Tauromaquia completa, ó sea, El arte de torear en plaza - Francisco Montes - E-Book

Tauromaquia completa, ó sea, El arte de torear en plaza E-Book

Francisco Montes

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Beschreibung

Asi como los individuos, tienen los pueblos su carácter original propio y esclusivo de ellos, que sirve para distinguir los unos de los otros, y que es el orígen de sus hábitos y costumbres.
Para llegar á conocer con exactitud el verdadero carácter de un pueblo, es á veces mas á propósito que su misma historia tomada en su totalidad, la lectura de aquellos escritos en que se hallan consignados sus entretenimientos privados, esto es, peculiares y esclusivos de él; y volviendo á comparar los pueblos con los individuos, diremos que tanto los unos como los otros son mas dificiles de conocer, y dejan menos traslucir su verdadera índole cuando ejecutan acciones de cierta notoriedad y consecuencias, porque en este caso el temor de la censura pública influye poderosamente en las determinaciones. Es tan verdadera esta asercion, que hasta en la edad del candor, en la edad pueril, se observa constantemente que los niños no obran del mismo modo cuando los observan sus padres ó sus maestros, que obran entre sí en sus juegos y divertimientos: aqui, pues, debemos buscar el verdadero carácter del niño, y aqui tambien el de los hombres y el de los pueblos.

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FRANCISCOMONTES

TAUROMAQUIA COMPLETA,ÓSEA

EL ARTE DE TOREAR EN PLAZA,TANTO A PIE COMO A CABALLO:ESCRITAPORELCÉLEBRELIDIADOR

FRANCISCOMONTES

1836

© 2022 Librorium Editions

ISBN : 9782383836063

PROLOGODELEDITOR.

Asi como los individuos, tienen los pueblos su carácter originalpropio y esclusivo de ellos, que sirve para distinguir los unos de losotros,yqueeselorígen de sushábitos ycostumbres.

Para llegar á conocer con exactitud el verdadero carácter de unpueblo, es á veces mas á propósito que su misma historia tomada ensutotalidad,lalecturadeaquellosescritosenquesehallanconsignadossusentretenimientosprivados,estoes,peculiaresyesclusivosdeél;yvolviendoácompararlospueblosconlosindividuos,diremosquetantolosunoscomolosotrossonmasdificiles de conocer, y dejan menos traslucir su verdadera índolecuandoejecutanaccionesdeciertanotoriedadyconsecuencias,porqueenestecasoeltemordelacensurapúblicainfluyepoderosamenteenlasdeterminaciones.Estanverdaderaestaasercion, que hasta en la edad del candor, en la edad pueril, seobserva constantemente que los niños no obran del mismo modocuandolosobservansuspadresósusmaestros,queobranentresíensusjuegosydivertimientos:aqui,pues,debemosbuscarelverdaderocarácterdelniño,yaquitambieneldeloshombresyeldelospueblos.

Intimamente convencido de esta verdad, ofrezco al público, enprueba de la bravura del carácter español, la presente obrita, quetanto por el mérito de la parte puramente artística, que es del tancélebreFranciscoMontes,comoporlascuriosidadesqueenlahistórica y apologética he podido reunir, forma uno de aquelloslibros que generalmente se llaman curiosos, y que son bien recibidosportodaslas clasesde lasociedad.

TABLAALFABETICA

DE

ALGUNASVOCESYFRASES

cuyoconocimientoesindispensable parainteligenciadeestaobra.

Achazo. El movimiento que hace el toro con la cabeza para usardesusarmas.

Anillos.Sellamanasilaslíneascircularesquetienenlostorosen la parte inferior de los cuernos, junto á la raiz, y quemarcansuedad.

Armarse.Ponerseendisposicionparaejecutaralgunasuerte.

Bulto.Seentiendeelcuerpodeltorero.

Cabezada.Lomismoqueachazo.

Castigo. Todo aquello que se hace al toro, y le causa molestia ódolor.

Cargarlasuerte.Elmovimientoquehaceeldiestroenelcentro de ella de bajar los brazos y meter el engaño en elterrenodeafueraparaechardelsuyoaltoro.

Cerco.Lomismoque plaza.

Cernirse en el engaño. Se dice cuando un toro se queda delantedeél,indecisosobretomarloó dejarlo.

