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Renaciendo la historia desde las cenizas, es un mensaje final de autoayuda y superación.. Biografía de mi vida que no te sorprenda - Cintia Pamela Abdala
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Seitenzahl: 163
Veröffentlichungsjahr: 2022
Cintia Pamela Abdala
Abdala, Cintia Pamela Biografía de mi vida que no te sorprenda / Cintia Pamela Abdala. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2022..
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-2947-3
1. Superación Personal. I. Título. CDD 158.1
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
PRESENTACIÓN
APELLIDO ABDALA
APELLIDO AGUIAR
APELLIDO FERRARI
APELLIDO GOBET
Mensaje de Vida:
Resumen
Mensaje de Vida
Agradecimiento
Autobiografía:
CINTIA PAMELA ABDALA
Nombre del padre: PEDRO MIGUEL ABDALA.
Nombre de la madre: STELLA MARIS AGUIAR.
Nombre de los abuelos paternos: Abdala Aldo Pedro, Ferrari Mabel Ibel.
Nombre de los abuelos maternos: Aguiar Jorge Alberto, Gobet Bernarda Leonort.
Es de origen árabe-musulmán y significa “Siervo de Dios”.
Origen del apellido viene de la familia de la nobleza árabe “JORDANIA”.
Exterior de la Mezquita del Rey Abdalá I.
La mezquita está coronada por una cúpula cubienrta con magníficos mosaicos azules y posee una capacidad de hasta 3.000 personas, además posee dos cúpulas más pequeñas y dos minaretes de arquitectrua futurusta. La mezquita está situada en la colina Jebel al-Weibdeh en la parte occidental de la capital jordana.
Los estudiosos del origen de los apellidos nos indican que el origen y significado del apellido Aguiar, es una palabra derivada del latín Aquilare, cuyo significado es: “el lugar habitado por las águilas”. Se le conoce como un apellido Gallego que procede del lugar que lleva su nombre en la región de Lugo.
Con respecto al aspecto histórico el linaje se le debe a Don Bueda Bella el viejo, un conde del siglo XI, quien peleó junto con el rey Alfonso VI de León por la reconquista de Toledo, gracias a sus labores y valentía le fue concedido linaje en el señorío de Aguiar, en las tierras lusitanas, es así fundada una casa solar, donde la región fue conocida como San Lorenzo de Aguiar y cuyos descendientes lo extendieron hacia Sevilla. Es de mencionar que es uno de los apellidos que probó su nobleza ante la Orden de Santiago en un total de diez veces.
El linaje se encuentra muy extendido a lo largo de las regiones y tierras de España, destacando en León y Asturias así como en los países de América hispana.
Apellido de origen italiano, muy común en Italia y disperso por varios países europeos y americanos. Deriva del latín “Ferrería”.
(Taller donde se usa el mineral de hierro).
Llevado particularmente en lionés y Borgoña, es un diminutivo del antiguo francés "gobe" (= vanidoso), o sea una forma corta de "Gobert", nombre de persona de origen germánico”.
La historia de esta familia es poco conocida y no hay mucha información sobre su cuenta por lo que casi todos los títulos públicos y otros fueron destruidos por consecuencia de las guerras en Francia que trajeron tropas de todas las naciones vecinas, y varios notarios tienen por ello solo actas de la primera mitad del siglo XVIII. Como no es posible establecer una filiación continua para esta casa nos vemos obligados a presentar aquí y a cada uno de sus miembros tal como los hemos encontrado buscando los títulos en los que fueron recordados. Esta antigua casa que según varias fuentes bibliográficas es de origen nobiliario proporciono multitud de personajes ilustres en la carrera de armas. Entre los personajes más ilustres dignos de memoria se cita un procurador rey en Carhaix en 1669.
(En Francia se encuentra en una de ciudades la plaza con los escudos y estatuas del apellido Gobet).
Todo comenzó con la travesía de tres príncipes hermanos de apellido Abdala que vinieron de oriente por una odisea en una aventura viajando en un barco rumbo como inmigrante a la Argentina en el año aproximadamente 1860 uno de ellos se instaló en la gran ciudad de Buenos Aires, el otro hermano en la ciudad de Córdoba capital. Mi tatarabuelo el príncipe Abdala se instaló en la provincia de la Rioja en una hectárea de grandes kilómetros cuadrados, que se conoce en nuestros días como la ciudad de Anillaco.
