Libro 3. Cómo Acabó Todo Y La Historia De Cómo La Singularidad 20-01 Consiguió Otro Móvil - Elena Kryuchkova - E-Book

Libro 3. Cómo Acabó Todo Y La Historia De Cómo La Singularidad 20-01 Consiguió Otro Móvil E-Book

Elena Kryuchkova

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Beschreibung

El último libro de la serie. Arthuria sigue gobernando Camelot, con Marilyn y Lancitel ayudándola. Pero los barcos de los sajones, liderados por Alfred, llegan a las orillas del reino. ¿Qué? ¿Alfred tiene también un artefacto? ¿El mismo que la reina y sus dos damas de la corte? ¿Hay de verdad otro móvil en la Singularidad 20-01? ¿Cómo es posible?

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Libro 3. Cómo acabó todo y la historia de cómo la Singularidad 20-01 consiguió otro móvil

Serie «Camelot. Singularidad 20-01. O las aventuras de tres chicas en otro mundo»

Elena Kryuchkova

Traducido por Mariano Bas

«Libro 3. Cómo acabó todo y la historia de cómo la Singularidad 20-01 consiguió otro móvil» (Serie «Camelot. Singularidad 20-01. O las aventuras de tres chicas en otro mundo»)

Escrito por Elena Kryuchkova

Copyright © 2023 Elena Kryuchkova

Editorial Tektime

www.tektime.it

Traducido por Mariano Bas

Todos los derechos reservados

Diseño de portada por IA (Stable Diffusion, NightCafe)

Elena Kryuchkova

Camelot. Singularidad 20-01. O las aventuras de tres chicas en otro mundo

Libro 3

El último libro de la serie.

Arthuria sigue gobernando Camelot, con Marilyn y Lancitel ayudándola.

Pero los barcos de los sajones, liderados por Alfred, llegan a las orillas del reino. ¿Qué? ¿Alfred tiene también un artefacto? ¿El mismo que la reina y sus dos damas de la corte? ¿Hay de verdad otro móvil en la Singularidad 20-01? ¿Cómo es posible?

Esta historia es una ficción y cualquier similitud con personas o acontecimientos reales es una coincidencia.

Los personajes de la mitología también se han cambiado; sus caracteres, relaciones y vínculos familiares son ficción. La historia es completamente ficticia.

Índice

Libro 3. Cómo acabó todo y la historia de cómo la Singularidad 20-01 consiguió otro móvil

Capítulo 1. ¡Las tropas sajonas llegan a Camelot!

Capítulo 2. Otra batalla «épica», aunque con un giro ligeramente inesperado de los acontecimientos

Parte 6. Cómo acabó todo y la historia de cómo la Singularidad 20-01 consiguió otro móvil

Capítulo 1. El fin del reinado de la reina Arthuria

Capítulo 2. El secreto de Minerva de la familia Herminia y cómo consiguió Alfred, líder de los sajones un móvil real

Libro 3. Cómo acabó todo y la historia de cómo la Singularidad 20-01 consiguió otro móvil

Parte 5. Otra batalla «épica»

Capítulo 1. ¡Las tropas sajonas llegan a Camelot!

Tierra, la Singularidad 20-01, año 5548 desde la Creación del Mundo según el calendario del Imperio Etrusco, Gran Bretaña, dos años después de la muerte del rey Uther Pendragon, un año después de la «supresión» del rebelde lord Tristán.

—Venus retrógrado indica que tendremos problemas pronto —dijo Lancitel.

—¿Venus? ¿No Mercurio? —Marilyn estaba sorprendida. Al fin y al cabo, su amiga solía mencionar a Mercurio.

—Venus. No Mercurio —confirmó la joven esotérica.

—¿Y qué tipo de problemas vamos a tener? —preguntó Arthuria.

No le extrañó la mención a Venus retrógrado, pues sabía de tal fenómeno astronómico. Solo que era Mercurio retrógrado el que se había convertido en el héroe de varios memes.