Cite. Se llama asi todo movimiento, voz ó silbido con que eldiestroempeñaaltoropara lasuerte.

Colarse el toro. Se dice, bien cuando se mete en el terreno deadentro,óbiencuandoporhaberlehechomalalgunasuertesevaporentreelengañoyelcuerpo.Lospicadores

dicenqueeltorosecolósueltocuandollegahastaelcaballosinhaberlo pinchado.

Contraste.Cuandoeltoroseveobligadopordosterrenoshaycontraste.

Cuadrada.Tenerlamuleta;presentarlademodoqueledétodoelfrente altoro.

Cuadrarse.Ponersealladodelcuellodeltoro,dondenoalcanceelachazo.

Derrotes. Loscontínuosmovimientosque hace el toroconlacabezacuandoquiere desarmaral torero.

Desarmarse.Quitarsedelaposiciondehacersuerte.

Diestro.Lomismoquetorero.

Encerrado.Estáeldiestroencerrado,cuandonotieneterrenosuficientepararematarlasuertesintropezarconeltoro.

Engaño.Todoloqueseempleaparaengañarlostoros.

Embroque.Ladisposicionenqueeltorerosehallarespectoaltoro,cuandosinosemovierallevaria lacornada.

Escupirse.Cuandoeltoronotomaelengaño.

Humillar. Se llama asi la accion de bajar el toro la cabeza paratirarelachazo;tambiensellamadescubrirse.

Jurisdiccion. La del diestro es el pedazo de tierra en que puedehacer suerte con el toro, y la de éste hasta donde alcanzaconelachazo.

Liar.Recogerlamuletasobreelpalo.

Mejorar el terreno. Cuando el matador, por ejemplo, ve que eltoro viene metido en su terreno, y se mete él un poco masparahacer la suertenatural, se usaestafrase.

Meterlosbrazos.Laacciondebajarlosparaponerlasbanderillas.

Parear.Ponerdosbanderillas.

Peon.Torerode ápie.

Piernas.Sedicequeeltorotienemuchascuandoesmuyligero.

Pies.Lomismoque piernas.

Quiebro.Todomovimientodecinturaconqueseevitaelachazo.

Salidafalsa.Ladelosbanderilleroscuando nohacenlasuerte.

Salirsedelasuerte.Ponerseenotrositiodondenosepuedeverificar;seentiende, coneldiestroycon eltoro.

Sentarlospies.Tenerlosquietoshastaelmomentooportuno.

Tablas.Lavallaqueformaelcerco.

Taparseeltoro.Cuandoenvezdehumillaralzalacabeza.

Tenderlasuerte.Bajarelcapoteyadelantarlounpoco.

Tirarlosbrazos.Elmovimientoquesehaceconellosparasacarelengaño.

Transformacion. La de los toros, cuando de buenos se hacenmalos,ó vice-versa.

Viaje.Lacarrera determinadadeldiestroódeltoro.

NOTA. No hemos querido estendernos mas en esto, porqueademasdesersuficientesparaentenderestaobralasfrasesyaesplicadas,seríainterminableanotar todaslastécnicasdel toreo.

DISCURSO

histórico-apologético

DELASFIESTASDETOROS.

Lahistoriaguardaunprofundosilenciorelativamenteálospormenores que acompañaron á las luchas de hombres con toros enun crecido número de años. Hasta el reinado de Alfonso VI[1]no sehace mencion de ellos como entretenimiento de la nobleza; y todosconvienenenqueelcélebrecaballeroRuy,óRodrigoDiazdelVivar,llamadoelCidCampeador,fueelqueporprimeravezalanceólostorosdesde elcaballo.

Estaaccion,hijadelestraordinariovalorybizarríadeaquelhéroe, dió orígen á un nuevo espectáculo que con general aceptacionvino á sustituir al que se usaba en el siglo undécimo, que consistia ensoltaruncerdo,yluegodoshombresconlosojosvendadosyarmados con un palo, los cuales iban dando hasta que uno topase conel cerdo, que entonces era suyo; y la mayor diversion era cuando losdosequivocadamenteseapaleaban.

