Oasis, no hacer - Eduardo Milán - E-Book

Oasis, no hacer E-Book

Eduardo Milán

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Beschreibung

Oasis, no hacer es una obra poética que recorre acantilados y callejones de la memoria de América Latina. Con este andar, los versos se convierten en revolución, en denuncia y en un constante anticiparse a la realidad que busca salir del desierto, de la desolación, para caer en un refugio a los contratiempos de la vida. La poesía de Eduardo Milán se convierte en este libro en un diálogo con el lector para reflexionar la actualidad latinoamericana a partir del devenir histórico muchas veces presente en cada texto.

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OASIS, NO HACER

Oasis, no hacer

EDUARDO MILÁN

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

Primera edición, 2016 Primera edición electrónica, 2016

Diseño de colección: León Muñoz Santini

Fotografía de portada: Léon Muñoz

D. R. © 2016, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México

Comentarios:[email protected] Tel. (55) 5227-4672

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

ISBN 978-607-16-4622-4 (ePub)

Hecho en México - Made in Mexico

 

A Gabriela,Leonora,Andrésy Alejandro

 

A Nicolás Alberte,Nicolás Cabral,Luis Felipe Fabre,Edmundo Garrido,Josu Landa,Antonio Ochoay Hernán Bravo Varela

SUMARIO

Arte no encaja, estética deserta

Eones que no te veo

Hipnosis de no sé qué himno

Incomún como cerca que incomunica

Índice de primeros versos

Arte no encaja, estética deserta

 

 

A LO ESENCIAL se lo van cargando

oigo ruidos raros de noche

voces que van de una caja a otra caja sin ver más

la noche igual que esos inviernos donde nada se oye

—no que nada se ve: que nada se oye—

salvo el frío que silencia lo que sigue al tiro seco

solo se vive lo elemental

a media máquina o menos

arranque intermitente en busca de algo que comer

comer, la intermitencia segura

 

 

A LO NUEVO uno va medio desnudo

el pasado viene solo

viene una noche de las de hoy en día

viene de noche sorteando situaciones graves

ese bulto bajo la luna

gotas gruesas, lloverá

viene de noche sorteando luz de neón

una lotería por ahí solo

elige de las que se viven la pesada, la densa

viene de noche de punta en blanco

huele de noche, flor: recuerda que amaste

huele de noche, flor: recuerda que perdiste

huele de noche ahora, antes jazmín

felicidad drenada por el tiempo

teamos de Córdoba

viene aproximado, no igual

esa aura de ángel de Wall Street no estaba allí

humana reorientación, de ahí el pasado

no se sale del sentido así como así

de ahí que viene de noche

 

 

ATENCIÓN, los dominantes

no dejan que se acerque nadie

dóberman al paso de un intento

ah caninos incisivos

por sus bienes, no por su bondad

bien que atenta contra sus raíces

las raíces que hunden su diente hondo

él se traba con un tronco de otro sedimento

atento al reacomodo del temblor

—lo que pasa en Palenque ante la tumba

no pasa fuera de lo que vio el maya

territorios oscurecidos de su prevención

“vendrá”, “caerá”, “un baño”, “el llanto”—

poco que hacer sobre esta tierra

quemado un macho cabrío canta toda la noche

mucho para mejorarla

trata con la mojarra del río

 

 

COSAS nuevas sueltas al mundo

cosas sueltas, dejadas

del modo en que se deja un poema sin glamur

el murmullo contra obra y un destello contra roca

sin ganas de seguirlo a la montaña

subir por el camino al pico alto

detrás, poco antes del abismo que sustrae la cara

hay un nicho a cielo abierto

hay un nicho para parada de águila

una gasolinera dos mil metros abajo sobre la ruta

ahí no hay nada, justo ahí

en el sitio viejo de los deshuesados, nada

unos poemas van por su justicia

negada abajo junto a una gasolinera

carros más pasan, carros menos

unos tráileres de frontera menos unos trenes

de frontera

allá arriba mueren los abandonados

al mundo le caen cosas cuando antes le crecían

unos cincuenta años atrás crecían cintas

alrededor del pelo de muchachas hechas

cintas donde ahora caen guirnaldas de noche

espera contra el desapego

guiños contra lo que suelta el ojo al despertar cansado

legañas en su tinta, no hay legado

 

 

COSAS por doquier

entre adoquines, por encima del suelo

se podría apostar que hasta en el cielo azul

flamante cielo azul sin cosas, celeste liso

tormenta, cielo gris torvo, oculta cosa

interior, la experiencia sin cosas, interior

intangible, niño

aquí no hay nada que tocar, ve con tu madre

sin la instantánea del flash de la luz cosa, su flesh

—carne de luz—

empiezan cosas, siguen americanas

en este sentido

hay manzanas

llegaron hasta aquí

siguen las manzanas americanas por la misma

autopista

de la vida, allí van los vagabundos (bums)

