Para mi flor - Zelá Brambillé - E-Book

Para mi flor E-Book

Zelá Brambillé

0,0

Beschreibung

Flor está cansada de su vida complicada. No le gusta su empleo, no le gusta la relación con sus padres, no le gusta cómo la trata su novio, ni tampoco la rutina en la que está sumergida. Sabe que necesita un cambio, pero no se atreve a dar el primer paso. Entonces, un día empieza a recibir cartas de un admirador secreto, se sorprende a sí misma disfrutando de ello y se olvida de lo que no le gusta para empezar a mirar lo que sí le agrada.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 134

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Publicado por:

www.novacasaeditorial.com

[email protected]

© 2022, Zelá Brambillé

© 2022, Carlos Alvarez Gonzalez

© 2022, de esta edición: Nova Casa Editorial

Editor

Joan Adell i Lavé

Coordinación

Cristina Zacarías Ribot | Anna Jiménez Olmos

Cubierta

Tyler Evelyn Rood

Maquetación

Elena López Guijarro

Corrección

Abel Carretero Ernesto

Impresión

PodiPrint

Primera edición: agosto de 2022

ISBN: 978-84-1127-966-6

Depósito legal: B 12936-2022

Esta obra está registrada en el 2022 en México a nombre de Andrea Alejandra Álvarez González y Carlos Ernesto Álvarez González.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917021970/932720447).

Para mi

flor

zelá brambillé

Para las dos flores de mi jardín.

01

16 de febrero

Hola, Flor.

¿Cómo puedo comenzar? Debería escribir mi nombre, presentarme como cualquiera haría, así es como se inician las conversaciones. Hay veces que me dejas sin palabras, no sé qué decir ni cómo actuar… Como ya te habrás dado cuenta.

No sé a dónde quiero llegar con esto, sinceramente me siento como un estúpido escribiéndote de esta forma tan cobarde; pero no tengo muchas opciones, no cuando se trata de ti.

Si te preguntas el remitente de esta carta, te diré que no tengo el valor para decir quién soy. O quizá no te interese, tal vez lo prefiera así.

No pretendo enamorarte, aunque me gustaría conquistarte, pero no creo que suceda, así que solo me conformo con hacerte saber que hay alguien en este universo que te considera su mundo.

Verte desde el otro lado de la oficina ya no me basta, no cuando veo tu piel y mis tontos dedos pican por querer tocar tu mejilla y comprobar si es tan suave como parece.

Desde que llegaste no hay día que no te busque inconscientemente con la mirada. No hay día que no gire la cabeza justo a las nueve con treinta y te vea llegar con un montón de carpetas de colores fosforescentes. Sé que acostumbras a mirar hacia todas las direcciones para corroborar que nadie te está prestando atención cuando comes el almuerzo a escondidas.

Sí, me encanta mirarte, y no, no soy un acosador. Solo soy un muchacho que disfruta con verte morder ese labio tan tentador y fruncir el ceño cuando te pierdes en tus pensamientos.

Solo soy yo, Flor,

tu enamoradojardinero.

02

17 de febrero

No quiero asustarte, Flor.

Escribo con la esperanza de que no tirarásesta carta. No deberías preocuparte, te juro que no soy un demente. Bueno… Quizá sí lo sea, un demente por besarte.

Pero si voy a causarte miedo, prefiero enterrar de nuevo mis sentimientos y nunca más sacarlos del baúl en el que los he mantenido ocultos.

Voy a contarte la verdad solo para que me entiendas.

Mi mejor amigo conoce sobre ti y lo que siento, desde que te conozco le he llenado la cabeza con mis inseguridades. Se ha cansado de animarme para que te hable sobre esto, así que me recomendó escribirte, dice que soy más bueno con las letras que con las palabras. Ese día en la mañana comencé la carta anterior con la angustia en la garganta, la escribí más de cinco veces, pues no sabía qué decirte. Entonces me pregunté si mi amigo me había mentido solo para que dejara de hablar de ti.

Sé que probablemente estás cuestionándote el porqué, eso es simple y complicado de describir a la vez. No soporto ver tu mirada triste cada vez que él te hace daño, mientras yo daría cualquier cosa por robarte sonrisas.

A veces eres muy evidente y transpiras cierto aire melancólico, otras tantas estás tan feliz que corres a su auto en cuanto llega. Lo besas bajo mis ojos y yo… Yo no soy nada.

Antes de despedirme deseo decir que te veías hermosa aun molesta, como tu nombre, como cada día.

Por favor, no me apartes sin conocerme.

Un jardinero buscándote.

03

18 de febrero

Hola, Flor.

Soy yo de nuevo.

En esta ocasión no tengo mucho que decir, solo que adoré la sonrisa que esbozaste cuando leíste lo que te escribí, gracias por guardar esa carta en tu cajón.

Pero, sobre todo, gracias por no apartarme.

Tu jardinero.

04

21 de febrero

Hola, Flor.

Dos días sin escribirte me parecieron eternos, pero decidí que te escribiría cuando le diste una mirada al lugar donde suelo dejar estas cartas como si estuvieras esperándola, a pesar de que no iba a hacerlo. Me animó demasiado que lo hicieras.

Por algún motivo he notado que llegas más temprano últimamente, así que tendré extremo cuidado al colocar esta.

Solo soy un poeta, Flor, un poeta que no puede dejar de escribir de ti. No puedo parar de pensar en tus ojos marrones, casi negros.Lo he intentado miles de veces, pero cada vez que tu voz dice mi nombre, cada vez que me saludas… Ahí terminan mis intentos, porque no quiero parar de soñarte.

Daría lo que fuera por ser él, ese que siempre tiene el placer de llevarte a casa, ese que tiene todos tus pensamientos. Desearía ser él para poder tomar tu mano y acariciar tus pálidos nudillos. ¡Dios! ¡Esto está matándome!

Siento que soy un completo masoquista al creer que algún día me mirarás, soy un completo masoquista por guardar un poco de esperanza.

Terminaré antes de que diga algo de lo cual pueda arrepentirme, siento que ya he dicho demasiado.

No sé cuándo vuelva a escribir, Flor.

Un jardinero con el corazón estremecido.

05

22 de febrero

Buen día, jardinero.

Antes que nada, quiero darte las gracias.

No voy a mentir, en un comienzo pensé que eras un loco que estaba persiguiéndome, ahora me da pena haber tirado esa linda carta y que fueras testigo de ello. Ya me he dado cuenta de que es más que eso, tú realmente me conoces y eso me asusta. Me asusta porque no sé si me conozco yo misma, no sé si alguien me conoce de esa forma.

Tampoco sé cómo sentirme, no sé si sentirme halagada u ofendida. Halagada porque con cada carta me has sacado una sonrisa u ofendida porque me has pintado como alguien perfecto, una musa, y no sé si lo merezco, no sé si soy suficiente.

No obstante, hay algo que sí sé con seguridad… He sonreído en estos días más de lo que he sonreído en toda mi vida. Nunca he sido una mentirosa, así que seré clara contigo,pues al parecer te conozco y no quiero lastimar a las personas que me rodean.

Lo amo, lo amo muchísimo, pero también desearía que fueras él.

Tal vez suene egoísta, pero no dejes de alegrar mis mañanas, por favor.

Flor.

06

22 de febrero

Estimada Flor:

No puedo creerlo, esto es más de lo que soy capaz de procesar, aún creo que es uno de mis tantos delirios.

Casi enloquezco cuando la vi, ahí, donde se supone que iría la mía. Tuve que ir a mi lugar para escribirte.

No tienes nada que agradecer, alegrar tus mañanas es más de lo que podría desear, y hacerte sonreír ya es todo un logro.

No quiero que tengas miedo, tal vez deba dejar de decir ese tipo de cosas, eso no es tan importante. Recuerda que nunca terminamos de conocer a las personas, tampoco hay vida suficiente para conocernos a nosotros mismos. Es tanta nuestra inmensidad que el tiempo nos queda corto, no creo que algún día termine de conocerte, Flor.

Sigue siendo egoísta conmigo, por favor, eso es mejor que nada.

Por cierto, no sé de dónde sacaste que no eres suficiente, estás muy equivocada respecto a eso.

Me despido, no sin antes decirte que esa blusa azul te hacía lucir demasiado sexy, si mi jefe me despide por babear en mi trabajo, será tu culpa solamente.

Tu jardinero.

07

23 de febrero

Hola, jardinero.

Realmente me estoy esforzando por no poner un anuncio en el periódico dando a cambio todo mi dinero por saber tu identidad. ¿Tienes nombre? ¿Podrías decirme quién eres? No pierdo nada intentándolo.

Te confieso que, en medio de mis días grises, leer tus cartas hace más llevadero el dolor, en serio, siento que te aprecio, aunque no sé quién eres.

Me hace falta un amigo, no sé si deba hablar contigo, pero eres la persona más cercana que tengo en estos momentos.

Me siento sola y tus cartas se convierten en mis compañeras, así que gracias otra vez.

Entiendo lo que quieres decir sobre no conocer del todo a las personas, pero estoy en desventaja. Tú me conoces y yo solo conozco tu letra, quiero más que unas simples líneas, quiero sentir que eres real.

Respondiendo a tu pregunta, te digo que no se puede creer que se es suficiente cuando toda la vida te han hecho creer lo contrario.Me he acostumbrado a escuchar eso tantas veces que ya me da lo mismo ser o no ser suficiente para las personas, solo me tengo a mí misma.

Me has hecho sonrojar, no volveré a usar esa blusa en la oficina… No quiero levantar pensamientos insanos.

Flor.

08

24 de febrero

Buenos días, Flor.

No quiero que gastes ni un solo centavo en algo relacionado conmigo, pero tampoco estoy dispuesto a decir quién soy, princesa.

Saber eso me hace sentir un poco más afortunado, es un placer poder pintar tu mundo por unos cuantos segundos. Probablemente te abrazaría hasta sacarte el aire, si te tuviera en frente.

¿Has dicho que te sientes sola? Apuesto a que no es de ese modo; pero si lo estás, no te olvides de que, seguramente, yo estoy pensando en ti.

Además, nunca se está verdaderamente solo en esta vida, siempre tenemos la mejor compañía: nosotros mismos. Te tienes a ti misma, y eso es lo mejor que podría pasarte.

No me gusta la palabra «amigo», pero estoy dispuesto a serlo con tal de entrar en tu vida de alguna forma. Me conformo con cualquier cosa que quieras ofrecerme.

Respecto a que crees que no eres suficiente para ser una musa… Acostúmbrate a darte cuenta de lo valiosa que eres, Flor.

No me tortures de esa manera, déjame verte una vez más con esa blusa y te juro que nunca más te diré que me muero por tocar tu cintura. Por tocarla y, no sé… Si me lo permites, cuidarla.

Un jardinero soñador.

09

De: Tu jardinero favorito «[email protected]»

24 de febrero

Para: Flor Betancourt «[email protected]»

Asunto: Quiero ser real.

Hola, Flor.

De verdad deseo ser real, así que me estoy esforzando, esto ya es un gran paso, ¿no crees?

La razón por la que escribo este correo es muy sencilla: quiero presentarme formalmente y que te presentes conmigo (solo si quieres, claro). Así que empiezo yo…

Soy un chico al que le gusta jugar a videojuegos, mientras come su platillo favorito, la pizza me ha gustado desde que soy un chiquillo. Mis padres murieron cuando era pequeño en un accidente, así que viví con mis abuelos desde que tenía diez. Ellos son y han sido las personas más importantes para mí. Soy un amante de la gaseosa de toronja y, si te lo preguntas, no soy obeso.

No me gusta leer, pero me gusta hacer poesía. Tampoco es que sea un experto en eso, porque, ciertamente, soy fatal para las rimas.

Tengo un perro que se llama Cacahuate, no quieres saber la razón de eso. Y hay más cosas, pero no quiero aburrirte en nuestra primera cita virtual.

¡Ah! ¡Casi se me olvida lo más importante! Me encantas tú.

Un jardinero tecnológico.

De: Flor Betancourt «[email protected]»

24 de febrero

Para: Tu jardinero favorito «[email protected]»

Asunto: Eres un poco real ahora.

Buenas tardes, jardinero tecnológico.

¿Cómo te demuestro que esta es la mejor sorpresa que he tenido en años? Incluso comencé a reír.

Así que eres uno de esos aficionados a los videojuegos que usan camisetas de Marvel. Por favor, dime que detestas esas caricaturas japonesas con ojos sin párpados.

