10 claves para entender el Nuevo Orden Mundial - Catherine Dumont - E-Book

10 claves para entender el Nuevo Orden Mundial E-Book

Catherine Dumont

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Beschreibung

¿Es cierto que una élite mundial ha encontrado la excusa perfecta para avanzar en un plan de control a gran escala? ¿Qué es y qué implica la famosa "Agenda Globalista"? ¿Es tan poderoso este grupo que los presidentes o primeros ministros son meramente sus títeres? ¿Qué nombres e instituciones se repiten una y otra vez en este entramado? ¿Se está librando una batalla psicológica para fracturar a las sociedades democráticas? En este libro encontrarás las claves para responder a cada una de estas preguntas basándote simplemente en los hechos expuestos.

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Seitenzahl: 48

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Introducción

Entre episodios de alarma global, guerras contra el terrorismo, pandemias y catástrofes climáticas, surge cada vez con mayor fuerza la teoría de la Agenda Globalista, aquella que sostiene que un reducido grupo de personas de muchísimo poder y dinero opera con el fin de crear un único estado de control. Las herramientas de las que este grupo se vale son diversas, y van desde sus formas más conocidas y oficiales, como la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud o el Fondo Monetario Internacional, hasta sus versiones más secretas y oscuras, como el Club Bilderberg, el Club de Roma o el CFR (Council on Foreign Relations), y las propias fundaciones de algunos de estos multimillonarios.

Aunque existe una tendencia a desestimar estas teorías por “descabelladas” o “conspirativas”, hemos vivido en carne propia, por ejemplo, ser objeto de control y vigilancia por parte de los Estados, y nos hemos rendido de modo sumiso a una nueva forma de pérdida de libertades individuales. Todo ello, en pos de ser “cuidados” ante el enemigo de turno, sean los terroristas o la pandemia. Escuchas a través de dispositivos electrónicos, proyectos secretos como el HAARP, controles a través de GPS, dispositivos de vigilancia y reconocimiento facial, son algunas de las nuevas formas de control a las que parecemos habernos acostumbrado. Quienes denuncian al Nuevo Orden Mundial (NOM) que quiere imponer la Agenda Globalista, hablan de la implantación de un chip, algo que surgirá en un futuro cercano y que será el medio más directo y eficaz de control sobre nuestros cuerpos. La epidemia del Coronavirus (COVID-19) sólo reforzó estas ideas: se habló del chip que sería introducido en nuestros cuerpos junto con la vacuna, o de un chip que sería requisito para cruzar las fronteras o para circular, por ejemplo, al contener la fehaciente información de que ese individuo ha sido vacunado contra este virus. El terror por la pandemia y la necesidad de controlar sanitariamente a los individuos, serían el modo en que aceptaríamos de buen grado que nos implanten el chip.

Hay un grupo de organizaciones más o menos secretas, con agendas más o menos explícitas, que tienen detrás los mismos nombres y que conformarían el entramado institucional que prepara las condiciones para la implementación del gobierno mundial. Encontramos por ejemplo a la Reserva Federal de los Estados Unidos, controlada por un puñado de banqueros internacionales, que manejan la moneda más fuerte del mundo. Encontramos también organismos como el Council on Foreign Relations (CFR), que además de “digitar” presidentes y gabinetes, determina las agendas políticas internacionales. Encontramos a los organismos de crédito internacional, como el FMI y el Banco Mundial, que desde la segunda posguerra han ofrecido créditos a los países en desarrollo y sólo han logrado que éstos se endeudaran de modo insalvable. Encontramos al Club de Roma, que sería el eje ecologista y poblacional, y que tendría como fin alimentar la agenda ecologista para crear pánicos ligados a las catástrofes climáticas y a los riesgos de la sobrepoblación. Encontramos al secretísimo Club Bilderberg, una reunión anual de los 100 hombres y mujeres más poderosos, con una agenda temática secreta pero que según dicen establece de manera acordada desde precios de comodities hasta guerras por surgir. Encontramos al Instituto Tavistock, que sería el encargado de la parte sociológica y psicológica del plan, haciendo estudios para encontrar el punto de quiebre en el que los individuos se vuelven sumisos, y trazando esquemas de manipulación de masas.

Hay nombres que se repiten una y otra vez en este entramado. Uno de ellos es el de los Rockefeller, más precisamente David Rockefeller: financió la primera reunión del Club Bilderberg en el año 1954 y asistió a cada reunión anual hasta su muerte en 2017. Su fundación financia al Instituto Tavistock, al Club de Roma y al CFR, que también integró y que presidió durante 15 años. Desde luego, su nombre también está entre los de las 10 familias que controlan la Reserva Federal de los Estados Unidos. Junto a él aparecen nombres tradicionales de la banca internacional, como los J. P. Morgan o los Rothschild, y mucho más cerca en el tiempo aparecen los nombres de George Soros y Bill Gates, multimillonarios que se presentan como “filántropos” y que financian desde organizaciones pro aborto legal hasta la OMS y el desarrollo de vacunas. Los dos también asistieron a las secretas reuniones del Club Bilderberg.

La teoría de un Nuevo Orden Mundial no es nueva, y ha sabido adoptar formas más ligadas a lo religioso (principalmente al par judaísmo – cristianismo), a lo económico (al antagonismo comunismo-capitalismo), o al control directo de los individuos a través de dispositivos tecnológicos. No se trata de una teoría única y lineal, sino de una muy amplia teoría que tiene muchos años de desarrollo y que se ha ramificado según los distintos grupos que la proclaman.

La idea de lo secreto, oculto o conspirativo ha sido desde siempre atractiva. Han existido a lo largo de la historia logias o sociedades secretas que, más allá de sus actividades o intereses reales, han contribuido a forjar mitos, especulaciones y leyendas. Desde las fraternidades en las universidades hasta las secretísimas reuniones del Club Bilderberg, existen grupos cuyas actividades e intereses son secretos, que tienen una agenda propia, y en especial existen grupos con tanto poder que los presidentes de los distintos países serían sus meros títeres o empleados.