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La intención de esta obra es "determinar" la naturaleza de Dios en su relación con el Universo, concretando y analizando los denominados atributos cósmicos de Dios. Trata, por tanto, del problema de Dios, pero orientado sólo en su relación con el Cosmos, prescindiendo explícita y radicalmente de su relación con el Hombre. Por relación de Dios con el Cosmos, se entiende "nuestro Universo", el Universo del que habla la física, el Universo que ha venido estudiando y observando la ciencia. Aquí se analiza el proceso histórico de progresivo conocimiento hasta la concepción hoy vigente. Es decir, el problema del Universo a lo largo de la historia humana desde la perspectiva propiamente científica. Para ello, se ofrece un estudio histórico aceptablemente pormenorizado de las conexiones, acuerdos y desacuerdos, entre la concepción de Dios, y la del Universo y de su posible relacionalidad. El conocimiento del Universo, es decir, de la Creación en versión religiosa, informa acerca de Dios, su creador, facilitando, modulando, la elaboración humana del concepto de Dios. Trata, pues, del problema de la relación Dios-Universo a lo largo de la historia humana, o, propiamente, de la teología de la Creación del Universo en su largo desarrollo histórico a la luz de los progresos científicos. En un Universo tan grande, en el que el planeta Tierra representa tan poco, tan poquísimo, y en un Universo tan antiguo y al que debe quedarle tanta vida, en el que la presencia del hombre es tan fugaz, tan corta, hay que replantearse la idea del propósito de Dios, y cobra especial relevancia en este contexto la tradicional quinta Sola de la tradición protestante: Soli Deo Gloria, para su gloria. Y en ese contexto, el ser humano puede glorificar a Dios, debe glorificar a Dios en el brevísimo intervalo tempóreo universal que le está tocando vivir. (Francisco González de Posada)
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Veröffentlichungsjahr: 2018
TEOLOGÍA
DE LA
CREACIÓN
DEL
UNIVERSO
Y DE LA RELACIÓN DE
DIOS
CON SU OBRA CÓSMICA
FRANCISCO GONZÁLEZ DE POSADA
Editorial CLIE
C/ Ferrocarril, 8
08232 VILADECAVALLS
(Barcelona) ESPAÑA
E-mail: [email protected]
http://www.clie.es
© 2018 por Francisco González de Posada
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447)».
© 2018 por Editorial CLIE
TEOLOGÍA DE LA CREACIÓN DEL UNIVERSO
ISBN: 978-84-16845-89-7
eISBN: 978-84-16845-90-3
Religión y ciencia
General
FRANCISCO GONZÁLEZ DE POSADA
Catedrático de Física Aplicada. Universidad Politécnica de Madrid.
Nació en Cádiz, el 5 de enero de 1942. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos (1966) por la Universidad Politécnica de Madrid, doctorándose en 1973. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia de Salamanca (1968). Licenciado en Ciencias Físicas por la UCM (1971). Doctor en Teología (2013), Doctor en Filosofía (2015), Doctor en Sociología (2018). Catedrático, por oposición, de Fundamentos Físicos de la E.T.S. de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Santander (1977-87), de la que es nombrado Rector Magnífico (1984-86). Presidente de Cáritas Española (1973-76). Fundador de la Asociación de Amigos de la Cultura Científica , de la que es presidente desde 1983. Medalla de Honor al Fomento de la Invención (1995). Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina (1998). Académico de Honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria (2000). Académico Honorario de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz, (2002). Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, (2002). Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Ecija “Luis Vélez de Guevara” (2002). Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia, (2002). Académico Numerario de la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote (2003). Académico Correspondiente de la Real Academia Hispano Americana (2003). Académico de Honor de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife (2009). Cofrade de la Cofradía Internacional de Investigadores de Toledo (2011). Socio de Honor de la Sociedad Cántabra de Escritores (2014). Académico de Honor de la Real Academia de Cultura Valenciana (2014). Gaditano de Ley (2016). Socio de Honor de la Sociedad Erasmiana de Málaga (2017).
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN
Estructura de la tesis
0.1.OBJETO DE LA TESIS. POSTULADOS (DE FE) QUE SE ASUMEN
1.Objeto de la tesis
2.Postulados primordiales
3.La creación del Universo, sí; la ‘creación’ del hombre, no
4.Trasfondo intelectual que trasparece en la tesis: El ‘contenido fundamental del saber’
5.En torno a la concepción de ‘problema’
0.2.¿QUÉ ES TEOLOGÍA?
1.La revelación como postulado de respectividad
2.Breves notas filológicas e históricas
3.Análisis crítico con referencia a la teología católica actual
4.Una consideración respecto a la fundamentación de la teología de la Reforma
0.3.TEOLOGÍA DE LA ‘CREACIÓN DEL UNIVERSO’
1.Precisión del objeto de la tesis
2.Los referentes clásicos de la ‘teología de la creación’
3.Algunas consideraciones significativas en la ‘teología de la creación’ tradicional
4.La tradicional confusión Mundo-Universo
5.Notas caracterizadoras de esta ‘Teología de la Creación del Universo’
PRIMERA PARTE: DIOS. EL PROBLEMA DE DIOS
1.Introducción
2.Dios, concepto y proceso
3.El ‘problema de Dios’
4.Estructura de esta Primera Parte
5.A modo de adenda de actualidad
1.1.EN TORNO A LA DIVINIDAD
1.En torno al hecho religioso: notas históricas
2.Caracterización del hecho religioso en relación con el problema de Dios
3.Introducción al problema de Dios: tipología de religiones
4.Consideraciones de Calvino
1.2.EL ‘DIOS DE LOS JUDÍOS’: LA CONCEPCIÓN UNITARIA DE DIOS
1.El papel relevante del ‘Dios de los judíos’ en la historia
2.En torno a la existencia de Dios
3.En torno a la esencia de Dios, Dios en sí
4.En torno a la relación Dios-Universo
5.En torno a la relación de Dios con los hombres
6.A modo de complementos
7.Notas acerca de la Biblia
1.3.EL ‘DIOS DE LOS CRISTIANOS’: UNO Y TRINO
1.La presencia de Jesús en la historia humana
1.1.La novedad radical: Jesús, el Cristo
1.2.La predicación de Jesús a los hombres
1.3.Dios en la predicación de Jesús
1.4.Un nuevo plano ‘intelectual’ teológico: la Cristología
2.La concepción trinitaria de Dios: el ‘Dios de los cristianos’. Construcción histórica
2.1.La cuestión cristológica
2.2.La naturaleza divina de Jesús: el Concilio de Nicea I (325)
2.3.La existencia y naturaleza divina del Espíritu Santo: el Concilio de Constantinopla I (381)
2.4.La formulación (casi) definitiva: el Concilio de Calcedonia (451)
3.El credo cristiano ‘actual’
3.1.El Credo, los Credos
3.2.El contenido dogmático acerca de ‘Dios en sí’
3.3.Consideraciones críticas
4.Las referencias a Dios en los textos constitucionales gaditanos
4.1.En el Texto constitucional
4.2.En los Decretos
4.3.En el Discurso preliminar
5.La referencia a las personas divinas en la Constitución de Cádiz: la ‘fórmula trinitaria gaditana’
6.Consideraciones críticas
1.4.EL ‘DIOS DE LOS FILÓSOFOS’
1.En el marco de la unicidad: del ‘Dios de los judíos’ al ‘Dios de los filósofos’
2.El ‘Dios de los filósofos’: atributos cósmicos
3.En torno al problema de la existencia
3.1.Una primera mirada a la historia
3.2.Sistematización de Kant: los ‘argumentos’
3.3.Teísmo filosófico fundamental
3.4.Otras concepciones filosóficas, tras el imperio de la Razón (Revolución francesa): el ateísmo
4.En torno al problema de la esencia
5.Unas consideraciones desde la Física del siglo XX
1.5.‘ATRIBUTOS CÓSMICOS’ DE DIOS
1.En torno a Dios: sus ‘atributos’
2.El problema de la actuación de Dios en el Universo: dos doctrinas diferentes
3.El problema Mundo-Universo: el concepto religioso de ‘mundo’
SEGUNDA PARTE: EL UNIVERSO. EL PROBLEMA DEL UNIVERSO: “EL TODO LO QUE EXISTE”
1.Introducción
2.¿Qué es “Universo”?
