Miradas territoriales a los estudios urbano-regionales - Luis Alberto Castrillón López - E-Book

Miradas territoriales a los estudios urbano-regionales E-Book

Luis Alberto Castrillón López

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Beschreibung

El Instituto de Estudios Metropolitanos y Regionales de la Universidad Pontificia Bolivariana -UPB-, invitó a mediados del año 2018, a un grupo de docentes-investigadores que, bajo diversas disciplinas, permitieron abordar temáticas vinculadas a los estudios urbano regionales. El resultado de este esfuerzo de trabajo colaborativo es la publicación que aparece con el título Miradas territoriales en los estudios urbano regionales. El asunto destacable en cada uno de los trabajos incluidos en la obra, es la de no insistir en esa idea formalista y bastante reduccionista, de llevar a cabo lecturas de los procesos y dinámicas que ocurren en las diferentes escalas territoriales de nuestro medio. Tal como se planteó en la introducción de la obra, se trata de poder mostrar formas alternativas que diferentes disciplinas, participantes en los estudios urbano regionales, permitan allegar métodos científicos, metodologías y construcciones reflexivas para leer lo que ocurre con el contenido de la forma, es decir, de lo que sucede en el "espíritu o el alma" del territorio. Desde esta perspectiva analítica, la preocupación está en pensar, leer e investigar el territorio, pero no como un ejercicio de recabar en lo ocurre con la forma, sus cambios y mutaciones, sino también lo que acontece con la gente y la materialización del juego de sus relaciones, de estas con la naturaleza y de todas las manifestaciones problemáticas ocasionadas por aquel juego de interacciones sociales que se expresan, de manera concreta en el territorio, y en sus diferentes formas y contenidos, como un todo. A los diferentes coordinadores de esta edición, a los autores de cada uno de los capítulos y al Sello Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana -UPB-, gracias por su apoyo y colaboración para que el libro viese la luz al final de un largo proceso de gestión.

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G633

Gómez Vélez, María Alejandra y otros 21, autores

Miradas territoriales a los estudios urbano-regionales / María Alejandra Gómez Vélez, Cathalina Sánchez Escobar, John Jaime Bustamante Arango, editores y compiladores académicos – 1 edición – Medellín : UPB, 2020.

210 páginas, 17 x 24 cm.

ISBN: 978-958-764-855-3 (Versión epub)

1. Desarrollo y territorio – 2. Competitividad territorial – 3. Desarrollo urbano 4. Desarrollo rural – I. Sánchez Escobar, Cathalina, editor y compilador – II. Bustamante Arango, John Jaime, editor y compilador – III. Título

CO-MdUPB / spa / RDA

SCDD 21 / Cutter-Sanborn

 

 

© Luis Alberto Castrillón López

© Paola Andrea Calderón Carrascal

© María Alejandra Gómez Vélez

© Janeth González Ramírez

© John Jairo Hurtado López

© Gloria María Jiménez González

© Bibiana Mercedes Patiño Álzate

© Holmedo Peláez-Grisales

© César Augusto Salazar-Hernández

© Eduard Steven Quinchía

© Juan Esteban Vargas Guerra

© Editorial Universidad Pontificia Bolivariana

Vigilada Mineducación

© Cathalina Sánchez Escobar

© Guillermo David Hincapié

© Israel Díaz Arredondo

© Daniel Alejandro García García

© Laura Lotero Vélez

© Alejandro Builes-Jaramillo

© Ana María Miralles

© Javier Darío Fernández-Ledesma

© Ferney Amaya-Fernández

© Carlos Ángel Arboleda Mora

© John Jaime Bustamante Arango

Miradas territoriales a los estudios urbano-regionales

ISBN: 978-958-764-855-3 (Versión epub)

Primera edición, 2020

Escuela de Ciencias Sociales

Instituto de Estudios Metropolitanos y Regionales - IEMR

CIDI. Proyecto: Cultura política para la paz: Procesos socioeducativos ciudadanos para la transformación de los imaginarios y prácticas políticas en Medellín en el marco del posacuerdo.

Radicado: 158C-06/18-7

Gran Canciller UPB y Arzobispo de Medellín: Mons. Ricardo Tobón Restrepo

Rector General: Pbro. Julio Jairo Ceballos Sepúlveda

Vicerrector Académico: Álvaro Gómez Fernández

Decano Escuela de Ciencias Sociales: Ramón Arturo Maya Gualdrón

Editor: Juan Carlos Rodas Montoya

Coordinación de Producción: Ana Milena Gómez Correa

Diagramación: Jorge Alberto Vélez Misas

Corrección de Estilo: Eduardo Franco

Ilustraciones:www.pixabay.com, www.freepik.com

Dirección Editorial:

Editorial Universidad Pontificia Bolivariana, 2020

Correo electrónico: [email protected]

www.upb.edu.co

Telefax: (57)(4) 354 4565

A.A. 56006 - Medellín - Colombia

Radicado: 1945-07-02-20

Prohibida la reproducción total o parcial, en cualquier medio o para cualquier propósito, sin la autorización escrita de la Editorial Universidad Pontificia Bolivariana.

