Libre de humo - Nuria Giniger - E-Book

Libre de humo E-Book

Nuria Giniger

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Beschreibung

En el último tiempo, los debates respecto del ambiente, el desarrollo y la soberanía tomaron parte de la agenda pública. Si unx recorre los casos donde "la naturaleza" es la protagonista, la única idea que sobrevive es que "las personas estamos destruyendo el planeta". Frente a esta simplificación, nos parece oportuno acercar una caracterización y un análisis crítico de las distintas corrientes y miradas que participan del debate, o como dice Juan Ramón Quintana en su prólogo: "una exégesis oportuna, necesaria y a su vez brillante sobre las sinuosas y cada vez más laberínticas teorías o posturas políticas que los expertos han decidido adoptar en sus debates sobre medio ambiente y desarrollo, o que en clave más amplia puede traducirse como la dialéctica entre cultura y naturaleza". Este texto es una propuesta para sistematizar en esos debates y aportar a la construcción de una perspectiva emancipadora, que tenga en cuenta que en la actualidad la naturaleza es un campo de disputa.

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LIBRE DE HUMO

Ensayo crítico sobre desarrollo, ambiente y emancipación

Giniger, Nuria

Libre de humo : ensayo crítico sobre desarrollo, ambiente y emancipación / Nuria Giniger ; Rodolfo Kempf ; Prólogo de Juan Ramón Quintana . - 1a ed - Ituzaingó : Cienflores ;

Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CEIL-CONICET, 2022.

112 p. ; 17 x 11 cm.

ISBN 978-987-4039-58-3

1. Ecologismo . 2. Filosofía de la Naturaleza. 3. Cuidado del Medio Ambiente. I. Kempf, Rodolfo II. Quintana , Juan Ramón, prolog. III. Título.

CDD 577

© Nuria Giniger y Rodolfo Kempf, 2022

© Editorial Cienflores, 2022Lavalle 252 (1714) - Ituzaingó

Pcia. de Buenos Aires - República Argentina

Tel: 2063-7822 / 11 6534 4020

Contacto: [email protected]

Director editorial: Maximiliano Thibaut

Diseño de portada: Soledad De Battista

Diseño editorial: CEIL CONICET

PIP 11220200100548CO “Transformaciones de la hegemonía empresaria a partir de la pandemia del Covid-19”

Impreso en Argentina

Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio electrónico o mecánico, incluyendo fotocopiado, grabación o cualquier otro sistema de archivo y recuperación de información, sin el previo permiso por escrito de los editores.

LIBRE DE HUMOEnsayo crítico sobre desarrollo, ambiente y emancipación

Nuria Giniger

Rodolfo Kempf

AGRADECIMIENTOS

La publicación de un libro es siempre una excelente noticia y tiene detrás mucho más que el nombre de lxs autores. En este caso, no hubiera sido posible sin el espacio que nos dieron lxs compañerxs de Hamartia en su revista. Cuando comenzó el conflicto por la extracción de petróleo off-shore en Mar del Plata, confiaron en que podíamos aportar otra mirada al debate. Esas pequeñas entregas también tuvieron un montón de lectores atentxs que nos hicieron llegar comentarios y observaciones, imprescindibles para este trabajo final.

Pero además, hubo quienes confiaron en que este libro podía ayudar a dar debates de nuestro tiempo y nos dieron el apoyo: Federación Judicial Argentina y la generosidad del Secretario General, Matías Fachal y el Secretario Gremial, Emiliano Sanhueza. La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires. (CICOP) y la generosidad de su Secretario General, Pablo Maciel.

Finalmente, sin editores no hay libros: agradecemos enormemente a Irene Brousse, del CEIL-CONICET y a Maxi Thibaut, editor de Cienflores.

