Conservadores y Radicales - Anibal Grosso - E-Book

Conservadores y Radicales E-Book

Grosso Anibal

0,0
9,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

a historia argentina es una sucesión de enfrentamientos, muchas veces estériles, que nos han conducido a la Argentina que hoy sufrimos. El conservadurismo se adueñó del poder casi a partir de la creación de la nación con distintos nombres, como Partido Autonomista Nacional y, en la provincia de Buenos Aires, como Partidos Unidos, Partido Republicano y definitivamente el Conservador. A esto debe sumarse más adelante el Partido Demócrata Nacional. Entonces, el radicalismo apareció como una nueva fuerza opositora a la metodología de los grupos del poder denominados por ellos "contubernio". La sanción de la Ley Saénz Peña, que creaba el voto obligatorio, universal y secreto (aunque debemos reconocer que lo de universal era parcial, pues las mujeres no votaron), trajo como consecuencia la llegada al poder del radicalismo con Hipólito Yrigoyen electo para la presidencia de la nación. Estas páginas invitan al lector a revivir el entramado de este proceso histórico, profundizando en la lucha entre Conservadores y Radicales por el poder en Bragado.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 383

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Autor: Aníbal Grosso

Producción Editorial: Tinta Libre Ediciones

Córdoba, Argentina

Coordinación Editorial: Gastón Barrionuevo

Corrección Literaria:

Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Diseño de Interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones

Grosso, Aníbal

En tiempos de Macaya : historia de Bragado / Aníbal Grosso. - 1a ed . - Córdoba : Tinta Libre, 2019.

292 p. ; 22 x 15 cm.

ISBN 978-987-708-377-4

1. Historia de la Provincia de Buenos Aires . 2. Historia Regional. 3. Historia Política Argentina. I. Título.

CDD 982.12

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,

total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor. Está tam-

bién totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución por internet

o por cualquier otra red.

La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidad

de/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Impreso en Argentina — Printed in Argentina

© 2019. Grosso, Aníbal

© 2019. Tinta Libre Ediciones

A la escribana Gladys Issouribehere, profesora Silvia Alejandra Contreras e ingeniero agrónomo José María Roqués.

Capítulo 1

Bragado es ciudad

El 1 de enero de 1908, superado el conflicto que generó el reclamo de Macaya se reunió el Concejo Deliberante. Por haber finalizado sus mandatos, Macaya y Duhalde fueron reemplazados por los concejales Facundo B. Quiroga y Andrés Roqués; Ramón M. Pérez y José Michat continuaron en sus funciones por haber sido reelegidos. La presidencia fue para José Blanch; José Michat resultó vicepresidente primero; y Andrés Roqués, segundo. El único concejal que continuaba sin asistir era Máximo Esteban Fernández.

Ese día La Prensa publicó un resumen del crecimiento de Bragado, próxima a ser declarada ciudad. Pese a algunos errores que se deslizaron comentaba:

Un fortín que estableció el coronel Del Busto en la frontera avanzada de la provincia de Buenos Aires, en 1846, fue el origen de esta nueva ciudad.

Su nombre se debe al hallazgo en la orilla de la laguna cercana, de un caballo que tenía una faja blanca en el vientre, pues en nuestro idioma bragado se llama al cuadrúpedo que tiene la bragadura de otro color que lo demás del cuerpo.

Pero ese fortín, en virtud de la lucha incesante que mantenían las tropas nacionales con las tribus indígenas del Sur, no dejó de ser tal durante muchos años, de manera que la ciudad actual data solamente desde 1853, año en que, alejado un poco más el peligro de los malones, se decretó la fundación del pueblo.

Durante largo tiempo Bragado permaneció estacionario, pues la ganadería, en la forma rudimentaria de su antigua explotación y con un suelo que se conceptuaba infecundo, no era suficiente por si sola para dar impulso al progreso local.

Recién cuando se implementó la agricultura y se subdividieron las grandes estancias en chacras, entró en una era tal de adelanto, con el auxilio del ferrocarril, que su población y su riqueza aumentaron en poco tiempo hasta el grado de condensarse, formando una ciudad, en el pueblo cabecera del partido.

El arado hizo ver que esa supuesta infecundidad de la tierra era un gravísimo error, porque donde antes no crecía más que el pasto puma y la paja brava, brotaron después lozanamente la alfalfa, el trigo, el maíz y otros productos que explota ahora la industria agropecuaria de Bragado, y que les dan a esas tierras la reputación de primera calidad de que gozan.

Después de la colonización, han contribuido en mucho, indudablemente, a transformar ese pueblo, las líneas ferroviarias. Desde la estación Bragado de la empresa del Oeste, parten varios ramales que cruzan el partido en varias direcciones, tales como las que van a Santa Rosa de Toay (Pampa Central), a General Villegas, a Meridiano V y a Timote. Además, queda dentro del partido y próximo a su capital el pueblo Nuevo Haedo (hoy Mechita), que es ahora el gran depósito de tren rodante y materiales del ferrocarril del Oeste.

La extensión del partido es de 3.062 kilómetros cuadrados, y su población pasa de 18.000 habitantes.

Cuenta la ciudad de Bragado con numerosos edificios particulares y de relativo mérito por su construcción, y algunos públicos, que no desmerecen entre sus congéneres de las otras ciudades bonaerenses.

Las dos calles de edificación compacta y de urbanidad irreprochable, en virtud de los cuidados de los vecinos y autoridades, son la avenida Pellegrini y el bulevar Rivadavia.

Las demás calles, como así los caminos reales son de fácil vialidad y están generalmente bien atendidos.

Entre los edificios de mayor importancia, se destacan los del Banco de la Nación Argentina, la iglesia parroquial, de la municipalidad, de las sociedades Española, Francesa e Italiana, del Club Social, de la Biblioteca Pública y de las firmas comerciales fuertes de la plaza.

Bragado cuenta con dos instituciones de crédito, la sucursal del Banco de la Nación y el Banco Popular, fundado por el vecindario; con una compañía de seguros contra el granizo, denominada La Popular, cuyos accionistas son los principales comerciantes y propietarios, con diversos establecimientos industriales, entre los que merecen citarse, una usina de luz eléctrica, un molino harinero, dos fábricas de fideos, dos de licores y aguas efervescentes, varias de carros y carruajes y dos hoteles.

