Las palabras de mi maestro perfecto - Patrul Rimpoché - E-Book

Las palabras de mi maestro perfecto E-Book

Patrul Rimpoché

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Beschreibung

Las palabras de mi maestro perfecto de Patrul Rimpoché es un comentario clásico sobre las prácticas preliminares del Longchen Ñingtig ("La esencia del corazón del vasto espacio"), uno de los ciclos de enseñanzas más conocido y un tesoro espiritual (terma) de la escuela Ñingmapa, la tradición más antigua del budismo tibetano. Está considerado por numerosos maestros de todas las escuelas como una guía suprema, a la vez profunda, llena de vida y detallada, de todas las prácticas preliminares y, de un modo más general, como una enseñanza fundamental sobre el Vehículo de los Mantras Secretos, del que expone lo esencial de un modo claro y sencillo. El estilo directo y familiar, y la gran variedad de citas, anécdotas y proverbios que acompañan cada idea importante evitan la monotonía de las exposiciones clásicas. La referencia constante a experiencias vividas denuncia la futilidad de los enfoques puramente intelectuales y lleva a ver la práctica auténtica del budismo como una verdadera transformación interior.

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Buda Shakyamuni. El Buda de nuestra era

Guru Rimpoché. También conocido como Padmasambhava, el Nacido del Loto, se le considera el Segundo Buda. Él fue quien estableció el budismo en el Tíbet. Aquí aparece en la forma conocida como Nangsi Zilnön (el que triunfa sobre toda la existencia fenoménica); este nombre significa que, como conoce la naturaleza de todo, controla naturalmente todas las situaciones.

Patrul Rimpoché

Las palabras de mi maestro perfecto

Con prefacios del Dalai Lama y Dilgo Khyentse Rimpoché

Traducido por el Grupo de Traducción Padmakara

Título original: THE WORDS OF MY PERFECT TEACHER

© 2012 by Asociation Padmakara

© de la edición en castellano:

2014 by Editorial Kairós, S.A.

www.editorialkairos.com

© Grupo de Traducción Padmakara

Diseño cubierta: Katrien van Steen

Revisión: Grupo de Traducción Padmakara

Composición: Pablo Barrio

Primera edición en papel: Abril 2014

Primera edición en digital: Junio 2023

ISBN papel: 978-84-9988-369-4

ISBN epub: 978-84-1121-195-6

ISBN kindle: 978-84-1121-196-3

Todos los derechos reservados.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita algún fragmento de esta obra.

