5,49 €
Chosim es una de las palabras sin traducción literal de la lengua Coreana, habla de tener el deseo perpetuo de aprender constantemente y sin límites. Habla de la necesidad de no perder nunca el asombro y la sencillez de conocer todo lo nuevo que podemos encontrar o hacer por seguir nuestros sueños, y de lo que puede movilizarnos por hacer algo que nos fascina. Chosim es la historia de un Kwan o escuela de artes marciales de Chascomús que vio nacer un camino que conduce a quien lo transita en la magnífica transición de transformarse en mejor practicante y mejor persona. Este libro narra los hechos y las crónicas más significativas de la creación de la Asociación Chascomunense Marcial y sus logros, las experiencias y las decisiones vividas para construir una visión sana para las futuras generaciones de practicantes. Es sobre mi camino personal, y todo lo que descubrí en él. Está dedicado a quienes estuvieron a mi lado acompañándome a renovar la forma de ver y trabajar sobre conceptos antiguos y tradicionales de Oriente que hoy, ante la falta de una sociedad sana y con falta de valores, son más necesarios que nunca. Está dedicado a todos los que hoy están comenzando sus propias sendas. Para todos quienes tienen ese corazón de aprendiz aquí va mi experiencia.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Seitenzahl: 115
Veröffentlichungsjahr: 2023
MAXIMILIANO PIERRI GARCÍA
Pierri García, MaximilianoChosim : corazón de principiante / Maximiliano Pierri García. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-3692-1
1. Relatos. I. Título.CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINAwww.autoresdeargentina.cominfo@autoresdeargentina.com
AGRADECIMIENTOS
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN
PRÓLOGO
CAPÍTULO 1: EL ORIGEN
CAPITULO 2: EL MENTOR
CAPÍTULO 3: LA DECISIÓN
CAPÍTULO 4: MOVER LA RUEDA
CAPÍTULO 5: FEDERARSE
CAPÍTULO 6: PROPULSORES
CAPÍTULO 7: HWA RANG KWAN
CAPÍTULO 8: LOS DISCIPULOS
CAPÍTULO 9: LA PANDEMIA
CAPÍTULO 10: LA VISIÓN
CAPÍTULO 11: EL LEGADO
A Jesucristo porque Él siempre fue y será en momentos de soledad y angustia mi solución. Su Gracia inmerecida e ilimitada fue, es y será el motor de mi vida.
A Paola mi fiel compañera, madre de mis hijos con quien aprendí que un equipo es invencible. A mis hijos Fernanda Agustina, Máximo Semaías y Mateo Urías quienes me enseñaron a ser padre, convirtiéndome en mejor hombre de lo que nunca jamás pude haber sido.
“Emplea tu tiempo en mejorarte a ti mismo con los escritos de otros hombres para que logres fácilmente aquello por lo que otros han trabajado arduamente”.
SOCRATES, Filósofo de la antigua Atenas
En primer lugar, antes de comenzar con este prólogo, quería expresar mis más sincera gratitud al autor del libro Maximiliano Pierri, el haberme cedido el honor de poder ser parte de algo tan importante como lo es la confección de este libro.
En segundo lugar, quiero hacer una breve reseña de dicho autor con respecto a su carrera en el arte marcial desde que lo conocí allá por la segunda mitad de la década de los 80...
Recuerdo su llegada al gimnasio donde impartía clases que junto a su padre y su hermana se presentaron ante mí siendo muy chicos, pero con un entusiasmo, que aquellos que practicamos un arte marcial, sabemos que de qué hablamos. De inmediato supe que todo aquello que le enseñara iba a asimilarlo de una manera voraz. Es por eso que, frente a este tipo de alumnos, quienes dictamos clases e impartimos enseñanzas, debemos ser muy cautos y tener muy presente que nuestros alumnos suelen imitarnos no solo en lo que se refiere al arte marcial, sino también a la manera en la que nos desenvolvemos en la vida, ya que muchos de ellos nos toman como ejemplo. Desde que comencé a dictar clases, tuve muchísimos practicantes. Muchos menos alumnos. Y tan solo UN DISCIPULO.
