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Somos personas normales creyendo estar despiertos mientras la realidad se entreteje por un sin fin de luces y sombras que muchas veces distorsionan nuestra esencia interior. Aspecto que expresa un estado de semi consciencia cuando solo se acepta que la realidad se forma por las limitadas sensaciones que proveen los órganos de los sentidos. Surge la necesidad de mejorar la comprensión y calidad de vida para profundizar en las sensaciones interiores que mejor permiten dilucidar el abanico de realidades existentes. A partir de cuidar el cuerpo físico, la alimentación y practicar ASHTANGA VINYASA YOGA es posible conquistar el bienestar personal y espiritual. ASHTANGA VINYASA implica mantener una práctica paciente y atenta sobre uno mismo a la ves que diseña un nuevo cuerpo cuya firmeza y flexibilidad permite aprovechar mejor las situaciones de la vida en base a controlar las fluctuaciones mentales, conquistar la salud física y espiritual. Al aquietar la mente surge un espacio a nuevas ideas para el bien estar personal donde los pensamientos se iluminan y la consciencia pasa a ocupar un lugar fundamental en el proceso de transformación humana. ASHTANGA VINYASA impulsa la vida cotidiana a través de expandir la consciencia personal desde el cuerpo, la respiración, la atención, el despertar interior y las relaciones personales. La práctica meditativa puede realizarse tanto en movimiento como en la misma quietud, calmando los remolinos mentales a voluntad para ingresar en otros planos de conciencia en los cuales siempre se esta. El proceso del despertar consciencial habilita otras opciones que a través de meditar y ensoñar es posible permane-Ser en tantos espacio-tiempos, como inquietudes se mantengan por develar sobre la maravillosa esencia de luz personal.
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Seitenzahl: 208
Veröffentlichungsjahr: 2015
ASHTANGA © Kike Fay. Todos los derechos reservados.
Digitalización por Maximiliano Nuttini para Autores de Argentina.
EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINAwww.autoresdeargentina.comMail: [email protected]
Conversión digital: Maximiliano Nuttini
Nació en Gualeguaychú en noviembre de 1969. Apasionado por los deportes y la lectura en general, en los años noventa se graduó de Ingeniero en Sistemas Informáticos, Master en Administración de Empresas, trabajó para grandes compañías del sector TeCo y Finanzas y fue docente universitario.
Por el año 2000 comienza a practicar algunas tradiciones místicas de oriente, filosofía, psicología, calidad de vida, artes marciales y meditación.
A partir del año 2010 encuentra en el YOGA las primeras sensaciones luminosas sobre los estados de consciencia y el despertar humano, siendo ASHTANGA VINYASAYOGA la senda que le permitió expresar su verdadera esencia, a la vez que hoy puede esparcir esta milenaria tradición a todos los que desean mejorar su calidad de vida en el planeta tierra.
Contacto con el autor:[email protected]
Hace algunos años, no muchos, quizás 50 o 100 años atrás, la Humanidad permanecía muy asociada aun a las culturas regionales. Las personas que vivían en una cierta comunidad recibían las influencias de esa cultura únicamente. En occidente la única tradición espiritual era el Cristianismo y conocer o practicar otra tradición era únicamente para viajeros o buscadores espirituales comprometidos.
Para conocer y practicar Budismo o Yoga había que viajar a India o Tibet, China o algún país del lejano Oriente. Además buscar algún maestro serio, encontrarlo y por ultimo ser aceptado!!
