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"El Apóstol Pedro, más conocido como el Apóstol sanguíneo, fue el primero de los discípulos en hacer una confesión mesiánica del Señor Jesucristo, cuando le dijo: "Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mt. 16:16). En otras palabras le expresó: "Tu eres el Mesías y eres Hijo del Dios que vive". Y Jesús lo tuvo que alabar: "Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos" (Mt. 16:17). Pedro se parece a muchos de nosotros. En él nos retratamos en nuestras ligerezas, nuestras fallas, nuestras oportunidades; y sobre todo en el deseo de querer agradar a nuestro Señor Jesucristo. ¡Es todo un personaje en el colegio apostólico! Uno con el cual reímos y también lloramos."
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Veröffentlichungsjahr: 2020
SERMONES ACTUALES
SOBRE
PEDRO
Homilías sobre los Evangelios Sinópticos
Kittim Silva Bermúdez
Editorial CLIE
C/ Ferrocarril, 8
08232 VILADECAVALLS
(Barcelona) ESPAÑA
E-mail: [email protected]
http://www.clie.es
© 2019 por Kittim Silva Bermúdez
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447)».
© 2019 por Editorial CLIE
Sermones actuales sobre Pedro
ISBN: 978-84-17131-78-4
eISBN: 978-84-17131-79-1
Sermones
Sermones completos
RVDO. KITTIM SILVA BERMÚDEZB.A., M.P.S., D.HUM., D.D.
El reverendo Kittim Silva es fruto del Ministerio del Teen Challenge de Puerto Rico, lugar donde ingresó y se graduó en 1971. Graduado de la Teriama Health School, como Técnico de Laboratorio Médico (1973). También cursó estudios en el International Bible Institute, Inc. en la ciudad de Nueva York, donde se diplomó en Biblia y Teología (1974). Obtuvo del New York Theological Seminary un Certificado en Ministerio Cristiano (1976). Luego recibió un Bachillerato en Artes Liberales (B.A.) del College of New Rochelle con una concentración en Humanidades (1980). Posteriormente obtuvo una Maestría en Estudios Profesionales (M.P.S.) del New York Theological Seminary con una concentración en Ministerio (1982). La Universidad Nacional Evangélica (UNEV) de la República Dominicana le confirió el título “Profesor Honoris Causa en Teología” (1994), y Doctor “Honoris Causa En Humanidades” (1998). La Latin University of Theology (LUT) de California le otorgó un Doctor “Honoris Causa en Divinidades” (2001).
Durante años se ha desempeñado como Obispo del Concilio Internacional de Iglesias Pentecostales de Jesucristo, Inc. (C.IN.I.PE.JE.) Es cofundador de Radio Visión Cristiana Internacional (RVCI), donde ocupó el cargo de Presidente (1994-2001), y desde hace años sirve en la Junta de Directores. Desde el 2010 hasta el presente año ocupa el cargo de Vicepresidente de RVCI.
Desde el año 1998 es el vicepresidente y cofundador de la Coalición Latina de Ministros y Líderes Cristianos (CO.N.LA.MI.C.). Fue el fundador y primer moderador de la Confraternidad de Líderes Conciliares (CON.LI.CO.). Ha ministrado en cinco continentes y en 40 países. Cofundador y director de la Clínica Ministerial Internacional (CLI.M.I.). Es fundador de la Christian University of Human Development (C.U.O.H.DE.) y anfitrión del programa de televisión y radio “Retorno”.
Dedico este libro a personas significativas en mi vida:
Mi madre Georgina A. Bermúdez Sulivan,mujer de ejemplo y una campeona de fe.
Mi hermana la Dra. Myrtha Silva Bermúdez,mujer que se derrama al servicio de sus semejantes.
Mi esposa la Dra. Rosa M. Silva,mi costilla de hierro, una mujer de visión,y una emprendedora del reino.
Mi yerno y mi hija, los Pastores David y Janet(padres de mi nieto Josiah Kittim), ángeles sin alas.
Mi hija Aimee Rebeka, una apasionada en lo que hace,y quien nos asiste administrativamente.
_Índice
_Versiones de la Biblia empleadas en este libro
_Prólogo
SIMÓN PEDRO EN LOS EVANGELIOS. SU LLAMADO Y SU MISIÓN
_01.El llamado de Pedro (Mt. 4:18-20)
_02.La vocación de Pedro (Lc. 5:10)
_03.La suegra de Pedro (Mt. 8:14-15)
_04.El envío de Pedro (Mt. 10:2)
_05.La proeza de Pedro (Mt. 14:28)
_06.La confesión de Pedro (Mt. 16:16)
_07.La revelación a Pedro (Mt. 17:1-3)
_08.El estatero y Pedro (Mt. 17:24-27)
_09.La pregunta de Pedro (Mt. 18:21-23)
_10.La disuasión de Pedro (Lc. 9:51)
_11.El ruego por Pedro (Lc. 22:31-32)
_12.La preocupación de Pedro (Mt. 26:20-23)
_13.La negación de Pedro (Mt. 26:74-75)
_Versiones de la Bibliaempleadas en este libro
(A no ser que se indique de otra manera, en este libro empleo Versión Reina-Valera de (RV1960).
Traducción Latinoamericana (TL)
Nueva Versión Internacional (NVI)
Traducción En Lenguaje Actual (TLA)
Reina Valera de 1960 (RVR60)
Reina Valera de 1909 (RVR09)
Reina Valera Contemporánea (RVR)
Dios Habla Hoy (DHH)
Biblia Peshita (BP)
Biblia del Oso (BDO1573)
_Prólogo
Durante mucho tiempo desee predicar una serie de sermones biográficos sobre algún personaje del Nuevo Testamento. Esta serie sobre Simón Pedro es la respuesta. Este se suma a la colección de Sermones Actuales publicados por la Editorial CLIE, donde el reconocido autor Antonio Cruz comparte algunos de sus libros.
La elaboración de estos sermones sobre Simón Pedro, suponía una tarea complicada, ya que el relato del apóstol aparece siempre ligado a otros discípulos.
En el pasado he predicado sobre muchos personajes del Antiguo Testamento, pero predicar sobre un personaje del Nuevo Testamento resulta más complicado a la hora de presentar su perfil bíblico en prédicas, las secuencias de su vida y sus acciones. Enseñar es más fácil que predicar sobre un personaje, enseñando solo se presenta información, pero predicando se presenta información y se tiene que aplicar la información.
Por fin me decidí a intentar predicar sobre Simón Pedro en el año 2005, cuando comencé a elaborar las ideas, lo cual hago siempre un año antes de lanzarme a la arena homilética de la exposición. Ya han pasado trece años desde que expuse esta serie de sermones. Esta obra recoge esos sermones del pasado, ahora más pulidos y actualizados.
Unos 13 sermones han conformado esta serie, que al igual que otras anteriores y otras posteriores, han sido expuestas desde el púlpito de la Iglesia Pentecostal de Jesucristo de Queens (IPJQ). Ese es el auditorio que escucha primero las predicaciones. Desde ese púlpito hago teología y desarrollo los principios donde combino la presentación con la aplicación, y organizo las ideas homiléticamente. Soy maestro-predicador y predicador-maestro, ese binomio no se puede separar cuando expongo las Sagradas Escrituras. Soy de la academia y soy de la base, y eso me permite presentar y aplicar tomando en cuenta ambos grupos.
Simón Pedro es un personaje fascinante, interesante, que aparece siempre lleno de energía. En él vemos un carácter intrépido, ligero, determinado, un líder natural; alguien que sin demora estaba siempre presto a accionar.
Simón Pedro fue el primero de los discípulos en hacer una confesión mesiánica del Señor Jesucristo, cuando le dijo: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» (Mt. 16:16). En otras palabras le expresó al Maestro: «Tú eres el Mesías y eres Hijo del Dios que vive». Y Jesús le tuvo que alabar como dichoso: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos» (Mt. 16:17).
Simón Pedro es la persona que falló al Señor Jesucristo, habiéndolo negado tres veces, antes de que el gallo cantara dos veces, pero que también buscó el camino del arrepentimiento para el perdón. Él negó tres veces a su Maestro, pero el Maestro por tres veces le hizo confirmar su amor hacia Él.
Simón Pedro formó parte con Jacobo el Mayor y Juan, los hijos de Zebedeo, de ese anillo de amigos alrededor de nuestro Señor Jesucristo, nombrados en diferentes episodios del Maestro de la Galilea (Mt. 17:1; Mc. 5:37; 9:2; 13:3; 14:33; Lc. 8:51; 9:28).
Simón Pedro, como los primeros cuatro discípulos, se hizo receptor de tres llamamientos por parte del Rabino de la Galilea (Jn. 1:40; Jn. 2:2). Se unió a esos primeros seguidores de Jesús de Nazaret acompañándolo (Mt. 4:19; Mc. 1:17; Lc. 5:10). Y encabezó la nomenclatura de los Doce o Dódeka (Mt. 10:2; Mc. 3:14-16; Lc. 6:13-14).
Simón Pedro, en el día de Pentecostés, sobresale como un predicador de doctrina y de convicción. Ante miles de personas, proclamó a Jesús como el Mesías y, el resultado de su llamamiento es que unas tres mil personas se arrepintieron y se bautizaron. De esa manera la iglesia primitiva, que con Pedro comenzó como una iglesia judeocristiana, se inició. En su segundo mensaje unos cinco mil más se sumaron a la nómina de la iglesia.
Simón Pedro es también un hombre de familia. Aparece asociado a su hermano Andrés, siendo ambos de Betsaida (Jn. 1:44), una aldea muy cerca de Capernaum, al norte del lago de Genesaret. Las ruinas hoy día están distantes de la costa del mar de Galilea, pero en la época de Jesús este lago era de mayor tamaño y sus aguas llegaban hasta la costa de Betsaida (Mc. 6:45-47).
Simón Pedro y su hermano Andrés practicaban la pesca como «modus vivendi». También el relato de los evangelios sinópticos menciona a la suegra de Pedro. Esta vivía en Capernaum, lo que se supone era la casa de Simón Pedro, donde Jesús, al frecuentar por aquellos lugares, se hospedaba. Ella había estado enferma con fiebre y en una visita que le hizo Jesús la sanó milagrosamente.
Simón Pedro se perfila en el libro de los Hechos como uno de los dirigentes de la naciente Iglesia de Jerusalén, junto a Jacobo el hermano del Señor. Vemos a Simón Pedro haciendo elecciones para el substituto de Judas Iscariote, y así completar la Dódeka.
Simón Pedro es el instrumento utilizado por el Espíritu Santo para la conversión del centurión de Cesárea Marítima de nombre Cornelio. Allí, el Espíritu Santo cayó por primera vez sobre los gentiles, primicia de los mismos al cristianismo.
Simón Pedro se parece a muchos de nosotros. En él nos reflejamos con nuestras ligerezas, nuestras fallas, nuestras oportunidades y, sobre todo, con el deseo de querer agradar a nuestro Señor Jesucristo. ¡Es todo un personaje en el colegio apostólico! Uno con el cual reímos y también lloramos.
Simón Pedro es el discípulo que recibió muchos regaños por parte del Maestro. Esto nos recuerda a nosotros la manera precipitada en la que nos expresamos muchas veces. Somos iguales en muchas actitudes a Simón Pedro y, aún somos peores que este discípulo cabeza de la Dódeka.
Simón Pedro se retrata como impulsivo, ligero, líder, determinado, trabajador, decidido, expresivo, confrontador, comprometido, extrovertido, alegre, activo, cuestionador, amigable, sincero, quebrantado, intrépido, temerario, analizador, hablador, exagerado, impetuoso, emocional, defensor, agresivo, preguntón y extrovertido.
Es importante que el lector se fije en que muchas veces empleo los términos: mateíno para referirme a los escritos del evangelio de Mateo; lucanino para referirme a los escritos del evangelio de Lucas; marconiano para referirme a los escritos del evangelio de Marcos. Términos como veterotestamentario o veterotestamentaria es para referirme al Antiguo Testamento, y neotestamentario o neotestamentaria para referirme al Nuevo Testamento.
Sin más, le invito a recorrer juntos esta serie de homilías sobre Simón Pedro; sé que le habrán de bendecir así como han bendecido a aquellos que los escucharon y me vieron predicándolos, y yo, aunque era el expositor, fui altamente bendecido. Disfruté cada oportunidad del púlpito de la IPJQ para proclamar las Buenas Nuevas del reino de Jesucristo.
Obispo Kittim Silva BermúdezQueens, New York
Simón Pedro en losEvangelios. Su llamadoy su misión
01
El llamado de Pedro
Mateo 4:18-20, RVR1960
«Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar, porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron».
Introducción
Según el relato mateíno, los hermanos Simón Pedro y Andrés son los dos primeros discípulos en ser llamados (Mt. 4:12-17). Al momento de su llamado «echaban la red» (Mt. 4:18) y «eran pescadores» (Mt. 4:18), y Jesús los invitó a seguirlo (Mt. 4:19) y ellos pusieron de lado «las redes» (Mt.4:20); y su nueva vocación comienza con las palabras, «le siguieron» (Mt.4:20).
1. La visión de Jesús
«Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar, porque eran pescadores» (Mt. 4:18).
Jesús inició su ministerio en Capernaum, en la conocida como «la región de Zabulón y de Neftalí» (Mt. 4:13). Capernaum en la época de Jesús era una «ciudad marítima» de la Palestina (Mt. 4:13). El negocio de la pesca y la venta de pescados era su más fuerte economía. La pesca era también fuente de ingreso en los alrededores de ciudades como: Magdala significa «torre», Capernaum significa «aldea de Nahum» y Betsaida significa «casa de pesca» o «casa del pez». En estas aldeas se trabajaba en la agricultura y en la pesca.
1. Magdala: El Nuevo Testamento hace referencia directa a Magdala: «Entonces, despedida la gente, entró en la barca, y vino a la región de Magdala» (Mt. 15:39). Es probable que Jesús, desde la región de los gadarenos, cruzara luego en la barca hasta el puerto de Magdala, donde tuvo el encuentro con Jairo y la mujer del flujo de sangre. Aunque pudo haber sido que regresara al puerto de Capernaum.
«Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud, y él estaba junto al mar. Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo, y luego que le vio, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando, ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá» (Mc. 5:21-23).
Jesús de Nazaret se presenta enseñando y predicando en varias sinagogas de la Galilea:
«Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» (Mt. 4:23).
«Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios» (Mc. 1:39).
«Vino a Nazaret, donde se había criado, y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer» (Lc. 4:16).
«Y predicaba en las sinagogas de Galilea» (Lc. 4:44). «Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum» (Jn. 6:59).
En Magdala se ha descubierto la Sinagoga de Migdal, la más antigua de la Galilea. María Magdalena, cuyo apellido es una transliteración del griego Magdalené (Mαγδαληνή), significa de Magdala o Migdal, el gentilicio es Magdalena. Ella era oriunda de allí y los evangelios la mencionan.
«También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén» (Mc. 15:40-41).
«Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol» (Mc. 16:1-2).
«Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Y yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron» (Mc. 16:9-11).
El Duc In Altum o «Boga Mar Adentro» (Lc. 5:4) es un hermoso santuario levantado sobre las ruinas arqueológicas de Magdala o Migdal. Tiene un atrio octagonal con ocho columnas recordando las mujeres identificadas con el ministerio de Jesús de Nazaret: María Magdalena (Lc. 8:2); Susana y Juana, la esposa de Cusa (Lc. 8:3); María y Marta (Lc. 10:38); Salomé, madre de Jacobo y Juan, esposa de Zebedeo (Mt. 20:20); la suegra de Simón Pedro (Mt. 8:15); María esposa de Cleofás (Jn. 19:25). Otras muchas mujeres (Mc. 15:41).
Una columna sin nombre es para cada mujer de fe de la historia y del mundo. Para esas mujeres del pasado y del presente cuyos actos heroicos de fe, dan testimonio del gran amor que sienten hacia el Amado Salvador y el corazón de servicio que expresan por la Iglesia.
En ese atrio hay cuatro capillas con murales en mosaicos de escenas de Jesús de Nazaret:
(1) Capilla «Andando Sobre Las Aguas». Jesús Rescatando a Simón Pedro del mar (Mt. 14:29-31).
(2) Capilla «Pescadores de Hombres». El llamado a Simón Pedro y a Andrés (Mt. 4:18-20).
(3) Capilla «María Magdalena». Después que Jesús la liberó de los demonios (Lc. 8:1-2).
(4) Capilla «Hija de Jairo». Jesús resucitando a la única mujer en su ministerio (Mc. 5:41-42).
En el santuario hay doce columnas con pinturas de los Doce Apóstoles cada uno con los símbolos que los identifican. El altar posee la forma de una barca del tiempo de Jesús de Nazaret, con el mástil en forma de cruz, y un cristal amplio que deja ver el mar de Galilea.
Y una capilla subterránea ecuménica o interconfesional llamada del «Encuentro» con una calle de piedras arqueológicas encontradas en el mercado de la localidad en la época de Jesús; el pintor chileno Daniel Cariola, un artista chileno, creo una pintura al óleo con diferentes pies en sandalias de la multitud, los apóstoles y las de Jesús de Nazaret. La mujer del flujo de sangre, tiene su brazo izquierdo o zurdo extendido y el dedo tocando el manto o talit de oración del Señor.
El Duc In Altum es uno de mis lugares favoritos de los santuarios de los Evangelios en la Galilea. La enfermedad de aquella mujer se encontró con el Sanador.
«Jesús fue con él, y toda la gente lo siguió, apretujada a su alrededor. Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua. Había sufrido mucho con varios médicos y, a lo largo de los años, había gastado todo lo que tenía para poder pagarles, pero nunca mejoró. De hecho, se puso peor. Ella había oído de Jesús, así que se le acercó por detrás entre la multitud y tocó su túnica. Pues pensó: ‘Si tan solo tocase su túnica, quedaré sana’. Al instante, la hemorragia se detuvo, y ella pudo sentir en su cuerpo que había sido sanada de su terrible condición» (Mc. 5:24-29, NTV).
2. Capernaum: Parte de la ventaja económica de Capernaum (el hebreo lee Kfar Nahum) era que por allí atravesaba una carretera principal, conocida como la Via Maris y que conducía de Palestina a Siria, al Líbano y a Persia. Se le conoció también como el Camino de los Filisteos.
Isaías 9:1 menciona ese Camino del Mar o Via Maris: «Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles».
Los que hemos visitado Capernaum vemos descubrimientos arqueológicos que ilustran la importancia de esta ciudad galilea norteña. La presencia de las hordas romanas, la marcha de caravanas civiles y su centro religioso que era la sinagoga, frecuentada por Jesús de Nazaret, le daban a la misma un toque distintivo.
En Capernaum, a orillas del lago de Tiberias, y al norte del mismo, Jesús de Nazaret tuvo una visión, en aquella encrucijada de caminos, en la que distinguió a dos hermanos entre muchos pescadores, que respondían a los nombres de Simón Pedro y de Andrés, siendo mayor el primero.
3. Betsaida: Ciudad original de Simón Pedro y Andrés, aunque ellos residían en Capernaum. El discípulo Felipe era de Betsaida también. La misma se asocia con el ministerio de Jesús de Nazaret. Las ruinas de Betsaida fueron descubiertas hace 30 años por el Dr. Rami Arav. En el 2018, el Dr. Arav con un grupo de 20 arqueólogos descubrió la puerta principal de Betsaida, monedas de oro, jarros y llaves de casas. Prueba de un templo romano construido por Herodes Felipe fueron descubiertas.
«Vino luego a Betsaida y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea, y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero veo que andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase, y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea» (Mc. 8:22-26).
«Enseguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, en tanto que él despedía a la multitud. Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar, y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra» (Mc. 6:45-47).