Contaba mi abuelo ahora fallecido a mi abuela su señora a su vez fallecida, quién me transmitió la biografía de nuestro verdadero linaje real al cual pertenecía que al tener yo el mismo grupo sanguíneo corriendo por mis venas de mi tatarabuelo el príncipe Abdala.
Pasó su grupo sanguíneo desde mi bisabuelo, a mi abuelo, y a mi padre y nosotros sus tres hijos siendo la última línea de sangre real en cuanto al factor sanguíneo de mi tatarabuelo al día de hoy de su sangre pura.
Contaba mi abuelo que al llegar mi tátara abuelo hijo del Rey Abdala a la provincia de la Rioja con su gran fortuna. Compró una inmensa hectárea en kilómetros cuadrados que con el tiempo se fue vendiendo y hoy se conoce como la ciudad de Anillaco. En ese tiempo eran campos, valles, quebradas, junto al río virgen que descendía desde las montañas donde construyó su casa sobre la bajada de la quebrada donde cruzaba el río.
No era poco de imaginar siendo un príncipe legítimo, de la realeza comprar establecerse donde quisiera vivir. Al poco tiempo, al instalarse en ese lugar se conoció con una señorita descendiente de españoles, al poco tiempo se casó con ella.
Lo que los lugareños y descendientes de europeos, de las zonas más cercanas a su tierra de él, por ser un árabe rubio como él, blanco transparente, ojos de color azules, de mirada profunda muy penetrante bien marcada, por lo que nos caracterizamos los Abdala.
Dicen que su vida la dedicó al trabajo en la agricultura, cría de grandes cantidades de animales del lugar, cabritos, ovejas, becerros, chivos y otros etc. A gran escala ya que comercializaba para todo el país de Argentina, en cuanto a sus responsabilidades. Cuando podía iba a pasear visitando a sus hermanos, que tenían sus respectivas familias. En esos años de vida tuvo varios hijos entre ellos mi bisabuelo. Cuentan que mi tatarabuelo todas las tardes se sentaba en su sillón a contemplar el paisaje de sus tierras en las tranquilas aguas quietas de sus manantiales, sobre el valle arriba donde se encontraba su jardín del bello paisaje del lugar mirando al horizonte mientras fumaba una pipa larga. Recordando en sus pensamientos en grandes suspiros de imágenes que se le venían a la memoria de los tiempos aquellos atrás donde miraba su vida de príncipe, en ese oriente en distintas culturas volviendo a su realidad. Comparando cómo su manera de vivir a la de ayer, le ha cambiado un giro de 180 grados de ser un monarca de una monarquía árabe pasar a ser un terrateniente poderoso muy adinerado de un país extranjero de distintas tradiciones y costumbre. Ya que él vivía en el valle, donde su propiedad fue construida cerca del lago de aguas quietas. Entre esas añoranzas, en su relatos había en su corazón un afecto muy especial, que contemplaba extrañaba en su memoria. Era la presencia de la imagen de su padre el Rey Abdala que dejo en esas tierras de oriente.
Tantas veces remarcaba el cómo sus hermanos, le costó tomar la decisión de venir por una travesía de aventura, decidir cambiar el lugar en dónde vivir, pero tomaron la iniciativa rumbo a la Argentina con grandes expectativas inquietudes, al estar aquí con el pasar del tiempo se fueron acostumbrando a creencias, culturas, hábitos, dogmas (religión), distintos a ellos no fue fácil más allá de la enorme riqueza que tenían.
Con el pasar de los años, fue su vida de arduo trabajo tranquilo a su vez hasta el día de su muerte.