Diseño epub:

Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Contenido

Introducción

María Alejandra Gómez Vélez

Cathalina Sánchez-Escobar

John Jaime Bustamante Arango

Editores y compiladores académicos

Aglomeración, competitividad territorial y sistemas de ciudades

Teorías de localización y descentralización de actividades económicas

John Jaime Bustamante Arango

Juan Esteban Vargas Guerra

Clúster de competitividad territorial y potencial del área metropolitana

John Jaime Bustamante Arango

Guillermo David Hincapié

Israel Díaz Arredondo

Daniel Alejandro García García

Potenciales ejes de desarrollo territorial en el departamento de Antioquia impulsados por los proyectos de infraestructura vial 4G

César Augusto Salazar Hernández

Bibiana Mercedes Patiño Alzate

John Jairo Hurtado López

Retos y desafíos del desarrollo urbano y rural

Herramientas de las ciudades inteligentes como apoyo a la identificación, el entendimiento y la gestión de dinámicas urbanas complejas

Laura Lotero Vélez

Alejandro Builes-Jaramillo

Ana María Miralles

Javier Darío Fernández-Ledesma

Ferney Amaya-Fernández

El caso de los habitantes de calle del río Medellín: ¿sujetos de protección o de violencia estatal en la ciudad?

Holmedo Peláez-Grisales

El papel de la familia en el acceso al mercado laboral de universitarios en práctica profesional formativa en Medellín

María Alejandra Gómez Vélez

Gloria Jiménez González

Janeth González Ramírez

Paola Calderón Carrascal

Dominación, resistencia y religiosidad en la cultura popular de San Antero, en el departamento de Córdoba

Carlos Ángel Arboleda Mora

Luis Alberto Castrillón López

Eduard Steven Quinchía

Consideraciones finales: para no concluir

María Alejandra Gómez Vélez

Cathalina Sánchez-Escobar

John Jaime Bustamante Arango

Notas al Pie

Introducción

María Alejandra Gómez Vélez1Cathalina Sánchez-Escobar2John Jaime Bustamante Arango3

Editores y compiladores académicos

La preocupación por los estudios urbano-regionales constituye un hecho evidente que ha ido fortaleciéndose en la medida en que se exacerba la dinámica de la urbanización en los diferentes territorios. Si bien, en principio, existió la preocupación por los problemas urbanos en sí, en el que la ciudad recaba motivaciones para la práctica de diferentes investigaciones, ella ha asumido formas y configuraciones internas motivadas por diferentes causalidades que han llevado a que, la preocupación por lo urbano, sea rebasado por lo metropolitano y lo regional, en donde la ruralidad va asumiendo un papel primordial y las dinámicas pasan de lo urbano, en estricto sentido, a lo metropolitano expandido y a lo regional.

El asunto neurálgico no está en la configuración territorial o, si se quiere, en las escalas territoriales en las cuales se ponga el foco de las miradas a los problemas territoriales, sino que va más allá de la forma territorial y de su configuración físico-espacial. De lo que se trata es de lo que ocurre con el contenido de la forma, es decir, de lo que sucede en el “espíritu o el alma” del territorio.

En esta perspectiva analítica, es en la que cobra sentido el nombre de este libro: Miradas territoriales a los estudios urbano-regionales, el cual se preocupa por pensar, leer e investigar el territorio, pero no como un ejercicio de recabar en lo ocurre con la forma, sus cambios y mutaciones, sino también con la gente y la materialización del juego de sus relaciones, de estas con la naturaleza y de todas las manifestaciones problemáticas ocasionadas por aquel juego de interacciones sociales que se expresan de manera concreta en el territorio, en sus diferentes formas y contenidos, como un todo.

Los trabajos que se presentan recogen reflexiones en la dirección planteada y ratifican la posibilidad de realizar esfuerzos de método, metodologías y procesos de investigación, desde diversas miradas disciplinares, que se adentran en el juego interdisciplinar, para dar cuenta de lo que ocurre en la esencia de los procesos territoriales. De ahí que los autores sean arquitectos, psicólogos, abogados, negociadores internacionales, trabajadores sociales, economistas, politólogos, entre otras formaciones disciplinares, miembros de grupos y redes de investigación reconocidos por Colciencias y de la Universidad Pontificia Bolivariana.

En el caso del primer estudio, “Teorías de localización y descentralización de actividades económicas”, de los profesores John Jaime Bustamante Arango y Juan Esteban Vargas Guerra, se formula la idea central en la cual la localización de las actividades económicas en el territorio tiene fundamento no solo en el pensamiento de la economía espacial, sino también en los aportes de otras disciplinas, como la geografía económica o la geografía empresarial. Las teorías clásicas de la localización, entre otras, incitan a la idea de la existencia de un “proceso epistemológico y analítico en la investigación de la localización industrial”. Consideran que en “este capítulo se hace una revisión de los principales aportes teóricos sobre la localización de las actividades económicas, a partir de las teorías clásicas de la localización de los círculos concéntricos del modelo de Von Thünen hasta llegar a la descripción de las fuerzas centrífugas y centrípetas propuestas por Krugman para explicar la concentración de las actividades”.

Por otra parte, en el capítulo de Guillermo David Hincapié, John Jaime Bustamante Arango, Israel Díaz Arredondo y Daniel Alejando García García, titulado “Clúster de competitividad territorial y potencial de área metropolitana”, se plantea como “objetivo determinar la forma en que se establecen agrupamientos territoriales o clústeres de municipios competitivos en una subregión del departamento de Antioquia, conocida como Valle de San Nicolás, además de establecer con ello lo que sería una potencial área metropolitana”, recurriendo, en primer lugar, a establecer un conjunto de municipios agrupados bajo la forma de clústeres territoriales, y sobre la base de un indicador sintético de competitividad, identificar los más y menos competitivos. Luego, y con una metodología de flujos de movilidad, con “la matriz de origen y destino en los municipios del oriente antioqueño, es correcto afirmar la posibilidad de plantear una configuración de área metropolitana en algunos de los municipios de este territorio, específicamente aquellos ubicados en el Valle de San Nicolás, debido a su alto índice de competitividad evidenciado en los resultados del componente económico propio del índice” calculado por ellos.

Desde una perspectiva territorialista, César Augusto Salazar-Hernández y Bibiana Mercedes Patiño Alzate, con el apoyo de John Jairo Hurtado López, reconocen en su trabajo “Potenciales ejes de desarrollo territorial en el departamento de Antioquia impulsados por los proyectos de infraestructura vial 4G”, el papel que desempeñan “los proyectos de infraestructura vial de cuarta generación y cómo “abren una oportunidad en el departamento de Antioquia para que en esta región se pueda iniciar un ciclo virtuoso de cierre de brechas entre el centro y la periferia, a partir del mejoramiento de los niveles de accesibilidad que mejorarían el intercambio de bienes y servicios y la movilidad de personas, principio fundamental para dinamizar el sistema de pueblos y ciudades”.

Por otra parte, hay que destacar que la investigación posibilita nuevos “elementos en la construcción de políticas públicas tendientes a fortalecer el Sistema Urbano Regional de Antioquia (SURA), basada en parte de los hallazgos del Estudio análisis de las implicaciones sociales y económicas de las Autopistas para la Prosperidad en el departamento de Antioquia. Particularmente, se señala cómo el SURA podría reintegrarse a la Red Básica Nacional en la que se interconectan 18 aglomeraciones urbanas, aprovechando las reducciones de tiempo de conexión en los ejes de desarrollo territorial: Bogotá-Cartagena y Bogotá-Turbo”. Por destacar, asimismo, el hecho de que los autores incorporan, en su análisis investigativo, “conceptos como aglomeración urbana y conmutación laboral” para darle soporte teórico a la investigación.

En el capítulo “Herramientas de las ciudades inteligentes como apoyo a la identificación, el entendimiento y la gestión de dinámicas urbanas complejas”, formulado por Laura Lotero, Alejandro Builes-Jaramillo, Ana María Miralles, Javier Darío Fernández-Ledesma y Ferney Amaya, señalan que “la capacidad de vincular y modelar diferentes tipos de datos y sistemas urbanos es indispensable para una comprensión holística de las ciudades como sistemas adaptativos complejos”. De esta forma, los autores señalan que “la ciencia de la complejidad y su combinación con el análisis de grandes volúmenes de datos (big data), en un contexto de ciudades inteligentes, podría ayudar a revelar patrones en la dinámica de las ciudades y derivar modelos que permitan entender, predecir y controlar estos patrones”. El trabajo considera que, “para sintetizar y presentar las tendencias en las herramientas de las ciudades inteligentes y su relación con los procesos urbanos complejos, se desarrolló una revisión sistemática de literatura la cual buscó dar respuestas a preguntas como ¿qué es una dinámica urbana compleja?, ¿cómo se entiende la ciudad desde la teoría de la complejidad y la sostenibilidad? y ¿qué herramientas desarrollan las ciudades inteligentes para la toma de decisiones?”.

En el capítulo titulado “El caso de los habitantes de calle del río Medellín: ¿sujetos de protección o de violencia estatal en la ciudad?, escrito por Holmedo Peláez-Grisales, se “aborda un estudio de caso etnográfico de los habitantes de calle del río Medellín a partir de una perspectiva sociojurídica crítica, que cuestiona desde la propia voz de los sujetos la violación sistemática de sus derechos humanos por parte de los gobiernos de turno de Aníbal Gaviria y Federico Gutiérrez entre 2013 y 2018”.