En fin, practicar Yoga no era algo común en la sociedad occidental hace relativamente poco tiempo comparado con el tiempo que la Humanidad se ha dedicado a la búsqueda espiritual. Esto comenzó en los albores, con las preguntas básicas como: Que soy? Hay algo mas que esta existencia? Esta todo conectado? Preguntas que con el trajín diario actual han quedado sepultadas en el olvido y la vorágine moderna. Sin embargo estas preguntas son parte intrínseca del Ser Humano y buscan volver a la Luz, porque de allí surgieron
Según el Yoga primero era la Conciencia pura sin comienzo ni fin, no nacida, sin movimiento auto conciente de Si. Luego surge la Manifestación, se expande, se mueve, creando, conservando su creación y destruyéndola en un ciclo atado al tiempo. Por supuesto que esta Manifestación está impregnada en su totalidad por la Conciencia. Los primeros átomos son permeados por la conciencia de forma primigenia, un átomo negativo se siente atraído por un átomo positivo y uno positivo por un negativo, rechazando a otro positivo. Esta forma “de conocer” del átomo es primordial, la estructura simple del átomo permite a la Conciencia manifestarse de forma simple. Luego la formación de moléculas mas complejas permiten a la Conciencia conocer mas cosas, realizando tareas mas complicadas percibiendo mas interrelaciones químicas y reaccionando a ellas. Las moléculas de ADN y los primeros llamados Seres vivientes perciben mas el medio, dejando a la Conciencia conocer de forma mas compleja, y así la Conciencia utiliza seres mas y mas complejos, como plantas, reptiles, mamíferos, hasta llegar al Ser Humano. Es aquí, en este punto de la evolución de la manifestación, en el punto Ser Humano, que por primera vez el cuerpo y la mente, es decir lo manifestado del ser Humano, sirve a la Conciencia para conocerse a Si misma en la manifestación
El Ser Humano es entonces un espejo para que la Conciencia se vea a Si Misma, y este punto crucial de la Naturaleza determina el objetivo primordial del Ser humano, conocerse directamente, no en forma mental sino como una experiencia viva, como Conciencia pura, darse cuenta de la dimensión espiritual, previa y como base a la material por así decir. La Conciencia es anterior y esta siempre de base, como telón de fondo a toda experiencia, generalmente pasa desapercibida, hasta que conozcamos como observarla. Este proceso debe darse a través del silenciamiento de la mente, de sus conceptos, de sus reacciones. Cuando hay silencio interno, la Conciencia que es conciencia silenciosa, sin manifestación, se conoce a si misma. He aquí el objetivo de nosotros seres Humanos.
Mientras la vida no traiga este objetivo a la Luz, buscaremos sin fin en el mar de la manifestación, una felicidad basada en objetos que nunca podrán satisfacernos, y terminaremos frustrados con sensación de vació. Todos los otros objetivos de la vida esta muy bien tenerlos y llevarlos a cabo, para eso tenemos un cuerpo y una mente en un mundo, pero si el objetivo de conocerse como conciencia pura no es concretado, seguiremos danzando al ritmo del Samsara una y otra vez, hasta que finalmente encontremos lo que somos. Dicho sea de paso, todos los seres descubrirán tarde o temprano este objetivo y lo realizaran en Si Mismo.
Es por eso que habiendo juntado experiencia, o quizás hastío de repetición, la humanidad ha llegado actualmente al punto en que las preguntas básicas olvidadas, como son: ¿que somos? o ¿de donde venimos? ¿que es esta realidad? En cada vez mas Humanos vuelven a la superficie y encuentran caminos en la globalización espiritual que ha surgido en los últimos tiempos. Ya no es necesario esperar, ni viajar a la India, hoy día hay clases de Yoga en muchos lugares. El problema con la globalización es la dudosa enseñanza en algunos lugares ya que el yoga se ha hecho muy popular en los últimos años. De cualquier forma no creo que el Yoga mal enseñado pueda hacer mal ni causar daño, sin embargo, es mejor aprender con profesores calificados y que tengan experiencia interna de lo que enseñan
Este es el caso de Kike, mi gran amigo y alumno que desde lo conocí en un principio, percibí en él un genuino interés por las enseñanzas, y un trabajo y compromiso que lo llevan hacia el conocimiento de Si.
Kike ha trabajado intensamente para la manifestación de esta obra, su libro ayudará a muchos a conocer el sistema YOGA, practicarlo y evolucionar como seres Humanos, que significa conocerse a Si Mismos como Conciencia pura absoluta. Es decir, ver nuestra manifestación como la pluralidad permeada por la Unidad, es decir un solo Ser en diferentes formas!