Las casas mayoristas pertenecen a las siguientes firmas: Etchepare, Montes y Cía.; Ramón M. Pérez, Castro e Isla; Guillermo Goitía y Cía.; Julio López y Cía.; Ibarra Hnos. y Uriaga; José Fernández; Duhart, Muriel y Cía.; Otero y Martínez; Enrique Ferrando; Bochetrich Hnos. y otras.

Como exponente de la cultura, debemos citar la Biblioteca Pública, formada por el esfuerzo propio del vecindario, que posee tres mil volúmenes y en un adecuado edificio; el Club Social también con edificio y hermosas instalaciones propias; y los centros ya mencionados entre los edificios sobresalientes de las sociedades Italiana, Francesa y Española; el club y la plaza de ejercicios atléticos, de reciente formación; dos diarios La Unión y El Argentino, que cuentan con establecimientos tipográficos bien montados; 16 escuelas comunes fiscales y tres institutos de enseñanza particulares.

La población de la ciudad puede calcularse en siete mil habitantes, número que ha de aumentarse rápidamente, si el progreso sigue a pasos acelerados, en virtud de los factores ya mencionados que le impulsan y de otros que actuarán en breve, tales como el tranvía rural en construcción de la empresa La Industrial del Oeste.

El 3 de enero, la Cámara de Diputados sancionó la ley cuyo artículo 1º decía: “Desde la promulgación de la presente ley se denominarán ciudades de la Provincia, con goce de las prerrogativas y demás beneficios que tal denominación les acuerda, los pueblos de los distritos de Bragado, (…)”. Bragado era ciudad. La moción fue del diputado Rosende Mitre y el 10 de enero, fue promulgada la Ley 3100.

El 27 de febrero, comenzó un proceso que marcaría aún más la declinación de la influencia política de Macaya. Para el 29 de marzo, se convocó a elecciones para la renovación de senadores en la Cuarta Sección Electoral, entre quienes finalizaban su mandato figuraba el caudillo bragadense.

Mezclado con esta situación política, el 29, el Concejo Deliberante resolvió citar al miembro Máximo E. Fernández, que llevaba catorce meses sin concurrir a las sesiones del Cuerpo. Era el único concejal que apoyaba a Macaya.

Sin embargo, seguía en Bragado, lo que La Prensa llamó “Parodia electoral”. El domingo 8 de marzo, se celebraron en toda la provincia, elecciones para elegir diputados nacionales en su representación. Las mesas constituidas en Bragado fueron 12 y la cantidad de sufragantes 690 ciudadanos.

El 11 de marzo, debido a que el concejal Fernández no concurrió a la citación que se le efectuó, Facundo B. Quiroga mocionó para que se decretara su cesantía; esto fue aprobado por unanimidad y en el acto se resolvió su reemplazo por Juan Pedro Bastourre, incorporado al Cuerpo en la sesión del 30 de mayo. Con la exoneración del concejal desaparecía la representación en el Concejo Deliberante de un sector de los Partidos Unidos. La tarea estuvo concluida cuando el 29, se eligió senador provincial a Facundo Baldomero Quiroga que lograba el objetivo de reemplazar a Macaya. Su elección fue aprobada el 22 de abril, y en el Senado integró la comisión de Obras Públicas.

El 12 de mayo, la Unión Telefónica solicitó autorización para el establecimiento de oficinas y líneas telefónicas en Bragado, ligadas con la red general de la compañía. Bragado ya tenía una empresa local que atendía el servicio de la ciudad que, mediante conexiones con empresas locales de otras ciudades, tenía a su cargo el servicio hasta Buenos Aires. El 20 de ese mes, el intendente Ibarra propuso algunas modificaciones que entendía beneficiosas para Bragado: “(…) Agregar que Bragado tendrá un hilo directo para hablar con la capital federal sin intervención de los demás pueblos del tránsito (…) la compañía se compromete a adquirir a la empresa local del teléfono, por el precio que la Municipalidad la expropie al vencimiento del contrato respectivo, que será en Mayo de 1910 ó bien comprarla directamente antes de la fecha del vencimiento”.

El 19 de junio, la Unión Telefónica respondió que en la “(…) cláusula de la solicitud presentada, se especifica claramente que los abonados comunicarán directamente entre sí, lo que significa es la idea de la Compañía establecer la comunicación directa entre los abonados y que si bien para no demorar el comunicar a Bragado con la red general de la Compañía (…) enseguida de llegar a la Oficina de Chivilcoy con las líneas de Bragado, se dará provisoriamente comunicación por intermedio de las líneas de aquella Oficina, si las necesidades del servicio lo requieren se establecerán no una, sino dos o más líneas directas”. Con respecto a la compra de la Compañía local “(…) no es posible aceptarla, por cuanto considera se trata de intereses particulares que deben tratarse directamente entre los interesados”.

En síntesis, el problema de tener que pasar el teléfono de una oficina a otra se solucionaba y Luisi quedaba sin empresa. Se planteaba un serio dilema, difícil de equilibrar, entre una gran empresa internacional y una pequeña empresa bragadense.

A esta cuestión, en principio, la zanjó la empresa extranjera pues resolvió, el 25 de agosto de 1909, que de acuerdo con la política financiera fijada por el Directorio General de Londres: “(…) le ha obligado a declinar solicitudes de nuevas instalaciones mucho más ventajosas para la Compañía que la de Bragado y le imposibilita hacer excepciones respecto a ésta, ha resuelto no serle posible por el momento, el resolver respecto de líneas de ésta a Bragado”.

Insólitamente, el 7 de octubre de ese mismo año, una nueva propuesta de la Unión Telefónica del Río de la Plata Limitada fue presentada al intendente Ibarra, por la que se comprometía al establecimiento de una oficina y de una red telefónica. La concesión solicitada era por veinte años, libre de toda clase de impuestos, creados o por crearse, y que conectaría todas las localidades servidas por la red de la compañía. Los aparatos que se colocasen “(…) son especiales para las comunicaciones a larga distancia (…) Las tarifas serán fijadas por la Compañía de acuerdo con el Superior Gobierno, según lo establecido por los artículos 1 y 4 de la Ley Nacional Nº 4408”, que se completó dos días después con una comunicación del gerente de la Sección Provincia de la Unión Telefónica: “(…)que en lo referente al plazo en que quedará ligada esa localidad con la red general de la Compañía, no es posible fijarlo, por cuanto ello depende de la fecha en que el Superior Gobierno Nacional otorgue la concesión respectiva y autorice la iniciación de los trabajos, lo cual no puede solicitarse hasta tener la Concesión Municipal (…) de acuerdo con lo indicado en la Ley Nacional Nº 4408”.

