Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Uno de los más grandes pesos medianos, 75 kilos, en la historia del boxeo profesional en el mundo fue Evelio Mustelier, Kid Tunero, prácticamente desconocido en Cuba, porque desarrolló casi toda su carrera en Europa. Campeón sin corona, recrea los momentos más significativos de este genuino as del boxeo. Juan Emilio pasó cerca de treinta años de búsqueda con el objetivo de visualizar su extraordinaria capacidad sobre el cuadrilátero.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 68
Veröffentlichungsjahr: 2024
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos,www.cedro.org) o entre la webwww.conlicencia.comEDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.
Edición: María Caridad Sao Rodríguez
Corrección: Argel Fernández Granado
Aileen Rosales Reyes
Diseño de cubierta y composición: Danay Guerra Alcorta
Ilustración de cubierta tomada de internet
Impresión: Pedro Pablo Gort López
Encuadernación: Jorge Polanco Martínez
Conversión a ebook: Grupo Creativo Ruth Casa Editorial
© Juan Emilio Batista Cruz, 2023
© Sobre la presente edición:
Editorial Sanlope, Las Tunas, 2024
ISBN: 9789592515093
Editorial Sanlope
Gonzalo de Quesada 121
Las Tunas, Cuba
A mi padre, Juan Batista, gran amigo del Kid.
A los hijos de Tunero, Eduardo y George Mustelier.
A Teófilo Stévenson Lawrence.
A la Escuela Cubana de Boxeo.
A Las Tunas, Tierra de Campeones.
En el logro de concebir una obra que rinda merecido tributo a la vida en general y de pugilista en particular, de este extraordinario boxeador Evelio Mustelier, he recibido la inestimable ayuda de varias personas.
Gracias a Raúl Verdecie (hijo), quien me cedió, a tiempo completo, un ejemplar que guardaba su padre del ensayo autobiográficoMis 20 años en el Ring, dedicado por su gran amigo. A la querida y respetada Olga Tarín Zayas, nieta del Padre del periodismo tunero, don Rafael Zayas González, por permitirme, a cualquier hora, hurgar en los archivos del bisemanarioEl Eco de Tunasde los años 20, 30, 40 y 50 del pasado siglo, donde encontré algunas notas de gran valor, escasas, pero significativas, de la carrera del coterráneo por los cuadriláteros de Europa.
Mi sincero agradecimiento a Víctor Manuel Marrero Zaldívar, historiador de la ciudad de Las Tunas, siempre atento y dispuesto para ayudarme en el cumplimiento de este objetivo. El reconocimiento a mi primogénito Norge Luis Batista Albuerne quien me apoyó para acceder a valiosos momentos compartidos por personas que tuvieron algún vínculo con Evelio Mustelier; a mi hermano, Amado Batista Cruz por acompañarme en esta cruzada, a la periodista Maryla García Santos, del semanario26,quien aporta una entrevista vital y a otros testimoniantes que conocieron al Kid y lo valoraron en toda su dimensión, entre ellos el veterano cronista deportivo de La Habana, Elio Menéndez y Melchor Rodríguez historiador y especialista del pugilismo, oriundo de Camagüey, pero residente en Estados Unidos en el momento de hacer contacto conmigo, quien me facilitó la foto original de la victoria de Tunerosobre el entonces vigente campeón mundial Marcel Thill, de Francia, en laprimera de las varias peleas que protagonizaron.
Sin ellos, hubiera sido imposible mi modesto aporte a la historia del boxeo cubano, el más medallista de esta tierra en los Juegos Olímpicos.
Considerado por los especialistas, uno de los más grandes pesos medianos (75 kilos) en la historia del boxeo profesional en el mundo, Evelio Mustelier,Kid Tunero, nombre pugilístico que adoptó por el extraordinario amor que sentía por el terruño, es prácticamente desconocido en su Patria, porque desarrolló casi toda su carrera en Europa, especialmente en España y Francia, con preferencia en Paris, la Ciudad Luz y Barcelona, la Ciudad Condal.
