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En Astro Coaching, Hugo Bienvenu combina la astrología y el desarrollo personal para ofrecer una miradaúnica de los signos del zodiaco. Dejando de lado las clásicas interpretaciones de las cartas astrales o lasdescripciones de los planetas o los signos, el autor muestra cómo conectar con los 12 signos según loque se necesite en la vida. Cada signo incluye: su ficha de identidad; su triángulo de alineación; un ritual,práctica o ejercicio correspondiente, y las afirmaciones positivas que lo potencian.
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Seitenzahl: 263
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Aquí no encontrarás una explicación de cómo interpretar tu carta natal ni las clásicas descripciones de los planetas, las casas, los signos o los aspectos. Este libro es mucho más poderoso: te enseñará a conectar con 12 guías espirituales, combinando la astrología y el desarrollo personal.
Sumérgete en este viaje interior y devela los secretos de cada signo del Zodíaco:
• Su ficha de identidad.
• Su triángulo de alineación.
• Sus enseñanzas acompañadas de un ritual, una práctica o un ejercicio.
• Las afirmaciones positivas que lo potencian.
Utiliza a tu favor los astros según lo que desees trabajar, crear, manifestar y experimentar en tu vida. Descubre qué es lo que necesitas para sanar o para conseguir lo que más anhelas.
¿Por qué encasillarte bajo un solo signo cuando puedes beneficiarte con la energía de 12?
Hugo Bienvenu es coach espiritual, astrólogo, terapeuta y doctor en Farmacia.
Debido a su perspectiva científica, enfoque espiritual y fe en el Universo, Bienvenu ofrece una mirada mucho más amplia y multidisciplinaria del Zodíaco.
Guía y acompañante, concibe su trabajo como una invitación a recorrer distintos caminos que ayuden a cada individuo a expresar su poder y su fuego sagrado.
En este libro, he decidido centrarme en los 12 signos del Zodíaco. No encontrarás aquí una explicación de cómo interpretar tu carta natal ni las clásicas descripciones de los planetas, las casas, los signos o los aspectos. A través de estas páginas, transmito un aprendizaje sobre los 12 signos del Zodíaco concebido como un encuentro con 12 guías espirituales. Un aprendizaje durante el cual te descubrirás, te redescubrirás y mirarás tu vida de otra manera. Cada signo te enseñará algo, te apoyará en tu transformación y evolución personal.
Este libro es la conclusión a la que llegué tras investigar sobre astrología: tenemos 12 signos dentro de nosotros, que son como 12 energías que podemos conectar (con mayor o menor facilidad) y utilizar según lo que queramos crear, manifestar y experimentar en nuestras vidas. Como en un juego de rol, puedes elegir encarnar un signo, como una faceta de tu ser. Por otra parte, el potencial, las cualidades y las virtudes de ciertos signos, debido a tu historia personal, pueden resultarte más difíciles de acceder, como una puerta bloqueada.
A medida que leas estas páginas, podrás poner en marcha prácticas para abrirte a los 12 signos astrológicos, y abrirte así a 12 facetas de ti mismo.
Te deseo todo lo mejor en tu viaje interior.
¿QUIÉN NO CONOCE SU SIGNO ASTROLÓGICO?: LA OMNIPRESENCIA DE LA ASTROLOGÍA EN NUESTRA VIDA DIARIA
Casi todo el mundo conoce su signo astrológico, al menos en Francia. Incluso los más cartesianos, que no saben nada de astrología o no creen en ella, saben si son Leo, Virgo o Piscis. La astrología es una vía espiritual muy conocida, popularizada e incluso caricaturizada.
Recuerdo que cuando trabajaba en centros de investigación, incluso los investigadores más realistas conocían su signo, y al menos una vez al año surgía el tema de la astrología. Hasta el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aludió a su signo astrológico, diciendo que era un presidente jupiteriano, siendo Júpiter el planeta regente de su signo astrológico, Sagitario. Muchas revistas, como Vogue, incluyen un horóscopo en sus páginas. Aunque este horóscopo suele ser más un ejercicio de estilo para los aprendices que un análisis en profundidad, muchas personas no pueden resistirse a leer las pocas líneas sobre ellas. En las redes sociales, los influencers también hablan de su signo astrológico. Inclusive hay una serie romántica en Netflix basada en la astrología. La moda también se inspira desde hace tiempo en los signos astrológicos para crear perfumes, joyas y ropa. El propio Christian Dior era un apasionado de la astrología y consultaba regularmente a un astrólogo. En resumen, la astrología está en todas partes en nuestra sociedad cartesiana moderna.
