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Cartucho es una serie de relatos a través del retrato de su experiencia directa; Las manos de mamá conjuga la figura protectora de la madre con el tema de la revolución y el villismo; en Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa, Campobello incursiona en la crónica, y deja atrás el relato breve. Se incluyen también sus poemas, de un modernismo preciosista.
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Nellie Campobello (Villa de Ocampo, 1900-Progreso de Obregón, 1986) dedicó su vida a la danza y la escritura. En 1943 fundó el Ballet de la Ciudad de México junto con su hermana Gloria, el escritor Martín Luis Guzmán y el pintor José Clemente Orozco. Considerada una gran aportación a la literatura mexicana de la Revolución, su obra se compone de Cartucho (1931), Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa (1940), Las manos de Mamá (1937), Francisca Yo! Versos (1929), Tres poemas (Abra en la roca) y Mis libros (1960), todos ellos reunidos en la presente edición.
LETRAS MEXICANAS
Obra reunida
Primera edición, 2007Segunda edición, 2016 Primera edición electrónica, 2016
Diseño de portada: Paola Álvarez Baldit
Foto de la autora: © 336057 Conaculta/INAH/Sinafo/FN/México
D. R. © 2006, Carlos Mateo Moya Ochoa, heredero de Nellie Campobello
D. R. © 2007, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México
Comentarios:[email protected] Tel. (55) 5227-4672
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.
ISBN 978-607-16-2256-3 (ePub)
Hecho en México - Made in Mexico
Prólogo,por Juan Bautista Aguilar
Agradecimientos
Francisca Yo! Versos, (1929)
CartuchoRelatos de la luchaen el Norte de México (1931)
Las manos de Mamá (1937)
Apuntes sobre la vida militarde Francisco Villa (1940)
“Tres poemas”(Abra en la roca) (1960)
Prólogo a Mis libros (1960)
por JUAN BAUTISTA AGUILAR
La escritura de Nellie Campobello se pertenece a sí misma, ningún elemento sugiere su filiación a las corrientes literarias que dominaron el México de los años treinta. Su obra rompió con la linealidad, el costumbrismo y la concatenación de imágenes, características propias de las novelas de su época, y se volvió auténtica y contundente en su discurso y estructura. Campobello fundó una nueva forma de escribir. Su lenguaje antecedió a los emblemáticos textos que marcarían la narrativa del México posrevolucionario, como El llano en llamas y Pedro Páramo; por otro lado, también se alejó del cauce independiente y universalista del movimiento de los Contemporáneos, por citar los dos referentes más próximos al contexto literario en el que vieron la luz los escritos de Francisca Moya Luna, nombre real de la también llamada Centaura del Norte.1
La narrativa de Campobello se enmarca en una etapa específica de nuestra historia: la Revolución mexicana. Echando mano de recursos entonces innovadores, como la permutación del tiempo narrativo y la convergencia de la historia con la autobiografía, Cartucho, Las manos de Mamá y Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa2 revelan, sin ningún tipo de concesión o escamoteo, las entrañas del México revolucionario. Así, uno de los valores de la narrativa de la duranguense —nacida en las rojas tierras del municipio de Villa Ocampo, Durango, el 7 de noviembre de 1900— es que, a partir de historias particulares e íntimas, el lector puede adentrarse en la atmósfera que invadía todo el país.
Cartucho, de 1931, la segunda y más representativa obra de Campobello, inauguró un camino narrativo para la escritora y abrió una ventana desconocida para la literatura mexicana. En sus páginas convergen la crónica, el relato y la poesía, y oscilan temas tan diversos como universales: la muerte, el amor, la guerra, el abandono, la desdicha, el deseo; además, se canta a la tierra, a la inmaculada imagen de la madre, a la partida del amante o de la figura paterna, “aquella que se fue en medio de una bruma para no volver”. La novela acumula dos décadas de historia —la familia de Campobello fue testigo de la presencia villista en Chihuahua— y narra, desde una mirada infantil, fusilamientos, desplazamientos, hambre e incendios. Con este singular libro la escritora se enfrentó a una historia nacional que edificaba supuestos héroes y falsos ídolos. En medio de la vorágine de los acontecimientos sociales, políticos y militares, Campobello selló una imagen de la Revolución e impuso otra mirada de la contienda armada.
El poemario Francisca Yo! Versos —poco difundido y publicado de forma marginal en 1929 con prólogo y portada de Gerardo Murillo— es una obra de carácter autobiográfico, como lo muestran en el título el uso de la primera persona y el recurso al verdadero nombre de la autora. Estos 54 poemas son una estrategia de reafirmación personal, la forma que la duranguense encontró para erguirse y dar sus siguientes pasos. Junto con el emblemático Cartucho. Relatos de la lucha en el Norte de México, este poemario reconstruye de forma magistral fragmentos de la vida cotidiana durante la Revolución mexicana y refleja, situándolo en un tiempo inasible, su dramatismo.
La madre como sol generador de vida, como centro telúrico, como símbolo redentor ante las situaciones de desgracia, tuvo una presencia permanente en la vida de Nellie Campobello. A este tenor responde su tercer libro, Las manos de Mamá, de 1937, que vio la luz década y media después de la muerte de doña Rafaela Moya.3 En este texto el recuerdo de la madre se entremezcla con el de los incendios en los campos y la angustia del desplazamiento debido a la guerra y el hambre. La niña se cobijó en las faldas de mamá Rafaela, cuyo amor blindó de inocencia a la chiquilla ante la observación de la violenta realidad de aquellos años.
Posteriormente, en 1940, tomando como base los apuntes de la bitácora militar de varias luchas libradas por el general Francisco Villa —entregadas de propia mano de su viuda, Austreberta Rentería—, Campobello enfrentó el mayor reto y publicó el ya mencionado Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa. Más de tres lustros después, en 1957, se publicaron Tres poemas, que incluía “Ella”, “Río florido” y “Estadios”. Fue éste un largo paréntesis literario tras los agitados acontecimientos que vieron nacer sus primeros libros. Quizá podamos explicarnos este prolongado silencio acudiendo a la imagen del náufrago que, reposando por fin en tierra firme, contempla desde la orilla el horizonte después de haber surcado las altas crestas de las olas y las noches sin estrellas.
Años más tarde, en el prólogo a Mis libros, Nellie hace un excelso resumen de su producción literaria. Mediante un ameno monólogo, la autora detalla el arduo trabajo y el enorme esfuerzo que le llevó hallar su propia voz. Con clara palabra y sin mayores adornos, describe su difícil infancia, la permanente migración familiar, los inalcanzables sueños de juventud, el encuentro con el amor y la pérdida de su hijo. También habla del orgullo de sus conquistas literarias, a pesar de la acérrima crítica que en algún momento recibieron sus libros; así como de la época en que llevó el canto y la danza por diversos rincones de México, como parte de esas misiones culturales que abrigaron la esperanza de imprimir conciencia social a través de la enseñanza. De este modo, conocemos la meteórica y apasionada vida de la escritora duranguense en este prólogo, escrito con maestría, que se suma como un átomo a la obra completa, aportando datos de inmenso valor para el análisis, el estudio, la investigación, la interpretación y la reinterpretación de la poética de una escritora que hoy forma parte imprescindible de las letras mexicanas.
