Una isla llamada luna - Manuel Iván Urbina - E-Book

Una isla llamada luna E-Book

Manuel Iván Urbina

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Beschreibung

Margot acaba de llegar al pueblo en compañía de su abuela; tuvieron que escapar para salvar sus vidas, pues son desplazadas de la violencia. Sus padres aún siguen en su antiguo pueblo, esperando el momento de reunirse con ellas o de que el peligro pase. La niña sueña con regresar y abrazarlos de nuevo, con volver a cuidar de  sus animales y recuperar esa vida que tanto extraña. Ahora todo está lleno de carencias y de nostalgia, sin embargo, en su nueva escuela, encuentra a un amigo que la comprende y busca todas las maneras posibles de animarla.

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Urbina Santafé, Manuel Iván, 1967-

Una isla llamada Luna / Manuel Iván Urbina Santafé ; ilustraciones Andrés Rodríguez. -- Segunda edición. -- Bogotá : Panamericana Editorial, 2020.

84 páginas : ilustraciones ; 21 cm.

ISBN 978-958-30-6120-2

1. Cuentos infantiles colombianos 2. Niños - Cuentos infantiles 3. Amor juvenil - Cuentos infantiles I. Rodríguez, Andrés, ilustrador II. Tít.

I863.6 cd 22 ed.

A1661221

CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango

Una isla llamada Luna

Segunda edición,julio de 2020

Primera edición en Panamericana Editorial Ltda.,marzo de 2012

© 2012 Manuel Iván Urbina Santafé

© 2012 Panamericana Editorial Ltda.

Calle 12 No. 34-30. Tel.: (57 601) 3649000

www.panamericanaeditorial.com

Tienda virtual: www.panamericana.com.co

Bogotá D. C., Colombia

Editor

Panamericana Editorial Ltda.

Edición

Luisa Noguera Arrieta

Ilustraciones

Andrés Rodríguez

Diagramación

Martha Cadena, Luz Tobar

ISBN DIGITAL 978-958-30-6624-5

Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin permiso del Editor.

Manuel Iván Urbina Santafé

Premio Nacional de Cuento Infantil

Comfamiliar del Atlántico

2009

Ilustraciones

Andrés Rodríguez

Una isla llamada Luna

Llegó en mayo..................................................9

Pensar y pensar...............................................15

La isla...............................................................23

No hay nada oculto..........................................31

Nada en los libros............................................41

Buscando a Margot.......................................49

La exposición tan esperada..............................57

La historia de Margot....................................63

Por fin, la amistad............................................69

No era luna......................................................77

Manuel Iván Urbina Santafé...........................83

~ 1 ~

Llegóenmayo

Margot tiene un lunar encantador que hace juego con su rostro y su voz, con sus ojos y su forma de reír. Hoy la conocí. Llegó al salón de quinto grado de la escuela Gabriela Mistral, en la Ciudad de los Árboles, a una hora de camino de otra ciudad más antigua y helada, construida sobre una laguna. Digo más: en esta región, en-tre la cordillera y la llanura, territorios indígenas sirven de frontera entre Colombia y Venezuela.

Una larga descripción, ¿cierto? Parece una adivinanza. Pues tendrán que perdonarme: me gusta la Geografía. Es raro que uno pida perdón por esas cosas.

No me atreví a ha-blarle en clase, porque

generalmente allí no digo “esta boca es mía”. Tampoco en el recreo, porque había muchas niñas curioseando de dónde venía Margot, por qué cambiaba de escuela en mayo, cuántas fa-milias habían llegado al barrio, si era verdad lo que decían las noticias, qué era eso de ser desplazado.

Si en ese momento me acerco a decirle que su lunar es hermoso, mis compañeros se ha-brían puesto a reír y pensarían en todo, menos en que le estaba dedicando un piropo. O peor, Margot podría sentir que me burlaba de su apa-riencia, y eso era lo último que yo deseaba.

Tampoco se lo dije cuando salimos de la es-cuela y yo caminé a su lado, mirándola de reojo, hasta que llegué a mi casa (solo una cuadra, porque vivo a una cuadra de la escuela).

Claro que seguí caminando, pero mamá apareció y empezó a llamarme desde la ventana; entonces me agaché, fingiendo que me ataba los