TDAH – Con la cabeza en las nubes: 100 preguntas y respuestas sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad - Paulo Mattos - E-Book

TDAH – Con la cabeza en las nubes: 100 preguntas y respuestas sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad E-Book

Paulo Mattos

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Beschreibung

De repente, te das cuenta de que esa persona que te cae tan bien tiene algo distinto o quizás que algo en ti no encaja en la normalidad. En un principio, la dificultad de aprender, socializar o realizar las tareas cotidianas parece natural. Sin embargo, con el tiempo, estos obstáculos se empiezan a acumular y hacen que la vida de la persona sea más sufrida, más estresante y más difícil de lo que sería razonable, un sufrimiento que también afecta la vida de quienes conviven con ella. ¿Qué estará pasando? Fue para aclarar esta y muchas otras dudas que el Dr. Paulo Mattos escribió Con la cabeza en las nubes: 100 preguntas y respuestas sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad ( TDAH ). Como psiquiatra e investigador, el Dr. Mattos es una de las principales autoridades mundiales en  TDAH  y ya ha publicado más de un centenar de artículos científicos, además de decenas de libros y capítulos sobre el tema. Sin embargo, su principal aporte a las familias que conviven con el  TDAH  fue, sin duda, este libro. El Dr. Mattos reunió aquí las 100 principales preguntas que hacen los padres, cónyuges, profesionales de la salud, educadores, pacientes y muchas otras personas que conviven con el trastorno. Con respuestas directas, científicas y elaboradas en un lenguaje accesible para el público en general, Con la cabeza en las nubes se ha convertido en la principal referencia en Brasil en lo que respecta al  TDAH . Recomendado por psiquiatras, psicólogos, neurólogos, psicopedagogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, fonoaudiólogos y educadores, la obra Con la cabeza en las nubes se ha convertido en lectura obligatoria para personas y familias que buscan información clara, correcta y segura sobre el  TDAH , en medio de tanta desinformación que circula en los medios digitales. En esta 17ª edición, revisada y ampliada por el Dr. Paulo Mattos y con un prefacio de Iane Kestelman ?psicóloga, psicoanalista, neuropsicóloga y presidenta voluntaria de la Asociación Brasileña de Déficit de Atención ( ABDA )? encontrarás lo que hay de más actual sobre el  TDAH , con el aval de la máxima autoridad en el tema y la recomendación de la principal asociación de pacientes con  TDAH  de Brasil. Esperamos que este libro te ayude a comprender mejor el  TDAH  y a aprender a vivir con el trastorno de forma tranquila, con menos sufrimiento y más calidad de vida.

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TDAH

Con la cabezaen las nubes

100 PREGUNTAS Y RESPUESTASSOBRE EL TRASTORNO POR DÉFICIT DEATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

Copyright © 2020 Associação Brasileira do Déficit de Atenção (ABDA)

Todos los derechos reservados por Autêntica Editora Ltda. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, ya sea por medios mecánicos, electrónicos o por copia xerográfica, sin autorización previa del editor.

La editorial no es responsable del contenido, funcionamiento, mantenimiento o actualización de enlaces u otros recursos presentados por el autor en este libro.

EDITOR

Marcelo Amaral de Moraes

EDITORA ASISTENTE

Luanna Luchesi

REVISIÓN

Jorge Davidson

PROYECTO GRÁFICO

Diogo Droschi

DIAGRAMACIÓN

Christiane Morais de Oliveira

Datos Internacionales de Catalogación en la Publicación (CIP)(Cámara Brasileña del Libro, SP, Brasil)

Mattos, Paulo

TDAH – Con la cabeza en las nubes : 100 preguntas y respuestas sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad / Paulo Mattos ; tradução Julieta Sueldo Boedo. – 17. ed. rev. y ampl. – Belo Horizonte : Autêntica, 2021.

Título original: No mundo da lua : 100 perguntas e respostas sobre o Transtorno do Déficit de Atenção com Hiperatividade (TDAH)

ISBN 978-65-5928-041-4

1. Deficiência de aprendizagem 2. Distúrbio do déficit de atenção com hiperatividade - Miscelânea 3. Perguntas e respostas 4. Transtorno de déficit de atenção com hiperatividade (TDAH) I. Título.

