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La corrupción en el cumplimiento de la ley es muy preocupante cuando quienes tienen que defenderla llegan a ser sus infractores, dejando a los sectores marginados totalmente expuestos a la explotación. Este problema afecta en gran medida al alarmante estado de la violencia sexual en la India. En este artículo abordamos la cuestión de la ley, la violencia sexual y el cumplimiento legal en el contexto de la India. Analizamos el trasfondo de la persistencia de la violencia sexual a pesar del endurecimiento de las leyes y de la mayor implicación de la sociedad civil. Resalta el gran problema que constituye la impunidad en una sociedad en la que la ley y las instituciones legales están incrustadas en una cultura dominada por el patriarcado, que, a su vez, está caracterizado por las atribuciones de género según el sistema de las clases y de las castas. La religión constituye un importante factor de mediación en esta cultura; por eso, abordamos también críticamente la función desarrollada por la Iglesia y su teología que legitima la violencia de género, y proponemos un replanteamiento radical de la teología de género usando una lente feminista.
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Seitenzahl: 67
Veröffentlichungsjahr: 2014
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Abraham, Kochurani, «Los enredos de la ley. La saga de la violencia sexual en la India»,Concilium, noviembre 2014, nº 358, pp. 47-56. Trad. del inglés: José Pérez Escobar
Este artículo forma parte del nº 358 de la revista Concilium
UBICUIDAD DE LA CORRUPCIÓN
Regina Ammicht Quinn, Luiz Carlos Susin y Lisa Sowle Cahill (eds.)
Concilium se publica en coproducción por los siguientes editores: SCM-CANTERBURY PRESS/Londres-Inglaterra MATTHIAS-GRÜNEWALD-VERLAG/DER SCHWABENVERLAG/Ostfildern-Alemania EDITRICE QUERINIANA/Brescia-Italia EDITORA VOZES/Petrópolis-Brasil EX LIBRIS AND SYNOPSIS/Rijeka-Croacia
© INTERNATIONAL ASSOCIATION OF CONCILIAR THEOLOGY Y EDITORIAL VERBO DIVINO, 2008
ISBN (DE ESTE ARTÍCULO DIGITAL): 978-84-9073-082-9
Reservados todos los derechos. Nada de lo contenido en la presente publicación podrá ser difundido, reproducido y/o publicado mediante impresión, copia fotográfica o digital, microfilme, o en cualquier otra forma, sin el previo consentimiento por escrito de la International Association of Conciliar Theology, Madras (India) y de Editorial Verbo Divino.
Créditos
Kochurani Abraham: Los enredos de la ley. La saga de la violencia sexual en la India
Anexos
Contenido de Concilium 358
Regina Ammicht Quinn, Luiz Carlos Susin y Lisa Sowle Cahill: Editorial
Foro teológico
Anthony Egan: ¿Qué habría faltado en mi vida y mi obra sin Mandela?
Sarojini Nadar: Intersección de libertades: reflexiones sobre el legado de Mandela
Maria Clara Bingemer: João Batista Libânio, S.J. (19/2/1932 – 30/1/2014)
Susan A. Ross: David Noel Power, O.M.I. (14/12/1932 – 19/06/2014)
Suscripción
La corrupción en el cumplimiento de la ley es muy preocupante cuando quienes tienen que defenderla llegan a ser sus infractores, dejando a los sectores marginados totalmente expuestos a la explotación. Este problema afecta en gran medida al alarmante estado de la violencia sexual en la India. En este artículo abordamos la cuestión de la ley, la violencia sexual y el cumplimiento legal en el contexto de la India. Analizamos el trasfondo de la persistencia de la violencia sexual a pesar del endurecimiento de las leyes y de la mayor implicación de la sociedad civil. Resalta el gran problema que constituye la impunidad en una sociedad en la que la ley y las instituciones legales están incrustadas en una cultura dominada por el patriarcado, que, a su vez, está caracterizado por las atribuciones de género según el sistema de las clases y de las castas. La religión constituye un importante factor de mediación en esta cultura; por eso, abordamos también críticamente la función desarrollada por la Iglesia y su teología que legitima la violencia de género, y proponemos un replanteamiento radical de la teología de género usando una lente feminista.
El caso de la chica de Suryanelli es emblemático de los enredos sistémicos sobre la cuestión de la violencia sexual y el cumplimiento de la ley. Esta chica procede de una familia pobre de Suryanelli, una aldea de Kerala, en el sur de la India. El 16 de enero de 1996, cuando estaba cursando 4º de Secundaria, se fugó con un hombre que fingía amarla y acabó siendo víctima de un sex-lobby de «alto nivel», entre quienes se hallaban políticos y otros hombres importantes de la vida pública. Fue entregada por su «novio» precisamente a un defensor de la ley, un abogado, que la mantuvo cautiva durante 40 días y la sometió a terribles violaciones y agresiones por varios hombres, mientras que sus atormentados padres pidieron en vano a la policía que la buscaran. El 26 de febrero de 1996, la chica, ya cadavérica, fue liberada por sus secuestradores por temor a que muriese de los malos tratos recibidos. Se creó un tribunal especial para investigar su caso, que condenó a 36 personas a diferentes años de cárcel en el año 2000. Sin embargo, tras la apelación de todos los acusados en 2005, el Tribunal Superior de Kerala absolvió a todos menos al principal inculpado, que fue condenado a cinco años de prisión, argumentando que la joven había tenidos relaciones sexuales consentidas con todos ellos puesto que no había huido.
En consecuencia, la víctima recurrió al Tribunal Supremo de la India, que el 31 de enero de 2013 ordenó reabrir el caso al Tribunal Superior de Kerala. Mientras tanto, un ex magistrado del Tribunal Superior, que absolvió a los acusados en 2005, intentó difamar a la joven y defender su veredicto afirmando: «Eran muchas las pruebas que mostraban que la joven fue utilizada para la prostitución infantil, que no es lo mismo que una violación»1. Sin embargo, la sentencia dictada el 4 de abril de 2014 por el Tribunal Superior de Kerala condenó al principal acusado a cadena perpetua y a 24 implicados a diversos años de cárcel, dejando en libertad a siete acusados. Aunque otras personas, con altos cargos oficiales, nombradas por la joven, están aún en espera de juicio, esta última sentencia le ha dado a ella y a su familia un cierto alivio, y ha limpiado la reputación de la chica. La joven de Suryanelli ha tenido solo un destello de justicia después de ocho largos años de agonía; aun así, el caso se ha convertido en todo un interrogante que ha sacado a la luz la malignidad de la corrupción que está devorando las entrañas del sistema legal sobre la cuestión de la violencia sexual en la India.
El aumento de los casos de violencia sexual se ha convertido en uno de los principales problemas relativos al género en la India. Según el último National Crime Records Bureau Report2, de los 244.270 delitos cometidos contra las mujeres en 2012, 24.923 son violaciones y 45.351 son agresiones con el objetivo de ultrajar su modestia. De los casos de violación, 1.051 afectan a un grupo de edad inferior a los 10 años, y 135 a mayores de 50 años; hay que advertir que estos datos estadísticos oficiales no recogen las denuncias que no se hacen o que se quedan a medias en el trámite. A partir de la brutal violación en grupo y muerte posterior de la estudiante de Medicina de 23 años en diciembre de 2012, se ha producido un fuerte incremento en la denuncia de las violaciones y en el clamor público a favor de medidas legales más severas para afrontarlas. En todo caso, la epidemia de la violación sigue adelante con una tasa terrible, que pone al descubierto los peligros de violación que amenazan al paisaje del género en la India.
En la India no faltan leyes que afronten la violencia sexual, pero el problema reside en su efectividad para hacer justicia. En 1983, las anticuadas leyes de las secciones 375 y 376 del Código Penal, relativas a la violación, fueron modificadas tras las intensas campañas realizadas por grupos de mujeres en todo el país cuando el Tribunal Supremo absolvió a dos policías implicados en el caso de la violación de Mathura3. La modificación se centró en la cuestión del consentimiento que debería basarse en la declaración de la víctima4, si bien la corrupción sistémica del sistema legal, que hace inefectivas las leyes, se pone claramente de manifiesto en el caso de la joven deSuryanelli.
La Ley de Protección de la Mujer de la violencia doméstica de 2005, afronta la violencia sexual en el ámbito doméstico, pero la violación sexual marital no es reconocida como delito en el país. La Justice Verma Committee5, formada por el Gobierno tras la violación colectiva producida en Delhi, recomendó que se eliminara la excepción de la violación marital en el Código Penal. Aun así, no se ha reconocido en la Ley de reforma de la legislación penal de 20136. Es evidente, en este caso, que la violación marital no será penalizada ni castigada hasta que los legisladores y la sociedad reconozcan los derechos individuales de la mujer en el matrimonio7.
Si bien los grupos feministas consideran un cambio positivo la aprobación de la Ley contra el acoso sexual en lugares de trabajo (prevención, prohibición y compensación) de 20138, basada en las directrices de Vishaka9, es necesario interconectar la posibilidad del acoso sexual a la naturaleza de las condiciones laborales y a la jerarquía de poder en el lugar de trabajo10. Dos casos recientes, aún en los tribunales, en los que puede aplicarse esta ley —uno de la famosa empresa multimedia Tehelka y otro relativo a una joven pasante y un exmagistrado del Tribunal Supremo— podrían esclarecer más los enredos de la ley, puesto que en ambos están implicadas personas de estatus «elevado».