Amor puesto a prueba - Juan Valera - E-Book

Amor puesto a prueba E-Book

Juan Valera

0,0

Beschreibung

Amor puesto a prueba es un texto teatral de corte romántico del literato Juan Valera. Nos narra una historia de amor en la que se suceden los malentendidos y las traiciones entre dos nobles que deben enfrentarse a las maledicencias de su entorno para ver colmado su amor.-

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 37

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Juan Valera

Amor puesto a prueba

 

Saga

Amor puesto a prueba

 

Copyright © 1903, 2023 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726661736

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.

PERSONAJES

LA CONDESA DE POZO DULCE. RAMONA. LUISA. EL CONDECITO ALFREDO. DON TADEO. EL PADRE CURA DON CLEMENTE. CURRITO. EL MARQUÉS DEL MAJANO.

Acto I

Sala en la casa de la CONDESA. Muebles sencillos, pero elegantes; mesa con recado de escribir; plantas y flores en macetas y en vasos de porcelana; jaulas con canarios. Puertas laterales y en el foro.

Escena I

LUISA. ALFREDO.

 

(LUISA sale apresurada y ALFREDO la persigue.)

 

LUISA.- No sea usía terco y déjeme en paz. En tan continuo sobresalto yo no puedo vivir. Si no se enmienda, si en adelante no es juicioso, tendré que decírselo todo a mi tío, me iré a vivir con él y dejaré sola a la señora condesa.

ALFREDO.- Luisa, no seas tan arisca conmigo ni me amenaces de ese modo. ¿Qué pretexto podríais dar, tu tío y tú, para irte del lado de mi madre que te ha cobrado tanto cariño? ¿Seríais capaces de delatarme a mamá por el inocente delito que yo cometo, imitándola en quererte como ella te quiere?

LUISA.- Si usía me quisiera como me quiere su mamá, yo no diría nada; pero usía me quiere de otro modo. ¿Dónde ha visto usía que su mamá corra detrás de mí, me persiga, intente abrazarme... Vamos, vamos, los tales quereres son muy diversos.

ALFREDO.- El mío es más tierno, más vehemente.

LUISA.- Yo no sé lo que será; sólo sé que el de usía pudiera ser peligroso, si no fuese yo, aunque me esté mal el decirlo, tan poco aficionada a devaneos, tan desconfiada de los hombres, tan prevenida contra sus maldades y tan instruida por las madres en el catecismo y en la moral cristiana.

ALFREDO.- Pero muchacha, ¿qué disparates estás ensartando? El santo temor de Dios guárdalo para no pecar en otras cosas... En quererme a mí no pecas ni le ofendes. Nada tan natural como que tú me quieras. ¿En qué se opone esto a tu moral y a tu catecismo? ¿No podemos querernos con buen fin?

LUISA.- ¡Huy, huy, señorito Alfredo! Usía delira. Eso es pasar de Herodes a Pilatos. Líbreme Dios de caer en tentación; líbreme Dios de enamorarme de usía y de ser su víctima. Sólo de pensarlo la cara se me pone roja de vergüenza. Pero líbreme Dios también de aparecer como seductora y de que la Condesa de Pozo-Dulce pueda acusarme con razón de haber entrado en su casa y ganado su confianza para levantarle a usía de cascos y para moverle a emplear seriamente su voluntad en persona de clase tan inferior como yo soy. ¡Dios mío! Bonita se pondría mi señora la condesa, si entendiese que usía estaba enamorado de mí! Sería muy mal avío y muy pícaro medio para salir de las dificultades en que ustedes se hallan. Pues qué, ¿imagina usía que ignoro yo los proyectos y planes de su mamá?

ALFREDO.- Pues si no los ignoras, sabes más que yo. Yo los ignoro por completo.