Si la nobleza y relevantes prendas de las personas que se dedicaná tal ó cual diversion, honesta se entiende, es suficiente motivo parareputarla por buena y tenerla en estima, la lucha de toros gozará lapreeminencia, por haber sido el mas valiente caballero español elprimero á quien se le vió lidiarlos. No obstante, algunos creen que entiempo de los romanos se conocian ya estas fiestas en España, yapoyansuopinionnosoloenlahistoria,sinotambienenlosrestosde los famosos anfiteatros que existen en Toledo, Mérida y otrospueblos; pero aunque asegura aquella que los romanos eran muyaficionados á las contiendas de hombres con fieras, no consta demaneraalgunaquelostorosfueranempleadosparaellas,ysíotros

animales;yesdignodeatencionqueenRomanosehubieseperpetuado esta diversion, siendo propia de aquella república, y sí enEspaña,quefuesolamenteunadesusprovinciasconquistadas.Tampoco fundada me parece la opinion de los que creen que losgodos conocieron como espectáculo estas fiestas, y creo que bastaráver lo que Manuel García dice en su Epítome de las recreacionespúblicas, página 226, para convencerse del poco fundamento quetiene.

En el año 1100 estaba ya estendida la fiesta de toros, y conocidacomo peculiar de los españoles, pues que el licenciado Francisco deCepeda en su Resumpta historial de España dice llegando á estaépoca: “Se halla en memorias antiguas que se corrieron (este año) enfiestaspúblicastoros;espectáculosolodeEspaña.”Sefomentómucho esta diversion cuando los príncipes, amonestados por el celodeloseclesiásticos,proscribierontodasaquellascuyasconsecuenciaseranámenudofunestas,entrelascualesnocomprendian los toros; lo cual es mucho de notar, y viene en apoyodeloracional y seguroque tienen.

Desdeestaépocalanoblezasededicóenteramenteáestaclasededistraccion,queeraprivativasuya,ynohabianingunacontecimiento de utilidad y alegría pública que no se solemnizasecon corridas de toros. Asi es, que nuestras crónicas nos dicen, quecuando Alfonso VII casó en Saldaña con doña Berenguela la chica,hija del conde de Barcelona, en el año de 1124, hubo entre otrasdiversiones la de correr toros; y cuando el rey don Alfonso VIII casóá su hija doña Urraca con el rey don García de Navarra, hubo en laciudaddeLeondichafiesta.Lareputacionqueseibaadquiriendoeratal,quepensaronenestablecerlaenvariaspartesfueradeEspaña,principalmenteenItalia,perosiempreibanlasresesenmaromadasyconperros;ynoobstanteestasprecauciones,sucedió en Roma el año de 1332, que murieron en las astas de lostoros diez y nueve caballeros romanos y muchos plebeyos, sin contarlos heridos, que fueron muchos, y de los que probablemente moririaalguno;locualnuncasucedióenEspaña,ápesardelamayorbravuradelostoros,ydelasmayoreshabilidadesqueconellosse

hacian.EstesucesofuecausadequeseprohibiesenenItalia,convencidos de lo indispensable que es para torear con seguridadreunir el valor de los descendientes de Rómulo, y la destreza que áparde aquelbrilla enelespañol.

EnelreinadodedonJuanIIllegóásupuntolagalanteríacaballeresca,que se mezcló en toda clase de pasatiempos, y diónuevoypoderosoimpulsoáladiversiondequetratamos.Tresfueron las grandes causas que concurrieron á fomentar con tantarapidezelengrandecimientodeesteespectáculo:laprimera,elespíritu de galantería que como hemos dicho se introdujo en ellos,haciendo que cada caballero comprometiera y dedicara á su dama losesfuerzos de su valor, la cual habiéndolos presenciado, y juzgandopor ellos si aquel caballero era bastante valiente para merecer suatencion, premiaba sus afanes con un distinguido favor. La segundafue la parte que en ellas tomaron los soberanos, pues no solo lasautorizaban con su presencia, sino que alternaban con los nobles enlas lides, disputándoles como caballeros el premio que la bellezaguardabaalmasdiestroygalan.Laúltimacausaqueconcurriófuela emulacion que existia entre la nobleza y los caballeros moros deGranada, nacida por el trato que tanto en paz como en guerra teniancon ellos; y como fueron muy frecuentes entre estos las fiestas detoros hasta el tiempo del rey Chico, y hubo muchos muy diestros,como fueron Malique-Alabez, Muza y Gazul, que hicieron célebressus nombres y habilidad en la plaza de Bibarrambla, de aqui es queaquellos tratasen de imitarlos, y hacerles ver que en nada cedian loscaballeroscastellanosálosmusulmanes españoles.

