LIDER-A - Lourdes Cascón Ansotegui - E-Book

LIDER-A E-Book

Lourdes Cascón Ansotegui

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Beschreibung

En un mundo expuesto a grandes cambios y desafíos globales es vital continuar formándose y ampliar nuestro potencial interior erigiéndonos en referentes que lideren y no en meros directores de equipos. Esos futuros líderes servirán indudablemente de motor para una auténtica transformación social y, por ende, económica. Nos hallamos ante las puertas de un texto que nos proporcionará las pautas de aprendizaje para encontrarnos con nosotros mismos y poder relacionarnos de forma exitosa con los demás. Ejercitando la humildad y la empatía y desde una actitud flexible y creativa tendremos la posibilidad de construir un mundo más justo. Engrasando estas siete palancas contribuiremos a crear prosperidad y riqueza, innovación y empresas de vanguardia.

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LIDER-A

7 PALANCAS DEL LIDERAZGO

LOURDES CASCÓN ANSOTEGUI

Título original: Líder-A. 7 palancas del liderazgo

Primera edición: Noviembre 2022

© 2022 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autora: Lourdes Cascón Ansotegui

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación de cubierta: Valeria Hernández

Maquetación: Carolina Hernández Alarcón

ISBN: 978-84-19495-15-0

Producción del ePub: booqlab

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

A Inés, Mariano, Jaime, Rodrigo y Mariano.

A mi madre y a mi padre.

ÍNDICE

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

1. DE LA AUTOGESTIÓN AL LIDERAZGO

La criatura humana como ser afectivo

El sentimiento vinculado a las expectativas

Emociones y sentimientos

El amor, los sentimientos y cómo elegimos nuestros comportamientos

Nuestras creencias: del anonimato a la consciencia

Pasando del yo al tú y al nosotros

El lenguaje como herramienta de comunicación eficaz en el liderazgo

Aprendizajes

2. LA COHERENCIA, ELEMENTO BÁSICO EN LA RELACIÓN CON UNO MISMO Y CON LOS DEMÁS

Liderar con el ejemplo coherente

De la coherencia a la incongruencia

Coherencias, incongruencias y otros ejemplos

Aprendizajes

3. DE LA CURIOSIDAD A LA «STUDIOSITAS»

De la curiosidad a la «studiositas»

La «studiositas», camino previo a la sencillez

La experiencia, ¿impulsora o tope? ¿inicio o final?

Aprender sobre los demás

Aprender de los demás

Aprender de los demás sobre uno mismo

Liderando una cultura de aprendizaje

Aprendizajes

4. DESARROLLANDO LA CULTURA DEL INTERÉS POR EL OTRO

El líder se interesa por su gente

El líder empatiza

Desarrolla relaciones interpersonales de calidad

El líder planifica las reuniones para incrementar su eficacia

El líder da ejemplo y acompaña

Aprendizajes

5. COMUNICACIÓN

¿Escuchas?

Aprende a generar impacto

Es cómo te presentas al mundo

Planifica cómo te presentas al mundo

La forma: el lenguaje no verbal

El lenguaje verbal

La importancia de las palabras

Las palabras y las frases crean realidades y ¡tienen consecuencias!

Ordena tu mensaje

Lenguaje descriptivo, interpretativo, evaluativo

El secreto de la comunicación eficaz

Distorsiones

Vigilar las eliminaciones

Elegir bien el momento y receptor adecuado

Asegurarse de que se habla de lo mismo

El silencio también comunica

El lenguaje interior

Concluyendo

Aprendizajes

6. LA ILUSIÓN

Contagiar la ilusión

Quienes no se encandilan

La importancia de aceptar lo humano

Tener ilusión no es ser iluso

Actuar por ilusión o cumplir por obligación

La motivación y el arte de delegar

Aprender a delegar

Cuidado con la confianza

Empresa ilusionada, empresa sostenible

Aprendizajes

7. LA FLEXIBILIDAD DEL LÍDER

El líder escribe con lápiz

La flexibilidad y la gestión del error

Error y responsabilidad

La rigidez

Flexibilidad enfocada a la aportación de valor

Flexibilidad e innovación

Aprendizajes

LA VISIÓN ESTRATÉGICA

Los sistemas

Los arquetipos

El equipo como sistema

Liderar es decidir con compromiso

Analizar para tomar decisiones estratégicas

Planificar con ignorancia de la competencia

Visión estratégica y tiempo: administración y ejecución de prioridades

Aprendizajes

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

PRÓLOGO

«Ningún hombre será un gran líder si quiere hacerlo todo él mismo u obtener todo el mérito para sí mismo por hacerlo».

ANDREW CARNEGIE

Me siento honrado de prologar este libro de Lourdes Cascón, ya que considero que no se trata de un ensayo más sobre filosofía de liderazgo, sino de un gran decálogo ético que nos llevará a ser mejores personas. Asimismo, supone una eficaz herramienta para forjar líderes empresariales en el siglo XXI, pues nos transmite valores trascendentes desde un enfoque humanista.

En un mundo expuesto a grandes cambios y desafíos globales es vital continuar formándose y ampliar nuestro potencial interior para poder comunicar nuestros objetivos con coherencia, erigiéndonos en referentes que lideren y no en meros directores de equipos. Esos futuros líderes servirán indudablemente de motor para una auténtica transformación social y, por ende, económica.

Desde el punto de vista metodológico, esta obra permite diseñar un sistema particular que encaje a la perfección con cada tipo de persona en función de la coyuntura en que se encuentre. De este modo, cuanto más conocimiento de la realidad propia y del equipo se tenga, mayor será la eficiencia en la consecución de objetivos.

Lourdes Cascón utiliza la bella metáfora de la palanca como una poderosa imagen de ese instrumento que nos convertirá en motores que impulsen y transmitan fuerza a nuestros equipos. La autora nos presenta siete palancas vitales como siete secretos revelados para convertirnos no solo en auténticos líderes, sino en personas auténticas.

La primera de estas palancas, la introspección, es una de las más importantes, ya que de su desarrollo emanarán el resto de nuestras capacidades para llegar a ser dirigentes capaces. Como seres humanos tenemos una parte consustancial que nos permite tener conciencia de nosotros mismos; por ello resulta vital que nos detengamos y refugiemos en nuestro interior para conectar con nuestro yo y poder recuperar la armonía ante el ruido que nos rodea. Esta conexión nos da un motivo más para vivir el presente y entrenar nuestra atención a fin de centrarnos mejor en el objetivo que queremos conseguir. El silencio logrado en la intimidad de nuestro interior nos permitirá ser más creativos e innovadores, otorgándonos más agilidad en las decisiones.

Entre estas primeras enseñanzas que nos transmite Cascón, nos encontraremos las vinculadas con el mundo de las emociones, los afectos y los sentimientos, aspectos que humanizan la labor de un líder. El dirigente debe estar en continuo fluir con el resto de las personas que lo rodean y tener empatía, consistente no solo en ponerse en la piel del otro, sino en llegar a comprenderlo en toda su complejidad. Afortunadamente, la empatía es una capacidad que puede aprenderse y entrenarse a través del entendimiento de que los estados emocionales pueden transmitirse a los demás, a nuestros equipos de trabajo. De esta forma, conociendo cómo nuestros mensajes emocionales pueden influir en el otro, tendremos mayores oportunidades de éxito en las relaciones interpersonales.

Esta primera palanca relativa a la introspección se imbrica también con un aspecto muy importante: la educación y la formación del futuro líder en pensamiento humanístico y en el dominio del lenguaje.

Las humanidades, tan desterradas de los planes de estudio actuales, nos están dejando vacíos de referentes morales y éticos ante una nueva era tecnológica y digital que continúa precisando del estudio de los grandes pensadores. Del mismo modo, será necesario el fomento de nuestro potencial interior, claramente diferenciador, para enfrentarnos con equilibrio a los cambios continuos de este mundo poliédrico.

El dominio del lenguaje y de la palabra supone, como se destaca en este libro, una magnifica herramienta de comunicación, enormemente eficaz a la hora de liderar en cualquier campo. De esta forma, es preciso conocer no solo qué vocablo emplear y cómo emplearlo, sino la manera de manejar todos los matices de la lengua, la sintaxis y los tiempos verbales para producir un impacto determinado en los demás. No podemos olvidar que todos los enunciados que emitimos repercuten en los receptores.

La segunda palanca que nos presenta Lourdes Cascón, la coherencia, sería una consecuencia de la inteligencia emocional. Así, solo si nos conocemos a nosotros mismos podremos ser coherentes generando confianza en nuestro equipo de trabajo. Los auténticos líderes deben mostrar concordancia entre pensamiento y acción, dirigiendo a su plantilla con el ejemplo.

El resto de las palancas que muestra la autora están relacionadas con las capacidades anteriores, como son el deseo de aprender, el interés por los demás, la comunicación, la ilusión, la flexibilidad, la creatividad y la visión estratégica.

En cuanto al deseo de aprender, aunque este se halle en nosotros desde la infancia, pues la curiosidad es innata, también puede acrecentarse pues es la que nos empuja a seguir buscando, descubriendo e innovando. No podemos dejar de destacar lo vital que resulta seguir cultivándola para que no se atrofie, tomando conciencia de lo que desconocemos y estando siempre dispuestos a seguir aprendiendo.

Un aspecto destacable de este apartado es que se invita a los líderes a seguir formándose desde la virtud moral, la «studiositas» de Santo Tomás, un compromiso de búsqueda de un conocimiento más profundo que requiere también constancia, humildad y honestidad individual. Los líderes deben estar siempre dispuestos a aprender de los demás y a pasar a la acción asumiendo riesgos y aceptando los errores; deberán poder enfrentarse al miedo y a las vulnerabilidades y aceptar que también son imperfectos.

Fuertemente vinculada con la empatía se nos presentan otras habilidades palanca: el interés por los demás y la comunicación. El libro resalta que las transferencias emocionales influyen no solo en la creación de un buen ambiente, sino que no se puede reconocer a alguien como líder cuando no se siente que se despierta interés en él.

En cuanto a la palanca de la comunicación resulta determinante definir el objeto de la conversación, el mensaje que queremos transmitir. Para ello es necesario seleccionar al receptor adecuado en el momento idóneo y, sobre todo, dominar la capacidad de escuchar intentando comprender al otro y dándole opción a mostrar sus objeciones y aclarar aquellas dudas que se presenten. Se debe contar con el convencimiento de que del diálogo mantenido surgirán ideas innovadoras generadas entre ambas partes.

No se puede obviar que para contar con el éxito en la emisión del mensaje, este debe ordenarse previamente, siendo precisos en la utilización del lenguaje y evitando generalidades, ya que la comunicación debe ser constructiva y no destructiva.

Por otra parte, en cuanto al liderazgo empresarial, la generación de ilusión será fundamental para la creación y el desarrollo de empresas. El entusiasmo es siempre inspirador y sirve de motor de la voluntad. Sin embargo, los objetivos establecidos por los líderes deberán ser realistas y aceptar los retos analizando las limitaciones y considerando las dificultades como parte de ese proceso. La falta de ilusión es consecuencia de la falta de motivación; por ello esta debe ser transmitida al equipo y se hace imprescindible aprender a delegar.

Lourdes Cascón nos detalla y presenta la creatividad y la flexibilidad como capacidades que precisarán de la humildad para aplicarlas con el equipo con el que se trabaja. Asimismo, será necesario observar el entorno y valorar la capacidad de iniciativa de los demás. Al mismo tiempo, y como parte de la comprensión, es preciso que el líder acepte las equivocaciones que se puedan producir, gestionando adecuadamente el error de forma responsable y sirviendo de modelo, ya que de esta forma se generan seguridad y confianza.

Los directivos deben considerar asumir las responsabilidades de sus acciones y decisiones, pese a que se pueda obtener un resultado diverso al esperado, pues los errores proporcionan aprendizaje.

Por último, y enlazando con las enseñanzas anteriores, el libro nos transmite que debemos evitar un pensamiento rígido ante un mundo tan inestable y cambiante como el actual, pues no solo se imposibilitaría la innovación, sino que esta se tornaría inexistente.

El auténtico líder concretará los objetivos y estará pendiente de la consecución de los mismos. Deberá medir las posibilidades, conocer todo lo que está en juego, gestionarlo y fomentar la responsabilidad y el compromiso, el ser proactivo y colaborativo, siendo copartícipe de objetivos comunes.

Liderar con creatividad implica guiar al equipo hacia el logro de resultados de forma innovadora, de modo que los directivos deberán ser visionarios y crear las condiciones necesarias para que surja dicha creatividad.

En definitiva, tras estas palabras nos hallamos ante la puertas de un texto que nos proporcionará las pautas de aprendizaje para encontrarnos con nosotros mismos y poder relacionarnos de forma exitosa con los demás. Ejercitando la humildad y la empatía y desde una actitud flexible y creativa tendremos la posibilidad de construir un mundo más justo.

De esta forma, parafraseando a Goethe, «Una gran persona atrae a grandes personas, y sabe cómo mantenerlas juntas», os animo a potenciar y desarrollar las capacidades que nos propone esta obra. Engrasando estas siete palancas contribuiremos a crear prosperidad y riqueza, innovación y empresas de vanguardia. La lectura de este libro nos permitirá convertirnos en unos auténticos referentes no solo para nuestros equipos de trabajo, sino para el conjunto de la sociedad. Asimismo, no cabe duda de que nos ayudará a orientarnos y desarrollarnos con éxito en todas las facetas de nuestra vida.

IÑIGO FERNÁNDEZ DE MESAPresidente del Instituto de Estudios Económicos

INTRODUCCIÓN

¡Urgente! ¡Se necesitan líderes! Este fue el impulso que me decidió a abordar este emocionante trabajo de investigación, reflexión y creación. Un libro que nace con el anhelo de aportar caminos andaderos para quienes anidan el afán de transformarse en líderes.

Un entorno tan rápidamente cambiante como el actual, que percibimos como confuso e inestable, conlleva la apreciación personal de mayor complejidad a la hora de anticipar circunstancias y tomar decisiones que faciliten el aprovechamiento de oportunidades.

El liderazgo se basa en una relación con movimiento entre el líder, las personas a las que inspira, la situación y el contexto. Cada estilo de liderazgo será conscientemente decidido, diseñado y entrenado por la persona que asume esta responsabilidad. Para que estas tres acciones que destaco sean eficaces, ese liderazgo ha de ser propio. No prestado, no copiado, no aprendido ni aprehendido. Ese liderazgo no se improvisa: decidir, diseñar y entrenar no riman con improvisar.

Se embarca el lector en una interesante aventura: el conocimiento de su propio liderazgo, de quién es para liderar. Parar, conectar con el presente, con lo que es y lo que se «es», procurando conocerse realmente a sí mismo. Descubriendo quién quiere llegar a ser, y comprendiendo cómo y con quién.

Habiendo recorrido la acción de los dos primeros verbos, la lectura de las siguientes palancas facilitará, a quien decida liderar, conocimientos y herramientas para pasar a la acción del tercer verbo: entrenar. Esto será de especial interés, dada la variedad de competencias y habilidades que pueden requerirse en el contexto actual.

Este recorrido por las palancas, de dentro hacia fuera, y de fuera hacia dentro, permite un movimiento continuo. Facilita el cambio, la adaptabilidad, pues llama a asumir que la persona que lidera también varía, y con ella el liderazgo que ofrece, como a su vez se modifica lo que la rodea. A través de esta metodología será más consciente de esas transformaciones y podrá encontrar armonía para gestionarlas.

Es conveniente aterrizar ese sustantivo: liderazgo, elemento lingüístico que identifica el concepto, y pasar a la acción: liderar. Este actuar lo tornan viable directivos capaces de asumir con ilusión y cualificación esa responsabilidad posibilitadora de la generación de beneficios para las empresas y la sociedad en su conjunto.

La complejidad a la hora de abanderarlo, definirlo y aportar conocimiento teórico y práctico es indiscutible. A lo largo de los siguientes capítulos formulo ideas, ejemplos y reflexiones que impulsan a disquisiciones tanto íntimas como de equipo. Me dirijo a quienes pilotan organizaciones con la ineludible responsabilidad de establecer y alcanzar metas, con el reto de aproar hacia su consecución.

Es colosal la trascendencia que alcanzan en el entorno los actos, las palabras, los gestos y las decisiones de quienes timonean. Las palancas y metodologías que presento superan el mero afán erudito para lanzar a la acción desde cimientos sólidos.

En la tarea directiva va implícita la permanente valoración de cuál es el efecto que está produciéndose a través de los productos o servicios en el entorno de influencia y qué repercusión para el propio modelo de negocio tiene ese influjo. La realidad empresarial pide a voces creatividad e innovación en productos y servicios. Los cambios afectan a los clientes, a los proveedores, y en general a todos sus grupos de interés.

Con intención de colaborar a que la empresa cumpla sus expectativas de rentabilidad y su compromiso con quienes la componen y en los que repercute, esbozo una metodología de potenciación del liderazgo a través del entrenamiento de siete palancas. El experto manejo de las mismas facilita conocer los puntos de apalancamiento en cada una de las circunstancias y amplificar la eficacia de la inspiración que genera para que se concrete en el otro el deseo de dar lo mejor de sí mismo. Las resistencias serán superadas con menor esfuerzo y mejores resultados una vez incorporadas como hábitos en el gobierno de uno mismo y en la dirección de equipos y proyectos.

A través de la introspección, de parar y volver a la conexión con uno mismo, a lo real, al instante presente en ese silencio, insinúo una llamada a la belleza, que, a decir de Platón, «es el esplendor de la verdad». La de quien está satisfecho de existir. La de la serenidad y la claridad de conocerse, de permitirse ser como realmente uno es, con el reto de llegar a ser lo que puede llegar a alcanzar con generosa brega: aprender a ilusionarse y a esperanzar transmitiendo con coherencia la anticipación del goce de la realización de lo proyectado. La de emprender el camino dispuesto a incorporar nuevas ideas y facilitarlas a los demás. La de seleccionar de quién y de qué se acompaña, interesándose por quienes caminan con él, tratándoles como personas en su unicidad y comprendiendo cómo se sienten.

El líder conocedor de la importancia del lenguaje verbal escoge las palabras. En su mochila lleva la lupa, solícito a los detalles, procesos, causas y condiciones. Con el corazón y la mente unidos en el compromiso, con la mirada firme en la determinación de alcanzar el objetivo común hacia el que avanzan. La empresa precisa el atractivo de lo auténtico, del talento, del carácter propio de cada persona que se fortalece con la introspección, con la aceptación de uno mismo, con sus valores e ideales, que revertirá en los que lo rodean.

Conocerse facilita el encuentro con el otro, la comprensión de cada individuo como único, desencadenando la desintegración de una ciega uniformidad dócilmente adoptada, que, como gotitas de cianuro, entra en el sistema y hace mella, degenerando en la fealdad de lo rígido, de la uniformidad impuesta.

Apoyada en la atractiva máxima de que si podemos observar las múltiples opiniones como plurales oportunidades en lugar de como amenaza será más fácil rechazar prejuicios, he empleado distintas disciplinas, épocas y líneas de pensamiento. El cuestionamiento y la reflexión sobre la forma de comportarse de los seres humanos, la esencia de lo que son, cómo se relacionan y organizan para mejorar su bienestar, y otras cuestiones que considero estrechamente vinculadas al liderazgo, han sido constantes a lo largo de los siglos. En las sucesivas páginas me he sustentado en las contribuciones de pensadores, escritores, filósofos, científicos, médicos, psicólogos, lingüistas…, que aportan explicaciones a lo que la persona es y lo que es capaz de hacer.

El lector encontrará reflexiones que complementan conceptos en boga y que se fundamentan en interconexiones propias realizadas del conocimiento transmitido por filósofos griegos como Platón y Aristóteles; por ejemplo, la coincidencia que expongo entre la génesis de la amistad y el nacimiento del liderazgo; meditaciones escritas por el emperador filósofo del estoicismo Marco Aurelio; consejos sobre el arte de la prudencia aportados por el escritor español Baltasar Gracián; aportaciones del francés Joseph Joubert; el profundo estudio sobre antropología de Ricardo Yepes, y las enseñanzas sobre cómo llegar al conocimiento de las cosas como realmente son con Tenzin Gyatso, 14º Dalai Lama.

Cada palanca que conforma el libro potencia las habilidades del líder. Se fundamentan en:

• Conclusiones fruto de la observación, el análisis y la meditación a lo largo de mis años de experiencia profesional.

• Ejemplos que han supuesto fuente de aprendizaje y reflexión para mí.

• El concienzudo y enfocado estudio del conocimiento transmitido por referentes de diversas disciplinas y el pensamiento enfocado en el liderazgo.

El pensamiento de destacados profesionales del management –Javier Fernández Aguado, Peter Drucker, Peter Senge, Steven Covey y Michael Porter– me ha acompañado eficazmente. Los estudios de Luis Rojas Marcos, defensor de la capacidad terapéutica de hablar y hablarnos; de Victor Klemperer a través de sus gafas de filólogo con su estudio sobre la vital importancia de la lengua en los seres humanos; y de Brandler, Grinder y Dilts por medio de la Programación Neurolingüística y su análisis del poder del lenguaje, han constituido antorchas para mis aportaciones.

Julián Marías, desde la óptica de la antropología, estudia profusamente la ilusión, a la que paradójicamente acaba vinculando con el verbo desvivirse. Me ha permitido descubrir que la génesis de la ilusión tiene mucho que ver con la capacidad proyectiva, esa tensión anticipadora que trae al presente lo que todavía no es real, pero que puede llegar a ser.

El nexo de la ilusión del que habla este mismo autor y el concepto de sentido de la vida de la logoterapia ideada por el psicólogo Victor Frankl me han susurrado al oído la útil metodología que propongo al directivo como fuerza para accionar esta palanca en el proyecto que dirijan, facilitando el que cada persona encuentre en su trabajo la realización de valores e ideales a través de eso que aporta que solo ella puede dar, imprimiendo transcendencia al desempeño de su tarea. Fuerzas activadoras de esta palanca son: trato cercano, comprensión, apertura a involucrar en la toma de decisiones, atención a las necesidades personales y profesionales de cada uno, y comunicación eficaz del propósito.

Liderar se basa en una relación dinámica de naturaleza humana y social que se asienta sobre unos valores y se orienta hacia el logro del objetivo. Implica saber adaptarse a las circunstancias y necesidades cambiantes. Requiere el dominio de unas determinadas competencias y habilidades, que se han de trabajar día a día, como pormenorizo a lo largo del libro.

El directivo tiene potestad para mandar, pero el poder de liderar es otorgado por aquel al que dirige, al reconocerlo como tal. El jefe que inspire ese reconocimiento y acepte la responsabilidad de llevarlo a cabo tendrá la oportunidad de influir, inspirar, ilusionar e impulsar, cohesionando el equipo y dirigiéndolo de manera eficaz hacia la consecución de los objetivos.

Desde la introspección se ha ido tejiendo la red del hilo argumental de las siete palancas que brindo al lector. Me han acompañado, me han enseñado y han evolucionado conmigo, en una relación de reciprocidad imperfecta cada vez que he liderado o he sido inspirada por una persona que me ha facilitado dar lo mejor de mí misma para conseguir un objetivo. He comprobado su eficacia y he padecido en ocasiones su ausencia. Existen más directivos que líderes. Ojalá mis aportaciones contribuyan a que muchos de los primeros asciendan al olimpo de los segundos.

1. DE LA AUTOGESTIÓN AL LIDERAZGO

Las organizaciones abordan en la actualidad transformaciones a una velocidad de vértigo. Muchos factores influyen en las urgencias: la digitalización, la aceleración de la competencia que impulsa a un aprendizaje continuo, la sociedad líquida en la que estamos inmersos, la incertidumbre ante mutaciones increíblemente raudas del entorno, etc.

La creatividad precisa para la toma de decisiones se aplica a distintos ámbitos. Podemos destacar en primer lugar la manera de considerar a las personas: cuáles son sus intereses, prioridades, talentos... Otro parámetro presente es la sostenibilidad en sus distintas acepciones: la gestión del tiempo propio y ajeno, las distintas formas de aportar y trabajar, la administración de recursos o la aceptación de la diversidad como generadora de oportunidades.

Para pilotar en las nuevas coordenadas son necesarias habilidades específicas. El paradigma de líder al que nos referimos permanece ineludiblemente abierto a aprender, es intelectualmente flexible, acopia enfoques innovadores, acoge lo diverso como oportunidad generadora, posee claridad en sus análisis, reacciona con prontitud y, cuando es oportuno, revisa sus decisiones y las cambia. Vive, en fin, con intención y foco.

Estas páginas componen una profunda y perentoria llamada a detenerse para salir fortalecido, a mirar hacia dentro para cimentar el equilibrio que consiente abordar con éxito la función de timonear hacia la cima.

El término introspección apunta a los procesos internos, a la capacidad para centrar la atención en percepciones, inquietudes, sensaciones y pensamientos. Como acto de autoconciencia permite analizarse a uno mismo y reflexionar sobre el propio proceder, conductas, proceso de aprendizaje o emociones.

«Claridad intensa y estabilidad inquebrantable» son las dos cualidades precisas para desarrollar una mente meditativa y diáfana, con una conciencia alerta y brillante, según Tenzin Gyatso, 14º Dalai Lama. La introspección se presenta como «la técnica para reconocer si la laxitud o la agitación está impidiendo que la mente desarrolle claridad y estabilidad en la práctica de la meditación».

Al enunciar las características de los seres vivos, en contraposición a las de los inertes, el filósofo Ricardo Yepes destacaba la inmanencia, que procede del latín «in-manere», permanecer en. «Inmanente es lo que se guarda y queda dentro. Es una característica que habla de la interioridad que se da en todo viviente. Todo viviente lleva a cabo actividades cuyo efecto permanece dentro del sujeto». Entre las actividades inmanentes de los seres humanos destaca nutrirse, crecer, llorar… Aunque puedan ser contempladas desde el exterior, quedan para quien las ejecuta.

La intimidad, siempre según este autor español, es «un espacio interior que nadie puede poseer si uno no quiere, y en el cual yo me encuentro a disposición de mí mismo». La expresión de mi interior tiene contexto, no es indiferente frente a las circunstancias.

Persona significa quién. Cada uno ha de tener conciencia de sí mismo, «quién» significa intimidad única, un yo irrepetible, consciente de sí. La criatura humana es un absoluto en el sentido de algo único, irreductible a cualquier otra cosa. «Yo soy» apunta a ese núcleo irrepetible.

La invitación a la intimidad, a mantener un dentro protegido, solo para uno mismo, donde nos hablamos, donde podemos crear y comprendernos –castillo interior lo calificaba santa Teresa de Jesús– resuena en las palabras de Marco Aurelio. El emperador filósofo animaba en sus Meditaciones a retirarse al interior: «Recógete en ti mismo. El guía interior racional puede, por naturaleza, bastarse a sí mismo practicando la justicia y, según eso mismo, conservando la calma». También destacaba que no es necesario buscar con afán desmedido retraimientos en el campo, en la costa o en el monte: «Puedes en el momento que te apetezca retirarte en ti mismo. En ninguna parte se retira un hombre con más tranquilidad y más calma».

El encuentro con su mismidad es primordial en la existencia de un líder. Y no como una actividad de fin de semana o para «cuando tenga tiempo libre». La parada, la conexión con el ahora, con el silencio, con lo íntimo, con ese guía interior, escribió Marco Aurelio, «que se despierta a sí mismo, se gira y se hace a sí mismo como quiere, y hace que todo acontecimiento le aparezca tal como él quiere» es insoslayable. Marco Aurelio insiste: «Siempre que te veas obligado por las circunstancias como a sentirte confuso, retorna a ti mismo rápidamente y no te desvíes fuera de tu ritmo más de lo necesario. Pues serás bastante más dueño de la armonía gracias a tu continuo retornar a la misma». En la apertura hacia adentro, en ese atrevimiento continuado a conocerse, es donde bullen novedades, donde se inventa y se crea, donde se desarrollan planes, «un dentro que crece, del cual brotan realidades inéditas, que no estaban antes». Como sintetiza Yepes, «la intimidad tiene capacidad creativa».

Este bucear ayuda al líder a encontrar la tranquilidad, a no sentirse arrastrado por sentidos opuestos, por opiniones ajenas, por lo que otros esperan. En esa imperturbabilidad sabrá qué ha de hacer. En palabras del emperador romano: «Habite en ti la serenidad, la ausencia de necesidad de ayuda externa y de la tranquilidad que procuran otros. Conviene mantenerse recto, no enderezado». Genera al cabo visión y refuerza el liderazgo.

El ahora es un gran olvidado. Los directivos tienen una función proyectiva, de visión estratégica, pero cualquier decisión se produce en el presente. Subraya Tolle: «La vida es ahora; no ha habido en tu vida un momento que no fuera ahora, ni lo habrá jamás». El pasado es un «registro almacenado en la mente de un ahora anterior». Se activa un recuerdo que traemos de la memoria. La proyección del futuro también es fruto de nuestra mente, y llegará como un presente más. Es relevante acallar el ruido mental. De ese modo, el número de opciones de actuación se multiplica como por arte de magia.

La concentración en el presente aporta serenidad al mirar hacia dentro. El silenciamiento desvela que el cómo te sientes es consecuencia de tus pensamientos y que estos te pertenecen. Contamos con la posibilidad de modificarlos. El cambio repercute en la mentalidad con la que se analiza la situación y por ende en las opciones posibles.

En la misma línea se encuentran las recomendaciones de Marco Aurelio: «Conseguirás tu propósito si ejecutas cada acción como si se tratara de la última de tu vida, desprovista de toda irreflexión, de toda aversión apasionada que te alejará del dominio de la razón, de toda hipocresía, egoísmo, despecho en lo relacionado con el destino». Las situaciones viven fuera, carentes de temblor, y las turbaciones surgen de la aproximación desde el interior. «Y además recuerda que cada uno vive exclusivamente el presente, el instante fugaz. Lo restante, o se ha vivido o es incierto».

Analizar y permanecer concentrado son dos capacidades fundamentales para conocer cómo somos realmente, según apunta el Dalai Lama. Aunque la distracción es el estado habitual de la mente para algunos, es posible ejercitar la atención para centrar el objeto que queremos comprender o el objetivo que deseamos conseguir: «Si nuestra mente está dispersa, no puede hacer nada. Las distracciones abren la vía a las emociones contraproducentes, lo que conduce a toda clase de problemas. Sin una concentración clara y estable, el discernimiento no puede conocer la verdadera naturaleza de los fenómenos en todo su poder».

Como relata W. Isaacson, biógrafo de Steve Jobs, la concentración acompañó al fundador de Apple a lo largo de su carrera. Lo había conseguido a través de su formación zen y se mantenía fiel a ella con una capacidad asombrosa. Filtraba continuamente todo lo que podía distraerlo. Cuando se reunía con su equipo, tras intensas negociaciones sobre qué era lo importante, escribía en una pizarra 10 cosas. Tras haber seleccionado esa decena, sorprendía: «Pues solo podemos hacer tres». En múltiples ocasiones, cuando alguien de su entorno intentaba que se ocupara de otras, «lanzaba su mirada fría y se negaba a desviar su atención, que funcionaba como un rayo láser». Esto le permitía decidir con gran claridad. Jobs destacó en varias ocasiones: «Decidir lo que hay que hacer es tan importante como decidir lo que no hay que hacer». Esto es, coincidían en él concentración y gran claridad en sus juicios.

Entre los elementos ventajosos que pueden obtenerse tras contemplar nuestro interior desde la serenidad, desde el frenar y observar dentro, destacaría aquí por un lado la innovación y la creatividad, y por otro la claridad y la agilidad en las decisiones.

La conciencia de los propios patrones de pensamiento, de sus creencias y juicios, de cómo reacciona ante las emociones puede contribuir a su creatividad, a su facilidad para permitir una apertura hacia el aprendizaje. Además, posibilita también analizar con mayor claridad, porque como destaca Platón en su obra La República, «el hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida». Carl Gustav Jung apuntaba al respecto: «Tu visión devendrá clara solo cuando mires dentro de tu corazón. Quien mira afuera, sueña; quien mira en su interior, despierta».

Desde el conocimiento de lo que hay dentro de cada uno y de la serenidad que transmite ese saber llegará el encuentro con el otro. Donde podría multiplicarse un abismo de incomprensión, comienza a vislumbrarse una llanura de diálogo comprensivo. Reafirma el Dalai Lama que «cuando uno sabe cómo es realmente el yo, puede comprender todos los fenómenos internos y externos empleando ese mismo razonamiento».

LA CRIATURA HUMANA COMO SER AFECTIVO

El liderazgo se basa en buena medida en relaciones humanas, y específicamente en su faceta emocional. Ahondar en el mundo de las emociones y creencias es algo insoslayable en el ejercicio del gobierno. Los resultados pueden variar de manera abismal en función de cómo se entienda y se considere el ser humano como ser sensible.

La afectividad humana es tan importante que Platón la tenía por «una parte del alma». Dentro del universo emocional se incluyen los sentimientos, los afectos, las emociones propiamente dichas y las pasiones. Platón, a lo largo de su filosofía práctica, y en especial en sus obras La República y Las Leyes, se enfoca en cómo educar al hombre para que este armonice sus elementos constitutivos. Parte esencial es encauzar los sentimientos.

Gran camino se ha recorrido desde el racionalismo de Kant y Hegel, para quienes los sentimientos eran algo negativo, que caracterizaba a los débiles, hasta el sentimentalismo en el que se concede relevancia a los sentimientos hasta hacerlos fines en sí mismos y por tanto orientadores de la conducta. Ambas corrientes, una por querer que el ser humano no viva sus sentimientos y la otra por no considerar a la razón como canalizadora de los mismos, parecen estar alejadas de la prudencia.

Como ha explicado el pensador español Javier Fernández Aguado en su propuesta sobre la gestión de los sentimientos colectivos (feelings management