A los maestros del pasado, del presente y del futuro

Sumario

IlustracionesAgradecimientosPrefacio del Dalai LamaPrefacio de Dilgo Khyentse RimpochéIntroducciónBreve introducción histórica al budismo tibetanoPrólogoParte I: Los preliminares comunes o externos1. La dificultad de encontrar las libertades y las condiciones favorablesI. El modo correcto de escuchar las enseñanzas espirituales1. La motivación1.1 La vasta intención de la bodhichitta1.2 Los vastos medios hábiles del Mantrayana Secreto2. La conducta2.1 Qué evitar2.1.1 Los tres defectos del recipiente2.1.2. Las seis manchas2.1.3 Los cinco modos incorrectos de recordar2.2 Qué hacer2.2.1 Las cuatro consideraciones2.2.2 Las seis perfecciones trascendentales2.2.3 Otros modos de conductaII. La enseñanza: la explicación de lo difícil que es encontrar las libertades y las condiciones favorables1. La reflexión sobre la naturaleza de la libertad2. La reflexión sobre las condiciones favorables en relación con el Dharma2.1 Las cinco condiciones favorables personales2.2 Las cinco condiciones favorables circunstanciales2.3 Los ocho impedimentos temporales que no permiten practicar el Dharma2.4 Las ocho predisposiciones incompatibles que no permiten practicar el Dharma3. La reflexión sobre los ejemplos que muestran lo difícil que es encontrar las libertades y las condiciones favorables4. La reflexión sobre las comparaciones numéricas2. La transitoriedad de la vidaI. La transitoriedad del universo donde viven los seresII. La transitoriedad de los seres que viven en el universoIII. La transitoriedad de los seres sublimesIV. La transitoriedad de aquellos en posición de poderV. Otros ejemplos de transitoriedadVI. La incertidumbre de las circunstanciasVII. Una evocación intensa de la transitoriedad3. Los defectos del samsaraI. Los sufrimientos del samsara en generalII. Los sufrimientos específicos de los seres de los seis reinos1. Los dieciocho infiernos1.1 Los ocho infiernos calientes1.1.1 El infierno de las Resurrecciones1.1.2 El infierno de las Líneas Negras1.1.3 El infierno de la Reunión y el Aplastamiento1.1.4 El infierno de los Aullidos1.1.5 El infierno de los Grandes Aullidos1.1.6 El infierno Ardiente1.1.7 El infierno Intensamente Ardiente1.1.8 El infierno de las Torturas Máximas1.1.9 Los infiernos circundantes1.2 Los ocho infiernos fríos1.3 Los infiernos efímeros2. Los pretas2.1 Los pretas que viven colectivamente2.1.1 Los pretas que sufren impedimentos externos2.1.2.Los pretas que sufren impedimentos internos2.1.3 Los pretas que sufren impedimentos específicos2.2 Los pretas que se mueven por el espacio3. Los animales3.1 Los animales que viven en las profundidades3.2 Los animales que viven esparcidos en diferentes lugares4. Los humanos4.1 Los tres tipos de sufrimientos básicos4.1.1 El sufrimiento del cambio4.1.2 El sufrimiento concatenado4.1.3 El sufrimiento en gestación4.2 Los sufrimientos del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte4.2.1 El sufrimiento del nacimiento4.2.2 El sufrimiento de la vejez4.2.3 El sufrimiento de la enfermedad4.2.4 El sufrimiento de la muerte4.3 Otros sufrimientos humanos4.3.1 El miedo a encontrarnos con los enemigos que detestamos4.3.2 El miedo a ser separados de los seres queridos4.3.3 El sufrimiento de no conseguir lo que deseamos4.3.4 El sufrimiento de tener que afrontar lo que no deseamos5. Los asuras6. Los dioses4. Karma: el principio de causa y efectoI. Las acciones negativas que deben evitarse1. Las diez acciones negativas que debemos evitar1.1 Matar1.2 Robar, o coger lo que no nos han dado1.3 La conducta sexual incorrecta1.4 Mentir1.5 Crear desavenencia1.6 Las palabras duras1.7 La charlatanería1.8 La codicia1.9 La malevolencia1.10 Los puntos de vista erróneos2. El resultado de las diez acciones negativas2.1 El efecto completamente maduro2.2 El efecto similar a la causa2.2.1 Acciones similares a la causa2.2.2 Experiencias similares a la causa2.3 El efecto condicionante2.4 El efecto proliferanteII. Las acciones positivas que deben adoptarseIII. La naturaleza kármica de todas las cosas5. Los beneficios de la liberaciónI. Las causas que llevan a la liberaciónII. El resultado6. Cómo seguir al amigo espiritualI. El examen del maestroII. El modo de seguir al maestroIII. Cómo aprender de su realización y sus accionesParte II: Los preliminares extraordinarios o internos1. Tomar refugio, el fundamento de todos los caminosI. Los diferentes aspectos de la toma de refugio1. La fe1.1 La fe nítida1.2 La fe anhelante1.3 La fe convencida2. Motivación2.1 El refugio de los seres de menor capacidad2.2 El refugio de los seres de capacidad intermedia2.3 El refugio de los seres de mayor capacidadII. El modo de tomar refugioIII. Los preceptos y los beneficios de tomar refugio1. Los preceptos de tomar refugio1.1 Las tres cosas que no deben hacerse1.2 Las tres cosas que deben hacerse1.3 Los tres preceptos suplementarios2. Los beneficios de tomar refugio2. La generación de la bodhichitta, raíz del gran vehículoI. El adiestramiento de la mente en las cuatro cualidades ilimitadas1. La meditación sobre la imparcialidad2. La meditación sobre el amor3. La meditación sobre la compasión4. La meditación sobre la alegríaII. La generación de la bodhichitta1. Clasificación según los tres tipos de coraje1.1 El coraje del rey1.2 El coraje del barquero1.3 El coraje del pastor2. Clasificación según los estadios de los bodhisattvas3. Clasificación según la naturaleza de la bodhichitta3.1 La bodhichitta relativa3.1.1 La aspiración3.1.2 La aplicación3.2 La bodhichitta última4. El voto de la bodhichittaIII. Los preceptos de la bodhichitta1. Los preceptos de la bodhichitta como aspiración1.1 Considerar a los demás igual que a uno mismo1.2 Intercambiarse uno mismo por los demás1.3 Estimar a los demás más que a uno mismo2. Los preceptos de la aplicación de la bodhichitta: las seis perfecciones trascendentales2.1 La generosidad trascendental2.1.1 La generosidad material2.1.2 La generosidad espiritual2.1.3 La protección del miedo2.2 La disciplina trascendental2.2.1 Evitar las acciones negativas2.2.2 Practicar las acciones positivas2.2.3 Beneficiar a los demás2.3 La paciencia trascendental2.3.1 La paciencia que soporta el daño que los demás nos hacen2.3.2 La paciencia que resiste las dificultades por el Dharma2.3.3 La paciencia que afronta la verdad profunda sin miedo2.4 La diligencia trascendental2.4.1 La diligencia que es como una armadura2.4.2 La diligencia en acción2.4.3 La diligencia que nada puede detener2.5 La concentración trascendental2.5.1 Abandonar las distracciones2.5.2 La concentración2.6 La sabiduría trascendental2.6.1 La sabiduría por medio del estudio2.6.2 La sabiduría por medio de la reflexión2.6.3 La sabiduría por medio de la meditación3. La meditación en el maestro como Vajrasattva y la recitación de su mantra, para eliminar todos los oscurecimientosI. Cómo los oscurecimientos se pueden purificar con la confesiónII. Las cuatro fuerzas1. La fuerza del soporte2. La fuerza del arrepentimiento por haber actuado mal3. La fuerza de la resolución4. La fuerza de la acción como antídotoIII. La meditación en Vajrasattva4. La ofrenda del mandala para acumular mérito y sabiduríaI. La necesidad de las dos acumulacionesII. El mandala de la realizaciónIII. El mandala de la ofrenda1. La ofrenda del mandala de los treinta y siete elementos2. La ofrenda del mandala de los tres kayas según este texto2.1 El mandala general2.2 El mandala extraordinario del sambhogakaya2.3 El mandala especial del dharmakaya5. La acumulación de kusali que destruye de un solo golpe los cuatro demoniosI. El cuerpo como una ofrendaII. La práctica de ofrecer el cuerpo1. La fiesta blanca para los invitados de arriba2. La fiesta blanca para los invitados de abajo3. La fiesta multicolor para los invitados de arriba4. La fiesta multicolor para los invitados de abajoIII. El significado del Cho6. El Guru Yoga, el acceso de entrada de las bendiciones, el método último para engendrar la realización de la sabiduría primordialI. La razón del Guru YogaII. Cómo practicar el Guru Yoga1. La visualización del campo de mérito2. La ofrenda de las siete ramas2.1 Las postraciones, el antídoto para el orgullo2.2 La ofrenda2.3 La confesión de los actos nocivos2.4 Alegrarse, el antídoto para la envidia2.5 Pedir a los budas que giren la rueda del Dharma2.6 Rogar a los budas que no pasen al nirvana2.7 Dedicación3. Rezar4. Tomar las cuatro iniciacionesIII. La historia del advenimiento de las enseñanzas de las primeras traducciones1. El linaje de la transmisión mental de los victoriosos2. El linaje de la transmisión simbólica de los vidyadharas2.1 Los tantras del Mahayoga2.2 La transmisión del Anuyoga2.3 Las instrucciones esenciales del Atiyoga2.4 El advenimiento del Atiyoga al reino humanoIV. La propagación de las enseñanzas esenciales en el Tíbet, la Tierra de las Nieves3. El linaje de la transmisión oral de los seres corrientesParte III: El rápido camino de la transferencia1. Las instrucciones para el momento de la muerte: la transferencia de la consciencia, o la budeidad sin meditarI. Las cinco clases de transferencia1. La transferencia superior al dharmakaya por medio del sello de la visión2. La transferencia intermedia al sambhogakaya por medio de la unión de las fases de generación y perfección3. La transferencia inferior al nirmanakaya por medio de la compasión infinita4. La transferencia corriente que se apoya en tres comparaciones5. La transferencia efectuada para un difunto con el gancho de la compasiónII. La transferencia corriente que se apoya en tres comparaciones1. El adiestramiento2. La aplicación de la práctica3. Las instrucciones sobre la transferencia, el proceso de la meditación3.1 Los preliminares3.2 La visualización principalConclusiónEpílogo de Yamgon Kongtrul Lodro TayeNotasGlosarioBibliografíaEl Grupo de Traducción Padmakara

Ilustraciones

Buda Shakyamuni (grabado en madera de Dergue) [»]

Guru Rimpoché (pintura de Orguien Lhundrup) [»]

Padmasambhava (dibujo de Lama Wangdu) [»]

Longchempa (dibujo de Glen Eddy) [»]

Yigme Lingpa (dibujo de Glen Eddy) [»]

Yigme Guialwe Ñugu (grabado en madera de Gomchen Ulekshe) [»]

Patrul Rimpoché (grabado en madera de Gomchen Ulekshe) [»]

Las vidas de Yamyang Khyentse Wangpo (dibujos de Lama Wangdu sobre bosquejos de Dilgo Khyentse Rimpoché)

Yamyang Khyentse Wangpo [»]

Rey Trisong Detsen [»]

Yetsun Trakpa Guialtsen [»]

Gampopa [»]

Drom Tompa [»]

Padampa Sanguie (dibujo de Konchok Lhadrepa) [»]

Milarepa [»]

Dilgo Khyentse Rimpoché (foto de Matthieu Ricard) [»]

Las deidades de refugio [»]

Shantideva (dibujo de Konchok Lhadrepa) [»]

Atisha (dibujo de Konchok Lhadrepa) [»]

Vajrasattva [»]

El mandala del universo [»]

Machik Labdron (pintura de Gerard Muguet) [»]

Dudyom Rimpoché [»]

Guru Rimpoché y el linaje de La esencia del corazón del vasto espacio (dibujo de Konchok Lhadrepa) [»]

Samye (foto de John Canti) [»]

Guru Rimpoché y sus doce manifestaciones, según el Parche Kunsel (pintura de la colección de Dsongsar Khyentse Rimpoché) [»]

Kanguiur Rimpoché [»]

Cuevas cerca del monasterio de Dsogchen (fotos de Christian Bruyat) [»]

Vista del valle hacia el monasterio de Dsogchen (foto de Christian Bruyat) [»]

Gompo Lekden (grabado en madera de Gomchen Ulekshe) [»]

Gompo Maning Nagpo (dibujo de Konchok Lhadrepa) [»]

Ekazati (dibujo de Konchok Lhadrepa) [»]

Rahula (grabado en madera de Gomchen Ulekshe) [»]

Damchen Dorye Lekpa (grabado en madera de Gomchen Ulekshe) [»]

Tseringma (de la colección Choling) [»]

Padmasambhava

Agradecimientos

La traducción de este texto de Patrul Rimpoché al francés con el título de Le Chemin de la Grande Perfectión fue la primera publicación, en 1987, del Grupo de Traducción Padmakara. Fue llevada a cabo por Christian Bruyat tras diez años de paciente investigación y haber recibido numerosas aclaraciones y explicaciones de Kanguiur Rimpoché, Dudyom Rimpoché y Dilgo Khyentse Rimpoché. También pudo clarificar numerosos apartados complejos de este texto con Dodrupchen Rimpoché, Penor Rimpoché, Pawo Rimpoché, Ñoshul Khempo Rimpoché, Trogawa Rimpoché, Kandro Yampa Choky, Khetsun Sangpo Rimpoché, Lama Sonam Tobguial, Pema Wanguiel Rimpoché y otros muchos preciosos maestros de este linaje.