Cuando en 20 de octubre del año 1418 casó el rey don Juan condoña María de Aragon, hubo en Medina del Campo dichas fiestas detoros, y en el reinado de Enrique IV se aumentó mas su esplendor;pero es imposible marcar con fijeza la época en que esta diversiontomóelaspectodeespectáculopúblicoynacional,ydejódeaparecer como un entretenimiento de los guerreros y caudillos masfamosos: las leyes de Partida la cuentan entre los espectáculos ójuegos públicos: la 57, tít. 15, parte 1, la menciona entre aquellas áqueno deben concurrirlosprelados. Otra (la4, parte 7,tít.de

infamados) puede dar sospechas de que en aquel tiempo se ejercia yaeste arte por personas mercenarias, pues que condena á infamia á losque lidian con fieras bravas por el dinero: y de una ordenanza delfuero de Zamora se deduce que hácia fines del siglo XIII habia enaquellaciudadplazaó sitiodeterminadopara talesfiestas.

De cualquier modo que sea, ello es indudable que este fue uno delos ejercicios de destreza y valor á que se dedicaron los nobles de laedad media. La crónica del conde de Buelna es buen testimonio deello: hé aqui las palabras del cronista ensalzando el valor de estepaladin, triunfante tantas veces en las justas de Castilla y Francia, yquetantosedistinguióenlosjuegosdeSevillacelebradosparafestejar elrecibimiento de EnriqueIII cuandollegóallidesde elcerco de Gijon. “E algunos (dice) corrian toros, en los cuales non fueninguno que tanto se esmerase con ellos asi á pie como á caballo,esperándolos, poniéndose á gran peligro con ellos, é faciendo golpesdeespadatalesquetodoseranmaravillados.”[2]

Esta diversion continuó estendiéndose y perfeccionándose, y sesabequefueunadelasfiestasconqueelcondestableSr.deEscalona celebró la llegada de don Juan el II cuando vino por laprimeravez áestavilla.

Enervándose algun tanto el espíritu marcial por la renovacion delos estudios que iba haciendo nacer el gusto de las letras, fue miradapor algunos la lucha de toros como diversion espuesta y sangrienta,de lo que no hay que maravillar, pues desconociéndose las reglas yrecursos que hoy ponen tan á salvo á los lidiadores, solia alguna vezhaber disgustos y desgracias. Gonzalo Fernandez de Oviedo ponderala aversion con que la piadosa Isabel la Católica vió una de estasfiestas, y fue tal su disgusto, que pensó en proscribir de sus dominiostal espectáculo; pero los partidarios que tenia, que eran muchos, yprincipalmente entre los nobles, deseosos de conservar una diversiontan acomodada al espíritu del siglo, propusieron á la reina envainarlas astas de los toros en otras mayores que fuesen de cuero, y vueltaslas puntas hácia atras, con lo que se templaba el golpe, y no sepodrian verificar heridas penetrantes. Este medio fue aplaudido yabrazadoentonces;peroninguntestimoniohevistoqueasegurela

continuacion de su uso, lo cual prueba, á mi parecer, que distraida lareinadesupropósitovolvieronágozarsintrabaalgunadesufavorita diversion.

VieneenapoyodeestaopinionlacartaquedesdeAragonescribióesta virtuosa reina en el año de 1493 á su confesorFr.Hernando de Talavera, en que decia: “De los toros sentí lo que vosdecis, aunque no alcance tanto; mas luego alli propuse con todadeterminacion de nunca verlos en toda mi vida, ni ser en que secorran,ynodigodefenderlos(estoes,prohibirlos)porqueestonoerapara míásolas.”

