Una ausencia muy presente - Jeff Foster - E-Book

Una ausencia muy presente E-Book

Jeff Foster

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Beschreibung

La presente obra invita a olvidar todo lo que sabemos sobre el despertar espiritual y nos plantea una posibilidad tan novedosa como radical: la de la libertad absoluta, aquí y ahora, en medio de la vida cotidiana. No necesitamos ir a ningún lugar ni hacer nada en particular para encontrar la verdad, porque ésta se encuentra permanentemente en nuestra experiencia directa. Con un lenguaje simple y ameno, y recurriendo tanto a experiencias personales como a la sabiduría milenaria, Jeff Foster propone que toda esa larga e intensa búsqueda espiritual puede acabarse definitivamente al sumergirnos en el amor incondicional del momento actual. De este modo, la llamada vida cotidiana puede revelarnos su gran secreto. Una ausencia muy presente es un libro especialmente dirigido a todos los buscadores exhaustos que desean hallar paz y sosiego.

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Seitenzahl: 200

Veröffentlichungsjahr: 2011

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Jeff Foster

UNA AUSENCIA MUY PRESENTE

La liberación en la vida cotidiana

Traducción del inglés de David González Raga

Título original: AN EXTRAORDINARY ABSENCE

© Jeff Foster 2009

© de la edición en castellano:2010 by Editorial Kairós, S. A.

© Diseño y foto cubierta: Katrien van SteenEditorial Kairós, S.A.Numancia 117-121, 08029 Barcelona, Españawww.editorialkairos.com

Nirvana Libros S.A. de C.V.3ª Cerrada de Minas 501-8, CP 01280 México, D.F.www.nirvanalibros.com.mx

© de la traducción del inglés: David González Raga

Revisión: Joaquim Martínez Piles

Primera edición: Octubre 2010 Primera edición digital: Octubre 2010

ISBN: 978-84-7245-757-7ISBN digital: 978-84-7245-796-6

Fotocomposición: Grafime. Mallorca 1. 08014 Barcelona

Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita algún fragmento de esta obra.

Agradecimientos

Con mi más profunda gratitud a Nathan Gill

y especialmente agradecido a Philip Pegler

Con amor a Adam, Amy, Barry, Joan, John, Josh, Julian, Jeannine, Kriben, Lynda, Mandi, Menno, Mike, Nic, Pamela, Sid, Tijn, Wendy… ¡y todos los demás!

Si, por una sola vez, te desembarazases de ti mismo,

se desvelaría, ante tu atónita mirada, el más secreto de los secretos

y advertirías, en el espejo de la percepción,

el rostro de lo Desconocido,

que se oculta más allá del universo.

RUMI

Entre el polo del amor,

que dice “yo lo soy todo”

y el de la sabiduría,

que insiste en que “no soy nada”

se mueve toda mi vida.

NISARGADATTA MAHARAJ

SUMARIO

Prólogo de Kriben Pillay

Introducción de Philip Pegler

Un nuevo comienzo

1. La ola y el océano

2. Lo extraordinario en lo ordinario

3. Confesiones I

4. No-dualidad: Nada que obtener, nada que defender y nada que enseñar

5. El origen del mundo

6. Confesiones II

7. El otro lado de la nada

8. Una ausencia extraordinaria

PRÓLOGO

No hace mucho, viajé a Brighton para tener una larga conversación con Jeff Foster sobre la visión no dual. A mitad de charla, sin embargo, empezamos a hablar de magia, una pasión que compartimos, y Jeff acabó enseñándome un truco llamado “asombro profundo”. Quizás sea por ello por lo que, cuando me pidió que escribiese un prólogo para su nuevo libro, recordé súbitamente el nombre de este truco, que no sólo me pareció un título muy apropiado para el libro, sino que reflejaba también perfectamente sus implicaciones más profundas. Y es que el asombro profundo, como trataré de demostrar, constituye el ineludible correlato de nuestras ilusiones más profundas.

Basta con realizar cualquier búsqueda en Internet de la expresión “maestros no duales” para poner de relieve la existencia de un gran número de personas “despiertas” que proclaman, de maneras muy diferentes, su iluminación. De ello, precisamente, trata este libro porque nadie, en opinión de Jeff, puede estar iluminado. Pero este libro también tiene que ver con los juegos de palabras, como esos magos que, según dicen, han desarrollado una capacidad tan extraordinaria de observación psicológica, que parecen “leer el pensamiento”. Pero lo cierto no es esto ni aquello ya que esos supuestos “adivinos” se sirven de la manipulación lingüística y de una gran habilidad teatral para llevar a cabo un truco sorprendente.