3.El problema del Universo: Cosmología y cosmologías
4.A modo de marco: una fugaz mirada a la cosmología física actual
5.Problemas abiertos (entre otros)
6.El tránsito de ámbito intelectual de la Cosmología: de la filosofía-teología a la física
7.Estructura de esta Segunda Parte
2.1.CONCEPTO DE UNIVERSO
1.Introducción
2.En torno a la voz Universo
3.Acerca del concepto de Universo
4.La concepción básica tradicional del Universo
5.¿Universo trinitario o unitario? La revolución de Einstein
2.2.COSMOLOGÍA Y COSMOLOGÍAS
A)TÉRMINOS LINGÜÍSTICOS Y CONTENIDOS
1.Introducción
2.Nociones de Cosmología y cosmologías
3.Voces compuestas con el prefijo ‘cosmo’
4.Voces compuestas con el prefijo ‘astro’
5.En torno a la voz Mundo
B)BREVE RELACIÓN HISTÓRICA DE LAS COSMOLOGÍAS
6.Las cosmologías míticas
7.Cosmologías filosóficas griegas
8.Cosmologías precientíficas
9.Cosmologías observacionales
10.Cosmologías matematizadas
11.La cosmología científica actual
2.3.COSMOLOGÍAS PRIMITIVAS
1.El Universo de la antigüedad en las civilizaciones pre-griegas orientales
2.El Universo en el pensamiento griego clásico
2.1.La esfericidad de la Tierra
2.2.El sistema geocéntrico del Universo (330 a.C.-1543 d.C.)
2.4.COSMOLOGÍA ARISTOTÉLICO-PTOLEMAICO-ESCOLÁSTICA
1.La asunción de la física y de la cosmología de Aristóteles
2.El papel de Claudio Ptolomeo
3.El Universo del Medioevo: consideraciones preliminares
4.La Alta Edad Media
5.Notas relativas a la astronomía árabe
6.La Baja Edad Media
7.El ‘sistema del Mundo’
2.5.LOS ALBORES DE LA MODERNIDAD
1.Introducción
2.Unas notas caracterizadoras
3.La estructura de estos capítulos
2.6.NICOLÁS COPÉRNICO (1473-1543): SISTEMA MATEMÁTICO HELIOCÉNTRICO
1.Notas biográficas
2.El sistema copernicano
3.Concepto copernicano de teoría científica
4.Consideraciones críticas
2.7.TYCHO BRAHE (1546-1601)
1.Notas biográficas
2.Contribuciones astronómicas
3.El sistema tychónico
4.Consideraciones críticas
2.8.GIORDANO BRUNO (1548-1600): SU ANÁLISIS DE LA OBRA DE COPÉRNICO
1.Introducción
2.Análisis crítico de la obra de Copérnico
3.Sus pensares metafísicos y la cosmología científica posterior
2.9.LA MODERNIDAD
1.Etapa histórica
2.Unas consideraciones en torno a la ciencia moderna
3.Las creencias del ‘hombre moderno’
4.Características científico-filosóficas del pensamiento moderno
5.Estructura de los capítulos de la Modernidad
2.10.GALILEO GALILEI (1564-1642): ORTO DE LA MODERNIDAD
1.Introducción
2.Cronobiografía sintética de Galileo Galilei
3.Notas relativas a su quehacer astronómico
4.Síntesis de las características más significativas de su biografía
5.Concepto galileano de ciencia
6.La revolución intelectual galileana: sus manifestaciones
7.Su paso a la historia: perspectiva del papel que desempeñó
2.11.JOHANNES KEPLER (1571-1630): PRIMERA FASE DEL PROCESO DE MATEMATIZACIÓN
1.Notas biográficas
2.La contribución de Kepler: primera fase del proceso de matematización
3.Consideraciones críticas
4.Breves reflexiones conjuntas sobre Galileo y Kepler
2.12.RENÉ DESCARTES (1596-1650): LOS VÓRTICES
1.Introducción
2.Notas biográficas
3.Descartes científicos
4.Unas consideraciones críticas
2.13.EL ‘SISTEMA DEL MUNDO’ DE NEWTON (1642-1727): SEGUNDA FASE DEL PROCESO DE MATEMATIZACIÓN
1.Introducción
2.Notas biográficas
3.El espacio absoluto newtoniano
4.El tiempo absoluto newtoniano
5.La teoría Dinámica newtoniana
5.1.Constitución de la teoría
5.2.La aceptación de la teoría
6.Teoría newtoniana de la gravitación universal: ubicación en la historia
6.1.Concepciones previas sobre la gravedad
6.2.El descubrimiento newtoniano
7.Caracteres del Universo según Newton
8.Una consideración especial: Jorge Juan
2.14.PIERRE-SIMON DE LAPLACE (1749-1827): LA CONCLUSIÓN DEL PROCESO DE MATEMATIZACIÓN DE LA MECÁNICA CLÁSICA
1.Introducción
2.Notas biográficas
3.Contribuciones cosmológicas
4.Consideraciones críticas
2.15.LA POSTMODERNIDAD (1900-1930): LAS REVOLUCIONES RELATIVISTA Y CUÁNTICA
1.Notas introductorias
2.Cronología básica de los descubrimientos y de las concepciones novedosas y revolucionarias de la época de crisis de la Modernidad y construcción de la Postmodernidad
3.En torno a la revolución relativista
3.1.Introducción
3.2.El ‘sentido histórico’ de la teoría de Einstein
3.3.Análisis de las tendencias generales (según Ortega)
4.En torno a la revolución cuántica
4.1.Introducción
4.2.Análisis de las tendencias que afloran en la Física cuántica
4.3.Notas complementarias
4.4.El principio de incertidumbre
5.Una referencia a Prigogine
2.16.EL UNIVERSO DE ALBERT EINSTEIN (1879-1955)
1.Introducción
2.Notas biográficas
3.Apuntes sobre la obra relativista de Einstein
4.El Universo de Einstein: consideraciones conceptuales
4.1.En torno a los conceptos tradicionales de espacio y tiempo
4.2.En torno a los conceptos tradicionales de materia y energía
4.3.En torno al problema finitud-infinitud
4.4.Universo unitario
4.5.Consideraciones complementarias
5.La Relatividad Especial o Restringida
6.La transición hacia la Relatividad General
7.El Universo de la Relatividad General
8.Resumen de la naturaleza matemática de los Universos de Newton y Einstein
9.Consideraciones cosmológicas einsteinianas en torno al año 1920
10.Impacto y desarrollo de la Relatividad General: tres personajes significativos
2.17.COSMOLOGÍA FÍSICA ACTUAL: ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL UNIVERSO, EL MODELO DEL BIG BANG
1.Introducción
2.Acontecimientos básicos en la década de los 20
2.1.Alexander Friedmann
2.2.Edwin Hubble
2.3.Georges Lemaître
3.Descubrimientos y realizaciones relevantes desde 1930
4.Cosmología actual: los fundamentos del modelo del Big Bang
5.Descripción básica del modelo
5.1.En torno al origen
5.2.En torno a la evolución
5.3.En torno al destino
6.La ‘confirmación’ del modelo del Big Bang: George Smoot, 1992
7.La ‘revolución del 98’
8.Algunas preguntas al modelo estándar
2.18.EL UNIVERSO EN PERSPECTIVAS CIENTÍFICAS ABIERTAS AL FUTURO
1.Consideraciones introductorias
2.A modo de catálogo de los grandes problemas pendientes clásicos
3.Panorama sintético de problemas cosmológicos desde la perspectiva propiamente física
4.Teorías básicas sobre el origen del Universo
4.1.Teoría del Big Bang
4.2.Teoría inflacionaria
4.3.Teoría del estado estacionario
4.4.Teoría del universo oscilante
5.Teorías actuales y en elaboración sobre el Universo
5.1.Teorías de cuerdas
5.2.Gravedad cuántica de bucles
6.Los temas primordiales que presenta la cosmología actual
A)Problemas relativos a la constitución del Universo
6.1.Materia oscura
6.2.Energía oscura
B)Problemas relativos a los instantes iniciales del Universo
6.3.Radiación cósmica de neutrinos primigenios
6.4.Radiación cósmica de ondas gravitacionales
C)Vacío cuántico
7.Consideraciones finales
TERCERA PARTE: EL PROBLEMA DE LA RELACIONALIDAD DIOS-UNIVERSO
1.Introducción
2.Naturaleza prioritariamente religiosa
3.El Universo: primer problema de la filosofía-ciencia
4.El Universo: fuente y objeto de conocimiento
5.El Universo: medio para un más adecuado conocimiento de Dios
6.El puesto del hombre, sujeto del conocimiento
7.Los problemas concretos desde la relacionalidad Dios-Universo
3.1.EL GÉNESIS: ORIGEN, PRINCIPIO Y REFERENTE
1.Introducción
2.El texto del Génesis
3.La concepción genesíaca del Universo
4.La concepción genesíaca de Dios
5.La concepción genesíaca de la relación Dios-Universo
6.Algunos problemas complementarios
3.2.EL COSMOS HEBRAICO
1.Introducción
2.Notas culturales contextuales relevantes
3.Fundamentos cosmogónicos y cosmológicos
4.Objetivos astronómicos
5.Cosmografía hebraica
3.3.COSMOLOGÍA CRISTIANA: EL SISTEMA ARISTOTÉLICO-PTOLEMAICO-ESCOLÁSTICO
1.Introducción
2.La componente filosófica: Aristóteles (384-322 a.C.)