Tal como señala el autor, “el estudio se centra en contradecir desde los hechos el discurso formal de la norma y del poder estatal, […] con el fin de hacer una etnografía crítica que en adelante demuestra el estado de opresión oficial que resisten desde el testimonio de los habitantes de la calle”. De ahí que “el trabajo desarrolla tres argumentos: a) habitantes de calle del río Medellín por la fuerza, b) el gobierno de Aníbal Gaviria: ¿un gobierno protector o de violencia? y c) habitantes de calle bajo un gobierno sin justicia: el papel de los jueces en la violencia del régimen. A partir de allí, defiende que estos habitantes de calle están oprimidos y enfrentan un campo de batalla que les niega el derecho a vivir en el espacio público y los determina a sobrevivir en medio de la exclusión y la violencia en la ciudad”.

Termina postulando el autor, por parte del Estado colombiano, “una materialización concreta del derecho a la especial protección de los habitantes de calle, que modifique las estructuras y las prácticas institucionales violentas del municipio, reproductoras de su discriminación, marginalidad y debilidad manifiesta, y exige una tutela judicial efectiva, que implica cambiar el papel pasivo del juez por uno activo garante de sus derechos, que ponga límites reales al poder del Gobierno de turno”.

Por otro lado, y bajo una mirada local de las relaciones entre el mercado laboral y los estudiantes de práctica profesional, en el capítulo “El papel de la familia en el acceso al mercado laboral de universitarios en práctica profesional formativa en Medellín”, María Alejandra Gómez Vélez, Gloria Jiménez González, Janeth González Ramírez y Paola Calderón Carrascal consideran que, “cuando se hace referencia al acceso de los jóvenes al mercado laboral, esto plantea una dificultad mayor, dado que la condición de inserción laboral de los jóvenes es más compleja por la falta de experiencia, requisitos educativos, etc. Y aun cuando los jóvenes logren una formación mayor, es decir, una formación en educación superior, cuando logran estar calificados, también tienen problemas para el acceso al trabajo, sobre todo en contextos en los que no se cuenta con la generación de nuevos puestos de trabajo”.

Pese a que la investigación formula que la familia constituye una pieza fundamental en el proceso de interacción laboral de los jóvenes, también señala “el acceso al mercado laboral de jóvenes universitarios recién egresados se encuentra con obstáculos, tales como la falta de experiencia laboral, los requisitos educativos que el sector productivo privilegia en quienes elige, los puestos disponibles e, incluso, las expectativas de las familias en relación con las características de los puestos de trabajo que les ofrecen a sus hijos”.

Por lo anterior, los autores concluyen que, “para mitigar la falta de experiencia de los jóvenes profesionales, es clave vigorizar las competencias que ya tienen, desarrollar una gran capacidad para manejar las redes sociales profesionales con la finalidad de hacer conocer su currículo, mantener una búsqueda de información de calidad y perseverar en su esfuerzo de acceder al empleo”.

Finalmente, en el trabajo “Dominación, resistencia y religiosidad en la cultura popular de San Antero, en el departamento de Córdoba”, los investigadores Eduard Steven Quinchía y Carlos Arboleda Mora, consideran que “todos los procesos de dominación, resistencia y religiosidad tienen un trasfondo histórico y cultural; este es el caso de San Antero que tiene una larga historia desde el comienzo de la Conquista”. Consideran “que la cultura de San Antero es el resultado de un largo proceso de mestizaje entre españoles, negros e indígenas, que da como consecuencia una cultura propia y una religiosidad popular que se han vivido en la región en condiciones de aislamiento, guerras civiles, presión de los gobiernos y de la Iglesia; de ahí el carácter liberal y de resistencia de su cultura”.

Con un enfoque cualitativo de tipo etnográfico, que se centra en la descripción y la comprensión de los fenómenos que la integran y de la observación participante, concluyen que “no hay una sola cultura española presente en la Conquista, sino que hay varias culturas nacionales, con diversas características regionales y diferentes religiosidades populares, aunque, en general, era una cultura guerrera, tomista-tridentina y contrarreformista”. Por lo demás, disponen que “América Latina no es católica con un catolicismo puro” y que, por otro lado, los análisis los llevan a formular que “el carnaval y el contrabando son formas de hacer resistencia a la institucionalidad, al Estado y al poder de unos cuantos. Son la forma de expresión de una libertad luchada y que no se da; es la manera de hacerle el quite a la ley instituida y conservar algo de libertad”.

Esperamos que las diversas reflexiones y resultados que ofrece este libro contribuyan a establecer directrices y orientaciones de gestión territorial y sea posible la formulación de políticas públicas y el inicio de nueva investigación que contribuya al fortalecimiento de miradas interdisciplinares en los estudios metropolitanos y regionales en nuestro medio.

Aglomeración, competitividad territorial y sistemas de ciudades

Teorías de localización y descentralización de actividades económicas1

John Jaime Bustamante Arango2Juan Esteban Vargas Guerra3

Introducción

La localización de las actividades económicas ha ocupado un lugar importante en el desarrollo investigativo tanto de la economía espacial como de la geografía económica, de modo que es la localización industrial uno de los temas más estudiados en estas disciplinas. En este sentido, la distribución espacial de la industria ha sido analizada desde diferentes perspectivas a lo largo del tiempo y reflejando la evolución académica de la ciencia económica en lo que concierne a los aspectos territoriales. Desde esta perspectiva, Precedo y Villarino (1992) distinguen tres etapas del proceso epistemológico y analítico en la investigación de la localización industrial.

