Sexualidad, cuerpos y perspectiva de género en la formación docente - Patricia Talani Zuvela - E-Book

Sexualidad, cuerpos y perspectiva de género en la formación docente E-Book

Patricia Talani Zuvela

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Beschreibung

Este texto recupera, narra y analiza las experiencias pedagógicas transitadas en la formación docente, en relación con la implementación de espacios de educación sexual integral, desde una mirada de género e interseccional, retomando discursos estudiantiles que emergen en y de estas experiencias. Además, profundiza reflexiones teóricas en torno a algunas categorías imprescindibles de la ESI: géneros, sexualidad, cuerpos y afectividad, entre otras.   "Invito a leer y estudiar este libro de Patricia y Marina, de manera individual y, por qué no, en grupos de colegas. Porque la ESI como proyecto de justicia social e igualdad con enfoque de género está en marcha en una escritura colectiva. ¡Y todxs hacemos falta! A partir de una panorámica teórica actualizada y exhaustiva, despliegan el análisis de diversas prácticas desarrolladas con estudiantes del profesorado, poniendo el foco en la experiencia educativa y social transformada en saberes que se tejen con otros en cada instancia de la institución formadora. La elección de este foco es más que relevante. Junto con lxs autorxs de mayor excelencia en el campo, las autoras trabajan con la hipótesis de que la formación docente en sí también es un campo complejo" (Del Prólogo de Graciela Morgade).

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Patricia Talani Zuvela y Marina Copolechio Morand

Sexualidad, cuerpos y perspectiva de género en la formación docente

Reflexiones teóricas y experiencias pedagógicas de ESI

Patricia Talani Zuvela

Sexualidad, cuerpos y perspectiva de género en la formación docente : reflexiones teóricas y experiencias pedagógicas de ESI / Patricia Talani Zuvela ; Marina Copolechio Morand. - 1ª ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Novedades Educativas, 2023.

(Universidad / 28)

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-538-956-4

1. Formación Docente. 2. Educación Sexual Integral. 3. Estudios de Género. I. Copolechio Morand, Marina. II. Título.

CDD 371.714

Colección Universidad

Coordinación editorial: Daniel Kaplan

Revisión pedagógica: Ada Kopitowski

Corrección de estilo: Liliana Szwarcer

Diseño de cubierta: Pablo Gastón Taborda

Diagramación: Patricia Leguizamón

Ilustración de cubierta: https://es.123rf.com/

Los editores adhieren al enfoque que sostiene la necesidad de revisar y ajustar el lenguaje para evitar un uso sexista que invisibiliza tanto a las mujeres como a otros géneros. No obstante, a los fines de hacer más amable la lectura, dejan constancia de que, hasta encontrar una forma más satisfactoria, utilizarán el masculino para los plurales y para generalizar profesiones y ocupaciones, así como en todo otro caso que el texto lo requiera.

Las referencias digitales de las citas bibliográficas se encuentran vigentes al momento de la publicación del libro. La editorial no se responsabiliza por los eventuales cambios producidos con posterioridad por los responsables de los respectivos sitios y plataformas.

1º edición, abril de 2023

Edición en formato digital: mayo de 2023

Noveduc libros

© del Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico S.R.L.

Av. Corrientes 4345 (C1195AAC) Buenos Aires - Argentina Tel.: (54 11) 5278-2200

E-mail: [email protected]

ISBN 978-987-538-956-4

Conversión a formato digital: Numerikes

PATRICIATALANIZUVELA es profesora (UNL) y licenciada en Historia (UNCo). Se desempeña en la actualidad como docente de la cátedra Historia de la educación y del Seminario “La ESI desde la perspectiva de género” en la Universidad Nacional del Comahue, e integra la comisión de Género. Se ha desempeñado como profesora titular de nivel secundario y de educación superior en el IFDC Bariloche en el área de Cs. Sociales así como ha coordinado el Profesorado de Educación Primaria. Ha coordinado seminarios de formación inicial y permanente sobre sexualidad, género y enseñanza de la ESI. Dirige la investigación educativa “La perspectiva de género en la formación docente inicial IFDC Bariloche (2016/2021)”. Integra el Programa institucional de género del IFDC Bariloche (PIG). Cursa el doctorado en Historia (Unco). Su tesis doctoral se titula: “Formación docente, prácticas pedagógicas y discursos estudiantiles desde una perspectiva de género en el IFDCB. Entre el terrorismo de estado al devenir democrático (1976/2020)”.

