Prohibido fijar carteles. 30 poetas sin tierra - Eduardo Milán - E-Book

Prohibido fijar carteles. 30 poetas sin tierra E-Book

Eduardo Milán

0,0

Beschreibung

El título de un poema mítico del mítico poeta ecuatoriano Jorge Enrique Adoum ha dado nombre a este curioso proyecto: recoger en una antología a treinta poetas de países lejanos entre sí. Treinta poetas que, en principio, nada, ni ideológica ni geográficamente, deberían tener en común. Me refiero al poema Prohibido fijar carteles. Un título que parece tener alas para volar, de continente a continente, en nombre de la poesía. Pero este curioso, original proyecto de antología poética, esa idea de reunir poetas de distintos países de Europa y de las dos Américas sin que nada, en principio (excepto el hecho de escribir poemas) los/las una, obedece también a una segunda premisa muy importante que acaba de fundamentar el proyecto: la que recoge un verso de otro gran poeta, el venezolano Eugenio Montejo: "Pertenecemos más a nuestra época que a nuestro país". Es decir, no solo perteneces al lugar en que naces, pertenecemos a una época, a un tiempo, a una historia. El lector encontrará aquí a treinta poetas con su diferente mirada, su vida. Cada cual con su particular voz, su lucha, su soledad. Su manera de buscarse, de perseguir otro mundo, conscientes de que el que vivimos nos pide otra vuelta de tuerca: abriendo, pues, los caminos que lleven a otro tiempo, otra historia que podamos llamar nuestra.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 86

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Prólogo UNA FORMA DE VIDA

Eduardo Milán (Uruguay/México)

Por qué amo tu locura

Todo está ligado

Mario Montalbetti (Perú)

Disculpe ¿es aquí la tabaquería?

Dónde está mi mujer, mi mujer

Juan José Rodinás (Ecuador)

Infinito de Septiembre

Antibalada de un hombre que mira al River Aire

Historia universal de un hombre que hablaba con las cosas (¿Por qué Borges no manejaba una Harley Davidson?)

Una biblioteca en el invernadero (¿Cómo sería un artefacto para olvidarme de mí mismo)

Los instantes más terribles se transmiten en directo (¿Qué se puede pintar cuando caes al abismo a gran velocidad?)

José Eugenio Sánchez (México)

de pronto new york

el increíble mundo de las máquinas

la felicidad es una pistola caliente

Pablo García Casado (España)

Dixán

Sweet Jane

Ginebra besos

72 horas

Ritos

Carlos Catena Cózar (España)

Tinder makes me sad

Rosa Berbel (España)

Planes de futuro

Crecer es

Siglo 22

Jardinería

Natalia Litvinova (Argentina/Bielorrusia)

El mar de noche es un abismo si la luna no lo toca

Mano

Flores de Chernóbil

Disparo

Robin Myers (EE.UU./México)

Union Square Station

Vermont

Otro intento por decir algo más sobre Jerusalén

Poema para mí como madre soltera

Erika Martínez (España)

La casa encima

Lugares que se inventan de camino

Mujer mirando a hombre que limpia coche

Abolirse

Marcos Kramer (Argentina)

La academia

Arte y vida

Antes que pase el temblor

Maldita ginebra

Yolanda Pantin (Venezuela)

Opacidad

Brebaje

Sólo veía una carretera polvorienta

Exilio

Gabriel Cortiñas (Argentina)

Protocolo de prueba: contención (Fase II)

Laura Wittner (Argentina)

17.

Epigrama

Jet Lag

Mis padres bailan jazz en el Café Orión

Juan Bonilla (España)

El espía

Lo que queda

En todas partes

El río

Denominación de origen: extranjero

Roy Sigüenza (Ecuador)

Abrazadero

En el autobús

Escondites

Gracias por la rosa del mundo

Piratería

Luis Chaves (Costa Rica)

Los otros

Repaso

La base de la sociedad

Video de alquiler

Década

Juan Domingo Aguilar (España)

La gran familia

Qué largo es morir

Saliendo de la estación de Atocha

Nosotros, tierra de nadie

Ángelo Néstore (España/Italia)

Tanatorio

De cuando me equivoqué de bar

Insepulto

María Auxiliadora Balladares (Ecuador)

Cadera

Son tantas las formas del amor

Días

Peces en la pecera

Materialidad

Miriam Reyes (España)

Te tengo todo marcado

Sergio García Zamora (Cuba)

Una casa sin ático

El salvado

Antonio Luis Ginés (España)

Busca y captura

Una vida

Mitades

Merendero

Bosques de Polonia

Kevin Cuadrado (Ecuador)

Lo que está fuera de tiempo

La palabra dice cosas que no comprende

La sencillez cotidiana de vivir

La sonrisa de un hombre en un anuncio militar que convoca a la desaparición de todos los paisajes

Gabriela Vargas Aguirre (Ecuador)

Rigor Mortis

Casa vaciada

Reuniones familiares

Berta García Faet (España)

Poema sobre el río Leteo

Poema sobre mirar el cielo de noche y pensar muchas cosas

Cuestionario pre-matrimonial

Ábaco & indígena & César Vallejo

Jorge Posada (México)

Félix Moyano (España)

Shabat

Ut poesis pictura non erit

Sintéticos 40º

Explicaciones no pedidas

Luis Eduardo García (México)

¿Puedo quedarme con tu reproductor de mp3 cuando te hayas muerto? (fragmento)

Una vez que desaparezca no escucharás esa frecuencia de nuevo

En la libreta azul me veía mucho más lindo

Anti-granja del norte

María Auxiliadora Álvarez (Venezuela)

18

Adorno

Como espadas

Aún

Sobre los autores

Pertenecemos más a nuestra época que a nuestro país.EUGENIO MONTEJO

Prólogo UNA FORMA DE VIDA

Es un gusto para mí, respondiendo a la invitación del comité de selección de la PUCE, celebrar la publicación de esta tan original antología, que abre un camino muy hermoso de comunicación poética, atravesando países y continentes.

El título de un poema mítico del mítico poeta ecuatoriano Jorge Enrique Adoum ha dado nombre a este curioso proyecto: recoger en una antología a treinta poetas de países lejanos entre sí. Treinta poetas que, en principio, nada, ni ideológica ni geográficamente, deberían tener en común. Me refiero al poema Prohibido fijar carteles. Un título que parece tener alas para volar, de continente a continente, en nombre de la poesía.

Pero este curioso, original proyecto de antología poética, esa idea de reunir poetas de distintos países de Europa y de las dos Américas sin que nada, en principio (excepto el hecho de escribir poemas) los/las una, obedece también a una segunda premisa muy importante que acaba de fundamentar el proyecto: la que recoge un verso de otro gran poeta, el venezolano Eugenio Montejo: “Pertenecemos más a nuestra época que a nuestro país”. Es decir, no solo perteneces al lugar en que naces, pertenecemos a una época, a un tiempo, a una historia.

Quizá, o sin duda, deberíamos insistir algo más en esta evidencia: la poesía es una forma – histórica– de vida, no es una esencia que se ha ido prolongando desde Homero hasta hoy, por así decirlo. Es una manera de pensar y de construir en el poema nuestro pensamiento y nuestro ser desde el momento histórico en que se vive. De ahí la plena validez y la originalidad, ya señalada, de este proyecto y de la idea que lo promueve.

El lector encontrará aquí a treinta poetas con su diferente mirada, su vida. Cada cual con su particular voz, su lucha, su soledad. Su manera de buscarse, de perseguir otro mundo, conscientes de que el que vivimos nos pide otra vuelta de tuerca: abriendo, pues, los caminos que lleven a otro tiempo, otra historia que podamos llamar nuestra.

Ángeles Mora

Eduardo Milán (Uruguay/México)

Por qué amo tu locura

¿Por qué amo tu locura,tu desparpajo, tu faltade reloj y tus atajoscuando estoy prácticamente a puntode caer de cabeza en el abismo?O sea en ti. Pero no sóloeso: hay mucho más de ti que quieroy no revelo. Esa lámparaque enciendes en el fondo.

estaba un enero a los 14 años en la estancia de mi padre en Tres Crucestierra límite entre Tacuarembó y Salto

tenía un garrafón de agua, una guadaña para cortar la yerba mala extendida

un perro, un caballo, todo el sol de la mañana a pique, soñaba

ahora que no estoy allí recuerdo la estancia de mi padre

el garrafón de agua, la guadaña, la extendida yerba mala

el perro, el caballo, todo el sol de la mañana, ya no sueño

sueño con soñar lo que soñaba –todo junto–

ese enero en el campo con el sol a pique

que So-shu soñó

salvo en mí

no está mi padre

Se agita el corazón como si fueraun órgano exterior clavado dentro.Felices los niños que no saben lo que tienena ciencia cierta –sí lo que no tienen, por arte de magia.Tristeza es descubrirse el corazón.

Todo está ligado

A Eduardo Vásquez

Todo está ligadocomo para separar el pájarodel aire y condenar al airecomo irrespirable. Todo estáligado: toda la ciudad es un templo–se refiere José a Sarajevo–, no sólolas iglesias. Rosas llaman a los cráteresdonde estallaron granadas.¿La llamada frivolidad, los tacones altosde la adolescente, tan criticados por mícomo vanos en la adolescente que no veíala bomba, el hambre, Sarajevo? Son los distintostiempos, lo que aquí se hace pero no resuelveotro tiempo, lo que en otro tiempo se hacepero no resuelve aquí. De oeste a este,de norte a sur: el que decide no estáen el perfume que quieres, el que decideel bombazo quiere estar en Dios.Y la bomba es demasiado física, demasiada materiacondensada, tantocomo para estallar: el bombazo como nostalgiade la explosión original, un deseode retroceder a un pequeño dios autorizado o de que,más adelante en el tiempo,llueva llanto.

Mario Montalbetti (Perú)

Disculpe ¿es aquí la tabaquería?

Nadie dice todo. Nadie dice nada. Lo deseable es decir poquísimo.Callar no es más radical.Callar es como raparse la cabeza: el pelo vuelve a crecer.Pero decir poquísimo, decir lo mínimo que uno puede decir,eso es lo que nos permite decir algo.

Dónde está mi mujer, mi mujer

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?

En qué distante lugar del mundo?

Sobre qué valles navega ahora

con su temible orgullo?

Con qué hombres se acuesta?

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?

Ella mira las nubes con sus

redondos ojos tristes

ella dice parecen árboles y ella

no sabe nada de árboles.

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?

Dónde está con sus brazos largos

y el jabón blanco que usa?

Ella escucha los sonidos de las estrellas con sus

redondas orejas tristes

ella dice parecen cerezas y ella

no sabe nada de cerezas.

Dónde está con su memoria fresca?

Dónde está bajo los nogales que no hacen sombra

esparciendo su vientre matinal sobre la hierba?

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?

Ella besa los labios con sus

redondos labios tristes

ella dice parecen paraísos perdidos y ella

tan débil como el sol

no sabe nada del sol.

Y no sabe nada del mar y ella

no sabe nada del viento.

Ella acaricia los cuerpos con sus

redondas manos tristes

ella dice parecen columnas de arena y ella

tan tierna como la luna

no sabe nada de la luna.

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?

Dónde está la brisa que deshilvana sus pestañas?

Dónde está el patio en el que lava

el pequeño acuario?

Dónde están los coches sin lluvia?

Ella muerde los cuellos con sus

redondos dientes tristes

ella dice parecen huracanes invisibles y ella

no sabe nada de huracanes

pero ella

puede ir al mercado

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?

Ella pasa por alto los tomates verdes y

las lechugas y entones pienso

que no cenaré una abundante ensalada.

Ella rodea los altos picos de las botellas

del vino y los blancos armarios refrigerados

que almacenan los hongos y entonces pienso

que no hablaré de duendes

ni de bosques y yo

no sé nada de bosques.

Dónde está con su transparente danza?

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?

Ella esquiva a la señora que vende flores

a la salida del mercado y entonces pienso

que la botánica no es un gran tema y

que tal vez la historia de mi primer viaje en bote

la entusiasme por decimocuarta vez.

Dónde está mi mujer, mi mujer

la mujer que más amé?