La vida misma, al igual que el tiempo, fueron los encargados de ir separando a aquellos que se acercaron al dojang, de filtrar a aquellos que no estaban preparados para hacer del arte marcial una forma de vida.
El TKD puede ser entendido como un gran árbol el cual tiene muchas ramas: la deportiva, la parte marcial, la parte de defensa personal, la parte filosófica e incluso el entrenamiento como forma de preparación física.
En mi caso, considero que la primordial es la parte marcial y filosófica las que deben ser inculcadas con mucho respeto, seriedad y RESPONSABILIDAD; debido que, bien enseñadas y bien aprendidas, son una herramienta muy útil como complemento de la formación de un practicante joven, que, junto a los valores inculcados en el seno familiar, son los que formarán hombres y mujeres de bien en un futuro para una sociedad como la de hoy en día en la cual ESOS VALORES se ven trastocados y muchas veces carentes.
Todo lo dicho en el párrafo anterior es lo que se ha gestado en la persona de MAXIMILIANO PIERRI, quien, en las páginas subsiguientes, hace un relato de su vida en el arte marcial y de cómo esos valores familiares y los impartidos en el gimnasio lograron en que se convierta en lo que yo llamo UN DISCIPULO.
Su garra y sus ganas de superarse día a día, fueron los que dieron y siguen dando, actualmente, sus frutos en la creación de una escuela que crece sin pausa y en forma continua a pasos agigantados, pero sin perder el norte de cómo debe dirigir dicha escuela para que sus practicantes, alumnos y sus discípulos sigan esa línea de valores MORALES y ÉTICOS que lo caracterizan a ÉL. MI DISCIPULO.
Mis más sinceros cariños admiración y respeto.
Claudio Chalof Taekwondo Master
Corría 1986, año donde Argentina salía campeón del Mundo en la Copa FIFA por segunda oportunidad, era el primer Mundial que vivía partido por partido hasta la gran final donde Argentina ganó y se consagró el mejor del mundo, inolvidable. Recuerdo que tenía 10 años y ya entrenada Karate con el Sensei Isamu Hamamoto del estilo Itosukai en el barrio de Flores desde 1981, pero no podía practicar como deseaba, ya que la separación de mis padres cuando yo tenía 5 años generaba que tuviese épocas donde, por el juicio de la tenencia que existía, no fuera a visitar a mi mamá por muchas semanas o incluso en algunas oportunidades meses. Esto generaba la condición en la cual me veía obligado a no poder asistir a los entrenamientos, pero más allá de la alegría de la victoria del mundial de futbol y de todo lo que envuelve una victoria de este calibre, hubo algo que me quedó en el tintero, algo que me quedó haciendo ruido, algo que me dejó un gran eco en mi mente: el primer rival que enfrentaba a la selección nacional el 2 de junio de 1986 y que vencíamos 3 a 1, era COREA. Ya había escuchado sobre Corea y su estilo marcial comúnmente conocido en esa época como Karate Coreano que nunca había visto y que vinculé inmediatamente con este rival de la selección nacional de futbol. Escuché con mucha atención los comentarios de los locutores del partido de la selección que tal vez para muchos fue simplemente anecdótico, pero género un gran impacto para mí. Terminado el partido de la selección de Corea el público Coreano se ponía a limpiar las gradas en donde había visto los partidos, dejando el estadio impecable, esperaban respetuosamente que salga la persona que tenían a su lado y siempre dejaban lugar a las personas mayores sin importar lo que tardaban en moverse. Me sorprendió ver tanta gente que sin nadie que los guie comiencen a hacer esto. Recuerdo también las dudas y expectativas de un posible encuentro entre la selección Argentina y la selección de Inglaterra, y que finalmente ocurrió creando unos de los momentos más épicos de la historia mundial del futbol, pero también observé su lado B, donde las hinchadas de ambos países se cruzaron en la calle y terminaron enfrentándose violentamente, había mucha historia política detrás era el primer enfrentamiento desde Malvinas, pero sin importar esto era muy distinto como actuaron los espectadores de estos países. Más adelante entendí que los barraras bravas de Argentina e Inglaterra habían realizado estos conflictos y no el espectador comunes que con mucho esfuerzo fueron a ver el mundial, pero en ese momento no podía diferenciar una cosa de la otra y me ayudó a generar gran respeto por los espectadores Coreanos, ver como actuaron ante una derrota contra la Argentina, con dignidad.