Al presentarme el libro, Kike me pregunto una y otra vez si yo pensaba si le iba a servir a la gente, que para eso fue escrito. Estoy convencido que si.
Alejandro ChiarellaBuenos Aires, Mayo de 2015.
Desde la infancia me sentí atraído hacia las tradiciones filosóficas de oriente y la conexión nació a través de imágenes, sonidos y películas que provenían de esas regiones del planeta. Pasaba horas mirando diccionarios, atlas y libros de la época que refrescaban en mi un recuerdo ancestral y a la vez familiar, sin comprender bien cual era su naturaleza.
Pasado el tiempo desde aquel entonces puedo comprender que esas conexiones y sensaciones siempre están en uno, y es claro que provienen de su experimentación en otros tiempos, en otras vidas y en otros estados de consciencia. Soy un convencido que las experiencias nos construyen como escalones para la evolución personal, del mismo modo a que encarnamos vida tras vida con el fin de sentirnos en diferentes formas de expresión consciencial cada vez más abarcativas e integrales. Gracias a este bagaje de sensaciones que fui reconociendo durante las distintas etapas de mi vida, puedo sentirme hoy mucho más conciente del Si Mismo que en cada suceso atraigo y me viene para experimentar.
Este libro surge por la necesidad de transmitir algunas experiencias y curiosidades que en su momento me ayudaron a comprender los esquemas mentales y condicionamientos rigidizados que llevamos impreso en nuestro cuerpo. Recuerdos y pensamientos que solo después de comprendidos y asimilados concientemente son posibles de soltar para disfrutar de nuestra maravillosa estancia por el planeta tierra.
Las enseñanzas espirituales de la India sabían claramente lo que hacían a la hora de transmitir sus legados tanto filosóficos como prácticos para que puedan llegar hasta nuestros días. En ellas se aprende a decodificar el lenguaje experiencial de lo que la realidad verdaderamente es y a partir de ello todo comienza a develarse. Considero que actualmente no son necesarios los supuestos poderes mágicos o depender de maestros iluminados para encontrar el Si Mismo, porque estas cualidades pueden brillar a partir de la fuerte decisión de expresar concientemente la naturaleza interna del ser.
A medida que comprendemos la relación que existe entre cuerpo y espíritu, los paralelos de las enseñanzas ancestrales de la India y nuestras experiencias cotidianas comienzan a fundirse, gradualmente se va adquiriendo una “exquisita” visión sobre las verdades que el hombre desde siempre ha experimentado y pareciera que las olvidó.
Viviendo varios años en Buenos Aires participé de algunas enseñanzas místicas de oriente más relacionadas al bienestar compasivo y al cuidado del cuerpo físico que al auténtico saber ancestral. Enseñanzas que normalmente llegan a estas latitudes en forma indirecta y algo alteradas, que aún pareciendo ser bien intencionadas carecían en muchos casos del significado pleno y original de su propia fuente.
El factor común que puede apreciar en aquellos casos tomaba la figura sobre la “persona” en quien encarna el rol especial para transmitir ese exclusivo conocimiento original, que luego de haberlo experimentado un tiempo, pude ver como la consciencia del enseñante era doblegada por un rol heroico y todo poderoso que terminaba transformándolo en lo opuesto a lo que pretendía transmitir.
En los Vedas se dice: “La Verdad es una, los sabios hablan de ella con muchos nombres.” Que difícil es reconocerla cuando se comienza a transitar el camino espiritual y confía en personajes esclavos de su ambición, que enturbian la esencia de los que se sienten atraídos por ella.
Surgió así la imperiosa necesidad por encontrar las herramientas para el auto despertar de la consciencia sin la dependencia de personas ego-céntricas o poseedoras de exclusivas enseñanzas iluminadoras que en lugar de ayudar a la liberación, mantienen a las personas cautivas de sus debilidades y necesidades externas.
Necesidad que fue atrayendo un sendero hacia la verdad personal y tal cual nos sucede en la vida, los hechos ocurren en el momento en que deben suceder y bajo la forma que deben presentarse; es por ello que con-viene dedicarse a proponer creaciones personales para realizar y dejar que el Todo disponga del mejor resultado para su concreción.