También el escenario no dual está saturado de este tipo de trucos. Y no estaría de más subrayar que parte de ellos se derivan de otro engaño más profundo, según el cual «¡Yo he desaparecido! ¡Lo único que ahora existe es Esto! ¡Ale hop! ¡Estoy liberado!». Pero cualquiera puede darse cuenta de la falsedad de todas esas afirmaciones. Quizás sean la expresión exacta de quien acaba de advertir su irrealidad o la formulación verbal de alguien que está ilusionado o se empeña en crear deliberadamente una ilusión. Soy consciente de la dureza de estas palabras pero no pido, por ellas, perdón, porque me parece que ha llegado ya el momento de ir más allá de las apariencias y afirmar que eso, absolutamente todo eso –tanto mi liberación como mi falta de liberación, tanto mi iluminación evolutiva como mi falta de iluminación evolutiva y todos los trucos, por más sorprendentes que ésos sean– , son meras ilusiones. Y ésta es la más sorprendente de todas las sorpresas.

Pero, volviendo de nuevo al libro de Jeff hay, en él, secciones enteras escritas en el lenguaje convencional de la no-dualidad que se empeñan en transmitir con un lenguaje dualista lo que se encuentra más allá de la dualidad. Y es que, cuando las palabras brotan del Misterio que jamás puede mencionarse, se genera una cierta tensión lingüística. Entonces es cuando el significado aparente se colapsa en el absurdo y la paradoja se revela como el vehículo más idóneo para transmitir una Verdad que jamás podrá revelarse. De todo ello, precisamente, nos habla el libro de Jeff. Pero éste es también un libro que trasciende las fronteras del género porque la descripción impersonal habitual deja paso, de vez en cuando, a pasajes preñados de confesiones personales. Es entonces cuando el lector puede ver realmente a Jeff, una persona tan normal y tan corriente como usted y como yo. Pero eso es, precisamente, lo más difícil de expresar porque el personaje, sumido en el asombro profundo que acompaña al descubrimiento de que todo es una ilusión, acaba colapsándose en un Misterio en el que el mundo –y, con él, sus decenas de miles de apariencias– se manifiesta como algo simultáneamente ordinario y extraordinario. Lo ordinario somos usted, yo y Jeff, y lo extraordinario es la profunda ausencia de todo lo que consideramos real.

KRIBEN PILLAY

Profesor adjunto de The Leadership Centre

University of KwaZulu-Natal

mayo de 2009

INTRODUCCIÓN

En el núcleo mismo de este libro late el mensaje sencillo, directo y eterno de la no-dualidad, un término utilizado con frecuencia hoy en día para referirse a la antigua tradición india de la espiritualidad advaita (que literalmente significa no-dos). Ese mensaje, que apunta a la Unidad básica de la existencia, afirma que lo único que existe es la Unidad y que, en ella, todos estamos incluidos.

Este libro encierra una cualidad profundamente compasiva que resulta difícil de expresar verbalmente y transmite también una nota sosegada de autoridad que impone respeto. Pero todo el mundo, como Jeff Foster se esfuerza en repetir, es libre de escuchar o de dar media vuelta y dirigirse hacia otro lado. Y es que hablar, en su opinión, de no-dualidad, es hablar de lo que no puede hablarse. No es posible hablar, en suma, de no-dualidad, porque ésa es una verdad que no puede ser mencionada. Sólo podemos, en ese sentido, zambullirnos en el misterio.

¡Ése es el liberador mensaje al que debemos aproximarnos con una mente completamente abierta! No es necesario, para descubrir la verdad, ir a ningún lugar, porque la verdad se halla siempre presente, en la rotunda inmediatez de la experiencia directa. La verdad se manifiesta de continuo en lo que sucede instante tras instante. La verdad no es más que esto… y esto… y también esto. El problema es que siempre estamos huyendo de lo que se halla frente a nosotros… como si, con ello, no tuviéramos bastante. Y tampoco necesitamos sumirnos en la interminable y agotadora búsqueda de la libertad espiritual porque, en el inmenso espacio natural de nuestro ser verdadero, ya somos espiritualmente libres. Pero, si queremos acabar asumiéndola, debemos reconocer y honrar esa libertad esencial.