Llegó pues á estenderse y á autorizarse tanto esta diversion, queel emperador Cárlos V, á pesar de no haber nacido ni criádose enEspaña,matóuntorodeunalanzadaenlaplazamayordeValladolid, en celebridad del nacimiento de su hijo Felipe II. En estemismo año una señora de la antigua y noble casa de Guzman casócon un caballero de Jerez, conocido por el Toreador. El célebreconquistadordelPerúdonFernandoPizarroeramuydiestroyvaliente rejoneador; y del famoso don Diego Ramirez de Haro secuenta que daba á los toros grandes lanzadas cara á cara y á galope, ysin anteojos ni banda el caballo. El rey don Sebastian de Portugal eratambien un hábil rejoneador. Se hallan estas noticias y otras curiosasen el libro de ejercicios de la gineta, que escribió don Gregorio Tapiay Salcedo en el año 1643, y en el que tambien se hallan reglas paratorear á caballo, pues en aquel tiempo era este ejercicio una de laspartes mas esenciales de aquel arte. Felipe III en 1619 renovó ycorrigió la plaza de Madrid, lo que prueba que este monarca tenia enaprecio esta diversion. Don Felipe IV no solo la protegió, sino quetambien rejoneaba y alanceaba desde el caballo, y ya en su tiempo seiban reduciendo á una especie de arte sus reglas, como se puede veren las que imprimió en Madrid don Gaspar Bonifaz, del hábito deSantiago y caballerizo de S. M. Don Luis de Trejo, del orden deSantiago, tambien imprimió en Madrid unas advertencias para torear.Don Diego de Torres escribió tambien unas reglas de torear, que sehan perdido, y que hay razones para creerque serian para los de ápie,locualhacemassensiblesupérdida,enatencionáquetodoslos

autoresarribamencionados,ymuchosmasquepudieracitar,escribieron con particularidad para los de caballo; y no encuentroquien trate espresamente de los de á pie, si esceptuamos á Novelli,hasta el año de 1750 en que lo hizo don Eugenio García Baragaña,cuyoescritoseimprimióenMadridesemismoaño.

El reinado de Cárlos II fue el último en que estas fiestas gozaronde su esplendor y nobleza. La plebe no se podia mezclar en ellas,pueshastaentoncesgozabandelaaristocraciaconquelasverificaron los moros de Toledo, Córdoba y Sevilla, cuyas cortesfueronensutiempolasmascultasdeEuropa,ydelascualestomaron los españoles el ceremonial de este espectáculo; por lo quediceBartolomédeArgensola:

Paraveracosartorosvalientes,

Fiesta un tiempo africana y despues goda,Quehoylesirritalassoberbiasfrentes&c.

Asi es que los caballeros, á imitacion de aquellos, ejecutabantodas las suertes desde el caballo, y solo se apeaban en el lance quellamaban empeño de á pie; en este caso se bajaba el caballero porhaber perdido el sombrero, guante ó algun otro de sus atavíos, ó bienporque el toro le hubiese herido ó muerto el caballo ó alguno de lospeones que para su defensa llevaba; y no debia montar ni recoger loperdidohastahaberlequitadolavida.Sedicequeenestaocasiondon Manrique de Lara y don Juan Chacon cortaron á la fiera elpescuezo á cercen de una cuchillada. Dejaron tambien renombre loscaballerosCea,VeladayVillamor;elduquedeMaqueda,Cantillana, Ozeta, Bonifaz, Sástago, Zárate, Riaño y otros muchoscelebrados por Quevedo. Fueron tambien famosísimos el conde deVilla-mediana y don Gregorio Gallo, caballerizode S. M. y delorden de Santiago, el cual inventó la espinillera para defensa de lapierna,porloqueentoncessellamógregoriana,yquenuestrospicadoresconservanllamándolamona.

AfinesdelsigloXVIIrejoneabancongeneralaplausoenZaragozadelantededonJuandeAustriadosnoblescaballerosllamados Pueyo y Suazo, celebrados por el poeta Tafalla. Tambieneran famosos el marqués de Mondejar, el conde de Tendilla y elduque de Medina Sidonia, el cual era tan diestro y valiente con lostoros, que no recelaba de que el caballo fuese bien ó mal cinchado,pues decia que las verdaderas cinchas habian de ser las piernas delginete.EstecaballeromatódostorosdedosrejonazosenlasbodasdeCárlosIIcondoñaMaríadeBorbonenelañode1673,yrejonearonentreunamultituddegrandeseldeCamarasayRivadavia.