21-63702

CDD-616.8589

Índices para catálogo sistemático:

1. Distúrbio de déficit de atenção com hiperatividade : Neurologia : Medicina 616.8589

Maria Alice Ferreira - Bibliotecária - CRB-8/7964

Belo Horizonte

Rua Carlos Turner, 420

Silveira . 31140-520

Belo Horizonte . MG

Tel.: (55 31) 3465 4500

São Paulo

Av. Paulista, 2.073, Conjunto NacionalHorsa I, 3º andar . Sala 309Cerqueira César . 01311-940 São Paulo . SPTel.: (55 11) 3034 4468

www.grupoautentica.com.br

SAC: [email protected]

DR. PAULO MATTOS

TDAH

Con la cabezaen las nubes

100 PREGUNTAS Y RESPUESTASSOBRE EL TRASTORNO POR DÉFICIT DEATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

TRADUCCIÓN:Julieta Sueldo Boedo

17ª EDICIÓN | REVISADA Y AMPLIADA            

A mis padres, ¡gracias por todo!

SUMARIO

Sobre el autor

Prefacio a la 17ª edición

CAPÍTULO 1 – INTRODUCCIÓN

1

¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, o TDAH?

2

¿Pero esto es suficiente para tener un diagnóstico de TDAH?

3

¿El TDAH es una enfermedad inventada?

4

¿Y por qué se hace tanto “lío” por el diagnóstico de TDAH?

5

¿No sería un intento de controlar el comportamiento de los niños?

6

¿Por qué no se puede considerar el TDAH como un comportamiento más exuberante?

7

¡Es que los medios a menudo muestran discrepancias sobre el TDAH!

8

¿Cuáles son los problemas asociados con el TDAH?

9

¿El TDAH puede traerle beneficios al portador?

10

¿Se puede tener TDAH sin que cause problemas?

11

¿Por qué un libro de preguntas y respuestas?

CAPÍTULO 2 – LOS SÍNTOMAS

12

¿Todos los pacientes con TDAH son parecidos?

13

¿Es difícil diagnosticar el TDAH?

14

¿O sea que son correctas las críticas que dicen que el diagnóstico de TDAH es poco “sólido”?

15

¿Existen distintos tipos de TDAH?

16

¿Existe TDAH solo de falta de atención?

17

¿El TDAH puede persistir hasta la edad adulta?

18

¿Y por qué muchos médicos pensaban que el TDAH no existía en los adultos?

19

¿Cómo se hace el diagnóstico de TDAH en adultos?

20

¿Otros trastornos pueden presentar síntomas similares al TDAH?

21

¿Cómo los síntomas del TDAH pueden interferir en la vida de un adulto?

22

¿Por qué las personas con TDAH tienen dificultades de relacionarse?

23

¿Por qué los adultos con TDAH siempre cambian lo que están haciendo?

24

¿Existe una mayor incidencia de consumo de drogas en el TDAH?

25

¡Tengo TDAH!

26

¡Es que todo el mundo piensa que soy despistado!

27

¿Existen estudios para el diagnóstico de TDAH?

28

¿No es raro que no existan estudios para hacer un diagnóstico?

29

¿Cómo los padres pueden sospechar que su hija o su hijo tienen TDAH?

30

¿A partir de qué edad los padres pueden notar los síntomas del TDAH?

31

¿Existe alguna diferencia del TDAH en niños y en niñas?

32

¿En qué momento de la vida del niño se diagnostica el TDAH?

33

¿Existen otros síntomas del TDAH? ¿Por qué no figuran en el sistema DSM?

CAPÍTULO 3 – LAS CAUSAS

34

¿El TDAH es un efecto secundario del uso de los medios digitales?

35

¿El TDAH es genético?

36

¿Existe un gen del TDAH?

37

¿Dónde entra el ambiente en esto?

38

¿Los problemas familiares pueden causar TDAH?

39

¿Los conflictos emocionales pueden causar TDAH?

40

¿El TDAH puede ser un efecto de la forma como se educa a los niños?