 

 

DÍAS de horizonte violeta

el haikú se vino aproximando

deja mucho espacio libre alrededor, cierto

temor al vértigo, vacío del no-alba

viene a romper con un tipo de rima ordena-todo

rimas que se expanden por perfume

rosas que ocupan muertas su lugar

se fije o no, hay que saber que no hay lo que parece

haber

un grano de arena en la palma

un grano de mostaza en el plato

un grano de alegría en el tazón del tedio a un rizoma

la gente prefiere eso a todo riesgo

aún al de enamorarse, irse por las ramas

casi no está escrito, montoncito

se diría en la arena con el dedo

mesías de los poemas

tamaño niño

haikú

—algo cava ahí—

claro que en Oriente no hay mesías

salvo el sol, el de la luz

 

 

EL ESPECTÁCULO que abría

no este espectáculo que cierra

todo termina aquí

cerrada la salida, un roble que no cede

flujos de libido que un pulpo liba sin mar

sin mar pero sin la flor de Líbano, mujer bella

tubo de succión por donde pasan las almas

las dañadas y las demás, las menos, las del comienzo

sin espectáculo, la finalidad en sí misma

sin espectáculo, nada más que eso

sin espectáculo, lo que no trasciende el acto

sin más finalidad que el foco

luz que no drena

el espectáculo la finalidad

aquellos griegos demolían el alma a golpe de héroe

héroe, el que no tiene opción

fatal de héroe que le duele al otro, héroe sólo ahí

él sale de ahí con el alma recién bañada

la tierra absorbe el charco de veneno debajo

del lamento

mañana —de veras— será otro día

 

 

EL MIEDO no es a que te saquen lo que tienes

miedo a que te envenenen con un roce

eso, la memoria de la rosa cuando el pétalo está vivo

la memoria a punto de extinguirse

el pétalo sólo una cara de la gota

—punto de extinción, suspiro

si se toma en cuenta la muerte de la estrella

inmemorial, no se llega allí con el pensamiento

al millón del mexicano rico no se llega con

el pensamiento

sin el pensamiento menos—

pasa por la piel, por los poros despiertos, erizados

miedo a ser atraídos no por él, por lo que lo atrae

a él

vacío aquí que allá promete llenos

cosa de dar vuelta la cabeza arriba, oír con

el izquierdo

oír mar del caracol también con el izquierdo

no hay derecho vivo atento al cielo

¿pero acaso tú también no te quieres ir?

huele mal cerca

el viento suma olores de quema no muy lejos

 

 

EL MUNDO se mueve

obvio, un huevo se mueve

un animal tan bello se mueve

un animal de sin embargo tan bello

se mueve, se mueve —mira su lomo herido

una parte, no toda, la de arriba no cicatriza

donde adquiere sentido adquiere realidad el erizo

la de arriba, una herida abierta en la que beben recién

venidos

ellos vienen de andar la aridez de plantas, de ojos

la cuenca alrededor, sequía de una tierra de hojarasca

cuando se vuelve cáscara la piel de la cara la mirada

cruje

cuenca violeta cuando el desierto tiene un hambre

fija

hace años no sé si se movía

—quien podía haberlo sabido, el testaferro que vivía

allí no dijo nada

la fiesta alrededor de la mesa, el baile alrededor

de la mesa

una fiesta ebria la de los contagiados por la peste

del siempre sí

ebria no de esa fiebre que conduce al delirio donde

el hipocampo

no ese saxo

una fiesta de lo posible, ebria de borracha—

era el principado de la aceptación

sustituido el espíritu material

ahí comienza la pérdida de lo conquistado

—no sólo América, también las ocho horas—

esos cristales que te imaginan a ti

obreros vueltos príncipes del reflejo

todos trovadores de una Aquitania de frasco

fiasco, quise decir

en Nueva York dicen a fiasco con esa cosa cool

dentro de Nueva York

afuera de Nueva York el ruido de los tambores

saludos de abajo de la tierra

 

 

EL TIEMPO repara el error

el tiempo reducido a reparador de error

no sé si repara errores de tordo

errores cometidos por los tordos, por los cardenales

petirrojos, calandrias, cuervos, mirlos

no sé si esa gente comete errores

comen fruta, comen lombriz

—un aparador de ébano caoba al que Santa le pasaba

el paño

tiempo tirado al vacío

el tiempo, es lo que pasa, no puede levantarse

del abismo

echado a perder ya no repara nada

levantarse del vacío del tipo levantarse de un lázaro

levantarse del tipo levantarse de humillados

el motor del Volvo, eso se puede

en la esquina, abierto a mediodía

el mexicano tiene una mecánica que devuelve

a la infancia

 

 

ES DE VERSE como los bueyes pierden

el surco se acaba y ellos dan la vuelta

mirar como pierden porque así perdió Orfeo