3.La componente científica: Claudio Ptolomeo (c. 100 - c.170)
4.La componente propiamente religiosa. Tomás de Aquino (1225-1274)
5.La cosmología cristiana: su caracterización
6.Consideraciones críticas complementarias
3.4.MARTÍN LUTERO (1483-1546): SUS REFERENTES
1.Introducción
2.El alegato de Lutero de 1521
3.Características del momento histórico 1521
4.El contexto próximo al alegato
5.El primer referente: las Escrituras
6.El segundo referente: la razón
7.El tercer referente: la conciencia
3.5.CALVINO (1509-1564): TEOLOGÍA DE LA CREACIÓN SEGÚN LA INSTITUCIÓN DE LA RELIGIÓN CRISTIANA
1.Introducción
2.En torno a Dios: Creador y Gobernador del Mundo
3.En torno a la Creación
4.En torno al Gobierno del Universo: la Providencia de Dios
3.6.EL UNIVERSO, CUESTIÓN TEOLÓGICA: LA CONDENA DEL COPERNICANISMO (1616)
1.Notas generales
2.La consideración del sistema heliocéntrico por la Iglesia católica en el siglo XVII
3.7.GIORDANO BRUNO (1548-1600): UNA CONCEPCIÓN METAFÍSICO-TEOLÓGICA DEL UNIVERSO
1.Breve introducción contextual
2.Notas biográficas
3.Análisis crítico de la obra de Copérnico
4.Actitud ante la ‘filosofía vulgar’ (aristotélico-escolástica)
5.La concepción cosmológica bruniana
6.Notas complementarias
3.8.GALILEO: LA REVOLUCIÓN TEOLÓGICA. I. EN TORNO Al PAPEL DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
1.Una referencia a Ortega y Gasset: la ciencia como forma especial de creencia
2.La revolución intelectual galileana
3.Trasfondo de creencias de Galileo
4.Los postulados de la revolución teológica bíblica
5.En torno al primer postulado: “El Universo ha sido creado por Dios”
6.En torno al segundo postulado: “Las Escrituras no son obra científica”
7.En torno al tercer postulado: “Las obras de Dios no pueden ser contradictorias”
8.Consideraciones complementarias a los postulados
9.El ‘caso Galileo’ en su trama histórica personal: notas escuetas
10.El ‘caso Galileo’ en la trama histórica de la relación ciencia-religión
11.El Vaticano ante el ‘caso Galileo’ 400 años después
12.En torno a la religiosidad de Galileo
13.Notas sobre el quehacer científico en la Modernidad
3.9.GALILEO: LA REVOLUCIÓN TEOLÓGICA. II. EL PRINCIPIO DE MATEMATICIDAD DE LA NATURALEZA
1.A modo de introducción: las manifestaciones de la revolución galileana
2.La preparación intelectual de Galileo. En torno a la datación del Principio: 1604-1611
3.Galileo, hombre de fe
4.¿Normatividad en el Universo o actuación (actuaciones coyunturales, concretas) de Dios?
5.La naturaleza filosófica del principio de matematicidad
6.Enunciado del principio en versión débil
7.Enunciado del principio en versión fuerte
8.El estado actual de la Física
9.En torno a las restantes disciplinas científicas: Química, Geología, Biología, Medicina
10.En torno al papel del Principio
11.A modo de consideración final
3.10.TEOLOGÍA COSMOLÓGICA NEWTONIANA
1.Introducción
2.En torno al título de este capítulo
3.El punto de partida: “es procedente hablar de Dios en Física”
4.La existencia de Dios: su necesariedad
5.Dios ‘dominador’
6.Notas caracterizadoras de Dios
7.En torno a la naturaleza íntima de Dios
8.La proximidad del pensamiento de Newton al de Calvino
9.Un poco más acerca de Newton y su concepción de Dios
10.Consideraciones complementarias acerca del teólogo Newton
3.11.UNAS NOTAS CIENTÍFICO-RELIGIOSAS POSTNEWTONIANAS EN LA CIENCIA DE LOS SIGLOS XVIII Y XIX: EL NEWTONIANISMO. JORGE JUAN, MUTIS, LAGRANGE Y LAPLACE
1.Introducción
2.La Inquisición española contra Copérnico, Galileo y Newton en el pensamiento de Jorge Juan y Celestino Mutis
2.1.El alegato-testamento de Jorge Juan (1713-1773)
2.2.El sacerdote-astrónomo-botánico José Celestino Mutis (1732-1808)
3.La ‘coronación’ de Newton en Francia: Lagrange y Laplace
3.1.Joseph-Louis de Lagrange (1736-1813)
3.2.Pierre Simon de Laplace (1749-1827)
3.12.LOS ‘ARGUMENTOS’ DE LA EXISTENCIA DE DIOS Y LA TEOLOGÍA DE INMANUEL KANT (1724-1804)
1.Introducción
2.Argumentos o ‘pruebas’ de la existencia de Dios
3.En torno al problema del conocimiento de Dios
4.Acerca de la teología
3.13.ATEÍSMO POSTNEWTONIANO Y POSTKANTIANO
1.Introducción
2.Ludwig Feuerbach (1804-1872)
3.Carlos Marx (1818-1883)
4.Friedrich Nietzsche (1844-1900)
5.Sigmund Freud (1856-1939)
6.Consideraciones complementarias: Charles Darwin (1809-1882)
3.14.ALBERT EINSTEIN (1879-1955): “DIOS NO JUEGA A LOS DADOS”
1.Introducción
2.El Universo de Einstein (1905-1923), perspectiva religiosa
3.Análisis de la transición
3.1.La concepción tradicional de Universo
3.2.¿Universo trinitario o unitario? La revolución de Einstein
4.Einstein y Dios
3.15.LA EXPANSIÓN DEL UNIVERSO. LEMAÎTRE (1894-1966): EL PROBLEMA DEL ORIGEN
1.Introducción
2.Georges Lemaître (1894-1966): El ‘átomo primigenio’
3.El problema del origen del Universo
4.La cosmología física
5.Encuentros de Lemaître con Einstein en torno al ‘átomo primigenio’
6.En torno al problema ciencia-religión
7.Lemaître y el Vaticano
3.16.EN TORNO A ZUBIRI: METAFÍSICA Y TEOLOGÍA DEL COSMOS
A)LA METAFÍSICA ZUBIRIANA DEL UNIVERSO: EL UNIVERSO DE LA ESTRUCTURA DINÁMICA DE LA REALIDAD
1.Notas introductorias, a modo de justificación
2.En torno a la obra de Zubiri
3.Visiones anteriores del Universo según Zubiri
3.1.Aristóteles o la visión substancial del Universo
3.2.El siglo XIX y la visión sistemática del Universo
3.3.El pensamiento de Zubiri
3.4.Crítica de Zubiri a estas concepciones
4.El problema del dinamismo estructural de la realidad
5.El dinamismo de la variación
5.1.Introducción. El ‘Escolio’ primicial de los Principia de Newton
5.2.Caracterización del dinamismo variacional
6.La respectividad básica. En torno al espacio
7.En torno al movimiento
8.En torno al tiempo
9.El dinamismo de la alteración
10.Tipos de alteración
11.Constitución del Universo zubiriano
B)TEOLOGÍA ZUBIRIANA DEL COSMOS
12.La ‘vía cósmica’ de Zubiri para acceder a la existencia de Dios
13.La concepción de Dios de Zubiri, por sus atributos cósmicos
14.A modo de contraste con nuestro punto de partida
3.17.LA COSMOLOGÍA ACTUAL EN TANTO QUE UN MODO DE CONFLUENCIA DE LA FÍSICA Y LAS RELIGIONES MONOTEÍSTAS EN TORNO AL PROBLEMA DEL ORIGEN DEL UNIVERSO
A)EL PROCESO HISTÓRICO
1.El problema de Dios
2.La respuesta de los años 20: la expansión del Universo
3.La respuesta de los años 30. Recuerdo especial de Georges Lemaître como pionero del Big Bang
B)EL MODELO COSMOLÓGICO VIGENTE: FÍSICA Y FILOSOFÍA
4.Consideraciones previas
5.Visión cosmológica actual: caracterización metafísica del Universo
6.Los problemas del Universo
7.El problema del origen del Universo a la luz del modelo estándar vigente
C)CONSIDERACIONES COMPLEMENTARIAS
8.La cosmología ‘atea’ de Hoyle, Jordan y Bondi: cosmología del ‘estado estacionario’
9.La hipótesis inflacionaria de Alan Guth
10.La autoorganización del Cosmos
D)REFLEXIONES TEOLÓGICAS: Y… DIOS: ¿QUÉ?, ¿DÓNDE?, ¿CUÁNDO?
11.A modo de presentación
12.El Dios de las teologías de las grandes religiones
13.En torno al qué de Dios en su relación con la Física
13.1.El plano de la Física
13.2.El concepto “Dios”
13.3.Primer nivel de reflexión: la no existencia de Dios en los diferentes planos de la Física
13.4.Segundo nivel de reflexión: la coexistencia de Dios y de la Física en el hombre
14.En torno al dónde y al cuándo de Dios en relación con el Cosmos
14.1.El sentido de la reflexión
14.2.Breve análisis de las implicaciones posibles de los atributos de Dios en la Cosmología
14.3.En torno al dónde de Dios en su relación (espacial) con la Cosmología
14.4.En torno al cuándo de Dios en su relación (temporal) con la Cosmología
15.Reflexiones complementarias
3.18.EL PRINCIPIO ANTRÓPICO: EL PRINCIPIO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS
1.Introducción
2.El “puesto del hombre en el Universo” a lo largo de la historia humana
2.1.La tradición judeo-cristiana
2.2.La tradición naturalista
3.El entorno actual del problema
4.La aparición en escena del “principio antrópico”
5.Intento de definición de referencia
6.Objetivo de este trabajo
7.Condiciones del Universo: requisitos para nuestra existencia
7.1.Relación de “condiciones” o “coincidencias”
7.2.Consideraciones generales y complementarias
8.Los “Principios” de la Física actual
9.La naturaleza científica intrínseca del Principio Antrópico
10.El lugar del Principio Antrópico en el plano de los Principios de la Física
11.En torno a los problemas correlacionados
3.19.EL PROBLEMA DEL ‘FIN DEL MUNDO’ VERSUS EL PROBLEMA DEL ‘DESTINO DEL UNIVERSO’
1.Introducción
2.El problema del ‘Fin del Mundo’
3.El problema del ‘Destino del Universo’ desde perspectiva religiosa
3.20.HAWKING. EL ‘UNIVERSO AUTOSUFICIENTE’: LA INNECESARIEDAD DE DIOS
1.Introducción
2.Recordatorio de algunas ideas filosóficas y científicas
3.Las preguntas de Hawking
4.La posición intelectual de Hawking
5.La teoría última de Todo: la teoría M
6.La tesis central: la innecesariedad de Dios
7.La presencia humana en el Universo: “Señores de la Creación”
8.Y sin embargo… Dios permea todo el libro
9.Consideraciones sobre el ateísmo en la actualidad
3.21.LAS NUEVAS IDEAS EXTRAORDINARIAS DE PENROSE: RESIDUOS DE UN UNIVERSO PRECEDENTE
1.Introducción
2.La pretendida fundamentación científica
3.En torno a las consideraciones cíclicas
4.La cosmología cíclica conformal
CONSIDERACIONES FINALES. A MODO DE CONCLUSIONES
A)En torno a la Introducción general
B)En torno al problema de Dios
C)En torno al problema del Universo
D)En torno al problema de la relación de Dios con su obra cósmica
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Estructura de la tesis
La tesis «Teología de la Creación del Universo y de la relación de Dios con su obra cósmica» se estructura con una introducción bastante amplia, tres partes perfectamente diferenciadas y unas consideraciones finales a modo de conclusiones.
Introducción. En la que se expresa el objeto de la tesis y se formulan los postulados de fe que se asumen. Complementariamente se reflexiona en torno a: 1) Qué es Teología; y 2) Qué se entiende por Teología de la Creación del Universo y de la relación de Dios con su obra cósmica.
Primera Parte. En torno a Dios, acerca de Dios, desde diferentes perspectivas, concepciones, creencias. Por su interés teológico cristiano se tratan de manera expresa las ideas básicas de los judíos y de los cristianos, así como la construcción del concepto de Dios desde la razón, desde la racionalidad filosófica en conjunción con el conocimiento científico. La intención es ‘determinar’ la naturaleza de Dios en su relación con el Universo, concretando y analizando los denominados atributos cósmicos de Dios. Es decir, trata del problema de Dios, pero orientado solo en su relación con el Cosmos, prescindiendo explícita y radicalmente de su relación con el Hombre.
Segunda Parte. En torno al Universo, a ‘nuestro Universo’, al Universo del que habla la Física, del Universo que ha venido estudiando, analizando, observando, la ciencia. El proceso histórico de progresivo conocimiento hasta la concepción hoy vigente. Es decir, trata del problema del Universo o de los problemas del Universo a lo largo de la historia humana desde la perspectiva propiamente científica.
Tercera Parte. Estudio histórico aceptablemente pormenorizado de las conexiones, acuerdos y desacuerdos, entre la concepción de Dios y la concepción del Universo y la de su posible relacionalidad; si se quiere, con una mejor expresión, las relaciones entre las concepciones de Dios y las concepciones del Universo. Y cómo el conocimiento de este, la Creación en versión religiosa, informa acerca de Dios, su creador, facilitando, modulando, la elaboración humana del concepto de Dios. Es decir, trata del problema de la relación Dios-Universo a lo largo de la historia humana, o, propiamente, de la teología de la Creación del Universo en su largo desarrollo histórico a la luz de los progresos científicos.
Finalmente, se presentan unas Consideraciones Finales, a modo de Conclusiones, que resumen, de manera concreta, algunos de los frutos principales de la tesis.
0.1.
OBJETO DE LA TESIS. POSTULADOS (DE FE) QUE SE ASUMEN
1. Objeto de la tesis
El objeto de la tesis, en síntesis inicial muy apretada, consiste en la elaboración de una Teología de la Creación del Universo y de la relación de Dios con su obra cósmica. En este capítulo introductorio se pretende abrir de manera lógica el amplio panorama de dicho objeto.
Una primera afirmación categórica, con expresa reivindicación, debe hacerse: es teología, no filosofía, no ciencia. Teología es estudio, es reflexión, es racionalidad, es ‘razonar acerca de Dios’ (porque no me gusta la expresión ‘ciencia de Dios’1). En torno al tema objeto de estudio se ha pretendido a lo largo de la historia encontrar ‘pruebas’ de la existencia de Dios e indicar ‘vías’ para la demostración de dicha existencia, siempre partiendo bien de concepciones filosóficas o bien de hechos científicos, como tendremos oportunidad de constatar –Tomás de Aquino, Kant, Zubiri–. Obviamente ninguna logra su pretensión por la sencilla razón de que la existencia de Dios ni es demostrable ni es indemostrable desde cualquiera de esos puntos de partida, filosofía o ciencia.
En consonancia con la naturaleza de teología, la Teología de la Creación del Universo y de la relación de Dios con su obra cósmica se funda en la FE, se construye –debe construirse– desde la fe, a la luz de las creencias, que –primeramente– son personales. [En otro campo, la ciencia es bastante objetiva y, en consecuencia, generalizable y está de ordinario casi generalizada y asumida como tal]. En la racionalidad teológica, se acompaña la fe –debe acompañarse–de ideas filosóficas y de conocimientos científicos (considerados hechos, pero en medida no despreciable basados en ideas). No es baladí recordar aquí el texto de Ortega y Gasset, Ideas y creencias2, para diferenciar desde estos inicios ambos ámbitos, elevándolos, por nuestra parte, del nivel personal al general. Las ideas son pensamientos que ‘ocurren’, que se tienen; por el contrario, las creencias no se tienen, no se accede a ellas por actos pensantes, sino que de ordinario constituyen el entramado básico de nuestras vidas; con la usual radicalidad orteguiana puede decirse: «Las ideas se tienen, en las creencias se está».