MARINA COPOLECHIO MORAND es licenciada en Ciencia Política (UBA) y Magister en Ciencias Sociales y Humanidades (UNQUI). Es profesora titular en el Instituto de Formación Docente de San Carlos de Bariloche, Río Negro, Argentina y profesora adjunta en la Universidad Nacional del Comahue, sede Bariloche. Se desempeña como docente formadora de docentes desde hace más de 15 años en el área de las ciencias sociales y en el campo de la ESI en los profesorados de educación especial, educación primaria y educación física. Integra el Programa institucional de género del IFDC Bariloche (PIG). Ha coordinado y coordina espacios de formación permanente en temáticas vinculadas a este libro. Actualmente es directora del proyecto de investigación “Experiencias de enseñanza y de aprendizaje de la ESI (Educación Sexual Integral) en escuelas especiales de la provincia de Río Negro, Argentina. La perspectiva de docentes y de estudiantes con discapacidad intelectual”, seleccionado por el Instituto Nacional de Formación Docente y con sede en el Instituto de Formación Docente Bariloche (2022-2023).

Índice

CubiertaPortadaCréditosSobre las autorasAgradecimientosPrólogo de Graciela MorgadePresentaciónCapítulo 1.Educación sexual en Argentina: un campo de disputas políticas y desafíos pedagógicosLa educación sexual tiene su historiaLa ESI, una ley joven y transgresoraBalance y reflexiones acerca de la implementación de la ESICapítulo 2. La ESI y la formación docenteLos sentidos de la ESI en la formación de docentesEl caso de la provincia de Río Negro: diálogos entre los diseños curriculares y las voces de les docentes de ESIReflexiones para seguir construyendo la ESI en la formación docenteCapítulo 3. Sexualidad y enseñanza. Representaciones y discursos estudiantiles en la formación docente para andar y desandar saberesSexualidad y subjetivación: un camino personal y políticoRepresentaciones sociales acerca de la sexualidad y su enseñanzaDiscursos acerca de sexualidad en la formación docente¿De qué hablamos cuando hablamos de sexualidad?Hablar de sexualidad desde una perspectiva pedagógica críticaDesandar representaciones y discursos de sexualidad en la formación docenteCapítulo 4. Los cuerpos en la formación docente. Territorios en pugnaLa categoría de cuerpos, en debateAportes de la teoría queer y la teoría cripReflexiones desde una biología crítica con perspectiva de géneroLos cuerpos como territorios en contexto temporal y social“El Siluetazo”: una experiencia didáctica para repensar los cuerpos en la formación docenteDesafíos en la enseñanza acerca de los cuerpos en la formación docenteCapítulo 5. Enseñar con y desde la perspectiva de género en la formación docente: experiencias y desafíos¿De qué hablamos cuando hablamos de género? Una categoría que incomodaDel género a la perspectiva de género en educaciónMitos acerca del significado de la perspectiva de géneroExperiencias desde y con perspectiva de género en la formación docenteLa transversalización de la perspectiva de género en la formación docente como caminoCapítulo 6. La pedagogía de la afectividad, un desafío en clave de derechos humanosLas emociones y los afectos. Un escenario teórico en disputa¿Educación emocional vs. pedagogía de la afectividad?Valorar la afectividad: un eje desafiante de la ESILa enseñanza de la ESI desde una pedagogía de la afectividadRecorridos de la formación docente desde una pedagogía de la afectividadCapítulo 7. Revisitar la ESI en la formación docente: un horizonte necesarioPersistencias y transformaciones de la ESI en la formación docentePropuestas y desafíos para revisitar la ESI en la formación docenteReferencias bibliográficas

Agradecemos a nuestros compañeros de la vida e hijes, porque les amamos.