CuandodonNicolasRodrigoNovelliimprimióen1726sucartilla de torear, eran diestros caballeros don Gerónimo de Olazo ydon Luis de la Peña, del hábito de Calatrava y caballerizo mayor delduque de Medina Sidonia; tambien lo era don Bernardino Canal,hidalgodelPinto,quefuemuycelebradoyaplaudidocuandorejoneódelante del rey el añode 1725.

El reinado de Cárlos II fue el de mas esplendor sin duda algunaparalasfiestasdetoros;peroFelipeV,quesubióenseguidaaltrono, mostró tal aversion á ellas, que la nobleza dejó de verificarlas;porloqueperdieronelcarácterquelashabiadistinguido,puesaunque no faltaban algunos caballeros que por su decidida aficionhicieron alguna suerte con los toros, sin embargo, era privadamenteparasatisfacersudeseo,peronoyaconelprestigiodeserunejercicio peculiar y honroso de la clase distinguida; y si fue un malpara la grandeza y pompa del espectáculo la aversion del monarca,recibia por otra parte un impulso estraordinario hácia su perfeccioncomo arte, y adquirió una popularidad tal que se hizo general laaficion.Continuóestendiéndoseenlossiguientesreinados,yhabiendo hecho el gobierno construir en algunas partes del reinoplazas á propósito para estos espectáculos, y destinado su productopara varios objetos de beneficencia, el interes llamó á la arena unaclase de hombres atrevidos, que con su aplicacion hicieron nuevosjuguetes y cambiaron del todo el modo de torear. El toreo de á piedebeáellossuperfeccion;puesantesdeestaépocasoloenelcaso

dequeyahicimosmencionarriba,llamadoempeñodeápie,ócuando se tocaba á desgarretar, era que se veía hacer una que otrasuerte;pero eratantalaconfusionenelúltimo caso,y tantoelbullicio que para dar muerte al toro sin orden ni estudio acudia, quehoynopodriamosverlosintedio,pueslasnovilladasdeloslugaresó el toro emboladoson fiestas mas arregladasy divertidas. Todavíael año de 1725 se mataron los toros á desgarrete por la plebe en laplaza de Madrid delante de SS. MM. Los encargados principalmentede esta operacion eran esclavos moros, por lo que Lope de Vega diceensuJerusalenhablando de desgarretar...

...... Que en Castilla los esclavosHacenlomismoconlostorosbravos.

Gerónimo de Salas Barbadillo, Juan de Yagüe y otros autorescontemporáneos dicen que cuando no habia caballeros que matasenlos toros, lo hacian desde los tableros con garrochas ó lanzas, y ya eneste tiempo habia quien capease á pie, lo cual es muy antiguo, puessabemos que los moros lo hacian con el capellar y el alquicel. Secuenta que en una fiesta que se hizo por este tiempo en la plaza deMadrid,doshombresbastantedecentessepusierondebajodelbalcon del rey haciendo como que hablaban, y cuando venia el toro ámeterles la cabeza lo evitaban con solo un quiebro de cuerpo; lo quefuemuy aplaudidode losespectadores.

Fuéseadelantandocadavezmaseneltoreodeápie,yseempezó á vanderillear poniendo solo un regilete de cada vez, quellamaban harpon; y todavía cuando escribió Novelli su tauromaquiano se habian puesto las vanderillas á pares, aunque ya se conocia elponerparchesálostoros.EnestaépocaempezóásobresalirFrancisco Romero, de Ronda, el que perfeccionó mucho el toreo de ápie, y mas adelante inventó la suerte de matar al toro cara á cara conel estoque y la muleta, lo que ejecutó él primero, no sin admiracion yaplauso general. Era reputada por tan espuesta y dificil esta suerte,queparahacerlaeranecesarioirvestidoconcalzonycoletodeante,

correonceñidoymangasacolchadasdeterciopelonegro,pararesistirálascornadas.

El abuelomaternodel célebredon Nicolas Fernandez Moratinfue tan valeroso y diestro, que dicen mató un toro á pie y de unaestocada. Hubo siempre muchos caballeros muy valientes y hábilesque hicieron suertes con los toros, tanto á pie como á caballo: talesfueron Potra el de Talavera, y Godoy, caballero estremeño; siendoaventajadísimoenelcapearápieelfamosolicenciado deFalces.

En el dia no faltan tampoco muchos caballeros muy diestros entodasclasesdesuertes,peronoeslícitocitarlos.