En la Teología, en las creencias, en las que “se está”, se pueden “tener ideas”, es conveniente que se tengan ideas, sobre todo si cambian las ideas contextuales en las que “se estaba y se está estando”3 así como en las que “se estará” en el futuro inmediato. Conviene también, como nota previa sintética, delimitar ‘perfectamente’ el tema objeto de reflexión que indica el título completo: Teología de la creación del Universo y de la relación de Dios con su obra cósmica. Se trata, pues, del ‘primer problema’ de la Teología (en consonancia, por otra parte, con la ‘primera cuestión’ que plantea la Escritura –el Génesis– si se considerara ‘resuelto’, en primer lugar, el ‘problema de Dios’). Al hablar de creación se utiliza el término en su acepción tradicional religiosa: “en tanto que ‘ex novo’, de la Nada”. Y por tratarse expresa y concretamente de creación del Universo no se trata en absoluto del problema de la ‘creación (sea por evolución o también ‘ex novo’) del Hombre’.
El estudio se hace teniendo en cuenta las diferentes visiones cosmológicas generadas a lo largo de la historia, tanto las filosóficas y las religiosas como, sobre todo, las prioritariamente científicas, destacando los papeles representados, entre otros muchos, por Aristóteles, Ptolomeo, Tomás de Aquino, Copérnico, Bruno, Brahe, Galileo, Kepler, Newton, Kant, Juan, Mutis, Lagrange, Laplace, Einstein, Planck, Minkowski, Friedmann, Hubble, Lemaître, Gamow, etc., hasta las actuales de Hawking y Penrose integradoras, aunque discordantes de la asumida por el modelo científico vigente, del último gran descubrimiento ‘revolucionario’ –y fundamental– acerca de la “expansión acelerada del Universo”.
La pretensión –el objeto de la tesis– es ofrecer unas respuestas –término cuyo significado aquí expondremos más adelante en este mismo capítulo– a los problemas fundamentales que constituyen, por una parte, el Universo, y, por otra, Dios. Es decir, el problema de Dios y el problema del Universo, así como el problema de la relación de Dios con el Universo, con referencia especial al problema del origen del Universo en el que se encuentran –¿de pronto?– el concebido y concebible como Ser Supremo –Dios Creador– y su incipiente creación: el Universo. Las respuestas se construyen desde tres perspectivas independizables, aunque no sean propia y totalmente independientes: la ciencia física (completada con la química y la biología), la filosofía y la religión, respuestas que se ofrecerán a la luz de las fuentes de las creencias y de las ideas que se consideran en la tesis: Física, Filosofía y Religión.
Estas tres fuentes, y frentes, no son absolutamente independientes, no son perfectamente separables ni siquiera en sí pero mucho menos tras las respectivas dinámicas históricas con los cambios de residencia de algunos problemas –mejor, subproblemas– en los diferentes ámbitos disciplinares. Así, por ejemplo, el problema del Universo ha transitado de la filosofía a la teología para situarse finalmente –al menos hasta el presente– en el territorio de la física. Tampoco, seguramente, serán de aceptación general estas ideas en momentos como los actuales, de esplendor de la física y de crisis de la filosofía y de la teología, al menos vistas desde fuera. Diríamos, con rigor, que cada una de las partes es solo prioritariamente física, prioritariamente filosófica y prioritariamente teológica.
La elección –selección– de pensadores excepcionales –físicos, filósofos, teólogos– tienen significados complementarios: las referencias a Aristóteles, Kant y Zubiri, presencia de la filosofía; a Tomás de Aquino, la teología católica; a Lutero y Calvino, la Reforma; a Copérnico y Galileo, la de cristianos católicos críticos con ‘lo establecido’, con ruptura desde el lado de la “realidad”, iniciando el problema que permanece hasta la actualidad de la relación razónfe, ciencia-religión; a Newton, por una parte, máxima referencia científica, y, por otra, la iglesia anglicana y la creencia arriana; Juan y Mutis, la defensa frente a la Inquisición; Lagrange y Laplace, la Ilustración científica laica; a Einstein, la condición judía; a Lemaître, el catolicismo científico actualizado; a Hoyle y Hawking, el ateísmo reciente.
2. Postulados primordiales
El punto de partida de la tesis, como se ha indicado, por tratarse de teología, precisa de una postulación desde la fe. En esta perspectiva se enuncian tres postulados de fe, que se denominan propiamente y que se establecen como bases primeras para la reflexión teológica, con sustratos de fundamentación filosófica y científica.
1º. Postulado de principialidad. A modo de principio primero, se postula junto a la existencia de Dios, su carácter eterno: existe Dios desde la eternidad. Así, Dios se concibe como Principio de todo, sin origen.
La intelección de la eternidad teológica (y filosófica) se interpreta con extrema facilidad en la perspectiva físico-matemática del concepto de tiempo de Newton, en tanto que conjunto biunívoco con el de los números reales, R, aunque orientado (dirección de afinidad) del pasado al futuro. Con las posibilidades de edición ordinaria puede escribirse así:
o bien:
La ‘recta real tempórea’, concebida por Newton y establecida matemáticamente para la introducción a partir de ella de la teoría de los números reales, R, que presupuestamente servirían para la descripción de la Realidad, de la Naturaleza, de todos los fenómenos naturales, y constituiría base matemática para la Física, se representa mediante una línea recta continua infinita, tal como
Representación de la recta real del tiempo newtoniano (infinita)
El concepto de tiempo de Newton se caracteriza, en expresiones lingüísticas filosóficas, como absoluto, verdadero, matemático e infinito. En él pueden situarse ‘instantes’ (mediante cortaduras topológicas) e ‘intervalos tempóreos’ (duraciones de procesos). Desde esta perspectiva en la recta del tiempo puede situarse el ‘instante creacional’ si se concibe como instante (representación a/ en el dibujo) o el proceso (por ejemplo, el genesíaco de una determinada duración, los simbólicos seis o siete días; representación b/), de manera que Dios existe desde la eternidad (anterior a la creación). La representación de cada uno de los casos sería:
Representaciones de un instante (a) y de un intervalo tempóreo o duración (b) en la recta real
En estas concepciones y representaciones matemáticas se utiliza como referencia el concepto de tiempo de Newton concebido como ordinario y sobre todo ‘real’.
Pero desde la perspectiva actual del Big Bang, interpretable mejor, propiamente, como ‘instante original’ en un marco filosófico-científico, el tiempo ha dejado de ser una sustantividad radicalmente independiente, según se había concebido el Universo desde Aristóteles hasta Einstein, ‘Universo trino’:
Desde Einstein, el tiempo no se considera como sustantividad –tiempo–, sino como propiedad –temporalidad o temporeidad– del Universo, de un ‘Universo uno’ como se verá más adelante. En este marco, pero referido al concepto de tiempo de Newton solo que con origen, el tiempo sería biunívoco solo con la semirrecta real positiva, es decir:
Y la representación gráfica elemental, tal como se hace en los modelos cosmológicos actuales (donde el origen de todo el Universo ‘uno’ –espaciosidad, temporeidad y materidad– está en el Big bang) sería:
En resumen, este postulado de principialidad supone que existe Dios, anterior al Universo, infinitamente anterior, y que este, tanto a la luz del conocimiento científico actual –hace unos 13.8001000.000 años– como a la luz de las Sagradas Escrituras tuvo un origen. Tiene así Dios naturaleza de Principio (de fe, postulado) y no solo de principio (inicio, previo).
2º. Postulado de relacionalidad. El Universo existe, no plantea ninguna duda a nadie. Otros temas son los de su aparición, en su caso, su constitución, su funcionamiento, su evolución, su destino, su hipotética o real finalidad o propósito, etc. Pero no solo ‘existe’, sino que se ‘sabe’ (ciencia) que tuvo un origen –el Big bang– y, también desde mucho antes, se ‘cree’ (fe) –obviamente, los creyentes– que tuvo un origen.
Este segundo postulado de fe afirma que Dios se relaciona con el Universo en condición de autor, de creador, de creador a partir de la Nada. Dios, que existe antes del Universo, decidió crearlo, constituyéndolo en ‘su Creación’, de modo que este tiene un origen, como obra ‘creada’, bien en un determinado ‘instante’ (imagen del modelo cosmológico hoy vigente del Big bang) o bien durante un ‘intervalo temporal’ (modelo literal del Génesis). En resumen, el Universo es obra de Dios, hecho por Él de la Nada.
Esta relacionalidad se refiere aquí a la Creación original, al problema de la existencia y solo de la existencia del Universo. No se considera, por el momento, la relacionalidad, en su caso, de Dios con el funcionamiento posterior del Cosmos. Los problemas relativos a la considerada ‘Providencia’ o la ‘actuación o no’ de Dios en el Universo serán tratados más adelante.