A todas las mujeres que comparten sus sentires en las imprescindibles rondas de Juntadas.

Al estudiantado del Instituto de Formación Docente Continua de Bariloche, por compartir y construir este puñado de saberes acerca de la sexualidad, los cuerpos y la ESI.

Y, en especial, agradecemos a Graciela Morgade por habernos leído y haber escrito el prólogo de este libro, que nos emociona y nos compromete a seguir militando la ESI desde una perspectiva de género con enfoque interseccional.

Prólogo

La Educación Sexual Integral es una política emblemática en términos de su lograda articulación entre las luchas sociales de los movimientos feministas y de la diversidad sexogenérica, por una parte, y el ejercicio del poder de la política formal, que logró condensar esas luchas en un texto (una ley, en esta ocasión) instituyente, por la otra. También es un notable “caso” de desarrollo progresivo y autotransformación, en el que la propia implementación de sus propuestas deriva en nuevas preguntas e ilumina áreas de vacancia que tienden a profundizar su alcance, corriendo una y otra vez sus fronteras.

Si bien todos los niveles de la educación son alcanzados por la ESI, el nivel superior en general y la formación docente en particular son nudos de complejidad específica en ese proceso de implementación. Las escuelas normales, los institutos superiores y las universidades, aún con fuertes diferencias en sus mandatos fundacionales, vienen “reaccionando” a la responsabilidad formadora en que la ley los ubica (a las universidades también, sin duda alguna) de manera más errática y menos sostenida que en el resto del sistema, y no siempre en el sentido establecido en los documentos de la ley.

Es posible identificar una serie de razones (históricas, institucionales, académicas y más también) para comprender esta lenta recepción de la ESI en el nivel superior.

Las escuelas normales y los institutos superiores integran el sistema educativo en un sentido administrativo, ya que dependen de las jurisdicciones provinciales al igual que los otros niveles educativos. Sin embargo, tienen una cierta independencia funcional vinculada con sus diversos formatos de gestión y de participación en el gobierno institucional, diferentes tradiciones en relación con la formación de sus docentes (más orientada a los posgrados que a cursos puntuales) y una importante valoración de la “libertad de cátedra”. Las universidades comparten estos rasgos institucionales, excepto que por su carácter “nacional” no dependen de las provincias y, por lo tanto, la determinación de las normas nacionales pasa mucho más por su dinámica interna que en las escuelas normales y los institutos superiores en general. De alguna manera, entonces, si bien en todos los niveles del sistema educativo se ponen en cuestión las políticas establecidas a nivel nacional o provincial, en el nivel superior esta dinámica se produce con una intensidad particular; hay más espacio para la “resistencia”.

Ahora bien, la resistencia es un valor cuando de imposición autoritaria se trata y sin duda alguna es una forma de conservadurismo en materia de derechos humanos. Y la ESI es un proyecto de justicia social y de igualdad con enfoque de género que plantea como horizonte el pleno ejercicio de los derechos. La “libertad de cátedra” o la “autonomía” parecen fundamentar más una forma de elusión de responsabilidades que una producción crítica.

La obra que tengo el gusto de prologar, escrito por Patricia Talani Zuvela y Marina Copolechio Morand –ambas con larga experiencia en formación docente– constituye un importante aporte en este marco.

A partir de una panorámica teórica actualizada y exhaustiva –herramienta fundamental para estimular el debate con quienes se acerquen a sus páginas–, este libro despliega el análisis de diversas prácticas desarrolladas con estudiantes del profesorado, poniendo el foco en la experiencia educativa y social transformada en saberes que se tejen con otros en cada instancia de la institución formadora.

La elección de este foco es más que relevante. Junto con lxs autorxs de mayor excelencia en el campo, las autoras trabajan con la hipótesis de que la formación docente en sí también es un campo complejo. Tanto, que el consenso propone hablar de una “trayectoria formativa” que incluye la experiencia escolar previa, el paso por la formación inicial institucionalizada, la formación permanente y el trabajo (la socialización en el mundo laboral). De alguna manera, el devenir docente es un proceso permanente, en el que los elementos formalizados en la carrera de grado o la capacitación posterior son solo piezas, aportes –significativos, pero fragmentos al fin– de una tarea y un trabajo en que la historia pasada y contemporánea de cada sujeto y del colectivo docente trama su práctica.

Es en esa trama de políticas públicas y movilización social que estxs jóvenes participan en las instancias formativas analizadas. En la experiencia educativa y social que ponen en juego en el profesorado se perciben rupturas y continuidades, avances y resistencias, adhesiones y rechazos. Se trata de procesos habituales en tiempos de ebullición social, política y pedagógica, que ponen en cuestión a la educación “común” y la educación “especial”, a los cuerpos que “importan” y los cuerpos “abyectos” (silenciados, medicalizados, violentados); a la ética y la estética del patriarcado, del transodio, del capacitismo, del capitalismo, del extractivismo y más.

¿Podrían esperarse más resultados en una instancia puntual de la trayectoria como es la formación inicial? Seguramente, sí, con una mayor apropiación institucional, epistemológica y pedagógica –es decir, transversal– de la ESI. Esta evaluación nos alimenta para trabajar por lo que falta.

¿Es escaso lo logrado? Seguramente, no, y por ello también compartimos la satisfacción de participar de un movimiento que está conmoviendo a los poderes y a los saberes.

Invito a leer y estudiar este libro de Patricia y Marina, de manera individual y, por qué no, en grupos de colegas. Porque la ESI como proyecto de justicia social e igualdad con enfoque de género está en marcha en una “escritura” colectiva.

¡Y todxs hacemos falta!

Graciela Morgade

Presentación

Esta producción condensa las experiencias de las prácticas educativas que las autoras compartimos desde hace más de una década en la formación docente de educación primaria y de educación especial, centradas en la enseñanza de la sexualidad desde la integralidad, privilegiando la perspectiva de género con enfoque interseccional, con el fin de implementar plenamente la ley ESI.

Asimismo, aborda las lecturas renovadas de las categorías que se discuten y son irrenunciables para la enseñanza de la sexualidad, como la de cuerpos, derechos humanos, géneros, identidades, sexualidad, feminismos y diversidad sociosexual, afectividad y emociones. Se trata de categorías que se asocian y entraman con la ESI y cuyos debates nos permiten la interpelación no solo académica, sino también de y en nuestras propias matrices subjetivas. Desde esa constitución conceptual, pensamos que es necesario entramar las posibles propuestas pedagógicas y didácticas para llevar adelante los ejes que deben enseñarse desde la ESI.

Por otra parte, a manera de aportes y reflexiones, invitamos a dialogar y a establecer puentes entre la formación, el estudiantado y la comunidad docente ya que, en su conjunto y con otras agencias, son los responsables de enseñar los conocimientos científicos validados acerca de la sexualidad desde un enfoque integral.

La necesidad de transversalizar la perspectiva de género con enfoque interseccional para abordar el tratamiento de estos temas complejos y desafiantes en las instituciones educativas no solo requiere la formación inicial y permanente de les futures docentes, sino que también supone que el Estado asuma un rol protagónico en la garantía de implementación plena de la ESI en todas las jurisdicciones.

