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La situación de vida, por las vivencias recientes de la humanidad entera. Coincide con los cien años, de otros tantos recurrentes centenarios, de la última peste que azotó en el siglo que pasó. Todo esto me llevó a hacer sentir, el relato del sufrimiento de los distintos ciclos vividos. Similitud a la actual vivencia. Proceso repentino y desconocido, que ahora nos toca vivir. Me aboqué a estos pesares de este sufrimiento infernal que llenó de lágrimas a tantos hogares. La continuidad manipuladora de átomos nucleares, químicas y otras tantas existentes aún desconocidas, nos hacen observar y describir a situaciones de vida, trágicamente vividas. Volcar en estos escritos el dolor sentido en esos tiempos que lo indemne fue desconocido, con sus dolores guardados y recordados desde el tiempo vivido, los cuales motivaron escritos en la quietud del silencio viral invisible. Intercalando y tratando de brindar un aliciente positivo. Recordé muy alegremente en forma anecdótica a personajes que marcaron lucidez, que fueron un regalo para nuestras vidas. Aggiornando este texto con la naturaleza viva, con matices de la belleza que nos brinda el panorama visual de nuestra aún eterna tierra. Afectos y anécdotas personales, recordadas con alegría, hacen que la generalidad de la obra, tengan sus escritos muy puntuales: El sufrimiento de la humanidad toda, con sus pérdidas irrecuperables. Que aún así la belleza de la vida merece ser vivida. Introducir, dentro de esta tragedia, anécdotas de personajes sobresalientes que brillaron en colores, que nos brindan cada tanto la vida. Resaltando que existe un futuro esperanzador. Con ese sol brillante del mañana. Entonando en algún momento tal vez, no muy tarde, todos juntos, aquella famosa cantata que marcó los años setenta. "Deja que entre el sol".
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Seitenzahl: 85
Veröffentlichungsjahr: 2022
CÉSAR AUGUSTO PIRES TORRES
Pires Torres, César Augusto Rugir de tiempos invisibles : en prosas y relatos / César Augusto Pires Torres. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2022.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-3253-4
1. Prosas 2. Relatos. I. Título. CDD A861
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
A mis amigos, los hermanos de la vida.Especialmente a Claudio Roberto Vanni, por el apoyo y su dedicación en sus correcciones, de distintas índoles, por su paciencia muy valorada por mi persona.
Cuando todavía el primer libro no ha cesado de sorprendernos y de imbuirnos de un espíritu de profundización y reflexión sobre nuestras propias vivencias y sus entornos; cuando aún persisten y se renuevan las voces de reconocimiento sobre la calidad y los valores relevantes de su primera obra, el autor nos presenta un segundo libro.
Esta nueva obra impregnada de su espíritu y de su templanza nos va envolviendo, desde el principio, en ocasiones disruptivamente pero de forma paulatina, para continuar férreamente a lo largo de cada uno de sus poemas y relatos.
Resulta difícil no conmoverse, no sentirse abducido frente a esta pléyade de frases, palabras, ideas, esquemas y estructuras que, volcadas en forma sorprendente, llevan a espacios etéreos, a escenarios casi fantásticos que invaden nuestras realidades.
Las razones están ahí, en lo que el autor ha querido expresar en el papel, lo que se constituye en el medio para llevarnos a veces lenta, otras rápidamente y sin apenas darnos cuenta, pero siempre en forma acertada y contundente a lugares diferentes, a ámbitos profundos, infinitos y versátiles donde asistimos, en tanto que lectores ávidos e impacientes, a nuestra desestabilización sensorial en un particular contexto en el que las palabras que nos van atrapando, al mismo tiempo, se van abriendo permitiendo que nos inmiscuyamos en un ambiente distinto, de notable riqueza y de vibrante y atrayente energía.
La lectura, nos permite descubrir y descubrirnos en forma simultánea, en la cambiante magia de un universo que no es otro que aquel que el autor brinda para meternos por esos andariveles de la existencia, y todo con la brillante y cautivante vivacidad de sus palabras.
Nos embarca así, en un viaje que podría decirse casi iniciático, en donde no faltan los elementos cosmogónicos inmersos en una sinfonía en la que las sombras y los brillos interactúan permanentemente y develan y ocultan, sin orden aparente, alegrías y tristezas; grandezas y pequeñeces; engaños y pasiones; tiempos y espacios; amores y desamores; luces y oscuridades en un sinfín de imbricaciones que tienen su apogeo en la armonía que derrocha acertadamente cada poema con figuras, a veces, recurrentes pero siempre nuevas, siempre impactantes y reveladoras de una sinergia insospechada.