El 20 de octubre de 1909, Ibarra elevó al Concejo Deliberante la solicitud presentada para la explotación de una red telefónica desde Bragado a Buenos Aires, con oficina local para todos los demás pueblos de la República, con línea propia y directa. Con esta propuesta los vecinos y comerciantes de Bragado podrían comunicarse directamente con la Capital, aclarando que esta: “(…) no quiere adquirir por ningún precio las instalaciones del actual concesionario por ser diferente a los materiales que la misma utiliza en todas sus líneas”. Por eso, entendía que debería expropiarse en mayo de 1910, al vencimiento de la concesión otorgada a Cosme Luisi o, de lo contrario, prorrogarla y quedar privados del servicio telefónico directo fuera de Bragado. “Para subsanar estos inconvenientes convendría a juicio de este departamento, adquirir del Señor Luisi, previa tasación por peritos que al efecto se nombrarían, todos los materiales, útiles e instalaciones a dicha Empresa, el que una vez adquirida por la municipalidad, podría vender en Subasta pública, en cuyo caso si existiera diferencia entre lo pagado por la compra y lo obtenido por venta, sería el perjuicio único que la Municipalidad sufriría, ganando en cambio con el buen servicio local y la prolongación de la línea hasta la Capital Federal”.

Antonio Molinari

El 14 de mayo de 1909, por decreto, Eugenio Ramírez y Antonio Molinari fueron designados jueces de Paz titular y suplente, respectivamente.

El 31 de julio, fue sancionada la ley por la que se creó el partido de Los Toldos, perdiendo Bragado parte de su territorio. La ley fue una gestión del senador Manuel E. Del Castillo, luego, el primer comisionado municipal de General Viamonte. La ley, promulgada el 6 de agosto por el gobernador Ignacio Irigoyen, le restó a Bragado superficie en el Cuartel XIX (fracción de O’Brien), Cuartel X (Los Toldos) y Cuartel XI (campos de Augusto Elías).

Recién el 21 de mayo de 1909, el Concejo Deliberante pareció tomar conocimiento de esta sanción, pues ante la pérdida de los cuarteles X y XI en forma total, y de la mitad del cuartel IX, el intendente Ibarra propuso el cambio de la numeración de los cuarteles: el IX quedaría con el mismo número, y a los cuarteles XII, XIII, XIV y XV se los numeró X, XI, XII y XIII, respectivamente, sin cambiar para nada sus límites. Quedaron así: Cuartel I, ejido urbano; Cuartel II, sección quintas; Cuartel III, Mechita; Cuartel IV, Alberti y Plá; Cuartel V, Asamblea; Cuartel VI, Comodoro Py; Cuartel VII, Olascoaga; Cuartel VIII, Salaberry; Cuartel IX, O’Brien; Cuartel X, Warnes; Cuartel XI, estancias hasta los lindes con Chacabuco; Cuartel XII, Irala y Cuartel XIII, La Limpia.

El 8 de agosto, el Departamento Ejecutivo elevó un proyecto al Cuerpo Deliberante en el que contemplaba los festejos por la celebración del primer centenario de la Independencia argentina, en realidad, de la Revolución de Mayo. Se proponía una comisión de la que nadie, si tenía alguna significación en el pueblo, quedaba excluido: municipales titulares y suplentes, jueces de Paz titular y suplente, Policía, jefe del Registro Civil, jefe de Correos, médicos, escribanos, etcétera. Al año siguiente, después de la renuncia de Ibarra, el intendente Blanch invitó al vecindario a una reunión en la municipalidad. En ese encuentro se formó la comisión de fiestas del centenario, que quedó compuesta así: presidente, doctor Diego Rapela; vice, Francisco Deffis; tesorero, Juan A. Calou; secretario, Domingo A. Crisci y veinte vocales.

La política provincial quería tomar otros rumbos, por eso, el 3 de setiembre, se constituyó la Junta Provincial del Partido Conservador, en la que predominaban los amigos de Máximo Paz, entre ellos, el senador provincial Facundo B. Quiroga. Este grupo quería diferenciarse de los Partidos Unidos.

Doctor Diego Rapela

Por decreto del 30 de setiembre, el presidente José Figueroa Alcorta ubicó las estaciones de tercera clase de la línea ferroviaria a General Villegas, que construía la Compañía General de Ferrocarriles de la provincia de Buenos Aires, entre ellas: “(…) Asamblea, Km. 163,219, Comodoro Py, 185,717 (…)”. El kilómetro cero de la línea estaba en Villar. Posteriormente, se modificó el origen de las progresivas y el 20 de enero de 1909, se produjo el cambio en la posición de las estaciones del ferrocarril de la Compañía General de Ferrocarriles de la provincia de Buenos Aires, al modificarse el kilómetro cero de la línea, ubicado ahora en la Estación Buenos Aires. Asamblea se ubicaría en el kilómetro 223,329 y Comodoro Py, en el kilómetro 245,974.

Otro pueblo estaba naciendo. El 31 de octubre, con el título “Trazado de un nuevo pueblo”, La Prensa informó: “O’BRIEN, Octubre 30- Mañana vendrá el agrimensor señor Doyle, a levantar los planos y formar la planta urbana del futuro pueblo Eduardo O’Brien”. El 10 de febrero de 1909, informaba: “Los ingenieros señores Juan F. Doyle y Luis Aubin, están trazando el nuevo pueblo Eduardo O’Brien”.

Familia de Eduardo O’Brien (de traje claro)

El 27, Eduardo O’Brien se dirigió al ministro de Obras Públicas de la provincia, Ángel T. Etcheverry, con la siguiente nota: “Que deseando formar un pueblo y colonia en parte de un campo situado al norte del F.C.O., en la Estación “O’Brien”, compuesto de una superficie de 1653 H., 64 A., 22 Ca., somete a la aprobación del P.E. la traza ejecutada por el ingeniero Juan T. Doyle, cediendo gratuitamente a favor del fisco, para usos públicos, las reservas indicadas por el ingeniero citado en la memoria descriptiva adjunta y que escrituraré a su debida oportunidad”.

El 3 de marzo, el diario El Siglo, de Mercedes, publicó el siguiente artículo:

Se ha designado el 21 del corriente para que tenga lugar la venta en remate público de las tierras que constituirán el nuevo pueblo de O’Brien. Forman un total de 1652 hectáreas, 64 áreas y 22 centiáreas, divididas en 24 chacras, 45 quintas y 330 solares, son las más ricas tierras de esa prestigiosa zona, capaces de todos los destinos, con la ventaja insuperable de tener la estación O’Brien del Ferrocarril del Oeste, ramal Suipacha a Lincoln y la circunstancia, de especial importancia, de su ubicación independiente con respecto a los más importantes pueblos que la rodean: Bragado y Los Toldos, a 9 leguas y más distante aún de Chacabuco, Junín, 9 de Julio, hecho de trascendencia que le asegura un desenvolvimiento completo para llegar a ser un pueblo de verdadera importancia, sin temor de sombra ni absorción de ningún otro próximo, como sucede en la generalidad de los casos. Venta excepcional, a largos plazos, cuarta parte al contado y el saldo entre cuotas iguales a uno, dos o tres años de plazo, con interés de 6 por ciento anual. Base pesos 180 la hectárea las chacras y 200 pesos las quintas, los solares sin base. En esta importante operación, se ha designado a nuestro ex convecino, el escribano Ernesto G. Osácar para el otorgamiento de las respectivas escrituras por ante el registro que dicho caballero tiene establecido en la ciudad de Bragado, el remate se efectuará en el Hotel Ferrando, en el Bragado, por los martilleros de la Capital Federal, Corvera y Peralta Martínez.

El mismo día, el Departamento de Ingenieros de la provincia produjo un informe sobre la creación del pueblo de O’Brien, en el que expresaba:

El Departamento de Ingenieros ha examinado el plano del pueblo y colonia que con el nombre de O’Brien funda Don Eduardo O’Brien sobre la estación del mismo nombre del Ferrocarril del Oeste, en el partido de Bragado y lo encuentra en condiciones de ser aprobado por V.E.

Las reservas para usos públicos que este Departamento conceptúa necesarias son las siguientes:

La manzana Nº 25, con diez mil metros cuadrados para plaza pública.Los lotes b, f, de la manzana 31 con mil metros cuadrados cada uno para Municipalidad, Juzgado de Paz y Registro Civil.Los lotes c y e de la manzana 31 también con mil metros cuadrados para Policía y valuación.Los lotes f, h, de la manzana 18 con igual superficie que los anteriores para Iglesia y Casa parroquial.El lote d de la manzana 31 con mil metros para Telégrafo Provincial.Los lotes a, b, f de la manzana 24 con mil metros cuadrados cada uno para Escuela.Los lotes f, g, h, de la manzana 50 con mil metros cuadrados cada uno también para Escuela, reserva con que este Departamento aumenta la propuesta del interesado.La quinta Nº 2 con una superficie de seis hectáreas cincuenta y tres áreas setenta centiáreas para Corrales de Abasto y Corralón Municipal.La Parte Norte de la quinta Nº 15, con una superficie de cinco hectáreas sesenta y ocho áreas y ocho centiáreas para Potrero de la Policía.Tres hectáreas en la parte Norte de la fracción F de la chacra Nº 7 para Cementerio, en vez de la fracción propuesta por el interesado en la quinta Nº 15, por encontrarse ésta muy cerca del pueblo y ubicada al Norte del mismo.

El 13, el Ministerio de Obras Públicas de la provincia aprobó el plano definitivo del “Pueblo de O’Brien”, que El Siglo, de Mercedes, comentó: “El Gobierno ha aprobado el plano definitivo del pueblo que con su nombre propone fundar Don Eduardo O’Brien en campos de su propiedad, ubicados frente a la estación O’Brien, debiendo escriturara a favor del Fisco las reservas destinadas a usos públicos”.

Como estaba previsto, el domingo 21 a las 2 de la tarde, en el Hotel Ferrando de Bragado se realizó el remate, encargada la tarea a los martilleros Corvera y Peralta Martínez. Se remataron las hectáreas de campo, divididas en solares, quintas y chacras. O’Brien donó a la comunidad del pueblo que fundaba, los terrenos para la plaza, la intendencia, el matadero, el cementerio y dos escuelas.

En setiembre de 1909, O’Brien donó el terreno y el material necesario para la edificación de la comisaría y dos calabozos. Ante esta decisión la comisaría de Bragado instaló un destacamento allí.

La primera noticia que se encontró sobre deportes es extraña. El 23 de noviembre, La Prensa tituló “Partido de criket” al siguiente texto: “BRAGADO, Noviembre 22- El partido de cricket jugado por el “team” local, contra el Club Atlético de Caballito, fue ganado por éste”. Cricket en Bragado, seguramente “los ingleses locos”, haciendo de las suyas.

El 29 de noviembre, se realizaron los comicios municipales con una sola lista, pero con un cambio en la denominación: La designación de Partidos Unidos, creado por Marcelino Ugarte en la provincia y sostenido aquí por Macaya y Arza, fue reemplazado por el Partido Conservador de Bragado, que se creó en la provincia con Máximo Paz como referente. Resultaron electos municipales titulares: José Blanch, José Ramón Ibarra, Andrés Barrera y Juan Arruabarrena; suplentes: Juan Pedro Bastourre y José A. Losinno; y consejeros escolares: el doctor Diego Rapela, Jesús Otero y Amancio Montes, que obtuvo 505 votos. Los electos fueron proclamados por el Concejo Deliberante el 1 de diciembre.

Jesús Otero

El 14 de diciembre, este Cuerpo le indicó al ingeniero José M. Sagastume que procediera a ejecutar el proyecto de aguas corrientes para la planta urbana, incluyendo planos, pliegos de bases y condiciones y todos los estudios necesarios. También tardaría en concretarse.

Sagastume tuvo una “desafortunada” idea: Intentó cobrar sus honorarios y esa situación fue comentada, el 27 de octubre de 1909, en el periódico La Argentina, de Buenos Aires: “Ha causado sorpresa y mala impresión la cuenta de honorarios pasada por el ingeniero señor Sagastume a la intendencia municipal y que asciende a la suma de $11.200 por su trabajos de planimetría para las obras de las aguas corrientes que se proyectó y que será difícil que se realicen por falta de recursos. Se creyó que el señor Sagastume como hijo de este pueblo haría dichos trabajos poco menos que gratuitamente, vinculando su nombre a esta obra importante para su pueblo natal. Para la Municipalidad será este desembolso un verdadero sacrificio por no contar con rentas suficientes para estos gastos fuera de presupuesto e imprevistos”.