Finalizado el Mundial de México 86, necesitaba saciar esa sed de conocimiento sobre este país, por qué era tan distinto su comportamiento, COREA generaba una expectativa inmensa y debía calmar mis dudas. En ese momento no existía YouTube para buscar algún video, para saber un poco más, pues recién en 2005 surgió y se subía un primer video en la línea para poder ver algo. No había celulares con Google para buscar, todavía faltaban 10 años para que existiera Google así que toda lo que deseaba uno conseguir tenía que buscarlo en libros de los cual tampoco encontraba ninguno. Recuerdo que era socio de la Biblioteca Municipal de Parque Patricios y fui a buscar directamente ahí algo sobre Corea y no logré encontrar nada. Eran los 80 un mundo distinto, convulsionado, cambiante, sin freno, estábamos próximos a finalizar la década y había pasado de todo, Reagan en EE. UU., la Guerra Fría, la Guerra de Malvinas, el atentado de Juan Pablo II, el fin de la dictadura y el comienzo de la democracia en Argentina, la catástrofe de Chernóbil, Gorbachov en la URSS, la caída del Muro de Berlín, las películas clásicas de Star Wars, Rocky, E.T, Karate Kid, la explosión del transbordador Challenger, una década que definitivamente cambiaría al mundo y mi mundo sobre todo.
Usualmente podía obtener o repasar algún ejemplar de la famosa revista Yudo Karate de Miguel Hladilo que con los años terminé conociendo personalmente y terminamos forjando una grata amistad, a pesar de la diferencia de edad, un apasionado de lo que hacía, un visionario.
Siempre me quedó esa sensación de saber más sobre Corea, pero no encontraba como poder hacerlo correctamente. Con el correr de los meses me enteré, repentinamente, que llegaban los Juegos Olímpicos de 1988, y nada más y nada menos que en SEUL capital de COREA, era mi oportunidad de poder averiguar todo lo que por 2 años buscaba, de golpe los diarios, las revistas, la televisión, todo hablaba de Corea, me enteré que habían 2 Coreas, Corea del Norte y Corea del Sur, de su terrible Guerra Civil y de su alto al fuego, a lo que nuevamente me vuelve a sorprender su cultura al conocer que seguían con un estado de guerra que nunca finalizaba, no hay acuerdo de paz ni rendición de ninguna de las 2 partes, solo un Stop en el combate, un alto al fuego indeterminado.
Y finalmente llegó la apertura de los JJOO tan esperada para mí, recuerdo en un almanaque marcar los días para poder ver este evento que tanto deseaba para poder conocer más de Corea. Así fue como el 17 de Septiembre de 1988 se convertiría en un día de suma importancia, a lo que por ironías de la vida sería el mismo día del nacimiento de mi primer hijo Semaías 21 años después.
