Consejos para hablar bien en público - Rigoberto Gálvez - E-Book

Consejos para hablar bien en público E-Book

Rigoberto Gálvez

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Consejos para hablar bien en público explica como redactar de tal manera los discursos para que generen una transformación personal, en la familia, el trabajo, la profesión, los negocios, las finanzas, la salud, la comunidad, la vida interior y todas las áreas de la vida. Rigoberto Gálvez comparte con el lector consejos prácticos para aprender a comunicar de forma intencional un discurso sorprendente y transformador, enseñándonos: vencer el nerviosismo al hablar frente al público. los principios de cómo hablar en público. las reglas para pronunciar discursos transformadores. el secreto del ponente: "el orador no nace, se hace". las reglas para pronunciar discursos transformadores. por qué algunos discursos resultan aburridos y otros no. por qué la mayoría de los oyentes olvidan los discursos. por qué discursos que son malos en contenido, son atractivos. cómo dar una conferencia que pueda seducir a los oyentes. a descubrir qué hacen los buenos oradores para transformar discursos aburridos en extraordinarios. cuáles son los recursos y técnicas que utilizan los grandes comunicadores. cómo gestionar la conexión con el público, la locación y las circunstancias Un práctico manual para descubrir y dominar el perfil, las características y las técnicas del buen orador, consejos que también le ayudarán a mejorar en otras áreas de su vida.

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Seitenzahl: 170

Veröffentlichungsjahr: 2023

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Consejos

PARA

HABLAR BIEN

EN PÚBLICO

Aprenda a comunicarse

de manera SORPRENDENTE

Rigoberto Gálvez

Editorial CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 Viladecavalls

(Barcelona) ESPAÑA

E-mail: [email protected]

http://www.clie.es

© 2023 por Rigoberto M. Gálvez Alvarado

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.cedro.org; 91 702 19 70 / 93 272 04 45)».

© 2023 por Editorial CLIE. Todos los derechos reservados.

CONSEJOS PARA HABLAR BIEN EN PÚBLICOAprenda a comunicarse de manera sorprendente

ISBN: 978-84-19055-44-6

eISBN: 978-84-19055-45-3

Vida cristiana

Crecimiento profesional

Contenido

Introducción

Primera parte

Consejos sobre el discurso

1.Capte la atención desde el inicio

2.Desactive la exposición selectiva

3.Acciones que captan la atención desde el inicio

Prepare un buen comienzo

Escoja bien las primeras frases

Use oraciones específicas

Use introducciones vivenciales

Use estadísticas confiables

Emplee un lenguaje de imágenes concretas

Cuente buenas historias

Cuente anécdotas pertinentes

Comience con una pregunta

Comience con una afirmación o una negación

Muestre algún objeto

Cite frases famosas

Comience con una información sorprendente

Inicie con un vídeo corto

4.No use frases contraproducentes

Quiero que me presten su atención

No estoy muy bien de mi garganta

Perdón por mi voz que no está clara

No me preparé muy bien

El sonido no está muy bien

Denme un tiempo para empezar a explicar

Perdón que no veo bien

No quiero aburrirles

Les voy a dar una conferencia importante

He estado en jornadas intensas de conferencias

¿Pueden oírme los de atrás?

No les veo a todos

Este punto lo tocaré más adelante

¡Apaguen sus teléfonos!

No escriban, les enviaré mi presentación

Seré breve

Los que no vinieron se lo perdieron

Mi conferencia destruirá prejuicios.

No soy bueno para hablar en público

¿Qué tienen en común todas estas frases contraproducentes?

5.Evite acciones que entorpezcan el discurso

Elaborar introducciones largas

Iniciar leyendo el discurso

Hablar de aspectos negativos

Herir sensibilidades

Emplear un tono de voz monótono

Hacer mal uso del silencio.

Usar lenguaje abstracto

Pronunciar con debilidad las palabras

Hablar con incertidumbre

Hablar con miedo

Hablar con nerviosismo

Usar muletillas

Padecer balbuceos y tartamudeos

6.No cometa los errores de los discursos comunes

Comienzan con una introducción insípida

Son aburridos

Son mediocres

Tienen títulos extravagantes

Tienen títulos académicos

Se distraen con muchas definiciones

Poseen títulos comunes

Comienzan el discurso con humorismo

Son extensos en tiempo

7.Elabore un discurso agradable

Sea intenso

Sea ameno

Sea entretenido

Sonría

Sea expresivo

Comparta sus experiencias

Mantenga el contacto visual

Viva el discurso

Tenga una actitud entusiasta

Entréguese por completo

8.Use un lenguaje que conecte

Hable con sencillez

Use un vocabulario limpio

Use cada palabra con propiedad

Hile las ideas en orden de importancia

Hable de manera notable

Hable sin rodeos

9.Despierte un nuevo anhelo

10.Fabrique un discurso memorable

Ejemplo de un discurso memorable

11.Preparación previa para elaborar discursos sorprendentes

Aprenda el arte y la ciencia de la comunicación

Distinga entre la estructura comunicativa y el mensaje

Conozca los tipos de conferencias

La conferencia mixta.