El 1 de junio del año siguiente, se recibió en la Municipalidad un oficio de la Corte Suprema de Justicia a causa del juicio que había entablado el ingeniero Sagastume, reclamando aquella suma de honorarios por el estudio y proyecto destinado a dotar de agua corriente al pueblo.

Pero este conflicto se agravó porque el 6 de marzo de 1912, el Concejo Deliberante rechazó el proyecto de “Aguas corrientes” presentado por el ingeniero Sagastume, ya que este no respondía a estudios de suelos y planialtimetría de Bragado, sino a otro realizado en La Plata. Una “pequeña” confusión del ingeniero.

El 13 de ese mismo mes, con el título “BRAGADO” La Prensa informó: “La municipalidad de Bragado ha remitido al ministerio de Obras Públicas, la propuesta presentada por el señor Eduardo Dasso, para instalar una fábrica de aguas corrientes a base de pozos semisurgentes. La municipalidad solicita la opinión de las oficinas técnicas del gobierno sobre la conveniencia de la operación financiera que será necesario realizar con tal motivo”. El municipio buscaba alguna salida adecuada al problema que se había suscitado.

El 21, el intendente Ibarra propuso la construcción de un puente sobre el río Salado, en el punto de unión de los partidos de Bragado, Chacabuco y Chivilcoy (no estaba aún creado el partido de Alberti), de acuerdo con un proyecto del Departamento de Ingenieros de la provincia para contar, así, con un paso seguro hacia el norte que permitiera la fácil comunicación con Chivilcoy. Para la realización de la obra el Municipio debía aportar $15.111,94, mientras que la provincia se debía hacer cargo del resto. La propuesta fue aprobada.

El 30, en reunión extraordinaria del Concejo Deliberante, fue reelecto intendente José Ramón Ibarra para los años 1909 y 1910, en virtud de la facultad establecida por la reforma del artículo 70 de la Ley Orgánica de las municipalidades sancionada el 6 de diciembre del año anterior.

La presidencia del Concejo para el año 1909, recayó en José Blanch; como vicepresidente primero quedó José Michat y como segundo, Andrés Roqués; como síndico, Andrés L. Barrera; como defensor de menores, Ramón M. Pérez; y como vocales, Juan Arruabarrena, Facundo B. Quiroga y Juan Pedro Bastourre, quien asumió en reemplazo del electo intendente Ibarra. Los suplentes fueron: José A. Losinno, Alejandro Megassini y Francisco A. Iglesias. Los secretarios designados para cumplir funciones en el Departamento Ejecutivo fueron Domingo A. Crisci y del Concejo Zoilo Marambio.

El 6 de enero de 1909, el Concejo Deliberante en sesión extraordinaria, reunidos los concejales con los mayores contribuyentes, sancionaron la Ordenanza de Impuestos y Cálculo de Recursos para ese año. El cálculo de recursos dio la suma de $170.600 y el total de egresos, $170 000. Participaron como mayores contribuyentes Juan Agustín Roqués, Félix Cavalieri, Enrique Ferrando, Octavio Ituarte, Guillermo Goitia, Arturo Soriano, Amancio Montes y Florencio Islas.

Ese mismo día, se integró el Consejo Escolar con Francisco José Deffis como presidente, como subinspector, el doctor Diego Rapela; tesorero, Jesús Otero y vocales Alfredo Cambaceres y Amancio Montes. El Concejo Deliberante decidió elevar su integración a la Dirección General de Escuelas.

El 20 de enero, en la Gobernación, se ordenó expedir el decreto designando a Eugenio Ramírez y a Antonio Molinari como jueces de Paz titular y suplente, respectivamente.

La refundación del Banco Provincia creó una nueva situación que, el 1 de febrero, La Prensa reflejó en sus páginas: “Ha sido firmado el contrato «ad referéndum» de la venta del Banco Popular al de la Provincia. Este último se hace cargo del activo y pasivo, y paga al primero como prima, la suma de 45.000 pesos moneda nacional. Dada la importancia del comprador se cree que tendrá un gran impulso el nuevo Banco, tanto por el capital, que será considerablemente aumentado, como por la instalación futura del gran edificio a construir”.

El 9 de marzo, el banco local transfirió todo su activo y pasivo al nuevo Banco de la Provincia de Buenos Aires. Terminaba así el primer intento de tener un banco bragadense.

El infaltable comentario de La Prensa expresó:

Se efectuó la entrega del Banco Popular al de la Provincia, por compra que éste efectuara.

El acto fue festejado con un “lunch” en los altos de la Sociedad Española.

El señor J. B. Mignaquy, en representación del directorio, hizo uso de la palabra.

En nombre del Banco Popular le contestó el señor Ramón M. Pérez.

También hablaron los señores Diego J. Rapela y Domingo Crisci.

El 28, en la planta baja del edificio de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, donde hasta ese momento funcionaba el Banco Popular de Bragado, inició sus actividades la sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires, quedó al frente de esta, Juan Calou, que se desempeñaba como auxiliar en la primera institución.

Todo se aceleró y el 5 de mayo, se concretó la compra del inmueble de la esquina de Pellegrini y Brown, propiedad de Ernesto Sombrielle, donde había funcionado la panadería La Unión, para construir en él, el edificio de la sucursal del Banco Provincia.

Doctor Pedro León Castro

El 3 de febrero, se estableció en el Mercado Público un servicio gratuito y permanente de “Gota de leche”, que beneficiaba a todas aquellas madres que no podían criar por sí solas a sus hijos. A cargo de este servicio se designó al doctor Norberto Benítez.

Además, las madres debían concurrir a los consultorios de los doctores Diego Rapela, Pedro León Castro y Pedro Rodolfo Núñez, para que les prescribieran la alimentación necesaria.

Un hecho distinto en la vida de la ciudad fue la fundación del periódico El Censor el día 9 de febrero. Fue un acontecimiento importante porque se mantuvo en el tiempo y, como diario, aún continúa apareciendo. Sus iniciadores fueron Francisco Caldiz y Antonio Roldán, que decidieron esta fecha de fundación pues ese día concretaron la primera suscripción. Recién el día 11, apareció el primer número como bisemanario.

Francisco Caldiz

Una noticia ferroviaria, aunque se ignora cuándo ni por qué se tomó tal decisión, el Ferrocarril del Oeste suprimió los trenes locales a Mechita, que aún no se llamaba así. Esos trenes eran los utilizados por quienes trabajaban allí, La Prensa anunció: “BRAGADO, Marzo 5- Un grupo de maquinistas y fogoneros de la sociedad Fraternidad, se apersonó al gerente del ferrocarril del Oeste, para pedirle que deje sin efecto la supresión de los trenes al campo de maniobras”.

El intendente Ibarra le comunicó al ministro de gobierno, doctor Emilio Carranza, la contratación realizada para la construcción de cordón y le hizo, además, una solicitud: “(…) de piedra en una extensión de quince mil metros lineales, para cuya obra se ha conseguido de la empresa del Ferrocarril del Oeste el 50 % de rebaja del flete que a ella corresponde. Mas como la piedra va a cargarse en Sierras Bayas, es necesario obtener que el Ferro-Carril del Sud acuerde igual beneficio a fin de que la construcción resulte lo menos onerosa posible y como esta última empresa no tiene con Bragado vinculación de ninguna clase, me veo en la necesidad de molestar la atención del Señor Ministro para pedirle que influya con la empresa del Sud para que acuerde a esta Municipalidad el 50 % del flete de la piedra de cordón que va a traerse o bien que por esta sola vez la Municipalidad de Bragado pueda gozar de las prerrogativas que el Gobierno tiene por parte de las empresas ferrocarrileras”.

Comodoro Luis Py

Carranza transfirió la solicitud a las autoridades del ferrocarril, que respondieron desde la gerencia del Ferro-Carril del Sud: “(…) como un caso especial, teniendo en cuenta la larga distancia a que se halla la estación Bragado del punto donde deberá cargarse la piedra, se ha resuelto conceder una rebaja del 15 % sobre la tarifa especial kilométrica reducida sobre la proporción del F.C.S. entre procedencia y empalme con el F.C.O…” Lógico, solo ofertaban una rebaja en el flete y hasta el punto de empalme de los dos ferrocarriles, pues eran dos empresas distintas.

El 25 de mayo de 1909, se habilitó el reloj instalado en una de las torres de la iglesia, adquirido por suscripción pública e instalado por Domingo Garri, luego encargado del mantenimiento, tarea que continuaron sus hijos.

La creación de pueblos continuaba sin descanso, así, el 6 de junio a las 11:30 h, en el Teatro Francés de Bragado, Mario M. Calderón procedió a vender, por cuenta y orden de la Compañía Inmobiliaria Franco Argentina, el establecimiento La Elisa, situado en adyacencias de la estación Comodoro Py de la Compañía General de Ferrocarriles de la provincia de Buenos Aires. Este sería el origen del centro poblacional con ese nombre.

La propaganda del loteo publicada en La Prensa expresó:

M. M. Calderón- Campo en Bragado- El espléndido establecimiento La Elisa, con una superficie de 4.160 hectáreas, situado al pie de la estación Comodoro Py, de la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires (trocha angosta), uno de los más ricos campos del partido, por la especialidad de sus tierras, buena agua e inmejorable ubicación, subdividida en 220 solares, 53 quintas y 73 chacras, que se venderán con opción y a largos plazos.

EL DOMINGO 6 de junio, a las 1,30 de la tarde. En la ciudad de Bragado, en el teatro Francés, donde estará mi bandera, procederé a vender el conocido y reputado campo La Elisa, por cuenta y orden de la compañía La Inmobiliaria Franco-Argentina, que ha resuelto la formación de un nuevo centro de población, rodeando la estación Comodoro Py, con ventajosísimas condiciones de pago, entregando así a la colonización una de las más ricas fracciones de campo del partido del Bragado.

CONDICIONES DE PAGO

Solares- Se venderán sin base, al mejor postor y a pagarse en 60 mensualidades sin interés, entregando 3 en el acto del remate y otras 3 al recibir las libretas correspondientes, acordándose un descuento del 15 por ciento a todos los que abonen al contado la parte a pagarse a plazos. Las mensualidades empezarán a hacerse efectivas desde el 1º de julio próximo.

Quintas y chacras- Se venderán con la base de 200 pesos la hectárea pagaderas en 4 cuotas anuales de 25 por ciento cada una, abonándose la primera al firmarse la libreta de compraventa, pagando por las cuotas restantes el 6 por ciento de interés, por semestres adelantados, debiendo extenderse las escrituras por ante los escribanos señores Rivarola y del Río, una vez abonada la segunda cuota o sea estando cubierto el 50 por ciento, quedando el 50 por ciento restante en hipoteca. La ubicación especial de este campo, equidistante de tres grandes ciudades como son: 25 de Mayo, Bragado y 9 de Julio, lindando con los importantes establecimientos de los señores Félix S. de Álzaga, Antonio E. Cambaceres, Saturnino Soriano Nazar y Alfredo Cambaceres, lo pone en condiciones de poder desarrollar su prosperidad en condiciones más ventajosas que muchos otros, por la riqueza excepcional de sus tierras y estar situado en una región de muchísima agricultura. Los que deseen revisarlo podrán hacerlo por las estaciones de Bragado, Olascoaga y Comodoro Py, dirigiéndose al señor Juan Acereto en el mismo campo, quien proporcionará los medios necesarios para ese objeto. Exigiré el 10 por ciento como seña y a cuenta de precio y 2 por ciento por comisión, que correrá por cuenta del comprador. Por planos e informes a mis escritorios en el Bragado y en Buenos Aires, B. Mitre 1791 o a los escritorios de la Inmobiliaria Franco Argentina, B. Mitre 250…

El 2 de julio de 1909, el diputado Carlos Fernández Cutiellos volvió a presentar el proyecto de creación del partido de Alberti. El 20 de agosto, fue aprobado en general y el 3 de setiembre, sin discusión en la Cámara de Diputados, obtuvo media sanción el proyecto de ley. El 12 de mayo de 1910, el Senado de la provincia, con la presidencia de Ezequiel de la Serna, aprobó el proyecto en general, y el 6 de junio, se trató en particular. Se agregaron dos artículos: uno, referente a la donación por parte de los vecinos de los terrenos necesarios para la construcción de los edificios públicos y el otro, la obligatoriedad, por parte del nuevo partido, de hacerse cargo de las sumas que adeudaran a los de Bragado, Chacabuco, Chivilcoy y 25 de Mayo por concepto de impuesto escolar, en la parte proporcional que le correspondiese según el área segregada a cada uno de ellos. Se opuso el senador Pinedo Oliver, que sostenía que los agregados propuestos podían “…estar dentro de las atribuciones del Poder Ejecutivo…”. Pero estas fueron aceptadas. Dos días después la ley se sancionó y el 10 de junio, se promulgó que se creaba el partido de Alberti, en virtud de la cual Bragado perdió 23.297 hectáreas. A partir de ese momento, Bragado perdió su límite natural, el río Salado, que había definido la creación de nuestro partido. Macaya no estaba en el Senado y se nos ocurre pensar cuál hubiera sido su reacción ante lo que consideraba “un despojo”. Pero no se puede escribir historia haciendo suposiciones. En el Cuerpo, Quiroga no tenía ni el peso ni la significación de Macaya.

El 3 de julio, falleció el vicepresidente primero del órgano deliberativo de Bragado, José Michat. Recién el 22 de octubre, Alejandro Megassini, suplente electo el 24 de noviembre de 1907, asumió en su reemplazo el cargo de concejal. También se designó a Andrés L. Barrera a la vicepresidencia primera. El día 28, el recién asumido concejal Megassini renunció argumentando razones de salud y tener que ausentarse frecuentemente de la ciudad. En realidad, la renuncia era política porque había adherido a la Unión Cívica Radical.

Pero el problema continuó. El 15 de noviembre, el concejal suplente Francisco Iglesias interpuso un recurso ante la Excelentísima Cámara de Apelaciones del Departamento del Centro por considerar incorrecta la designación de Megassini como concejal, y nulos todos los actos del Cuerpo desde el mes de julio en adelante. El Concejo Deliberante tomó conocimiento de esta situación, que evidenciaba el carácter político de la renuncia de Megassini, Iglesias entendía que no le correspondía asumir por haber dejado de pertenecer al grupo que lo eligió. La Cámara invalidó lo actuado en el período indicado y solicitó el envío del Libro de Actas y todos los antecedentes del caso en 48 horas. El Concejo acató y designó al doctor Emilio Castro para asumir la representación y defensa del Concejo.

El 27, la Cámara de Apelaciones comunicó que el concejal suplente Francisco Iglesias carecía de personería para interponer el recurso presentado, por lo que decretó la suspensión de todo procedimiento efectuado anteriormente y devolvió el Libro de Actas al Cuerpo deliberativo.

El 17 de julio, por decreto, el intendente Ibarra declaró feriado el día 19 en conmemoración del 19 de julio de 1865, fecha en que la Legislatura precisó los límites del partido de Bragado.

El 5 de agosto, el señor Domingo A. Crisci renunció a la Secretaría del Municipio.

El 25 de agosto, el coronel Ángel Hallaría, jefe del Gabinete Militar, envió un telegrama al jefe del Distrito de Reclutamiento con asiento en Bragado, en el que le ordenaba conseguir mediante donación municipal un terreno de 60 x 60 metros “…de lo contrario cambiarse a otra que lo da…”. El 26, el Concejo Deliberante, ante el pedido del Ministerio de Guerra de la Nación solicitando la donación para la construcción de un edificio destinado a Distrito Militar N.º 18 de Reclutamiento y Movilización de los ciudadanos, resolvió donarle “…uno de los dos solares de cincuenta por cincuenta que esta Municipalidad posee más centrales a esta ciudad, para los fines que en la misma nota se expresa y que en la oportunidad le será indicado al Señor Ministro cuál de los dos solares le será donado…”, que lógicamente aquel agradeció.

Nunca se concretó la obra. La donación se efectuó por una segunda ordenanza del 16 de setiembre de 1910, pues el Concejo Deliberante resolvió, de acuerdo con la solicitud del año anterior y por unanimidad, donar un solar ubicado en la esquina de las calles Belgrano y San Martín precisando el lote adjudicado; que lindaba con el edificio municipal y cercano a la plaza. Se le otorgó dos años para la realización de la obra.

El 1 de octubre, el intendente Ibarra debió ausentarse de Bragado por un tiempo mayor al establecido por ley, por esto emitió un decreto designando en su reemplazo al municipal José Blanch mientras durare su ausencia. Comenzó aquí un conflicto de poderes. El 12, estando a cargo de la Intendencia, Blanch emitió un decreto para abandonar el cargo sin esperar la reincorporación del intendente Ibarra. Dos días después, de nuevo en su cargo, el intendente titular levantó un acta ante el escribano Ernesto G. Osácar; precaución que consideró necesaria.

El 24 de octubre, se produjo la reorganización del comité radical, que mereció el siguiente comentario de La Prensa:

…En el tren de mediodía llegaron a ésta los delegados del comité central del partido Radical Francisco Aníbal Riu, señores Antonio Martínez, Julio Honores, Felipe Fortunato Black, los delegados de La Plata señores Ezequiel Ávila y doctor Pedro Blanes, los delegados de Luján, señores José Máximo Domínguez y Fernando Espinosa y los de 9 de Julio, señores V. Morelli y H. Mosnera.

Desde antes de la llegada del tren los esperaba en el andén una numerosa columna, que aplaudió sin cesar a los delegados y al partido radical.

Por la avenida principal se dirigieron los manifestantes al local del teatro Francés, donde hicieron uso de la palabra los señores Riu y Black.

Fue elegida la siguiente comisión:

Presidentes honorarios: doctor Hipólito Yrigoyen, doctor José Camilo Crotto, doctor Fernando Saguier y Regalado Núñez; presidente, doctor Pedro R. Núñez; vice 1º Enrique Moutier, vice 2º Pascual Coñequir; secretario general Guillermo Moutier; secretarios: Adolfo Urrutia, Adolfo Moutier; tesorero, Juan Herrero, delegados a la convención, Emilio Massini, Eduardo Sartori, Ricardo Ibarra, Pedro Massini; delegados al comité seccional, doctor Pedro R. Núñez, E. Moutier, y 50 vocales.

Ascendían a 500 ciudadanos los que esperaban en la estación a los delegados.

Momentos después, desde la tribuna levantada en la plaza 25 de Mayo, arengaron al pueblo los señores doctor Riu, señor Black, doctor Pedro R. Núñez, doctor José Blanes, José Máximo Domínguez y Ramón Iramain…

Profesor José N. Blanes

También el diario porteño La Argentina dio la noticia con otra visión: “…Con escasa concurrencia se constituyó hoy el comité del Partido radical en el Teatro Francés…”, se transcribieron también los cargos y oradores.

Falleció, el 6 de noviembre, Andrés Roqués, vicepresidente segundo del Concejo Deliberante, un año desgraciado para las autoridades del Cuerpo.