Al abrir Mis libros, de 1960, nos llama la atención no encontrar el título de Ritmos indígenas de México. Quizá la exclusión se deba a que este libro —en el que se abordan de forma pedagógica la interpretación, la enseñanza y el aprendizaje de una amplia gama de bailes indígenas mexicanos, con sus pasos, sones y movimientos rituales— fue escrito al alimón con su hermana Gloria Campobello, con quien Nellie compartía la pasión por la danza. Vale la pena mencionar la importante labor que Nellie y Gloria Campobello desarrollaron en el campo de las artes escénicas, particularmente en la danza, tanto en la investigación como en la ejecución.
En el breve prólogo de esta obra vislumbramos apenas el amplio alcance del objetivo que se propone: encontrar, mediante el estudio y la técnica, la génesis de los distintos ritmos mayas, michoacanos, tarahumaras, yaquis, oaxaqueños, mexiquenses y jaliscienses. El peculiar libro está ilustrado con finos dibujos de las danzas descritas y proporciona orientaciones coreográficas de acuerdo con los ritmos musicales con que se mueve el cuerpo humano.
Pionero en su estilo, Ritmos indígenas de México vino a ampliar nuestros conocimientos sobre la danza y las artes visuales, aunque su estudio se encuentra acotado a los bailes tradicionales, que, afirman las autoras, son parte fundamental de las artes escénicas. Esta obra es resultado de una larga investigación antropológica y etnológica, en la que se muestran los lugares donde nacieron y se desarrollaron estas manifestaciones culturales. Además, cabe mencionar que este volumen, que a mi juicio debería considerarse parte de la producción literaria de Campobello, se publicó en 1940, el mismo año en que aparecieron las segundas ediciones de Cartucho y Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa, y cuando Nellie Campobello ya era directora de la Escuela Nacional de Danza.
Es difícil disociar la obra literaria de la dancística al hablar de Nellie Campobello, pues ambas se encuentran en el mismo camino, son paralelas en el desarrollo de Nellie como artista. Algunos estudios, como el de Sophie Bidault, destacan la dimensión plástica y dancística de los personajes y otros elementos narrativos de Cartucho y Las manos de Mamá.
Los textos de Campobello pueden leerse como un movimiento ininterrumpido análogo al de una danza que explora, descubre, deconstruye y a la vez construye. Vistos desde esta óptica se podría decir que los cuerpos de Cartucho se mueven en coreografías: en un universo, en un espacio coreográfico, en un espacio relacional donde el movimiento de un cuerpo se define en su relación con el de otros.4
Durante la década de 1930, imbuida por el ideal vasconcelista de llevar la cultura y las artes a la montaña y al mar, al surco y a los zócalos, a las llanuras y al lugar de la labranza, en suma, a todos los rincones del país, Nellie Campobello se torna la principal organizadora de los ballets de masas en estadios de la Ciudad de México. Este ballet será llevado a otros escenarios en la década siguiente y se verá robustecido con la participación de connotados artistas e intelectuales, entre los que destacan José Clemente Orozco, en la elaboración de bocetos para escenografías, vestuarios y telones; Carlos Chávez, al frente de la orquesta sinfónica; Martín Luis Guzmán, quien participa como argumentista; Gloria Campobello, que funge como primera ballerina, y Nellie, quien tiene el papel de coreógrafa y directora de la Compañía de Danza.5
Al igual que otros aspectos oscuros de su biografía, esta interesante dimensión dual de Nellie como escritora y artista escénica merece ser analizada con mayor profundidad.6
FRANCISCA YO! VERSOS
Este título encierra los primeros pasos en el camino literario de Nellie Campobello. Se trata de un conjunto de poemas que aparece bajo el sello de un aparente pseudónimo, Francisca, el verdadero nombre de pila de la autora,7 que toma más relevancia en la portada ilustrada por el Dr. Atl, pues se incluye en el título, el cual se lee: “Francisca Yo!”8 Son poemas que surgen de una necesidad de volar, de reafirmar el yo, de romper con el pasado para buscar un ideal, de construir nuevos mundos, de tornarse nube y sirena, y de seducir al otro con su canto. La publicación de Francisca Yo! Versos fue contracorriente, pues para ver la luz tuvo que enfrentar los obstáculos que en aquella época se interponían ante una mujer escritora. Nellie mostró enorme arrojo y valentía para dar a conocer públicamente su pensamiento lírico sin contar con el respaldo de un nombre de abolengo o de un padrinazgo literario, en un ámbito dominado por los hombres.
No existen datos precisos que se puedan verificar con documentos —ni en las más recientes investigaciones sobre la vida y obra de Nellie Campobello— que nos permitan saber en qué institución empezó a cultivar su peculiar estilo de escritura la joven poeta. El dato más confiable sobre su instrucción es de principios de la década de 1920, época en la que estuvo inscrita junto con su hermana Gloria en el Colegio Inglés de la Ciudad de México.
Durante muchos años Nellie cultivó este poemario, que fue finalmente publicado en 1929, gracias a los auspicios y la promoción del pintor Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl, que fue tanto el editor como el autor de la portada. Murillo escribe en la presentación, con tono afable:
Francisca tiene veinte años. Es bailarina —una bailarina de un dinamismo bárbaro y moderno.
Un día se puso a escribir versos… y aquí están.
Aquí están saturados de luz y de optimismo, espontáneos y bellos como los movimientos de su cuerpo cuando danza, vigorosos y flexibles como los músculos de sus piernas —conjunto de ritmos arquitecturados en columnas sutiles sobre los cuales ríe la vida y esplende el sol.
Estas breves líneas certifican que, además de novel poeta, Nellie mostraba ya grandes dotes como bailarina. En la esbelta y erguida joven se manifestaban ya las dos pasiones artísticas que marcarían su vida: la danza y la literatura. La alusión del Dr. Atl sitúa a la poeta en unas circunstancias y un lugar determinados, al hablar de la versatilidad y el fuego interno de Francisca, quien para sus contemporáneos mostraba un doble ritmo: el del baile y el de la poesía.
Por otro lado, el periodista cubano José Antonio Fernández de Castro es otro de los personajes que impulsaron y alentaron la carrera literaria de Campobello. A él lo conoció en un largo viaje a la ciudad de La Habana que duró alrededor de nueve meses. Fue también en la cálida isla donde conoció al poeta y escritor Langston Hughes, quien traduciría algunos de sus poemas para su publicación en los Estados Unidos.
Campobello quedó marcada por la pérdida de su padre desde la infancia. Experimentó las vicisitudes de una familia errante (vivió en Durango, Chihuahua y la Ciudad de México) y padeció la pobreza y el hambre. Quizá por ello tomó la educación autodidacta como una ayuda para sobreponerse a esas duras experiencias, y también de este modo puede entenderse su perseverancia para conquistar por sí misma los escaños literarios. La misma Nellie escribió al respecto:
¡Saber! ¡Qué difícil es saber! De pronto comprendí lo que significa ir al encuentro del conocimiento, al encuentro de las verdades, aprender las direcciones para saber usarlas, moverse sobre el mapa circundado de líneas y poder llegar al objetivo. Porque no basta la voluntad de aprender, y querer aprender para distinguir dónde termina la enseñanza y dónde empieza la simulación.
Con el mismo arrojo de los revolucionarios, Nellie se construyó y se cimentó a sí misma por medio de la literatura: “Con mi libro de versos había conquistado cierta independencia; ahora me disponía a opinar, y desde luego opiné en algo cuya definición era necesaria y urgente”. Hablaría entonces sobre la orfandad, pero también sobre las experiencias de la lucha armada, que la convirtieron en la artista que ahora todos conocemos.
El yo de este poemario es una reafirmación, la de la esbelta y delicada figura que revela el corazón de Francisca. Esa revelación de otra identidad queda plasmada en estos tres poemas:
Reír como una loca.
Posar nuestros dedos
sobre el cielo.
Besar el sol
no con el alma
sí con la boca.
[…]
Y correr entre las hojas
con los pies descalzos
para que nos oiga la luna
y nos diga:
Locas
Locas
Locas.
Quiero jugar
muchachos
quiero jugar
vengan acá
vamos a saltar
a correr a subir
por los pretiles
y a cantar
hacer muchas
cosas
hacer mucho
ruido.
YO SIRENA
Voy a visitar
el mar.
Jugaré con los
peces.
Me vestiré
de sirena.
Correré por
las aguas verdes…
La breve obra se divide en tres partes, que muestran el desarrollo emocional de la poeta. En su primera faceta el yo refleja la transparente inocencia de un juego lúdico y precoz, alrededor del cual no existen aún el bien ni el mal, donde todo es luminoso y se despiertan las ganas de jugar.
En la segunda sección, “Yo en faceta”, de 1928 a 1929, que cuenta con sólo siete poemas, se expresan los más luminosos sentimientos de amor, como se ve en este fragmento de “Consejo”:
Mujer:
Entrega
tu vida en
amor.
No creas
en la tristeza
ni en los desengaños.
Cuando todo
pasa
sólo te queda
el recuerdo
de la dulce
caricia que
robaste un día
al tiempo.
Pero se observa también la cara opuesta, la pesada y sombría experiencia de un amor abandonado:
ASÍ TE LLEVO
Te llevo incrustado
en mi recuerdo.
Llevo la caricia
de tus manos
en la punta de
mis dedos.
En “El-yo-amor”, escrito en 1929, hay una clara antítesis entre los sentimientos que le despierta el hombre amado y la razón del yo poético que decide hacer consciente su dolor:
CON TODO MI DOLOR
Renuncio a ti
sin intentar
tu amor
Renuncio para
ser más dueña
de tu recuerdo
de ti
y de mi dolor
Renuncio a ti
en el momento
mismo en que te
encontré
Es el regalo
que doy
a mi corazón
Renuncio porque
te quiero.
La breve obra poética de Nellie Campobello —contenida en Francisca Yo! Versos, Las manos de Mamá (prosa poética) y Tres poemas— la sitúa en la génesis de la poesía contemporánea mexicana, por la sencillez de su escritura, que se despoja del oropel que caracterizó a la corriente costumbrista, de cuyos rasgos se encuentra impregnada gran parte de la literatura mexicana de finales del siglo XIX y principios del XX.
Su poesía refleja una nueva visión del mundo, enmarcada en la naciente sociedad urbana. Sin duda, Nellie Campobello está “estableciendo el tono para lo que sigue —un diario poético de inquietud e inestabilidad adolescentes—”, según nos dice Doris Meyer. Ahora bien, el trabajo poético de Nellie está ligado a la circunstancia de una mujer de provincia asentada en la Ciudad de México, adonde arriba luego de una larga odisea que, como a Ulises, la ha transformado en un nuevo ser, con un nombre diferente y un diverso estatus social. Es una mujer que ha conseguido construirse un futuro muy diferente del que hubiera podido imaginar de adolescente, cuando experimentaba la ruda existencia entre soldados y balazos, como la describió Irene Matthews.9
Tiempo después de que fueran publicados por primera vez, Nellie preparó los poemas que integran Francisca Yo! Versos para una nueva edición, en la que ajustó algunos versos, puntualizó algunas expresiones y además incluyó solamente 15 de los 54 poemas.10 Esta nueva edición se publicó en 1960 como parte de Mis libros con el título “Yo, por Francisca”.
CARTUCHO
En el México de hoy, siglo XXI, el suceso revolucionario de 1910 se ve a la distancia como parte de un tiempo petrificado. El uso político de los logros de aquella gesta y la inserción de unos cuantos privilegiados en la cúpula del poder terminaron por modificar sus proclamas y tergiversar el sentido original de los ideales por los que se luchó.
El análisis crítico de la Revolución mexicana presenta al menos tantas vertientes como cambios ha sufrido la Constitución mexicana del año 2000 a la fecha. En nuestros días se ha visto la necesidad de replantear el sistema democrático y parlamentario, los conceptos de soberanía, educación y distribución de ingresos, e incluso repensar un modelo económico que continúa provocando una abismal disparidad entre los generadores de la riqueza, sus administradores y el Estado. De ahí que sea necesario releer los principales hechos de la justa revolucionaria, la trayectoria de los llamados “héroes nacionales” que participaron en ella, así como el comportamiento y la toma de decisiones de los caudillos y de otros actores políticos que dominaron la escena posrevolucionaria. Importante es entonces regresar a la génesis de aquella lucha, escarbar en las páginas de la historia en busca de capítulos sepultados por el tiempo o por el viejo discurso del poder, con el fin de intentar interpretar nuestro devastado presente.
En la historia de los países, principalmente en los periodos que han convulsionado a sus sociedades, existen vacíos, paréntesis de información y carencia de datos. En este aspecto, México no es la excepción. El periodismo mexicano de principios del siglo XX, continuando una tradición decimonónica, se dividía entre liberales y conservadores, por lo que apenas alcanzó a dar una visión parcial de los acontecimientos y de las múltiples luchas —campesinas y obreras— que se desarrollaron en todo el país. La intrincada geografía, las pocas vías de comunicación, junto con el dispar tiraje y la mala distribución de los medios de comunicación impresos, impedían conocer a fondo los sucesos. Tuvieron que pasar muchos años para que se cultivara y difundiera un enfoque diferente de esas vivencias, que fueron tomando la forma de novelas, crónicas y relatos, todo lo cual daría como resultado el nacimiento del género que conocemos como novela de la Revolución, una de las principales aportaciones de México a la literatura universal.
Entre los rasgos con los que se distingue Cartucho dentro del numeroso conjunto de obras que se adscriben a esta corriente, podemos mencionar, primeramente, su brevedad, así como su centelleante y precisa descripción de los ambientes, personajes, escenas y circunstancias, dentro de un espacio atemporal. En segundo lugar destaca su narración desde un punto de vista infantil, el de la niña que observa a través de un ventanal el paso de la muerte y la devastación de un pueblo. En tercer lugar los relatos denotan la factura de un periodismo memorioso, en la medida en que perfila y entreteje las historias de ese periodo a dos décadas de haber ocurrido.
Y, finalmente, cabe mencionar la gran lucidez de la pluma de Campobello, que nos ofrece en este libro un conjunto de pequeñas estampas de la epopeya revolucionaria, para las cuales la autora echa mano de innumerables datos históricos, relatados en un lenguaje cotidiano, tan sencillo como preciso. De esta manera, Cartucho se revela como un libro accesible a los públicos de cualquier latitud, como nos permite observar la siguiente caracterización de uno de sus personajes: “José era filósofo. Tenía crenchas doradas untadas de sebo y lacias de frío. Los ojos exactos de un perro amarillo. Hablaba sintéticamente. Pensaba con la Biblia en la punta del rifle”.11
A lo largo de los breves relatos la muerte se manifiesta como una eterna acompañante, ante la cual sucumbirán innumerables personajes en las más diversas circunstancias: “Pero El Kirilí se quedó dentro del agua enfriando su cuerpo y apretando, entre los tejidos de su carne porosa, unas balas que lo quemaron”.
En cada imagen Nellie entrega una parte de la película de su infancia, mezclada con la memoria colectiva, como en el siguiente segmento de “El coronel Bustillos”: “El Palomo, después de su fama de Pancho Villa, apareció muerto, le volaron la cabeza de un balazo. Mamá se puso muy enojada; nosotros lo asamos en el corral, en una lumbre de boñigas; el coronel Bustillos nos ayudó a pelarlo. Yo creo que él mismo fue el que le tiró el balazo”. Sólo la mirada inocente de una niña podía haberse acercado tanto a la desgracia con semejante desenfado: “La sangre se había helado, la junté y se la metí en la bolsa de su saco azul de borlón. Eran como cristalitos rojos que ya no se volverían hilos calientes de sangre”.
Algunos episodios de Cartucho son de tal crudeza y están escritos con tan fina ironía que podríamos considerarlos precedentes del estilo que posteriormente caracterizaría a la novela negra. Por ejemplo, en “El fusilado sin balas” el narrador relata: “Catarino Acosta duró tirado ocho días. Ya estaba comido por los cuervos cuando pudieron levantar sus restos. Cuando Villa llegó, Uribe y demás generales habían salido huyendo de Parral. Fue un fusilado sin balas”.
Otros aspectos de esta narrativa la ponen un paso adelante de sus coetáneos, por ejemplo, su sintético estilo: “Los mataron rápido, así como son las cosas desagradables que no deben saberse”.
Por otro lado, en esta nueva edición, que recoge los 56 relatos12 (la primera compiló sólo 33), la escritura de Campobello reivindica el papel de la mujer en la Revolución, presentando personajes femeninos como ejes de la acción principal: “Estaba enamorada de un muchacho coronel de apellido Gallardo de Durango. Ella era coronela y usaba una pistola y tenía trenzas. Había estado llorando al recibir consejos de una vieja. Se puso en su tienda a limpiar su pistola, estaba muy entretenida cuando se le salió un tiro”. Otro pasaje muestra a la mujer protectora, fuerte como una muralla, enfrentándose a la violencia incluso desde la inmovilidad: “Nunca se me ha borrado mi madre, pegada en la pared hecha un cuadro, con los ojos puestos en la mesa negra, oyendo los insultos. El hombre aquel, güero, se me quedó grabado para toda la vida”.
En suma, este libro destaca algunos momentos culminantes del periodo revolucionario y, como a través de una ventana transparente, registra el instante preciso en que ocurrieron sucesos reales y crudos, sin tapujos ni vendajes. Es casi inevitable ver en sus relatos una manifestación del discurso crítico sobre la Revolución mexicana. Por ello, Cartucho tuvo que abrirse camino por sí mismo y construyó su propia ruta irrumpiendo en los años treinta, en el momento justo en que los ganadores de la gesta quisieron imponer una sola visión de esa historia, visión que protegía sus intereses y los de los herederos del naciente poder político que acababa de ser institucionalizado sobre la tumba de los compañeros de armas. En “La muerte de Felipe Ángeles” la narradora nos dice: “Ya lo habían fusilado. Fui con Mamá a verlo, no estaba dentro de la caja, tenía un traje negro y unos algodones en las orejas, los ojos bien cerrados, la cara como cansada de haber estado hablando los días que duró el consejo de Guerra —creo que fueron tres días—”. El libro de Campobello nació rebelde como la misma Revolución mexicana; pero su solidez encontró eco, por lo que tuvo que ser aceptado por las cúpulas que tanto lo criticaron. Hoy estos relatos campobellanos son parte ineludible de nuestra historia literaria.
LAS MANOS DE MAMÁ
Ocho años después de que viera la luz su poemario Francisca Yo! Versos, y tras seis del estallido expansivo que había generado Cartucho, aparece la tercera obra literaria de Nellie Campobello, Las manos de Mamá (1937). Ésta fue escrita en plena madurez de su autora, quien se encontraba entonces en una edad cercana a la que tenía Rafaela, su madre viuda, en plena justa revolucionaria. Este libro es el resultado de una idea fija que apremiaba su cabalgar literario: rendirle homenaje a la mujer mexicana de aquella época, a la “Adelita”, a la madre que, como la suya, resguardó a sus hijos bajo su falda en medio de la Revolución.
Con la plena confianza en su expresión y la certidumbre de haber encontrado su propia voz para narrar lo vivido en esos años funestos, rememora, mientras viaja en misiones culturales por todo el territorio, esa infancia en la que su único escudo era la figura materna: “Fuime, pues, directamente, a ese oasis, a mi oasis, y en Morelia, durante un viaje de misión cultural, me puse a escribir. Todos los momentos libres de las obligaciones de mi danza los dedicaba a mi tercer libro, al cual desde luego puse por nombre Las manos de Mamá”.
Cuenta Campobello que Rafaela murió un 15 de septiembre, día en que se conmemoran las fiestas patrias, y que al asistir, muchos años después, a esa celebración en la ciudad de Morelia le invadió la idea de escribirle a Ella. “Las fiestas patrias son para alegrar a un pueblo ávido de satisfacciones, deseoso de abrazos, gritos, balazos, alcohol y tragedia. Yo no era para el caso; pero mi arrepentimiento me llevó a reflexionar en lo poco que cuidamos la memoria de aquellos que ya han partido.”
Los 17 relatos que conforman Las manos de Mamá expresan un carácter sincero y sin ambages, que se observa desde la elección del título: “El título que había yo escogido para este libro gustó a todas las personas de mi amistad y de mi familia. Para mí fue fácil encontrarlo porque de todo lo que recibimos de la madre, las manos son, a lo largo de la vida, lo que está en contacto permanente con los hijos”. La madre, como protectora ante los temores infantiles, se presenta como el punto nodal de los intensos personajes y acontecimientos. Es la protagonista de esta historia que fusiona dos estilos de la propia Nellie; por una parte, los primeros trazos de la joven poeta y, por el otro, su retorno a la literatura revolucionaria. En un tono decididamente poético, la autora hace una delicada descripción de la madre, dibujándola
Esbelta como las flores de la sierra cuando danzan mecidas por el viento.
Su perfume se aspira junto a los madroños vírgenes, allá donde la luz se abre entera.
Su forma se percibe a la caída del sol en la falda de la montaña.
Era como las flores de maíz no cortadas y en el mismo instante en que las besa el sol.
La evocación de la madre como una deidad, como una edificación que cerca, que protege y abriga con su calor, que nos hace sentirnos arropados (como cuando estábamos en sus entrañas), convierte este libro en una oda a la vida, un cantar permanente de su arrulladora voz:
[…] Para hacernos felices se olvidaba de aquella horrible angustia creada en los últimos momentos de nuestra revolución. Volaba sobre sus penas, como las golondrinas que van a lugar sin retorno, y siempre dejaba a lo lejos sus problemas. ¿Nosotros? ¿El hambre? ¿Tortillas de harina, carne asada? Podíamos cerrar los ojos hasta la mañana siguiente.
Mamá; fue Usted nuestra artista; supo borrar para siempre de la vida de sus hijos la tristeza y el hambre de pan —pan que a veces no había para nadie, pero no nos hacía falta—. Usted lograba hacernos olvidar lo que para nosotros era casi imposible.
De la vestimenta de Rafaela, Nellie eligió su falda como manto protector.
[…] La falda de Ella era el refugio salvador. Podía llover, tronar, caer centellas, soplar huracanes: nosotros estábamos allí, en aquella puerta gris, protegidos por Ella […]
Hoy la veo a Usted como entonces; pero los pliegues de su falda se mueven muy rápido y se la llevan lejos, muy lejos, donde la vida no alcanza y donde Usted ya no puede protegernos de los relámpagos, ni de las nubes de polvo, ni del agua que azota nuestros ojos.
Pero la protección física no bastaba para sobrevivir a esos años aciagos. Las madres tuvieron que trabajar para ser sustento económico del hogar, y entre los muchos oficios que tuvo Rafaela para mantener a sus hijos sobresale el de costurera, tema al que Nellie dedica un episodio, realmente magistral, en “Ella y la máquina”:
[…] Algunas veces, oía los balazos entre las casas, salía corriendo a salvar a las gentes queridas. La máquina, muñeca tosca, se quedaba abandonada; las bastillas arrugadas estrangulaban a veces la rueda, brillante como anillo de estrellas. La aguja mordía despiadada las puntas de aquellos pedazos de tela. ¿Qué era el pobre sonido de aquella máquina junto a las voces del cañón? Nada, inútil moverla. Me daba risa oírla junto al canto del cañón. ¡Pobrecita máquina que nos regalaba bastillas mientras el cañón nos regalaba muertos, muchos muertos!
Las manos de Mamá fue un buen remanso en la agitación política de los años treinta y cuarenta, momento en que el país se reconstruía y las instituciones buscaban construir un nuevo orden con base en los resultados de la Revolución. Por esa época el entorno familiar y, sobre todo, el símbolo materno fueron una extensión del concepto de patria que se estaba edificando. En 1949 se publicó una segunda edición, con ilustraciones de José Clemente Orozco,13 lo que ayudó a consolidar la importancia de esta obra entre el público mexicano y más allá de nuestras fronteras. Finalmente hubo una tercera edición en 1991, publicada por Conaculta y Grijalbo, que incluyó una nota bibliográfica e ilustraciones de Fernando Aceves.
APUNTES SOBRE LA VIDA MILITAR DE FRANCISCO VILLA
La Revolución mexicana es uno de los capítulos históricos más documentados por el periodismo, la literatura y el cine de nuestro país, en formatos que van desde la hoja volante hasta la página de libro y la pantalla cinematográfica, ya sea en la forma de cuento, novela, biografía, cortometraje o largometraje, de la autoría de los más diversos creadores. En cuanto a los historiadores, sin embargo, éstos se han encontrado ante la ardua tarea de interpretar ciertos pasajes oscuros o posiblemente falaces en torno a los episodios y héroes revolucionarios. Uno de estos personajes protagónicos fue Francisco Villa, tan reconocido y atrayente que se ha convertido en una especie de fantasma,14 malinterpretado en muchas ocasiones, acrecentado en su mito, y que continúa vigente en el discurso político.
Los análisis actuales, alejados ya del vistoso discurso triunfalista, ponen de manifiesto una revolución que costó más de un millón de muertos y que se extendió por más de 20 años. De ahí que resulte indispensable regresar a las fuentes primarias para la reinterpretación de esa historia; pero conviene también voltear de nuevo la mirada hacia los testimonios de quienes asistieron en primera fila a esos acontecimientos. Es aquí donde Nellie Campobello irrumpe con su pluma para documentar con lupa su propia investigación en Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa.15
Este texto —sui generis por el contacto que la autora tuvo con personas muy cercanas al Centauro del Norte, como su esposa o Martín Luis Guzmán— nos permite enterarnos de las estrategias milimétricas con las que el caudillo diseñaba los ataques de su ejército o preveía el desplazamiento de miles de hombres a través de desiertos o montañas. Con base en los apuntes que el mismo Villa dictó a un secretario, Nellie escribe este libro, con el que intenta marcar una distancia respecto de la novela revolucionaria, aunque, desde luego, sin abandonar el terreno literario.
“TRESPOEMAS” (ABRA EN LA ROCA)16
Los breves y sentidos escritos que componen este libro, en cascada lumínica y sonora, son las últimas composiciones líricas que nos legó Nellie Campobello. Ya en plena madurez, con seis décadas de existencia plateando sus sienes, la escritora plasmó en estos textos la odisea de su paso por el país y el retorno a su tierra natal por los mismos caminos por los que la llevó la danza. Campobello recorre con sus versos las orillas de los ríos, las cordilleras y cañadas, los valles y montañas, de Norte a Sur y de Sur a Norte, y habla de un mundo idealizado, aún en construcción.
Estos poemas, intensamente breves, formaban parte de un libro más extenso que no llegó a ver la luz. En ellos, la escritora logra, quizá sin proponérselo, un panegírico al país que la vio nacer, en el cual y para el cual cantó, bailó y escribió.
Agradezco a las autoridades del Fondo de Cultura Económica, a su director general, José Carreño Carlón, y a su gerente editorial, Tomás Granados Salinas, por revalorar la obra de la única escritora de la Revolución, Nellie Campobello, y por tomar la decisión de reeditar todos sus escritos. Sea esto un homenaje a quien tanto ofreció a las letras mexicanas, sin pedir nada a cambio.
Quiero también hacer público mi reconocimiento a Carlos Moya, sobrino de Nellie Campobello, y a Norma Rebeca Rivero, por la confianza depositada en mí para continuar en la permanente difusión de la obra de la escritora, bailarina y coreógrafa Nellie Campobello. Asimismo, agradezco a los periodistas Carmen Aristegui y Javier Solórzano por el incondicional apoyo para realizar la amplia cobertura periodística en MVSTV sobre el robo y posterior rescate de los telones que José Clemente Orozco pintó para el ballet de la Ciudad de México, cuya directora fue Nellie Campobello. Sin éstos no habría sido posible contar parte de aquella historia.
JBA
1929
Francisca tiene veinte años. Es bailarina —una bailarina de un dinamismo bárbaro y moderno.
Un día se puso a escribir versos... y aquí están.
Aquí están saturados de luz y de optimismo, espontáneos y bellos como los movimientos de su cuerpo cuando danza, vigorosos y flexibles como los músculos de sus piernas —conjunto de ritmos arquitecturados en columnas sutiles sobre los cuales ríe la vida y esplende el sol.
DR. ATL
A GLORIECITAmi hermanala niña tristeque no se alegracon nadale doy las sonrisasde mi alma
México, D. F., octubre de 1928
ELLA Y YO
Vamos al campohermanaa correr
por los caminos.
A tirar piedrasa los pájarosa bailar a cantar.
Gritarle al vientoReír con el cieloa pelear con losárboles y vencerlos
A matar las mariposasy cortar todas las flores
Vamos al campohermanabrincaremoslos arroyosnos burlaremosde las peñassaltando por encimade ellas
Llegaremos al cerroal más alto y orgullosoallí nos detendremostriunfantesplenas de luzriéndonos de todocomo dos soberbiasy mirándoles en lacara pediremosperdón a las estrella.
CONMIGO
Voy cantandopor toda la casacomo un pájarosin jaulaAsí acariciomi libertadPero a vecesquisiera
con toda esta alegríaque me embargapoder llorar.
YO
Reír como una loca.Posar nuestros dedos.sobre el cielo.
Besar el solno con el almasí con la boca.
Y hacer un ramilletede árboles.
Que en nuestras manosfuertementeapretadas parezcantres violetaspálidas.
Y correr entre las hojascon los pies descalzospara que nos oiga la lunay nos diga:
Locas
Locas
Locas.
CORDELIA GLORIA LEONOR Y YO
Ser rubia
con grandes ojos azulesinquieta
como mis crenchasdoradas
con las manos finasblancas alargadasde hielo el corazón
Ésa quisieraser yo
A veces morenacomo las gitanasojos grandes negrosrasgados.
Con los labios rojossensualesMirar de cariciaMirar de puñalesRoja el almaQuemar corazones
Y ser trágicaen el amor.
Ésa quisieraser yo
Otras veces ser unaniña pálidacon las manos flacasla mirada tristelejana
Vacío el corazónVacía el almaSin una cariciaSin amorSin nada
Ésa quisieraser yo
Después ni morenani rubia ni pálidadespués quieroser como soy.
A MI MONTAÑA
Los árbolesme decían:
Véndenos
sonrisas
Así el inviernono va a llegara quitarnoslas camisasLos arroyosme decían:
Véndenos
sonrisaspara aclarar elagua
porque ya tienedel tiempolas cenizas
Véndenos sonrisasvéndenos sonrisasme decían los vientos
Mas yo
no les hice casome fui corriendo.
Manojos de sonrisaseran mis manos
Sonrisa mi carasonrisa mis cabelloscantaban mis labiossonriendo
Cantaba: sonrisassonrisas tengosonrisasque no vendo
Sonrisas llevoa los piesde la montañade donde vengo.
SOBRE ARENA
Yo no te pedítus lágrimas
Yo estaba jugandoal pedirtetu alma
No ves que yo ríocuando medices amada?
Si no quierotus lágrimas
Yo te pedíatu alma
Pero estaba jugando
Al juegode lasalmas
que no
quieren
nada.
FUERZA MONTAÑAS GRANDEZA
Fui corriendoa derribarmontañasestaba ebriode grandezami cerebro y defuerza mi cuerpo
Va a haberdesbordamientode fuerzales decíaa mi pasoy voy a derribarcerros
con mis manos
Miren cómopuedo echar abajolos árbolesvolverlospedazos
Son mis manosrojas de sangreque me obedecieronmas ellas se volvieronpálidas
para pedir perdónpor la audacia
No quieromanos pálidasque pidanperdónal cielolas quierorojas
para derribarcerros
Que vengael desbordamientode fuerzay de grandezamanos rojas paraderribar cerrosmanos que no sesorprendan de tenercerebro.
CABELLOS RISAS BESOS
Ríe ríeasí con esarisa locaque tantome enamora
Con esa risaabsurda
con esalinda boca
Ríe con tusojos
Toda tú sonríe
Que tu caraestalleen una risaloca
Que tus cabellosfloteny al vientodesafíen
Que ríatu bocaQue ríatu boca
Así conesa risaloca.
TODO BLANCO
Me gustanlos días nubladoscuando no haymariposas
Los campos nevadosy sin pétalosde rosas
Me gustanlos días blancosporque sonrománticos
Porque traenlas noches blancascomo desposadascon sus blancosy largos trajes
Blancos azaharesblancos velosy todo blancoen los parajesMe gustael invierno
Los cerroslos árboleslas sierraslas callestodo se vistede blanco
La noche con susvelos
es la amada delinvierno
Que venganlos días
nubladosque venga lanieve
blanco todoAmo los díasrománticos.
YO
Quiero jugarmuchachosquiero jugarvengan acávamos a saltara correr a subirpor los pretilesy a cantarhacer muchascosas
hacer muchoruido
Alborotarlas piedrassonar los botespatear confuerza
en las banquetas
Destrozartodas las floresquebrar las macetasEspantar lasgallinas
para que cantencon nosotros
Que los perros
aúllen
que ladren
que los pájaros
canten
que los gatos
salten
y que todosse rían de nosotros
Vamos a jugarmuchachos hastacansar nuestrosespíritus fogososy cuando nuestrosbrazos no puedanlevantarse másy nuestras piernasrendidas van a estarle gritaremosa la luna:
Mira luna
esto se llama jugar.
YO SIRENA
Voy a visitarel mar.
Jugaré con lospeces
Me vestiréde sirena
Correré porlas aguas verdes
Abriré los caracolesdonde vivenlas princesasde los mares
Me robarémuchas perlasgrandes grandes
Les contarémil cosasy creerán quesoy sirena
Voy corriendoa visitarel mar
Antes quela noche“mi enemiga”venga
Qué contentavoy a estarde ser sirena
La nocheno me verá
la nocheno me verá
Porque serésirena
y no me conocerá
Voy corriendoa visitarel mar.
UN DÍA QUE FUI MARIPOSA
Soy mariposame gusta volary ver a través demis ojos doradosmi libertad
Me gusta vivirun día
tener jardinesllenos de soltener alasbrillantesmas no tenercorazón
Morir ebriade bellezamorir ebriade alegríacon las alasabiertas
y a la luzdel día
En un hilitode llamaazulada y roja
Es lo que yo llamomorir como unaperfectamariposa.
UN DÍA QUE MURIÓ MI ALMA
Que suenen
las campanas
Vengan las músicasaturdan mialegría
Que sonríala nochey el díasonría
Que cantenlas almas
Que crujanlos árboles
Echa las campanasa vuelo, tú
viento destructordiles que mi almaestá plenade alegría.
Que quiero que el díay la noche, sonrían
Y las flores?
Diles a lasflores
que tambiénsonrían
Que mi almase muereloca de alegría.
AFIRMACIÓN
Mi vidaes una
mañana de sol
Alegríasólo alegríaes lo que sabevivir
mi traviesocorazón
Voy cantandoentre los árbolescomo una niña
loca
y se rindena mi pasosus hojas
Yo les digo:
Tarde:
Mañana de sol
Noche:
Mañana de solMañana de sol
para micorazón.
BESOS NOVIAS ENCAJES
Vístanse de blancomuchachas
Pónganse finosencajes y azahares
Velos enormesque arrastren
Y en sus manosflores
muchas flores
Que cantende amoresQue cantenQue canten
Vamos a vestirnosde blanco
Somos las noviasdel viento
Las enamoradasde su encantode su arrullo lento
Vamos al campomuchachas
Vestidas de noviasPara que el vientoenamoradonos besenos cantenos haga gironesnuestros velos blancosy nuestros encajes
Entonces el campoquedará
sembrado de azaharesSe vestiráde blancoy nosotros comomariposas quedaremostiradas, sin velossin azahares y porel viento besadas.
YO
Que vengala lluviaque vengael viento
No tendré miedoestaré golpeandocon mis piesel suelo
Va a llover
va a haber desbordamientode agua
trombas de vientoy yo un potrosalvaje queestará corriendo
Mi cabeza
ya no tejerá pensamientosmis labios
ya no mandarán besos
Seré un potrosin dueñofuerte salvajecon los ojosardientes abiertos
Salvaje correréa través delos desiertosno tendré freno
no tendré pensamientosno tendré dueño
Trombas de agua...