Lamento mucho lo de tus padres, pero no pienso darte un gran discurso porque seguro ya recibiste muchos de esos en tu vida y soy malísima para consolar. Solo puedo decirte que las personas que se van no nos dejan del todo. Te lo dice una persona que te comprende más de lo que crees; al menos tienes a tus abuelos, yo no tengo a nadie.

No me gusta ese sabor de refresco, prefiero el de uva o el natural.La obesidad no es molestia en absoluto, pero es bueno saber que eres un chico.

Yo tampoco leo, soy de esas chicas que prefieren ver las películas antes que los libros, pero admiro demasiado a las personas que tienen la capacidad de leer un libro de quinientas hojas sin aburrirse; yo tiendo a distraerme con cualquier cosa.

Cacahuate seguro es una cosita toda tierna, ¿no? Y sí, quiero saber la razón de su nombre.

¿Qué puedo decirte de mí? Odio las flores, los chocolates y me encanta el helado de vainilla. La mayor parte del tiempo me refugio en mi taller y hago jarrones de barro, pues me ayuda a relajarme. Poder sentir que puedo moldear algo y la frescura del material entre mis dedos me transporta a un mundo desconocido, a un mundo donde los problemas no existen y no soy lo que soy ahora.

No es que me molesten esas cosas tan atrevidas que dices, en realidad no sé qué decir. Por cierto, esto sí es una cita.

Una Flor sonrojada.

De: Tu jardinero favorito «[email protected]»

24 de febrero

Para: Flor Betancourt «[email protected]»

Asunto: Nada de flores para Flor.

Demuéstramelo sonriendo mañana, ¿por favor?

Para tu carro ahí, princesa, me gusta jugar a videojuegos, no ser un videojuego andante. No me gusta el anime, aunque confieso que esa Sailor Moon es muy atractiva.

No necesito un discurso, en realidad ya pasó muchísimo tiempo y he superado lo de mis padres. Tal vez hubiera necesitado esas palabras cuando era un adolescente y no comprendía las cosas. De todas formas, no recuerdo mucho, solo sé que iba en el auto con ellos, pero por algún motivo yo sobreviví.

Lo has conseguido, has picado mi curiosidad, ¿por qué dices que no tienes a nadie? Perdona el atrevimiento, no tienes que responderme si no quieres hacerlo.

Mi tierno Cacahuate es un gran perro dóberman al que le gusta comer filetes y cuidar la puerta de mi casa. Se llama de ese modo porque, cuando era un cachorro, esculcó en mi alacena y desperdigó toda mi comida por el suelo. Cacahuatetenía todo un manjar para elegir, pero decidió llevarse una bolsa de cacahuates a su cama.

¿Algún día me harás un jarrón? De verdad quiero uno, seguro lucirá estupendo en el centro de mi comedor.

Eso no es ser atrevido, Flor.

Tu jardinero.

De: Flor Betancourt «[email protected]»

24 de febrero

Para: Tu jardinero favorito «[email protected]»

Asunto: Haré ese jarrón.

Tienes que saber que no me importa si ya superaste la muerte de tus padres, si estuviera ahí te daría un gran abrazo hasta que te dieras cuenta de lo afortunado que eres por haber tenido una oportunidad para vivir.

Digo que no tengo a nadie porque es totalmente cierto, no tengo a nadie. He salido adelante por mi cuenta desde que era una niña. Digamos que sucedieron ciertas cosas en mi vida y mis padres se avergonzaron de mí, tanto que me echaron de casa. Así que estamos en las mismas circunstancias, no he tenido noticias de ellos en mucho tiempo ni quiero tenerlas, pues no estuvieron para mí cuando más los necesitaba.

Quisiera conocer a Cacahuate, suena misterioso. Creo que la anécdota me resulta más que cómica, y lo más gracioso es que mi gata se llama Almendra.

Por alguna razón me gustan tus atrevimientos.

Me despido porque mañana tengo que levantarme temprano, eso deberías hacer tu también.

Tu Flor.

De: Tu jardinero favorito «[email protected]»

24 de febrero

Para: Flor Betancourt «[email protected]»

Asunto: Esta plática aún no ha terminado.

Estoy seguro de que Almendra y Cacahuate serían grandes amigos.

Ten dulces sueños, mi Flor.

Tu jardinero atrevido.