En cuanto al toreo de caballo, la vara de detener ha venido árelevar el rejoncillo, y nuestros picadores no ceden en destreza yvalorá los antiguoscaballeros.

Es bien conocido de todos el grado de perfeccion á que se hahecho llegar el toreo, y la popularidad y general aceptacion de quegoza;ysepuedeasegurarqueunadelascausasquehancontribuidoá ello ha sido la odiosidad que han mostrado algunos hácia él, y laprohibicion del señor don Cárlos III, pues se exasperó de tal modo laaficion, que casi era epidémica, y sofocó la voz de sus opositores,haciendo renacer con toda su magnificencia este espectáculo, que noobstantelaprohibicionexistiaconalgunasmodificacionesóescepcionesquetoleraban[3].

ElseñordonFernandoVII(Q.E.G.E.)mostróaficiondecididaáestahermosadiversion,yestablecióenlaciudaddeSevillaunareal escuelade Tauromaquia,dotada decentemente, en la que seenseñabatantolateóricacomolaprácticadelarteporlosmasesperimentadosprofesores.

Estas son en resúmen las principales particularidades que nosofrecen las fiestas de toros con respecto á su historia. Hubieramospodido ser mas estensos, y engalanar, digamos asi, nuestra narracionconalgunasminuciosidadesy reflexiones que hemos omitido enobsequiodelabrevedad;ycontantamasrazon,cuantoenelrestodeldiscursonosveremosobligadosáinsistirenalgunosdelospuntos históricos anteriores, como apoyos de la justa defensa queharemosdelespectáculo.Aprimeravistaconozcoquenuestro

proyecto parece temerario y aun ridículo, y no faltará quien declamecontra él, y juzgue como inútil ó perjudicialmente perdido el tiempoinvertido en semejante trabajo; pero si desnudos de su desfavorableprevencion leen y meditan las razones que espondremos, conoceránla justicia de la causa que tomamos á nuestro cargo, y nos habrán deconceder que no son perdidos el tiempo ni el trabajo que hayamosempleado en desvanecer los errores, harto comunes, en perjuicio delespectáculo,yhacertriunfarunaverdaddemasiadodesconocidahastaahora.

Puedendividirsemuybienendosclasesprincipaleslasinvectivas y acusaciones que á las fiestas de toros se hacen: las unasse dirigen puramente contra la accion de torear,y las otras contraestaaccionconvertidaenespectáculo,yqueseestiendenporconsiguiente á todo lo accesorio á dichas fiestas. Para combatir puesconmétodoestasacusaciones,sehaceprecisodividirtambiennuestraapologíaendospartes:enlaunanosocuparemosdelaaccion únicamente, y en la otra de la totalidad del espectáculo. Deesta manera se analiza muy bien la cuestion, y podemos darle algunalibertadaldiscursoyunagradabletrabajoalraciocinio.Sinoconseguimos el fin que nos proponemos, la culpa será puramentenuestra,peronoserámenosciertaporesolaverdadquedefendemos, y que nuestra mal cortada pluma no pudo patentizar enelpapel.

La accion de torear es tan antigua, que su orígen, envuelto con elde las acciones que para satisfacer las primeras necesidades verificóel hombre, se pierde en la oscuridad de los primeros tiempos. La luzque da la historia es demasiado débil para desvanecer tan densastinieblas y guiar nuestra razon; asi es que tenemos que abandonarnosá las congeturas, y por medio del discurso elevarnos si es posiblehastaelprincipiodelacarreradelaespeciehumanasobrelatierra.

El hombre, antes de haber cultivado su ingenio y de haberlohecho fecundo hasta el estremo de verse árbitro por él de todo locreado, vagaba confundido con el resto de los animales. Muchos deellos, superiores á él en los recursos físicos, le hacian la guerra á caradescubierta,ymasdeunavezloconfinaronyvencieron.Pacíficos

poseedoresdecuantolesrodeaba,satisfacianásuantojosusnecesidades, y gozaban completamentede la independenciaque ensu orígen tuvieron las especies. Por otra parte la tierra árida en unosparages, cubierta en otra de maleza, y llena en todos de despojos yotrosmalospasos,deaguassincursoyhediondospantanos,senegaba á ser transitada, ofreciendo apenas al mísero mortal lo masindispensableparaprolongarunaexistenciatanprecariacomoinfeliz.