Lo más curioso y notable de este libro es la claridad con la que Jeff nos lleva de la mano para que podamos experimentar directamente la verdad por nosotros mismos. Y como, para ello, hay que empezar en el mismo lugar en que nos encontramos, Jeff nos invita amablemente a contemplar con ojos nuevos cada nueva experiencia. En este sentido, Jeff insiste, una y otra vez, con todo tipo de métodos originales y creativos, en que nos enfrentemos a la vida sin ideas preconcebidas y a que informemos luego de lo que descubramos.

¡Pero ojalá bastara con la cortesía para ver más claramente! Cuando uno conoce a Jeff Foster, descubre a una persona muy natural. Jeff es una persona encantadora, pero también posee una sinceridad incisiva que trasciende las evasivas y la hipocresía. La vida es demasiado corta y preciosa como para perderla en interminables discusiones relativas a la naturaleza de la iluminación, los aciertos y los errores de la auténtica práctica espiritual… o cuál es el tipo más puro de enseñanza no dual. Jeff sabe perfectamente, por experiencia propia, la importancia de la decisión de emprender y perseverar en el camino –“el menos transitado de los caminos”– hasta que todas nuestras dudas acaben disolviéndose.

Y no basta, para ello, con el mero esfuerzo… aunque eso no debe preocuparnos, porque el universo al que naturalmente pertenecemos es el que nos proporciona la fortaleza necesaria. El amor, a fin de cuentas, acaba llegando a todo el mundo… y se trata de un amor sin nombre que, finalmente, acabamos reconociendo que jamás había estado ausente.

De poco sirven, en ese sentido, las fórmulas preconcebidas y las respuestas aprendidas de memoria. Esta hermosa enseñanza directa sobre la Unidad de la vida es increíblemente sencilla, pero también está abierta a todo tipo de malentendidos. Y son muchas, como ponen claramente de relieve las siguientes páginas, las trampas que acechan a los descuidados. A veces es necesaria una guía fiel y les aseguro que, en este sentido, Jeff Foster no les decepcionará… por más que insista en que él no es ningún maestro y en que sus libros y los encuentros organizados en torno a su persona no son sino una forma de departir con sus amigos:

Yo no tengo el menor interés en hacer lo que el mundo me pide. Por ello compartiré, por mero gusto, este mensaje, hasta el momento en que deje de hacerlo. Habrá quienes escuchen y otros que den media vuelta y se alejen en otras direcciones, y ambas respuestas me parecerán igualmente adecuadas.

Estoy tomándome una taza de té mientras contemplo las gaviotas revoloteando sobre el embarcadero de Brighton. Ninguna de ellas tiene la menor importancia. La idea de ser un maestro o un gurú me da risa. Yo no soy nada. El té y las gaviotas lo son todo. Pero mi nada es la totalidad del mundo y ahí, en la simplicidad más absoluta, concluye todo. Y lo único que queda es el amor.

Jeff es un autor joven cuya sabiduría y madurez trascienden su edad y que comparte con sus lectores un secreto precioso que se olvida con demasiada frecuencia. Y la esencia de este poético mensaje afirma que la liberación nunca está lejos o, mejor dicho, que se halla en el centro mismo de la vida cotidiana, es decir, de la vida normal y corriente. La libertad está en todas partes y en todas las cosas… y no establece diferencia alguna entre lo sagrado y lo profano. Pero a pesar, no obstante, de no ser nada especial… se halla tan presente en la alegría y el asombro más inefables como en la tristeza y el dolor más insoportables. Eso está más allá de toda comprensión. No existen palabras para describirlo y la única respuesta apropiada al respecto es la humildad.

Éste no es un libro que podamos leer de un tirón y dejar luego a un lado. Es un libro serio y apasionante cuya adecuada comprensión nos obliga a leerlo y releerlo una y otra vez, sobre todo cuando el lector no entiende algo de lo que, al comienzo, se insinúa. Está escrito en un tono reflexivo, desafiante y divertido, y siguiendo su propio ritmo. Su amable armonía penetra bajo la piel del lector hasta que su magia acaba impregnando nuestros huesos, una auténtica alquimia de la transformación.

