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«Hugo le da la vuelta y se aprieta contra su trasero, la cadera de Candy reposa contra el barandal, es lo único que impide que caiga al océano oscuro. El corazón de Candy late aceleradamente y ella sonríe. Una mano asciende por su muslo y se adentra en su vestido. Escucha a Hugo gemir contra sus omóplatos cuando descubre que no lleva bragas.» El matrimonio de Candy y Mortimer es una sucesión de días aburridos que ni siquiera su lujoso tren de vida es capaz de mitigar. Candy se ha acostumbrado a estar con otros hombres que le dan lo que Mortimer no puede darle. Y hoy, en el lujoso crucero que les transporta a Marruecos, quiere sentir una verga potente entre sus piernas. Cuando cree que lo tiene todo planeado, un hombre misterioso hace acto de presencia.
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Seitenzahl: 26
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Alexandria Varg
LUST
Candy y Hugo
Original title:
Candy och Hugo
Translated by Javier Orozco
Copyright © 2019 Alexandria Varg, 2020 LUST, Copenhagen.
All rights reserved ISBN 9788726313567
1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0
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La puesta del sol ha pintado el cielo de tonos lavanda y naranja sanguina. Desde el crucero SS Corall se puede ver la costa de Francia desapareciendo en la distancia y el agua está inusualmente serena. El imponente barco se mueve silenciosamente trazando una estela apacible tras él. El sonido de las voces y el tintineo de las copas de vino se dispersan por la cubierta, evocando ambientes del sur de Europa. La mayoría de los pasajeros ha terminado sus postres, compota de frambuesa con crema de jengibre. Un vaso se estrella en el piso y una mujer levanta la voz. Alguien ríe. Los meseros vestidos de blanco se mueven con discreción y seguridad entre las mesas. Aunque julio está por terminar, la noche apenas acaba de empezar.
—Disculpa.
Una voz femenina corta entre la multitud para atraer la atención de un mesero. La mujer retira un rizo rubio de su frente con un movimiento calculado y sonríe cuando el camarero llega a su mesa. Se inclina hacia delante, su escote estrecha sus pechos bronceados. Su barbilla descansa en una mano, con la otra acaricia la orilla de la mesa. Mira al mesero.
—¿Te podría pedir una copa más de vino? Tinto por favor —susurra y encaja sus ojos en los del mesero, el cual asiente y sonríe. Ella alcanza a ver cómo esa sonrisa se borra en cuanto él se da la vuelta para dirigirse a la cocina. Suspira y retrae su mano. Tomarse unas vacaciones bajo el sol sin compañía tiene sus ventajas, aunque también conlleva algunos aspectos negativos. Una mujer joven, atractiva y segura de sí misma debería acostarse con al menos un par de hombres durante una semana en Niza. El francés que le otorgó placer oral ni siquiera cuenta. Necesita más. Requiere de unas manos fuertes, ojos hambrientos y sábanas bañadas en sudor. Una flama reside en sus muslos. En tres días el crucero llegará a Marruecos, sin embargo, ella rehúsa esperar hasta entonces para probar suerte.
Escucha el sonido del mesero llenando su copa. La joven mujer agradece sin siquiera dirigirle una mirada. Los tonos ácidos y dulces del vino hormiguean en su lengua al beber. Siente una brisa fresca en su dorso que se escabulle por debajo de su vestido. Cierra los ojos y un escalofrío recorre su espalda, luego el calor la acoge de nuevo. Sus pezones se endurecen y con cada respiro rozan la tela del vestido. Le ponen la piel chinita. Necesita follar. Y pronto.