Gracias a la energía que conecta a los seres del planeta y sin que medie alguna separación, puedo aseverar categóricamente que la conexión siempre está activa y es más aprovechable cuando la esencia interior se expresa auténtica y consecuente.
Puedo asegurar que atraemos aquello que realmente necesitamos para nuestra evolución aunque hoy no seamos plenamente conscientes de ello. Podrán decir, como es posible que atraiga a mi vida un pesar, un accidente o mala jugada, y justamente allí yace escondida en esa experiencia, la forma que yo antes he creado para darme cuenta y sentir la enseñanza que me permitirá elevar hacia otros estados de comprensión existencial.
El Psicólogo Carl Gustav Jung dijo “La enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curarnos”. Se podría decir que una enfermedad es a la naturaleza, como lo es la consciencia personal para comprender a la existencia, Creador, Todo, Dios, Brahmán, Tao, Alá o como cada cultura lo trata de expresar. Podríamos suponer que el Todo se esfuerza para reconocer y experimentarse del mismo modo a que lo debemos hacer nosotros, y por ello es necesario atravesar por procesos de cambio y aparente pesar, como se le denomina a la enfermedad.
Fue gracias a un amigo de la infancia radicado en Costa Rica cuando de paseo por nuestra ciudad natal, comienzo a contactar con la práctica de ASHTANGA YOGA. A partir de la primer experiencia todo comenzó a tomar sentido y un estallido de energía consciencial similar a un rayo en plena tormenta despertó mi auténtico deseo para realizar.
Pareciera que ASHTANGA fue el activador del potencial que se encontraba latente en mi y que el designio divino, karma, elección consciencial o plan de vida quiso que ese conocimiento llegara a través de alguien que reuniese las características de autenticidad que siempre buscaba y hasta entonces no encontraba.
Surgió así la conexión con un experimentado y sabio practicante de ASHTANGA YOGA, de quien recibí los lineamientos más claros y simples de las enseñanzas ancestrales de la India. Como toda luz que brilla por su propia esencia y carece de artificialidades, Alejandro Chiarella transmite el Conocimiento del Ser con profunda sencillez mientras suelta las ataduras ego-dependientes que un rol con tales cualidades podría traer implícitas.
A partir de allí comienzo a transitar la práctica yóguica que viene de la mano al estudio sobre uno mismo y las enseñanzas originales de la India, el discernimiento, los cuidados personales, las relaciones con los demás, mientras se aprovechan las chispas divinas que se presentan conciencialmente en la vida.
Llegados hasta aquí podría señalar que estos ingredientes mencionados junto a la decisión personal para conectar con el Todo y reconocer el propio destino kármico, no son suficientes a la hora de despertar a la consciencia personal. La senda, el guía, la comprensión, la decisión y el destino necesitan -al igual que un buen maestro- de práctica regular, perseverancia, paciencia y experimentación adaptativa más un “factor fundamental” para que toda empresa llegue a buen puerto. Se trata de un elemento diferenciador del que solo aquellos humanos que han brillado por si mismos lo han utilizado y ello se conoce como fuerza de voluntad, vigor, coraje, energía, impulso, potencia, ganas de vivir y expresar la vida de forma más auténtica tal cual surge internamente ser. Factor que es necesario para conservar el derecho intacto de seguir vivo en una supuesta realidad que esta minada por distracciones que nos alejan de la real esencia de nuestro ser.
Deseo que estas líneas ayuden a iluminarte y activen la fuerza interior para comprender que tu mundo exterior es la expresión de tu estado interior, mientras colaboramos en mantener la meta siempre viva de auto conocernos para evolucionar como humanos de luz.