Mercedes Quintana Unzué- Mechita-

Recién el 22 de noviembre de ese año, se identificó una zona de nuestro partido con el nombre de Mechita. Ese día se conoció la resolución que designaba ese nombre a la estación ubicada entre los kilómetros 199,180 y 200,550 del Ferrocarril del Oeste en homenaje a Mercedes, la hija del doctor Manuel Quintana, hijo a su vez del presidente del mismo nombre. El 11 de agosto de 1910, quedó habilitada al uso público, pero ya ubicada en el recién creado partido de Alberti.

El reclamo de Iglesias logró lo impensado en un Bragado acostumbrado a realizar sus elecciones comunales el último domingo de noviembre. La suspensión de la validez de los actos realizados por el Concejo Deliberante entre julio y noviembre conllevaron esta consecuencia: el intendente Ibarra dejó sin efecto el decreto de convocatoria a elecciones para el 28 de noviembre. Pero el Concejo no atendió esa suspensión decretada por el ejecutivo e igualmente se realizaron los comicios, los poderes estaban enfrentados. Con 494 votos el triunfador fue el Partido Conservador.

El 30, el Concejo aprobó la elección de los candidatos del Partido Conservador en las elecciones realizadas dos días antes. Resultaron electos titulares: Facundo B. Quiroga, Pedro Trejo, el doctor Pedro León Castro y Ramón N. Pérez; suplentes: Manuel Salcedo y Arturo Huerta; y consejeros escolares: Francisco Deffis y Alfredo Cambaceres. Esto marcaba la diferencia entre los dos departamentos municipales, pues el Ejecutivo entendía que la convocatoria que se efectuara debía ser dejada sin efecto por la resolución de la Cámara de Apelaciones, pero el Concejo Deliberante siguió adelante con su posición y proclamó los electos por los años 1910 y 1911. Pronto la crisis estallaría.

Continuando con las elecciones, el 5 de diciembre, se nominaron electores para gobernador y para vicegobernador. En la Cuarta Sección Electoral, el Partido Conservador obtuvo 21.469 votos y resultó electo José F. Barrera, que crecía políticamente. Estas serían aprobadas el 4 de enero, y el 2 de febrero, el elector Barrera sumó su voto para la elección unánime de José Inocencio Arias y Ezequiel de la Serna como gobernador y vicegobernador de la provincia de Buenos Aires.

También había crecimientos dentro del partido radical, recién reorganizado. Reunida la convención seccional en Chivilcoy, esta designó al doctor Adolfo Moutier delegado del Comité Provincial del partido y al doctor Pedro Rodolfo Núñez convencional en el mismo nivel.

Citada para el día 27 pero postergada y concretada el 29, se reunió la Honorable Convención Nacional de la Unión Cívica Radical. Fue una sesión secreta y en representación de la provincia de Buenos Aires, entre otros, participó Enrique Moutier.

El 31 de diciembre, el Concejo Deliberante designó sus autoridades para el período de 1910: presidente, José Blanch; vicepresidente primero, Andrés Barrera y vicepresidente segundo, el doctor Pedro León Castro.

Las críticas de El Censor a Ibarra eran despiadadas. Así, el 1 de enero de 1910, publicaba:

…Mientras que se anuncia que las cuadrillas municipales arreglarán la calle Rivadavia hacia el Norte-caramba! la Intendencia se toma demasiado empeño ahora por ese barrio que tanto tiempo tuvo un pantano y que ahora tendrá su arteria principal y de mayor movimiento como un billar, lo que es sugestivo!- los vecinos de distintos barrios nos piden intercedamos para que la Intendencia haga arreglar esos grandes pantanos cuyas aguas están sirviendo de foco a los microbios que con el calor se fecundan y multiplican con peligro de la salud pública.

En la esquina de Bme. Mitre (Núñez) y Alfonso XIII (Remedios de Escalada) hay un gran charco; en la esquina de Mitre (Núñez) y Humberto I (San Martín), otro mayor; en diversas partes, en pleno centro están las aguas de las últimas lluvias estancadas contra el cordón de la calzada, por desperfectos de la nivelación; el camino a La Limpia tiene frente a los mataderos una alcantarilla destrozada que constituye un peligro; la calle Belgrano hacia el Norte reclama los servicios de la cuadrilla; del otro lado de la estación hay una serie de pantanos; la calle Olavarría hacia el Este tiene grandes lagunas y baches; y así podríamos continuar concretando.

Pero dejemos las calles para otro momento y trasladémonos al bajo, al sitio donde se arrojan las basuras. El sol canicular reverbera sobre los tarros, trozos de vidrio y de lozas que ocupan una gran extensión del bañado, que es desde hace años el vaciadero de los desperdicios que Bragado echa a los cajones de basuras.

La Intendencia no piensa en solucionar en forma práctica el asunto de las basuras?

No tiene en cuenta que le hace al pueblo un flaco servicio arrojándole las basuras a una cuadra de la plaza? Antaño eso era pasable, pero ahora es bochornoso, tanto eso como permitir que gente de dudosa moralidad y haragana de profesión, poble (sic) con latas viejas solares baldíos del bajo, instalando unos homes que dan compasión y dan vergüenza, chocitas que la Intendencia no debía permitir que se levantaran ni en pleno campo, y menos a dos o tres cuadras del riñón de la ciudad.

Esos señores Inspectores y el mismo señor Intendente deberían hacer excursiones por el municipio, para cerciorarse e imponerse en todo cuanto les incumbe.

Nosotros somos más ocupados, tenemos más obligaciones y haga sol y tierra o lluevas chuzos, dedicamos una hora de vez en cuando a recorrer el municipio de cabo a rabo, inspeccionando cuánto nos incumbe que es todo lo que está a la vista.

El municipio necesita dedicación, mucha dedicación y ojalá! que la tenga en el año que hoy comienza…

El Argentino, “Órgano defensor de los intereses del Partido”, sostenía al Partido Conservador. Lo dirigía Roque G. Ceruzzi y publicó varios artículos contra la administración del intendente Ibarra. Uno de ellos titulado “Retrogradaciones- Vergonzosas”, expresó:

…Es desde todo punto de vista reaccionario el programa que desarrolla en la intendencia, el Sr. José Ramón Ibarra- Sus principales números serían dignos de un detenido análisis si ya no los conociera con todos los detalles la población bragadense.

El Sr. Ibarra ha manifestado cien veces de que alejado él de la política militante, se dedica por entero a “hacer administración” textual- Nosotros preguntamos ahora qué