Planee su serie de conferencias

Toda conferencia produce un efecto de doble vía

12.Realice las acciones que producen un buen discurso

Estimule a su público

Haga que su discurso transmita vida

Apele a la razón, a la voluntad y al corazón

Construya puentes entre los abismos de los tiempos

Deje que el discurso lo posea a usted y usted al discurso

No transmita puro conocimiento o historia

Vigile la reacción del público.

Mantenga una atención consciente

Domine su materia

Lea mucho

Mantenga un reservorio de conocimiento

13.Haga una buena invención del discurso

Responda de antemano las preguntas: ¿Quién dice? ¿Qué dice? ¿A quién dice? ¿Cómo lo dice?

Dé vida a la idea que configurará el tema

Comparta solo una idea

Defina el tema

Establezca el propósito del discurso

Reúna todo el material posible

Enfoque el discurso de manera positiva

Fomente la voluntad de triunfar

Construya una estructura sólida

14.Amarre las partes del discurso

Tema

Título

Introducción

Estructura

Desarrollo

Ilustración

Aplicación

Conclusión

15.Complemente el discurso

Sazone el discurso

16.Características de los discursos destacados

Usan un lenguaje simple

Crean expectativa

Poseen equilibrio entre razón y emoción

Utilizan diapositivas moderadamente

Son proporcionados

Son personales

Aplican las verdades a sus oyentes

Son vivenciales

Son como un rayo láser, no como una bombilla

Son pertinentes

Son prudentes con el contenido

Son conmovedores

Proyectan una imagen positiva del oyente

Nunca improvisan

Segunda parte

Consejos sobre el orador

17.Descubra el poder de las palabras

18.Piense que usted puede ser un buen orador

19.Tenga un deseo perseverante

20.Prepárese para ser orador

El orador no nace, se hace

21.Tenga fe en que será un orador

22.Sepa que es más fácil ser orador que escritor

23.¿Quién decide los tópicos del orador?

Comience ahora

24.Sepa la forma adecuada de presentar al orador

25.Grábese los cuatro propósitos esenciales del orador

26.Orador apto y conferencia sólida van de la mano

27.Desarrolle una buena actitud

Tenga confianza en sí mismo

Viva todas las etapas del orador

Dramatice su discurso

Demuestre que su discurso es congruente con su vida

Sepa que su discurso es una comunicación de doble vía

El orador es el responsable del triunfo o del fracaso

28.Forje cualidades

Sea íntegro

Sea idóneo

Sea moldeable

Sea sensible

Muéstrese fogoso

Sea comprometido

Sea humilde

Sea prudente

Sea laborioso

Manténgase gozoso

Sea diligente

Persevere en practicar

Sea sobrio

Sea transparente

Sea sincero

Sea estudioso

29.Forje su propio estilo

Sea original

Sea expresivo

Comunique con soltura

Diserte con claridad

Sea conciso

30.Cuide, eduque y use correctamente su voz

Use adecuadamente su voz

Cuide la calidad de su voz

Cultive su dicción

Hable de manera natural

Ponga énfasis

31.Maneje la expresión corporal

Use con prudencia la expresión corporal

Manténgase erguido

32.Cuide su apariencia personal

Tercera parte

Consejos sobre el público

33.Dé una buena impresión al público

34.Conozca a su público

35.Genere empatía

36.Observe a su público

37.Ignore los prejuicios del público

38.No olvide que el público es protagonista

39.Es mejor que diserte ante un público homogéneo

Cuarta parte

Consejos sobre locación y circunstancias

40.Gestione lo relacionado con la locación

Esté al tanto de los aspectos de gestión y logística

Visite el lugar de la conferencia

Procure suficiente iluminación

Diserte sin objetos alrededor suyo

41.Tome en cuenta el contexto local

Tenga presente la diversidad

Familiarícese con la modalidad

42.Cómo enfrentar imprevistos, yerros, olvidos

Imprevistos:

Yerros:

Olvidos:

Conclusión

Bibliografía

Egrafía

Introducción

A los siete años de edad me disponía a ir a mi primer día de clases. Mi madre me acompañaba con la intención de procurarme confianza para que me quedara con los demás niños. Yo iba con el natural miedo que se mezcla con el entusiasmo cuando todo ser humano comienza algo nuevo. Tuvimos un retraso. La clase había comenzado. Eso me causó un poco más de nerviosismo. En mi mente infantil pensé que solo tenía que entrar, no interrumpir y buscar un lugar lo más atrás posible para quitarme de encima el miedo que me agobiaba. Al llegar a la puerta de entrada del salón, mi madre, tomándome de la mano izquierda, empujándome suavemente hacia adelante, dijo: “¡Buenos días profesora, traigo a mi hijo!” por el saludo de mi madre y el obvio anuncio de mi llegada, me quedé paralizado justo en la puerta. Mientras mi madre dio la vuelta para retirarse, la maestra exclamó: “¡Un nuevo estudiante! ¡Bienvenido! pasa adelante, ven para acá”, dijo, señalando con el dedo índice la parte de enfrente donde estaba el pizarrón. Ahora nos vas a decir tu nombre, anunció. En ese momento sentí simultáneamente cómo el estómago se me revolvía, mi corazón latía más fuerte, un calor subía de mi vientre a la cabeza. Me sonrojé. Sentí caliente todo mi rostro. Tuve la sensación de que la garganta se me cerraba. No pude decir mi nombre frente a los alumnos sentados que me observaban.

Ese evento marcó mi vida. Cada vez que tenía que hablarle al grupo de estudiantes o pasar al pizarrón entraba en espanto y me sonrojaba. Ello provocó que resbalara en la timidez crónica y que el pánico escénico me cubriera como un manto. Esto se repitió durante todos mis estudios de pregrado.

Años más tarde, vino el primer punto de inflexión en mi vida. Escuché a través de la radio a un conferencista hablar sobre cómo todos podíamos enfrentar nuestros miedos, reponernos de nuestras falencias, vencer toda clase de obstáculos y triunfar en la vida. Al terminar de oírlo, una fuerza interior brotó en mí y me empujó a desear vencer mi mayor fobia: hablar ante compañeros de estudio y grupos de personas. Estuve forcejeando durante meses con esos afanosos deseos. Finalmente me armé de valor. Al mismo tiempo que proseguía estudiando mis clases en la escuela, comencé a estudiar sobre cómo comunicarme de manera efectiva, creyendo que podía vencer mi trauma y también compartir discursos que beneficiaran a los demás. Pero todavía estaba atrapado en el dilema. Después de algunos tanteos comencé a practicar en mi habitación. Semanas más tarde les pedí a mi madre y a mis hermanos que me escucharan durante un tiempo breve, pues quería exponerles un tema que presentaría en una clase a nivel de licencia. Aceptaron. Nos reunimos en la sala, ellos se sentaron y yo de pie me dispuse a compartirles el tema. A pesar de que estábamos en familia, me sentía nervioso, tartamudeé un poco, pero arranqué. Mientras avanzaba, me percaté que fluía en el desarrollo del tema. Logré finalizar. Me felicitaron y me animaron. A partir de ahí comencé a perder la timidez. Cada vez lo hacía mejor. Ya no rehuía el hablar ante mis compañeros de estudio; cuando se me requería, lo hacía. Siempre me sentía nervioso, el miedo se asomaba, pero estaba impregnado de entusiasmo por lograrlo otra vez. Se habían roto las cadenas de la timidez crónica. El pánico escénico había desaparecido. Ahora entiendo que ahí inicié el camino de hablar en público.

Seguí disertando con ciertos resultados. Pero me faltaba llegar al siguiente punto de inflexión en el que entendería que ya no era suficiente hablar en público con discursos aceptables, sino con extraordinarios. Comprendí que era necesario preparar discursos lo más sólidos posible que cambiaran la manera de pensar de los oyentes; que resultara en una auténtica transformación personal, en la familia, el trabajo, la profesión, los negocios, las finanzas, la salud, la comunidad y las demás áreas de la vida.

De manera formal comencé a exponer a grupos desde el año 1982, luego en instituciones religiosas a partir de 1987 hasta la fecha. Más adelante incursioné en las conferencias académicas, paneles, mesas redondas, en escuelas y facultades universitarias, en congresos y convenciones en varios países. He sido catedrático en universidades y en instituciones religiosas en el ámbito humanístico desde el año 1992 hasta el presente. En el año 1995 entré al ámbito de la comunicación escrita en la que sigo trabajando. Por experiencia propia, afirmo que todos los seres humanos pueden aprender el arte de hablar en público. Excepto los que, por causa de una enfermedad de nacimiento, demencia irreversible o un accidente tengan dañados sus oídos, sus cuerdas vocales, su tráquea o su lengua.