Creamos o no en ella, la astrología está de forma omnipresente en nuestras vidas y nos influye a pesar nuestro. Podemos imaginar fácilmente que no es insignificante identificarnos, por ejemplo, con un animal como el león o el toro cuando somos jóvenes. Del mismo modo, escuchar una y otra vez que "los Escorpio son manipuladores" repercute inevitablemente en nuestra percepción de este signo. Nos reconozcamos o no en nuestro signo zodiacal, nos comparamos con él y nos afectan las cosas que oímos al respecto.
Esta influencia es tan fuerte que, durante mis consultas, tengo que deconstruir a menudo la percepción que mis clientes tienen de su signo. Hay una cristalización en torno a defectos y "habladurías", que les impide ver el potencial y las cualidades asociadas a su signo. Una gran mayoría de personas tiene una "pequeña idea" de lo que representa cada signo del Zodíaco, ya sea por experiencia personal ("todos los acuarianos que he conocido eran así") o por una visión muy estereotipada de lo que simboliza el signo. Al final, la astrología tiene tanto éxito no por la posición de los planetas en el cielo, sino porque nuestra sociedad ha incorporado a su vida cotidiana este simbolismo y este sistema de representación/clasificación de la personalidad.
No voy a entrar en el debate sobre las diferentes formas de astrología: ¿tropical o sideral?, ¿cuál es la más exacta o "verdadera"? En cualquier caso, si hacemos caso a los astrónomos, la mayoría de las formas de astrología están sesgadas y no representan fielmente el cielo tal y como es. Nos centraremos aquí en el simbolismo de la astrología tropical, que es la más extendida en Occidente.
En astrología tropical, hay 12 signos que corresponden con las estaciones. El equinoccio de primavera, con el signo de Aries, marca el comienzo del Zodíaco. Hay 12 signos para los 12 meses del año, divididos en cuatro estaciones. A partir de lo anterior, el poder del signo astrológico ya no dependería de la influencia de los planetas en el cielo, sino de las estaciones y su simbolismo. Considera que se trata de las estaciones del hemisferio norte.
Me gusta la idea de que esta forma de astrología nos devuelve a la tierra y se inspira en la naturaleza. El simbolismo de los signos es más fácil de entender: basta con considerar las diferentes estaciones y sus energías. Algunos estudios científicos también sugieren que nuestra personalidad puede estar influida por la estación en la que nacemos. Conocer tu signo significa asociarte a la energía de la estación en la que has nacido.
Primavera: Aries, Tauro y Géminis.
Verano: Cáncer, Leo y Virgo.
Otoño: Libra, Escorpio y Sagitario.
Invierno: Capricornio, Acuario y Piscis.
Los 12 signos del Zodíaco nos llevan de viaje a través de las cuatro estaciones.
Aries simboliza la energía de la vida que comienza con la primavera, la fuerza de las semillas que crecen.
Tauro toma el relevo con las numerosas flores que nacen en primavera, símbolo de abundancia y placer.
Géminis nos invita a socializar y divertirnos, con cada vez más días soleados en junio.
Cáncer marca el inicio del verano, un momento para renovar los lazos familiares y compartir con la tribu.
Leo, triunfante en pleno verano, nos recuerda el poder del Sol y del calor, y nos invita a relajarnos.
Virgo, el último signo del verano, nos prepara para la llegada del otoño y anticipa el invierno: hay que organizarse y cosechar.
Libra, vinculado al equinoccio de otoño, nos invita a redescubrir nuestro equilibrio interior y a crear un hogar en forma de capullo para pasar los días más fríos y apagados.
Escorpio, en el corazón del otoño, está ahí para acompañarnos en nuestra introspección, para salir al encuentro de nuestra oscuridad, la cual necesitamos alquimizar.
Sagitario nos prepara para el invierno llevándonos a recuperar el fuego de nuestras ambiciones, nuestros sueños y nuestros valores, como una luz para iluminarnos por la noche.
Capricornio nos cuida durante el invierno, enseñándonos paciencia y rigor frente al clima frío y la escasez de recursos naturales.
Acuario siembra en nosotros las semillas del cambio para la próxima primavera, cuando llegue el momento de innovar.
Piscis nos ayuda a pasar a la siguiente etapa de nuestro ciclo evolutivo, a integrar las distintas enseñanzas y a cultivar nuestros vínculos de corazón y alma.
Con este enfoque, es fácil comprender por qué es importante dejarse guiar por los 12 signos, ya que encarnan diferentes etapas en un proceso de evolución: el punto de partida es una intención, una iniciativa, que conducirá a una transformación, y el paso a una nueva etapa en tu vida. A través de este libro, podrás experimentar un proceso iniciático, guiado por 12 maravillosos compañeros.
No me gustan las etiquetas, y menos aún encasillar a la gente, así como tampoco soporto que me encasillen a mí.
Soy científico y espiritista, apasionado de la astrología, la aromaterapia, el mundo del perfume, el chamanismo y la alquimia. He estudiado ecología, parasitología, cancerología, druidismo y brujería. Soy doctor en Farmacia, coach profesional y terapeuta. He escrito una disertación sobre la manipulación de parásitos, un artículo científico sobre el cáncer y una disertación sobre perfumes. Sí, soy múltiple, ¡como tú!
El objetivo de la astrología no es encerrarte en un signo zodiacal. No pretende servir de excusa: "Pero si yo soy así, no es culpa mía, ¡soy Cáncer!". No, la astrología es un camino espiritual que te invita a conectar con tu yo multidimensional. Es una invitación a salir de las etiquetas, de tus etiquetas, y a dejar de identificarte con un solo signo. Es hora de jugar a este gran juego cósmico y descubrir toda tu riqueza interior y tu libertad de ser. Tienes derecho a experimentar con la visibilidad de Leo, puedes reconectar con el lado explorador de Sagitario, puedes conectar con el poder transformador de Escorpio. Atrévete, experimenta, descubre, encarna, ¡vive!
La palabra "arquetipo" procede del griego antiguo arkhetupon, que significa "modelo primitivo". El término se hizo famoso gracias a Carl Gustav Jung, entre otros, como concepto de la psicología analítica. Por supuesto, no estamos aquí para darte un curso de psicología.
Un arquetipo podría definirse como la representación de una noción compleja, en la que interviene un conjunto de símbolos. Por ejemplo, los arquetipos de la Madre o del Anciano Sabio, presentes en muchas tradiciones, mitos y cuentos. A través de un conjunto de signos y símbolos, el dios, la diosa o el personaje de la historia nos hará pensar directamente en un conjunto de cualidades, virtudes o vicios. Es la representación personificada de un concepto abstracto como la muerte, la vida o el amor.
En cada caso, existen similitudes en las representaciones artísticas, en las historias relacionadas con estos arquetipos y en los símbolos asociados a ellos. Así que, sin tener un gran conocimiento de los símbolos, pues estos mitos e historias han impregnado nuestras sociedades desde el inicio de los tiempos, estarás familiarizado con muchos arquetipos, e incluso puede que los reconozcas espontáneamente.
Los arquetipos suelen ser representaciones animales o humanas de nociones o conceptos más bien abstractos:
La muerte, la destrucción.
El nacimiento, la maternidad, la vida.
El valor.
La sabiduría, la paciencia.
La fuerza, la guerra.
La juventud, la inocencia, la pureza.
La transformación, la magia, el misterio.
La seducción, la sexualidad.
El amor.
La abundancia, el placer.
El conocimiento, el saber y la prudencia.
La renovación, la novedad.
El cuestionamiento, la rebeldía, la aventura.
La alegría, la risa, el humor, el compartir.
La locura.
La dulzura maternal, el regocijo.
El arte, la creatividad, la belleza, la inspiración.
Etcétera.
Dominar y comprender estos arquetipos es esencial para entender los 12 signos del Zodíaco y la astrología en general, y de hecho todos los enfoques espirituales.