“Sensei Isamu Hamamoto introductor del Karate Do Itosukai” Foto 1980
Maximiliano Pierri Garcia y Sensei Isamu Hamamoto en el barrio de Flores 1982
Era sábado, el esperado día finalmente llegaba y superaría cualquier expectativa que mi mente había programado, el espectáculo que vería cambiaría todo en mi interior. La ceremonia de apertura de los JJ. OO. de Seúl de 1988 era atrapante, su escritura llamativamente atractiva para mí, aunque no entendiera nada, su ropa tradicional, su cultura en general, pero en un momento dentro de toda la demostración de su cultura: una majestuosa exhibición de 1000 cinturones negros de Taekwondo, eso que yo conocía como Karate Coreano, finalmente había descubierto su nombre, fue sublime, perfectamente sincronizada, concreta, impactante, el público se ponía de pie a aplaudir y yo desde el otro lado del mundo quedaba atónito.
Observé casi todo la apertura de los JJ. OO., pero mi mente quedó detenida en los minutos de la demostración de Taekwondo, fue una exhibición de un poco menos de 3 minutos. Pero su coordinación, tenacidad, la fortaleza de sus gritos me dejó perplejo, en el momento de las roturas no podía creer lo que veía. Recuerdo que ese mismo día le dije a mi papá quiero entrenar eso, quiero hacer Taekwondo. Inmediatamente el lunes próximo a la apertura de los JJ. OO. Comenzamos a dar vueltas por diferentes gimnasios de Parque Patricios, hoy viendo las cosas a través de los años creo que el interés principal de mi papá consistía en que deje de hacer Karate porque me llevaba mi mamá en el barrio de Flores, yo ya tenía 12 años y con toda la adrenalina por comenzar a entrenar Taekwondo.
Nos recomendaron un gimnasio que estaba a solo 3 cuadras de mi casa, gimnasio “SAN” en la Avenida Caseros de Pedro “Puchi” Barberan un conocido Maestro de Sipalki, en esa época era común poder encontrar por todos los gimnasios de esa arte marcial. Había Taekwondo, martes, jueves y sábado, yo solo podía entrenar 2 días de los 3 que había clase porque los sábados visitaba a mi mamá, pero era suficiente para poder comenzar. Estaba desesperado por comenzar, recuerdo, pero era lunes y debía esperar 24 h más, y me parecía algo así como una eternidad.
Logo Oficial de los JJ OO Seúl 1988
Antorcha Oficial Olímpica 1988
Primer martes de octubre de 1988, 18 hs, mis ansiedad supera mi control y llegué media hora antes, parecía que el reloj iba para atrás en lugar de para adelante, yo ya estaba listo para comenzar a entrenar, no lleve Karategui porque me parecía una falta de respeto al venir a entrenar otra arte marcial, pero ya estaba ahí. Se llenó el salón de practicantes, de todas las edades y llegó quien era el maestro a cargo de la actividad Claudio Chalof, quien hasta el día de hoy sigue siendo mi maestro, guía y modelo marcial.
Un formato distinto a lo que yo venía entrenando, mucha elongación, todo en Coreano, muchas técnicas de patadas, saltos, equilibrio, completamente distinto a lo que conocía. En ese momento estaba de moda la serie Kung Fu que interpretaba David Carradine, la película Operación Dragón de Bruce Lee, pero esto era diferente, no era lo que se veía en la series o películas que estaba de moda, tampoco era lo que entrenaba que era japonés, esto era coreano, 100 % COREANO, era lo que yo buscaba, poder identificarme con un estilo que me apasionara, sin la influencia de mis mayores o de la moda, algo que despertara mi curiosidad y mis deseo de aprender todo y más.
Cuando uno inicia cualquier actividad es común, si desea mucho hacerlo o tiene una gran expectativa de donde va, que todo le guste o le llame la atención, uno se convierte en tierra fértil para recibir la mayor cantidad de información posible sin dejar que nada se le escape. Eso era lo que ocurría en esa primera clase de Taekwondo que recibía, con el correr de los años descubrí el término CHOSIM
Tausende von E-Books und Hörbücher
Ihre Zahl wächst ständig und Sie haben eine Fixpreisgarantie.
Sie haben über uns geschrieben: