Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 180000 Büchern ab EUR 3,99 monatlich.
Te propongo, aquí, querido lector, momentos plasmados en la escritura; una nacida del alma y que fue liberada porque te permite que la acompañes en esta aventura. Podrás sentirte identificado con ella o tal vez puedas dejar vos también que tu alma hable. Los momentos de la vida que nos marcan son aquellos donde cada uno de nosotros elige cómo afrontarlos: reímos, lloramos o, como es en mi caso, escribimos.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 82
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
RICARDO J. A. GALINDO
Ricardo J. A. Galindo Cuando el alma habla / Ricardo J. A. Galindo. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-3545-0
1. Narrativa. I. Título. CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Agradecimientos
Prólogo
Atardecer
Tu camino
Aprendiz
Deseo
Susurro
Algo en común
Cuando algo muere
Arrepentirse es una acción
Solo a un paso
Me enamoré
Cada quien con su mundo
Solo un abrazo
Olvidarte
¿Cómo poder amar?
Locura
Hagamos un trato
Tengo miedo
Todo lo que siento
Si de soñar se trata
Cuando lloro
Ahora qué…
¡Basta!
Caminaré
Tarde lluviosa
Bailando bajo la lluvia
Cuerpos mojados
Eres
Susurro de amor
¿Por qué cambiar a partir de aquí?
Discúlpame por mi ausencia
Te esperaré
Sin alma
Bésame
Hagamos el amor
Dibujaré
Los cuatros elementos
Mis manos
Ella
Un ángel
Piel a piel
Tu boca sabe a miel
Lecho de amor
Una copa de vino
Razón
Imaginémonos
Reflexión
Ser o ser
Saberte mía
Gracias, mamá
La niñez que un día olvidé
Te propongo algo
Solo dime si estás de acuerdo
Cuando leas esto ya te habrás enamorado de mí
Quiero morir
Te necesito
La noche
Muere conmigo
Desilusión
A cada instante
Solo promesas
Búscame
Serás libre
Puedo
Tan solo amantes
No pretendo
Prefiero no aparentar
Las estrellas
Quisiera ser
Aunque te parezca extraño
Quiero descubrir
Enséñame
No importa
Tengo celos
Aunque no seas real
A los dioses le pregunté
Para aquellos
Habla
Preguntas sin respuestas
Suspiro de muerte
Solo pedía un corazón
Y si fueras tu
Solo es cuestión de animarse
El último encuentro
Olvidé decirte que te amo
Confusión
Historias
Se me ocurrió algo
Personas
Encuentros
Respuestas
Si pudieras decidir
Lo que pienso, lo que escribo y lo que siento
Dos cuerpos
Gracias
Ausencia
Somos
Fórmulas
Consuelo
Antes de que sea tarde
La buena semilla
En el camino
Invierno
Me alejé queriéndome quedar
30 de octubre
Pasos perdidos
Entre lágrimas, ilusiones y realidades
Obra de arte
Los besos del alma
El orgullo, el perdón y la ausencia
En teoría te quiero, en realidad te extraño
El sembrar no es para cobardes
Cuando el alma habla
Despertarse y solo sentir su perfume
El tiempo que se detiene, las palabras que no se dicen y la agonía que persiste
Un poema para el recuerdo y un punto suspensivo para el regreso
El arte de amar
Un beso al cielo y un abrazo al recuerdo
Somos
A Dios, por permitirme embarcarme en esta loca y linda aventura.
A mi familia, pilar esencial del cual estoy más que agradecido.
A los que creyeron en este desafío y a los que no, también.
A aquellas hermosas personas que dejaron una huella importante en mi vida y aquellas que dejaron cicatrices.
Existen momentos en la vida que nos marcan para bien o para mal, sin embargo, está en cada uno de nosotros el cómo afrontamos esos momentos: reímos, lloramos o, como es mi caso, escribimos.
Lo que te propongo a continuación son momentos plasmados en la escritura; una escritura que nace del alma y se libera para que puedas acompañarme en esta aventura, donde podrás identificarte o, quizás, dejar que tu alma hable.
Cuando mires al cielo cierra tus ojos y piensa en mí.
Llegaré como un rayo de sol que recorre los paisajes,
imagíname recorriendo tu cuerpo.
Luego, una brisa suave y cálida besa tu rostro,
no te olvides que son mis labios besando los tuyos.
Y en ese momento exacto, al abrir tus ojos,
sentirás que en ese atardecer no estás sola.
Me he preguntado durante muchas noches de insomnio:
«Mujer ¿de dónde vienes y hacia dónde vas?».
Mírame a los ojos para poder conocerte aún más,
toma mi mano así puedes descansar.
Bésame, para poder sentirte
y recuérdame, para no poder olvidarte.
Déjame acompañarte en este camino
incierto pero, a tu lado, seguro.
Enséñame a amar
para así poder contemplar la vida.