Muchos dioses y diosas están vinculados a uno o varios arquetipos. Esto puede ser objeto de debate, ya que algunos dioses y diosas son ambiguos. Zeus es símbolo de Sabiduría, pero también de Fuerza, y también puede simbolizar al Hombre Infiel. Isis es el arquetipo de la Maga y la Madre. Esto demuestra que siempre hay múltiples facetas.
En los cuentos de hadas, mitos y leyendas, cada personaje puede vincularse a un arquetipo. Cenicienta, por ejemplo, encarna la Pureza y la Inocencia, el Hada Madrina es un arquetipo de la Sabiduría y la Benevolencia Maternal, mientras que la Madrastra representa a la Mujer Bruja. Blancanieves también representa varios arquetipos: la Mujer Maga, la Anciana y la Joven. Y en el mito artúrico, Merlín es un arquetipo de la Sabiduría, Arturo de la Fuerza y el Poder, Morgana de la Magia y la Transformación, la Dama del Lago de la Seducción, mientras que Ginebra y Lancelot pueden representar la Juventud, la Inocencia y el Amor; recuerda que todo esto está abierto a la interpretación y la discusión, no hay una verdad absoluta aquí. Estos arquetipos nos permiten identificarnos a nosotros mismos y a las diferentes fases de nuestra vida. Resuenan con nuestra alma, nuestra conciencia y nuestro inconsciente. Nos invitan a trabajar nuestra relación con la muerte, con el dolor de la vida cotidiana, con nuestra sabiduría, con nuestra fuerza de amar, con nuestra oscuridad, etcétera. Conectar con un arquetipo significa comprender su papel, explorar su historia y desarrollar sus cualidades y virtudes. Por ejemplo, si sientes la necesidad de ser sabio o paciente, ¿por qué no te inspiras en una sabia o en un sabio famoso? Si quieres desarrollar tus poderes creativos, puedes conectar con el arquetipo de la Naturaleza, fértil y abundante. Por último, si quieres demostrar valor y fuerza, puedes conectar con una representación del poder y la combatividad.
Los arquetipos impregnan nuestra sociedad, aparecen en películas, series de televisión, libros e incluso perfumes y colecciones de ropa. Hoy en día, los arquetipos se entremezclan cada vez más, para subrayar la complejidad del ser humano. Un mismo personaje cambiará, evolucionará y se transformará, representando sucesivamente la pureza, la muerte, la fuerza o la sabiduría: una auténtica búsqueda de la transformación interior.
La astrología es también un sistema simbólico que utiliza arquetipos: ¡los 12 signos astrológicos son arquetipos! Cada signo está asociado a un animal (Aries, Tauro, Cáncer, Leo, Escorpio, Piscis), a una criatura mítica (Capricornio: mitad cabra, mitad pez, Sagitario: mitad hombre, mitad caballo), a una figura humana (Géminis, Virgo) o a un símbolo/objeto (la balanza de Libra o el jarrón de Acuario). Esta representación se asocia a una estación (otoño, invierno, verano, primavera), una polaridad (yin/yang), un elemento (agua, aire, tierra y fuego) y una energía (cardinal, fija o mutable), así como a un conjunto de cualidades o defectos. Los 12 signos astrológicos son arquetipos poderosos y reveladores. También cuentan una historia, como 12 personajes, 12 divinidades que intervienen en una narración.
Así pues, los 12 signos astrológicos podrían ser los arquetipos de los siguientes conceptos (esto es solo una sugerencia y no una verdad, ya que la astrología es un arte de interpretación):
Aries: inocencia, pureza, fuerza, valor.
Tauro: vida, abundancia, placer, compartir.
Géminis: conocimiento, risa, perspicacia, consejo.
Cáncer: vida, maternidad, transformación, misterio.
Leo: poder, creatividad.
Virgo: sabiduría, consejo, prudencia, acción.
Libra: belleza, seducción, amor, placer.
Escorpio: muerte, transformación, destrucción, magia.
Sagitario: conocimiento, sabiduría, poder, fuerza, entrega.
Capricornio: muerte, sabiduría, fuerza, paciencia.
Acuario: cuestionamiento, renovación.