41

¿Puedo hacerme un estudio genético para confirmar un diagnóstico de TDAH?

42

¿Cuál es la principal conclusión de los estudios de genética del TDAH?

43

¿Existen otros factores de riesgo biológicos que no sean genéticos?

44

¿Qué está alterado en el cerebro de quienes tienen TDAH?

45

¿Puedo hacerme una resonancia magnética para diagnosticar el TDAH?

46

¿Qué pasa con los demás tipos de estudios?

47

¿Se utilizan otros estudios en el TDAH?

CAPÍTULO 4 – COMORBILIDADES

48

¿Qué otros trastornos pueden aparecer junto con el TDAH?

49

¿El TDAH en sí mismo no acarrea problemas emocionales?

50

¿Cuáles son los problemas de aprendizaje escolar asociados con el TDAH?

51

¿Existen problemas clínicos asociados con el TDAH?

52

¿Cómo se pueden minimizar las consecuencias del TDAH?

CAPÍTULO 5 – VISIÓN GENERAL DEL TRATAMIENTO

53

¿Mi hijo tendrá que tomar medicamentos?

54

¿La actitud de los padres hacia sus hijos puede “empeorar” el TDAH?

55

¿Es común sentirse cansado y desesperado?

56

¿Qué pueden hacer los padres para ayudar con el tratamiento?

57

¿Vamos a empezar ahora mismo?

58

¿No es difícil ver los beneficios de cambiar la conducta?

59

¿Y esos días en los que estoy loco de rabia?

60

¿Por qué nunca aprende, ni siquiera cuando se lo castiga?

61

¿Qué otros problemas en las relaciones sociales y familiares pueden ocurrir?

62

¿Se puede “manejar” la impulsividad?

63

¿Cómo ayudar en las dificultades de relacionarse?

64

¿La falta de memoria tiene solución?

65

¿Cuál es la comunicación más eficaz para las personas con TDAH?

66

¿Cómo lidiar con el eterno drama de los estudios en el hogar?

67

¿Por dónde empezar en cuanto a la escuela?

68

¿Cómo debería ser el ambiente de estudio en casa?

69

¿Cómo recompensar?

70

¿Se puede estimular a alguien que no quiere estudiar?

71

¿Hay consejos especiales para el horario de los deberes?

72

¿Qué otras cosas son importantes para motivar el estudio?

73

¿Hay formas de mejorar la memorización?

74

¡Mi hijo se saca malas notas porque no estudia!

75

¿Existen algunas recomendaciones generales?

76

¿Y las recomendaciones para los adultos?

CAPÍTULO 6 – LA ESCUELA

77

¿Cuáles son las características ideales de un docente para niños y adolescentes con TDAH?

78

¿Qué deben esperar los profesores del rendimiento académico?

79

¿Cómo los profesores pueden sospechar de otro problema coexistente?

80

¿Y los problemas conductuales que pueden estar asociados con el TDAH?

81

¿Cuáles son las principales recomendaciones para el profesor?

82

¿Existe algún tipo de escuela más adecuada para personas con TDAH?

83

¿El estudiante con TDAH debe recibir un tratamiento diferente?

84

¿Un tratamiento especial no avergonzará al estudiante?

CAPÍTULO 7 – MEDICAMENTOS

85

¿Es obligatorio el tratamiento del TDAH con medicamentos?

86

¿Cómo actúan los medicamentos para tratar el TDAH?

87

¿Qué medicamentos se utilizan para tratar el TDAH?

88

¿Se puede utilizar más de un medicamento?

89

¿Los estimulantes causan adicción?

90

¿Existen eventos adversos graves por el uso de estimulantes?

91

Bueno, aun así, tengo dudas sobre si tomar o no la medicación

92

¿Los medicamentos curan el TDAH?

93

¿Cuánto tiempo se debe seguir el tratamiento farmacológico?

94

¿O sea que voy a ser prisionero de los medicamentos?

95

¿Los medicamentos se acumulan en el organismo?

96

¿Hay casos en los que el medicamento no funciona?

97

¿Cuándo hacer psicoterapia?

98

¿Qué es el neurofeedback?

