Poliedro y amistad social - Miguel Ángel Barrios - E-Book

Poliedro y amistad social E-Book

Miguel Ángel Barrios

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"Gracias por enviarme Poliedro y amistad social. Lo he leído y creo que es un buen aporte para entender, explicar la actualidad de la Doctrina Social de la Iglesia. Estoy seguro de que hará mucho bien a las personas que lo lean." De la presentación del Papa Francisco surge que el libro posee una novedad dentro de la bibliografía católica. No se trata solo de una biografía del Papa Francisco o de su itinerario pastoral. El autor toma la irrupción y el mensaje del Papa Francisco y analiza de qué manera la teología del pueblo rioplatense enriquece a la Doctrina Social de la Iglesia en un momento de cambio epocal, atravesado por una pandemia y la amenaza de una tercera guerra mundial. Prólogos de Gustavo Béliz, Marcelo Trejo y Luciano Umérez Köller.

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POLIEDRO Y AMISTAD SOCIAL

“Gracias por enviarme Poliedro y amistad social. Lo he leído y creo que es un buen aporte para entender, explicar la actualidad de la Doctrina Social de la Iglesia. Estoy seguro de que hará mucho bien a las personas que lo lean.”

De la presentación del Papa Francisco

 

 

El libro posee una novedad dentro de la bibliografía católica, no se trata solo de una biografía del Papa Francisco o de su itinerario pastoral. El autor toma la irrupción y el mensaje del Papa Francisco y analiza de qué manera la teología del pueblo rioplatense enriquece a la Doctrina Social de la Iglesia en un momento de cambio epocal, atravesado por una pandemia y la amenaza de una tercera guerra mundial.

 

 

Miguel Ángel Barrios. Profesor de Historia (Instituto Superior del Profesorado Antonio Ruiz de Montoya). Magíster en Sociología (Universidad Nacional de Lomas de Zamora). Magíster y doctor en Ciencias de la Educación (Universidad Tecnológica Intercontinental de Asunción). Doctor en Ciencia Política (Universidad del Salvador). Diploma en Relaciones Internacionales (Universidad Complutense de Madrid). Diploma en Seguridad Ciudadana (Universidad Blas Pascal). Diploma en Criminología y Criminalística (Universidad Siglo 21). Realizó cursos de alta especialización en Políticas Públicas y Seguridad Ciudadana en el Banco Interamericano de Desarrollo; estudió Historia de la Iglesia y Doctrina Social de la Iglesia en el Instituto Superior "Antonio Ruiz de Montoya" y en la Universidad del Salvador. Ha escrito más de quince obras sobre la historia y política de América Latina, su último libro Por qué Patria Grande fue prologado por el Papa Francisco.

Profesor de posgrado en la Universidad del Salvador y en el Instituto Superior Goya. Investigador y consultor internacional. Dicta cursos, seminarios, conferencias y posgrados en distintas academias diplomáticas, universidades y academias militares y policiales internacionales. Actual profesor en la escuela Nuevos Dirigentes de la Pastoral Social y en la Diócesis de Goya-Corrientes.

MIGUEL ÁNGEL BARRIOS

POLIEDRO Y AMISTAD SOCIAL

APORTES DEL PAPA FRANCISCO A LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Índice

CubiertaAcerca de este libroPortadaPresentación. Papa FranciscoPrefacio. Odio u oído. Gustavo BélizPalabras previas. Marcelo TrejoPrólogo. Luciano Umérez KöllerIntroducción. La Iglesia, el Papa y la nación latinoamericana1. Poliedro2. Amistad social3. Casa común4. Santos “de la puerta de al lado”5. Popularismo6. Poetas sociales7. La guerra justa y una nueva doctrina de la paz8. Papa Francisco: la revolución cultural es urgenteBibliografíaMás títulos de Editorial BiblosCréditos

PRESENTACIÓNPapa Francisco

Vaticano, 17 de enero de 2023

 

Sr. Prof. Miguel Ángel Barrios

 

Querido hermano:

Gracias por su correo.

Gracias por enviarme Poliedro y amistad social. Lo he leído y creo que es un buen aporte para entender, explicar la actualidad de la Doctrina Social de la Iglesia. Estoy seguro de que hará mucho bien a las personas que lo lean.