Piscis: amor, vida, espiritualidad, misterio.
La astrología está de forma omnipresente en nuestras vidas, creamos o no en ella. Es un camino espiritual, un camino de autoconocimiento y transformación. Utiliza los arquetipos y puede ser una "herramienta espiritual" para autocuestionarse, conocerse, transformarse, curarse (emocional y espiritualmente) y desafiarse a sí mismo.
Si desde la infancia solo escuchaste cosas negativas de tu signo, esto debió impactarte de una u otra manera.
¿Qué has oído hablar de tu signo? ¿Te identificas en eso?
¿Conoces sus puntos fuertes, su luz, sus talentos?
¿Estás dispuesto a desarrollar todo eso?
¿Por qué este signo no te evoca nada?
¿Has escuchado cosas negativas en relación con el signo?
¿Te reconoces en tu signo zodiacal?
Dependiendo de tu historia personal, tu carta natal y tu personalidad, puedes estar más o menos alineado con tu signo astrológico. Esta es una oportunidad para hablarte de un concepto muy querido para mí, que fue desarrollado por el astrólogo Pierre Lassalle y que ha sido una gran inspiración para mí.
Esta noción es la del "triángulo de alineación o de equilibrio" con el signo solar.
Si observas el triángulo de abajo, encontrarás tres formas de estar vinculado a tu signo astrológico.
Puede ser que te encuentres en el punto superior del triángulo, en cuyo caso eres lo que yo llamo un signo equilibrado, en línea con todo el potencial del signo zodiacal: sus virtudes, cualidades y habilidades interpersonales.
Si te encuentras en el extremo derecho del triángulo, entonces estás en lo que yo llamo signo en exceso. Estás vinculado a toda la intensidad del signo, por lo que tienes sus defectos, y este se convierte casi en una caricatura. Si estás en el extremo izquierdo del triángulo, te encuentras en lo que yo llamo signo en debilidad. Eres exactamente lo contrario de las virtudes y cualidades del signo, y normalmente dirás: "¡No, pero si este signo no me va nada!". Piénsalo de nuevo: ¡es esencial que te realinees con todo tu potencial!
Un ejemplo hablará por sí solo. Tomemos el primer signo del Zodíaco, Aries. Como signo equilibrado, encarna el potencial del valor y la acción. Si estás alineado con el potencial de este signo (punto superior), eres, por tanto, un Aries valiente, que se atreve a tomar la iniciativa y a pasar a la acción. En exceso (extremo o punto derecho), estás en la intensidad de Aries, la valentía se convierte en correr riesgos innecesarios, y el pasar a la acción en "hacer por hacer". Te estás inclinando hacia la caricatura de Aries: una persona que nunca se detiene y se precipita sin pensar.
En un signo en debilidad (punto izquierdo), no conectas con la energía de tu signo solar, y eres exactamente lo contrario del potencial de Aries: tienes miedo constantemente y te cuesta tomar decisiones y pasar a la acción.
Así que conocer tu signo solar no lo es todo: también es importante saber qué alineación tienes con él, ¡y solo tú puedes averiguarlo!
Es interesante fijarse en el otro u otros signos dominantes de la carta: ascendente, donde hay varios planetas, etcétera, y este trabajo requiere un buen conocimiento de astrología.
Me encanta ver cómo se les ilumina la cara a algunos de mis clientes cuando les explico que su signo solar no está necesariamente marcado, sino que hay otro signo dominante en su carta, con el cual se identifican mucho más.
Es como si, de repente, la persona pudiera por fin identificarse plenamente con otro signo. Es como una liberación, una mejor comprensión de sí mismo.
¿Y tú, te reconoces en un signo diferente al tuyo? ¿Sabes si está marcado en tu carta astral?
Debes aprender los 12 signos, independientemente de la composición de tu carta natal.
Por supuesto, no se trata de contactar con los 12 signos a la vez. Durante una sesión de coaching, trabajo con mis clientes para identificar el problema más importante al que se enfrentan en ese momento. A partir de ahí, determino qué signo o signos astrológicos necesitan trabajar. Es como empezar un juego de rol: ¿necesitas trabajar la noción de cuidarte, recibir y mimarte? Tauro es el arquetipo que necesitas reconectar. A continuación, propongo preguntas, ejercicios, visualizaciones o rituales relacionados con el signo o los signos con los que hay que conectar. Es como si cediera el control y el signo del Zodíaco se convirtiera en el guía.