PRÓLOGO

Juan Ramón Quintana[1]

El presente ensayo titulado “Libre de humo”, escrito con pulcritud de cirujano por Nuria Giniger y Rodolfo Kempf, constituye sin duda alguna una exégesis oportuna, necesaria y a su vez brillante sobre las sinuosas y cada vez más laberínticas teorías o posturas políticas que los expertos han decidido adoptar en sus debates sobre medio ambiente y desarrollo, o que en clave más amplia puede traducirse como la dialéctica entre cultura y naturaleza.

Diariamente, la sociedad global enfrenta una constelación informativa acerca de los dramáticos impactos medioambientales provocados por los cambios climáticos, eventos que algunas veces nos inducen a pensar, no sin resignación, que estamos en la antesala o en el umbral del fin del mundo o de una catástrofe climática aparentemente irreversible. Con la misma perplejidad, ignoramos si estos cambios pueden ser mitigados o si las estrategias medioambientales sesudamente elaboradas funcionan eficazmente o no. Lo cierto es que la cuestión del medio ambiente forma parte de nuestra crisis existencial como humanidad, y como en toda incertidumbre, las preguntas suelen ser mucho más numerosas y abrumadoras que las respuestas. Empero, parece que el problema de fondo no yace en el existencialismo medioambientalista que nos angustia, sino en la estructura de una economía global que lo sostiene.

Este es un texto que se propone ayudarnos a entender por dónde van los tiros. Con una gran capacidad de síntesis, nuestros autores realizan un recorrido analítico por aquellos recovecos que atraviesan el complejo debate sobre esta temática medioambiental con resultados no siempre alentadores. Mientras mayor preocupación genera en los gobiernos y en las sociedades la llamada crisis ambiental, las soluciones que se traman son cada vez menos claras, convirtiendo a este problema en un campo de batalla, o cuanto menos en un duelo político y teórico no solo bizantino sino aparentemente poco eficaz.

La premisa que sostiene este ensayo en torno a la relación medioambiente y desarrollo señala que mientras el debate no trate los temas de fondo no lograremos avanzar, y tampoco habrá futuro posible para la humanidad y la madre tierra mientras no se modifique el modo de producción capitalista que descansa en la propiedad privada, la apropiación del trabajo ajeno y la explotación irracional de la naturaleza. El problema de fondo es la incompatibilidad entre capital y naturaleza. La quimera de la sustentabilidad superadora, además de una herramienta política legitimadora de la explotación, seguirá siendo apetecible para el ejército de incautos y desprevenidos. Dicho de manera más breve, con el capitalismo cabalgando sobre nuestras espaldas solo nos queda el precipicio.

Quisiera destacar en este ensayo la hermenéutica interpretativa sobre aquellas narrativas ambientalistas que durante los últimos 30 años han intentado posicionar esencialismos comunitarios, ropajes filantrópicos y lenguajes sobredotados de espectacularidad académica para enmascarar uno de los problemas acuciantes que vive la humanidad, que no es otra cosa que el dilema de su supervivencia en medio del asedio capitalista globalizado.

Este ensayo comienza desnudando la impostura de esos esencialismos comunitarios hábilmente tramados hoy en conferencias y cumbres internacionales, traducidas por el cine, la televisión o los documentales a través de los cuales se nos pretende vender gato por liebre. El problema no reside en mantener la virginidad o pureza de los usos y costumbres de las comunidades sobre las que se asientan inmensas reservas de recursos naturales estratégicos; el problema es mucho más complejo y supera ese diletantismo estético del arte visual que posa su mirada en la comunidad. Tampoco pasa por el bizantinismo academicista, peor aún, por la dicotomía entre agua o muerte en el caso de la extracción de litio o de los minerales estratégicos. Esto no quiere decir que no se deba proteger a las comunidades de la moderna y avasallante codicia materialista; por el contrario, hay que protegerlas contra viento y marea, pero desde una dimensión distinta al relativismo estético que busca convertir a las comunidades en simples gendarmes del gran capital. Las comunidades deben gozar de todas las políticas públicas que favorezcan sus derechos y de los beneficios de la tecnología o los servicios básicos. Lo que es incompatible es que sus derechos universales sean hipotecados en el altar de su inmutabilidad.

