7,99 €
Mi nombre es Valeria Rodríguez, mi sobrepeso me ha acompañado desde que tengo memoria. En este libro te cuento cómo, a partir de tratar mis conflictos a través de la biodescodificación, pude mejorar mis hábitos y he podido bajar hasta 15 kilos, sin rebotes, mi relación con la comida ha cambiado y mi relación con mi cuerpo también. Te cuento cuáles son los conflictos que a mí me afectaron y como trabajé cada uno. Los cambios de hábitos no son sencillos y este libro no te va a dar ninguna receta mágica de jugos o dietas, que te hagan bajar 25 kilos en una semana. Solo te cuento mi experiencia personal desde el deseo más profundo de ayudarte, contándote lo que sí me funcionó a mí. Te deseo un buen proceso en cambiar los hábitos y te incito a probar la biodescodificación.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Seitenzahl: 41
Veröffentlichungsjahr: 2021
VALERIA RODRÍGUEZ
Rodríguez, Valeria
Cómo vencí el sobrepeso a partir de cuestionar y cambiar mis creencias / Valeria Rodríguez. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: online
ISBN 978-987-87-1666-4
1. Ensayo. 2. Terapias Alternativas. I. Título.
CDD 615.854
EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA
www.autoresdeargentina.com
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Dedico este libro a mi familia, que siempre hizo lo mejor con lo que tenía; a mi profesor de biodescodificación, quien me empujó a creer que podía cambiar, que todo estaba en mí; y a vos, que te tomas el tiempo de leer mi experiencia.
A todos, gracias gracias gracias.
Mi historia con el sobrepeso se inició desde que era bebé, prácticamente. Si uno escuchaba a las tías, abuelas, madres, bisabuelas, éramos “sanos” porque éramos cachetones, gorditos. Si hubieran sabido cuánto error había en esos conceptos… Fijate qué loco, éramos sanos cuando de bebés éramos gorditos, pero entrados en la adolescencia ya no era tan así, nos miraban raro y nos decían: “estás gorda”, y el concepto de gorda ya no se asociaba con salud… sino con fealdad, y con el problema de que (en mi caso) no fuese atractiva para ningún hombre que fuese mi proveedor. Si hay algo que nunca entendí fue cuándo se cruzaba la barrera entre que la asociación de la gordura pasara de salud a fealdad, pero estimo yo que habrá rondado los 10–11 años, y había un detalle destacado, no había que llegar a la menarca con sobrepeso porque ya luego uno era gordo toda la vida.
Cuánta programación interesante, cuánto drama vivido para que nuestro cerebro quede bien confundido. Dejame contarte, el cerebro se setea (se programa) desde los 0 hasta los 6 años de vida, todo lo que sea aprendido en ese período será tomado como verdad en forma absoluta, para luego regir nuestra vida de adolescentes y adultos. Si no alcanzamos el nivel de madurez tal como para cambiar nuestra forma de pensar y cuestionar estos programas, la vida se pondrá muy rígida y no habrá posibilidad de cambio alguno.
¿Sabés cómo me llamaba mi abuela? ¡Gordita! Y si mi abuela me llamaba así te imaginás que la mayoría en mi familia también. Mi abuela fue la que más tiempo ha pasado conmigo porque mi madre tuvo que trabajar durante algún tiempo de mi infancia.
Cuando vos la escuchabas hablar a mi abuela de mí, ella decía “Valita es muy inteligente, lástima que esté gordita”, y yo escuchaba eso, entendiendo que ser gordita es ser fea. ¿Cómo se puede condicionar el cerebro de una criatura? Una locura lo que suele pasar y no se miden las consecuencias. Y si en el medio tu madre sigue con esa postura y elogia a tus primas porque son FLACAS… (concepto adquirido de belleza), listo, es un combo completo de no merecimiento. Nadie que te diga gordita o gorda puede quererte porque en tu cerebro tu programa dice que la persona gorda puede ser inteligente pero no linda.
Años después, ya estando en pareja, mi novio me llamaba “Gordita” también� Mágicamente, y en forma continua mi volumen aumentaba más y más.
No hace mucho, arranqué a buscar respuestas sobre muchas cosas que pasaban en mi vida y que tenía claro que las creaba yo misma, y así fui a dar con la biodescodificación. Mi maestro, un personaje como pocos, que no solo me despierta admiración y respeto, sino agradecimiento, fue el que me hizo entender que si no cuestionaba mis patrones mentales sobre lo que yo creía de mí, nada en mi entorno cambiaría, y ahí comenzó mi camino sobre cómo se presentaban cada una de las situaciones, y todo comenzó a cambiar.
La autora
Las creencias y programas mentales (conjunto de creencias) funcionan como una verdad absoluta a menos que te atrevas a cuestionarlas; esto suena simple de hacer, pero cuando uno lo intenta realmente no resulta tan sencillo. Como te conté en la introducción de este libro, las creencias se graban en la mente desde que nacemos hasta nuestros 6 años, todo lo que se haya grabado hasta allí permanecerá como verdad absoluta (a menos que te atrevas a cuestionarlo). Entonces, ¿qué es lo que pasa con lo que consideramos verdad?, generalmente es aquello que juzgamos como que está bien, y aquello que se opone a esta verdad claramente es lo que juzgamos como que está mal. Todo lo hacemos por comparativa, lo que está bien y lo que está mal porque se opone a lo que está bien. Así funciona nuestro cerebro.