3º. Postulado de totalidad. La concepción de Universo, es decir, a qué se denomina Universo, no está nada clara desde el conocimiento actual –empírico más el construido mediante idealización razonable–. Con este postulado se introduce la perspectiva más general posible de considerar como Universo ‘Todo lo que existe’ (incluso mejor se interpreta si, asumiendo la ignorancia persistente, decimos ‘todo lo que exista’), para integrar, en su caso, el pensamiento general relativo a la posibilidad de existencia de otros Universos (o realidades) coexistentes, precedentes o consiguientes de ‘nuestro Universo’, que sería el actual objeto de estudio por la Física y de consideración tradicional por la Teología.
Pues bien, este principio de totalidad se refiere a que ‘Todo lo que existe’ o mejor ‘Todo lo que exista’ es creación de Dios, directa o indirectamente, inmediata o mediatamente. Y ‘Todo’ es todo, lo más o menos conocido: materia, energía, espacio, tiempo, leyes, etc., y lo que aún permanezca oscuro: materia oscura, energía oscura, destino, etc.
* * *
Estos postulados permean la tesis implícitamente y lógicamente surgen explícitos en numerosos diferentes momentos.
3. La creación del Universo, sí; la ‘creación’ del hombre, no
La teología de la creación tradicional se refiere, de hecho, siempre, al hombre. Los tres postulados anteriores en los que se funda la tesis, considerados como de fe –principialidad, relacionalidad y totalidad–, se estiman necesarios como introducción general. Tanto como esto, pero, de momento, solo esto. Y ya es bastante. Y, sobre todo, se precisan para actualizar las creencias y se presentan como marco primariamente novedoso en el contexto de los diferentes ámbitos religiosos.
Pero debe hacerse desde el comienzo una observación complementaria y fundamental, también introductoria, que se reiterará con cierta profusión en diversos capítulos. ¿Qué asunto teológicamente también primordial no interesa a los efectos de esta tesis? Nada menos que la perspectiva de la relacionalidad de Dios con el hombre. Es decir, no son objeto de estudio, por ejemplo, el problema de la ‘creación’ del hombre por Dios; ni el de las características de Dios, o atributos de Dios, respectivas al hombre: bueno, justo, misericordioso, revelado, etc.; ni el de las condiciones del hombre ante Dios: pecador, redimido, salvado, etc.; etc., etc.
Y otra observación elemental. Desde la perspectiva científica actual, el hombre –(¡bueno!, aquí, qué es ‘hombre’, desde ‘cuándo’ se considera hombre, hay otro gran problema para la Teología)–, diremos mejor, los homínidos aparecen en la historia del Universo hace unos 21000.000 de años y, en concreto, el homo sapiens hace solo unos 135.000 años, en un planeta del Sistema Solar con unos 5.0001000.000 años, en el Universo que tiene, como se ha adelantado, unos 13.8001000.000 de años.
4. Trasfondo intelectual que trasparece en la tesis: El ‘contenido fundamental del saber’
La tesis, de teología, tiene una notable fundamentación científica, al hilo del desarrollo de la cosmología, y un apoyo no tan considerable en la filosofía, quizá más en el filosofar que en una exposición pretendidamente erudita en la historia de esta disciplina. Dado que el hilo histórico lo desempeñará la física parece importante destacar en esta introducción unas primeras referencias de corte teológico y filosófico, respectivamente, para desde ellas, señalar por dónde debe ir el ‘conocimiento’, en qué debe basarse el conocimiento. Para ello se eligen dos textos, uno bíblico y otro filosófico, que son, a su vez, el uno muy antiguo y el otro del siglo XX. ¿Cuál es el contenido ‘fundamental’ del saber? Veamos qué dicen Salomón y Ortega para el interés del objeto de la tesis.
4.1. Salomón, Sabiduría VII: 17-214
Salomón, hablando de sí mismo, expone:
17 Porque Él nos da la ciencia verdadera de las cosas, y el conocer la constitución del universo y la fuerza de los elementos;
18 El principio, el fin y el medio de los tiempos; el curso regular de los astros y los cambios de las estaciones;
19 El ciclo de los años y la posición de las estrellas;
20 La naturaleza de los animales y los instintos de las fieras; la fuerza de los vientos y los razonamientos de los hombres; las diferencias de las plantas y las virtudes de las raíces.
21 Todo lo que me estaba oculto lo conocí a las claras, porque la sabiduría, artífice de todo, me lo enseñó.
Este texto invita, antes de la detención para establecer y ordenar los “contenidos” del “saber”, a destacar dos cuestiones filosófica y científicamente importantes en el ámbito epistemológico: la distinción entre el “saber” en cuanto contenido y el “modo de alcanzar la sabiduría” en cuanto método; es decir: a) “la ciencia verdadera de las cosas” o “la sabiduría verdadera de todas las cosas”; y b) “el conocer” o “el modo de saber”. En el estudio de la Modernidad hablaremos de la “razón” y del “método científico”, asuntos que tienen que ver con esto.
Pero ahora, debe enfocarse la atención en los “contenidos” del saber. La ordenación que establece Salomón, con una reinterpretación actualizada, podría ser la siguiente:
“La constitución del Universo”, o sea, física.
“La virtud de los elementos” (o “la fuerza de los elementos”). ¿Puede interpretarse como la materia y/o los fenómenos?
“El principio, el fin y el medio de los tiempos”; es decir, Cosmogonía, ¿Escatología?, Cosmología.
“El curso regular de los astros y los cambios de las estaciones, el ciclo de los años y la posición de las estrellas”; es decir, Mecánica celeste y/o Astronomía.
En resumen, en lectura presente: Primero, y sobre todo, Física, fundamento y principio de los “saberes”, de la “sabiduría”, de la cultura. Física del Cosmos, conocimiento del mundo físico en el que estamos. Después, segundo, Biología. Y a continuación, tercero, Filosofía. Esta es la “ordenación” de “saberes” que puede deducirse de este texto de Salomón.
4.2. Ortega y Gasset, J. Misión de la Universidad5
Por su especial interés, recomendando la lectura íntegra del ensayo, reproducimos unos cuantos párrafos.
La función primaria y central de la Universidad es la enseñanza de las grandes disciplinas culturales.
Estas son:
1ª. Imagen física del mundo (Física).
2ª. Los temas fundamentales de la vida orgánica (Biología).
3ª. El proceso histórico de la especie humana (Historia).
4ª. La estructura y funcionamiento de la vida social (Sociología).
5ª. El plano del Universo (Filosofía).
[...] cultura es el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee. Mejor: el sistema de ideas desde las cuales el tiempo vive. Porque no hay remedio ni evasión posible: el hombre vive siempre desde unas ideas determinadas que constituyen el suelo donde se apoya su existencia. Esas que llamo “ideas vivas o de que se vive” son, ni más ni menos, el repertorio de nuestras efectivas convicciones sobre lo que es el mundo y son los prójimos, sobre la jerarquía de los valores que tienen las cosas y las acciones: cuáles son más estimables, cuáles son menos.
[...] ese plan y esa justificación implican que nos hemos formado una “idea” de lo que es el mundo y las cosas en él y nuestros actos posibles sobre él. En suma: el hombre no puede vivir sin reaccionar ante el aspecto primitivo de su contorno o mundo, forjándose una interpretación intelectual de él y de su posible conducta en él. Esta interpretación es el repertorio de convicciones o “ideas” sobre el Universo y sobre sí mismo a que arriba me refiero y que ahora se ve claro no pueden faltar en vida ninguna.
La vida no puede esperar a que las ciencias expliquen científicamente el Universo [...] El atributo más esencial de la existencia es su perentoriedad: la vida es siempre urgente. Se vive aquí y ahora sin posible demora ni traspaso [...] Y la cultura que no es sino su interpretación, no puede tampoco esperar.
En la “Facultad” de Cultura no se explicará Física según esta se presenta a quien va a ser de por vida un investigador físico matemático. La física de la Cultura es la rigurosa síntesis ideológica de la figura y del funcionamiento del cosmos material, según resultan de la investigación física hecha hasta el día6. Además, esa disciplina expondrá en qué consiste el modo de conocimiento que emplea el físico para llegar a su portentosa construcción lo cual obliga a aclarar y analizar los principios de la Física y a escorzar breve pero muy estrictamente su evolución histórica. Esto último permitirá al estudiante darse clara cuenta de lo que era el “mundo” hacia el cual vivía el hombre de ayer y de anteayer o de hace mil años, y, por contraste, cobrar conciencia plena de la peculiaridad de nuestro “mundo” actual.
De Salomón a Ortega ha pasado algún tiempo; el suficiente para que el segundo introduzca la Historia y la Sociología después de la Biología y antes de la Filosofía. Hasta aquí estamos conformes. Pero Ortega, ‘vitalista’ y también ‘racionalista’, no considera otros dos ingredientes fundamentales de los ‘saberes’ desde la perspectiva y los conocimientos del siglo XX, otras dos grandes disciplinas culturales: 6ª. El ámbito de la trascendencia (Religión); y 7ª. El recinto de la intimidad y de la personalidad (Psicología). No podemos extendernos ahora en estos complementos, pero dejamos constancia de ello.
Por lo que afecta al objeto y a los objetivos de esta tesis basta una declaración expresa de acuerdo básico con Salomón y Ortega. Lo primero es la Física, y, ciertamente, con la orientación y el contenido que ellos le dan en el plano cultural. Nuestra síntesis, en este momento, consiste en remachar el último párrafo seleccionado de Ortega. A lo largo de esta tesis se irá dando respuesta y completando esta visión.
5. En torno a la concepción de ‘problema’
En la Introducción se ha destacado la palabra problema como la más significativa de las tres Partes de la tesis. En asuntos intelectuales que tocan a las disciplinas (humanas) que catalogamos como Física (Ciencia), Filosofía y Religión, posiblemente los tres ámbitos del pensamiento más radicales, es necesario, para mejor entendimiento, comenzar recordando o fijando, dada su complejidad, la noción de problema. Tanto más si los temas a tratar desde dichas disciplinas se refieren a las realidades primitivas y consecuentemente a conceptos primitivos, tales como, en este caso, a los propiamente más primitivos: Universo y Dios. Así, a lo largo del texto hemos de referirnos con reiteración, sin duda, a estas ideas introductorias, dada la naturaleza de las cuestiones objeto de estudio.
Concepto de problema, concepto de problema fundamental y catálogo de problemas fundamentales serán las tres cuestiones capitales que conviene, aunque sea en síntesis, explicitar, destacar y caracterizar7.
5.1. Concepto de problema
Problema, en síntesis apretada y de forma apodíctica, puede considerarse toda cuestión intelectual que no tiene solución.
Completando más esta sintética definición puede afirmarse que no tiene solución portadora de las siguientes características: única, exacta, verdadera, correcta, general, absoluta, precisa. Pero no necesariamente portadora de todas estas notas, sino que de ninguna. Es decir, reiterando la definición escueta, problema es aquello que no tiene solución8.
5.2. Concepto de problema fundamental
Un problema –sustantivo– se adjetiva aquí como fundamental si, desde una perspectiva intrínseca, en sí:
a) Constituye problema, es decir, no tiene solución (única, exacta, verdadera, correcta, precisa); y
b) Problema que es, se considera como, de suma importancia (básico, primordial, primicial, ultimidad, independiente). De suma importancia, podría decirse, para toda persona, toda civilización, toda ideología, toda religión.
Y desde una perspectiva extrínseca:
c) Problema que (nos: a cada persona, grupo, civilización) exige una respuesta.
5.3. Catálogo de los problemas fundamentales
Como breve catálogo de ‘problemas fundamentales’ de la historia del pensamiento, con una perspectiva no profesionalizada de la Filosofía, y en un tono personal con lenguaje sencillo e integrador de la Ciencia, puede considerarse el integrado por los siguientes problemas expuestos por orden cronológico del interés que prioritariamente despertaron.
1º. El problema de la Naturaleza [s. VII a.C., los “Presocráticos”: Tales de Mileto, Anaxímenes, Anaximandro] integrado, a su vez, por dos subproblemas también independiente y propiamente ‘fundamentales’ cada uno de ellos:
a) El problema del Universo: la Cosmología9.
b) El problema de la Materia.
2º. El problema del hombre (s. IV a.C.: Sócrates, Aristóteles, Platón)10.
3º. El problema de Dios [s. IV d.C., San Agustín (esencia); s. XIII, Sto. Tomás (existencia)].
4º. El problema del conocimiento [s. XVII: Galileo, Descartes, Newton, Kant, la Ilustración].
5º. El problema de la vida [s. XIX y XX: Darwin, existencialismo, raciovitalismo].
Todos estos problemas, que son poliédricos, permean la historia del pensamiento, ofreciendo una cara diferente en cada momento histórico, como en esta tesis podrá observarse en el tratamiento de los problemas objeto de estudio: el problema de Dios (Primera Parte), el problema del Universo (Segunda Parte) y el problema de la relacionalidad Dios-Universo (Tercera Parte).
1. ‘Ciencia’, para un científico profesional –catedrático de Física–, es algo diferente, por objeto, metodología y utilidad.
2. Ortega y Gasset, J. (1979), Ideas y creencias (se presenta en [2005]), en Obras completas, vol. V.
3. Esa expresión es del autor de la tesis.
4. Texto de la Sagrada Biblia, Versión Nácar Colunga (1963), Madrid, BAC.
5. Ortega y Gasset, J. (1930): Misión de la Universidad, en Obras Completas, Vol. IV.
6. El uso de negritas es nuestro.
7. Un tratamiento similar al presente se ha publicado en González de Posada (2012).
8. Para mayor claridad y mejor caracterización conviene no confundir con otra noción que titulamos con la palabra ejercicio y referimos prioritariamente a las ciencias matemáticas y físicas, en las que de ordinario se utilizan términos como: clase de problemas, examen de problemas, etc., siendo así que, con casi absoluta generalidad, en estas expresiones se sobrentiende que dichos problemas tienen una solución única, exacta, verdadera, correcta, general, absoluta, precisa. De tal modo que si la solución de un ejercicio tiene que resultar, por ejemplo, 27 pascales, a todos los que pretendan resolverlo han de obtener precisamente 27 pascales; y en el caso de un ejercicio de examen quien obtuviera 27 pascales recibiría una nota de sobresaliente, quien obtuviera, por ejemplo, 25 pascales aprobaría, pero quien obtuviera como resultado, por ejemplo, 27 julios sería metafóricamente reo de septiembres infinitos, ya que habría confundido la noción de presión con la de fuerza.
9. En este problema se enmarcará, por ejemplo, el famoso ‘caso Galileo’.
10. En este problema se enmarcaría, por ejemplo, el también famoso ‘caso Darwin’.
0.2.
¿QUÉ ES TEOLOGÍA?
1. La revelación como postulado de respectividad
Este capítulo tiene como única pretensión precisar un poco más el objeto de la tesis, con referencia, ligera y fugaz, a unas consideraciones históricas y de contenido básico de las teologías católica y evangélica.
Se han expuesto en el capítulo precedente, unas primeras ideas acerca de la Teología. Obviamente no tenemos la menor pretensión de inventar, ni de caracterizar, ni siquiera de discutir acerca de esta disciplina, que, como todas, es plural, crecientemente plural. Pero sí destacar algunas de las notas que le confieren sustantividad para que en ella se encaje el problema objeto de estudio visto en el capítulo anterior. Se ha insistido como cuestión primaria que no es filosofía, que no es ciencia, que sus postulados (puntos de partida) son, han de ser, de FE.
Pero, a continuación, por tratarse de una disciplina intelectual, de un tratado, de un logos, de una tarea de la razón, presenta también características más o menos similares a las otras disciplinas académicas por lo que respecta a poseer objeto, fuentes, metodología, análisis históricos y críticos, hermenéutica, etc. Y todo con el trasfondo propio de que sus fundamentos son, deben ser, cuestiones de FE.
En el capítulo anterior se han introducido como fundamentos tres postulados de fe –principialidad, relacionalidad y totalidad– que se refieren directamente al Universo y se ha expresado con nitidez que el objeto de estudio de esta tesis es la “Teología de la Creación del Universo” afirmando expresamente, y no solo implícitamente, que no se trata de “Teología de la Creación” (en sentido tradicional), que no se refiere a la “Creación del Hombre”, y tampoco, en consecuencia, a la relacionalidad Dios-Hombre. No obstante, estos temas no solo forman parte de la Teología (especialmente judeo-cristiana), sino que constituyen su núcleo. Por ello, en este capítulo, y para mejor fijación del objeto del estudio, se dedica una cierta atención a la Teología básica y tradicional.
El postulado (también de fe) principal en este marco es el relativo a la antedicha relacionalidad Dios-Hombre que aquí prefiero denominar11postulado de respectividad para indicar que se trata de una relación propiamente respectiva, bidireccional. Por la revelación Dios se ha manifestado a los hombres y la humanidad ha conocido esa revelación. De manera expresa se afirma que, la revelación de Dios a los hombres ha tenido lugar, principalmente, por mediación de las Sagradas Escrituras. Personalmente mantengo, a modo de meta-principio, que Dios se ha revelado (y se revela) a quien quiere, cuando quiere y como quiere; de esta manera puede entenderse mejor que se trata de un postulado de fe, y, aún más, expresar así, en términos populares, el lema-creencia “la fe es un don de Dios”. Este ‘revelarse’ de Dios a los hombres puede representarse al modo de las aplicaciones en la teoría de conjuntos como una biyección o correspondencia biunívoca.
Dios ← (revelación) → Hombre
La revelación es el modo por el que Dios se manifiesta a los hombres y los hombres conocen a Dios y los deseos de Este sobre ellos; también es el contenido de lo revelado, según se expresa en la Revelación12.
La teología se ha hecho muchas veces filosofía, incluso a veces parte de la filosofía, otras veces ‘suma filosofía’, extrafilosofía o suprafilosofía…, pero la filosofía –puede decirse que– tiene como objeto el no tener objeto propio –estar, por tanto, al margen de los objetos de otros saberes particulares–, sino que posee como especificidad propia la forma de pensar, y como instrumentos de trabajo la palabra y la razón, a la búsqueda de lo real, de la verdad, con el esfuerzo de llegar hasta el límite de lo posible para el ser humano; en esto parece que consiste la radicalidad filosófica, alcanzar el límite de lo que estamos en condiciones de pensar13. ¡Ah!, pero la Teología sí tiene objeto propio primario, Dios, y, tradicionalmente, como consecuencia de ello, también al hombre en su respectividad14 con Dios: y en este aspecto, la teología cristiana básicamente el pecado, la redención por Cristo, la salvación.
2. Breves notas filológicas e históricas
La etimología del término teología (del griego: θεος, theos, ‘Dios’; y λογος, logos, ‘estudio, razonamiento’) conduce al significado de ‘estudio de Dios’, y, como consecuencia, el estudio de las cosas o hechos relacionados con Dios. En un sentido más amplio y abstracto puede referir al estudio y conjunto de ‘conocimientos’ acerca de la divinidad.
Suele decirse que el término teología fue usado por primera vez por Platón en La República para referirse a la comprensión de la naturaleza divina por medio de la razón, en oposición a la comprensión literaria propia de los poetas coetáneos. Y que más tarde, Aristóteles utilizó el término en numerosas ocasiones con dos significados distintos: a) inicialmente como denominación del pensamiento mitológico inmediatamente anterior a la Filosofía, en un sentido peyorativo, y supuestamente para llamar teólogos a los pensadores antiguos considerados no-filósofos (entre los que suelen citarse a Hesíodo y Ferécides de Siros); y b) en acepción contraria, posterior, como la rama fundamental y más importante de la Filosofía, también llamada filosofía primera o estudio de los primeros principios, más tarde llamada Metafísica por sus seguidores15.
El término ‘teología’, por tanto, no puede considerarse como de origen cristiano. Mediante un largo proceso histórico se impuso tanto en Oriente como en Occidente el uso por los cristianos de este término. Suele recordarse que para Clemente de Alejandría (ca. 150–214), indicaba el “conocimiento de las cosas divinas”; para Orígenes (185–254) expresaba la “verdadera doctrina sobre Dios y sobre Jesucristo como Salvador”; y que correspondió a Eusebio de Cesarea (ca. 275-339) el privilegio de haber aplicado por primera vez el atributo ‘theologos’ a Juan Evangelista, ya que en su evangelio escribió una “eminente doctrina sobre Dios”. También recordamos que Agustín de Hipona (354-430) utilizó el concepto de teología natural (theologia naturalis) de la obra Antiquitates rerum divinatum, de Marco Terencio Varrón (ca. 116 a.C.-55 a.C.), como única teología verdadera de entre las tres presentadas por este: la mítica, la política y la natural. Sobre esta, situó la teología sobrenatural (theologia supernaturalis), que basaba en los datos de la revelación y, por tanto, la consideraba de orden superior. Así, la teología sobrenatural, situada fuera del campo de acción de la Filosofía, estaba por encima de esta, que era considerada su sierva, y que, en todo caso, ayudaría a la teología en la comprensión de Dios. Este planteamiento perduraría a todo lo largo de la Edad Media y penetraría en la Edad Moderna hasta superar históricamente incluso la época de la Ilustración y llegando formalmente hasta mediados del siglo XX en las Facultades teológicas de las Universidades eclesiásticas.
El saber teológico se constituye sobre la base del conocimiento de su objeto primario y por mediación del análisis de sus fuentes. El objeto de la teología, como se ha indicado anteriormente, es Dios. Así, de manera directa, la Teología tradicional fundamental se pregunta, primero, acerca de la naturaleza, las propiedades y la esencia de Dios usando como fuente la Revelación, y, segundo, su obra, el ‘mundo’ y el hombre, a la luz de Dios. Las fuentes del conocimiento teológico son la revelación divina y, ¡claro está!, la razón humana que ofrecerán sus criterios de verdad. La teología, en algunos casos, alcanzó un alto nivel de especulación y de elaboración, de tal modo que esta especie de ‘saber racional’ ha sido considerado ‘ciencia’ por teólogos y por no-teólogos desde el pasado medieval y hasta épocas contemporáneas, incluso en la actualidad.
La Teología es, en su mayor parte, cristiana, aunque también las religiones no cristianas tienen una respetable tradición teológica, aunque basada en otros principios. Las Iglesias cristianas y sus teologías se fundan sobre dos misterios aceptados por todas ellas: el misterio trinitario y el misterio cristológico.
3. Análisis crítico con referencia a la teología católica actual
De la lectura del libro La teología hoy: perspectivas, principios y criterios, que tantos años ha tardado en elaborar la Comisión Teológica Internacional, editado a finales de 2012, pueden señalarse, en este capítulo de relación con la teología en general, unos puntos relevantes para el ejercicio de unas consideraciones críticas para nuestro objeto16 que de ninguna manera suponen crítica al mismo respecto de sí misma ni respecto a su finalidad y marco. Se trata, de aquí su valor, de un documento con estas tres características básicas: 1) de teólogos, no propiamente del magisterio; 2) internacional, en comisión; y 3) actual, 2012. Documento de teólogos católicos, sí, pero en este análisis crítico no se considera el extenso Capítulo II relativo a “permanecer en la Comunión de la Iglesia” que es, en principio, específico católico.
a. “La teología es la reflexión científica sobre la revelación divina, que la Iglesia acepta como verdad salvadora universal por medio de la fe”17.
La afirmación parece ‘corta’ en la expresión general y aún más ‘corta’ en la primera parte. La teología, a mi juicio, es bastante más. Teología es una disciplina intelectual, una disciplina académica, que es un tratado “acerca de Dios”, de modo que es: 1) reflexión directa sobre Dios “al que no vemos”, pero también: 2) reflexión indirecta sobre Dios a través de su obra: el Universo; y, consecuencialmente, por derivarse de la dinamicidad intrínseca de este: 3) reflexión sobre la Tierra; 4) reflexión sobre la vida (de toda clase) en esta; y 5) reflexión sobre el Hombre (que debería serlo respecto de todas sus diferentes especies, asunto aún no propiamente realizado); e incluso: 6) análisis pleno desde la hipótesis (que considero ‘harto plausible’) de otros seres inteligentes en otros lugares del Universo que: a) tuvieran conocimiento de una historia de salvación más o menos análoga a la nuestra; o b) que no tuvieran ninguna, caso, por ejemplo, entre otras muchas, de nuestras civilizaciones terrestres pre-judías, pre-cristianas o pre-musulmanas.
Esta consideración pone de mayor relieve la necesidad de conocimiento indirecto de Dios por mediación del conocimiento directo que la humanidad está adquiriendo sobre el Universo, que, desde la fe, es la obra de Dios. El conocimiento del Universo se hace cada día más necesario para la actualización teológica. Se trataría de una especie de regreso, de recuperación; la teología (y la filosofía) abandonó la Cosmología que era ‘suya’, aunque en la recuperación no puede transitarse al margen del conocimiento científico.
Se propone la necesidad imperiosa de que el estudio del Cosmos se reincorpore a los centros teológicos y filosóficos sin temor a las dificultades matemáticas y físicas, lingüísticas y formales. A fin de cuentas sería reasumir parte de la tradición disciplinar y académica. Pero, ¡ojo!: Estudiar el Universo tal como este sea, conocer la obra de Dios tal como Este la ha hecho (plano de la ciencia), y no imponer al Universo cómo tiene que ser, cómo debería ser