Marilyn también lo sabía. Pero, aun así, no podía entender el cambio en el estado de ánimo de Lancitel. Pero decidió no entrar en detalles, así que se limitó a hacer la misma pregunta que Arthuria:

—Sí, ¿qué tipo de problemas?

Las tres muchachas estaban sentadas en los aposentos de la reina, en el castillo real de Camelot. Habían pasado dos años desde la muerte del rey Uther y uno desde que lord Tristán efectuara el juramento de fidelidad a Su Majestad.

Desde entonces, las reformas llevadas a cabo por la reina y sus damas de la corte se habían convertido en parte familiar de las vidas de todos.

Durante este tiempo, apareció una pintura mural en los aposentos de Arthuria, mostrando personajes de películas y a su querida perra Dinah, a la que echaba mucho de menos. La pintura se había realizado siguiendo los dibujos que ella misma había hecho. Y pronto se impuso la moda de pintar las paredes con imágenes «no canónicas» (las canónicas implicaban ciertos ornamentos y símbolos con deidades).

Muchas damas y señores de la corte quisieron tener en sus habitaciones imágenes de poetas, héroes y heroínas de la antigüedad en poses pretenciosas y cosas similares. La gente de mentalidad conservadora, como Igraine, no aceptaba esas innovaciones, pero no podía dejar de admitir que los talleres de arte estaban floreciendo últimamente. También los artesanos que fabricaban materiales de trabajo y pinturas para los artistas. Y eso era bueno para la economía del reino. Además, esas pinturas empezaron a ponerse de moda entre los ciudadanos acomodados. Estos sencillamente encargaban obras a artistas menos conocidos o a aprendices.

Además de las pinturas murales, había aparecido otro nuevo detalle en las habitaciones de la reina: cortinas bellamente bordadas hechas con tela verde. También las cortinas se pusieron de moda, primero entre los cortesanos y luego entre los lugareños. Eso daba trabajo adicional a telares y costureras y también beneficiaba a la economía

Por supuesto, Arthuria, Marilyn y Lancitel no habían renunciado al resto de las comodidades del mundo moderno a las que estaban acostumbradas, pero, por desgracia, estaban limitadas por sus propios conocimientos y habilidades. Aunque sí que podían recurrir a hábiles maestros de todo el reino, no podían explicarles cómo fabricar, por ejemplo, una lámpara eléctrica. O cocinar determinados platos, porque simplemente no conocían sus recetas (además, había un problema con el aprovisionamiento de varios ingredientes).

Pero, hacía unos seis meses, Arthuria estaba leyendo uno de los libros que se había descargado en su móvil. Siempre había abundante literatura en su dispositivo, porque la muchacha había descargado muchos libros a la vez aprovechando promociones y solo los leía seis meses, un año o más tiempo después. Seguía descargando nuevos libros de vez en cuando sin tener ni idea de cuándo los iba a leer.

Sin embargo, cuando cayó en la Singularidad 20-01, agradeció su extraña costumbre. Porque, en un mundo sin Internet, leer libros en el móvil se había convertido en uno de sus pocos entretenimientos. Marilyn y Lancitel acabaron copiando su gran biblioteca digital en sus dispositivos y también leían cuando tenían tiempo libre...

Sin embargo, volviendo al libro que Arthuria había leído seis meses antes, era una novela de ficción acerca de una muchacha a la que le encantaba el café hecho con bellotas y con achicoria.

Eso es: café de bellotas y de achicoria. Por supuesto, no era café. Esa bebida no era más que un sustitutivo del café.

Pero Arthuria, Marilyn y Lancitel, frustradas por la lamentable ausencia de café en la Singularidad 20-01, decidieron tratar de crear la idea de sustitutivos del café. Además, las bellotas y la achicoria crecían en abundancia en las tierras de Gran Bretaña en esa singularidad. Y las recetas para hacer la bebida se describían con detalle en el libro.

Las muy inspiradas muchachas contaron inmediatamente su idea a los cocineros de la corte. Estos, con gran sorpresa y suspicacia, se resistieron a la idea de la reina y sus dos damas de la corte. ¡Después de todo, una cosa era preparar bocadillos, pizzas, ensaladas y platos similares y otra muy distinta bebidas a base de bellotas y achicoria!