Gracias al poder del simbolismo, del arquetipo y del cuestionamiento, la persona podrá conectar con ese signo, inspirarse en él y desarrollar sus puntos fuertes. Una magnífica transformación.
Estoy convencido de que, dependiendo de la situación y del momento de nuestra vida, todos podemos conectar con el poder de los 12 signos del Zodíaco e inspirarnos en ellos. En este libro, voy a enseñarte las diferentes preguntas, ejercicios y prácticas espirituales y energéticas que puedes hacer para invitar a los 12 signos del Zodíaco a transformarte a ti y a tu vida.
Antes de seguir adelante y descubrir el camino que sugieren los 12 signos astrológicos, me gustaría presentarte los fundamentos de la magia del Zodíaco.
Del mismo modo que podemos utilizar la magia de los cuatro elementos, la magia de los planetas o la medicina de los cuatro puntos cardinales en el chamanismo, por ejemplo, es posible utilizar la astrología como camino mágico, fuente de rituales y conexión con lo invisible.
En estas pocas líneas, me gustaría presentarte una forma de conectar con las energías del cosmos.
Para llevar a cabo tu trabajo de introspección y tu viaje con los 12 signos del Zodíaco, te sugiero que crees un altar especialmente dedicado a tus momentos de conexión y a las prácticas propuestas en este libro.
Para mí, un altar es un espacio sagrado dedicado a una práctica. Puedes hacer el tuyo en el suelo con un trozo de tela o utilizar una mesa o estantería. El altar es un lugar que te pertenece y que debe ser respetado por las personas con las que convives.
Para crear un altar "celestial" dedicado a tu práctica de magia zodiacal, necesitarás:
Un pedazo de tela azul marino o negra.
Veladoras pequeñas.
Velas largas tipo candelabro de todos los colores del Zodíaco (después sabrás más sobre este punto).
Una piedra, cristal u otro objeto con forma de estrella.
Una rueda del Zodíaco impresa o tallada en madera (si te gustan las manualidades).
Un objeto de tu elección que te represente.
No hay reglas precisas para disponer los elementos en el altar. El cosmos está en perpetuo movimiento, así que sigue tu intuición.
El trozo de tela servirá de base a tu altar, y debe colocarse en el suelo, en una mesa o en una estantería. Representa el universo, el espacio.
Coloca en el centro la rueda de los 12 signos del Zodíaco, para conectar permanentemente sus 12 energías.
La piedra u objeto en forma de estrella representa la magia celeste del cosmos, como una fuente que alimenta todas las estrellas, y tu propia magia: colócala donde quieras.
Sitúa el objeto que te representa donde desees: tienes tu lugar en el gran tejido cósmico.
Enciende varias veladoras y colócalas sobre el altar para crear una pequeña constelación de estrellas.
Dependiendo del ritual, puedes utilizar las veladoras para conectar los signos del Zodíaco.
Tómate el tiempo que necesites para meditar delante de tu altar. También puedes encender incienso y añadir otros objetos intuitivamente. Quizá puedes sentir el impulso de cambiar de lugar ciertos elementos en tu altar: es normal, ya que los cuerpos celestes están en movimiento, y estos movimientos representan los movimientos de tu vida.
Siempre que sea posible, practica los distintos ejercicios y rituales sugeridos en las enseñanzas de este libro delante de tu altar "celestial".
La astrología tiene su propia Musa. A menudo se pasa por alto a la Musa en los libros de astrología, pero desde un punto de vista espiritual, puede ser una ayuda preciosa.
La Musa Urania es la Musa de la astronomía y la astrología. Puedes recurrir a su energía, como lo harías con un guía o un ángel de la guarda, para que te apoye.
A menudo se le representa con un globo terráqueo e instrumentos de medición, y con un vestido azul salpicado de estrellas.
Conectar con la Musa Urania es conectar con la dimensión sagrada, mística y espiritual de la astrología; es abrirse a la inspiración de esta Musa a la que muchos astrónomos y astrólogos han rezado en el pasado.
Para invocar su apoyo, enciende una vela azul oscuro y una vela dorada en tu altar cósmico. Se puede añadir una imagen de la Musa.
Recita el siguiente conjuro:
“Oh, Musa Urania, te invoco ahora. Apóyame en mi evolución personal.
Permíteme acceder a todo mi potencial con la ayuda de los 12 signos astrológicos.
Abre mi conciencia a nuevos conocimientos y nuevas posibilidades.
Dame la fuerza para adentrarme en mi oscuridad.
Protégeme de las dudas y de todo aquello que pueda obstaculizar mi transformación.
Gracias, Musa Urania, por estar a mi lado”.
Cierra los ojos y siente su presencia a tu alrededor. Puedes quemar un poco de incienso como ofrenda.
Puedes crear un ritual para conectar la energía de un signo astrológico. Estos signos tienen una energía con la que puedes conectar. Para ello, puedes consultar las secciones "Ficha de identidad" de los capítulos dedicados a cada uno de los 12 signos zodiacales o utilizar los elementos que te presentamos a continuación.
El primer paso consiste en identificar el signo que vas a invocar, el signo con el que te vas a vincular. Tienes que hacer un balance de tu problema, para ver cuál de ellos te corresponde por sus virtudes, cualidades y temas.
También es posible que, para un mismo problema, dos signos sean complementarios o actúen en sinergia: puedes trabajar con ambos.
Aries: acción, necesidad de energía y motivación, reencuentro con el niño interior, resistencia, fuerza, coraje.
Tauro: abundancia, trabajar la autoaceptación, sentirte bien con su cuerpo, amor propio, permitirte recibir, placer, sensualidad.
Géminis: comunicación, vínculos, amistad, rendimiento intelectual, aprendizaje, alegría, dejarte llevar.
Cáncer: emociones, fluctuaciones, trabajo con la Luna, imaginación, protección, lazos familiares, maternidad.
Leo: visibilidad, asertividad, confianza en ti mismo, amor, creatividad, ocupar tu lugar, atreverte a mostrarte, éxito.
Virgo: curación, práctica, mejora, manifestación, capacidad de análisis y reflexión, purificación.
Libra: reconciliación, paz, armonía, equilibrio en el cuerpo, belleza exterior e interior, pareja, amor.
Escorpio: duelo, transformación, muerte, renacimiento, oscuridad, cuestionamiento, evolución, adicción, comportamiento destructivo.
Sagitario: viajes, liderazgo, ocupar tu lugar, confianza en ti mismo, ambición, expansión, alcanzar tus metas, poder, conocimiento.
Capricornio: sabiduría, tiempo, proyecto, obligación, paciencia, carrera, estructura, poner las cosas en práctica, enfrentarse a las obligaciones, fuerza interior, resistencia.
Acuario: comunicación a gran escala, tecnología, asertividad, atreverte a decir las cosas, libertad, comunidad.
Piscis: espiritualidad, conexión divina, amor, perdón, viaje interior, intuición, sueños, paz.
He aquí los elementos básicos para crear un ritual vinculado a un signo astrológico. Puedes añadir pasos o simplificar el ritual.
Una vela del color correspondiente al signo zodiacal.
Un pedazo de papel con el símbolo del signo zodiacal.
Un saquito o bolsita de tela (tipo gamuza).
Una piedra correspondiente al signo zodiacal.
Algo para escribir.
Algo para grabar en la cera de la vela.
Realiza el ritual en tu altar.
Graba en la vela el símbolo asociado al signo zodiacal con el que quieres conectar. A continuación, colócala en el altar, junto a la bolsa de tela y el trozo de papel con el símbolo del signo zodiacal. Enciende la vela para iniciar el ritual. Una vez encendida la vela, aprovecha este momento de conexión para pensar en el conjuro que vas a escribir para tu ritual. Ten en cuenta tu problema, pero también las cualidades del signo al que invocas.
A grandes rasgos, se trata de lo siguiente:
Energía de ......................................, te invoco hoy para que me acompañes en relación con ......................................
Deseo conectarme con ...................................... (destacar cualidades, virtudes, etcétera).
Gracias por aportarme tu sabiduría y tu perspicacia para resolver este problema.
Escribe tu conjuro y repítelo varias veces:
Mira la vela.
Sostén la piedra sobre tu corazón.
Mantén el símbolo del trozo de papel sobre tu corazón.
Después, tómate tu tiempo para meditar, visualizar y sentir la energía del signo invocado a tu alrededor y en tu interior.
Por último, coloca el trozo de papel con el símbolo, el conjuro y la piedra en la bolsita.
Acércalo a tu corazón, luego colócalo junto a la vela y deja que se consuma por completo.
Da las gracias al signo invocado y a tus guías.
Una vez que la vela se haya consumido por completo, guarda la bolsita cerca de ti. Puedes ponerla en tu mesita de noche o en tu bolso, intentando pensar lo menos posible en ella.
Puedes completar este ritual con aceites esenciales para aromatizar, flores de Bach y mantras (mencionados en los capítulos correspondientes a los signos zodiacales).
Por vía olfativa, los aceites esenciales te conectarán con el signo del ritual. Puedes (tras comprobar las posibles contraindicaciones) hacer algunas inhalaciones manteniendo el frasco alejado de la nariz, poner dos gotas en un pañuelo e inhalarlas, o utilizar un difusor.
Las flores de Bach suelen utilizarse para resolver problemas relacionados con el signo correspondiente. Puedes seguir un tratamiento de 21 días con una o varias flores de Bach. Toma dos gotas de cada una, cuatro veces al día.
En cuanto a los mantras o afirmaciones positivas, puedes escribirlos cada día en tu agenda y decirlos en voz alta.
Tú decides.
En los siguientes capítulos encontrarás diversas enseñanzas sobre cómo conectar con los 12 signos del Zodíaco:
Introspección.
Rituales y prácticas espirituales.
Visualizaciones.
Presentación de conceptos.
El objetivo es conectarte con el potencial de un signo, ver el mundo a su manera e iniciar una evolución interior alineada con tus aspiraciones.
Para que puedas beneficiarte plenamente de toda la magia de este libro, me gustaría hacer hincapié en los tres puntos siguientes:
Toda la fuerza del trabajo propuesto en torno a los 12 signos zodiacales se basa en lo que yo llamo el "principio de resonancia". Esto significa ponerse en resonancia con los signos zodiacales para poder transformarse. Por ejemplo, cuando celebramos la Navidad, la magia de las fiestas se activa al decorar toda nuestra casa. Al realizar los ejercicios, las prácticas y las introspecciones vinculadas a un signo zodiacal, entras en resonancia con él, y su magia actúa en ti, a un nivel sutil e inconsciente. Es exactamente lo mismo que cuando escuchas una canción motivadora antes de practicar un deporte: entras en resonancia con esa canción. Al trabajar temas vinculados a un signo astrológico, al conectar con su simbolismo, integras su energía y su magia.
Soltarte será tu mejor aliado en el viaje que te propongo. Confía en el proceso y no trates de analizarlo todo.
Deja a un lado el "Sí, pero eso ya lo sé" o el "No, pero eso ya lo hago". No creo en la casualidad, así que si en el transcurso de estas páginas te encuentras con un ejercicio, no es porque ya lo hayas hecho antes. Seguramente necesitas hacer este ejercicio o práctica ahora mismo, o hacerlo más conscientemente, en conexión con el signo astrológico en el que estás trabajando.
¡Confía en mí, confía en el poder de la astrología y confía en ti mismo!
Empecemos por descubrir los 12 signos. Sin embargo, no necesitas leer los signos en el orden sugerido en el libro. No tienes por qué seguir un enfoque académico.
Personalmente, leer libros de astrología de la A a la Z en el orden de los signos siempre me ha aburrido. Me gusta recoger información aquí y allá, y te invito a hacer lo mismo si tú también funcionas de esta manera.
Para dejarte guiar por los 12 signos del Zodíaco, te propongo diferentes maneras de proceder:
1. En el orden de los signos.
Puedes optar por realizar un verdadero ciclo iniciático, un viaje con los 12 signos del Zodíaco, uno tras otro. Es como atravesar 12 puertas.