de las alternativas sería la que considera que el país de destino retiene aquellos que son trabajadores válidos o que los necesita y otra es la de sustituir aquellos que no resultan tan funcionales. Si bien estos conceptos deben ser aún estudiados en profundidad, ya hay países que los están poniendo en práctica.

migraciones en tránsito

: parecería que las categorías de “países de destino” y “países de origen” han sido superadas: hay países que pueden ser considerados de destino, de origen y de tránsito. Esta última es la migración que más riesgos corre, ya que supone involucrar un número de sujetos vulnerables que migran en un momento difícil de su vida y, si bien no son flujos constantes, puede representar un problema, ya que corren el riesgo de no contar con la protección de los derechos humanos más elementales y de terminar en países poco favorables. Se trata, pues, de una migración clandestina que pone en riesgo la vida personal y la cohesión social.

 

Como se puede ver, todos los estudios apuntan a encontrar leyes, generalidades o a describir síntomas y ansiedades relacionados con el fenómeno migratorio, pero ninguno de estos trabajos considera la mirada psicoanalítica. Si se pudiese incluir el punto de vista de la psicología profunda en la observación de esta problemática es muy probable que se enriqueciera su comprensión y podría ser mejor abordada desde la prevención o ser resuelta en forma diferente.

En estos estudios se resaltan los factores psicosociales que pueden llevar al migrante a vivir una crisis. Estos factores son principalmente desarraigo, discrepancias entre expectativas y realizaciones, aislamiento social, bajo nivel socioeconómico, educación e idioma, sensibilidad de la personalidad, diferencia cultural, etcétera.

Algunos sugerentes aportes psicoanalíticos

León y Rebeca Grinberg9 aportaron aspectos psicoanalíticos fundamentales sobre la experiencia migratoria que guían claramente la comprensión de estos fenómenos. Intentaré enriquecerlos con algunos conceptos surgidos durante mi labor con migrantes.

Los conceptos vertidos por los Dres. Grinberg ayudan a internarse por los caminos intrincados de esta experiencia, en la cual, a mi entender, a veces no es factible encontrar un hilo conductor común a todos para su explicación. Y creo que, siguiendo lo que dice S. Freud en su conferencia ante los miembros de la Sociedad B´Nai B´Rith en 1926,10 lo que dificulta el trabajo son justamente “las cuantiosas ponencias sentimentales ocultas, tanto más poderosas cuanto más difícilmente dejábanse expresar en palabras”.

Las propuestas de los Dres. Grinberg hacen pensar acerca de por qué hay individuos que deciden migrar y pueden superar (o no) la crisis que ello implica. Y por qué hay individuos que –inmersos en las mismas condiciones económicas, sociales y políticas– deciden quedarse.

Para ellos es importante, además:

“establecer una diferenciación entre los llamados ‘trabajadores extranjeros’ y los ‘inmigrantes’ propiamente dichos. Los primeros son, en el sentido amplio del término, personas que trabajan temporariamente en un país que no es el propio, pero tienen el proyecto cierto de volver a su país de origen en un plazo determinado, mientras que los segundos han decidido establecerse en el nuevo país en forma permanente, aunque tengan la posibilidad de retornar al país del cual provienen.”11