Una primera conclusión que se puede extraer del ensayo es la siguiente. El debate global ambiental, más allá de todas las posturas políticas, enfoques especializados o corrientes teóricas sofisticadas, no coloca en el centro lo fundamental sino aquello que ha sido convertido en fundamental a costa de desplazar e invisibilizar el centro, y este centro es sin duda la cuestión del poder. Nuria y Rodolfo nos advierten que esta operación quirúrgica se realizó una vez enfriado el cadáver del socialismo soviético y sustituida la utopía socialista por una nueva militancia temática, quebrándose la relación entre lo social y lo político desde la que emerge la cuestión medioambiental y otras lindezas discursivas posmodernas.

Así como en las relaciones internacionales no existe moralismo posible, en la cuestión de la disputa, control y apropiación de recursos naturales no cabe romanticismo filantrópico o compromisos humanistas. Esta conclusión tan dramática podría ser matizada con algunos ejemplos esperanzadores, pero una vez más el conflicto Rusia-Ucrania o la destrucción previa de Yugoslavia, como modelo balcanizador occidental, nos devuelve a una realidad incontrastable: el fin parece nuevamente justificar los medios.

Se nos advierte hidalgamente que el debate medioambiental en las cumbres planetarias adolece de graves problemas: no solo están retrasados respecto al problema que abordan, sino que sus debates tienen las patas cortas frente a una catastrófica realidad que supera todo cálculo conservador respecto a los impactos que está produciendo el actual modelo hegemónico de desarrollo en nuestras sociedades y en nuestras vidas cotidianas. Además, hay que agregar un pequeño detalle: los países del norte desarrollado comprometidos públicamente con la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, con la transición energética o con los patrones de consumo son los mismos que impulsan el capitalismo de guerra, por lo tanto, a la cuestión de la supremacía del poder político sobre el medio ambiente hay que agregarle una enorme cuota de doble moral.

En este ensayo también se sostiene la idea de que quienes debaten los problemas ambientales sufren un extravío histórico, porque parecen no entender las inercias perversas y acumulativas que genera el modelo de desarrollo capitalista, en tanto no reconocen que este modo de producción no ha sabido conciliar con la naturaleza y resulta su antítesis. Pasan de largo que la colonización, como la modernización capitalista, solo ha producido acumulaciones destructivas de la naturaleza, patrones culturales irreconciliables y una gran cuota de muerte y desolación al amparo de su proyecto civilizador, excluyente y racista.

A pesar de todos los daños inimaginables producidos por la forma en que se organiza la producción capitalista, hay quienes creen que es posible seguir persistiendo en este horizonte suicida al amparo de un rutilante proyecto de desarrollo sustentable. ¿Pero en rigor, sustentabilidad de qué y para quién? ¿ Puede ser sustentable la naturaleza o la madre tierra a la que se le exige producir tres veces, cuando su capacidad solo le alcanza para producir una? ¿Es sustentable el planeta tierra cuando la capacidad destructiva de los arsenales nucleares disponibles por las potencias atómicas supera en mucho la resistencia de la madre tierra y de la propia humanidad?

Hace más de una década, Michael Klare nos advertía que enfrentábamos dos escenarios de pesadilla, la escasez global de recursos vitales y el comienzo de un cambio climático extremo cuyas consecuencias podían producir una oleada global de agitaciones, rebelión, competitividad y conflicto. Por cierto, este panorama ni siquiera planteaba un escenario de escasez absoluta, sino de una carencia relativa o perentoria de suministros adecuados capaces de quebrar las cadenas logísticas de sociedades urbanizadas adictas a determinados servicios. En efecto, estamos advirtiendo los primeros síntomas de esta crisis que apuntaba Klare, frente a los cuales a los consorcios productivos capitalistas globales solo les queda el camino de la guerra por recursos. Al parecer, la cuestión del ajuste global a la crisis capitalista sobre la naturaleza preocupa menos a las comunidades ambientalistas que la misma guerra.