99

¿Es obligatorio el tratamiento con un fonoaudiólogo?

100

¿Existen otras medidas importantes?

SOBRE EL AUTOR

El DR. PAULO MATTOS es médico psiquiatra de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), tiene maestría y doctorado en psiquiatría y posdoctorado en bioquímica. También es fundador y miembro del comité científico de la Asociación Brasileña de Déficit de Atención (ABDA). Miembro de la Asociación Brasileña de Psiquiatría, la Academia Brasileña de Neurología y la American Psychiatric Association, también se desempeña como coordinador de neurociencia en el Instituto D’Or de Investigación y Docencia (IDOR).

Todos los derechos autorales fueron cedidos por el autor a la Asociación Brasileña de Déficit de Atención, una entidad sin fines de lucro.

Conozca la página web de la ABDA,en www.tdah.org.br

PREFACIO DE LA 17ª EDICIÓN

La vida nos impone múltiples retos. Muchos de ellos transforman nuestras vidas y, como resultado, también el destino de millones de personas. Primero nuestra familia, luego nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestro país y, al final, nos damos cuenta de que ha afectado a todo el mundo.

Definitivamente, Con la cabeza en las nubes cambió la realidad de las personas con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad).

A mediados de la década de 2000, el TDAH todavía era un tema desconocido en Brasil. Y yo era nada más que la madre de dos hijos con TDAH, sin diagnosticar, en una búsqueda desesperada de respuestas a las dificultades que atormentaban sus vidas.

Por la angustia de encontrar una solución, probé innumerables alternativas de tratamiento y visité distintos profesionales: psicólogos, psicoanalistas, médicos… La conclusión era siempre la misma: “es culpa de los padres” y, más precisamente, de la madre.

Esta afirmación comprobaba lo absurdo de la ignorancia, lo que aún hoy repiten muchos profesionales. En medio de tantos tipos de tratamientos y tantos profesionales poco preparados, experiencias como la mía llevan al fracaso y generan un sinfín de perjuicios: emocionales, económicos, de salud y de estabilidad familiar.

A pesar de mis esfuerzos, no lograba ver una luz al final del túnel.

Por más inusitado que parezca, las respuestas que aclararían el motivo de mi angustia me llegarían por la puerta de mi propio consultorio.

Soy psicóloga, neuropsicóloga y psicoterapeuta especializada en psicoanálisis. Mi rol profesional y el propósito de mi vida siempre han sido brindar luz y comprensión a quienes lo necesitan. En ese momento, sin embargo, era yo quien necesitaba luz y ayuda para mis dos hijos. Y esa luz me llegó de las manos de una paciente que traía un libro en su cartera. El título me pareció gracioso: Con la cabeza en las nubes, pero encontré el tema interesante.

Aunque el título del libro sugería un volar por el cielo, en realidad lo que proponía era un viaje de vuelta. Un encuentro definitivo de una persona, que no sabía qué era TDAH, consigo misma. Poco sabía entonces del poder que contenían esas páginas. Eran solo palabras impresas en papel, pero traían el contenido más preciado y necesario para ese momento de mi vida: la psicoeducación y el conocimiento. Me permitió perder esa sensación de “no sé nada de esto” y cambiar por la convicción de que “ahora entiendo y sé qué hacer con todo esto”.

Después de leer Con la cabeza en las nubes, el Dr. Paulo Mattos dejó de ser para mí nada más que el autor del libro y se convirtió en la voz de la esperanza. ¡Y cómo escuché esa voz! Esa voz no solo cambió la vida de mis hijos, sino que redirigió la mía, enseñándome todo lo que hoy sé sobre el TDAH y lo que sigo aprendiendo.

Del encuentro con el autor de Con la cabeza en las nubes, quien se convirtió en el médico de mis hijos y mi maestro profesional, surgió la necesidad de fundar una institución que luchara por la concientización, el diagnóstico y el tratamiento del TDAH. Fue entonces que nació la Asociación Brasileña de Déficit de Atención (ABDA), con el objetivo de difundir información científica sobre este trastorno en Brasil. Hoy, casi 20 años después de su fundación, ABDA es la única asociación sin fines de lucro que lucha por las personas con TDAH en Brasil. Es la mayor asociación de pacientes en América Latina, reconocida por profesionales y otras asociaciones de pacientes de todo el mundo.

Con la cabeza en las nubes fue el pasaporte para poder emprender una nueva jornada con mis hijos y mis pacientes. Sin duda, como yo, profesionales de la salud y de la educación, así como personas y familias que todavía luchan contra el desconocimiento sobre el TDAH, tenemos en este libro un verdadero manual, con preguntas y respuestas científicas sobre el trastorno. Una especie de guion de escape contra el estigma y la desinformación.

Dedico mi eterna gratitud al maestro, aliado y amigo, el profesor Dr. Paulo Mattos, por haber cedido generosamente los derechos de autor, así como todas las ganancias del libro, a los proyectos de ABDA, desde su primera edición.

A la Editorial Autêntica, que nos honra enormemente al asumir los derechos para publicar y difundir este trabajo, también les extiendo mi más sincero agradecimiento por apostar, apoyar y creer en nuestra causa.

Iane Kestelman

Psicóloga, psicoanalista, neuropsicóloga ypresidenta voluntaria de laAsociación Brasileña del Déficit de Atención (ABDA)

PHOTOGRAPHEE.EU/SHUTTERSTOCK

¿Qué es el Trastornopor Déficit de Atención conHiperactividad, o TDAH?

1

ESTE LIBRO ES SOBRE NIÑOS, adolescentes y adultos que tienen dificultades para mantener la atención durante mucho tiempo. Es común decir que “viven con la cabeza en las nubes”, es decir, terminan pensando en otra cosa (o en muchas otras cosas) durante una conversación o cuando están estudiando, leyendo, trabajando, en fin, en varios tipos de situación. Las investigaciones muestran que el TDAH afecta aproximadamente al 5% de los niños y al 2,5% de los adultos en diferentes regiones del mundo.

En la mayoría de los casos, aunque no siempre, estas personas son inquietas, no se quedan quietas o calladas mucho tiempo, odian todo lo que es monótono o repetitivo y son impulsivas en su vida cotidiana. Son personas que viven cambiando de intereses y de planes y les cuesta hacer las cosas hasta el final. Suelen ser desorganizadas y olvidan las cosas más fácilmente que otras personas.

Pueden enfrentar problemas en su vida académica (las quejas suelen comenzar en la escuela), así como en el ámbito profesional, social y familiar. Aunque estos síntomas provocan varios problemas en la vida del individuo desde temprana edad, pueden mantenerse durante mucho tiempo —incluso de por vida— sin que lo consideren como expresión de un trastorno, es decir, sin que nunca conduzcan a un diagnóstico.

En más de la mitad de los casos de este trastorno existen otros problemas asociados, especialmente cuadros de ansiedad y de depresión, que puede convertirse en el único foco de preocupación del propio individuo, de su médico o psicoterapeuta. Este problema se llama TDAH, acrónimo de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, en español; o Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD), en inglés. En el pasado, se le había llamado Disturbio por Déficit de Atención (DDA); o Attention Deficit Disorder (ADD), en referencia a los casos en los que no hay presencia de Hiperactividad —la “H” del TDAH—, pero esta denominación fue abandonada.

¿Pero esto es suficiente para tener un diagnóstico de TDAH?

2

EL TDAH ESTÁ RECONOCIDO por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la institución responsable por listar todas las enfermedades existentes, desde las más comunes hasta las más raras.

Surgen nuevas enfermedades, como el COVID-19; otras desaparecen, como la viruela; y otras cambian su nombre —la Artritis de Reiter, por ejemplo, cambió su nombre para que no se le rindiera homenaje a un médico nazi—. La sífilis y la lepra fueron consideradas la misma enfermedad durante mucho tiempo porque las manifestaciones cutáneas eran, muchas veces, similares. Algunas conductas desaparecieron de la lista oficial porque se consideró que no existía una base científica para clasificarlas como enfermedades médicas, ese fue el caso de la homosexualidad. En el caso del TDAH no faltan fundamentos científicos, como veremos en este libro.

¿El TDAH es una enfermedad inventada?