De la extraordinaria capacidad sobre el cuadrilátero, también conocieron escenarios de África, Estados Uni-dos,Canadá, América del Sur, Centroamérica, las islas del Caribey, por supuesto, Cuba, aunque de manera lamentable muy pocas veces y cuando ya se vislumbraba el ocaso de su brillante carrera. Su último combate lo celebró en La Habana, el cual fue declarado tablas frente al hondureño-británico Hankin Barrow.
Evelio Celestino Mustelier nació en la entonces ciudad de Victoria de Las Tunas, Balcón de Oriente, el 19 de mayo de 1910 y en diecinueve años de permanencia en los cuadriláteros, según consta en su ensayo autobiográfico que titulóMis 20 años en el ring, salido a la luz pública el 24 de mayo de 1958 en la imprenta Siglo Moderno, de La Habana, Cuba; realizó 147 combates, con récordde noventa y siete victorias, treinta y dos de ellas por Ko, sufrió veintiocho derrotas, diecisiete se consideraron tablas y cinco no tuvieron decisión alguna.
Tunerovenció a cuatro púgiles que fueron campeones mundiales: Marcel Thill, de Francia, monarca vigente cuando no pudo con el mulato de Victoria de Las Tunas, Antón Christoferidis, de Grecia y los estadounidenses Ken Overlín y Ezzard Charles.
Esta brillante trayectoria la consiguió a pesar de que apenas con veintidós o veintitrés años fue atacado por una molesta enfermedad, artritis crónica, la cual le producía dolores insoportables, sobre todo en sus extremidades superiores. Tan grave era la situación que se vio obligado a darse azotes con ramas de ortiga para calentar sus músculos minutos antes de salir al ring. Después y, para su suerte, consiguió aliviar notablemente los efectos del mal con el tratamiento de acupuntura ofrecido por un especialista en París.
De su familia se sabe muy poco, porque en su libro asegura que tuvo numerosos hermanos, varones y hembras, pero solo menciona el nombre de uno de ellos, Ángel. No dice nada sobre el nombre de su padre y en una ocasión se refiere a su madre, doña Gabriela. Nada más.
He investigado durante muchos años y no he podido encontrar otros datos sobre la familia Mustelier.
Contrajo matrimonio con la parisina Yolette Yol y tuvieron dos hijos, Eduardo y George, ambos se inclinaron porlas Artes plásticas, son pintores y tengo entendido que residen en París, Francia, pero no he podido localizarlos por ninguna vía.
Luego de su retiro del boxeo activo, se dedicó a entrenador y tuvo discípulos muy aventajados, como su compatriota José Legrá, elPuma de Baracoa, quien alcanzó la faja universal de su división.
Cuando aproximadamente un año antes, en medio de los preparativos para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, el Gran Campeón Cubano, Teófilo Stévenson, fue invitado a visitar la Ciudad Condal y al conocer que allí residía su coterráneo, solicitó un encuentro con él. Fue así como por más de dos horas departieron los dos más grandes pugilistas de la actual provincia de Las Tunas, considerados entre los mejores de Cuba y el Mundo, uno profesional y el otro aficionado.
Disminuido por las secuelas de su violenta profesión, su larga vida y sometido a las limitaciones de una modesta casa de huéspedes, Evelio Mustelier falleció en Barcelona, España, a los ochenta y dos años de edad por un infarto del miocardio el 9 de octubre de 1992, el mismo día en que yo cumplía cincuenta, sin que él supiera que soy el primogénito de uno de sus amigos más queridos, Juan Batista, y que, en mi condición de periodista deportivo, siempre estuve interesado en conocer de su maravillosa historia, de su ejemplar vida, de su digno comportamiento, que lo convierten en paradigma de deportista y, sobre todo, de ser humano.