Posteriormente fue traducido nuevamente del tibetano al inglés por Charles Hastings y John Canti junto con Christian Bruyat y publicado en 1994 con el título de The Words of My Perfect Teacher. Recientemente, ante la necesidad de publicar una segunda edición, Pema Wanguiel Rimpoché ha efectuado una revisión exhaustiva y minuciosa de esta traducción al inglés; y con todos los comentarios, aclaraciones y precisiones que ello ha aportado, se ha podido acercar aún más esta traducción al texto original de Patrul Rimpoché.

Esta versión española la ha llevado a cabo María Jesús Hervás, que la ha vuelto a traducir del tibetano, pero usando la ayuda decisiva de las traducciones previas que ya se habían efectuado al francés y al inglés. Para ello ha contado con la inestimable guía de Pema Wanguiel Rimpoché y Yigme Khyentse Rimpoché. También han aportado su valiosa colaboración Christian Bruyat y John Canti compartiendo con ella su experiencia en la traducción de este texto al ayudarla a esclarecer diversos apartados complejos o ambiguos. Igualmente ha sido decisiva la colaboración de Helena Blankleder que ha cotejado toda la traducción española con el texto original en tibetano y ha aportado un sinfín de valiosas sugerencias y correcciones. Finalmente, Fernando Mora y Francesc Navarro han leído el texto en castellano y aportado sugerencias que han permitido revisar la claridad de lo expuesto.

La traductora desea expresar su agradecimiento, así pues, a todos los maestros del linaje y a todos aquellos que directa o indirectamente han hecho posible esta traducción.

Nota de la traductora sobre la segunda edición

La necesidad de hacer una segunda edición de este libro me ha permitido revisar la traducción que llevé a cabo hace diez años de este texto y cambiar algunos detalles que era necesario mejorar. En la traducción de la primera edición no había errores sustanciales sobre las prácticas e instrucciones que aquí se exponen; se trataba más bien de pequeños detalles que era necesario cambiar o corregir para mejorar la claridad de lo expuesto y también su precisión.

Prefacio

del Dalai Lama

Yigme Guialwe Ñugu solía dar enseñanzas orales sobre las prácticas preliminares de La esencia del corazón del vasto espacio (Longchen Ñingtig), un tesoro espiritual descubierto por su maestro Yigme Lingpa, de quien él fue uno de sus discípulos más eminentes. Dsa Patrul Rimpoché, discípulo de Yigme Guialwe Ñugu, transcribió estas enseñanzas y les dio el nombre de Kunsang Lame Shelung (Las palabras de mi maestro perfecto).

En las enseñanzas de la Gran Perfección se dice que uno no puede alcanzar la Iluminación manipulando la mente; se trata más bien de identificar la mente primordial y entender que todos los fenómenos son el juego de esa mente. Tras lo cual, uno debe familiarizarse continuamente y sin distracción con este descubrimiento. Pero para lograr un pleno entendimiento de ello, simplemente leer libros no es suficiente. Es necesario efectuar por completo las prácticas preliminares del método ñingmapa y, además, recibir las enseñanzas específicas y las bendiciones de un maestro cualificado de esta tradición. Es indispensable también haber acumulado un mérito inmenso. Por eso grandes maestros ñingmapas, como Yigme Lingpa y Dodrup Chen, llegaron a esforzarse tanto.

La traducción de un texto como este, sobre las prácticas preliminares del Dsogchen (la Gran Perfección), será de un inmenso valor en nuestros días. Felicito al Grupo de Traducción Padmakara por haber hecho accesible esta obra en francés, inglés, alemán y español. Estoy seguro de que esta auténtica obra preliminar beneficiará a todos aquellos que estén interesados en la Gran Perfección.

El Dalai Lama

Longchempa (1308-1363). El maestro más eminente del linaje Ñingmapa. Longchen Rabyampa reunió las enseñanzas de las esencias del corazón de Padmasambhava, Vimalamitra y Yeshe Tsoguial. Todas estas enseñanzas se las transmitió a Yigme Lingpa como La esencia del corazón del vasto espacio en una serie de visiones.

Prefacio

de Dilgo Khyentse Rimpoché

Las palabras de mi maestro perfecto, una guía para las prácticas preliminares de La esencia del corazón del vasto espacio, de la Gran Perfección, expone los caminos de las cuatro grandes escuelas del budismo tibetano sin ningún conflicto entre ellos.

Este texto contiene todas las enseñanzas: los Tres Elementos Principales del Camino; las Tres Percepciones, los preliminares del Camino y del Fruto; las enseñanzas Kadampa y Mahamudra mezcladas como corrientes de agua que confluyen con la naturaleza búdica como causa, la preciosa vida humana como soporte, el amigo espiritual como fuerza motriz, sus instrucciones como método y los kayas y las sabidurías como resultado, y el camino Ñingmapa con la determinación de obtener la liberación del samsara, por el que se siente profundo hastío, la fe con convicción en el efecto de las acciones, el desarrollo de la bodhichitta para beneficiar a los demás y la percepción de la pureza perfecta de los fenómenos y los seres.

Esta es una obra indispensable para todas las prácticas, ya sean preliminares o principales. Por eso, en este periodo afortunado en que la luz de la preciosa Doctrina del Victorioso se propaga por todo el mundo, este texto, que es de gran beneficio, carece de cualquier peligro y contiene todos los elementos esenciales del camino, ha sido traducido con la profunda esperanza de que cualquier contacto con él sea fructífero y pueda ser objeto de estudio, reflexión y meditación. Es sumamente importante que los practicantes del Dharma enseñen o estudien este texto.

Yigme Lingpa (1729-1798). Yigme Lingpa recibió la transmisión de las enseñanzas de La esencia del corazón del vasto espacio de Longchempa. Las practicó en solitario y, posteriormente, las transmitió a sus propios discípulos.

Introducción

Las palabras de mi maestro perfecto es una introducción clásica a los fundamentos del budismo tibetano, recomendada frecuentemente por Su Santidad el Dalai Lama y otros eminentes maestros. Constituye una guía detallada de los métodos con los cuales podemos transformar nuestra mente y empezar a recorrer el camino hacia la budeidad, el estado del despertar y la libertad. La primera mitad del libro contiene una serie de reflexiones sobre las frustraciones y el profundo sufrimiento del samsara, el círculo de la existencia producido por la ignorancia y las emociones aflictivas, y el enorme valor de nuestra vida humana que nos proporciona una oportunidad única para obtener la budeidad. La segunda mitad explica los primeros pasos del Vajrayana, el «Vehículo Diamantino», cuyos poderosos métodos de transformación son la característica distintiva del budismo del Tíbet.

Este texto de Patrul Rimpoché no es un tratado para expertos, sino un manual de consejos prácticos para cualquiera que desee sinceramente practicar el Dharma. En él se explica todo lo que necesitamos saber para practicar las enseñanzas y también, a menudo con increíble ironía, los muchos errores que pueden llegar a cometerse en el camino espiritual.

Fue escrito en un estilo que puede dirigirse por igual a nómadas y campesinos que a lamas y monjes. De hecho, Patrul Rimpoché solía aclarar que no era un texto literario, sino sencillamente una recopilación de las instrucciones orales recibidas de su maestro tal como las había oído. El lenguaje abarca tanto poesía como expresiones coloquiales. Cada punto está ilustrado con numerosas citas, ejemplos cotidianos de la vida diaria y abundantes historias. Algunas de estas historias se remontan a los mismos orígenes del budismo, en el siglo VI a.C., e incluso antes. Unas están extraídas de las vidas de los grandes maestros de la India y el Tíbet; otras se refieren a las costumbres del hombre medio de Kham, la tierra natal de Patrul Rimpoché.

La magia particular de este libro consiste en que podemos sentirnos como discípulos de Patrul Rimpoché, escuchando los consejos que nos da de corazón, basados en la tradición oral recibida de su propio maestro y en su profunda experiencia adquirida con años de práctica.

Patrul Rimpoché era famoso por el modo directo en que probaba la profundidad de la mente de sus discípulos. Él creía firmemente en una máxima de Atisha: «El mejor amigo espiritual es aquel que ataca nuestros defectos ocultos». Aunque su trabajo está claramente adaptado a los que lo escuchaban, con un pequeño esfuerzo podemos fácilmente comprobar que la naturaleza humana es básicamente la misma a pesar del tiempo y la cultura. Sentimos que lo más recóndito de nuestro ser es expuesto y nos vemos forzados a cuestionarnos los hábitos de nuestro pensamiento y abrir nuestra mente a nuevas posibilidades.

En el capítulo de conclusión, el autor describe su trabajo de la siguiente manera:

Al escribir estas instrucciones no me he guiado especialmente por consideraciones estéticas o literarias. Mi objetivo principal ha sido simplemente recoger fielmente las instrucciones orales de mi venerable maestro de un modo que sea fácil de entender y útil para la mente. He hecho todo lo que he podido para no estropearlas mezclándolas con mis propias palabras o ideas. En diferentes ocasiones, mi maestro solía dar también numerosas instrucciones específicas para descubrir las faltas ocultas y he añadido las que he podido recordar en los lugares más idóneos. No las uséis para observar las faltas de los demás, sino más bien como un espejo para descubrir las vuestras. Examinaos cuidadosamente para ver si tenéis esas faltas o no. Si las tenéis, reconocedlas y eliminadlas. Corregid vuestra mente y haced que relajadamente vaya por el camino correcto…

Para el budismo Vajrayana, la Iluminación no es un ideal remoto sino algo que, con los métodos apropiados y un esfuerzo supremo, puede ser conseguido aquí y ahora, en esta misma vida. En la tradición viva de sabiduría del Tíbet, cada escritura, cada práctica de meditación y cada adiestramiento de la mente se pasa de maestro a discípulo y se interioriza hasta que llega a ser parte integral de la experiencia de esa persona. Una de las palabras para la práctica espiritual en tibetano es ñamlen, literalmente «experimentarlo». Alguien a quien se le puede considerar como un portador del linaje, un maestro espiritual verdaderamente cualificado, debe haber obtenido realmente la realización. Patrul Rimpoché sostenía un linaje de transmisión ininterrumpido que se remonta al mismísimo Buda. Y tras él, este linaje también ha sido transmitido sin ninguna interrupción, de un maestro dotado de realización a su sucesor, hasta la actualidad.

Patrul Rimpoché y la tradición por él heredada

En la escuela Ñingmapa, a la cual Patrul Rimpoché pertenecía y que es la más antigua de las tradiciones del budismo tibetano, hay dos clases de transmisiones. Una es el linaje oral, Kama, pasada de maestro a discípulo a lo largo de los siglos, y la otra es el milagroso linaje directo de los Tesoros Espirituales, Termas. Estos fueron escondidos en el siglo VIII por Padmasambhava y su gran discípula Yeshe Tshoguial, para que fueran descubiertos en épocas posteriores en el momento adecuado. Las palabras de mi maestro perfecto es una explicación de las prácticas preliminares del Longchen Ñingtig, La esencia del corazón del vasto espacio, un tesoro espiritual descubierto por el vidyadhara Yigme Lingpa (1729-1798).

Yigme Lingpa, sin apenas haber estudiado, llegó a ser inmensamente erudito al despertar la sabiduría de su mente en una serie de retiros de meditación. Él recibió La esencia del corazón del vasto espacio en unas visiones de Longchempa, un gran lama del siglo XIV.

Longchempa sistematizó las doctrinas ñingmapas en sus Siete tesoros y otros trabajos, que abarcan todos los aspectos de las enseñanzas budistas y, en particular, explican a fondo todas las sutilezas del Dsogchen, la Gran Perfección. También escribió extensamente sobre las enseñanzas de otras escuelas, pero estos trabajos han desaparecido. Aunque Longchempa vivió varios siglos antes que Yigme Lingpa fue, de hecho, su principal maestro.

Yigme Lingpa primero practicó y adquirió maestría en las enseñanzas que había descubierto y, posteriormente, se las transmitió a unos pocos discípulos cercanos que estaban capacitados para ser sostenedores puros de la doctrina. Uno de ellos fue el maestro de Patrul Rimpoché, Yigme Guialwe Ñugu, que después de pasar mucho tiempo con Yigme Lingpa en el Tíbet central, volvió a Kham (al este del Tíbet). Allí practicó lo que Yigme Lingpa le había enseñado, viviendo en la falda de una montaña apartada, en una cavidad del suelo, sin ni siquiera una cueva para resguardarse y con solo plantas silvestres para comer. Se mostraba indiferente al bienestar y estaba firmemente decidido a abandonar todas las preocupaciones ordinarias y concentrarse en el objetivo de la realización última. Poco a poco se fueron reuniendo a su alrededor discípulos que estuvieron viviendo en tiendas en las laderas de la montaña azotadas por el viento. Uno de estos discípulos era el joven Patrul, quien recibió de él, como mínimo catorce veces, las enseñanzas contenidas en este libro. Posteriormente, Patrul también estudió con otros grandes lamas de la época, entre ellos el muy poco convencional Do Khyentse Yeshe Dorye, quien le hizo reconocer de manera directa la naturaleza de la mente.

Yigme Guialwe Ñugu. Fue el maestro de Patrul Rimpoché. Patrul Rimpoché recibió sus enseñanzas sobre La esencia del corazón del vasto espacio en numerosas ocasiones y solía decir que Las palabras de mi maestro perfecto era simplemente una fiel recopilación de lo que él había oído en todas esas ocasiones.

Durante su vida, Patrul Rimpoché emuló la total simplicidad de su maestro. Aunque lo habían reconocido desde su niñez como un lama reencarnado o tulku (su nombre es una abreviación de Palguie Tulku) y podría haber tenido una posición destacada en un monasterio, pasó su vida deambulando de un lugar a otro, acampando al raso, con el aspecto de un mendigo cualquiera. Si le ofrecían oro o plata, lo dejaba abandonado en el suelo, pues consideraba que la riqueza solo produce problemas. Incluso cuando era ya un maestro famoso viajaba de incógnito y seguía viviendo de la misma forma simple y despreocupada. Hay incluso una historia de un lama a quien conoció en uno de sus viajes que, creyendo que él era un buen compañero que podría beneficiarse de tan extraordinaria enseñanza, le dio enseñanzas de este texto. En otra ocasión estuvo viajando con una viuda pobre y la ayudaba a cocinar y a cuidar de sus hijos, a los que llevaba sobre su espalda. Cuando llegaron a su destino, Patrul Rimpoché se ausentó diciendo que tenía algo importante que hacer. Entonces, la mujer oyó que el gran Patrul Rimpoché estaba enseñando en el monasterio. Fue allí para verlo y se asombró al descubrir que su compañero de viaje estaba en el trono dando enseñanzas a una gran multitud. Al final de las enseñanzas, Patrul Rimpoché pidió que entregasen todas las ofrendas a la viuda.

Él era inmensamente amable con sus discípulos, pero también inmensamente duro. Trataba exactamente igual a los mendigos que a los reyes. En todas las situaciones, su único interés era beneficiar a los demás y siempre decía lo que fuera necesario sin tener en cuenta los protocolos sociales.

Los estadios de la práctica

Las palabras de mi maestro perfecto pertenece a una clase de literatura conocida como «guías escritas», triyigs, que emulan y complementan las explicaciones orales necesarias para elucidar un texto de meditación. En este caso, el texto en cuestión contiene las instrucciones para las prácticas preliminares de La esencia del corazón del vasto espacio.

El ciclo de enseñanzas de La esencia del corazón del vasto espacio, que Longchempa pasó a Yigme Lingpa, ha llegado a ser uno de los más extensamente practicados en la escuela Ñingmapa. Contiene un camino vajrayana completo; empezando con el estadio inicial de las prácticas preliminares (sngon ‘gro) y siguiendo con la práctica principal (dngos gzhi) que tiene tres partes: la fase de generación (bskyed rim), la fase de perfección (rdzogs rim), y la Gran Perfección (rdzogs pa chen po).

Las prácticas preliminares constan de una sección externa y otra interna, y nuestro texto contiene, por lo tanto, estas dos secciones, y además una tercera adicional. La primera, los preliminares externos o comunes, está dedicada a: 1) las libertades y condiciones favorables que nos proporcionan una preciosa vida humana, 2) la transitoriedad, 3) los sufrimientos del samsara, 4) cómo el karma, el principio de causa y efecto, se aplica a todas nuestras acciones, 5) los beneficios de la liberación y 6) cómo seguir a un maestro espiritual. Estos elementos son básicos para un entendimiento correcto de los valores del budismo, y concretamente los cuatro primeros son las reflexiones que nos llevan a querer dejar el samsara. Son generales porque constituyen los fundamentos del budismo en general.

La segunda sección, los preliminares internos, comprende: 1) la toma de refugio, aprender a confiar en el Buda, el Dharma (sus enseñanzas) y la Sangha (la comunidad budista); esta es la base del compromiso budista común a todas las tradiciones. 2) La generación de la bodhichitta, la «mente de la Iluminación»; esta actitud de amor y compasión incondicional, que desea llevar a todos los seres a la libertad total, es la base del Mahayana. 3) La meditación sobre Vajrasattva y la recitación de su mantra para purificar los efectos de nuestras acciones negativas del pasado. 4) El ofrecimiento del Mandala a fin de acumular la energía positiva necesaria para progresar en el camino. Estas prácticas de purificación y acumulación usan más las técnicas de visualización y recitación de mantras específicas del Vajrayana. 5) El Guru Yoga, la unión de nuestra mente con la mente del maestro, es la raíz misma del Vajrayana, donde la pureza del vínculo entre el maestro y el discípulo es de suma importancia.

La tercera sección adicional de estas prácticas preliminares de La esencia del corazón del vasto espacio está dedicada a la práctica del powa o transferencia de la consciencia, que es un método rápido para permitir que aquellos que no han podido llegar al final del camino se liberen, a pesar de todo, en el momento de la muerte.

Para las prácticas de la segunda y tercera parte es necesario tener la guía de un maestro cualificado. De hecho, esto es aconsejable para cualquier práctica espiritual. En el Tíbet precomunista, casi todos los tibetanos se consideraban budistas y trataban de seguir la ética del budismo, hacer ofrendas y recitar algunas oraciones y algunos mantras. Esto, en cierto modo, todavía sigue siendo así incluso en el actual Tíbet ocupado. El término tibetano para «budistas» en su acepción general es nang pa, «seres que están dentro» (del budismo). Aquellos que desean seguir el camino espiritual activamente son denominados chos pa, «practicante del Dharma». Es esa gente la que se comprometería con estas prácticas, generalmente repitiendo cada práctica de la segunda sección cien mil veces; aunque frecuentemente también se repiten otras recitaciones o prácticas.

A continuación viene la práctica principal, que consiste en las prácticas de generación y perfección, y culmina con la Gran Perfección. En la tradición tibetana, el mapa del camino interior es trazado con asombrosa precisión. Para cada estadio de la práctica hay explicaciones orales y comentarios escritos. El Vajrayana es una ciencia de la mente, y un maestro experto de este vehículo conoce completamente el significado de cada experiencia y la solución para cada error. En este texto no se abordan los detalles de la práctica principal, pero vamos a presentar aquí una breve visión panorámica para dar una idea de la progresión que sigue el camino después de las prácticas preliminares.

Las prácticas preliminares

Los preliminares externos consisten en las cuatro reflexiones que hacen que la mente se aparte del samsara.

Los preliminares internos son: 1) el refugio, 2) la bodhichitta, 3) la purificación por medio de la práctica de Vajrasattva, 4) la acumulación de mérito por medio de la ofrenda del mandala y 5) el Guru Yoga.

A veces hay otros elementos adicionales, como ocurre en La esencia del corazón del vasto espacio. El texto de la práctica puede ser muy extenso o muy breve. Esta es, no obstante, la estructura general.

La fase de generación

En la fase de generación, uno aprende a cultivar una visión pura visualizándose a sí mismo y a los demás como budas, visualizando el entorno como una tierra pura y reconociendo todos los sonidos como el sonido del mantra que se recita. Este proceso es al principio artificial, algo que se desarrolla o genera, pero la visualización corresponde a la experiencia de la visión de los seres iluminados. Adoptando estos nuevos hábitos de percepción, uno puede debilitar los viejos hábitos adquiridos con la percepción ordinaria, basados en la ignorancia y en las tendencias emocionales, y entrar en contacto con un nivel más sutil de experiencia. Estas prácticas toman la forma de sadhanas: textos rituales que a veces son extraordinariamente poéticos.

La fase de perfección

Una vez que la visión pura se ha vuelto ya una experiencia viva, la fase de perfección completa el proceso llevándolo a un nivel más interior por medio de diferentes yogas que trabajan con las energías sutiles del cuerpo.

La Gran Perfección

En las fases de generación y perfección, uno adquiere la sabiduría ilustrativa (dpe’i yeshe) por medio de experiencias que indican la naturaleza última de la mente. En el Dsogchen, la Gran Perfección, la naturaleza de la mente es presentada directa y súbitamente por el maestro. Se trata de un reconocimiento inmediato de la naturaleza búdica misma. La práctica posterior consiste esencialmente en acostumbrarse a ese reconocimiento y desarrollarlo de un modo cada vez más vasto. Aquí uno adquiere sabiduría real o absoluta (don gyi ye shes), la experiencia directa de la verdad última.

En cierto sentido, cada nivel de la práctica se asienta en el previo, pero al mismo tiempo desmonta aún más las capas de los engaños, dejando una experiencia de la realidad cada vez más desnuda. Cada práctica es también un camino completo en sí mismo, en el cual, en aquellos que tienen la sabiduría para verlo, todos los otros están incluidos. Incluso los preliminares, y de hecho cada una de las partes de los preliminares, pueden en sí mismos constituir un camino completo a la Iluminación.

En particular, el Guru Yoga es la esencia de todos los caminos. Los maestros del linaje a menudo explican que todas las prácticas deben hacerse en la forma de Guru Yoga. La apertura total y la devoción a un maestro dotado de realización son el camino más seguro y rápido para progresar.

Patrul Rimpoché expresa esta importancia capital del maestro espiritual en el título mismo de este libro, Kunsang Lame Shelung, que hemos traducido libremente como Las palabras de mi maestro perfecto.

Kunsang significa «perfecto en todo» o «siempre perfecto». Es la abreviación de Kuntusangpo (en sánscrito Samantabhadra), el Buda primordial, origen de todos los linajes. Kuntusangpo se muestra iconográficamente como un buda desnudo del color azul profundo del cielo. Sin embargo, no representa a una persona, sino a la naturaleza búdica misma, la pureza inalterable de la mente que es la naturaleza esencial de todos los seres. Normalmente, esta naturaleza está oculta y es el maestro que ha logrado actualizarla quien puede guiarnos a descubrirla en nosotros mismos en su gloriosa desnudez. Lama significa literalmente «no hay nada superior». Esta es la expresión tibetana para el término indio Guru. Ambas palabras han sido usadas en exceso en el lenguaje coloquial, pero, como Patrul Rimpoché explica, para nosotros el maestro espiritual es el Buda mismo. Él nos hace llegar las transmisiones de los budas del pasado, personifica a los budas del presente y, por medio de sus enseñanzas, es el origen de los budas del futuro. Patrul Rimpoché dice que el Guru Yoga es, en cierto sentido, superior a las fases de generación y perfección porque abre directamente el camino a la sabiduría última por medio de sus bendiciones. Shelung, que significa literalmente «instrucciones de la boca», hace referencia a que estas instrucciones provienen directamente de la boca del maestro de Patrul Rimpoché; son enseñanzas orales transmitidas en el linaje de La esencia del corazón del vasto espacio que han sido recogidas por escrito.

Los orígenes de esta traducción

Desde el siglo VIII hasta la actualidad, los tibetanos han preservado intactos todos los aspectos del budismo de la India. Pero no ha sido simplemente una preservación estática de tesoros sagrados. El Budadharma ha sido la mayor preocupación de las mentes más privilegiadas del Tíbet durante siglos y ha dado lugar a una extraordinaria variedad de literatura inspiradora, poética, filosófica y académica, al igual que a una magnífica y singular herencia artística y arquitectónica. Pero sobre todo, los tibetanos usaron las enseñanzas budistas para su verdadero propósito, como un instrumento con el que transformar la mente humana, y miles de practicantes, algunos de ellos maestros famosos, otros, yoguis desconocidos, lograron su objetivo final.

Puede que uno imagine que las mayores glorias del Tíbet pertenecen al pasado remoto y que los últimos siglos han sido un periodo de declive, pero esto no es así de ningún modo. De hecho, cada siglo, incluido el presente, y cada generación ha producido su dosis de gigantes espirituales. El siglo XIX, por ejemplo, vivió una especie de renacimiento. Patrul Rimpoché pertenecía al movimiento no sectario o rimé creado por Yamyang Khyentse Wangpo, Yamgön Kongtrul y otros maestros con la intención de derribar las barreras que se habían formado entre las diferentes escuelas budistas, estudiando y enseñando todas ellas imparcialmente.

Este espíritu todavía está vivo en la actualidad, por ejemplo en Su Santidad el Dalai Lama y en el difunto Dilgo Khyentse Rimpoché, que fue la encarnación de Yamyang Khyentse Wangpo.

Dilgo Khyentse Rimpoché, al igual que Patrul, provenía del Tíbet oriental. Pasó veinte años de su vida en retiros de meditación, casi siempre en la mayor sencillez. Estudió con un gran número de maestros, incluso conoció en su juventud a algunos de los propios discípulos de Patrul Rimpoché. Como respuesta a la terrible destrucción en el Tíbet durante los años 1950 y 1960, trabajó incansablemente para encontrar, preservar y reimprimir textos perdidos, establecer comunidades monásticas en el exilio y, por encima de todo, enseñar e inspirar a la nueva generación. Consideraba que Patrul Rimpoché era el ejemplo perfecto de un practicante de Dsogchen y animó y ayudó a la traducción de este texto, que él consideraba que era la guía perfecta para los practicantes que empiezan el camino budista.

La traducción de este texto se ha llevado a cabo directamente desde dentro de la tradición. En cierto sentido tiene su propio linaje. Dudyom Rimpoché, Dilgo Khyentse Rimpoché, Kanguiur Rimpoché, Ñoshul Khempo Rimpoché, Pema Wanguiel Rimpoché, Yigme Khyentse Rimpoché y otros lamas –de los que los miembros del Grupo de Traducción Padmakara recibieron las enseñanzas orales de este texto y, durante su traducción, los consejos y aclaraciones sobre los apartados difíciles– son portadores dotados de realización de las enseñanzas de Patrul Rimpoché.

Aunque adherirse por completo a las palabras exactas de un texto original impone cierto respeto en círculos tibetanos, creemos que tales traducciones a menudo hacen que ideas que son perfectamente lúcidas y razonables en tibetano parezcan innecesariamente oscuras e incluso extrañas en nuestra lengua. Así, aunque hemos tratado de ser coherentes en la traducción de los términos técnicos, hemos intentado reflejar no solo las palabras, sino también el sabor y el estilo vertiendo las ideas en un lenguaje natural, manteniendo la mayor fidelidad posible al tibetano, pero no a expensas de la claridad y la fluidez del conjunto.

Hay un gran número de notas, y no todas ellas serán de interés para todos los lectores. De cualquier modo, consideramos que es importante incluirlas, ya que contienen comentarios provenientes de las notas de los discípulos de Patrul Rimpoché e interpretaciones dadas por Dilgo Khyentse Rimpoché y otros maestros sobre los puntos más difíciles. Estas notas ayudarán al lector a evitar algunos de los conceptos equivocados más frecuentes sobre las ideas budistas. Y para los practicantes budistas con algunos conocimientos previos del tema, estos comentarios aportarán una dimensión adicional al libro.

Breve introducción histórica al budismo tibetano

Gautama el Buda nació en el norte de la India en el siglo V a.C. y fue hijo de un rey que lo educó para que lo sucediera en el trono. Su nacimiento y juventud fueron extraordinarios y desde el principio estuvo claro que el joven príncipe Sidhartha estaba destinado a convertirse en un ser excepcional. Durante los primeros años de su vida, que transcurrieron en medio de un lujo espléndido, sin apenas preocupaciones ni inquietudes, sobresalió en todas las actividades académicas y deportivas de su época.

Sin embargo, pronto empezó a dudar de la validez de su vida mundana. Abandonó el palacio de su padre en busca de una vida con más sentido y estudió con varios maestros de filosofía y meditación de gran prestigio. La sinceridad de su búsqueda era tal que rápidamente consiguió los más altos logros espirituales a que esos maestros pudieron darle acceso, pero seguía todavía sin estar satisfecho. Tras años de ardua práctica ascética, descubrió que ninguno de esos métodos podía llevarlo más allá de los límites de la existencia condicionada. Decidió continuar solo su búsqueda y, con sus propios esfuerzos, consiguió finalmente la Iluminación en lo que en la actualidad es Bodh Gaya. Lo que descubrió era tan profundo y vasto que al principio no quiso revelarlo a nadie más, temiendo que no pudiesen entenderlo. Sin embargo, más tarde empezó a impartir enseñanzas y rápidamente atrajo a un gran número de seguidores, muchos de los cuales alcanzaron un alto nivel de realización en la meditación. La gente que iba a recibir las enseñanzas del Buda y practicaba su camino era tan diversa que requirió una diversidad correspondiente en el modo de enseñar, y diferentes individuos o grupos recibieron diferentes instrucciones apropiadas a sus respectivos temperamentos y habilidades intelectuales.

Las enseñanzas que el Buda impartió durante su vida pueden ser divididas en general en tres grupos: las que finalmente fueron recogidas en el Canon Pali y constituyen la base de lo que ahora se conoce como el Vehículo Básico o Hinayana, que hace mayor hincapié en la ética; las enseñanzas del Gran Vehículo o Mahayana, que hace hincapié en la compasión y el amor por los demás; y las enseñanzas tántricas del Vehículo Diamantino de los Mantras Secretos o Vajrayana, que usa una gran variedad de métodos hábiles para conseguir una realización profunda en un periodo de tiempo relativamente corto. Estas últimas fueron impartidas por el Buda únicamente de un modo muy reducido, pero él predijo que serían propagadas en este mundo por otros seres iluminados que aparecerían posteriormente. Por eso el Vajrayana no es menos budista que los otros dos vehículos, aunque no fuera enseñado muy extensamente durante la vida del Buda.

Después de su muerte, las diferencias entre las diversas enseñanzas que el Buda había impartido fueron manifestándose con mayor solidez a medida que iban forjándose diferentes escuelas y tradiciones. El Vehículo Básico, por ejemplo, tiene su origen en un grupo de discípulos del Buda que fue dividiéndose hasta llegar más tarde a dar lugar a dieciocho escuelas. El Mahayana se diversificó igualmente en diferentes tradiciones, cada una de ellas con sus propias diferencias filosóficas sutiles. Asimismo, en el Vajrayana hay una inmensa variedad de prácticas, muchas de las cuales fueron originalmente enseñadas a un solo individuo.

Durante los siglos posteriores, estas diferentes tradiciones fueron propagándose gradualmente por toda la India y en otros países, hasta que el budismo llegó a extender su influencia por la mayor parte de Asia central, oriental y del sur, llegando incluso a Indonesia. Algunas tradiciones se perdieron por completo, otras se fusionaron dando lugar a nuevas formas de budismo. En el siglo XIII, la llegada del islam y los cambios políticos en la sociedad india hicieron que el Budadharma se desplazara de su lugar de origen, y fue en otros países donde se preservaron las enseñanzas: el Vehículo Básico en Sri Lanka, Birmania, Tailandia y Camboya; el Gran Vehículo en China, Japón, Corea e Indochina, y el Vehículo Diamantino principalmente en el Tíbet. El Tíbet fue doblemente afortunado. No solo es uno de los pocos países donde el Vajrayana todavía se practica, sino también el único en el que la totalidad de las enseñanzas de los tres vehículos fue transmitida y preservada.

A través de los siglos, todas estas ramas de las enseñanzas del Buda han ido transmitiéndose de maestro a discípulo en los numerosos linajes que comprenden las cuatro escuelas del budismo tibetano que conocemos actualmente. Los miembros de estos linajes no solo fueron sabios eruditos que estudiaron las enseñanzas que recibieron, sino también seres dotados de realización que practicaron y adquirieron dominio de lo que les había sido transmitido, y estaban, por lo tanto, completamente cualificados para transmitir las enseñanzas a sus discípulos.

De las cuatro escuelas, la Ñingmapa, cuyo nombre procede de la palabra tibetana «antigua», sigue la tradición que fue introducida originalmente en el siglo VIII por maestros indios como Vimalamitra y Padmasambhava, a quien los tibetanos llaman Guru Rimpoché, «el Maestro Precioso», y transmitida a través de maestros tibetanos dotados de realización como Longchempa, Yigme Lingpa y Yamyang Khyentse Wangpo. Los linajes que han sido transmitidos por las otras tres principales escuelas –Kaguiupa, Sakyapa y Guelugpa– fueron introducidos en el Tíbet después del siglo X, tras los intentos de un rey contrario al budismo de eliminar el Dharma del Tíbet. Al igual que las diferentes formas del budismo de otras partes de Asia, que fueron adoptadas y evolucionaron para satisfacer las necesidades de las diferentes personas y culturas, cada una de estas cuatro escuelas se originó y desarrolló a partir de una amplia diversidad de situaciones –históricas, geográficas e incluso políticas–, que sirvieron de prisma para que la luz de las enseñanzas del Buda se tornara en un espectro multicolor de tradiciones y linajes. Por desgracia, algunos budistas han olvidado que esta luz tiene el mismo origen y, como en las otras grandes religiones del mundo, las divisiones sectarias algunas veces han velado el verdadero mensaje del budismo.

Las enseñanzas preservadas en los linajes del budismo tibetano están recogidas en la abundante literatura sagrada de esta tradición. El Kanguiur, compuesto de más de cien volúmenes, contiene las escrituras procedentes del Buda y se divide en: el Vinaya, que trata de la ética y la disciplina; los Sutras, que tratan sobre la meditación; y el Abhidharma, que trata de la filosofía budista. Los numerosos comentarios sobre estos y otros importantes trabajos budistas escritos posteriormente forman los doscientos volúmenes del Tanguiur. Ambos, el Kanguiur y el Tanguiur, fueron traducidos al tibetano en su mayor parte del sánscrito y constituyen el Canon budista tibetano. Además, existe un gran número de otros trabajos: enseñanzas introducidas en el Tíbet procedentes de la India a partir del siglo VIII, incluidas muchas de las enseñanzas Vajrayana, e innumerables comentarios de los tres vehículos escritos por maestros tibetanos.

La amplia gama de enseñanzas budistas puede, sin embargo, resumirse en las Cuatro Nobles Verdades, que el Buda expuso poco después de su Iluminación. La primera señala que nuestra existencia condicionada nunca está libre de un estado de sufrimiento, nunca es verdaderamente satisfactoria. Cualquier felicidad que experimentamos es transitoria y acaba dando paso de nuevo al sufrimiento. La razón de ello es, como se explica en la segunda verdad, que cualquier cosa que podamos hacer, decir o pensar produce un resultado que tenemos que experimentar, ya sea en esta vida o en las futuras. De hecho, renacer es el resultado de nuestras acciones y las condiciones en las cuales uno nace en una vida dependen directamente de las acciones que uno ha hecho en las vidas previas y, en especial, de los motivos y actitudes con las que las hemos hecho. Así, el principio de causa y efecto explica por qué, por ejemplo, algunas personas son pobres durante toda su vida a pesar de los esfuerzos que llevan a cabo para hacerse ricos, mientras que otros tienen todo lo que pueden desear a pesar de que no hagan nada para conseguirlo. La segunda verdad nos muestra que las emociones negativas como el odio, el apego, el orgullo, la envidia y, especialmente, la ignorancia, que es la raíz de todas las demás, son la fuerza oculta que mueve nuestras acciones. Esta ignorancia no es solo falta de sabiduría en el modo de actuar, sino la ignorancia básica de cómo percibimos la existencia, la cual nos hace estar constantemente atrapados por la creencia en la existencia inherente del yo y del mundo que nos rodea. Dado que nuestras acciones son interminables, tampoco hay final para nuestro continuo renacer en la existencia condicionada. Únicamente cuando se cesa de actuar con ignorancia puede romperse este círculo interminable, como muestra la tercera verdad que expone la cesación del sufrimiento y la liberación de la existencia condicionada.

La cuarta verdad explica el camino por medio del cual eso puede conseguirse. Esto significa esencialmente, por una parte, la acumulación de acciones positivas, como venerar y hacer ofrendas al Buda, al Dharma (sus enseñanzas) y a la Sangha (la comunidad de practicantes), practicar la generosidad y demás, y, por otra parte, la práctica de la meditación, que puede eliminar directamente la raíz de la ignorancia que es la causa del sufrimiento. Un practicante que siga este camino pensando solo en su propia liberación puede obtener un alto nivel de realización y llegar a ser un arhat (alguien que ha vencido las emociones negativas). Pero esto no es la Iluminación total. Solo aquellos que están motivados por el beneficio y la Iluminación total de todos los seres pueden conseguir la budeidad completa. Tales practicantes, que siguen el camino del Gran Vehículo basado en la compasión inseparable de la vacuidad, son conocidos como bodhisattvas. Un bodhisattva que además practique las enseñanzas profundas y hábiles del Vajrayana puede conseguir en un periodo de tiempo muy breve la Iluminación total.