3

PARA CONTESTAR ESTA PREGUNTA, lo mejor es reproducir lo que la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por su sigla en inglés), una de las más rigurosas e influyentes del mundo, dijo al respecto en 1998, cuando se planteó el mismo tema en Estados Unidos:

“El TDAH es uno de los trastornos mejor estudiados en la medicina y los datos generales sobre su validez son mucho más convincentes que la mayoría de los trastornos mentales e incluso que muchas condiciones médicas”.

¿Y por qué se hace tanto “lío” por el diagnóstico de TDAH?

4

SEGURAMENTE SON VARIAS LAS RAZONES PARA QUE ESTO SUCEDA. Hay grupos que sugieren que el TDAH es una mera etiqueta para designar a ciertos niños que se portan de manera diferente. Como veremos en este libro, el TDAH se asocia a una serie de desenlaces negativos a lo largo de la vida: un índice más alto de fracaso académico, mayor número de divorcios, más incidencia de accidentes y una tasa más alta de desempleo. Por lo tanto, no se trata solo de niños que tienen una conducta distinta de los demás.

Nuestro cerebro está naturalmente estructurado para clasificar automáticamente las cosas y agruparlas en categorías, y esas categorías no son el problema, sino el uso que se hace de ellas. Cualquier diagnóstico es una categoría e implica la existencia de alguna disfunción. Hay otros grupos que, increíblemente, piensan que se trata de cuestiones sociales, en un eco tardío de las ideas de Jean-Jacques Rousseau: “el hombre nace bueno y puro, es la sociedad la que lo hace diferente”.

Otros, asimismo, no creen en el diagnóstico de TDAH nada más que porque se pueden observar sus síntomas, en diversos grados, en cualquier persona. Hay dos tipos de diagnóstico en medicina. En el caso de algunas enfermedades, como el cáncer y la hepatitis, o estás en el grupo de quienes la tienen o en el de los que no la tienen. En este caso, hablamos de diagnóstico por categoría o categorías. Sin embargo, en varios otros casos, el diagnóstico se define a partir de determinado punto, aunque todo el mundo tenga esa característica o conducta hasta cierto grado. En este caso, se habla de diagnósticos dimensionales, es decir, de dimensión. Hay muchos ejemplos de diagnósticos comunes y conocidos: hipertensión arterial (presión alta), diabetes y glaucoma, entre otros.

Los diagnósticos dimensionales son muy comunes. Aunque todo el mundo tiene presión arterial (algunos tienen presión arterial más baja, otros dentro del promedio, otros en el límite superior de lo normal), algunas personas tienen presión arterial muy alta. Más alta que la gran mayoría de la población. ¿Y qué les pasa? Cada aumento de 20 mm en la presión sistólica (máxima) o de 10 mm en la presión diastólica (mínima) duplica la posibilidad de muerte por enfermedad cardiovascular. Lo mismo sucede en el caso de la diabetes mellitus: todo el mundo tiene azúcar en la sangre, algunos más, otros menos. Algunas personas tienen niveles de azúcar que la mayoría de la población no tiene, lo que provoca numerosos problemas en sus vidas. Se les denomina diabéticos.

El diagnóstico de TDAH, como el de hipertensión arterial y diabetes, es dimensional. Todos tenemos algunos síntomas de falta de atención e inquietud, pero algunas personas —alrededor del 5% de la población infantil— tienen muchos más síntomas que los demás; y este “exceso” de síntomas, que el 95% de las personas no tiene, provoca muchos problemas en su vida, como veremos más adelante.

Por lo tanto, no se trata de tener o no tener síntomas de falta de atención o hiperactividad. Lo que determina si un problema existe o no es cuánto de estos síntomas se tiene. No existe el grupo de los completamente atentos y el de los completamente desatentos.

¿No sería un intento de controlar el comportamiento de los niños?