Le agradezco a Alejandro Chiarella por su presencia y ayuda en revisar el libro; a mi esposa Alejandra junto a mis ángeles custodios con disfraz de hijas Katia y Mora quienes me acompañan desde siempre escuchando, practicando y compartiendo experiencias que pude transmitir; a mi madre y hermano por habernos elegido para transitar esta encarnación; a mis amigos que leyeron el manuscrito y ofrecieron valiosas sugerencias; a quienes embellecieron las imágenes que nos ilustran y mi amigo Andrés por mostrarme la puerta hacia esta aventura que sin él jamás la hubiera encontrado.
Kike FayGualeguaychú, noviembre de 2014.
Aspiramos a lograr el bienestar en la vida cotidiana y este es uno de los mejores momentos planetarios para despertar del sueño habitual. Una vez iniciado el camino hacia el despertar a uno mismo ya no es posible volver atrás, bienestar que va transformando a la persona en todos los aspectos del Ser a partir de los cuales surgen las sutiles sensaciones de un estado luminoso y expansivo. Bienestar que pretende estar en la mano de aquellos deseosos en autoconocerse y esparcir su alegría a las demás personas con los que se encuentre.
Somos personas físicas con un potencial infinitamente luminoso y es responsabilidad de cada uno re-conocerse y descubrir su propia verdad, estamos iluminados aún cuando se viva una realidad deformada por las limitadas sensaciones que nuestros sentidos nos brindan.
La existencia opera bajo reglas claras y precisas siendo Uno el que debe comprenderlas para luego transformarse y obrar aquellos sucesos que el común de la gente rotula de milagros. El bienestar requiere de una práctica atenta y paciente sobre uno mismo, a través de la cual se puede diseñar un nuevo cuerpo cuya firmeza y flexibilidad permite aprovechar todas las situaciones de la vida.
Práctica que permite de-velar, correr los velos, iluminar y percibir la presencia de Si Mismo aquella esencia natural que ya somos y queremos re-unir. Los velos son las metáforas que en la vida toman forma de ideas, pensamientos, costumbres y creencias que la mente absorbe desde la niñez y solidifica en la vida adulta.
La mente pasa a ocupar un lugar fundamental en el proceso de transformación humana, la mente lo es todo ya que el universo pasa a ser una construcción mental. Los pensamientos danzan al ritmo de las emociones, deseos y recuerdos que algunas veces impulsan a las personas y muchas otras las retrasan. Somos seres emocionales y dependientes de los trajes mentales o roles que llevamos tales como identificaciones, títulos, posesiones y derechos que son aspectos de la misma ilusión mental. Espejismo que parece beneficioso mientras dura y alimenta a ese protagonista con hambre de reconocimiento pero que ante la falta de ello, todo parece sucumbir y la vida pasa a ser un mar de sufrimientos.
El arte de controlar las fluctuaciones mentales es una opción sana para colaborar con lo inevitable de nuestras vidas, es la meta que procura el Yoga y la que se aspira demostrar en la presente obra. Estamos de paso por el planeta tierra y el solo hecho de haber nacido no garantiza que se esté plenamente vivo, es necesario adquirir y mantener la vida para disponer del tiempo suficiente en el que uno pueda conocerse y experimentar su actual paso evolutivo.
Dentro de las sendas que exhibe el Yoga se ha elegido la práctica de ASHTANGA VINYASAYOGA para conquistar la salud física, mental y espiritual. Yoga significa unión del cuerpo con el espíritu, lo denso con lo sutil, lo externo con lo interno para descubrir que ambos extremos jamás necesitan re-unirse ya que siempre son existentes en la misma esencia luminosa de cada Ser. ASHTANGA como se lo conoce coloquialmente presenta diferentes técnicas para unir el cuerpo con la mente a través de la respiración.
El camino a transitar carece de rigideces y apresuramientos, exige de máxima presencia y atención durante su recorrido, establece un rumbo hacia la conquista de uno mismo y puede ser caminado por todos aquellos que quieran despertar la consciencia del Ser interior.
Se expondrán conceptos relacionados a la mente humana y los estados de consciencia necesarios para lograr cambios en la propia vida, también se recomiendan acciones para lograr calidad de vida, mantener la salud, regular la respiración y alcanzar la calma mental. Una vez que se han incorporado estos hábitos saludables y experimentado lo suficiente con las técnicas de ASHTANGA se esta en condiciones de practicar las técnicas de meditación para estar en Si Mismo.