Pero las órdenes reales no podían discutirse. Así que los cocineros de la corte hicieron todo exactamente de acuerdo con las recetas que recibieron. Y, para su gran asombro, el resultado fue maravilloso. ¡Absolutamente!

El sabor de las bebidas resultantes resultó tan rico y original para ellos que los cocineros estaban seguros de que la reina Arthuria, lady Marilyn y lady Lancitel sin duda apreciarían el resultado. Pero las cosas fueron distintas…

Su Majestad, su maga de la corte y la adivina y caballera, después de probar el café de achicoria, dijeron al unísono:

—Oh… El sabor no se parece en nada…

Los cocineros se quedaron paralizados y horrorizados, pensando que habían hecho algo mal. Inmediatamente pasaron por sus cabezas pensamientos lúgubres, como ¿serían castigados? ¿Se les encerraría en una mazmorra? ¿Serían ejecutados? ¿Qué hacer? ¿Huir? ¿Adónde?

Por supuesto, Arthuria, Marilyn y Lancitel no tenían ninguna intención de castigar a nadie y después de unos momentos, la reina dijo:

—De todos modos, no vamos a conseguir café real aquí. Tal vez, como alternativa, esta sea una buena opción.

—Sí, por desgracia, sin duda no vamos a encontrar aquí café auténtico —confirmó Marilyn—. Es demasiado arriesgado enviar una expedición en búsqueda de café. Además, no sabemos si aquí existen plantas de café.

Tanto Arthuria como Lancitel entendieron qué quería decir: «¿Hay plantas de café en África y en el sur de Arabia en esta singularidad?» Aunque en esa singularidad las condiciones climáticas de Gran Bretaña fueran similares a las del mundo de las muchachas, eso no significaba que fueran las mismas en otros continentes.

Por supuesto, el Imperio Etrusco mantenía relaciones comerciales tanto con África como con el sur de Arabia, pero el café, como bebida, aún no se había descubierto en ese mundo. Consecuentemente, nadie comerciaba con granos de café. Y las muchachas no querían correr riesgos.

Sin embargo, sus temores eran infundados: las condiciones climáticas en ambas singularidades eran similares. Así que en la Singularidad 20-01 el café crecía en las mismas localizaciones geográficas que en el mundo nativo de las muchachas. Sin embargo, ellas no lo sabían y no querían poner en peligro a gente enviándola a expediciones distantes.

Por esta razón, incluso Lancitel, que era quien más echaba de menos el café, se limitó a resumir breve y tristemente:

—Por desgracia…

Las muchachas reaccionaron de manera similar ante el café de bellotas. Los cocineros quedaron muy preocupados. Y entonces el cocinero jefe de la corte preguntó:

—¡Vuestra Majestad, lady Lancitel y lady Marilyn! ¿Qué hemos hecho mal para que no os guste el resultado? ¿Ha sido culpa nuestra?

—¡Oh, no, no os preocupéis! —replicó Arthuria, comprendiendo entonces su preocupación—. Es solo que los ingredientes apropiados para hacer verdadero café no crecen en estas tierras. Así que os hemos pedido hacer algo parecido. ¡Lo habéis hecho bien! Pero, por supuesto, el sabor de los sustitutivos no es el mismo que el del original…

Lancitel y Marilyn confirmaron sus palabras. Los cocineros se tranquilizaron, pero al mismo tiempo quedaron sorprendidos: si los sustitutivos del café tenían un sabor tan maravilloso, ¿cómo sería el original? Y supusieron que los ingredientes para hacer café verdadero solo podían encontrarse en las tierras de Fair Folk…

Así que, en poco tiempo, los cafés de achicoria y bellotas se convirtieron en populares en la corte. Y después de un tiempo los criados del castillo, que descubrieron la receta, la divulgaron entre la gente corriente.

Los habitantes de Camelot tomaban las nuevas bebidas con mucho gusto. Y la gente de tierras cercanas y lejanas empezó a llegar a la capital del reino para probarlas.