5

EN EL CASO DEL TDAH, estamos hablando de una gran dificultad para prestar atención, estar tranquilo y disfrutar del tiempo libre, así como de poder manejar tus emociones y controlar tus impulsos. Empecemos por los adultos. ¿Qué pensarías si tu dentista no prestara atención en tu boca y se levantara todo el tiempo para hacer otras cosas? ¿Y si el portero no prestara atención a tus buenos días y, además, no supiera dónde había metido tus cartas que llegaron por correo? ¿Y si el cajero del supermercado, de la nada, decidiera discutir acaloradamente contigo por un error de cambio que él mismo hubiera cometido y del que no se había dado cuenta? ¿Y si tu novia no prestara suficiente atención mientras le hicieras una declaración de amor o estuviera todo el tiempo fijándose si le llegaban mensajes a su celular?

Creo que es bastante razonable que los padres quieran que sus hijos presten atención a lo que dice el maestro en el aula, que no se levanten todo el tiempo y no hagan tanto lío que moleste a los demás, que no tengan absolutamente nada que ver con eso y que puedan estudiar cuando lleguen a casa. La verdad es que no puedo entender por qué esto es algo horrible para algunas personas. Los niños a menudo no tienen una idea formada sobre lo importante que es el aprendizaje en sus vidas. ¿Por qué los padres no deberían tener expectativas sobre su comportamiento?

Creo que mucha gente confunde esto con intolerancia a las diferencias personales, como: la forma de vestirse, las creencias personales, los hábitos cotidianos, la religión, la sexualidad, etc. Una cosa es no tolerar las diferencias individuales; otra muy distinta es no querer que tu hijo tenga síntomas de un trastorno con bases biológicas que comprometa su capacidad de aprender, desarrollarse y tener una relación sana con los demás.

Querer tratar el TDAH es querer que tu hijo compense las deficiencias —todo el mundo puede prestar atención y estar sentado, concentrado, menos él— y estar en igualdad de condiciones con los demás. Es querer que se desarrolle como los demás.

Volviendo al diagnóstico dimensional: es exactamente porque tenemos un rango de variación de lo normal que sabemos cuándo debemos tratar a alguien que tiene el índice de azúcar demasiado alto o la presión demasiado alta. Si consideráramos que cada uno es de una manera diferente, entonces no trataríamos la diabetes, la hipertensión, la obesidad y muchas otras enfermedades. Pues así es, tratamos tanto las enfermedades categoriales como las dimensionales.

¿Por qué no se puede considerar el TDAH como un comportamiento más exuberante?

6

NO SÉ BIEN por qué algunas personas insisten en este tema, pero tengo varias hipótesis. Una es que estas personas tienen enormes dificultades para aceptar la existencia de enfermedades que afecten la conducta. Y enfermedades neuropsiquiátricas ni hablar, de ninguna manera. ¡Mucho menos en niños!

De hecho, siempre tuve una curiosidad: ¿cómo se puede admitir que existen innumerables enfermedades orgánicas en el cuerpo (diabetes, hepatitis, asma, cáncer, hipertensión, entre otras), sin embargo, del cuello hacia arriba (es decir, en nuestro cerebro), casi todo es psicológico?

Bueno, algunas personas admiten que hay problemas orgánicos en la cabeza, pero, curiosamente, solo en áreas cerebrales muy específicas, como en los casos de Alzheimer o Parkinson. Sin embargo, las áreas del cerebro responsables de la conducta, el control de los impulsos y la atención, ¿nunca padecen de problemas orgánicos? Con miles de millones de circuitos que usan miles de neurotransmisores distintos, ¿nada nunca falla tampoco en estas zonas? ¿En serio? Como hay muchos prejuicios y estigmas sobre los trastornos mentales en la sociedad, a algunas personas les cuesta aceptar que existe un problema químico o biológico en su sistema nervioso central.

Hay gente, aunque bienintencionada a pesar de estar desinformada, que cree que solo los cuadros muy graves e incapacitantes pueden considerarse “trastornos mentales”, como es el caso de la esquizofrenia.

La depresión, algo mucho más común que el TDAH, también se considera un trastorno mental. Una vez más, el tema de los diagnósticos dimensionales: estar triste, depre, en duelo o herido de amor, son cosas que nos pasan a todos. Sin embargo, algunas personas tienen síntomas más intensos y duraderos, con o sin factores desencadenantes. Estos síntomas representan un trastorno que hay que tratar.