Enséñame a caminar sin dar un paso atrás,
poder hablar desde el corazón
dejando a un lado la razón.
Enséñame a vivir y a sufrir,
que desde el dolor se aprende
y del amor se vive.
Deseo que la vida te dé todo aquello que anhela tu corazón,
que cada lágrima se convierta en sonrisa,
que cada mirada, en encuentro.
Que cada abrazo sea un refugio
y cada día una nueva aventura.
Que, al mirar atrás, lo hagas solo para tomar impulso a lo nuevo que viene
y que, sin importar con quién te encuentres,
sigas siendo tú misma: libre y real.
Trataré de guardar el secreto que comparte tu vida y la mía.
Intentaré luchar por este amor,
pero no me pidas que al estar juntos
susurre a tus oídos palabras que enternezcan todo tu ser.
Trataré de vencer las barreras de este amor
que, para los demás, es desconocido.
Nunca sufre, nunca llora, solo siente y ama.
Tu vida y la mía son historias compartidas.
Momentos felices, tristes, sueños cumplidos y perdidos.
Historias difíciles y complejas.
Sin embargo, vencimos la soledad
y logramos disfrutar del amor,
cada quien por su lado.
Nosotros nos volveremos a encontrar,
aún queda pasión que alimenta nuestras vidas,
miradas que lo dicen todo,
secretos que solo nuestra piel sabe decir.
Qué ironía de la vida,
qué hipocresía la nuestra.
Lloramos cuando estamos solos, deseamos entregarnos por completo cuando alguien o algo nos falta.
Pero lentamente matamos lo que amamos, despreciamos lo que tenemos
y ponemos la mirada en lo que nos falta.
Cuando algo muere, nada es lo mismo
por más voluntad que tengamos,
lo mágico, lo único, solo vive si lo alimentamos.
¿Y qué si solo son palabras que se repiten una y mil veces? ¿Y qué si pasan días, meses y años, y aun así nada cambia?
Mi actitud cambia y soy yo quien decide marcharse, tus palabras quedan ahí en una atmósfera de sustantivos, que lejos están de aquella acción.
Y también decides marcharte, pero creyendo que diste todo y que yo no entendí nada, de lo que dijiste y no hiciste, de lo que hiciste sin decir y de lo que dijiste de más. No es arrepentimiento sino una falsa ilusión de que lo hiciste, pero no fue suficiente.
Si tan solo nos animáramos a hacer más y decir menos.
Si por un momento tuviéramos la empatía como acción
y no como una simple palabra que ya pasó de moda.
Si tan solo tuviéramos el valor de mirarnos a nosotros mismos por un instante,
entenderíamos que es solo dar un paso,
y eso sí hace la diferencia.
Mientras tanto, nos tenemos que conformar con la indiferencia y el orgullo.
Y aquí no son solo palabras.
¿Qué fue lo que sucedió aquella noche de sábado de primavera?
No tenía planeado nada hasta esa hora, solo sucedió por una jugada del destino. Entre risas y cervezas, nuestras miradas se fueron intensificando, ¿habrá sido el alcohol que dio el puntapié para cobrar valor?
Mientras pasaban las horas me perdía en su mirada y su voz era como aquel bálsamo que lentamente traía paz a mi corazón.
A partir de ahí, todo cambió. Los días se hacían largos sin poder vernos, pero de una u otra manera nos arreglábamos para que cada encuentro sea eterno.
Entonces, sucedió lo que menos pensé: me enamoré y me di cuenta de ello porque no llené un vacío con una persona, sino que compartí lo que podía dar: risas, abrazos, besos y sueños.
Caminar hace bien, pensar ya es un lujo y la empatía en el mundo es un anhelo platónico.
Ahora bien, si pensáramos nos daríamos cuenta de que cada quien tiene su propio mundo y de él hace lo que mejor puede.
Si la empatía no fuera inalcanzable, trataríamos de hacer de esos mundos algo menos caótico.
Cada quien tiene sus problemas, sus luchas y sus victorias. Entonces, ¿por qué tratarlos mal?
Cuando me abrazas el mundo se detiene,
mi piel se derrite a las caricias de tus manos.
Encuentro refugio a través del calor de tu cuerpo,
toda tristeza desaparece y algo en mi interior renace.
Con solo un abrazo cambias mi vida,
los miedos desaparecen y mi alma vuelve a sonreír.
No puedo contemplar la noche si no estás junto a mí.
Si beso a otra mujer pienso todo el tiempo en ti.
Si rio o lloro lo hago por ti.
Si olvidarte fuera fácil ya te habría alejado de mí.
Si olvidar tus besos no fuera imposible,
te juro, amor, que no me preocuparía despertar junto a ti.
No sé cómo empezar, no sé qué decir.
Si siento amor, no lo sé.
Si es obsesión podría ser.
¿Cómo poder amar a alguien que no puede, ni siquiera, darse cuenta de qué significa el amor?