Este libro consta de siete capítulos. En el primero se recorre el contexto de emergencia e implementación de la ESI en el espacio nacional y regional, entendiéndola como un campo de disputas políticas y de desafíos pedagógicos. El segundo capítulo pone el foco en la ESI en el campo de la formación docente y se adentra en el caso de la jurisdicción rionegrina. En el tercero se abordan las representaciones acerca de sexualidad del estudiantado a partir de sus biografías en contexto y articulándolas con aportes conceptuales. El cuarto capítulo avanza en el tratamiento de la categoría de cuerpos desde diferentes campos de conocimiento y perspectivas de análisis, para reflexionar acerca de algunas intervenciones didácticas y producciones reflexivas del estudiantado. En el capítulo cinco se aborda la enseñanza con y desde la perspectiva de género en la formación docente, se profundiza en la categoría de género y en las implicancias de su perspectiva en el campo educativo. Y luego se comparten diversas experiencias de la práctica docente en la formación inicial del Instituto de Formación Docente Continua, donde desarrollamos nuestro trabajo. El sexto capítulo invita a tensionar la educación emocional frente a la necesidad de construir propuestas didácticas que impliquen una pedagogía de la afectividad. Uno de los ejes centrales de este apartado es conocer y cuestionar, con el fin de alejarnos de propuestas que focalizan en la gestión y en el control de las emociones, para aceptar los desafíos de convivir en una sociedad conflictiva, contradictoria y desigual que posibilite el ejercicio de experiencias de vida dignas, con reconocimiento de la diversidad pero con apertura hacia alternativas de reexistencias. Por último, el capítulo siete revisa y resignifica las continuidades y rupturas o transformaciones producidas en los últimos años en las representaciones del estudiantado con respecto a la sexualidad, las identidades de género y los derechos, así como los desafíos que nos interpelan a seguir en este camino y dar continuidad, profundidad y compromiso político-pedagógico a la Educación Sexual Integral en las instituciones formadoras de docentes.

Las imágenes que ilustran cada capítulo son producciones colectivas de estudiantes y docentes del IFDC Bariloche que, durante 2018 y 2019, participaron de seminarios que entramaron saberes de ESI, sexualidad y género con la xilografía.

Para cerrar esta presentación, explicitamos nuestra decisión de escribir este libro utilizando una escritura que permita incluir a todos los seres humanos, a través del uso del lenguaje no sexista e inclusivo. Esta situación nos llevó a respetar en las citas la decisión de les autores referenciades respecto del uso de la x o del binario.

Patricia Talani Zuvela y Marina Copolechio Morand

CAPÍTULO 1

Educación sexual en Argentina: un campo de disputas políticas y desafíos pedagógicos

LA EDUCACIÓN SEXUAL TIENE SU HISTORIA

La sexualidad es una cuestión política, es un asunto público y es un campo de disputas que interpela fuertemente a las instituciones educativas, dado que en estas se ha educado y se educa sexualmente, tanto de manera explícita como implícita. El interés por incorporar la educación sexual en las políticas estatales de América Latina y el Caribe no es un efecto reciente ni emerge con la sanción de las leyes y normativas vinculadas a la Educación Sexual Integral (ESI). Ya desde 1970 pueden identificarse preocupaciones –por lo general, con énfasis regulatorio y preventivo– en torno a cómo abordar la sexualidad en los sistemas educativos en “expansión” (Baes, 2015; 2016).

Para pensar el estado de situación en torno a la educación sexual y las políticas públicas en el contexto regional a inicios de los años 2000, los aportes de Jésica Baes resultan sugerentes. A partir de la sistematización de leyes y programas que abordan esta temática, realiza un mapeo que permite confirmar que el interés por incorporar la educación sexual en las políticas públicas educativas latinoamericanas era una preocupación compartida. En el momento de gestación de la ley ESI en nuestro país (2006), Ecuador, Colombia y Uruguay contaban con leyes específicas que proponían el abordaje de la educación sexual en el sistema educativo, mientras que Chile, Perú, Venezuela y Bolivia incluían referencias explícitas a la educación sexual, pero en leyes generales. Por su parte, Brasil y Paraguay contaban, respectivamente, con programas nacionales y con proyectos específicos relacionados con la educación sexual (Baes y González del Cerro, 2015).

Si bien, en ese momento, las interpretaciones en torno a la sexualidad en el contexto latinoamericano eran heterogéneas, y sus alcances, desiguales, es evidente que la educación sexual fue y es un campo de disputas en el que participan diversos actores (organismos internacionales, estados nacionales, sectores religiosos y educativos, movimientos feministas y sociosexuales) con intereses diversos, que asignan a la educación sexual sentidos y alcances particulares. Además, este mapeo permite comprender que la promulgación de leyes específicas de educación sexual con un enfoque integral no es un producto aislado, sino que se relaciona con un contexto regional más amplio, se articula fuertemente con luchas por la ampliación de derechos (en especial, respecto de la sexualidad y en relación a ciertas poblaciones) y se entrama, en cada país, con historias particulares y normativas anteriores.

En Argentina, después de la crisis orgánica del 2001, se inició un proceso de ampliación de derechos que inaugura un modelo de país basado en el crecimiento con inclusión e igualdad. En este sentido, y más allá de las presiones políticas y religiosas existentes, en el año 2002 se aprobó la ley N° 25673 que creó el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable en el ámbito del Ministerio de Salud que, en coordinación con los Ministerios de Educación y de Desarrollo Social y Medio Ambiente, tuvo a su cargo la capacitación de educadores, trabajadores sociales y demás operadores comunitarios.

Este proyecto contaba con el antecedente de leyes y programas provinciales de salud sexual y reproductiva, que desde fines del año 1980 fueron generando debates entre legisladores y funcionaries de diferentes partidos políticos e institucionalizando distintos cuerpos normativos en gran parte del país.

Con la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral N° 26150 en octubre de 2006 se daba continuidad al diagnóstico y las propuestas en materia de salud sexual y reproductiva vinculadas a la ley N° 25673. Sin embargo, como se mencionó, el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable se originó en el ámbito de la salud, en especial para la prevención de enfermedades de transmisión sexual, VIH sida y de embarazo adolescente, por lo que es preciso destacar que al sancionarse la ley ESI e implementar sus lineamientos curriculares se otorgaron otros sentidos, desde un enfoque integral, que definieron la multidimensionalidad de la sexualidad y comprometieron al campo educativo, sus docentes y formadores.

Estas leyes y otras más1 –sancionadas durante el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015)– se vinculan con las demandas y luchas del feminismo y de los movimientos sociosexuales o LGBTTTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgénero, intersexuales, queer y más identidades), que no solo denuncian la vulneración de derechos sino que demandan la garantía para ejercerlos plenamente y en igualdad de condiciones. Evidentemente, estos reclamos fueron escuchados por un gobierno nacional y popular, que tenía en su agenda avanzar en políticas públicas con un cambio de paradigma en ese sentido.

LA ESI, UNA LEY JOVEN Y TRANSGRESORA

En Argentina, la ley N° 26150 de ESI fue promulgada el 24 de octubre del año 2006. Es una ley específica, que sitúa el abordaje de la educación sexual con enfoque integral en el contexto educativo. Esto no supone desconocer que, con anterioridad a esta normativa, se educaba sexualmente en las escuelas y existían programas, proyectos y experiencias de enseñanza en algunas jurisdicciones del país en torno a la sexualidad. Sin embargo, estos abordajes eran más cercanos a lo que Morgade (2006) caracteriza como enfoques tradicionales y no estaban pensados como una política pública nacional.

Esta normativa estableció como propósito la responsabilidad del Estado de hacer válido el derecho de las niñeces, adolescencias y juventudes a recibir información adecuada y científicamente validada sobre educación sexual con enfoque integral en un marco de igualdad, pluralidad y participación democrática. Asimismo, planteó como obligación de les docentes la necesidad de garantizar el respeto y la protección de los derechos antes mencionados, asumiendo la educación un rol activo, junto con las familias, los efectores de salud y las organizaciones sociales. Se trata de una ley con pocos artículos, que comienza haciendo expresa referencia a un derecho: el del estudiantado a recibir educación sexual integral en cualquier escuela del país. Asimismo, trasciende las concepciones reduccionistas acerca de la sexualidad, al definirla desde su multidimensionalidad, es decir, como aquella que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. También crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, cuyos objetivos son:

a) incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas;

b) asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral;

c) promover actitudes responsables ante la sexualidad;

d) prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular;

e) procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres (artículo 3).

