Método de diseño - Gonzalo Berro - E-Book

Método de diseño E-Book

Gonzalo Berro

0,0

Beschreibung

¿A quién no le llamó la atención el rediseño de la marca de un producto que consume habitualmente y que de pronto, brilla como nuevo en la góndola del súper? En los últimos años, casos como el de los productos lácteos de Milkaut, las pastas Don Vicente, los snacks saludables de Gallo o el café Cabrales son algunos de los ejemplos de marcas que confiaron en Grupo Berro para "cambiar el look".

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 216

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Método

de diseño

Gonzalo Berro

"El diseño es la capacidad humana de hacer tangible una idea."

Misión

A través del diseño, conectamos a nuestros clientes con su público objetivo de forma clara, efectiva

y duradera.

Visión

Aspiramos a posicionar al diseño como la herramienta más efectiva de comunicación, conectividad

y usabilidad del hombre.

 

Valores

Trabajamos en equipo con nuestros clientes con creatividad, profesionalismo, dedicación, puntualidad y honestidad.

Oficina de Grupo Berro

en Buenos Aires, año 2020.

Sobre el autor

Gonzalo Berro (Buenos Aires, 1969) estudió Diseño en la Universidad de Buenos Aires y Dirección de Arte en la Escuela de Creativos Publicitarios. Comenzó su carrera profesional a los 18 años. En 1993 fundó Cato Berro Partners junto al prestigioso diseñador australiano Ken Cato, estudio que operó en Argentina, Chile y España. Fiel a su espíritu emprendedor, en 2005 creó Grupo Berro, un equipo de talentosos diseñadores, estrategas y pensadores que en conjunto brindan un servicio único para clientes nacionales e internacionales.

 

A lo largo de 30 años, Gonzalo ha liderado el branding y diseño de marcas para empresas de reconocimiento internacional, tales como SC Johnson, Philip Morris, Disney, Danone, Osborne, Santander, ING Real Estate, Molinos, Savencia, CCU, Unilever, Clorox, Cambiaso, Cabrales, Ledesma, Milkaut, Peñaflor, Arcor, La Campagnola y LAN, entre otras.

 

“Nuestro trabajo consiste en transformar los problemas de nuestros clientes en oportunidades de negocio”, sostiene Gonzalo, autor de trabajos premiados por Pentawards, Art Directors Club, The New York Festival, Graphis, Communication Arts y el Sello del Buen Diseño Argentino. Brindó conferencias sobre diseño en reconocidas universidades y congresos de Argentina, México y España, y fue reconocido en 2016 con el Premio Estilo Emprendedor de la Universidad de Palermo.

 

Autor de “Partículas de Diseño” (2008) y “Diseño, el arte de cada día” (2015), Gonzalo Berro revela, en su tercer libro, los secretos

de su profesión y el método que ha hecho de Grupo Berro uno

de los referentes máximos de diseño en todas sus dimensiones.

Índice

Agradecimientos.

Prólogo.

Treinta.

 

Primera Parte: La teoría del método.

Preguntas, preguntas y más preguntas.

Introducción al método.

Factores del método.

1º fase del método: Enfoque.

2º fase del método: Idea.

3º fase del método: Desarrollo.

4º fase del método: Respuesta.

5º fase del método: Resultados.

 

Segunda Parte: Casos reales.

El caso Milkaut.

El caso Carlos I.

El caso Vio.

El caso Vital.

El caso Oliovita.

El caso Sidra 1888.

El caso Cabrales.

El caso Gauchitas.

El caso Ahorramas.

El caso Gallo.

El caso Ledesma.

El caso Segalt.

El caso Masseube.

El caso VisionLab.

 

Tercera Parte

Testimonios.

 

Cuarta Parte

Galería de imágenes.

Agradecimientos

En mis libros anteriores, los agradecimientos quedaban siempre para

el final. Hoy los quiero poner primero. Porque este libro, sin dudas,

es producto del trabajo de mucha gente que, de una u otra forma,

me acompañó durante treinta años de profesión. Un recorrido colmado de aprendizajes, de buenos y grandes momentos, de lecciones que me fue dando (y dejando) la vida.

 

Primero y principal, quiero agradecer a Piqui, mi mujer, y a mis cuatro hijos: Marcos, Tomás, Lucas y Milagros. Ellos son mi familia, pilar fundamental de mis aventuras, siempre animándome a soñar más y más.

 

A mis socios, quienes confían, apoyan y enriquecen mis decisiones. Sin su trabajo, su esfuerzo y dedicación, Grupo Berro no sería la empresa que es. Yo no sería ni la mitad de lo que soy como empresario, estratega y diseñador.

 

A Lau García, quien me acompaña desde hace más de 20 años, coordinando y administrando Grupo Berro, generando el espacio

y tiempo necesarios para que pueda concentrarme en liderar,

sabiendo que mi espalda está cubierta.

 

A Esteban Serrano, con quien llevo más de 25 años de trabajo en equipo. Hemos recorrido juntos una vida de diseño; Esteban interpreta como nadie mis inquietudes, y las mejora siempre a fuerza de talento.

 

A Diego González King y Valentín Cristiani, mis socios de diseño industrial, quienes con su expertise le dieron a Grupo Berro un aire nuevo para los años que vienen por delante, con un pensamiento de diseño estructural que fortaleció mucho la propuesta que, durante años, hicimos desde el branding.

 

A Edu Paso Viola, el más joven de los socios. Habiendo hecho sus primeros pasos profesionales hace varios años en el estudio, hoy nos desafía a mirar lo que viene en el mundo del diseño desde una óptica más joven, abierta y vanguardista.

 

A Yago Mellado, con quien nos une una gran amistad. Yago fue cliente de Grupo Berro durante muchos años y a partir de 2017 pasó a

‘este lado del mostrador’ como nuestro socio y responsable en España.

 

Quiero agradecer a todos los que forman y formaron parte de Grupo Berro. Gracias a ellos, el estudio y yo fuimos creciendo en lo profesional, encarando más proyectos, desafíos cada vez más importantes. La combinación de creatividad y experiencia de los socios, sumado al aporte creativo del equipo, marcan la diferencia.

 

Agradezco también a los proveedores que aportan su talento en cada proyecto: imprentas, fotógrafos, ilustradores, redactores, food stylers, especialistas en IT. Cada uno de los que trabajaron directamente con nosotros, y con nuestros clientes, logrando que nuestros diseños se hicieran realidad con el mayor nivel de calidad posible.

 

Quiero darle las gracias especialmente a Andy Anderson, que me ayudó en la redacción de estas páginas.

 

A Fernando Zerboni, por la generosidad de su prólogo; cuando lo leí por primera vez, me emocionó que una persona de su experiencia, talento y conocimientos valore tanto lo que hacemos en Grupo Berro.

 

A Juan Pablo Cambariere y Loli Negri Aranguren, por el diseño de tapa y la diagramación del libro, respectivamente.

 

Quiero agradecer a nuestros clientes. Más allá de la enorme suerte de trabajar con marcas de renombre internacional, quiero agradecer especialmente a las personas detrás de esas marcas, gente profesional y dedicada que confía en lo mucho que podemos dar. Personas que confían en personas, un vínculo que luego se formaliza en un acuerdo entre dos empresas. ¡Gracias por dejarnos encontrar oportunidades a sus desafíos! Sin esa confianza que nos brindan al momento de contratarnos, Grupo Berro hoy no existiría.

 

Como dicen los norteamericanos, “last but not least”, agradezco a los clientes que nos han abierto sus puertas, dedicando tiempo y datos a la confección de estas páginas, información esencial para avalar la tesis que plantea este libro: los resultados concretos que genera un diseño

de valor. Nos ayudaron a hacer tangible el valor intangible de las ideas.

 

Gracias. Muchas gracias a todos.

Gonzalo Berro

Prólogo

 

 

Soy testigo del método que tan generosamente presentan, en estas páginas, Gonzalo y su equipo de Grupo Berro. Lo vi aplicado en un caso que me involucró, como consultor estratégico, de modo que estas palabras preliminares son también un testimonio de la experiencia, directa, profesional y personal, con el método descrito. No voy a abordar esta edición “desde afuera”, sino “desde adentro”, que es el punto del cual brotan siempre las mejores ideas.

 

¿Qué lleva a un profesional del diseño, con más de treinta años de experiencia, a revelar, con detalle teórico primero, y evidencia práctica después, el método que aplica a su trabajo, y que tan buenos resultados demostró alcanzar?

 

Es, ante todo, un acto de generosidad. Gonzalo, especialista en diseño y estrategia, expone las fuerzas que operan detrás de su trabajo, y en ese acto queda en evidencia la seguridad, la plena confianza que tiene en su método, que no surge de un rapto creativo, sino de un proceso consolidado a través de años de operar con marcas de primerísimo orden, tanto en el plano nacional como internacional.

 

El método que presenta en estas páginas es consecuencia,

también, de un aprendizaje, de comprobar qué es lo que sirve,

qué variables condensan el mayor peso en un trabajo de diseño, cuál es el camino para establecer una diferencia significativa

en cada proyecto.

 

En su decisión de revelar las claves de su método, Gonzalo transita el camino de colaboración hacia el cual avanza el mundo: la innovación como proceso conjunto, la iniciativa individual como invitación a potenciar las cualidades de los demás. Andrés Oppenheimer, en “¡Crear o morir!”, detalla el caso de Gastón Acurio, el chef latinoamericano más conocido del mundo, creador de Gastón & Astrid y dueño de una cadena internacional de más de 37 restaurantes, quien comparte siempre sus recetas, ya sea en los medios o las redes sociales. Su decisión, como la de Gonzalo, coincide en la importancia de generar un movimiento superador, que inspire, que multiplique la inspiración en beneficio de todos. Compartir, más que competir, es quizás el precepto que nos plantea el mundo que viene.

 

La avasallante irrupción de redes sociales y tecnología en nuestra actividad cotidiana nos brinda los medios para transmitir conceptos, enseñanzas, aprendizajes, métodos. Existen manifestaciones claras de esta tendencia, desde una charla TED vista por millones de personas, hasta los nuevos espacios de “coworking”. El mundo de la innovación demanda compartir conocimientos, asociarse, crear en conjunto. Sólo las personas creativas, talentosas y que comparten esta visión de anticipar lo que viene, pueden hacerlo. Gonzalo es una de ellas.

 

Por último, quisiera dejar una recomendación personal sobre la lectura de este libro. Existen diversas maneras de abordarlo: uno podría estudiar la parte teórica, o volcarse de lleno a los casos, compenetrándose con el propio equipo de Grupo Berro para conocer el “detrás de escena”. Es fundamental comprender que el método opera según distintas etapas -enfoque, idea, desarrollo, respuesta, resultado- cuya comprensión cabal es indispensable para comprender los casos, ya que estos no son todos iguales, ni demandan -del propio método- el mismo nivel de atención. Hay casos que se resuelven porque el enfoque fue el correcto; otros, porque el desarrollo despertó la oportunidad y otros en los cuales el cliente ya tenía una idea de lo que necesitaba, idea que el método logró potenciar para superar los resultados proyectados. En todos los casos, el método tiene incidencia directa, con mayor o menor intervención de las cinco fuerzas que lo comandan.

 

Además de describir el Método que ha hecho de Grupo Berro una compañía innovadora y profesional, estas páginas nos invitan a pensar, a desafiar nuestros límites, a poner el foco en lo original, sin perder el marco teórico y contextual que hace, de una gran idea, un negocio con resultados.

 

Fernando Zerboni

 

Fernando Zerboni es un reconocido profesional del marketing

y el management, es consultor y profesor de negocios de la Universidad

de San Andrés, una de las más prestigiosas de la Argentina.

Treinta

Han sido treinta años de hambre. Una palabra tan fuerte como real: hambre por aprender, por hacer, por alcanzar mejores resultados.

Dattatreya Ramachandra Kaprekar nació el 17 de enero de 1905 en la India. Desde pequeño, se sintió cautivado por los números; mientras sus compañeros de clase dibujaban soles, paisajes y animales, como era frecuente entre los niños de la India, él trazaba números, los relacionaba, los miraba detenidamente y con una profunda admiración.

En el año 1929, a la edad de 24 años, este joven hindú, cuyo nombre y apellido siempre me cuesta recordar, se recibió de matemático. A él se debe la designación de los llamados “números de Harshad”. ¿Qué es un número de Harshad? Todo número entero divisible entre la suma de sus dígitos. El 12 es un número de Harshad, como el 20, el 81, el 153 o el 18.

La palabra “Harshad” proviene del sánscrito, una lengua clásica de la India y una de las más antiguas del mundo, y significa “gran alegría”. Una definición de lo más acertada, al menos para mí, al momento de aventurar estas páginas, porque el 30 es también un número de Harshad. Siento una gran alegría, producto de los treinta años de carrera profesional, de cada uno de esos treinta años que viví vinculado al diseño como actividad humana y esencial, treinta años de ideas, de innovación, de elegir -cada mañana y a cada minuto- una forma particular de abordar el mundo y la existencia.

Gonzalo Berro a los 19 años, diseñando un pack para Taragüí.