Los tímidos, los ignorantes, los acomplejados pueden convertirse en oradores destacados. Con mayor razón los que tienen la inclinación nata de hablar con facilidad y se comunican con espontaneidad.

Comparto estos consejos para hablar con éxito en público, confiando que todo aquel que lea este libro y lo lleve a la práctica aprenderá en seguida a comunicar un discurso sorprendente.

Rigoberto Gálvez

PRIMERA PARTE

Consejos sobre el discurso

Consejos sobre el discurso

1. Capte la atención desde el inicio

Está comprobado que el orador tiene de treinta a sesenta segundos para captar o repeler la atención del público. Las primeras palabras que usted pronuncie son de primerísima importancia.

El orador extraordinario cautiva la atención de los oyentes desde el principio. Provoca que las personas se dispongan para recibir el resto del contenido del discurso1.

2. Desactive la exposición selectiva

Cuando el orador no capta de inmediato el interés de los asistentes, se activa la exposición selectiva en el cerebro. Este se dispone solo a lo que le atrae, lo demás lo desecha de manera instintiva. Ello impide que los asistentes entiendan lo que están oyendo. No es falta de respeto al orador, ni distracción pura, es la forma de funcionar del cerebro humano. Cuando el cerebro percibe aburrimiento apaga el interruptor. El oyente se queda en automático. Pero si la materia gris capta algo interesante, acciona los sentidos para escuchar, entender y actuar (McClintock, 1993).

3. Acciones que captan la atención desde el inicio

Prepare un buen comienzo

Invierta el tiempo que sea necesario para que el inicio sea atractivo. Una de las cuestiones más difíciles es diseñar un comienzo interesante, porque requiere disciplina y pensar durante horas de manera concentrada. Algunos no lo hacen porque pensar cansa. Prefieren improvisar. Es ahí donde el discurso comienza a dar traspiés. Esfuércese para encontrar las palabras exactas que expresará en el inicio. Le aseguro que no se arrepentirá del tiempo invertido. Observará la receptividad plena de la audiencia.

Una acción que le ayudará es practicar frente a personas de su confianza. Ahí observará los rostros y las actitudes durante el primer minuto de su conferencia. Eso le retroalimentará sobre qué reacomodar para que el discurso tenga rasgos definidos.

Puede crear expectativa en los primeros segundos por medio de una historia. Esta produce imágenes mentales que estimulan los sentidos. Eso es lo que planean muy bien los productores de películas y telenovelas. En segundos han creado curiosidad por medio de imágenes.

La fase inicial siempre será importante para que el público permanezca atento al desarrollo de su argumento y espere el desenlace.

Escoja bien las primeras frases

Esta acción va de la mano con la anterior: “En los discursos es de primerísima importancia comenzar bien…mucho depende de la primera impresión y de las palabras iniciales. A menudo se gana o se pierde un auditorio con las cinco o seis primeras frases” (Carnegie, 2003). Los oradores destacados saben que no pueden fallar en el comienzo. Se esmeran en elaborar un inicio atrayente.

Los publicistas conocen bien el secreto de captar la atención en cinco segundos. Sus anuncios duran treinta segundos. Ellos saben que, si un mensaje comercial por televisión, por radio, o en las redes sociales, no es capaz de retener al cliente potencial en esos primeros instantes, no sirve. El televidente o radioyente cambiará de estación, se levantará al baño o irá a la cocina.

Los titulares de la prensa son el equivalente a las imágenes y palabras en los primeros segundos en televisión. Nadie tiene el tiempo de leer todo el contenido escrito. Leerá lo que capte su atención en los titulares.

Es más fácil captar la atención de una audiencia en un discurso porque el orador ya la tiene cautiva físicamente. Las personas han ido particularmente a escuchar su conferencia. Están con la disposición inicial. Si el orador no sabe aprovechar esas oportunidades, mejor que busque otra ocupación.

Use oraciones específicas

Muchos discursos comienzan con proposiciones como estas:

“En todo el país el matrimonio está en crisis”.

“La contaminación ambiental nos está afectando a todos…”.

“Actualmente vivimos en una época de estrés…”.

“Todos los seres humanos se han enfrentado con la realidad del sufrimiento…”.

“Hoy por hoy todos los países están secularizados y no buscan los asuntos éticos…”.

“Estamos en tiempos difíciles…”.

“Hoy en día las cosas van de mal en peor”.