La primera etapa va hasta 1950, periodo en que el análisis desde la geografía se enfoca en los métodos fisionómicos e históricos, es decir, abordan la localización industrial con el estudio de caso y le dan mayor importancia al medio físico. Por su parte, la ciencia económica planteó la localización desde la corriente teórica weberiana, pues sus principales aportes se orientaron a la búsqueda del lugar óptimo que redujera los costos de producción y distribución (Precedo y Villarino, 1992, pp. 17-18).

El segundo periodo se establece en la década de 1960, con el surgimiento de la economía espacial, nueva disciplina que se preocupa por la construcción de una teoría económica del espacio. En cuanto a los aportes de los geógrafos, vuelven a enfocarse en lo descriptivo y morfológico del estudio de caso (Precedo y Villarino, 1992, p. 18).

La última etapa que reconocen Precedo y Villarino (1992) surge en la década de 1970, en que se destaca el aporte de la geografía, puesto que se introduce el método de análisis histórico-dinámico, con lo cual se señala la importancia de los factores humanos, técnicos, además de los naturales que ya habían sido trabajados. En este punto, es importante resaltar el aporte que introduce la variable comportamental del empresario, ya que, al tomar este las decisiones de localización de una empresa en particular pueden no considerar toda la información, es decir, que cambia el sujeto racional de los modelos económicos por un individuo irracional que puede no tomar siempre las decisiones óptimas.

En esta perspectiva, en este capítulo, se hace una revisión de los principales aportes teóricos sobre la localización de las actividades económicas, a partir de las teorías clásicas de la localización de los círculos concéntricos del modelo de Johann Heinrich von Thünen hasta llegar a la descripción de las fuerzas centrífugas y centrípetas propuestas por Paul Krugman para explicar la concentración de las actividades.

Los aportes de la geografía

Los geógrafos realizaron sus primeros análisis desde una perspectiva descriptiva y morfológica mediante el estudio caso, sin embargo, sus investigaciones, a pesar de ser particulares y de tipo empírico sobre localización industrial, han contribuido a un mayor entendimiento de este fenómeno espacial.

Entre los aportes más destacados se encuentra el de G. Renner (1947-1950), citado por Precedo y Villarino, (1992), cuya formulación expresaba que “una industria tiende a localizarse en aquel punto que les proporcione un acceso óptimo a sus elementos componente” (p. 26). Esta idea compagina con el modelo de Alfred Weber (tabla 1.1), que se analizará más adelante y que trata de encontrar un lugar central entre el mercado y las materias primas. Otro aporte importante de Renner es el concepto de simbiosis industrial, que se asemeja al desarrollado desde la economía como aglomeración.

Otra contribución importante tiene que ver con los tres principios de E. M Rawstron (Precedo y Villarino, 1992), que explican cómo la elección de localización se restringe por una viabilidad económica, sustentada en los principios de restricción física, restricción económica y restricción técnica, los cuales determinarán un costo total de localización, que al mismo tiempo fijará unos márgenes especiales de beneficio. En otras palabras, en “la teoría de Rawstron está explícita la idea de las restricciones espaciales, e implícitamente la elección locacional a partir del establecimiento de los márgenes de beneficio” (pp. 27-28).

El modelo del geógrafo inglés David Smith es otra de los aportes más importantes en el campo teórico de la localización industrial, su mode-lo recibe el nombre de teoría espacial de coste-beneficio, y en ella expresa que “la localización óptima de una empresa es aquella donde el beneficio es máximo” (Precedo y Villarino, 1992, p. 29). Es decir, que, como los costos y los ingresos varían de un lugar a otro, se debe buscar, por tanto, aquella localización donde los ingresos sean los máximos y los costos sean los mínimos.

Finalmente, otro aporte desde la geografía fue el modelo que introdujo el método comportamental, ya que para este el hombre económico completamente informado no existe, por lo que las decisiones de localización son en realidad subóptimas.

Las teorías clásicas de localización de actividades económicas

Las teorías clásicas de localización han desarrollado su investigación especialmente para la actividad industrial, reflejadas en la búsqueda de soluciones óptimas que dan mayor peso a variables, como: el costo de transporte del producto final, el precio y la cercanía de los insumos y las relaciones con los productores y el mercado; en otras palabras, minimizar costos de producción, todo sobre la base de la competencia perfecta, de la racionalidad económica del individuo metodológico.

Algunos autores han distinguido los principales aportes de esta teoría en tres grupos, lo cual permite entender mejor el alcance y los límites que tiene cada una (tabla 1.1):

1. Los aportes del modelo de Von Thünen (1820), pionero en este campo teórico para la economía, relaciona la localización de los usos agrarios de acuerdo con la distancia del mercado urbano, de modo que es la renta de suelo uno de los factores que ayudaría a explicar el emplazamiento de las actividades económicas, dado que aquellas que requieren estar más cerca de la ciudad estarán dispuestas a pagar un precio más alto.