Le deseo un buen y santo año 2023. Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide.

Y, por favor, no se olvide de rezar por mí. Lo hago por usted.

Fraternalmente,

Francisco

PREFACIO Odio u oído Gustavo Béliz*

La década del pontificado del Papa Francisco resulta una buena oportunidad para proyectar su mensaje en la dimensión de un mundo que a lo largo de estos diez últimos años ha sufrido convulsiones impensadas. En el momento de su asunción, el planeta se estaba recuperando de la crisis financiera global y aún continuaba discutiendo la razonabilidad científica del drama del cambio climático. La revolución tecnológica recién comenzaba a despuntar con ritmo exponencial. Las crisis migratorias comenzaban a asomar en el horizonte con profundidad inédita. La tragedia de la inequidad despertaba reacciones diversas en el escenario político que se vería sometido con el correr de los años a un auténtico tembladeral. Pero muy pocos podrían anticipar lo que la evolución de los acontecimientos tendría reservado en el momento de cumplirse una década del pontificado papal. La pandemia de COVID-19, la profundización de la crisis climática y la erupción de una guerra mundial en cuotas con la invasión de Ucrania convirtieron el mensaje de Francisco en profético, en su más cabal expresión. El pastor “del fin del mundo” formado en Buenos Aires, de modo profundo y valiente desplegaba su mensaje con raíces universales, renovando una agenda de trabajo con horizontes esperanzadores, alejados de las recetas mágicas y más bien emparentados con el comienzo de nuevos procesos de maduración y acción.

De la prolífica expresión de su magisterio y líneas pastorales, entiendo oportuno destacar diez aspectos, a modo de síntesis.

1. La misericordia como eje transversal de la vida en comunidad. “La misericordia a la cual somos llamados abraza a toda la creación, que Dios nos ha confiado para ser cuidadores y no explotadores o, peor todavía, destructores”.1 La inspiración en San Francisco de Asís abarca una convocatoria universal a la defensa de la naturaleza, la integración del ser humano respetuoso del medio que lo rodea, la superación de modelos consumistas que terminan consumiendo personas en su voracidad idolátrica. Agrega Francisco, recordando que su primer ángelus como Papa lo dedicó a este tema: “El carácter social de la misericordia obliga a no quedarse inmóviles y a desterrar la indiferencia y la hipocresía, de modo que los planes y proyectos no queden solo en letra muerta”.2

2. De la periferia al centro. Francisco introduce en el lenguaje atrofiado del statu quo y la resignación una narrativa que sacude conciencias. Nos habla de comenzar por las periferias existenciales y materiales, de poner énfasis en los gestos pequeños que no siempre resultan grandilocuentes, de seguir el ejemplo de San José, que tantas veces trabajó artesanalmente en silencio y con paciencia. Mateo 253 podría resumir todo el corazón de su pontificado. Frente a las palabras edulcoradas o con tecnicismos seudoteológicos vacíos de alma, el Papa opta por un lenguaje llano, directo, que llama también a allanar una catequesis desde los cimientos más básicos de los valores cristianos, sin dejarse tironear por las ideologías –que son siempre una forma de servicio militar obligatorio de las ideas–, ni por los populismos que defenestran el sujeto pueblo para disminuirlo a un objeto manipulable en función de idolatrías o autoritarismos.

3. Una nueva peregrinación que nos convoca a la salida. El testimonio cristiano como hospital de campaña. La necesidad de “primerear” en el abrazo de quien está más necesitado. “La absoluta prioridad de la «salida de sí hacia el otro» como uno de los mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual como respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios”.4 El Papa convoca a construir una humanidad basada en la superación de falsos muros, que son primero que nada una cárcel interior y luego una falsa fortaleza exterior que nos aleja del distinto, el más débil, el forastero, el extranjero, el adversario político, quien profesa una opinión diversa. La parábola del buen samaritano es el núcleo no solo de Fratelli tutti, sino también de un programa de transformación social. Una Iglesia pobre para los pobres no es un eslogan sino una carta magna de revolución espiritual.

4. Un puente donde no cabe la teoría del descarte. Donde nadie está de más, donde nadie sobra en una política inclusiva y abarcadora. Desde el comienzo mismo de su peregrinar, convocó a los jóvenes a “hacer lío”, y a tender un abrazo generacional con las personas mayores, en un diálogo que una tiempos y experiencias para enriquecerse mutuamente. “¡Hagan lío! Pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen. Las dos cosas, ¿eh? Hagan lío y organícenlo bien. Un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios, a quien conocí, es mi fortaleza”.5 Más aún este mensaje tiene vigencia en medio de una explosión tecnológica que distrae atenciones y corre el riesgo de obnubilar horizontes de las nuevas generaciones. Al decir del querido filósofo Alberto Methol Ferré hace ya más de siete décadas:

Vivimos una situación grotesca: las cosas están animadas y las personas, inanimadas. Las cosas ocupan el lugar de las personas y las personas, el lugar de las cosas. De ahí que nuestro mundo esté dirigido por el confort, el dinero, las máquinas, etcétera, y no por las personas. Y ellas son conscientes de tal situación, ¿no les oímos decir “el peligro de la bomba atómica”, como si la iniciativa estuviera en ese objeto?6

5. La unidad es superior al conflicto. Nutriéndose del pensamiento de su admirado Romano Guardini, Francisco nos invita a superar las polarizaciones a través de un “desborde” que encuentra síntesis en una instancia superadora, a través de la amistad social que perfeccione formas de comunidad organizada. Con una cultura del encuentro que nos convoque a rescatar lo mejor de nuestras hermanas y hermanos, en lugar de empeñarnos en luchas internas que solo profundizan el dolor de los más débiles. Dijo Francisco en su mensaje en la 23.ª Jornadas de Pastoral Social de la ciudad de Buenos Aires:

Miremos el mundo nomás como está. Guerras por todos lados. Estamos viviendo la tercera guerra mundial a pedacitos. Y eso no es amistad social. Miremos muchos países donde no se sabe dialogar, se grita. Antes de que la otra persona termine de decir su pensamiento ya le estamos contestando sin haber escuchado. No puede haber amistad social sin escuchar, sin escuchar al otro. Y para escuchar al otro tiene que haber en mi corazón la presunción de que el otro tiene algo bueno para decirme…7

6. La ecología integral de Laudato si, que no es una mera encíclica ecológica sino una voz señera social, porque no separa la economía de la política, sino que subordina los intereses económicos al bien común; antes que nada, en el cuidado de la casa común y de quienes la habitan. Siguiendo un claro magisterio de la Iglesia a lo largo de toda la doctrina social desde Centesimus annus, Francisco reafirma la función social de la propiedad privada, la no deificación del mercado, el servicio del capital para con el ser humano y no viceversa, la necesaria participación de los trabajadores en la vida empresarial, la preeminencia de un modelo de producción sostenible por encima de la especulación financiera, el derecho humano básico de asociativismo a través de la irrupción de los nuevos movimientos populares que constituyen una “artesanía del encuentro y la solidaridad” en aquellas circunstancias críticas y de pobreza estructural que las clásicas instituciones no logran superar.

7. Las nuevas formas de esclavitud visibilizadas en la trata de personas, el narcotráfico que pervierte conductas e instituciones, las mafias estructurales que ponen en jaque el valor de la ley y la convivencia, la manipulación tecnocrática que crea un poder tecnológico sin control ni ética ni capacidad de autolimitación. Nuevas formas de esclavitud que reconocen muchas veces la traición de la soberanía popular a través de formas de corrupción política estructural, que convierten a la función pública en un títere rehén de poderes corporativos, mediáticos o económicamente concentrados. El Papa habla del “pan sucio” de la corrupción: “Se comienza con un pequeño soborno, pero es como la droga… incluso si el primer soborno es pequeño, después viene el otro y el otro: y se termina con la enfermedad de la adicción a los sobornos”.8

8. La paz como valor universal en jaque. “De esta crisis saldremos mejores o peores, nunca iguales”, mencionó Francisco en el momento más dramático de la pandemia. Surgió tras este instante terrible de la humanidad un conflicto bélico que reestableció la amenaza nuclear como riesgo existencial, que puso entre paréntesis los esfuerzos por renovar la matriz energética mundial superando la contaminación de los combustibles fósiles, que disparó las ganancias siderales de los fabricantes de armamentos, que distrajo con el demonio de la guerra los recursos financieros indispensables para superar el cambio climático y la injusticia social, que impuso una lógica de la polarización, de las amenazas de bloques y de los delirios destructivos como un lenguaje obsceno que no parece alcanzar límites en el horizonte. Como si el reloj de la humanidad hubiera retrocedido a épocas en las cuales la voz de otro pontífice, Juan XXIII, también se expresaba con contundencia frente al peligro de un cataclismo nuclear.

9. Neocolonialismo extractivista de proyectos colectivos y sanas utopías. En Soñemos juntos, acaso el libro más logrado hasta el momento de cuantos resumen el ideario de Francisco, el Papa convoca a vivir tres tiempos –ver, juzgar, actuar– reafirmando que existe un “tiempo para ver”, un “tiempo para elegir” y un “tiempo para actuar”. Son múltiples las instancias donde la clase dirigente mundial se niega a “ver” la realidad de la degradación ambiental que exige medidas urgentes más allá de vanas promesas. Son variadas las instancias donde la “elección” de políticas públicas promueve la acumulación de riqueza más allá de lo sostenible climática y socialmente. Son reiteradas las instancias donde la decisión de “actuar” se condice con la agresión desenfrenada y los deseos de dominación depredadora. Se trata de recuperar un sentido de utopía que sea fecunda a través del compromiso comunitario, tal cual ya lo convocaba el cardenal Bergoglio en 2005.9

10. El llamado a una audacia creativa. En vísperas de llegar a los diez años de su pontificado, en su mensaje de Cuaresma, Francisco recuerda las palabras del Señor Jesús cuando se transfiguró en el monte Tabor frente a Pedro, Santiago y Juan: “«Levántense, no tengan miedo». Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades”.10 Lo que puede ser una apelación solo eclesial se convierte también en un desafío para toda la patria:

La palabra “sínodo” contiene todo lo que necesitamos entender: “caminar juntos” […] Caminar juntos –laicos, pastores, obispo de Roma– es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica.

***

Diez años. Diez pilares de su prédica. Diez referencias, entre muchísimas otras, para encontrar mejores esperanzas y motivos de trabajo comunitario. El presente ensayo de Miguel Ángel Barrios constituye un aporte muy valioso para “caminar (y vivir) juntos” el mensaje del Papa Francisco. Meditarlo, discernirlo, aprehenderlo y aprenderlo, todo ello es el primer paso indispensable para vivirlo y predicarlo… si es necesario también con palabras, como diría San Francisco de Asís.

Barrios reafirma en este trabajo que el mensaje social de la Iglesia no es una pieza de museo ni un conjunto de postulados que pueden repetirse con la inutilidad de campanas de madera resonando en medio del desierto. Por el contrario, constituye una convocatoria que trasciende fronteras y supera obstáculos, para reunir a todas las personas de buena voluntad a una epopeya emancipadora. La inmensa producción de esta década del obispo de Roma constituye un manantial inapreciable de ideas que iluminan y de valores que son un faro permanente. Como argentinos, tenemos la cuenta pendiente de asumirlo en su plena dimensión, de jerarquizarlo en la talla de líder mundial y de abrazarlo como factor de genuina inspiración. Más allá de las refriegas gallináceas y de los poderes ocultos que tantas veces distorsionan malignamente frases y gestos, se trata de superar la actitud de odio justamente pronunciando esa palabra de atrás para adelante. En efecto, “odio” también puede ser transformado en “oído”. En escucha profunda, con madurez emocional y espiritual, para poner un oído en el Evangelio y otro en el corazón del pueblo, sabiendo que es el mejor modo de no errar el camino.

Febrero de 2023

* Miembro ordinario de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano.

1. www.vatican.va

2. www.vatican.va

3. “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver. Los justos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer? ¿Sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?». Y el rey les responderá: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo»”. www.bibliacatolica.com.br

4. www.vatican.va

5. Palabras improvisadas en el encuentro con los jóvenes en la costanera de Asunción, Paraguay, el 12 de julio de 2015.

6. Alberto Methol Ferré, “El sentido de la conversión”, Papeles originales, Montevideo, 1942.

7. “Probablemente hay dos enemigos grandes de la amistad social: primero son las ideologías que capitanean todo. Tienden a capitanear, y las ideologías logran desarmar lo concreto de la naturaleza humana. Segundo enemigo son las pasiones. La pasión tantas veces busca eliminar al otro. Y no dejar que el otro ocupe su lugar. Ideologías y pasiones en todo el mundo van contra la amistad social” pastoralsocialbue.org.ar

8. Misa matutina en la capilla de la Domus Sanctae Marthae, “El pan sucio de la corrupción”, viernes 8 de noviembre de 2013. www.vatican.va

9. “Además de no permitir ni justificar nunca más el robo y la coima, tendríamos que dar pasos más decididos y positivos. Por ejemplo, preguntarnos no solo qué cosas ajenas no tenemos que tomar, sino más bien qué podemos aportar. ¿Cómo podríamos formular que también son «vergüenza» la indiferencia, el individualismo, el sustraer (robar) el propio aporte a la sociedad para quedarse solo con una lógica de «hacer la mía»?”. VIII Jornada de Pastoral Social “La nación por construir: utopía, pensamiento, compromiso”. pastoralsocialbue.org.ar

10. santuariodelujan.org.ar

PALABRAS PREVIASMarcelo Trejo*

Muchos conocen a Miguel Ángel Barrios. Su calidez como persona y sus pensamientos se sobreponen en distintos espacios y variados encuentros. Por tal motivo, este libro que hoy nos ofrece, en cierta manera, condensa su visión teórica. De ahí lo valioso y oportuno de su publicación.

Barrios es un profesor renombrado, un disertante académico conocido. Sin embargo, previo a todo ello, le cabe la nominación de activo intelectual en las realidades preocupantes para América Latina.

Su campo de investigación es muy amplio, como el tiempo que lleva en el arte de la inteligencia social. Observador de los contextos internacionales y de las micropisadas situacionales de terreno. “Sin evasión y sin desarraigo”, lejos de “una falsa apertura a lo universal, que procede de la superficialidad vacía de quien no es capaz de penetrar hasta el fondo en su patria, o de quien sobrelleva un resentimiento no resuelto hacia su pueblo”, como dice Francisco en Fratelli tutti.

A muchos de nosotros, el Papa Francisco nos revivió en la alegría de la esperanza (spes quaerens intellectum), humedeció los ojos de la fe (fides quaerens intellectum) y nos entusiasmó habilitando el compromiso reflexivo con los vulnerados e invisibilizados (caritas quaerens intellectum) que dispara la historia con sus luces y sobras.

En esto, Miguel Ángel no fue la excepción. Al contrario, este investigador se convirtió en un fehaciente buscador de los aportes conceptuales francisquistas para una renovada mirada eclesial y praxis sociopopular latinoamericana.

Pero aún hay más. El vasto conocimiento de la historia –referenciada no pocas veces en el eximio historiador uruguayo Alberto Methol Ferré– y la fecunda recolección del magisterio de Francisco no derivaron solamente en una lista aumentada de cuestiones acuciantes.

Barrios, evitando todo fijismo bancario temático, encontró una clave hermenéutica capaz de entretejer las fibras y dar colores variopintos a la compleja realidad. Se trata de aquello que metafóricamente en Fratelli tutti el Papa Francisco alude como el “poliedro”:

El poliedro representa una sociedad donde las diferencias conviven complementándose, enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente, aunque esto implique discusiones y prevenciones. Porque de todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible. Esto implica incluir a las periferias. Quien está en ellas tiene otro punto de vista, ve aspectos de la realidad que no se reconocen desde los centros de poder donde se toman las decisiones más definitorias.

Para este académico de la teoría sociopolítica, entonces, el poliedro –“unidad cargada de matices”– se ubica en el escenario de la epistemología del conocimiento. Es decir, el laboratorio de las síntesis nuevas en donde se complejizan los saberes –más que la suma de las partes– y se define con más percepción y empatía los “desde dónde y quiénes”. Un ámbito teologal donde se hunde las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios.1

En fin, caminar en búsqueda de nuevas humanidades de la mano de Francisco es un verdadero placer para el intellectus peregrinationis