Pero todo esto, como verán, no tiene tanto que ver con las palabras como con la profundidad de los acordes que despierta. Saturadas de convicción, estas palabras tienen el poder de evocar en nuestro interior una cualidad muy especial. Una fragancia dulce y nostálgica, el reconocimiento de algo familiar, de algo que, pese a conocer íntimamente, no sabemos articular en palabras. Es la verdad, el amor y la belleza, temas inspiradores que apuntan hacia aspectos diferentes de una realidad esencial subyacente que, pese a no poder ser nombrada, sí que puede ser señalada.

El final de la búsqueda espiritual se asienta en el reconocimiento claro de “una ausencia extraordinaria”. Es la ausencia completa de separación y el extraordinario descubrimiento de la auténtica presencia en el mundo en un amor y una intimidad que trascienden todo lo que anteriormente habíamos conocido.

PHILIP PEGLER

Midhurst, Inglaterra

junio de 2009

UN NUEVO COMIENZO

Este libro es una carta de amor del Silencio al Silencio.

Las palabras brotan del Silencio y a él retornan.

Las palabras son simples olas en la superficie del inmenso Océano del Ser.

Las palabras interpretan, cantan y bailan su canción, para acabar sumergiéndose en la expansión infinita de la vitalidad.

Lee estas palabras y déjalas pasar.

Lee las palabras de este libro y despréndete luego de él.

¡Quémalo!

Las palabras sólo pueden indicar. Son indicadores. Meras señales.

Las palabras no pueden rozar ni capturar la Vida. Quizás, sólo quizás, puedan apuntar hacia ella.

Quizás, sólo quizás, las palabras puedan transmitir algún que otro indicio del sabor o la fragancia de la vida.

Las palabras de este libro apuntan hacia algo muy sencillo.

Apuntan a la Vida tal y como se despliega,a la evidente y simple presencia de todo,a las imágenes, olores y sonidos presentes,a la vitalidad que se halla detrás de todo,que todo lo mueve, que todo lo trasciendey que lo es todo.

Y, más allá incluso de eso:

A la ausencia de toda persona separada y sólida,a la inmensa abertura que, sin estar separada de nada,todo lo sostiene.A la extraordinaria ausencia que, ocupando el centro mismo de la vida, acaba revelándose como la presencia más perfecta.

Ésta es la aparente paradoja que yace en el núcleo mismo de la creación:

Ausencia es presencia.Vacuidad es forma.La conciencia no está separada de sus contenidos.

Pero ¿qué es lo que queda cuando presencia y ausencia chocan e implosionan?

¿Qué es lo que queda cuando vacuidad y forma se funden y desaparecen?

¿Qué es lo que queda cuando el que ve se colapsa en lo visto

y cuando sujeto y objeto se enamoran, enloquecen y se desvanecen en la nada?

¿Qué es lo que queda cuando todos los conceptos del mundose revelan como meros conceptos,qué es lo que queda cuando los pensamientos recuperan su ritmo natural y la búsqueda improductiva de “la mente del mono” llega a su fin?

¿Qué es lo que resplandece más allá del despertar, más allá de la iluminación,más allá de lo real y de lo irreal,más allá de la existencia y de la no-existencia, más allá de lo que es y de lo que no es,más allá del yo y de no-yo, más allá de la dualidad y de la no-dualidad,más allá de la vida y de la muerte,más allá de todos los más allás?

¿Qué fue lo que te dio la vida?

¿Qué fue lo que hace ya eones, te sacó de ti para que pudieras conocerte, tocarte, degustarte, sentirte y verte?

¿Qué es lo que te sostiene, te ama y te abraza como una madre abraza a su bebé recién nacido?

¿Qué es lo que, desde el mismo comienzo, ha estado llamándote, para que volvieras a ti mismo?

Esto.Sólo esto.Siempre esto.Continuamente esto.

Ahora voy a pedirte respetuosamente que olvides todo lo que sabes, todo lo que has aprendido, todo lo que has leído sobre el despertar espiritual, la no-dualidad, el advaita, la Unidad y la iluminación, y consideres una nueva posibilidad, la posibilidad de liberarte ahora mismo, en medio de esta vida aparentemente ordinaria. Considera, pues, la posibilidad de liberarte, ahora mismo, estés donde estés.

Y ahora comencemos de nuevo.

1. LA OLA Y EL OCÉANO

Sin razón aparente

empecé a saltar como un niño

y, sin razón aparente,

me subí a una hoja

que llegó tan lejos

que besé los labios del sol

y me disolví.

HAFIZ

Más allá de las ideas

Yo no soy ningún maestro. Yo no tengo nada de lo que tú carezcas. Yo no soy, en modo alguno, especial. Eso es todo lo que quiero decir.

Si tuviera que dar un nombre a lo que estamos haciendo, diría que estamos departiendo amablemente. Estamos charlando, abierta y amablemente, de algo que sabemos muy bien, de algo que conocemos íntimamente. En realidad, no podría decirte, sobre esto, nada que tú ya no supieras.

De hecho, siempre lo has sabido. Yo sólo te lo recuerdo.

Hay quienes hablan del reconocimiento o de la resonancia que experimentan cuando leen o escuchan palabras que brotan de la Claridad. Esa resonancia está más allá de nuestro intelecto y de nuestra comprensión, y trasciende por completo nuestra mente pensante. De esa resonancia, precisamente, quiero hablar en este libro.

Siempre es posible que, en medio de esa resonancia, resplandezca algo nuevo. Todas estas palabras apuntan, de hecho, a una iluminación que se encuentra más allá de la comprensión y a un reconocimiento que trasciende el pensamiento. Todas esas palabras apuntan, en suma, a una abertura a algo extraordinario –aunque simultáneamente ordinario– que siempre quedará más allá de la comprensión de nuestra mente.

* * *

Cuando hablamos de no-dualidad solemos recurrir a metáforas y paradojas, porque las palabras, que fragmentan y dividen, se quedan muy cortas cuando apuntan a algo vivo y total. Ése es, en suma, un empeño tan imposible y condenado al fracaso como tratar de coger agua con una red.

Son muchas las paradojas y contradicciones que el lector descubrirá a lo largo de este libro. Pero la mente que se empeña en comprender intelectualmente todas estas palabras acaba completamente confundida. Ese desesperado empeño se deriva de la creencia de que, cuando comprenda, podrá poseer y, cuando posea, podrá controlar. La mente quiere controlarlo todo. ¡Ha pasado los últimos millones de años controlándolo todo y no parece dispuesta a renunciar tan fácilmente a ello!

No trates de entender este libro. Ábrete tan sólo a la posibilidad de que la iluminación aparezca. Sumérgete sencillamente en las palabras. Zambúllete en su presencia. Si algunos de los conceptos presentados aquí te parecen difíciles será porque lo son. No en vano desafían cualquier idea que tengas sobre la espiritualidad, sobre la vida, sobre el mundo y sobre ti mismo. No es de extrañar que sientas que algunas de estas palabras amenazan tu sensación de identidad, la idea que tienes de ti y de la verdad.

Ábrete a esta otra posibilidad. Pero debes saber que, quien ha escrito este libro, es el mismo que lo está leyendo. Debes saber que, si hay algo en este libro que te parezca difícil, cruel o poco cuidadoso, no era ésa mi intención. En modo alguno he pretendido provocarte o molestarte. Lo único que quiero es compartir contigo la posibilidad de un amor absoluto e incondicional.

Este libro ha brotado de la nada en medio de tu sueño para recordarte algo que sabías desde siempre.

* * *

Pero no son sólo las palabras de este libro las únicas que tratan de transmitir este mensaje. No son sólo estas palabras las que tratan de expresar lo inexpresable. Todo está haciendo lo mismo. Literalmente todo lo que te rodea es, de hecho una manifestación perfecta de la liberación. La expresan los olores, los sonidos, el ruido del tráfico y el movimiento. Todo está expresándolo, todo es una expresión de esto que, pese a estar en todas partes, resulta invisible. Ésa es la gran broma cósmica.

No conviene, pues, que te identifiques demasiado con las palabras pronunciadas en este libro. Esas palabras, a fin de cuentas, no son más que un fragmento provisional de la danza de la vida, simples olas en la superficie del Ser.

Quizás, si lees con un espíritu, con una mente y un corazón abiertos, si estás abierto a otras posibilidades, posibilidades que parecen contradecir todo lo que nos han enseñado, algo de lo que aquí digamos resuene en tu interior. Quizás, si hay una abertura, reconozcas algo, veas algo o se desvanezca algo.

Pero, si lees este libro con la mente o el corazón cerrados, es muy posible que acabes frustrado y decepcionado. Porque quizás, en tal caso, te identifiques tanto con las palabras que llegues a olvidar aquello a lo que apuntan. Y, si ése fuera el caso, te sugeriría que abandonases provisionalmente la lectura y no la reanudaras hasta que tu corazón y tu mente se abriesen.

* * *

Pero quisiera empezar advirtiéndote que éste no es un libro de autoayuda. No es un libro que verse sobre el modo de arreglar problemas. No tiene nada que ver con eso, ni siquiera ha sido escrito para que te sintieras mejor con tu yo imaginario.

Este libro gira en torno al hecho de ver, una palabra cuyo significado encierra todo lo que aquí tratamos de comunicar. Ver, para empezar, que tus problemas nunca fueron tuyos; ver que jamás fue necesario arreglar tu vida y ver también, por último, que ni un solo momento has estado separado de la Vida.

Aquí y ahora sólo existe esto, algo tan completo que es imposible de mejorar. Lo que buscabas siempre ha estado frente a ti… aunque ciertamente no tuviese el aspecto que esperabas.

Todas éstas, como ves, son buenas noticias. Como dijo Jesús, «Uno tiene que perder su vida para salvarla» y, en palabras del profeta Mahoma, «Si mueres antes de morir, desaparecerá la muerte». Lo único que queda, cuando el buscador se desvanece, es el amor.

Da la bienvenida, si estás abierto y dispuesto a escuchar y a soltar, a esta “revolución silenciosa de la espiritualidad”.

La búsqueda del hogar

Vamos directamente a la raíz:

Esto nunca nos parece suficiente.

Lo que está sucediendo ahora mismo en el momento presente –es decir, esto–, nunca nos parece suficiente. De un millón de formas diferentes, nos pasamos la vida buscando, anhelando y deseando otra cosa.

Buscando algo más.Buscando algo distinto.Buscando algo diferente a lo que ahora ocurre.Buscando algo –en el futuro– que nos satisfaga, nos complete y nos salve.Buscando respuestas… nos asaeteamos a preguntas hasta volvernos locos.

Jamás hemos sabido descansar aquí, jamás hemos sabido relajarnos completamente en lo que está ocurriendo. Siempre hemos estado sometidos a impulsos que nos empujan hacia un momento futuro en el que suponemos que las cosas irán mejor. Y, como nuestra atención está tan atrapada en el futuro –como en su reflejo, el pasado–, lo que ahora ocurre acaba reducido a un medio para alcanzar un fin, un simple momento en una larga secuencia compuesta por muchos otros momentos. Y, como nunca estamos contentos con esto, siempre estamos esperando un futuro mejor.

Eso es, precisamente, lo que llamo búsqueda. Y, en este sentido, todos somos buscadores, porque todos estamos buscando algo.

La búsqueda se expresa de un millón de formas diferentes. En el llamado mundo material tenemos la búsqueda de dinero, de felicidad, de estatus, de relaciones mejores y más satisfactorias, de una sensación de identidad más fuerte. Más cosas que nos hagan sentir más seguros. Es muy importante, en el mundo material, saber quiénes somos, hacer que nuestra vida funcione, cumplir con nuestro destino, alcanzar nuestros objetivos y satisfacer nuestras ambiciones. En el mundo material, es muy importante triunfar. La búsqueda se inicia, a fin de cuentas, para ser alguien en el mundo. Queremos hacer algo con nuestra vida antes de morir.

Por ello el mundo material suele ser tan insatisfactorio. Y por ello nos orientamos también hacia las enseñanzas espirituales. Pero nuestro objetivo, a partir de entonces, deja de ser el de tener un millón de libras esterlinas en nuestra cuenta corriente, un coche más rápido o un matrimonio más satisfactorio. Ahora queremos despertar. Ahora queremos la iluminación. Ya no queremos un nuevo coche, sino acceder a un estado alterado de conciencia. Ya no queremos una nueva relación, sino la beatitud permanente. Y, en lugar del éxito mundano, queremos la iluminación, queremos perder algo llamado ego y trascender algo llamado mente.

Pero no, por ello, la búsqueda espiritual deja de ser, como la material, una búsqueda