Al reconocer los limitantes de esta teoría, por estar fundada en la competencia perfecta, esta ayuda a comprender la instalación de los establecimientos manufactureros en la corona metropolitana, puesto que, al tener una ocupación de carácter extensivo, no estarían dispuestos a pagar los elevados precios del suelo de los espacios centrales si no se hace necesario.

2. La teoría del mínimo coste, cuyo principal representante es Alfred Weber (1905), quien basa su análisis en la minimización de los costos de transporte tanto para acceder a los insumos como al mercado (demanda), es decir, esta teoría permitiría inferir que aquellas industrias cuyas materias primas tengan un peso importante en sus costos se orientarán hacia esta fuente, como es el caso de las actividades extractivistas.

Al igual que con el modelo de Von Thünen, es claro lo limitado de esta teoría por los supuestos que maneja, pero da luces para entender la desconcentración industrial en la búsqueda de reducir los costos de producción de acuerdo con su sensibilidad a las economías de aglomeración.

3. El tercer grupo analiza la localización industrial desde las áreas de mercado, pues defienden que el lugar óptimo de una empresa es aquel en el que pueda acceder a un mayor número de consumidores. Los principales representantes de este pensamiento son August Lösch, y otros autores que contribuyen a estos temas, tal como lo señalan Precedo y Villarino, (1992). En otras palabras, estos autores trataron de explicar el alcance del mercado para cada una de las empresas, ya que estas se encontraban protegidas por los accidentes geográficos.

Estos modelos se basan en el supuesto de la distribución de la demanda, a diferencia de Weber que establece un solo mercado, los representantes de esta corriente defienden la existencia de varios consumidores concentrados en el espacio, por lo que la localización óptima será aquella en la que el productor se acerque más a esta demanda (Precedo y Villarino, 1992).

Precedo y Villarino (1992) reconocen otros análisis, como la teoría de coste-beneficio de Smith, y los aportes de Walter Isard, que centran su análisis en la variación en el tiempo y en el espacio de los costos y de los ingresos, en busca de la maximización del beneficio a través de la sustitución de los factores para obtener la mejor combinación.

Tabla 1.1. Modelos económicos en las teorías de la localización

Fuente: Elaboración propia según Camagni (2005), Krugman (1994), Méndez (1997), Polese (1998) y Precedo y Villarino (1992).

Esquema gráfico. Localización de actividades agrarias de Von Thünen

Esquema gráfico. La teoría del mínimo coste de Weber

Esquema gráfico. Las áreas de mercado de Lösch y Christaller

Como se puede observar en la tabla 1.1, muchas de las limitaciones de los modelos clásicos de localización están dadas por los supuestos de competencia perfecta en los que se fundamentan, pero aun así siguen teniendo validez interpretativa para analizar la geografía económica. Ejemplo de ello es la importancia de los costos de transporte en la localización de actividades económicas, pero ya no asumidos como estáticos, sino desde los costos de transbordo y centros intermodales que permiten reducir los costos de transporte de las mercancías, por lo cual se consolidan en muchas regiones grandes corredores industriales y de logística (figura 1.1).

Figura 1.1. Coste de transporte como factor de localización en la actualidad.

Fuente: Elaboración propia según Méndez (1997, pp. 279-280).

La teoría de localización de actividades económicas desde la economía espacial o nueva geografía económica (economías de aglomeración)

Aclarada esa perspectiva histórica, y reconociendo las limitaciones de los supuestos que fundamentan las teorías clásicas de localización, desde la década de 1970, como se mencionaba, han surgido nuevas propuestas para entender la relación entre las variables espaciales y las económicas, a partir del avance en las herramientas técnicas que permitieron incorporar los rendimientos crecientes y la competencia imperfecta, supuestos más cercanos a la realidad.

De esta manera, las nuevas propuestas teóricas retoman las denominadas economías externas introducidas por Alfred Marshall, al referirse a las ventajas que tenía una industria de producir dentro la zona de Sheffield, caracterizada por la concentración espacial de las industrias de cuchillería. En este sentido, las ventajas de localizarse cerca de otros productores en la misma la rama industrial eran:

• Estar cerca de los proveedores especializados

• Mercado laboral especializado y disponible

• La circulación de la información con mayor facilidad al estar concentrada geográficamente esta rama industrial (Krugman, 1999)

En este orden ideas, las economías externas fueron introducidas en el análisis económico espacial para dar explicación a las concentraciones de actividades económicas en un determinado territorio, en alusión a ellas como un factor externo a las empresas que les permitía ganar en productividad al estar cerca de otras actividades (Polèse, 1998).

Por esta razón, al industrial le resultaba más rentable buscar un lugar donde encontrarse con otros productores y contar, además, con el mercado laboral para el desarrollo de su actividad manufacturera, es decir, se presenta una lógica circular en que se autorreforzaba la concentración en el espacio de actividades económicas, y sobrevenían las denominadas economías de aglomeración, que corresponden a las ganancias en productividad por la existencia de economías externas (Camagni, 2005; Krugman, 1994; Polese, 1998).