Durante su vida, el Buda creó una comunidad de monjes y monjas que era el núcleo que practicaba y aseguraba la continuidad de sus enseñanzas. De cualquier modo, esto no excluye a los laicos como seguidores auténticos del camino. Esto se puede constatar en el Tíbet donde, desde el siglo VIII en adelante, la comunidad de los practicantes comprendía en su seno, por una parte, a una numerosa comunidad monástica y, por otra, a una fuerte tradición de practicantes con una ordenación de laicos, ya fuesen yoguis o cabezas de familia, muchos de los cuales aunque pudiese parecer que vivían vidas corrientes, de hecho, seguían un profundo camino espiritual y al final obtenían la realización total.* En la tradición Ñingmapa, la ordenación monástica se considera un soporte muy útil para la práctica, pero no esencial para progresar en la meditación.

Cuando la continuidad de los linajes del budismo se vio amenazada por los cambios políticos en el Tíbet durante los años cincuenta, numerosos lamas cualificados, que no solo habían recibido de sus maestros las transmisiones auténticas del linaje, sino que también habían obtenido el entendimiento completo y la realización plena de estas enseñanzas, trataron de preservarlas llevándolas a la India. Simultáneamente, algunos occidentales que viajaban por la India empezaron a sentir interés por esos lamas y su herencia espiritual. Fue así como se produjo el encuentro entre esta antiquísima tradición religiosa y la cultura occidental. Numerosos maestros de los diversos linajes fueron posteriormente invitados a los distintos países occidentales, y en la actualidad es posible acceder con relativa facilidad a estas preciosas enseñanzas; algo a lo que la traducción de este texto desea contribuir.

Patrul Rimpoché (1808-1887)

Las palabras de mi maestro perfecto

Una guía para las prácticas preliminares de La esencia del corazón del vasto espacio, de la Gran Perfección

Prólogo

¡Homenaje a vosotros, venerables maestros, cuya compasión es infinita e incondicional!

Victoriosos del linaje de la mente; vidyadharas del linaje simbólico;

y los más afortunados entre los humanos que,

guiados por los seres iluminados, habéis obtenido el doble objetivo;

maestros de los tres linajes, ante vosotros me postro respetuosamente.

En el espacio donde todos los fenómenos se extinguen, encontraste la sabiduría del dharmakaya;

en la clara luz del espacio último, viste aparecer las tierras puras del sambhogakaya;

para trabajar por el beneficio de los seres, apareciste ante ellos en el nirmanakaya.

Soberano Omnisciente del Dharma,1 ante ti me postro respetuosamente.

Con tu sabiduría percibiste la verdadera naturaleza de todo lo que puede ser conocido;

la luz de tu amor irradiaba beneficiando a todos los seres;

esclareciste las enseñanzas del profundo camino, cúspide de todos los vehículos.

Vidyadhara Yigme Lingpa, ante ti me postro respetuosamente.

Eras Avalokiteshvara en la forma de un amigo espiritual;

establecías en el camino de la liberación a todos los que oían tus palabras;

para satisfacer las necesidades de todos los seres, tu actividad era infinita;

bondadoso maestro raíz, ante ti me postro respetuosamente.

La totalidad de las enseñanzas del Buda están recogidas en este texto del linaje del Omnisciente:

la quintaesencia de las instrucciones fundamentales que proporcionan la budeidad en una sola vida,

los preliminares comunes o externos y los preliminares internos,

junto con los consejos para el rápido camino de la transferencia.

Que sea bendecido por los budas y los maestros

para que pueda explicar con veracidad tal como las recuerdo,

maravillosamente profundas, a la vez que claras y fáciles de entender,

las infalibles palabras de mi maestro perfecto.

Esta fiel trascripción de las enseñanzas de mi incomparable maestro sobre los preliminares externos –comunes– y los internos de La esencia del corazón del vasto espacio, de la Gran Perfección, está dividida en tres partes: los preliminares comunes o externos; los preliminares extraordinarios o internos, y, como parte de la práctica principal, las enseñanzas para el rápido camino de la transferencia.

Parte I

Los preliminares comunes o externos

La dificultad de encontrar las libertades y las condiciones favorables

La transitoriedad de la vida

Los defectos del samsara

Karma, el principio de causa y efecto

Los beneficios de la liberación

Cómo seguir al amigo espiritual

Yamyang Khyentse Wangpo (1820-1892). Fue el primer Khyentse, un descubridor de tesoros y uno de los principales transmisores de La esencia del corazón del vasto espacio. Fue asimismo uno de los fundadores del movimiento no sectario o rimé .Y salvó muchas enseñanzas cuyos linajes estaban a punto de desaparecer.

1.La dificultad de encontrar las libertades y las condiciones favorables

El comentario sobre lo difícil que es encontrar las libertades y las condiciones favorables va precedido por una explicación sobre el modo correcto de escuchar las enseñanzas espirituales.

I. El modo correcto de escuchar las enseñanzas espirituales

El modo correcto de escuchar las enseñanzas tiene dos aspectos: la motivación correcta y la conducta correcta.

1. La motivación

La motivación correcta comprende la vasta intención de la bodhichitta y los medios inmensamente hábiles del Mantrayana Secreto.

1.1 La vasta intención de la bodhichitta

No hay ni un solo ser en el samsara, el gran océano de sufrimiento, que desde tiempos sin principio no haya sido alguna vez nuestro padre o nuestra madre. Cuando fueron nuestros padres, su única preocupación fue criarnos con el mayor cariño posible, protegiéndonos con gran amor, dándonos lo mejor de su propia comida y vistiéndonos lo mejor posible.

Todos esos seres que han sido tan bondadosos con nosotros quieren ser felices, sin embargo, ignoran que la causa de la felicidad es practicar las diez acciones positivas. Ninguno de ellos quiere sufrir, pero no saben que para ello deben evitar las diez acciones negativas que son la causa del sufrimiento. Sus acciones se oponen a sus deseos más profundos. ¡Pobres seres, están perdidos y confusos, como un ciego abandonado en medio de un desierto!

Pensad: «Voy a escuchar y poner en práctica el Dharma profundo para beneficiar a todos estos seres, mis padres, atormentados por las aflicciones de los seis reinos de existencia. Los guiaré para que se liberen de todos los fenómenos kármicos, las tendencias habituales y los sufrimientos de cada uno de los seis reinos y alcancen el estado de la budeidad perfecta». Es importante mantener esta motivación cuando se escuchan las enseñanzas o se ponen en práctica.

Siempre que hagáis algo positivo, ya sea de mayor o menor importancia, es indispensable que apliquéis los tres métodos supremos. Antes de empezar, generad la bodhichitta como un medio hábil para asegurar que lo que hagáis sea causa de resultados positivos en el futuro. Cuando estéis efectuando la acción, evitad los conceptos,2 para que el mérito no pueda ser destrozado por las circunstancias.3 Al finalizar, sellad adecuadamente la acción dedicando el mérito, lo que asegurará que aumente continuamente cada vez más.4

El modo de escuchar el Dharma es muy importante, pero todavía más importante es la intención con la cual lo escucháis.

Lo que hace que una acción sea positiva o negativano es su apariencia, ni si es grande o pequeña,sino la intención, buena o mala, que hay tras ella.