Sin embargo, este estado de cosas debió durar poco. Si se nospermiteestaespresion,diremosquetodoslosanimalesquepueblanel globo, sean de la clase que quiera, y pertenezcan á esta ó aquellaespecie, son seres pasivos: sometidos á cierto orden de leyes eternas,invariables,no pueden escederen un punto los límitesque á todassusaccionesseñalódeantemanoeldedodeldestino:sufrenlasincomodidades que los cercan sin intentar elevarse á las causas quelas producen, ni á los medios de evitarlas, y caminan á la muerte porel mismo sendero que caminaron sus abuelos: la vida del primeranimal de cada especie es la misma que la del último, y si en algunoshay variaciones, es porque habiendo caido bajo el dominio inmediatodel hombre, esperimentan ciertas modificaciones que les imprime sumano; pero esto mismo confirma lo pasivo de su existencia y laimposibilidad en que estan de cambiar por sí ó espontáneamente laseriede susoperaciones.

Alcontrario,elhombredesdeelmomentoqueesperimentósensaciones incómodas intentó destruir sus causas, y conociendo lanecesidad que tenia de obrar de acuerdo con algun otro hombre, seunió á él y echó el cimiento del edificio social: iba con su industriamejorandopordiaselaspectodelanaturaleza,yconsuvalorahuyentólasfieras que ledisputaban audaceseldominio de loscampos, y el leon, el tigre, la pantera y la hiena evitaron medrosas supresencia. Deseoso de abandonar la vida errante que hasta entonceshabia tenido, y de fijar su residencia en los parages mas risueños yfloridos,construyómansionesfijasysembróelgermendelaspoblaciones;reuniótambienenrebañoslosanimalesdócilesydomesticables,paraquemultiplicándosemasymasbajosu

proteccion y cuidado, le suministrasen con su carne, leche y pieles,alimentos y vestido. La misma solicitud y esmero del hombre paraprotegerlos y aumentarlos parece que le autoriza, segun la espresiondeunsabionaturalista[4],parainmolarlosásuantojo.

Por este tiempo hizo tambien la conquista de los animales que leson mas útiles, y cuya dominacion le da mas gloria. Pero viniendo áfijarnos en el toro, diremos que fue seguramente uno de los primerosqueesperimentaronelyugo;porqueloesquisitodesucarne,lasabrosa y abundante leche de las hembras, la estension de su piel y lautilidad con que podia emplear sus fuerzas para diferentes objetos, leharian fijar en él bien pronto la vista. Su conquista sería bien facil enaquellos paises en que por razon del clima y de la calidad de losvegetalestieneuncarácterlánguidoypocoenérgico;peroenaquellos que como España crian toros soberbios y fuertes, no pudoverificarsesinoáfuerzadeconstancia,ardidesypeligros,yhéaquiel orígen de la accion de torear. Nada mas natural ni mas glorioso alhombre. Si alabamos hoy el valor y la destreza con que los salvagesdel Orinoco burlan la ferocidad del caiman; si nos admira el arrojodel árabe que en sus abrasadores desiertos vence y somete al leon; sinopodemosoirsinestremecimientolacazadelelefanteólapescade la ballena, y apreciamos y medimos la superioridad del hombrepor lo grande de estas acciones, ¿se deberá vituperarla de someter altoro hasta el estremo de hacerle servir de juguete y distraccion...?Ciertamentequeseríauna ridículacontradiccion.

Hemos visto que es un atributo peculiar del hombre sojuzgar lasfierasdelosdiferentespaisesquehabita;queestaaccionesindispensable para adelantar en la carrera de la civilizacion; y que enmuchos paises se perpetúa tanto por necesidad, como por ostentar ygloriarseelhombreconlafuerzaysuperioridadquelefueronconcedidas.“Todoanimal(diceFergusson)[5]sedeleitaenelejercicio de sus fuerzas. Retozan con sus garras el lobo y el tigre; elcaballo olvidando el pasto da alguna vez su crin al viento para correrlos campos; y el novillo y aun el inocente recental topan con lasfrentes antes de sentirlas armadas, como si se ensayasen para lasluchasquelosesperan.Elhombrenomenospropensoáellasse