Obras poéticas - Joaquim Bartrina - E-Book

Obras poéticas E-Book

Joaquim Bartrina

0,0

Beschreibung

Conjunto de piezas poéticas que contienen algunos de los mejores poemas de Joaquim Bartrina, como Beati illi o Arabescos. Incluye también fragmentos de obras teatrales, reflexiones y alguna improvisación. Su lírica descarnada es, como él mismo la describía, el reflejo de su lucha interior entre el sentimiento y la razón. Esto se traslada a las piezas que compuso durante su breve vida, algunas recogidas en este libro.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 46

Veröffentlichungsjahr: 2021

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Joaquim Bartrina

Obras poéticas

 

Saga

Obras poéticas

 

Copyright © 1939, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726686975

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

Lógica extraña

-Todo, todo en el mundo

crece cuarenta metros por segundo.

Esto decía un loco a cierto sabio

que visitaba un día el manicomio,

y al oír inferir tan rudo agravio 5

al sentido común, con vehemente

celo, digno de encomio,

quiso pulverizar rápidamente

la afirmación absurda del demente.

...Inútilmente, en vano busco el modo: 10

cortole el paso esta verdad probada:

-«A crecer cuanto ve nuestra mirada,

»creciendo nuestros ojos, como todo,

»no crecería a nuestros ojos nada».

Pensó que si el absurdo aconteciera, 15

creciendo todo en proporción debida,

eternamente igual la razón fuera

entre lo mensurable y la medida.

No encontró medio el sabio

de combatir del loco el desvarío, 20

y dijo al fin con balbuciente labio:

-Por más que me es sensible

tu afirmación extravagante y vana,

yo no puedo probar que es imposible...

¡Es limitada la razón humana! 25

-32-

¡Dios la hizo así!

¡No hay Dios!

- ¡Cállate, impío!

¿Podrás probarme acaso

que Dios no existe?

-Y de que yo no pueda

probarlo ¿no resulta el mismo caso

de antes? ¿O quieres que a tu juicio ceda? 30

Hay Dios: corriente; concedido queda,

pues no puedo probar que Dios no existe;

pero te exijo -y la razón me asiste,

y así, en tu misma lógica me fundo-

que has de admitir el hecho extraordinario, 35

de que todo en el mundo

crece cuarenta metros por segundo,

pues no puedes probarme lo contrario.

-33-

Casos comunes

Juan envidia de Bruno la nobleza

y Bruno a Juan envidia la riqueza;

ambos envidian a Luis la calma,

y éste envidia a los dos, con toda el alma,

honores y fortuna ¡qué simpleza! 5

Bruno con lo de Juan feliz sería,

Juan sería feliz con lo de Bruno;

lo de Luis a los dos contentaría

y a Luis feliz lo de los dos haría;

¡y con lo propio no es feliz ninguno! 10

Podemos deducir de esos extremos

que, de la vida atados en el potro,

felicidad es lo que no tenemos.

Tal vez mejor diremos:

felicidad es lo que tiene el otro. 15

Beati illi

(A tantos...)

¡Qué monos! Saben bailar

y hablar con una mujer

-ciencias las dos a la par

que tras de mucho estudiar

nunca he podido aprender.- 5

¡Y hallan un dulce tesoro

de Escrich en una novela!,

y su voz siempre hace coro

cuando se pide otro toro,

¡¡¡y les gusta la zarzuela!!!, 10

¡¡¡y juegan al dominó!!!,

¡y si jugando les veis,

siempre les escucharéis

disputando quien faltó,

o poniendo el doble seis! 15

Siempre alegres se les ve

y tiene nada más que

veinte años toda su vida,

y en la mía, consumida,

yo ya nunca los tendré. 20

Imbécil yo les parezco,

y es cierto, pues cuando lidio

con mi constante fastidio,

¡verdad que les compadezco!,

mas ¡verdad que les envidio! 25

-35-

Lo que se dice y lo que se piensa

-Conque ¿te han dado un destino?,

¡lo mereces! (por pollino).

-Yo, no (tu envidia declaras).

-¡Me alegro! (¡así reventaras!).

¿Y mis versos?

 

-A luz dalos, 5

están de poesía llenos.

-¡Son muy malos! (son muy buenos).

-¡Son muy buenos! (son muy malos).

-Tu opinión en mucho aprecio.

-Yo te los corrijo pronto. 10

-¡Ah!, mil gracias (es un tonto).

-¡Hombre!, al contrario (es un necio).

 

-Tú siempre hermosa, Enriqueta

(¡qué necia y qué fastidiosa!).

-Y tú, Julia, siempre hermosa 15

(¡qué pesada y qué coqueta!).

 

¿Me amas?

-¿Yo?, ¡más que a mi vida!,

-36-

¿y tú?

-¡Que si te amo yo!...

¿Me olvidarás nunca?

-¡No!,

¿cómo olvidarte, querida? 20

(y mi Julia que me espera).

(-Y mi Juan que ha de venir.)

-Sin ti no puedo vivir.

-Yo, sin ti, mi amor, muriera.

(¿Cómo echarle?)

(-¿Cómo irme?, 25

no quiero que Julia aguarde.)

¡Adiós!

-¿Tan pronto? (¿tan tarde?),

¿no tienes más que decirme?

-¡Ah!, sí; volveré muy pronto.

-¡Adiós! (la tonta, me ama...) 30

-¡Ay!, ¡adiós! (me adora, el tonto...)

-37-

En Poblet

¡Qué bien tus ruinas,

Poblet, me declaran

que vive la dicha

do vive la nada!

Sólo de estos sitios 5

hoy turban la calma

el verde lagarto

al huir de mis plantas,

la mosca que zumba

y se agita ansiada, 10

ya presa en las redes

de la astuta araña,

la piedra que cae

del tiempo empujada,

el aura que gime 15

del bosque en las ramas

y que hasta mí llega

remisa, apagada,

y el eco perdido

de triste campana 20

que al vecino pueblo

a la iglesia llama.

Aquí, en estas ruinas

mi pecho se ensancha:

todo es luto y muerte..., 25

¡me siento en mi patria!

-38-

-¡Cómo corren los postes telegráficos!-

yo de niño, al viajar en tren, decía,

como decía luego, cuando joven:

-¡cómo pasan los días! 30

Hoy veo que los días no se mueven

ni los postes tampoco. ¡Y adivina

mi mente con dolor, con amargura,