Corea en guerra - Catherine Dumont - E-Book

Corea en guerra E-Book

Catherine Dumont

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Beschreibung

A pesar de todos los esfuerzos, las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur se mantienen. La zona más militarizada del mundo, con pruebas nucleares y misiles de por medio, representa un peligro latente para vecinos y aliados. Esta investigación revela las profundas consecuencias que tuvo la histórica división de la península coreana en dos estados soberanos separados por la entonces Guerra Fría, y que aún hoy se encuentran enfrentados entre otras causas por las enormes diferencias culturales.

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Seitenzahl: 47

Veröffentlichungsjahr: 2016

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Introducción

Corea del Norte se destaca por su continua aparición en los medios de comunicación a causa de sus conflictos con Corea del Sur y con los Estados Unidos. La peculiaridad que tiene este Estado, entre los demás países comunistas y aquellos gobernados por regímenes tiránicos, es que cualquier persona que quiera visitarlo encontrará un acceso completamente restringido.

Corea es un país marcado por su historia antigua, en la cual al principio, prevalecían las dinastías, luego hubo una influencia de la cultura china, y el budismo, hasta 1910, año en que Japón invadió el país. Japón se instaló en Corea hasta su derrota en la Segunda Guerra Mundial.

La invasión japonesa trajo consigo un deseo de independencia por parte de los coreanos. En 1919 aparece el llamado “Movimiento 1 de marzo”, que tenía dentro de sus ideales democráticos, la idea de independización. Estas ideas se fueron extendiendo y se sostuvieron con mayor firmeza a partir de la publicación de “Los 14 puntos de Wilson”, una lista de propuestas realizada por el presidente norteamericano Woodrow Wilson, para la conformación de la Sociedad de las Naciones (antecesor como institución de las Naciones Unidas), organismo que garantizaría la paz en el futuro.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Japón debió abandonar el territorio coreano. Esto no llevó a una independencia como deseaba Corea, sino que produjo una agrupación de ejércitos de diferentes países. Estados Unidos estaba enviando sus tropas al sur, mientras que la Unión Soviética se instalaba en el norte del país. Ambos gobiernos tomaron como referencia al Paralelo 38° y dividieron a Corea en dos. Por el lado de los aliados de los Estados Unidos, hubo un intento de reconciliación y de unificación de ambas zonas, lo cual fue rechazado por la URSS. Las elecciones de 1948 no fueron aceptadas por la Unión Soviética porque consideró que Estados Unidos las había impulsado y se había entrometido en las mismas. A su vez, el conflicto entre ambos países se profundizó hasta desencadenarse la Guerra Fría, lo que resultó perjudicial para Corea y sus intentos de reunificación.

En la madrugada del 25 de junio de 1950 una de las fuerzas contingentes de la URSS cruzó la línea imaginaria marcada por el Paralelo 38°. Douglas MacArthur, comandante condecorado del ejército estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, estaba al mando del ejército norteamericano en el sur de Corea. Su versión de la historia indica que sólo había cuatro divisiones cargadas con armas ligeras. No tenían barcos, ni aviones de guerra. Los norcoreanos, en cambio, estaban adiestrados por los soviéticos y cargaban armamento moderno.

Ese mismo día se convocó a una reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU, con diez de sus once miembros. La URSS no asistió (decisión tomada de antemano por el jefe de la delegación, Jacob Malik, quien desde enero decidió no formar parte de los encuentros). Dicha reunión tomó como resolución obligar al ejército norcoreano, que se encontraba en el lado sur del país, a retirar sus tropas y reubicarlas del otro lado del Paralelo 38°.

MacArthur recibió órdenes de evacuar a los norteamericanos que se encontraban en Corea y enviar militares para que auxiliaran a los surcoreanos. Los norcoreanos lograron establecerse en Seúl, pero al poco tiempo, en 1951, el ejército estadounidense recuperó la ciudad y ayudó a las fuerzas armadas de Corea del Sur.

Hubo conflictos entre los norteamericanos, dado que MacArthur propuso el bombardeo atómico de la zona norte de China. Ésto tuvo repercusiones negativas, y el presidente Truman pidió su destitución. El General Ridgway terminó haciéndose cargo del ejército hasta el final de la guerra. Como conclusión, las dos Coreas negociaron el fin de la guerra en julio de 1953. Ambas partes firmaron el Armisticio en Panmunjong, a pesar de que las tensiones entre el Norte y el Sur nunca cesaron.

A partir de la separación de las dos Coreas al concluir la guerra, en Corea del Norte se estableció un gobierno auto considerado popular y socialista. En este país no existe la democracia, dado que los ciudadanos no son libres de escoger a sus representantes. El poder es hereditario como en cualquier monarquía. Los gobernantes son conocidos como la Dinastía Kim, dado que los tres hombres que gobernaron y gobiernan allí, impuestos como líderes de su país, se llaman así.

El primer líder que tuvo Corea del Norte fue Kim il-Sung y estableció una forma de gobierno basada en una filosofía creada por él mismo llamada Juche. Esta línea de pensamiento es la base de todo el sistema norcoreano. Al comprender los puntos principales que plantea el Juche, uno puede comprender ciertas características del gobierno y de esta sociedad asiática.

Tal como publicaron Sarah Jordan en su artículo “Desmitificando el Reino Ermitaño: la Constitución y Administración Pública en Corea del Norte” y Grace Lee en “The Political Philosophy of Juche”, Kim il-Sung dijo en uno de sus discursos que “establecer el Juche significa, en pocas palabras, ser el maestro de la revolución y la reconstrucción del propio país. Significa aferrarse a una posición independiente, rechazando la dependencia frente a otros, usando el propio cerebro, usando la propia fuerza, creyendo en la propia fuerza, mostrando el espíritu revolucionario de la autosuficiencia, y resolviendo así los propios problemas por uno mismo, bajo la propia responsabilidad en cualquier circunstancia”1.

Mediante la filosofía Juche, Kim il-Sung intentó adaptar los conceptos de la teoría marxista y leninista a la realidad del país norcoreano. Esta filosofía tiene su origen en las experiencias del primer líder que gobernó Corea del Norte mientras estaba en la guerrilla luchando contra las fuerzas japonesas, en 1930. La idea se apoya en la noción de que el hombre es el único que tiene control sobre el mundo y que sólo él es quien puede resolver los problemas que se le presentan con conciencia y creatividad.