Así que pasen cinco años - Federico Garcia Lorca - E-Book

Así que pasen cinco años E-Book

Federico García Lorca

0,0
0,99 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Así que pasen cinco años es una obra de teatro en cinco actos, que plantea una historia sobre amor y muerte, concluida por Federico García Lorca el 19 de agosto de 1931, dándose la trágica circunstancia de que justamente cinco años después sería asesinado su autor. Forma parte junto a El Público y la Comedia sin título del llamado "teatro imposible" de Lorca, en el que prima un lenguaje fuertemente influenciado por el surrealismo.

"Así que pasen cinco años." Wikipedia, La enciclopedia libre.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Federico García Lorca

UUID: 174efe2a-58be-11ea-8eb1-1166c27e52f1
Este libro se ha creado con StreetLib Writehttp://write.streetlib.com

Tabla de contenidos

Federico García Lorca

Acto primero

Acto segundo

Acto tercero

Cuadro primero

Cuadro último

Federico García Lorca

Así que pasen cinco años

Leyenda del Tiempo

Personas

JOVEN

VIEJO

UN NIÑO MUERTO

UN GATO MUERTO

CRIADO

AMIGO PRIMERO

AMIGO SEGUNDO

LA MECANÓGRAFA

LA NOVIA

EL MANIQUÍ DEL TRAJE DE NOVIA

EL JUGADOR DE RUGBY

LA CRIADA

EL PADRE DE LA NOVIA

PAYASO

ARLEQUÍN

MUCHACHA

MÁSCARAS Y JUGADORES

Acto primero

Biblioteca. El joven está sentado. Viste un pijama azul. El Viejo de chaqué gris, con barba blanca y enormes lentes de oro, también sentado.

JOVEN. No me sorprende.

VIEJO. Perdone...

JOVEN. Siempre me ha pasado igual.

VIEJO. (Inquisitivo y amable.) ¿Verdad?

JOVEN. Sí.

VIEJO. Es que...

JOVEN. Recuerdo que...

VIEJO. (Ríe.) Siempre recuerdo.

JOVEN. Yo...

VIEJO. (Anhelante.) Siga...

JOVEN. Yo guardaba los dulces para comerlos después.

VIEJO. Después, ¿verdad? Saben mejor. Yo también.

JOVEN. Y recuerdo que un día...

VIEJO. (Interrumpiendo con vehemencia.) Me gusta tanto la palabra recuerdo. Es una palabra verde, jugosa. Mana sin cesar hilitos de agua fría.

JOVEN. (Alegre y tratando de convencerse.) Sí, sí, ¡claro! Tiene usted razón. Es preciso luchar con toda idea de ruina, con esos terribles desconchados de las paredes. Muchas veces yo me he levantado a medianoche para arrancar las hierbas del jardín. No quiero hierbas en mi casa ni muebles rotos.

VIEJO. Eso. Ni muebles rotos porque hay que recordar, pero...

JOVEN. Pero las cosas vivas, ardiendo en su sangre, con todos sus perfiles intactos. VIEJO. ¡Muy bien! Es decir (Bajando la voz.), hay que recordar, pero recordar antes. JOVEN. ¿Antes?

VIEJO. (Con sigilo.) Sí, hay que recordar hacia mañana.

JOVEN. (Absorto.) ¡Hacia mañana!

(Un reloj da las seis. La Mecanógrafa cruza la escena, llorando en silencio.)

VIEJO. Las seis.

JOVEN. Sí, las seis y con demasiado calor. (Se levanta.) Hay un cielo de tormenta. Hermoso. Lleno de nubes grises...

VIEJO. ¿De manera que usted...? Yo fui gran amigo de esa familia. Sobre todo del padre. Se ocupa de astronomía. (Irónico.) Está bien, ¿eh? De astronomía. ¿Y ella?

JOVEN. La he conocido poco. Pero no importa. Yo creo que me quiere.

VIEJO. ¡Seguro!

JOVEN. Se fueron a un largo viaje. Casi me alegré...

VIEJO. ¿Vino el padre de ella?

JOVEN. ¡Nunca! Por ahora no puede ser... Por causas que no son de explicar, yo no me casaré con ella...

hasta que pasen cinco años.

VIEJO. ¡Muy bien! (Con alegría.)

JOVEN. (Serio.) ¿Por qué dice muy bien?

VIEJO. Pues porque... ¿Es bonito esto? (Señalando la habitación.)

JOVEN. No.

VIEJO. ¿No le angustia la hora de la partida, los acontecimientos, lo que ha de llegar ahora mismo?...

JOVEN. Sí, sí. No me hable de eso.

VIEJO. ¿Qué pasa en la calle?

JOVEN. Ruido, ruido siempre, polvo, calor, malos olores. Me molesta que las cosas de la calle entren en mi casa. (Un gemido largo se oye. Pausa.) Juan, cierra la ventana.

(Un Criado sutil que anda sobre las puntas de los pies cierra el ventanal.)

VIEJO. Ella... es jovencita.

JOVEN. Muy jovencita. ¡Quince años!