Y un potro salvaje
será mi
alma.
IRRESPONSABILIDAD
Fui con eldoctor
estaba enferma
Aquí dentrodoctor, en micabeza
Ruido muchoruido
Sonidos de músicasColores vivosSonrisas
que no contengoAlegría por todomi cuerpo
Dicen que esuna enfermedaddoctor, por esovengo
Tristeza
mucha
tristeza
recetó
No la tenemosDecían en todas partesriendo
y yo me decíamuy quedo:
Éstos son
también enfermos
Dónde puedo
encontrarla, doctor?
Yo la tengo.
Le vi tan pálidocasi un espectro
No doctor,
es mejor la que llevo yo.
ÉL LLEGA ÉL LLEGARÁ
Qué alegríaque me encuentreesperándoleque me veacon la carasonrientellena de alegríaen la puertade la casaque me encuentre.
Mi cabello
negro
flotante
vestida deblancoMi caralimpiabrillantesin adornosen mi trajeNo sé qué carava a poneral vermecon este vestidoblancotan blancotan anchoMis cabellosnegrosflotandoa los cuatrovientosvolandorevueltos
Mis ojosbrillantesalegresabiertoscomo cuandoniña hacíapara escucharlos cuentos
Voy a esperarleplena de alegríabailar, cantar conmis amigasMuchachas:
Ya va a
llegarme uncumpleaños más.
YO
Dicen que soybrusca
Que no sélo que digo
Porque vinede allá
Ellos dicen
que de la montaña
oscura
Yo sé que vinede una claridad
Bruscaporque mirode frente
Bruscaporque soyfuerte
Que soymontaraz
Cuántas cosasdicen
Porque vinede alláde un rincónoscuro de lamontaña
Mas yo sé quevine de unaClaridad.
SIEMPRE
Ellos se admirande mi alegríanadie me quierepero estoy contentay sonríotontamentecomo hacen los locos,los niñosinconscientepero felizsin amorpero amandoy sonrío y canto.
Sorpréndanseno me verán tristemi vidaes unalarga sonrisaque llegaráhasta el cementerio
hecha hilode silencio.
ÉL PIENSA
Él cree que notengo almaque vivo parareír
Que si alguienen su dolorme llamayo no sé oírQue vivo parami alegríaQue de las sombrasy la luz, prefieroel día
Él cree que no tengoalma porque soyfeliz.
Mas yo sé
que si ella
asomara
iba a parecerle
una sombra gigante
el alma mía.
BORDANDO
Haces versospara domar
el potro que llevasdentro
Para ahuyentar
pensamientos
porque se quiere
desbocar de tu pecho
Le estás engañando
como hacen
las abuelas
con los cuentos
bordando
temas para sus
nietos.
Sé túel abuelosé tú
un bordadorHazle frasesa tu corazón.
DÁNDOME
Puedo brindartemi alegría
Hoy que estáslejos
cuando tus ojosno me miran
Ellos se asustande mi risaEs que tumirada
demasiadotranquilaopaca mialegría
Hoy te la mandoporque estás lejosEs ellalo únicoque tengo.
CONSEJO
Mujer:
Entrega
tu vida enamorNo creasen la tristezani en los desengaños.Cuando todopasa
sólo te quedael recuerdode la dulcecaricia querobaste un díaal tiempo.
Ama
entrega tuamor
Cuando vuelvasla cabezaencontrarásque fue mejor.
Ama y sémujer
qué más puedo
decirte
de la que muchoamo?
Qué máspuedes querercuando el que tú amaste llameMujer.
ERRANTES
Vino la tristezasu puerta tocóera una flor negraél la conservóVino el amorél lo contemplóera una roja flory él la besóLlegó la alegríaera azul y eraflor
la alegría de suvida
Entonces fue ricotres doncellastenía
La flor tristezala flor amorla flor alegría.
Estaban juntasesperando a sudueño
él fue al bosque
a traer leñaquiso ver con luza las tres doncellasmas él no volvióy quedaron a oscuraspor toda la vida.
Hoy van de la manola flor tristezala flor amory la flor alegría.
ESPERANDO
Estoy
en el balcón
Esperandola auroray soñando
con la puertaabierta
como en verano
Con las manosalargadaspara saludarlale diré:
Por qué has
tardado?
Ella
me contestará:
Mi amado
Él se murióde amor
Perdón
Yo le replicaré:
No debiste
estar enamorada
No aprendes a mí?no me enamoraréy nunca pediréperdón.
Mas ella me dirá:
Por qué estás
en el balcón?
TENACIDAD
Yo les pedíun poquitode tiempopara enseñarlesmi alma
Mas no me hicieron casose fueron
yo fui siguiéndolossiguiéndolosLes decía que ellaestaba escondidatenía miedo
y les pedí un poquitode tiempoquería persuadirlamas ellos se fueronyo fui siguiéndolossiguiéndolos
Un día cantó mialma
todos volvieronla cara
y dijeron que erapobre
la alegría de mialma.
No la quisieron
Mas yo fui
siguiéndolos
siguiéndolos...
ENTRETENIMIENTO
Con mis cabellosnegros
haré una escalerapara subir hastael sol y besarlela cara
él va a pensarque es Nochebuenay no me dirá
nada
va a sonreír
como hacen los reyes
cuando alguien
los ama
los árboles los
cerros las
casas
serán tan pequeñosque mis ojosno podránverlos.
Iré cantandocomo hacen los niñoscuando estánen el campo.
Haré unacorona de árbolespara mi almaElla puede besarel sol sin tenerescala qué tontaes mi alma.
LAS NOCHES NO ERANPARA MÍ
Yo estaba viendolas noches pasar
Mi alma
era una entretenidade la vidaNo sabía llorar
Estaba contentasólo reía
Mas te vio
entonces
llegar
ella supo su malEstaba enfermade alegría.
No podía llorarMi alma eratoda de día
La nocheel cielo no sela quiso dar.
Y tú dijiste:
Morirá
de alegría
esa alma que me viopasar.
ASÍ TE LLEVO
Te llevo incrustadoen mi recuerdo.
Llevo la cariciade tus manosen la punta demis dedos
Te llevo en mis alegríasen mis cantosen mis risas
Te llevo en la existenciadorada de mis díasen mi almate llevo
sin melancolías.
TÚ
Cansancioen los ojosy en el almaTu vida
Reprochesque el corazónno olvidaTu amor
Manos temblorosasque buscan otras manosLas mías
Ilusiones que fueronYo.
HECHA VERDAD
Gracias Dios míohoy conozcoel amor
Hoy sé por qué
no me habíaido
Él llegóa mi vidade sonrisasde tonta alegríaLlegó el amorhoy puedo irmetranquilano había sidofeliz hasta hoyÉl llegóÉl está en mítoda yosoy amor.
POR FAVOR
Hombre:
Búscame
en ti
tú me tienes
aprisionaday me pidesa mí
No te has cansadode tenermeencerrada
y estar llamándome?Hombre:
No sabes
que estoy en ti?me llevasen tus risas
me llevasen tus lágrimassoy yo la quesiente por tillévame en tualmaHombre:
Qué me pides
a mí
y haz que yomuera encerradadonde estoy
En ti.
CRÉELO
Lee despacioy no sientaslástimaSoy yo hechaverso
soy yo hechaamor
lo que estásleyendoyo sufrípor tiy en estospapelesque tienesenfrenteestá todomi dolorConocí
el desveloconocílas lágrimasla desesperaciónEnvidiéa los locosAdmirélos viciosy pude morirmeun pocoAcortémis díasy mi dolory gracias a tiyo logréhacerme versodespués de habermehecho amory llegar hasta tiy hacerme sonrisapara tu corazón.
CON TODO MI DOLOR
Renuncio a tisin intentartu amorRenuncio paraser más dueñade tu recuerdode ti
y de mi dolorRenuncio a tien el momento
mismo en que teencontréEs el regaloque doya mi corazónRenuncio porquete quieroMi almaimpregnada detu recuerdorenuncia a tiy va cantandoy va diciendoRenunciar,
Renunciar,es amarle más.
FANATISMO
Mi espíritu se agranda
mi carne se esfuma
Soy nada
Soy todo
Soy luna
Luz en mi alma
Soy la que no se encuentra
Soy espíritu
Soy nada
Tus brazos fuertes
Tus besos
no los quiero
amo tu alma
Aquí en este rincón
sin cuerpo de mujer
soy dos ojos agrandados
por el dolor
Mi carne es humo
Soy espíritu
Mis ojos
te buscan
te llaman.
Soy nada
Mas soy la que amatu alma.
SILENCIO
No quisiera rompereste silencio,vivir en él todala vidano pedirteperdón
hacer una estatuade silenciosin sabertu amorUn gran hilode silencioaprisionandomi almay yo hechacolumna enormetocando el cieloseré el guardiánde esteSilencio.
NO FUI NADA
No tuve nadaque ofrecerleFue una sonrisacrédulay la luz demis ojosMas él dijo quequería el perfumede mi cuerpoque amabamis besosEntonces no tuveni una sonrisani una miradasólo pude darlemi almay para élmi alma eraNada.
UNA NOCHE TERRIBLE
Gritar
rasgar
el silencio
de la noche
con mi desesperación
salpicar las
estrellas con
mi amor.
Suspirar con fuerzasin respetar
los árbolesabrir mi pechoy sacarmeel corazón.
Que la montañalloreconmigoQue el solno ría másellos sonmis amigosmis hermanosmi pena rompelos espaciostumba losárbolesestoy en todami desesperación
TÚ EN MÍ
Rotación mi vida ymis pensamientos sonEn la mañanaabro los ojoshe soñadola silueta amaday la tengo enfrentehecha cortinahecha cuadrozapato.
En el espejomi cara es su carala veo en el agua
en una tazaen la ventanael ambientemi almatodo
está inundadode la siluetaamadaLos cerroslos caminos,son el perfilde él
los árboles, las casasson su caraalgunas vecestan chiquita quees la naday cierro los ojosy cuando los abroes tan enormetan agrandadame parece todoel cieloel perfil de lasilueta amada.
LAS HORAS
La hora roja
la que acariciamos
con los labios encendidos
te dice que beses
mi boca
La hora azul
la que no muereen nadiete pide muysuave queme ames.
La hora negrate dice queme matesque me quierasmuertaMas la horapálida, la horaquieta
la hora blancate dice que meames en tuAlma
DATE
Canta hoy
que estás enamoradaalma.
No te encierresno te metasen los rinconesno te peguesa las paredesEstás enamoradaya eres perfectalo conoces todo ynadaAlma
Canta hoy
que estás
enamorada.
COMO BAILARINA
Cuatro paredes
blancas
siluetas
de bailarinas
a ellas pegadas
los pensamientos
flotan
y se estampancomo mariposasEs mi cuartocárcel blancadonde danzanlas siluetasy mi alma prisioneraes nada
mi pensamientouna granmariposanegra
Estoy recogidaen el misteriode su silencioentre paredesblancasEs mi secretomi pensamientoflota negrocuando le quiero
y burlesco cuandono piensocuando no le amo.
RUTA
Iré tras de tu sombraaunque vuelvasla cabeza
no me lograrás ver
Seré como una locaque repite su tema
Seré la luna mismaclavada en el cielocon figura de mujer
Seré la mariposadisecada en el libroque esperaresignadaalguna manoque la conviertaen nada
Seré
todas las hojastiradasen el suelopara ser alfombraa los piesde mi dueñoSeré tu sombra.
COLLAR
Encerrarnosen el recuerdodel que no volverá
Vivir sin ilusionescon la mirada fijapor dondeél se alejó
No rezarno pediral cielo
Tener enfrente
dibujada
su silueta
siempre
alargada
cada vez
más
cada vezmás
Hasta formarun hiloy amarrara nosotrosel recuerdodel que novolverá
HOMBRE
Él dijo
que mis manoseran pálidasasí
como dos lirios
Que si podíabesarlas
Que mis ojosle gustabanporque erandoradosDijo que notenían lágrimasQue mis cabelloseran mi bocami cara todadijo tanto
que no pude creerlofui al espejoCorriendo
Mas no vi nadaEs que él nohabló
acerca de mialma.
DETRÁS DE TI
Te seguícon la miradahasta que perdítu silueta
Eras como unamanchita negra
En la callelarga
Las dos esquinasse juntaban
Tu cuerpo quedóenmedio
Mis ojos ya nopodían verlo
Tú sólo erasun punto negro
Y me dije
Como esa
manchita que apenassi veo
es un hombre queamo?
y hace un minutome parecíatan alto, alto
Ya no habíanada en lacalle largay por muchorato me quedémirandoy repetía mialma:
Él es alto, alto.
MI CANTO
El tema locoabsurdoque repitela locaEl sabioel profundoel que nadieentiendeEl que nomuereEl que nosmataLo repitemi almaSoy loca
Soy la enamoradaTe amoTe amoTema absurdoTema que mataQué bonitoes ser loca
y ser la enamoradade tu alma.
LIBERACIÓN
Me preguntarássi alguna vezpensé en tiy yo te contestaré
que sí
Me dirássi siemprete recordéy yo te contestaré
jamás te
olvidé
Me hablarás tan quedoque sólo yopodré escuchartu acentoy en el oídorecogeré estafrase enlutada
Yo nunca
te amé
Te responderéemocionada
Gracias
Hoy puedo caminarsola por el prado
o la nieve
hoy puedo envolvermi alma en su mantode luz
Hoy puedo decirlea mi corazón:
Levanta
corazón tu cruz.
NEGACIÓN
Soy la que pasay no vuelveSoy la que pudeser
Soy la flor queen la solapa seprende
La flor que pudoser mujerA la que nadieamó sin su perfumeSon la negaciónde mi serSoy la amargadaque sucumbeSoy la que pudeser
Sin ser mujer.
ÉL EN MIS OJOS
Mis ojosestán llenosde ti
dónde puedoponerlospara conservarel encantode estarteviendo?
Cerrarlose ir por loscaminos solitarios
No abrir misojos llenosde ti
Y volvermeciego.
CONFORMACIÓN
No me encuentrascrees que estoylejos
que de ti no meacuerdo?
Que no te quiero?no extiendas lamano
espera
no me tocarás
Mas cierratus ojosbusca en tucorazón
Allí estoyen tu palpitar
Hecha un latidomás.
TRABAJO INÚTIL
Abrir los ojosmover
los pies y las manosPara qué?
Si a él nole importoHice elásticami almapara interesarley nadaPara qué