Como se puede evidenciar en la figura 1.2, la concentración espacial a través de las economías de aglomeración acarrea una serie de beneficios a las firmas que se emplacen en esos espacios, que van desde la reducción de los costos de producción hasta el acceso a información y tecnología a la que es difícil de adherirse si no se hace parte de este lugar. Algunos de los efectos positivos que acarrean las economías de aglomeración en el territorio son (Camagni, 2005):

Figura 1.2. Economías de aglomeración.

Fuente: Elaboración propia según Camagni (2005), García y Muñiz (2005), Krugman (1994), Méndez (1997) y Polese (1998).

• Reducción de los costos de transacciones debido a la proximidad geográfica de las diferentes empresas

• Difusión de los procesos de innovación

• Sinergias entre las diferentes actividades económicas que consolidan la economía local

• Incremento del stock del capital humano gracias a las dinámicas del mercado laboral

• Aparición de economías de escala en la prestación de los servicios públicos

Dentro de este análisis, se destaca el stock de capital e inversión pública con que cuenta un territorio (economías de urbanización) como uno los principales factores que inciden en las localizaciones de actividades económicas, al generar un ahorro privado para productores que quieren asentarse en un determinado territorio (Méndez, 1997) (figura 1.3).

Figura 1.3. Stock capital público como factor de localización.

Fuente: Elaboración propia según Méndez (1997, p. 283).

Al reconocer la causación circular de la concentración de actividades económicas, en que las economías de aglomeración autorrefuerzan progresivamente los procesos de localización de actividades económicas, Krugman (1994) establece que este proceso tiene un límite, es decir, se llega a un punto de equilibrio entre “las fuerzas centrípetas, esto es, las que tienden a provocar una concentración espacial de la actividad económica, y las fuerzas centrífugas, que se oponen a dichas concentraciones” (p. 19), que termina por moldear la estructura económica del territorio.

En este sentido, Krugman (1994) reconoce como fuerzas centrífugas y fuerzas centrípetas los factores que se describen en la figura 1.4.

Figura 1.4. Lista de algunas fuerzas centrípetas y centrífugas de algunos modelos de crecimiento urbano según Krugman.

Fuente: Elaboración propia según Krugman (1994, p. 243).

Asimismo, lo reconoce Méndez (1997) al referirse a las deseconomías externas de aglomeración: “Al elevar los costes empresariales (encarecimientos del suelo, los inmuebles, los salarios, etc.), favorecen la relocalización de aquellas actividades no necesitadas de un alto nivel de centralidad, provocando movimientos de carácter centrífugo frente a las anteriores tendencias centrípetas, con la reducción de algunos contrastes” (p. 288).

La dinámica del sistema de localización: una mirada teórica a la desconcentración de actividades económicas

Según lo establecido en la sección anterior, algunos investigadores han reconocido que la desconcentración de actividades económicas asociadas a las ciudades primadas (principales) se realiza en zonas cercanas a estas aglomeraciones; en esta medida, los efectos o las economías de aglomeración siguen siendo un punto importante para la localización de actividades económicas, situación que coincide con el campo de externalidad metropolitana. García y Muñiz (2005) identifican tres factores que estimulan o ayudan a comprender esta desconcentración de la actividad industrial del centro de las ciudades:

• La planeación, pues muchas de estas propuestas políticas terminan por expulsar o desplazar las actividades industriales ante el rigor de las normativas por las externalidades que dichas actividades generan, además de darles prioridad a otros usos con más intensidad (sector servicios) de acuerdo con las nuevas demandas espaciales del mercado.

• Deseconomías de la aglomeración de la ciudad central: la congestión vial es uno de los factores que lleva a muchas industrias de ocupación extensiva a buscar otros espacios que les permitan realizar sus labores manufactureras de manera más eficiente.

• Abaratamiento de los costes de transporte o evolución en los medios de transporte y sistemas viales, que les permite desplazarse de la ciudad central sin dejar de estar relativamente cerca de las ventajas que traen las economías de aglomeración (García y Muñiz, 2005).

En esta perspectiva, se destaca el modelo de crecimiento regional de Jerome H. Friedman (1966), que reconoce varias etapas del crecimiento espacial de la industria, coincidente con algunos de los planteamientos de Philippe Aydalot, pues ambos parten y terminan con la dispersión industrial, cuya última etapa se caracteriza por los procesos de desconcentración (Precedo y Villarino, 1992).

La primera fase es conocida como sociedad preindustrial, que tiene como característica la localización de la industria en centros locales independientes con muy poca interconexión. En la segunda, se empiezan aprovechar las economías de escala, por lo que recibe el nombre de industrialización inicial, que da lugar al surgimiento de algunos polos de desarrollo bajo la estructura de centro-periferia, mientras las regiones donde no se localizan las actividades industriales son succionadas de sus recursos, efecto conocido como backwash (Precedo y Villarino, 1992).