¿Qué tienen en común estas frases? Todas son afirmaciones corrientes. Espolean al orador a digresiones que provocan incertidumbre en los oyentes. El propósito es atraer la atención de los oyentes, pero estas palabras producen lo contrario, la ahuyenta.

Use introducciones vivenciales

Si comienza con argumentaciones abstractas o pomposas tipo enciclopedia está sentenciado al fracaso. Pero si usa ejemplos claros, diálogos, relatos, en los que la audiencia se siente identificada porque toca aspectos de interés común, ha iniciado bien. Despertará atracción en el público.

Si en lugar de comenzar así:

“En todos los países el matrimonio está en crisis, estamos viviendo una degradación moral sin precedentes. Los movimientos que están en contra del matrimonio se han multiplicado; han impactado negativamente a tal grado que muy pocos consideran importante el matrimonio”. Ese es un estilo enciclopedia. Es aburrido.

Comienza así:

“Hace tres años mi matrimonio estuvo a punto de destruirse”.

“Ayer un amigo me llamó para decirme que tenía en sus manos los papeles para firmar el divorcio”.

“Las estadísticas revelan que, de cada cinco matrimonios, tres piensan divorciarse y dos lo consuman”.

Nadie se quedará indiferente. Todos se identificarán con el alto grado de deterioro del matrimonio. Pensarán que es tan serio que, si no toman acciones concretas con su matrimonio, enfrentarán la posibilidad de que el divorcio toque las puertas de su casa. En este punto están deseosos de escuchar lo que quiera decir el orador en relación con el tema. Esperan que les de consejos de cómo evitar que sus matrimonios se arruinen.

Si en lugar de comenzar así:

“La contaminación ambiental nos está afectando a todos. Tenemos que tomar algunas acciones, porque las consecuencias son graves a nivel mundial. En algunos países ya padecen escasez de agua…bla, bla, bla”.

Comienza así:

“El 20 de abril de 2010, las aguas del golfo de México se convirtieron en una marea negra por la explosión de una plataforma petrolífera, derramando petróleo de forma incontrolada. Millones de especies acuáticas murieron”.

Todos captarán las consecuencias graves de una contaminación de esa índole. Estarán preparados para escuchar la transición que hará hacia un tema de contaminación ambiental con el título: “Cómo contribuir a la lucha de la contaminación ambiental”.

Si en lugar de comenzar así:

“En las grandes ciudades los accidentes de tráfico están aumentando, bla, bla, bla”.

Comienza así:

“El viernes por la mañana fui testigo de un trágico accidente…”.

“Hoy al mediodía, a un camión que transportaba combustible no le funcionó el sistema de frenos y colisionó contra cuatro vehículos que esperaban que el semáforo cambiara a luz verde”.

“En nuestra ciudad, de todos los que fallecen a diario, la mitad son a causa de accidentes de tráfico”.

En el acto, los oyentes se identifican con el peligro latente al que se enfrentan a diario.

Use estadísticas confiables

Si en lugar de comenzar así:

“Actualmente vivimos en una época de estrés. Es un proceso natural del cuerpo humano, que genera una respuesta automática ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes”.

Comienza así:

“Un estudio realizado en la Universidad de Barcelona, publicado en el año 2017, reveló que el 70% de los problemas de estómago se relacionan con el estrés”.

Todos los oyentes se impresionarán y desearán escuchar la conferencia “Cómo manejar el estrés”.

Sin en lugar de comenzar así:

“La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial prevenible que se caracteriza por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo; es decir, la obesidad es la acumulación enorme de grasa, es una reserva natural de energía de los humanos y otros mamíferos…bla, bla, bla…”.

Comienza así:

“Cada año fallecen en el mundo por lo menos 2,8 millones de personas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad”.

“El sobrepeso y la obesidad son la quinta causa de muertes en el mundo”.

A todos los asistentes se les encenderá su alarma interna y querrán escuchar la conferencia “Cómo adelgazar de manera segura”.

Si en lugar de comenzar así:

“Estamos preocupados porque en la actualidad han aumentado las muertes por negligencia médica. Todos lo sabemos porque le ha sucedido a alguno de nuestros amigos o parientes”.

Comenzamos así:

“En el año 2000, la Dra. Barbara Starfield publicó un estudio que revela que los médicos son la tercera causa principal de muerte en los Estados Unidos, al acabar con la vida de un estimado de 225 000 pacientes cada año”.

Sin ninguna duda, los ejemplos que caen en la ambigüedad distancian a la audiencia, pero los ejemplos específicos que se sustentan con estadísticas, estudios científicos, afirmaciones vivenciales impactan. Captan la atención.

Emplee un lenguaje de imágenes concretas