Mi bisabuelo en la ausencia y muerte de su padre quedó sumergido en su gran sabiduría enseñanza de vida del legado de su padre le ha dejado expresándole como lección. “Nunca olvides hijo quién eres de dónde vienen tus orígenes, raíces transmítelo de generación en generación así mi legado descendencia sabrá que son de un linaje real de sangre pura de una dinastía verdadera sangre extranjera que corre por sus venas más allá, por más que a esta nueva tierra Argentina les de sus abrazos de ser argentinos. Pero recuerda y ten presente las riquezas, coronaciones que yo siendo tu padre delegué a otros familiares, cuando tu abuelo estaba por morir yo iba a asumir su trono con la coronación como Rey en su lugar, renuncié otorgándole a otros familiares, quedando todo allá, y debe permanecer a hi en el país que tu padre dejó hoy es de ello. Ya no es más de tu padre porque he dejado todo allí donde tiene que estar esos designios de coronaciones que hoy es de tus parientes de oriente. No es tuyo por más sangre del linaje que corra por tus venas y tu descendencia legitima. Pero recuerda tú perteneces a esa sangre de dinastía, eres sangre de su sangre familiar de ellos eso nunca debes olvidar. Y nunca negar de dónde eres.
Pero lo que quedó allá, las coronaciones riquezas no te pertenecen ni a ti tampoco a tu descendencia, eso es de ellos. Solo ten presente nunca debes olvidar tú y tu generación, serán siempre la verdadera sangre legítima de tus familiares de oriente así pasen los años. Ellos y tu generación van hacer en el tiempo familiares de la misma sangre eso nunca cambiará, por más hijos que sean familiares muy lejanos...”.
Mi tatarabuelo con esas enseñanzas lo dejó remarcado a mi bisabuelo, como un estruendo haciendo eco en su interior sin precedente alguno, como a todos sus descendiente que hoy sabemos la verdadera historia real. Qué gran humildad de espíritu sabiduría innegable fortaleza de su esencia. Mi bisabuelo asumió su legado con entereza seriedad, casándose con su mujer. Tuvo 9 hijos, el mayor de todos los hermanos fue mi abuelo llamado Aldo Pedro Abdala, vivió con sus padres, hermanos hasta su temprana adolescencia.
—¡Perdón hago una pausa!
¡¡Esto me llena de emoción!!
¡¡¡Me siento al escribir estas rectilíneas, al contar la verídica historia, como si estuviera viviendo esa época en el tiempo del pasado atrás!!!
¡Bien seguimos!
En su plena adolescencia con viviendo con su familia donde su abuelo vivió. Un día aburrido de la buena vida aristocrática de la burguesía. Viendo todos los días pasar en el pueblito de Anillaco, recién empezaba en sus primeros añorados años de vida, gracias a la cría de animales, productos regionales., el establecimiento del ferrocarril estaba emergiendo en aquel lugar. Mientras la colonia creció con sus actividades comerciales paso a paso.
Un día él tomo la iniciativa decisión de buenas a primeras escaparse, subiéndose a ese tren de carga que a su vez era mixto pasajeros y carga de comercialización de elaboración de materia prima, como productos regionales del lugar que en ese destino iba de la colonia Anillaco rumbo con bajada a San Juan escondido del chofer y del ayudante del capitán del tren pasaron largas horas de viaje a kilómetros de distancia cansado mi abuelo se quedó dormido en un rincón de unos de los vagones de carga de los productos artesanales, cuando a mitad de camino.
El guarda le dice:
—¡¡¡¡Capitán, Capitán!!!! ¡¡Creo que vi algo al pasar, por los corredores al final de los vagones donde se encuentran los pasajeros!!
El Capitán:
—¡Qué ha visto, por favor diga sin dezmero!
El guarda:
—Al finalizar cómo le he platicado, del corredero en el primer vagón de carga donde se encuentran los productos artesanales; creo haber visto un joven.
El Capitán:
—¡¡¡¡No puede ser esto, es absurdo!!!! ¡¡Es una barbaridad!! ¡¡¡Como puede ser por todos los cielos!!! Ayudante de máquina tome el control de mando yo iré con el guarda a ver lo sucedido...
Ayudante de máquina:
—¡Sí mi Capitán a su orden!¡¡Lo haré...!!
El Guarda:
—¡Sígame mi Capitán....! ¡Mire ahí se encuentra el muchacho!¡No me he equivocado en lo que le he dicho!
El Capitán:
—¡¡Joven despierte por favor, despierte, despierte, joven por favor.!! ¡Qué hace aquí en este lugar! ¿Dónde están sus padres o familiares? ¿Por qué no se encuentra con uno de ellos en los vagones del corredero de pasajeros?
Mi abuelo:
—¡Perdón por mi travesía aventurera señor capitán! ¡Es que yo estoy solo aquí en el tren!
El capitán:
— ¡¿Cómo es eso?!¡¿Qué, estás solo aquí?!¡¿Y sus familiares?!
Mi abuelo
—¡Quedaron en Anillaco! ¡Yo señor me escapé, porque quería venir por una aventura cansado, aburrido de una vida de lujos quería sentirme libre como un ave! ¡Pero confieso que sería un honor para mí trabajar como un trabajador más aquí en el tren! ¡Ya que me gusta demasiado esta vida de viajar en el tren laburando.
El capitán:
—¡¿Quiénes son tus padres?! ¡Responde joven...!
Mi abuelo:
—¡Mi padre es el terrateniente más rico del lugar de Anillaco el señor Abdala!
El capitán:
—¡Está bien joven, lo conocemos, sabemos quién es tu papá, pero debes saber que deben estar muy preocupados, por tu desaparición! ¡No podemos pegar la vuelta, estamos cerca de San Juan! ¡Eso sí después que descargamos, las materias primas, los productos artesanales, y bajan los pasajeros, vamos de vuelta de regreso a tu pueblo! ¡Porque tenemos que pasar por ahí de nuevo, de cruce con destino de llegada a otro lugar! ¡Mientras tanto nos puede ayudar como ayudante del guarda! A servir los alimentos a los pasajeros.
Mi abuelo:
—¡¡Si señor!!
El capitán:
—¡De regreso al abordar en Anillaco te llevaré a tu casa con tus padres!¡Entregándote en manos de tu papá, y tú le dirás lo que has hecho a él! ¡Eso no debes hacer un joven de familia bien como tú! ¡Yo le diré tu deseo de trabajar en el tren, y que él decida muchacho, lo lamentable, el infortunio disgusto que deben estar pasando tus familiares...!
Así fue como llegaron a San Juan, descargaron se vinieron de vuelta Anillaco. Llegaron lo bajaron y el capitán del tren lo llevo a la puerta de su casa entregándoselo en manos de mi bisabuelo, el capitán le contó todo lo acontecido.
El capitán:
Señor Abdala aquí se lo entrego a su hijo sano y salvo, él me ha expresado que quiere trabajar con nosotros, de viajar en él desempeñando nuestro labor...¡Como lo hacemos nosotros arriba del tren! ¡Saludos señor; me retiro la decisión es suya! ¡Mañana salimos temprano por si usted lo autoriza, a su hijo con el deseo que él tiene de realizar nuestras tareas con nosotros saludos...!
Ese día fue de discusión de un padre e hijo y su madre que lloraba en su habitación sin consuelo. Escuchando a su marido y su hijo mayor discutir con su padre (mi bisabuelo). Entre esas acaloradas discusiones, se escuchaba al padre... ¡¡¡Se siente en el corredor del pasillo de la habitación matrimonial caminar a las sirvientas, cuando unas de ellas le golpea la puerta a la madre diciéndole porque la escuchaba llorar desconsoladamente...!!!
Sirvienta: (Ester)
—¡¡Señora, Señora puedo pasar, por favor es que no la puedo sentir llorar de esa manera...!! ¡Me congoja estoy muy apenada verla así, con Antoñeta, y Mariet, estamos consternadas...! Si se puede saber con el respecto que se merece, perdón mi atrevimiento... ¿Qué le sucede? ¡Se escucharon gritos de sus llantos, y una fuerte discusión de su esposo y del joven! (En eso se siente un toc toc en la puerta, se escucha la interrupción de las otras sirvientas).
Sirvientas: (Mariet, Antoñeta)
Mariet, Antoñeta:
—¡¡Señora estamos muy preocupada por usted y su familia!!
Mariet:
—¿Sra. Mercedes en que la podemos ayudar?
Antoñeta:
—¿Que lo que está sucediendo señora Mercedes? ¡Nos debe decir el llanto de su pena y ¿por qué?¿Se están peleando entre padre e hijo...?!
Señora Mercedes:
—¡¡¡¡Es que mi hijo Aldo Pedro y su padre!!!! ¡¡Están debatiéndose en un duelo de quién tiene la razón y quién no!! Lo que sucede, es que Aldo lo enfrenta a mi esposo.
Mariet:
—¿¡Perooo señora cómo es eso!?¡¡¡No entiendo, es un infortunio no puede ser!!! ¿Cuál es la situación del problema?
Señora Mercedes:
—Mi marido lo quiere hacer entrar en razón al joven Aldo. Es que Aldo no comprende la gravedad del tema en cuestión.
Entre llantos la señora Mercedes: (Suspira de dolor en su pecho, un sentimiento repentino cruje su corazón de sensaciones angustiante mal sanas dichas, en su espíritu acongojado solo siente desolación por que la procesión la lleva, por dentro).
—¡¡¡¡Mi dolor se torna sentimientos de melancolía de recuerdos de un pasado cercano; por un familiar. Que hizo lo mismo que mi hijo Aldo quiere hacer!!!! ¡Su abuelo el príncipe Abdala dejó su legado y coronación como rey cediéndole a sus familiares de oriente! Con la diferencia que mi joven muchacho el mayor de todos los hermanos... ¡Él desea vivir la misma travesía, con un capítulo diferente a la historia de su abuelo! Quiere trabajar en el tren del ferrocarril, viajando por todo el país. Ganándose la vida siendo auxiliar del chofer. ¡Nosotros sus padres no podemos permitir este infortunio, debe entender, entrar en razones; que nuestra obligación es marcarle la cultura de nuestra sociedad! ¡Tiene que comprender que esa profesión la cual quiere llevar a cabo no es para él! Él aspira siendo hijo de un terrateniente, nieto legítimo de un Príncipe de la corona real que quedó allá destinado por su abuelo a sus parientes... Por ser y tener la misma sangre que su abuelo en su grupo sanguíneo..., debe estudiar siguiendo una carrera universitaria como profesión en la medicina o en la política diplomática. ¡Nuestra cultura y sociedad, sería escandaloso una situación así! ¡¡¡Es una tragedia no puedo creer, que estemos viviendo en este momento, un infierno como este...!!!
Mariet: (la sirvienta)
—¡¿Cómo puede ser señora, esto se le está yendo de las manos? ¡Es una pena que el joven no entre en razones! ¡¡Antoñeta y yo lo que hubiéramos dados por tener ese privilegio...!! ¡De ser y pertenecer a esa dinastía por sobre todo! ¡El agrado de ser de la aristocracia, de la alta sociedad... de su cultura. De estudiar diplomáticamente en la universidad una profesión!
Antoñeta: (La sirvienta)
—¡Es muy conmovedor, a la vez se siente demasiada pena angustiante...! Su pesar señora es comprensible, cualquiera en su lugar
estuviera así... ¡¡No debe ser fácil, ante tremenda tragedia que el joven tome esa locura..., por oficio siendo de la sociedad diplomática...!! ¡¡¡Terrible bochornosa situación debería ser más considerado con sus padres!!! ¡Sra. Mercedes… sus lágrimas por sus mejillas empañan sus ojos...! Le acerco del cajón del toilette, su pañuelo porque sus mejillas como sus ojos están irritados de tanto llorar... No hay manera cuando los hijos se revelan ante caprichos absurdos... Debe comprender señora que en los tiempos difíciles que estamos viviendo, los jóvenes de hoy como el joven Aldo al haber nacido en un ambiente donde todo lo tiene su merced... Creen que una travesura por oficio es la odisea más preciada en su precario coeficiente dialecto mental, Señora va a tener que resignarse a la idea, aceptar esa decisión.
Mercedes:
—Gracias, mis queridas Mariet, Antoñeta, sus palabras me confortan el alma levantan mi espíritu acongojado... –La Sra. se levanta de la cama, se dirige al ventanal mirando como en el atardecer, se le asomó la noche fría, de vientos crujientes al desplegado poniente. Ráfagas frondosas en vaivenes del frío, que asomaba el invierno, de un cielo azul estrellado viendo a lo lejos las escarpadas cordilleras nevadas. Se le vienen entre pasos presurosos en pausas pensamientos repentinos de haber evitado aquel desagradable episodio con anterioridad la odisea de su hijo, cuando lo veía sentado en la colina contemplando el pasar del tren alrededor del paisaje aquél.— ¿¡Cómo!? –Exclama Mercedes– ¡¡¡Cómo pude ser tan ilusa, no poder darme por entendida que mi niño hoy es un joven rebelde!!! ¿¡Nooo... comprender, deducir, que en su pensamiento tenía venturanzas!?