La tercera etapa es denominada madurez industrial, en la que el centro o polo de desarrollo sigue teniendo la importancia de la fase anterior gracias a las economías de aglomeración, pero al mismo tiempo surge un proceso de descentralización industrial (efecto spread) hacia ciertas regiones de la periferia, donde llegan a localizarse filiales de las empresas que permanecen en el centro, todo justificado en la reducción de los costos de transporte. Es importante señalar que los corredores de transporte son los principales ejes de esta descentralización productiva (Precedo y Villarino, 1992).

En la cuarta y última etapa, se logra la integración del sistema regional, pues se consolida el proceso de descentralización industrial, aunque los centros de decisión permanecen en el centro (Precedo y Villarino, 1992).

Otros autores como Méndez (1997) reconocen también que no solo existe un proceso de expulsión (push) por las deseconomías que se presentan en las grandes ciudades, sino que también en las regiones cercanas y bien comunicadas a estas aglomeraciones se presentan factores de atracción (pull), como la abundante oferta de suelo, las políticas de apoyo local, los costes menores de mano de obra, entre otros.

Además, Méndez (1997) distingue varios tipos de difusión territoriales de las actividades económicas en el actual modelo de desconcentración (figura 1.5).

Figura 1.5. Tipos de difusión territorial de las actividades económicas.

Fuente: Elaboración propia según Méndez (1997).

En este punto es importante recordar a Lotero (2009), quien manifestaba que uno de los objetivos de la aplicación de las políticas aperturistas para Colombia era desconcentrar las actividades económicas para alcanzar el desarrollo de las regiones más atrasadas, pero este propósito no se alcanzó. Al contrario, desde la escala nacional, la actividades industriales se polarizaron aún más en las áreas metropolitanas de las ciudades primadas del país, tras lo cual se consolidó el proceso de desconcentración concentrada en el campo aglomerativo metropolitano que ocurre desde la década de 1970; en otras palabras, desde la escala nacional, no se desencadenaron fuerzas centrífugas con la apertura, pero, desde una escala regional metropolitana, estas se vienen manifestando desde la década de 1980 (Lotero, 2009).

En este mismo campo de análisis, Polese (1998) resalta que los cambios de usos del suelo, tanto en la parte central como en los suburbios, hacen parte de un proceso de expulsión-sucesión, puesto que lo que realmente ocurre en el centro de la ciudad es un cambio en las actividades económicas que se venían desarrollando. En cuanto a las localidades que reciben las actividades desconcentradas, las denomina espacios en mutación, que albergan en gran medida el éxodo de las actividades manufactureras que buscan emplazarse en los límites del perímetro de expansión suburbano.

Asimismo, el geógrafo español Ricardo Méndez ha realizado varios estudios sobre las transformaciones económicas y territoriales de los procesos de localización y desconcentración de la industria en las áreas metropolitanas de algunas ciudades españolas. Entre sus principales conclusiones o síntesis de este proceso, se encuentran:

• Comportamiento muy dinámico, localizándose parques industriales y empresariales a los que se trasladan actividades y funciones necesitadas de accesibilidad y estatus, lo que explica su ubicación en sectores muy valorados, con buena accesibilidad y próximos a áreas residenciales de calidad (Caravaca y Méndez, 2003, p. 46).

• En coherencia con lo anterior, Caravaca y Méndez (2003) postulan como ejemplo la ciudad de Madrid, cuyo proceso de relocalización industrial se caracteriza por presentar una ocupación de carácter axial, es decir, las actividades económicas de ocupación extensiva se han desconcentrado a lo largo de las vías que salen de esta ciudad y han conformado un mapa industrial en forma tentacular, dado por las ventajas que encuentran al estar cerca de la metrópoli nacional (Méndez, 2001).

• Otros de los principales aportes de Méndez para entender la desconcentración industrial es enmarcar este proceso dentro del cambio de la ciudad nuclear metropolitana a la de la región metropolitana, esta última se caracteriza por presentar una reducción de la participación de las actividades industriales en la ciudad central, mientras que los núcleos próximos en la corona metropolitana o espacio dependiente ganan participación en este rubro. La corona metropolitana no solo recibe las industrias que se trasladan de la ciudad central, sino que también llegan a este espacio industrias provenientes de otras regiones, ampliaciones de empresas que permanecen con parte de su producción en la ciudad central y nuevas industriales locales (Caravaca y Méndez, 2003) (figura 1.6).

Figura 1.6. Tipos de implantaciones industriales en la corona metropolitana.

Fuente: Caravaca y Méndez (2003, p. 44)

• En este orden de ideas, Caravaca y Méndez (2003) hablan de la ampliación del campo de externalidad metropolitana citando a Giuseppe Dematteis, o de una metropolización expandida utilizando el concepto empleado por Carlos de Mattos, para referirse a la dinámica económica que se presenta en las localidades vecinas al núcleo central metropolitano. Esta situación acarrea unas demandas territoriales en materia económica, espacial, ambiental, social, etc., que deben ser previstas por las políticas de desarrollo y ordenación territorial, pues de no ser así podrían afectar la competitividad de la región.