Se genera de esta forma un equilibrio eglógico imperfectivo de manera que los momentos son elásticos, el tiempo y el espacio se van integrando, y las pasiones desatadas se desvanecen reapareciendo, luego transformadas en otras realidades ofreciéndose como inmaculadas figuras fantasmales.
Con impetuosa deferencia y sin una declarada intención, nos abre puertas y ventanas diferenciadas para hacernos partícipes de sus experiencia, pero, simultáneamente, con refinada firmeza y cuidada sutileza nos va invitando a abrir las nuestras; las de nuestros sueños y recuerdos las de nuestras almas inquietas y esperanzadas.
Las llaves son hábilmente proporcionadas para que no solo el avezado lector emplee las más adecuadas a su imaginario y a sus vivencias; percatándose ciertamente de ello cuando, habiendo encontrado las que le corresponden, ha comenzado ya a desentrañar sus misterios y a desbrozar su camino individual, generándose un entorno de manifiesta empatía.
Es que la seductora y titánica lucha en la que el autor se aventura continuamente en cada frase expone el denodado deseo de compartir, de llegar a otros, de transportarlos por inexplorados caminos hacia tiempos y lugares; tiempos que no son tiempos, son devenires, son transcurrires existenciales que sorprenden y alientan a cada paso. Tampoco los lugares son lugares, sino utopías que se van construyendo y que llevan a territorios de la memoria y del espíritu que así se alimenta, se libera y se transforma en una interminable sucesión de realidades. El cúmulo de estímulos que poco a poco se va conformando, reafirma por otra parte en cada instante, su particular interés de valorizar, potenciar y celebrar el poder, la grandeza y la maravilla de la vida.
En un estilo despojado de formalismos nos hace llegar su impronta inconfundible, su sello personal de hondo contenido dramático que se sublima en decires eufónicos que, por momentos, parecen descomponerse e inmediatamente renacen con indecible e iterada fuerza sin causar pesadumbre.
Es fácil advertir que el ímpetu omnisciente de su escritura abreva en las fuentes profundas de la propia creatividad cuya ubérrima imaginación poética está fuertemente anclada en la realidad, que él traduce lúcidamente utilizando el poder de las palabras y sus dotes de explorador profundo de almas humanas y de sus percepciones sensoriales.
Sabiamente va creando con sus poemas y sus relatos un diáfano y tenue pero consistente velo que, extendiéndose en finos hilos origina una urdimbre que en ocasiones se torna misteriosa e insondable; a veces alumbra una trama de paisajes oníricos; otras, lugares inconmensurables de colinas fúlgidas y valles inaccesibles; pudiéndose adivinar aquí una violenta e imponente galerna que cede su paso a una suave brisa; allá un aquelarre de formas que trastocan los sentidos y más lejos el azabache impenetrable de la noche deviniendo en una luminosidad que turba la razón.
Pero iniciemos sin más preámbulos la lectura, nos esperan contextos novedosos y ucrónicos escenarios desbordantes de vigor y de dinamismo, en los que la savia del autor ha prestamente desplegado su retórica privilegiada para que disfrutemos una vez más de un mundo en donde la naturaleza y la humanidad, necesariamente interdependientes, se deslizan con resplandeciente estrépito en el aire vivo de nuestros espíritus expectantes.
Cette livre est comme le soleil brilliant en formant un arc-en-ciel après la pluie.
Après, tout à l’air diffèrent!
Pablo Sánchez
Soles brillantes,
que alumbran la vida
Soles del alma,
que irradian frescura.
Soles de horizontes,
que nos brindan paz,
anunciando
un nuevo día.
Soles de vida
que alumbran tu camino.
Soles calurosos,
que hacen vibrar
la existencia de la vida.
Soles,
de energía que lentamente
oscurecerán.
No habrá más soles.
No tendrás amaneceres.
Vendrán tiempos oscuros,
por el oscurecido, sol de vida.
Seres nefastos,
de riquezas inconmensurables,
dueños de esa oscuridad.
Mutarán sus noches,
generando cambios
en su tejido corporal.
Escamas salientes,
que dan la eterna noche oscura.
Lentitud dolorosa,
gritos estridentes,
por protrusiones nacientes.
Inexistencia
de la luz de vida.
Reinado de tinieblas,
creadas por la ambición
desmesurada,
múltiples cascos
de Oriente.
El gestante
será testigo,
como esa luz,
alguna vez creciente,
se apaga.
Tiempos de tiempos
es lo que pasarán,
luminoso, oscuro
persistente.
Universo,
con tinieblas frías
y brumas escabrosas,
quedarán.
Supremo de vida,
luz de vida,
con la fuerza
del Fénix renaciente.
Empezará
su aire a soplar.
Tenue luz nacida,
para que,
ese sol
vuelva a brillar.
Génesis
del hombre nuevo,
con su lección
aprendida.
Benevolencia,
que nos da,
el sol de vida.
Tendrás que venerar,
por ser la razón,
la existencia de vivencias.
(Para Pelusa)
La vida,
con sus juegos humanos,
honra la amistad
bien elegida de la
hidalguía de las vivencias.
Afectos sentidos,
inherentes
a la racionalidad
de encuentros.
En la soledad
de mi objetivo, emprendido
en esa juventud adolescente.
Sellada con recuerdos,
por una adopción simbólica
en mi lugar instalado.
Ciudad de las siete puntas,
de famosas leyendas acunadas.
Florecidos jacarandás
y fantasmagóricas
figuras callejeras.
Amistad
muy gentilmente
constituida.
Recuerdos del vals
de la capelina rosa.
Una noche inolvidable,
de juventud debutada.
Noches de plumas,
noches danzantes
de las Tres Marías,
encabezada por la rubia
de la leyenda de Copacabana.
Recuerdos alegres
y no siempre.
Donde se cumplía
mi objetivo alcanzado
y la hermosa
copa plateada perdida.
Aún no sabíamos
que recién empezaba
la historia de vivencias por vivir.
Recuerdos,
como mis eternos
cuentos de almejas,
que tan solo
fueron 50 años y más,
que pasaron.
Genuinamente unidos,
imposible de contarlos
en un escueto relato.
Reconocimiento
del afecto perenne,
nos unió una amistad
de siempre.
Amores son los que pasan,
amigos son los que quedan,
honor al reconocimiento
de un verdadero sentimiento humano.
Tiempos invisibles
muy temerosos,
diferentes años
que hoy nos tocan vivir.
A veces,
observamos el ayer,
vemos, que solo nos quedan
caminos de afectos
genuinos recorridos,
añoranzas, anécdotas,
que aún hoy,
laten como recién vividos.
Gracias Pelu,
por ese caminar del ayer,
y en este presente construir,
el bronce de la eternidad.
Un decoro de amistad
y de años jóvenes
que aún
nos quedan por vivir.
Afectos eternos
de recuerdos
que nunca
podrán ser olvidados.
Flores tristes
que anuncian
el tiempo gélido.
Flores de otoño,
con atisbo
de vida doliente.
Tréboles rosados
y amarillos alfombran
el parque.
Anunciando
un cambio de estación.
Coberturas verdes
añosas,
aún sonríen
ante el tibio sol.
Trébol otoñal
viviente, sonrojado
y floreciente,
ante la inminencia
del frío invernal.
Flores con vida,
que anuncian
tristeza.
Circunstancial despedida,
pronuncian,
volveré en primavera.
Entonces
empezarán
esas caricias
del inminente sueño.
Tiesos esqueletos
de ramas desnudas,
resguardándose,
en su profunda tierra,
donde dormirán
su sueño invernal.
Sol escondido,
de aquel brillar intenso.
Épocas
de arrullarse
ante el hogar ardiente.
Tiempos silenciosos,
de largas noches.
Observarás,
y sentirás
el sueño de tu parque,
que empezó a soñar
hasta un nuevo despertar.
(A mi amiga María Graciela †)
Misterioso paso de vida.
Transición desconocida,
acompañando con tu vestimenta
de expresión doliente.
Pesares
de las pérdidas
de afectos sentidos.
Luces de sombras oscuras,
que empezarán su envolvente trajinar,
solo escucharás el llanto
por la materia perdida.
Avances,
de sombras imaginarias,
hacen compañía a ese cuerpo tieso,
caliente y húmedo
de lágrimas brotadas.
Caminar lento,
del acompañamiento
a su morada final.
Pisadas silenciosas,
ruidos del sentimiento.
Lágrimas internas
de tu corazón sufriente.
Mortaja cubierta,
por un trozo soluble.
Depositarán,
la materia en su hueco final.
Primer tramo de tierra,