Poemas sueltos - Rosalía de Castro - E-Book

Poemas sueltos E-Book

Rosalía de Castro

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Beschreibung

Una antología poética que recoge algunos poemas de Rosalía de Castro, en castellano y en gallego. Reúne poesías como Hojas marchitas, Mi tierra o No abano de Emilia Pardo Bazán. Una poesía melódica, casi una canción, que habla de la vida de la autora y de su tierra. Esta selección de poesía proviene de la colección de Obras Completas.

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Seitenzahl: 30

Veröffentlichungsjahr: 2021

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Rosalía de Castro

Poemas sueltos

 

Saga

Poemas sueltos

 

Copyright © 1993, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726771237

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

A la memoria del poeta gallego Aurelio Aguirre

Lágrima triste en mi dolor vertida,

perla del corazón que entre tormentas

fue en largas horas de pesar nacida,

en fúnebre memoria convertida

la flor será que a tu corona enlace;

las horas de la vida turbulentas

ajan las flores y el laurel marchitan;

pero lágrimas, ¡ay!, que el alma esconde,

llanto de duelo que el dolor fecunda,

si el triste hueco de una tumba anega

y sus húmedos hálitos inunda,

ni el sol de fuego que en Oriente nace

seco su manantial a dejar llega

ni en sutiles vapores le deshace,

¡y es manantial fecundo el llanto mío

para verter sobre un sepulcro amado

de mil recuerdos caudaloso río!

Poesía ÁNGEL

Todo duerme... del aire, el soplo blando

callado va, con temeroso vuelo

el aroma esparciendo de las rosas;

brilla la luna, y sueñan con el cielo

los niños que reposan, contemplando

flores, luz y pintadas mariposas.

¡Niños!, al soplo de mi tibio aliento,

dormid en paz, que os cubren con sus alas

los blancos y amorosos serafines,

y adornándoos a un tiempo con sus galas

hacen que en ondas os regale el viento

blando aroma de lirios y jazmines.

Y, en tanto, el astro de la noche, lento,

pálido, melancólico y suave,

del aire azul recorre los espacios,

globo de plata o misteriosa nave,

vaga a través del ancho firmamento,

por cima de cabañas y palacios.

Su tibia luz refléjase en la tierra

como del alba la primer sonrisa

que va a alegrar las aguas de la fuente;

y al rizarse los mares con la brisa,

cuanto su seno de hermosura encierra

muéstrase allí, brillante y transparente.

Las plantas y los céfiros susurran

con blando son, y acentos misteriosos

lanza, al pasar, el murmurante río,

y a través de los árboles frondosos

las estrellas inmóviles fulguran

chispas de luz en su ámbito sombrío.

Todo es reposo, y soledad, y sueño...

sueño aparente y soledad mentida,

en el mundo del hombre... ¡hermoso mundo

cuando, mintiendo, a amarle nos convida!

Y es que en que fuese amado puso empeño,

quien llena cielo y tierra, y mar profundo.

Mas... ¿qué pálida sombra cruza el prado...

errante, sola, fugitiva y leve?

Como si fuese en pos de un bien perdido,

apenas al pasar las hojas mueve.

Y vaga al pie del monte y del

collado cual tortolilla en torno de su nido.

Virgen parece por la undosa falda

y por la blonda y larga cabellera,

que el viento de la noche manso agita;

bello es su rostro y dulce la manera

con que pisa la alfombra de esmeralda,

mientras su seno con ardor palpita.

¡Pobre mujer!... ¿Qué culpa, qué pecado

como aguijón la ha herido en su inocencia,

que el calor de su lecho así abandona?

Yo sondaré el dolor de tu conciencia,

que no en vano a la tierra he descendido,

en nombre del Señor que la perdona.

MUJER