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- Herausgeber: Editorial Autores de Argentina
- Kategorie: Gesellschafts- und Liebesromane
- Sprache: Spanisch
Cuentan aquellos que han vivido sucesos distintos a los comunes, historias fantásticas de duendes, magos y princesas.Patricia era una niña muy soñadora e inquieta, que vivía con su abuela Isolina en una hermosa casa ubicada en las montañas, con un gran parque de verde césped, árboles frondosos y jardines bellísimos.La abuela Isolina solía contarle durante las noches hermosos cuentos de princesas y duendes escondidos en sitios maravillosos.Esa noche, estaba muy oscura y silenciosa; Patricia regresaba a su cuarto cuando de repente vio la sombra de un ser muy pequeño, que se escurría en la oscuridad.Se aproximo al balcón de su casa y pudo distinguir un duende que se internaba en el jardín raudamente.Bajó las escaleras y siguió al duende por el parque hasta un murallón inmenso, tan, pero tan alto como una enorme montaña.El murallón era de color Azul con grandes bloques de piedras y tenía una abertura muy pequeña; Patricia sintiendo mucha curiosidad se internó dentro de él.Caminó unos metros, cuando alguien rozó su brazo muy suavemente, se dio vuelta y vio al duende parado a su lado...
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Seitenzahl: 45
Veröffentlichungsjahr: 2014
Ähnliche
Las aventuras de Patricia
MARISA OLIVERA GIANELLO
Editorial Autores de Argentina
Índice
El duende Dun- DunLa montaña de la vidaLa guerra entre los dos reinos1
El duende Dun- Dun
Cuentan aquellos que han vivido sucesos distintos a los comunes, historias fantásticas de duendes, magos y princesas.
Patricia era una niña muy soñadora e inquieta, que vivía con su abuela Isolina en una hermosa casa ubicada en las montañas, con un gran parque de verde césped, árboles frondosos y jardines bellísimos.
La abuela Isolina solía contarle durante las noches hermosos cuentos de princesas y duendes escondidos en sitios maravillosos.
Esa noche, estaba muy oscura y silenciosa; Patricia regresaba a su cuarto cuando de repente vio la sombra de un ser muy pequeño, que se escurría en la oscuridad.
Se aproximo al balcón de su casa y pudo distinguir un duende que se internaba en el jardín raudamente.
Bajó las escaleras y siguió al duende por el parque hasta un murallón inmenso, tan, pero tan alto como una enorme montaña.
El murallón era de color Azul con grandes bloques de piedras y tenía una abertura muy pequeña; Patricia sintiendo mucha curiosidad se internó dentro de él.
Caminó unos metros, cuando alguien rozó su brazo muy suavemente, se dio vuelta y vio al duende parado a su lado.
El duende era de color azul, muy chiquitito, más pequeño que ella, de grandes ojos negros, nariz prominente y una boca muy pequeñita.
Patricia se quedó sin palabras y el duende le sonrió de una manera muy extraña.
El Duende dijo: ¿quién eres tú?, ¿Qué haces en este lugar?
Patricia contesto: me llamo Patricia y te estuve siguiendo hasta éste lugar.
El Duende le dijo: mi nombre es Dun-Dun y soy el guardia-brujo del jardín.
Dun-Dun invitó a Patricia a seguirlo por un sendero oscuro que se internaba cada vez más profundamente dentro del bosque.
Unos cuantos murciélagos volaban a su alrededor, de tanto en tanto podía escuchar a los grillos cantar.
Después de caminar por horas llegaron a un bosque tenebroso, muy oscuro.
A sus pies, el suelo se volvía paulatinamente como una gran alfombra negra.
El bosque Prohibido era el lugar en el que vivían los seres mágicos de la tierra, ocultos a los ojos de personas curiosas, en el cuál vivían protegidos.
Dun-Dun le dijo que se escondiera detrás de unos arbustos y esperara por El.
Patricia espiaba lo que ocurría, vio a Dun-Dun conversar acaloradamente con otros duendes.
Se acercó unos pasos más para escuchar la conversación y así pudo enterarse que la princesa Dulce hija del rey de los duendes llamado Sun-Sun, había desaparecido sin dejar rastros.
La princesa había sido secuestrada por el duende Negro, Señor de las cosas horribles,
Feas y tenebrosas del mundo oscuro, con el fin de apoderarse del Tesoro Real.
Este tesoro era un enorme arcón de madera dorada, que contenía fabulosas joyas, dones espirituales y la llave de la verdad que habría el libro de la vida.
El guardián del tesoro era Silón, una poderosa serpiente que vivía en elpantano, tenía unos enormes ojos de color amarillo, unos dientes filosos y seis poderosos tentáculos con los cuales rodeaba a los osados visitantes que querían llevarse el tesoro.
El solo hecho de nombrar a la serpiente estremecía a cualquiera.
Patricia no se perdió ningún detalle de la conversación y cuando los duendes se internaron en la oscuridad los siguió rápidamente.
Por Fin dijo Patricia, ¡voy a Vivir una aventura de Verdad!…..
Camino detrás de los duendes sin ser vista por un sendero de grandes piedras de colores, hasta que llegaron a un imponente castillo de grandes puertas y enormes ventanales.
De repente piso una piedra y un enorme orificio se abrió ante ella, cayendo vertiginosamente por el mismo como si fuera un tobogán acuático.
Al final del tortuoso recorrido fue a dar de bruces contra una pared.
Se incorporó y con mucho asombro ante ella estaba la ciudad de los duendes.
Un olor muy dulce flotaba en el aire, mezcla de flores y caramelos y una hermosa melodía se escuchaba a lo lejos.
La Ciudad era muy pequeña, del tamaño del duende Dun-Dun.
Unos guardias vinieron en búsqueda de Patricia y la llevaron al encuentro del Rey.
Este le pidió explicaciones por su intromisión en su reino.
Ella le contó que hacía ahí y el Rey acepto sus disculpas con una condición, debía rescatar a la princesa Dulce.
Patricia salió del castillo y se encontró con Dun-Dun, quién enterado de su misión le obsequió una pluma de color azul.
Dun-Dun le dijo:- Ésta pluma no es una pluma cualquiera, es una pluma poderosísima,
Mágica que tiene muchas propiedades, sólo a las almas puras y sinceras se le regala el don del encantamiento., úsala con sabiduría y encontrarás a la princesa.
El duende le deseo mucha suerte en su gran aventura y le recomendó que tuviera precaución.
En el camino se encontraría con grandes peligros, seres malvados que tratarían de impedirle que rescatara a la princesa.
Dicha la advertencia, se escurrió entre los arbustos y desapareció.
Patricia se internó en el bosque, en dirección a la Montaña sagrada, camino por un oscuro sendero durante largo tiempo, la linterna de luciérnagas eran su única iluminación.