Primera visita de Ken Cato a la Argentina, 1991.

Han sido treinta años de hambre. Una palabra tan fuerte como real: hambre por aprender, por hacer, por alcanzar mejores resultados. El hambre es una fuerza motora, es lo que nos lleva a superarnos, a ser mejores diseñadores, a evolucionar. Si hay un concepto transversal a estas páginas, es el hambre, al menos como yo lo entiendo, es decir, como el fuego interior, como esa energía que nos mueve y que, durante más de treinta años, nos hizo ser quienes somos, trabajar como trabajamos y alcanzar los resultados que detallamos en cada caso.

Fue hace unos treinta años que conocí a Ken Cato, una de las figuras esenciales en mi formación profesional.

Recuerdo que, tras escribirle una carta de presentación, me contestó y nos conocimos en persona; para mí, aquel encuentro era “de un solo tiro”. Tenía que aprovechar cada minuto, cada palabra que me dijera, cada concepto o idea para incorporarla a mi vida profesional. Saciar mi hambre de aprendizaje y diseño a cada minuto, aprovechando al máximo todo lo que pudiera darme, y esta actitud ha prevalecido con el paso del tiempo. No tengo otra forma de mirar las cosas que no sea con esta urgencia, con esta necesidad de ir a fondo en todos los temas, y esto ha marcado mi trabajo profesional.

 

 

Hoy Gonzalo Berro y sus socios Laura García, Esteban Serrano,

Valentín Cristiani, Diego González King, Eduardo Paso Viola y Yago Mellado.

¿Cómo celebrar, entonces,

treinta años de diseño?

 

Revelando el modelo que mi equipo y yo aplicamos cuando hacemos diseño en Grupo Berro. Contando, paso a paso, no una fórmula mágica, ni siquiera un secreto, sino el método con el que abordamos cada caso, buscando la máxima excelencia y estableciendo relaciones relevantes y significativas entre una marca y su público objetivo.

Este libro se divide en dos partes: en la primera, me propongo detallar el marco teórico que describe el método de Grupo Berro, sus fundamentos y conceptos rectores, sus circuitos principales y fases de trabajo; en la segunda parte, con casos concretos, de “nombre y apellido”, describiré, con ejemplos, cómo funciona este modelo, aplicado a marcas de todo tipo y magnitud, con productos y servicios de lo más variados, en categorías muy distintas unas de otras.

El método no pretende, ni por asomo, alzarse en portavoz de una verdad indiscutible, aunque estoy seguro de su eficiencia. Hemos aplicado el método en todos los casos en los que fuimos convocados, sin excepción. Sé que funciona. Lo digo desde la pasión, y con la más absoluta sinceridad profesional.

Uno de los mayores desafíos de este libro consiste en confirmar, con datos reales, los beneficios del diseño en el mundo de los negocios, las marcas y los mercados. Para eso, me he comprometido, con la ayuda de muchos colegas y clientes, a volcar números concretos sobre cada caso. Para ellos, mi agradecimiento más profundo.

Es un modelo concreto, eficaz, que hemos aplicado durante más de treinta años, viéndolo crecer, perfeccionándolo

El método no pretende, ni por asomo, alzarse en portavoz de una verdad indiscutible, aunque estoy seguro de su eficiencia. Hemos aplicado el método en todos los casos en los que fuimos convocados, sin excepción. Sé que funciona. Lo digo desde la pasión, y con la más absoluta sinceridad profesional.

ante los imprevistos cambios de entorno y potenciándolo con las nuevas posibilidades de expresión que nos brinda la tecnología también. Hemos internalizado las nuevas modalidades de identidad y comunicación que rigen este siglo de conexiones digitales, siempre siguiendo las etapas del modelo que condujo al éxito cada uno de los casos que aquí detallamos.

Si estas páginas sirven a un solo profesional del diseño, o del marketing, si inspira a los nuevos diseñadores que nos seguirán en este apasionante camino, si sirve para abordar los nuevos desafíos que imponen los nuevos productos, habrá valido la pena todo el esfuerzo, no sólo en la elaboración de este libro, sino en los treinta años de diseño que buscan reflejar sus páginas.

 

 

Primera parte

La teoría del método.

Preguntas, preguntas y más preguntas.

Soy un tipo con preguntas de todo tipo, todo el tiempo.

Me planteo preguntas sin parar. A toda hora. Me pregunto sobre la vida, sobre Dios, sobre la familia. Me pregunto cómo mejorar el proyecto de un cliente. ¿Cuál es el recurso visual clave que puede modificar positivamente la percepción que un cliente tiene sobre determinado producto? ¿Qué color puede activar nuestra atención? ¿Cuánto de diseño hay en el éxito de un cliente? ¿Cómo medir la efectividad de un trabajo de diseño?

En las preguntas están las claves, los cambios, los desafíos. Por eso quiero abrir estas páginas con una pregunta sustancial: ¿qué hacemos en Grupo Berro? Hacemos diseño.

Cada vez que alguien me hace la pregunta, la respuesta es la misma: “hacemos diseño”, y esto activa otra pregunta más: ¿cuál es la diferencia con “diseñar”? Son dos cosas distintas. Diseñar es un verbo, una acción. Hacer diseño es mucho más amplio, complejo y atrapante: es acción, pero también es resultado. Es pensar, pero también planificar. Es la idea y su ejecución.

 

La diferencia está en el hacer, en separar ambos conceptos: por un lado, “hacer” que, según la Real Academia Española, significa “producir algo, darle el primer ser”. Lo que hacemos en Grupo Berro, de un tiempo a esta parte, es producir diseño, darle vida al diseño. Hacer diseño en todas sus expresiones multidisciplinarias.

Desde que comencé esta profesión, a fines de los años ochenta, cuando todavía no existían los “smartphones”, y palabras como Yahoo, Google o Instagram pertenecían al universo de la ciencia ficción, desde aquel entonces tuve claro que mi pasión era el diseño, no solamente como ocupación, sino como mucho más, en una amplitud y un alcance mayor en concepto, tiempo y espacio.

Hoy, treinta años después, sigo movido por la misma pasión, por el mismo fuego, todavía más intenso, cada vez más rico. Quiero ser mejor, quiero hacer más

y mejor diseño.

Me gusta decir que me “gano la vida” haciendo diseño, porque de eso se trata, y en esa misma línea conceptual, puedo afirmar también que mi vida es mejor

por el diseño. Podríamos invertir el concepto: mi vida “ganó” con el diseño,

El diseño tiene valor, y yo sé valorarlo. Nuestro trabajo profesional en Grupo Berro consiste en convertir en oportunidades los problemas que enfrentan nuestros clientes.

porque hizo más felices mis días, me formó para ser quien soy, me enriqueció en todos los sentidos de la expresión, en lo económico, pero también en lo profesional y en lo espiritual.

Soy mejor persona gracias al diseño, me relaciono mejor gracias al diseño, he aprendido las prioridades de la vida cautivándome, y dejándome cautivar,

por el diseño y su invitación a las infinitas posibilidades.

El diseño es así de amplio, así de abarcativo, y basta con mirar un poco

el mundo que nos rodea para comprobar cómo está involucrado en todos los aspectos de nuestras vidas.

Por eso digo que “hacemos diseño”, porque le damos vida a esa fuerza tan vital, a esa perspectiva, que es, también, una manera única de abordar la existencia. El diseño tiene valor, y yo sé valorarlo. ¿Cómo? Haciendo lo mejor posible, buscando siempre la máxima excelencia, a cada paso, en cada instancia en la que se presenta un problema y todos se miran preguntándose cómo solucionarlo, porque el diseño es también eso, una solución.

Nuestro trabajo profesional en Grupo

Berro va más allá, y consiste en convertir en oportunidades los problemas que enfrentan nuestros clientes. Hacer diseño es cambiar, es mutar, es modificar, renovar, recapacitar, reformar. Hacer diseño, en sus múltiples dimensiones, es dibujar, transformar, generar cambios positivos y relevantes en los elementos y objetos de estudio que nos rodean.

Es un ejercicio de pensamiento constante que busca siempre soluciones originales para problemas humanos. Comencé este libro hablando de las preguntas, y el diseño está vinculado, necesariamente, a las preguntas: ¿cómo captamos la atención del consumidor? ¿Dónde se juega la emoción en el negocio de nuestro cliente? ¿Cómo opera una determinada categoría? ¿Cuáles son sus códigos? ¿Dónde está la gran idea?

 

En Grupo Berro hacemos diseño. ¿Cómo lo hacemos? Esa es la pregunta que voy a responder ahora.

Introducción al Método

Para los antiguos griegos, “método” era un “camino para llegar a un resultado”. Tomando este concepto, y con el mismo cuidado por la precisión de Descartes en su “Discurso del Método”, de 1637, me animo aquí a contestar otra pregunta que me plantean, con suma frecuencia, tanto colegas como clientes: ¿cómo hacen en Grupo Berro?

Hacemos diseño con un método que se compone de cinco pasos, cinco fases de trabajo perfectamente identificadas unas respecto a otras:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Más allá del título, más allá de la palabra específica que las identifica, cada una de estas fases comprende una serie de acciones tácticas que conforman una estrategia mayor, aplicada a cada caso en particular.

 

enfoque

idea

desarrollo

respuesta

resultado

Factores

del Método

Antes de abordar las fases, considero fundamental comprender los tres factores transversales al método, que lo atraviesan en todas sus etapas, y que operan con la misma finalidad de un compuesto lubricante que permite a las piezas de un motor funcionar sin desgaste y de manera adecuada.

 

 

 

 

Tenemos identificados tres factores:

 

 

Factor Humano

Factor Flexibilidad

Factor Fracaso

· FACTOR HUMANO ·

Todo lo que hacemos entre nosotros dentro de Grupo Berro, y con cada uno de nuestros clientes y proveedores, está regido por una fuerte impronta de humanidad. Al momento de encarar cualquier proyecto, estamos encarando, también y fundamentalmente, una relación humana. El diseño es una de las actividades más lindas del mundo,

precisamente por la interacción humana, en comprender al otro y verlo como fuente válida de pensamientos y recursos intelectuales, de ideas y sugerencias, de capacidad y amplitud. No se trata sólo de hacer el trabajo, sino de alimentarnos, los unos a los otros, durante todo el proceso; crecer, mental y espiritualmente.

· FACTOR FLEXIBILIDAD ·

· FACTOR FRACASO ·

Naturalmente, al momento de encarar un proyecto sujeto a determinado método, uno tiende a pensar que éste se maneja con circuitos estrictos, alineados según la lógica del modelo estudiado. Nuestro método dista muchísimo de ser un programa rígido, que no admite desvíos ni distorsiones. A esto llamamos “el factor flexible”.

Somos flexibles y abiertos a nuevas miradas, a nuevas ideas, no importa en qué momento, o en qué etapa del modelo aparezcan. Cuando uno se sabe dueño de una mirada antes que autor de una verdad universal, sabe que, del mismo modo, la mirada del otro puede aportar a la propia; por eso, en Grupo Berro valoramos muchísimo la participación de nuestros clientes en el proceso. Sin ellos, los resultados no serían los mismos, y es gracias a ellos que tenemos, muchas veces, la oportunidad de mejorar lo que ya creemos que es bueno.

 

El diseño es una disciplina que demanda salir de los preconceptos para llegar al concepto superador, que nos empuja a correr riesgos y equivocarnos. En más de treinta años de carrera, muy pocas veces he visto un diseño que sea aprobado en su primera versión, un diseño que no haya sufrido alteraciones, correcciones o ajustes, y no me refiero a observaciones del lado del cliente, sino a las modificaciones que brotan del propio equipo.

Diseñar es tomar riesgos, en búsqueda de dos virtudes: la máxima excelencia y la máxima diferenciación. Para alcanzarlas, hay que dar grandes pasos, y algunos de esos pasos pueden conducir al fracaso. El método que aplican los equipos de Grupo Berro es permeable al fracaso, porque lo abordamos como un aprendizaje esencial, como un escalón para superarnos, como una oportunidad para incorporar nuevos recursos y evolucionar profesionalmente.

Habiendo comprendido el alcance de estos tres factores que atraviesan el modelo, podemos volcarnos de lleno a cada una de sus fases.

1° fase

del método.

Diagnóstico

Preguntas

Brief del cliente

Brief ilustrado

La primera fase del método

es el enfoque: ¿cómo se encara un buen trabajo de diseño?

Para poder brindar soluciones adecuadas debemos, primero, identificar el problema, o plantear, de manera clara, el desafío. Ver dónde está. Qué tamaño tiene. Qué consecuencias, y qué nivel de velocidad requiere nuestra respuesta.

Primero y principal, conocerlo todo del cliente y de la categoría en la que opera, de los ejes que sostienen esa categoría, de los factores de competencia directos e indirectos, de los antecedentes de la marca, su ADN -concepto que hemos mencionado en los anteriores libros, tanto “Partículas de Diseño” como “Diseño, el arte de cada día”- y todas las variables que intervienen en el negocio, tanto desde un análisis interno como externo.

“Enfocar” es un verbo que consiste en dirigir la atención hacia un asunto o problema específico, con la intención expresa de resolverlo.