En consonancia con estos objetivos, el artículo 5 otorga la responsabilidad de garantizar acciones educativas sistemáticas en las escuelas a las jurisdicciones nacional, provincial, municipal y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este artículo incluye la participación de la comunidad educativa en la elaboración del proyecto institucional y abre la posibilidad de que se adapten las propuestas al contexto, la realidad, el ideario y las convicciones. Se trata de un artículo polémico, aunque negociado y necesario para el surgimiento de la ley, que fue objeto de luchas y debates posteriores e incluso dio lugar a la presentación de proyectos de reforma de la ley, que fueron duramente resistidos.

Asimismo, la normativa previó la elaboración de lineamientos curriculares en el marco del Consejo Federal de Cultura y Educación, junto con el asesoramiento de una comisión interdisciplinaria de especialistas en la temática. También definió los modos en que cada una de las jurisdicciones establecería el programa y la tarea que tendrían en la organización de espacios educativos de formación para las familias de las escuelas. En definitiva, la Ley ESI supuso algunas novedades en el terreno de la educación sexual en las instituciones escolares que es preciso destacar:

Estableció el derecho de niñes, jóvenes y adolescentes a recibir educación sexual integral en las escuelas privadas y estatales, confesionales y no confesionales, desde el nivel inicial hasta el superior de formación docente y de educación técnica no universitaria.Posicionó al Estado como garante de este derecho y responsable de su concreción.Concibió a les docentes como agentes de enseñanza en relación a la sexualidad con enfoque integral, legitimó un enfoque pedagógico y no sanitarista y colocó en segundo plano las creencias y posiciones personales.

Durante los años 2007 y 2008, con la colaboración de diferentes actores e instituciones sociales –especialistas en el tema, representantes de distintas comunidades religiosas, equipos técnicos jurisdiccionales y organismos de Derechos Humanos–, se fueron elaborando los lineamientos curriculares que fueron aprobados, en el marco del Consejo Federal de Educación, mediante la Resolución 485/08. Este documento presenta a la ESI como espacio transversal y también como espacio específico. Si bien sugiere la transversalidad en el nivel inicial y primario y un abordaje específico en la educación secundaria, ambas modalidades no son excluyentes; cada una posee ventajas y desventajas y complementarlas es, sin dudas, un buen camino para la implementación plena de la ESI en todos los niveles educativos.

Los lineamientos detallan los propósitos formativos y los aprendizajes básicos sugeridos para cada nivel educativo. En el caso de educación inicial, se organizan por ejes vinculados con el conocimiento y exploración del contexto, el desarrollo de competencias y habilidades psicosociales, el conocimiento y cuidados del cuerpo y el desarrollo de comportamientos de autoprotección.

En el caso de la educación primaria, los propósitos formativos y los aprendizajes básicos se subdividen en primer y segundo ciclo y se organizan por las siguientes disciplinas o áreas: Ciencias Sociales, Formación Ética y Ciudadana, Ciencias Naturales, Lengua, Educación Física y Educación Artística.2

En los apartados destinados a la educación secundaria, se establecen contenidos para el ciclo básico y para el ciclo orientado, retomando la organización por áreas o disciplinas.

Por último, reconociendo la relevancia de promover una formación docente que cuente con las condiciones adecuadas para la enseñanza de contenidos de educación sexual integral, se establecen propósitos para ese nivel, ejes de contenidos a abordar y estrategias de formación docente continua (volveremos sobre estos aspectos en el próximo capítulo). También se produjeron materiales para el trabajo a nivel institucional, para el abordaje con las familias y para el tratamiento de la ESI en los tres niveles educativos obligatorios a partir de la Serie Cuadernos. Si analizamos el marco normativo, los lineamientos y los materiales producidos desde nuestro contexto actual, señalamos la ausencia de la categoría “género” en la normativa, la escasa presencia de la perspectiva de género en los lineamientos y materiales, una escritura que privilegia un lenguaje no sexista pero no uno inclusivo, y la prevalencia de una mirada binaria y cisheteronormativa acerca de los cuerpos sexuados.