Observemos la definición de la Organización Mundial de la Salud para el término trastorno mental:

“(…) un comportamiento significativo, un síndrome o patrón psicológico de un individuo que se asocie a estrés actual o incapacidad, o riesgo de sufrimiento significativamente mayor”.

Por lo tanto, claramente se considera al TDAH como un trastorno mental, así como a la depresión, la ansiedad, el alcoholismo, etc.

En una ocasión, un estudioso de las dificultades del aprendizaje dijo algo muy interesante: “Cada niño es como todos los demás, como algunos niños y como ningún otro niño”. Con esto quiso decir que hay cosas en el comportamiento de un niño que son comunes a todos los demás niños, es decir, son normales para esa edad. Disfrutar jugando y hacer lío son algunas de ellas. En algunos casos, sin embargo, hay grupos de niños que tienen características particulares que no se observan en los niños en general. Este es el caso de los niños con TDAH, que representan cerca del 5% de la población. Tienen un comportamiento que no se observa en otros niños, es decir, en el 95% restante, con la misma intensidad y frecuencia.

¡Es que los medios a menudo muestran discrepancias sobre el TDAH!

7

PUEDE SER DIFÍCIL PARA UN NO EXPERTO saber exactamente a quién creerle, ya que lo que no falta son informaciones completamente distintas en los medios impresos, la televisión o en Internet.

Un importante periódico brasileño, al entrevistar a uno de los más grandes investigadores del mundo sobre el TDAH —¡yo estaba presente!—, decidió posteriormente contraponer sus opiniones, todas científicamente fundamentadas, a las de otro individuo que nunca había publicado un solo artículo científico sobre el tema (me certifiqué de ello a fondo) ni tampoco había participado en ninguna investigación científica. El título del reportaje era: “Especialistas discrepan sobre el TDAH”. No se sabe por qué se lo consideró un experto al otro individuo. Es más, ni siquiera se sabe por qué su opinión fue relevante.

Asimismo, los medios crean miedos infundados al hablar de efectos secundarios que no existen e invariablemente entrevistan a alguien que no es investigador ni tampoco especialista en el tema, o bien asocian el uso de la medicación con la “falta de paciencia para estudiar con el hijo”, como se publicó recientemente en una revista. En todo el mundo no faltan artículos en los que “expertos” afirman que el TDAH es una enfermedad inventada, que no pasa de un invento de los médicos para justificar el tratamiento y de las compañías farmacéuticas para ganar dinero vendiendo medicamentos. Recientemente, un hoax —difusión masiva de fake news— circuló en Internet diciendo que uno de los “creadores” del diagnóstico de TDAH se había arrepentido y, al final de su vida, había reconocido que el TDAH no existía.

Primero, averigüé quién era el “experto”; a menudo se trata de un profesional que solo vio la oportunidad de hacer alarde hablando como para crear controversia. Consulté las bases de datos de investigación científica, como PubMed y Scielo, disponibles en Internet. ¿Cuántos artículos científicos había escrito? ¿En cuántas investigaciones científicas había participado? ¿Ninguna? Es difícil creer en alguien que tiene una opinión tan controvertida y nunca haya hecho ni siquiera una investigación seria ni publicado en una revista científica.

Es obvio que escribir en páginas web o publicar libros —como el que estás leyendo, inclusive— no vale. Cualquiera puede hacer estas cosas, ¡siempre que tenga dinero para cubrir los costos!

Lo realmente increíble fue una reunión, ampliamente publicitada y apoyada por organismos oficiales brasileños, en la que varios profesionales fueron a dar opiniones sobre el TDAH. De hecho, el término correcto sería corazonadas y su relevancia tiende a ser mínima o nula en medicina. Me propuse buscar el currículo de cada uno de ellos: ninguno —sí, lo leíste bien—, ninguno de ellos jamás había participado en ninguna investigación sobre el tema. Algunos habían escrito textos teóricos en los que solo divagaban sobre el tema, es decir, nuevamente meras corazonadas. Otros habían supervisado tesis académicas teóricas —de nuevo, de nuevo—, pero lo que es investigar, ¡nada! ¡