Prácticas que exigen de máxima tranquilidad mental y fortaleza de espíritu para aplicar YOGA a la vida cotidiana y adquirir la calma personal que posibilita el acceso a estados de consciencia acrecentada.
Caminar a través del Yoga implica disfrutar del eterno presente sin desesperarse por llegar a un final, debemos alimentar la vida con paciencia, humildad y persistencia sobre lo que uno siente experimentar para fluir con las olas de energía que nos despiertan con la práctica personal.
Somos personas normales creyendo estar despiertos mientras la realidad se entreteje por un sin fin de luces y sombras que muchas veces distorsionan nuestra esencia interior, aspectos que expresan un estado de semi consciencia cuando solo se acepta que la realidad esta formada por las limitadas sensaciones que proveen los órganos de los sentidos.
Según las enseñanzas de la India, la mente existe a partir de que ésta se identifica con un cuerpo – algo perteneciente a la materia- y desde allí la persona se considera separada del resto. Por otro lado, existe la Consciencia de un Todo siempre existente que le da sustento a la vida –aspecto que esta relacionado al espíritu- y es una conexión que se establece al reconocer la unión, comprensión y aceptación incondicional de vivir unidos a todas las situaciones de la vida.
Este devenir entre la identificación mental por momentos y la consciencia espiritual por otros fluctúa indefinido en la vida misma generando estados placenteros y otros conflictivos en la esencia del Ser.
El conflicto humano existe por la ignorancia o falta de comprensión de estas fuerzas duales que rigen la naturaleza humana y se las puede encontrar en muchas situaciones bajo expresiones de amor, deseo o atracción como en sus opuestos de miedo, odio y rechazo.
La dualidad nace a partir del nacimiento de un Yo separado del resto que ha tomado las riendas de la vida y no permite reconocer la grandiosidad de un Todo que fluye armoniosamente, este necesita complementarse con la integración a otras formas de expresión. Dualidad que existe para hacernos conscientes y unirnos en aquello que aparenta separación. Si correlacionamos los sonidos de la palabra dualidad con dual-rea-lidad y du-habla, surge otro sonido muy familiar y temido por su desconocimiento que implica al “di-hablo”.
Entidad tan temida –por ignorancia- que surge si y solo si uno se separa de la palabra al dividir se produce la separación de fuerzas –energías-, y con ello comienza el proceso de desenergización, desvalorización, disminución del Ser, separación de estados mentales y emocionales.
Aquí comienza el camino de revertir y volver a unir en uno mismo todas las fuerzas y energías personales a través de la valorización, energización y recarga de valores a partir de unir la palabra a los pensamientos, emociones y acciones. Puede observarse que los hechos suceden fluidos cuando uno realmente es auténtico en Si Mismo y todo se expresa en unión y coherencia; mientras que la presencia del tan temido “di-hablo”, entidad representativa del supuesto mal- o estado de falta de energía- surge en los estados mentales expresados en debilidad, miedo, ausencia de Ser y separación.
El solo hecho de reconocer la totalidad en cada situación libera la separación y enriquece la existencia, se trata de aceptar hoy lo que ya se es sin tener que ir a buscar algo que supuestamente no se es.
Lanzarse a la búsqueda externa de algún otro que no sea un Yo real es asumir que algo falta, la creencia en ello da lugar a la sensación de separación, dualidad y sufrimiento por lo que aún no se tiene o se es. Bajo esta perspectiva irreal es fácil deducir que una persona ignorante del funcionamiento mental deviene en más preocupación y ansiedad al caer en estados “de-presivos” por no aguantar el peso que su propia mente ejerce ante la falta de un algo que hoy no se tiene y se cree merecer.
Ese tránsito circular y sin salida de la mente humana se puede describir utilizando una herramienta de la Psicología actual conocida como la Cinta de Moebius donde ambos extremos de una cinta se unen con sus caras invertidas.
Ver figura de la Cinta de Moebius:
